Narración en tercera persona (omnisciente).

Perspectiva de Maki/Ken.

—¡Ken!

La chica acababa de terminar su partido; el equipo ganó, como ya era costumbre. Tenía prisa pues el encuentro de Kojiro estaba por terminar: quería ver al menos su última carrera. Doblaba la última esquina antes de llegar a la cancha cuando, por mera coincidencia, se encontró con el dichoso muchacho de largos cabellos negros.

—Hola, Maki —respondió sin que la sorpresa perturbara sus facciones.

—¿Vienes del partido de baseball? —La pregunta fue directa. Ken presentía que nada bueno saldría de ser honesto, pero no tenía por qué mentirle, así que asistió—. ¿Cómo va el equipo?

—Bien. Sobresaliendo, como siempre.

—¿Kojiro es quien lleva más carreras, no? —El muchacho tragó saliva incómodo. No sabía adónde pararía esa charla.

—Es el capitán, no es de sorprenderse. —Un brillo sospechoso fulguro en los ojos de Akamine, como si Ken acabara de darle un arma secreta.

—Es un excelente capitán —La muchacha miró a otra parte mientras tomaba sus manos tras su espalda y se balanceaba ligeramente hacia atrás y adelante sobre sus piernas—. Mucho mejor que cualquiera.

Wakashimazu buscó sus ojos sin saber qué decirle.

—Sí, bueno... tampoco es como si no hubiese grandes figuras en los demás equipos. Kojiro siempre está compitiendo contra Genzo por ver quién es mejor. —Maki por fin le miró, pero no de forma amigable—. Kojiro tiene cualidades más allá deeso, no te enfades.

—¿Como cuáles? —Su voz sonó ansiosa.

—Es una gran persona. —Llevar la vista al cielo y sonreír como idiota no era nada conveniente en esas circunstancias, pero Ken no tenía otra manera de expresarse sobre su amigo—. Cuando está con su familia es amable, atento y, aunque pudiera parecer otro con los demás, tiene las mismas preocupaciones: siempre busca lo mejor pensando en el beneficio de los suyos. Como esa vez que decidió que el equipo...

—Lo conoces realmente bien —interrumpió la chica—. Diría que incluso más que yo. ¿No te parece curioso?

Ken captó perfectamente el tono de ironía, sin embargo, no pudo contestar debido a que Maki siguió diciendo:

—Cuando los conocí, Kojiro, Takeshi y tú ya eran inseparables. Aun así, Takeshi poco a poco fue despegándose, mientras Kojiro y tú siguen tan cercanos que incluso yo los envidio; no me extrañaría que la molestia de Takeshi fuera por eso. —El azabache frunció las cejas, ¿Takeshi estaba molesto?

—¿Qué estás insinuando?

—No insinúo nada; no me importa que Kojiro valore más a su familia y sus amigos que a su novia, de hecho eso me encanta; pero pienso que es extraño cómo puede separarse de uno que supuestamente es igual de especial para él que el otro, hablando de ti y Takeshi.

Los iris del chico se turbaron, ¿qué demonios era esa conversación? Akamine llevaba rato saliendo con su amigo y nunca había mostrado inconformidad respecto a la relación entre Kojiro y él. Era como si de pronto el aire le hubiese metido ideas que no iban al caso.

—¿Y qué es lo que esperas de mí? ¿Que me aleje?

—Espero no volver a oír comparaciones con la dupla del football cuya sexualidad está en duda por no corresponder a las ayudantes. —Tras dedicarle una última mirada de advertencia, Akamine retomó el camino que llevaba antes de su encuentro.

Quizás Ken hubiera quedado realmente fastidiado con lo acontecido de no ser por un detalle: Maki hizo alusión a algo que no tendría por qué saber. Como él practicaba football de vez en cuando, sabía a qué dupla se refería. ¿Quién sería el chismoso que envenenó la mente de la chica?

Obviamente tenía su lista de sospechosos, destacando una persona que siempre estaba fastidiando a aquel par, pero debía confirmarlo. Seguro que dando con esa persona se hallaría también con la bonita sorpresa de que el chisme ya involucraba a dos víctimas más.

¿Qué esos idiotas no tenían nada mejor qué hacer? Los vestidores siempre fueron bulliciosos, pero una cosa muy distinta era irse de boca con externos. Suspiró tratando de calmarse mientras regresaba a su casa; tenía asuntos más urgentes por atender. Uno de ellos al cual catalogó como pendiente tenía que ver con la aparente molestia de Sawada.


¡Fin de capítulo! Uff, en las discusiones siempre me alargo. Parece que esta historia se expandió recientemente, agradezco mucho a todos los que lo hicieron posible. Me parece que no es necesario decir qué puntos son rescatables de la conversación, ¿cierto? Sus repercusiones vendrán más adelante.

Algo que me olvidé comentar es que este capítulo precede al IX (es decir: Maki habló con Ken antes de decirle a Kojiro que Takeshi está molesto), así pues, ambos se desarrollan tres semanas A.D.S. (anteriores al diálogo con Schneider). Hasta aquí mi reporte~