Capítulo 9 "Una Verdad Dolorosa"

Mientras todo eso sucedía en "Ceremonia de Entrega de Grimorio"...

Asta no podía creerlo no podía comprender. "¿Por qué?". Pensó Asta, porque era todo en lo que podía pensar en ese momento, él esta consternado.

"Entonces todo lo que hice... acaso fue en vano... todo mi esfuerzo". Seguía pensando Asta.

Mientras Asta se perdido en sus pensamiento, el resto del mundo de su alrededor incluyendo Yuno, Daria, sus padres los reyes, la "Guardia Real". Siendo estos últimos el Rey Ciel y su esposa junto a la "Guardia Real" que sabían de la situación de Asta y con esto confirmaba lo que tanto temían.

"Señorita Asta". Dijo con tristeza Silvia, porque conocía mucho a su alumno y sabía que esto lo destrozaría todo su esfuerzo.

"Asta". Pensó Yuno sabiendo la condición de su hermano, al igual que Asta, también creyó en su palabra.

"Asta". Dijo muy triste Daria al saber cómo su amigo y hermano de Yuno, no pudo obtener su grimorio.

"Hijo". Dijo Loyce al ver a su hijo con un rostro de confusión.

Ciel el Rey observaba la situación de su hijo Asta y no sabía cómo proceder, el esperaba que al menos obtuviera su grimorio, demostrando aunque sea tenia mana en su cuerpo.

El anciano de encargado de la "Biblioteca" también estaba sorprendido, era la primera vez que era testigo de que un joven mago no obtuviera su grimorio.

"Esto es algo inusual". Pensó el Anciano, sin capaz de encontrar alguna respuesta al suceso de Asta. Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por las palabras del mismo Asta.

"¿Porque no apareció mi grimorio?". Pregunto Asta al anciano.

"Uhm, creo que puedes venir el próximo año, tal vez obtengas tu grimorio". Dijo el Anciano tratando de calmar al joven que estaba muy confundido.

Los comentarios y murmullos en todos los presentes no se hizo esperar, muchos se preguntaba él porque.

Otros estaban confundidos y no comprendía como alguien de la realeza del reino no era capaz de obtener un grimorio a diferencia del otro hermano que obtuvo su grimorio y nada menos que el grimorio de la "Pica Dorada".

Mientras con el grupo de jóvenes nobles...

"Que acabamos de ver". Se dijo así mismo Zamuel mientras miraba el suceso.

"¿Es eso posible?". Pregunto Elissa, no creyendo de que uno de la familia real no obtuviera su grimorio.

"No, claro que es imposible se supone que todo ser humano tiene mana en su cuerpo". Dijo Zamuel mientras observaba como Asta estaba ahí inmóvil. Sin decir ninguna palabra.

Ambos amigos siguieron observando lo que sucedía sin dejar de pensar las razones de tal acontecimiento.

Por otro lado, el otro grupo de jóvenes nobles tenía sus propias discusiones.

"Espera como es que no tiene su grimorio". Pregunto Tristán, con la duda en su mente.

"No lose, esto es raro". Dijo Percival mientras seguía observando a Asta quien aún no se movía de su lugar.

"Eira, qué opinas, esto es muy inusual". Dijo Cloe mientras le preguntaba a su mejor amiga.

"Yo, no sé qué decir, es la primera vez que soy testigo de algo así". Respondió Eira muy confundida.

"Simplemente extraño, pero a la vez único". Dijo Álvaro mientras sonreía al ser testigo de la inusual situación de Asta. Mientras Shirley asentía por las palabras de su amo.

"Aunque no tuviera mucho mana, al menos debió obtener su grimorio". Dijo Dylan muy confundido del suceso.

"Bueno, pero hay que admitir que es la primera vez que vemos un caso como este y más si es del hermano del príncipe Yuno". Dijo Ignacio mientras mantenía su mano apoyando en sus labios tratando de dar una respuesta a lo que estaba viendo.

Brian no sabía que decir, al igual que sus amigos estaba sorprendido por lo que acaba de observar, no tenía alguna respuesta para responder dicho evento.

Ayla y Talía, al igual que sus compañeros también estaba asombrados por lo sucedido con el hermano del príncipe, Asta. "Pero es posible, que un humano no obtenga su grimorio". Se preguntaron ambas amigas buscando alguna respuesta.

Sael estaba muy confundido y ver que los demás de sus amigos no tenía alguna respuesta clara al suceso, lo ponía nervioso. "Acaso es posible o talvez el joven hermano del príncipe fue maldecido por alguien, tal vez buscando en algún libro puede responder este acontecimiento". Pensó Sael, tratando de buscar la respuesta.

Cassandra miraba a todos sus demás amigos y a su "hermano", ella también miraba con curiosidad aquel suceso. "Un joven que no obtuvo su grimorio". Pensó ella.

Y no solo era Cassandra, era los pensamientos colectivos de todos ellos.

"Es muy extraño". Dijo Max mientras miraba como el hermano del príncipe no había recibido su grimorio.

"Ara, ara, ara, parece que tenemos un misterio entre manos". Dijo Ada mientras miraba analizando aquel suceso.

Y no era los únicos que pensaban igual, el resto de los presentes tenia esos pensamientos.

Asta estaba sin palabras, él no puede creerlo. "Todo lo que hice fue un esfuerzo en vano". Se preguntó a si mismo Asta mientras miraba la reacción de sus padre y de su hermano Yuno y Daria.

"Asta". Hablo Yuno llamando la atención de su hermano.

Asta al escuchar la voz de su hermano recupero la compostura. "Yuno". Dijo Asta pero para disimular su desconformidad debido a que no obtuvo su grimorio puso su mejor sonrisa.

"Yuno, no importa el próximo año obtendré mi grimorio". Dijo Asta mientras le daba una sonrisa de tranquilidad a su hermano.

Daria observaba la interacción de ambos hermanos y ya conociendo a ambos sabía que Asta estaba enmascarando su dolor. "Asta". Pensó Daria con tristeza.

"Entonces doy, el fin a la "Ceremonia", todos pueden retirarse". Hablo el anciano mientras pasaba a retirarse.

El resto de los presente abandonaron la "Biblioteca", incluyendo los nobles, la "Guardia Real" que tenía que cumplir sus obligaciones de ese día y la familia real.

Más tarde ese misma noche...

Había llegado el momento cumbre de aquella noche, era la noche donde el príncipe era anunciado como adulto y la asunción a heredero del reino.

Muchas familias nobles estaban presentes en el banquete que se había organizado, entre los presente se encontraban la "Guardia Real", debido a que era parte de sus obligaciones estar presentes para jurar lealtad al futuro soberano del país.

Yuno no podía estar más nervioso, él sabía que el día llegaría tarde o temprano, pero no espero que llegara el día.

Yuno se encontraba en el jardín del palacio, se encontraba nervioso y además trataba de buscar a su hermano Asta, que desde que llegaron a su hogar había desaparecido.

"¿Dónde estarás Asta?". Pensó Yuno algo preocupado.

"¡Yuno!". Llamo Daria quien apareció en ese momento.

"Daria". Dijo Yuno al ver a su novia.

Daria se acercó y abrazo a su novio.

"Daria, ¿has visto a Asta?". Pregunto Yuno, queriendo saber le paradero de su hermano.

Daria solo negó con la cabeza, afirmando que no sabía dónde estaba Asta.

"Estas preocupado por el, ¿Verdad?". Pregunto Daria sabiendo la respuesta.

Yuno asintió. "El ahora necesita de mi presencia, él debe estar demasiado dolido". Dijo Yuno.

"Yo también me siento preocupada por Asta, el estuve muy ilusionado por conseguir su grimorio". Dijo Daria recordando las muchas veces que Asta le decía que obtendría su grimorio.

Ambos dieron un suspiro de preocupación debía encontrar a Asta, para animarlo y decirle que a pesar de que no obtuvo su grimorio lo apoyarían con su sueño de ser mago.

Mientras Yuno y Daria se encontraban en el jardín, en otra parte del castillo, en las habitaciones de ambos hermanos...

Asta se encontraba aun pensativo desde que llego a su hogar.

"No obtuve mi grimorio". Pensaba Asta. "Acaso el siguiente año, pueda obtener el mío o en verdad mi nula capacidad de mana en mi cuerpo lo haría imposible cumplir mi sueño". Seguía pensando Asta.

Asta negó con la cabeza, tratando de quitar esos pensamientos pesimistas de su mente. "Que estoy pensando, yo sé que si me esfuerzo más, el siguiente año podre obtener mi grimorio, así que no me pondré a llorar por este tropiezo". Se Dijo Asta a sí mismo para darse ánimos y alistarse para el banquete de hoy.

Así Asta procedió a cambiarse de ropa para estar presentable para el banquete en el castillo, además hoy sería el anuncio de su hermano Yuno como el heredero del reino.

Cuando termino y decidió salir en dirección al gran salón, donde se llevaría a cabo la velada, empezó a escuchar una conversación que le llamo la atención.

"No puedo creer que la familia real todavía tenga a ese niño aun viviendo con ellos". Hablo un hombre mayor, quien estaba con otros dos sujetos.

"Si, imagínate que no solo no eres parte de la familia, sino que ni mana tienes, el suficiente mana para obtener un grimorio". Dijo otro adulto mientras se reía sutilmente de lo sucedido con Asta.

"Sigo sin entender por qué no se desasen del mocoso, es una vergüenza para la familia real". Hablo el tercer hombre mientras despotricaba de lo sucedido con Asta.

"Baja la voz, recuerda que esto es un secreto a voces y no se puede estar hablando, por ahí libremente". Dijo el segundo adulto mientras miraba por todos los lados esperando no encontrar algún mago fiel a los reyes.

"Va, si muchas casas nobles siempre hablan de ese mocoso Asta, ni si quiera tiene la misma sangre real que el príncipe Yuno". Menciono otro adulto.

"Aun, así es una pena que ese niño no obtuviera su grimorio, de seguro que por eso los padres biológicos lo abandonaron en ese bosque, aunque no espere que el destino lo llevaría a encontrarse con la familia real". Dijo el que más sabia del tema.

"SI, espero que el rey recapacite y decida abandonar a ese mocoso". Dijo el primer hombre mientras cambia de tema, ya que estaba siendo aburrido seguir hablando de Asta.

Asta estaba de pie escuchando todo lo que decían de su persona, él no lo podía creer.

"¿Yo no soy hermano de Yuno?". Se preguntó así mismo Asta.

"¿Ellos no son mi familia?". Siguió preguntándose Asta.

"¿Yo fui encontrado en un bosque?". Esa y otras preguntas siguieron asediando la mente de Asta.

No! ¡Eso no puede ser verdad!". Se dijo a si mismo Asta negando creer aquellas palabras.

Asta solo se alejó del lugar y fue en busca de Yuno, para ir ambos al banquete, pero la duda ya estaba implantada en su mente.

Pasaron los minutos donde Asta iba buscando a Yuno por todos lados del castillo, hasta que decidió irse hacia los jardines.

"Yuno de seguro debe estar por los jardines". Dijo Asta mientras se dirigía hacia aquel lugar.

Pero lo que no esperaba Asta, era lo que sería. Encontró tanto a su hermano como su mejor amiga e interés amoroso besándose en los jardines.

"¡Yuno y Daria! Ellos ¿Están besándose?". Dijo por lo bajo Asta mientras era testigo del beso prolongado de su hermano y su mejor amiga.

Asta se quedó por varios minutos siendo testigos del beso de amor de la pareja, mientras unas lagrimas empezaba a caer de sus ojos verdes.

Pero lo peor vendría después al escuchar lo siguiente conversación de ambos amantes.

"Daria, Asta no es mi hermano de sangre". Dijo Yuno mientras Asta escuchaba lo que decía.

"¿QUÉ?". Fue la pregunta que paso por la mente de Asta en ese momento.

Momentos antes de que Asta llegara al jardín...

Yuno se encontraba muy triste por la situación de su hermano Asta, Daria solo miraba como la preocupación por la condición de Asta entristecía a Yuno.

"Yuno, sé que estas preocupado por Asta, pero lo único que podemos hacer es apoyarlo y tal vez el siguiente año él pueda conseguir su grimorio". Dijo Daria con un tono de comprensión.

Yuno entendía lo que trataba de decir su amada.

"¡Daria!". Dijo Yuno. "Gracias por creer en mi hermano". Dijo Yuno mientras la abrazaba por las palabras de aliento.

Daria recibió con gusto el abrazo de Yuno, ella la igual que su amado se preocupaba por Asta ya que es como un hermano para ella al igual que a Yuno.

Pero Daria quería saber cuál era los pensamientos que lo tenía distraído durante la mañana a su amado, así que decidió preguntarle.

"Yuno, dime ¿Qué es lo que te tenía tan preocupado en la mañana?". Pregunto Daria. "Sé que no era tanto la preocupación por Asta, verdad". Dijo Daria, ya que conocía mucho a Yuno y sabía cuándo algún problema lo preocupaba.

Yuno miro a Daria y no sabía si contarle la verdad. Pero si ambos estaban en una relación debía ser honesto con ella.

"Hace unos años atrás, me entere de una verdad, que mis padres me contaron". Empezó a contar Yuno a su amada.

"Era un secreto que planeaba llevárselo a la tumba si era necesario". Menciono Yuno.

Daria le prestaba atención sobre algo que tal vez no debería saber.

"Saber este secreto ha estado carcomiendo mi mente, con solo confirmar algunos rumores que escuche hace un tiempo atrás". Dijo Yuno.

Yuno iba confesar el secreto, pero Daria le interrumpe. "Yuno, si no te sientes cómodo diciéndome este secreto de tus padres, no es necesario que me lo digas, si no te sientes bien confesándolo". Dijo Daria ya que notaba lo nervioso a Yuno, cosa que jamás lo vio de esa forma.

"No". Se negó Yuno. "Debo contarte esto, si estamos juntos creo que no debe ver secretos, pero quieres que comprende que pase lo que pase que no cambie tu forma de ser". Dijo Yuno confundiendo mucho a Daria.

"De que exactamente es el secreto". Pregunto Daria ya más curiosa.

Yuno dio un respiro, porque lo que venía sería algo difícil. "Asta no es mi hermano de sangre". Dijo Yuno dejando impactada por la noticia a Daria.

Aquellas palabras dejo anonadada a Daria, ella no espero aquella respuesta de parte de Yuno.

"¿Pero? ¿Cómo?". Dijo en un balbuceo Daria muy asombrada por la noticia.

Yuno empezó a explicarle todo lo que sabia del secreto sobre su hermano, mientras Asta que se encontraba oculto cerca de un árbol del lugar escuchaba todo.

Daria estaba anonadada, no podía creer lo que escuchaba.

"Entonces tus padres criaron juntos a ambos". Dijo algo sorprendida Daria.

Yuno asintió, aunque eso no le importaba menos, para el Asta seguía siendo su hermano.

"Este secreto, tanto mis padres como yo planeamos nunca contarle a Asta y espero que comprendas amada mía, que Asta no debe saber esto". Menciono Yuno, confiando en que su novia no contara nadie sobre el secreto.

Daria iba a hablar que entendía el secretismo sobre el origen de "Asta", pero antes de a menos decir alguna palabra, fue otra voz quien hablo.

"¡ASI QUE NO SOMOS HERMANOS!". Dijo una voz con un tono melancólico.

Yuno quedo en shock al reconocer la voz, al igual que Daria quien se quedo congelada en su posición mientras como si fuera algo sincronizado ambos giraron su vista a la dirección donde se encontraba Asta. Quien estaba parado con la mirada gacha.