Los personajes de Kaleido Star no son míos, pertenecen al estudio Gonzo Digianimation bajo la dirección de Junichi Sato y Yoshimasa Hikaike. (Leonardo Paccini, Giuseppe Paccini, James Lewis, Drake y Ashley son mis personajes OC ellos nos acompañaran hasta el final de la historia y aparecerán solo en algunos capítulos)


En busca de la felicidad
(Por SanLay-cvrt)

Capítulo 30

Durante toda la mañana, el padre de Layla había estado haciendo los trámites con el banco para retirar la cantidad de dinero que pedían, al volver a su casa junto a Kalos, ve cómo Yuri y el detective se encontraban haciendo un plan para rescatar a Layla sin peligro.

- Aquí está el dinero- el señor Hamilton deja una maleta encima de una mesa.

- Perfecto, ahora debemos decirle a la o las personas que tienen a Layla, que ya tenemos lo que quiere Debemos estar preparados, avisaré a la policía encubierta para que tengamos rodeado el lugar que nos indique el secuestrador.

- Lo importante es que Layla no corra peligro- dice Yuri afligido y en ese momento suena su celular - ¿Sí? ¿Quién es?- pregunta esperando una respuesta inmediata, pero solo se escuchaba silencio tras la línea telefónica, en ese instante el detective se acerca y conecta un identificador de llamadas al celular de Yuri por precaución.

- ¿Ya tienen el dinero?- preguntan con una voz distorsionada que claramente había puesto Leonardo para que no lo identifiquen.

- Sí, lo tenemos. ¿Cómo sabes que yo también estoy involucrado en el rescate? le pediste el dinero a la familia Hamilton- le preguntaba intentando delatarlo.

- Tranquilo... tengo mis métodos y el que hace preguntas aquí soy yo. ¿Qué te parece esperar algunos días más para el cambio?- le dice el astuto y perverso Leonardo. Él necesitaba tiempo para planear su escape y para esto necesitaba unos días para idearlo perfectamente.

- ¡No permitiré eso, queremos a Layla ahora!- el detective se acerca a Yuri para calmarlo y que no arruine el rescate.

- Con esa actitud solo harás que me enoje mi querido amigo Yuri... En tres días más se hará el cambio y esa es mi decisión, Adiós- con esas palabras corta el teléfono.

- ¡Lo tenemos!- dice viendo la pantalla del computador que monitoreaba la ubicación del lugar en donde se había hecho la llamada - Está muy cerca de aquí y al parecer es un lugar público, llamaré a los refuerzos- dice el detective marcando el número en su celular

- En cuanto llegue la policía ese hombre ya no va a estar en el lugar, iré a buscarlo yo mismo- Dice Yuri corriendo a su vehículo.

- ¡Quédense aquí! Por si hay noticias- dice el detective alcanzando al joven rubio sabiendo que no podría detener y ambos se suben al automóvil. El detective saca su pistola y la acomoda preparándola para disparar por cualquier cosa que sucediera - Eres muy precipitado jovencito, tienes que saber que correremos mucho peligro en estos casos. Esos criminales son capaces de todo.

- Su trabajo es un peligro constante... no puede quejarse. No puedo dejar que Layla siga en peligro. Ni nos dejaron hablar con ella para saber si estaba bien- dice molesto conduciendo a gran velocidad.

- ¡Aquí es!- grita Lewis y los dos hombres se bajan del auto.

- Es el restaurante Italiano donde almorzamos hace tiempo atrás con Layla- dice sorprendido.

- Entremos...- al pasar al lugar, encuentran que el restaurante estaba vacío, no tenía clientes. Los hombres rápidamente se dirigen a la cocina para ver a los empleados, Giuseppe se da cuenta de su presencia y se esconde en el baño del lugar mientras que Leonardo se había ido después de cortar el teléfono con Yuri, por lo que no se encontraba en el lugar. El único que se encontraba a la vista era el chef que estaba en la cocina junto a unos cuantos ayudantes - ¿Quién está a cargo aquí?- pregunta el detective seriamente con una voz cortante.

- ¡Esta es zona restringida, los clientes no pueden entrar!- le dice el enojado chef

- No somos sus clientes, hemos venido por un asunto policial- le muestra la placa y el hombre se asusta

- ¿Qué necesitan?- pregunta temeroso

- Sabemos que desde aquí se ha realizado una llamada de un criminal. Estamos buscando al responsable de un secuestro.

- ¡Es imposible! en estos momentos solo hay empleados aquí, todos han estado trabajando.

- Los interrogaré a todos- el detective va uno a uno y todos tenían una cuartada perfecta, la cual coincidía con la hora de la llamada, realmente no entendía cómo podía una persona desaparecer, no tenía sentido.

- Esperen un minuto ¿Dónde está Giuseppe?- pregunta el chef, sabiendo de que solo Leonardo había pedido el día libre. En ese momento todos comienzan a buscar hasta que Yuri intenta entrar al baño encontrando, el cual estaba cerrado con llave.

- ¿Qué sucede con el baño? No abre- frunce el ceño y forcejea la puerta para poder entrar sin poder hacerlo.

- Estaba abierto cuando llegué- dice el chef sacando un manojo de llaves. Al entrar, encuentran a Giuseppe muy asustado.

- ¡¿Qué haces aquí?!- cuestiona su jefe

- ¿Acaso no puedo venir al baño tranquilo?- ríe nervioso

- Estamos aquí buscando a un culpable de un caso policial... Eres el único que falta interrogar- Lewis interfiere mostrando su placa.

- ¡Te recuerdo!... tu eras el mesero que nos atendió el día que vine a almorzar con Layla- le dice apuntándolo con su dedo

Al verse acorralado ante los hombres, confiesa - Les juro que yo no quería hacerlo...- cae al piso de rodillas y con las manos en la cara y comienza a sollozar - Le dije a él que no lo hiciera...

- ¡Levántate! estás detenido- el detective lo agarra de un brazo y lo esposa. Yuri enfurecido lo toma del cuello y le propina puñetazo en la cara, dejando su nariz sangrando - ¡Detente Yuri! o de lo contrario tendré que detenerte a ti también- James los separa.

- ¡Imbécil! ¡¿Dónde tienes a Layla?!- le grita.

- Yo no la tengo...- dice mirando todo el tiempo hacia el piso y sin ninguna expresión en su rostro sangrante.

- Aquí no Yuri, lo interrogaré en la oficina- los tres se dirigen a la oficina de Lewis en el automóvil de Yuri, en el trayecto Giuseppe voluntariamente confiesa toda la historia, dejando al descubierto el porqué de las atrocidades de su primo.

- No puedo creer que Leonardo haya llegado hasta tal punto... ¡¿Dónde está ese maldito?! ¡Lo matare!- el rubio golpea el manubrio de su auto furioso

- Están en nuestro departamento, ahí es donde tiene a Layla- enseguida Yuri frena abruptamente.

- ¡¿Dónde está su departamento?!- mira a Giuseppe muy alterado

- Está por aquí cerca, pero tienes que dar la vuelta- Yuri da la vuelta bruscamente mientras el detective llamaba a la policía para indicar su nueva posición.

-o-0-o-

Leonardo estaba con Layla, él le había sacado su venda, puesto que se había cubierto su cara para no ser identificado por ella, sin saber que su primo había confesado todo. El italiano le había ido a contar lo que había decidido hacer con ella en los próximos días, ya que estaría más días de lo planeado.

- ¿Qué sacas con tenerme más días aquí encerrada?

- Me gusta ver sufrir a Yuri y me da tiempo para planear mi escape- sonríe, pero solo se la expresión de sus ojos, ya que permanecía cubierta la cara

- No creo que te salgas con la tuya... te atraparán y lo único que ganarás es un tiempo muy largo en la cárcel, deberías aceptar mi trato... me dejas ir y no te sucederá nada, es más te daré dinero para que te largues del país sin represalias.

- Vas a tener que empezar a medir tus palabras- le muestra una pistola - ¿Te gusta? La compré hoy especialmente para mostrártela, ya sabes que no soy un hombre que puede ser convencido con sentimentalismos como mi primo, yo soy diferente, yo no tengo compasión por nadie- comienza a sacarle brillo a su arma con un paño.

- ¿Piensas matarme arriesgando no recibir el dinero de mi rescate?- frunce el ceño y una repentina punzada dolorosa siente en su vientre, la cual la deja paralizada. Sin embargo no le dice nada más a su secuestrador.

- No, pero si es necesario lo haré... recibiría mi dinero de todos modos- su mirada fría indicaba que verdaderamente estaba dispuesto a hacer lo que sea, se levanta y le tapa nuevamente la boca con cinta adhesiva - Hablas mucho Layla, te ves más bella con la boca cerrada- le acaricia la mejilla y hace que ella dirija su mirada a sus ojos - Qué desperdicio que estés con el idiota de Yuri- la suelta y se vuelve a sentar en su silla frente a Layla.

-o-0-o-

Los tres hombres habían llegado y estaban afuera del departamento esperando el momento para entrar, el detective había dejado a Giuseppe abrir la puerta, con las esposas puestas, mientras tanto preparaba su pistola para entrar.

- Listo- susurra el joven Italiano dejando entrar a los dos hombres, se dirigen a la habitación que les estaba indicando Giuseppe.

Antes de entrar, Giuseppe llama a su primo desde afuera de la habitación - Leonardo...- le dice, mientras tanto Yuri y el detective se acercaban cautelosamente para atacar a Leonardo y dejarlo esposado.

- Llegaste temprano...- dice desde la habitación sin abrir la puerta - Entra... tengo que mostrarte lo que compré...- dice observando su pistola. El joven Italiano abre lentamente la puerta encontrando a su primo sentado frente a la rubia con una pistola.

Leonardo, al ver a Giuseppe ensangrentado, se da cuenta de las esposas que llevaba sus muñecas. Sin pensarlo le da un disparo - ¡Traidor!- le grita apuntando a Layla, el detective sostiene a Yuri para que no entrara - ¡No me van a llevar a la cárcel nunca!- Layla veía la escena con mucho temor. Giuseppe estaba tirado en el suelo sin reaccionar, claramente se desangraba en el piso.

- ¡Si te entregas, será más fácil, te darán menos años de cárcel, te lo aseguro!- le decía el detective que estaba apegado a la pared del pasillo y con su pistola en la mano esperando a poder entrar y atacar.

- ¡Jamás me entregaré!- veía con furia cómo su primo estaba en el piso - ¡Tú me obligaste a hacer esto!... ¡Me traicionaste al traer policías hasta aquí!- le dice al inconsciente Giuseppe - Por tu error pagaras tú y tu nueva amiguita- mira a Layla y le quita el seguro al arma para disparar nuevamente.

- ¡No!- grita Yuri que estaba en la puerta de la habitación, entra y comienza a luchar para que el moreno suelte el arma, pero éste al ver al rubio, aprieta el gatillo... lo que hace que el arma se dispare. Cada segundo era como si fuera en cámara lenta. El sonido del arma había dejado un intenso trauma acústico que retumbaba en los oídos de los presentes sin dejar que escuchen nada más. Yuri estaba en shock y no reaccionaba, Leonardo al ver que Yuri estaba inmóvil, suelta su mano del agarre del joven logrando zafarse fácilmente de él. Leonardo aprovecha el instante y se apunta con su arma en la cabeza a la altura de su sien.

- ¡No permitiré que me lleven preso... prefiero morir!- esas fueron las últimas palabras que el malvado moreno Italiano pronunció antes de cerrar fuertemente los ojos y dejar que nuevamente se escuchara ese intenso y desagradable sonido.

- ¡¿Qué hizo?!- decía Yuri mirando toda esa escena sin darle importancia el suicidio del joven, sino que veía a la rubia que yacía frente a sus ojos, se acerca rápidamente a Layla sacándole la cinta de su boca.

- Yuri...- Layla apenas pronunciaba su nombre.

- No hables, guarda tus energías por favor- coloca su mano en el muslo de ella parar detener la sangre que corría por la pierna herida de Layla - Ese maldito te disparó y no pude detenerlo, lo siento- le decía con sus ojos brillosos por sus lágrimas que intentaba retener bajo sus párpados. Él acariciaba el cabello de la hermosa joven que tenía entre sus brazos.

- Tengo...- se queja por el dolor intenso en su cuerpo - Tengo contracciones, Yuri...- murmuraba muy débil

- No, ahora no...- agacha la cabeza - Te sacaré de aquí...- mira al detective que estaba al lado de Giuseppe comprobando sus signos vitales.

- Yuri, adelántate y ve con Layla al hospital, es probable que una ambulancia se demore más en llegar. Yo llamaré al servicio médico legal para que se lleven los cuerpos... Giuseppe acaba de fallecer- le dice verificando el pulso del joven desangrado.

- Vamos hermosa... estarás bien- él levanta y carga a Layla en sus brazos para llevarla al hospital. Sin embargo, mientras bajaba las escaleras del departamento, ella se desvanece haciendo que su cabeza quede suspendida desde el brazo de Yuri. Su cabello largo se movía junto con los pasos y movimientos que él daba - Layla, no cierres los ojos por favor...- suplicaba mientras abre la puerta de su auto como puede y la sube rápida pero cuidadosamente - Sigue sangrando mucho la herida...- pensaba viendo la pierna de la joven inconsciente - Estarás bien, te lo juro...- le dice y se saca su cinturón del pantalón y le hace un torniquete para detener la hemorragia y que no pierda más sangre. Se sube dentro del automóvil y parte rápidamente - ¡Layla despierta!- le grita desesperado. No podía creer lo que estaba ocurriendo, se sentía culpable por las acciones de su pasado. Era injusto que ella tuviese que pagar por errores de su pasado. Qué daría por estar en su lugar y que ella esté a salvo, pero la realidad era otra y el destino se empeñaba por hacer que tuvieran un fatídico final.

Al llegar al hospital, saca cuidadosamente a Layla y la lleva a la entrada rápidamente - ¡Ayúdenme, por favor!- gritaba en la entrada. Ya no aguantaba más y comenzaba a llorar desesperadamente, mientras veía como varias enfermeras se acercaban...

- ¡Traigan una camilla ahora! – Ordenaba una de ellas, luego de unos segundos llegan dos doctores y tres enfermeras más con todo lo necesario - ¿Qué le sucedió?- le pregunta uno de ellos.

- Le acaban de disparar en la pierna...- dice muy angustiado. En ese momento una de las enfermeras le coloca oxígeno, mientras la acomodaban en la camilla y comenzaban a correr por el pasillo.

Yuri corre al lado de ellos - Doctor... ella recién cumplirá 8 meses de embarazo y antes de quedar inconsciente me dijo que tenía contracciones.

- Ok, ¡Preparen el quirófano!- se acercan al pabellón y entran a través de unas puertas.

- Disculpe señor, está prohibido que entre aquí- Una de las enfermeras detiene a Yuri dejándolo fuera del lugar.

- ¡Diablos!- grita golpeado una pared y se sienta en el piso mirándose sus manos llenas de sangre - ¿Por qué no fui yo?- sus manos temblaban, quizás era el temor de perderla para siempre lo que lo invadía, pero sabía que no tenía que ser negativo.

Pasaron unos minutos, su celular sonaba hace un buen rato, él lo escuchaba, pero no quería contestar... un momento más tarde suspira y saca el teléfono de su bolsillo.

- ¿Quién es?- contesta muy desanimado sin ver el número que le salía en la pantalla del celular.

- Maldita sea Yuri, contesta el teléfono cuando te llamo, dime ¡¿Qué sucedió?!.

- Señor...- dice con una voz destruida.

- ¿Dónde está mi hija? estamos esperando saber noticias y nadie nos informa nada...

- Me temo que tendrán que venir al hospital, Layla está en el quirófano, hace unos minutos entró.

- ¡¿Qué?!- exclama el señor Hamilton muy alterado - Iremos enseguida.

- Acá le daré detalles...- corta el teléfono y se levanta del lugar.

- Disculpe señorita- detiene a una funcionaria, ella lo mira raro por todas las manchas rojas que llevaba en su camisa blanca. Tenía manchas en sus manos y hasta en su cara - Me puede decir ¿Dónde está el baño?- le dice sin ánimos.

- Por supuesto, está al final del pasillo hacia la derecha. ¿Se encuentra bien?- le pregunta preocupada.

- La verdad, no...- se aleja de ella sin decir ninguna palabra más y camina lento hacia la dirección indicada.

Al entrar al baño, se mira al espejo que se encontraba colgado en la pared - Me veo terrible...- se comienza a lavar las manos y mientras veía cómo la sangre teñía el agua de color rojo, no pudo evitar sentirse mal y recordar la escena en que Layla se encontraba inconsciente en sus brazos - Tiene que ser fuerte... ella siempre ha sido fuerte. Seguro superará esto como lo hace con todos los problemas que ha tenido... esto es solo una prueba que nos da la vida... solo un obstáculo a superar... lo logrará y seremos felices juntos- deja caer una lagrima más, da un suspiro y se lava la cara...

-o-0-o-

Unas horas más tarde estaba esperando en una sala junto a Kalos y el padre de Layla a quienes le había dicho todo lo que había sucedido con Leonardo, Giusepe y Layla.

Yuri realmente estaba muy nervioso y se sentía inútil al no poder hacer nada, los hombres no hablaban nada entre ellos, ya que la situación no era como para conversar.

- ¿Ustedes son conocidos de Layla Hamilton?- repentinamente llega un doctor que portaba una mascarilla y un gorro quirúrgico.

- ¿Qué sucede?- pregunta Yuri asustado.

- Para empezar... debo felicitar al padre de la hermosa bebé que acaba de nacer, es realmente hermosa.

- ¡¿Qué?!- Yuri queda completamente paralizado, Kalos y el padre de Layla quedan atónitos, pero el señor Hamilton reacciona.

- Dígame doctor, ¿Layla está bien?- pregunta su padre asustado.

En ese momento el doctor agacha la cabeza, se quita lentamente su gorro, se limpia un poco el sudor de su frente y se queda unos segundos en silencio...


N.A: Hasta aquí dejo el capítulo de hoy... MAÑANA EL CAPÍTULO FINAL. Espero que les haya gustado, ojalá que no me maten por todo lo que hice pasar a Yuri y Layla XD y por haber dejado el capítulo hasta aquí.

Agradezco todas las votaciones, pero finalmente empató Alice y Sophia, así que elijo… (Redoble de tambores) ¡ALICE! era un poco obvio que haya elegido ese nombre ¿No? Bueno… tengo una buena razón para haberlo desempatado así…

(Editado 2021)