Ni Glee ni sus personajes me pertenece… solo esta historia.

Advertencia Rachel G!P


Martes 19 de mayo.

Música clásica se escuchaba de fondo en el auto de Quinn Fabray mientras lo estacionaba en el lugar correspondiente.

Se ve tan diferente el reclusorio — comentó Santana viendolo todo a su alrededor.

¿Será porque cierta rubia fue liberada ayer? — respondió con diversión.

Si, debe ser eso — sonrió — pero prefiero que sea así, últimamente han pasado cosas dentro de este lugar, comenzaba a preocuparme — de repente sonrió — Hubieras visto lo feliz que se puso Susan cuando la vio.

FLASHBACK

— ¿No vas a entrar? — preguntó Santana al ver que la rubia no hacía ni el intento por seguir camindo.

Paradas frente a la casa de los Pierce, Brittany se había congelado.

— No puedo creer que de nuevo esté aquí, habia aceptado el hecho de que pasaría muchos años en prisión.

— Pero ya ves que no pasó, y todas las personas que te aman están adentro, esperando por ti, incluso Susan — la rubia la miró emocionada.

Caminaron hacia la casa y no se escuchaba ningún ruido, la rubia estaba segura de que esa era la casa de sus padres, pero parecía que no había nadie.

Abrió despacio la puerta y brincó de emoción cuando todos gritaron un "bienvenida" esa era la razón del silencio.

Comenzó a recibir abrazos y palabras lindas seguidas de algunos "te extrañé demasiado" "que bueno que estás en casa"

La madre de Britt se acercó a Santana, que no se había alejado de la puerta.

— Santy hija, no sabía que vendrías, cuando trajiste a Susan no nos dijiste nada, perdón si no te invitamos, no sabíamos cómo estaban las cosas entre ustedes, no quería que fuera incómodo, y cuando nos llamaste para decirnos que ibas a recogerla, nos dió mucho gusto.

— Quería hablar con ella primero, y al final me terminó invitando, espero no les moleste.

— Por supuesto que no cariño, tu también eres nuestra hija, nos da mucho gusto que estés aquí.

— ¿Son los padres de Quinn? — la madre de Britt miró al mismo lugar.

— Si, los llamé hace unos días para avisarles y llegaron hace un momento.

— Esto se va a poner bueno.

— ¿Por qué lo dices?

— No por nada, ¿Y Susan?

— Está arriba, ¿por qué no vas por ella para que vea a su mamá?

Santana no dijo nada y subió casi corriendo las escaleras, moría por volver a ver juntas a las dos mujeres de su vida.

Como si la niña presintiera lo que iba a suceder, se veía algo ansiosa en su cuna.

— Hola mi vida — le habló con cariño — te tenemos una sorpresa enorme —la sacó de la cuna y la besó — vamos.

Bajó con cuidado la escalera y sentía que su cuerpo temblaba, aunque no sabía si era ella o el de su hija.

Todos las miraban y por un segundo se sintió culpable de haber hecho tanta estupidez.

Llegó hasta los invitados, justo donde Britt seguía recibiendo abrazos y esperó a que volteara.

Susan pareció reconocerla en seguida y comenzó a balbucear un "ma" que conmovió a todos, y Brittany se echó a llorar cuál niña pequeña.

Se acercó a la niña y la tomó en sus brazos, Susan le tocó la cara como si de un sueño se tratara, sonrió y se pegó a su mejilla llenandola de baba.

Santana no pudo evitarlo y también se puso a llorar al ver tan divina escena.

— De nuevo juntas — dijo Rusell, padre de Quinn, quien llegó a su lado — No lo arruines de nuevo porque quiero más sobrinas así de hermosas.

— Por qué mejor no le pides un nieto a la rubia sin tetas que tienes por hija, creeme eso es mal probable — dijo con una sonrisa maliciosa y el hombre canoso la miró con dudas.

FIN FLASHBACK

Dime algo Santana ¿A quien tuviste que sobornar para que Britt fuera enviada a este reclusorio y no al que correspondía? — preguntó con temor y Santana se hizo la desentendida — Vamos Santana, conmigo no tienes que fingir, yo sé que no fue Mike el que hizo el trato con la fiscalía, nunca hubiera aceptado el juez que compró esa familia.

Fue el director — respondió sin rodeos.

¿Qué? ¿A cambio de qué? — nada bueno — pensó.

Rubia no quiero hablar de eso, mejor entremos que tenemos algo urgente que tratar allá adentro.

No me pienso mover de aquí hasta que no me digas que te pidió ese hombre — puso seguro a las puertas.

de acuerdo — suspiró — cuando el juicio terminó, y se dictó sentencia, yo estaba furiosa, de verdad furiosa, discutí con Mike porque él me dijo que algo había pasado con el caso, que algo estaba mal, y que no iba a descansar hasta que no descubriera todo, el director escuchó la discusión y me ofreció dejar a Brittany en este lugar, para así tenerla vigilada y hacerle la vida imposible como venganza, solo tenía que hacer el trato con Mike para que ya dejara el caso en paz.

¿Y aceptaste solo para vengarte de Brittany? — Quinn no lo podía creer.

Al principio sí — miró hacia afuera, no quería ver a su amiga a la cara — estaba tan furiosa, tan llena de ira que, no pude controlar mis acciones, pero después — la miró a los ojos sin temor — sólo quería tenerla cerca y no me arrepiento de haber hecho lo que hice, en otro lugar hubiera sido horrible para ella.

¿Y crees que no fue horrible para ella este lugar? La tratabas peor que una basura, la chantajeabas a tu antojo.

Lo sé, y me odiaba en seguida por ello, pero siempre trataba de disculparme con algo, aunque ella no sabía que era yo — sonrió.

Tu le diste las pinturas para su celda — dijo incrédula.

Y los post it, los plumones y todo lo que tenía escondido en su celda — de nuevo sonrió — se lo mucho que la tranquiliza y divierte el dibujar, cuando tuvo fiebre, yo estuve con ella toda la noche en el consultorio de Emma, solo que le pedí que no dijera nada, cada vez que una celadora la trataba mal, yo la castigaba, al igual que a las reclusas, por eso decían que era mi protegida.

Hay algo que no me queda claro — dijo la rubia — ¿Que ganaba el director con esto? O sea, traer a Britt aquí ¿Cuál era el beneficio para el?

No lo sé, pero estoy segura, que está aliado con el hombre que tiene a Rachel aquí, y siento que a muchas más.

¿Por qué lo dices?

No lo sé Quinn, es como una corazonada.

¿Crees que hoy sepamos toda la verdad? — preguntó preocupada.

Pues, según Brittany y sus abogados si.

Santana, voy a llamar a Danielle y no quiero

peleas, estamos todos juntos en esto ¿De acuerdo? — preguntó quitando el seguro de las puertas y abriendo la suya para salir.

No te prometo nada rubia — también bajó del auto y se encamiron hacia la entrada — Esa tipa y yo tenemos asuntos pendientes.

Entraron al reclusorio y los murmullos no se hicieron esperar, las celadoras miraban a Santana como si de un mounstro se tratara.

Tus chicas te extrañaron — le susurró divertida a su amiga.

Espero llegar a la torre y encontrar todos los reportes ya hecho por cada una de ustedes, si no es así, más vale que vayan preparando sus cosas — la latina les habló a todas las trabajadoras, no hizo falta que volviera a pedirlo, todas comenzaron a trabajar — No es tan fácil deshacerse de Santana López, oye tú — le gritó a una de las celadoras — ¿Annie?

Las chicas se detuvieron para ver a la segunda de Santana.

Creo que alguien se pasó de tragos ayer he — comentó divertida la rubia.

Lo siento oficial, subdirectora, la resaca me está matando — dijo quitándose las gafas de sol en seguida — No sabía que hoy se iba a presentar por eso me tomé el atrevimiento de traer gafas.

Que bueno que no faltaste, tienes que trabajar muy duro, mi suegro se quejó porque se acabaron todo el alcohol de su bar — Quinn sonrió al escuchar la palabra "suegro" Santana no se dió cuenta de lo que dijo y Annie, bueno, Annie estaba tratando de sobrevivir.

No debí hacerle caso a esa rubia, siempre caigo en sus trampas — musitó Annie refiriéndose a Britt.

¿Qué trampas? — cuestionó Quinn antes de que Santana dijera alguna estupidez.

Siempre que jugábamos cartas, ganaba, y me hacía caer una y otra vez, una día perdí todo mi sueldo — dijo riéndose.

Lo peor que puede hacer alguien, es jugar a las cartas con Brittany — dijo Quinn, Santana asintió — Annie, necesito que lleves a Danielle a mi oficina, obviamente sin que Sue Sylvester se de cuenta.

De acuerdo señorita, en cuanto termine el desayuno la llevo, como en diez minutos — respondió mirando su reloj.

Muy bien, la esperaré entonces, y trata de ir con Emma para que te dé algo, en serio te ves fatal — agregó burlona mientras se marchaba acompañada de Santana.

No solo me veo — se quejó camino a los comedores, se puso de nuevo las gafas y masajeo su cabeza, el dia apenas comenzaba.


Subdirección.

Muero de hambre rubia, cuando desperté ya era tarde, y no pude desayunar — dijo lanzandose al sillón.

¿Qué no cenaste anoche bien? — preguntó divertida.

Idiota — se quejó — eso no pasará, al menos no con Brittany, así que, tendré que conformarme con su amistad.

Lamento escuchar eso, pero tal vez sea mejor así, se lastimaron, ambas, y siento que deben seguir con sus vidas cada una por su lado — Santana suspiró — si intentas forzar algo, quizás empeore.

La amo Quinn, sé que mi forma de actuar dice lo contrario pero estaba dolida, molesta, aunque sé que era todo contra mi, por haber perdido lo más hermoso que tenía.

¿Y por qué no la conquistas? — Santana la miró — Tal vez ella también te ama aún, pero al igual que tú, ella está dolida, y con justa razón, fuiste una imbécil — alzó la ceja.

Mira quien habla, la chica que por celos mando a una celda de castigo a su pequeño duendecillo — se burló y Quinn le lanzó lo primero que encontró en su escritorio.

¿Que piensas de lo que supimos anoche — cambió radicalmente el tema — de nuevo no pude dormir.

¿De nuevo? — preguntó — ¿Cómo está eso?

Pues no lo sé, o sea, hay veces en que estoy despierta casi toda la noche, me vence el sueño poco antes de que mi alarma suene, no sé que me pasa, supongo debe ser todo lo de Rachel.

Si, apuesto a que es todo lo de Rachel — dijo haciendo énfasis en la palabra todo — últimamente andas rara rubia, no comes, no duermes, y yo siento que estás ganando peso, lo cual debería ser todo lo contrario ¿No crees? — su intensa mirada incomodó a Quinn.

Últimamente Estoy bajo mucho estrés Santana, debe ser eso.

Esperemos sea eso — no dejaba de mirarla — Y volviendo a lo otro, siento que hay muchas cosas más que no sabemos rubia, y que no nos contaron.

También pienso lo mismo, por eso hablaremos hoy con Danielle.

Hummel Saunders — dijo incrédula — no puedo creer que todo el tiempo he conocido a toda su familia y nunca me di cuenta de las cosas.

Lo sé, todo fue tan loco, me quedé helada cuando nos dijeron la verdad — Santana asintió.

FLASHBACK.

Jesse buscaba inquieto a la celadora Annie, la perdió de vista de un momento a otro y tenía que hablar con ella.

La casa de los Pierce era algo grande, y aunque no había muchos invitados, no la encontraba por ningún lado, hasta que salió al jardín.

— Hasta que te encuentro mujer — dijo Jesse llegando hasta la celadora, quien no estaba sola — ¿Usted es la doctora del reclusorio verdad? — preguntó.

— Oh si — respondió una ya alegre Celadora — que grosera de mi parte, doctora, el es Jesse St James, abogado de Danny y Rachel, y Jesse ella es Emma, el médico a cargo del penal.

— Es un gusto conocerlo abogado — le estrechó la mano — Annie me ha hablado muy bien de usted, demasiado bien diría yo — comentó con un tono raro, que el chico captó.

— Debe ser que está ebria, apenas y nos conocemos — dijo tratando de salvar la situación — oficial ¿Puedo hablar un momento con usted? A solas — dijo el chico.

— Abogado, ya no estoy laborando ¿Tiene que ser en este momento? — dijo mezclando sus ideas.

— Si oficial, es sobre mis clientes — dijo entre dientes.

— De acuerdo, doctora — se dirigió a la pelirroja — regreso en un momento.

— claro, descuida — musitó no muy contenta.

Los chicos se alejaron un poco de la doctora para que nadie pudiera escuchar la conversación.

— ¿Qué demonios estás haciendo Annie? — cuestionó molesto tomándola del brazo.

— Solo estoy pasandola bien Jesse, eso es todo — respondió soltándose del agarre.

— ¿Con una mujer Annie? ¿En serio?

— Tu te diviertes con hombres ¿Por qué yo no puedo hacerlo con mujeres? — preguntó ya a la defensiva, los ánimos se calentaban poco a poco.

— Porque yo soy gay Annie, g-a-y — lo deletreó — tu no lo eres.

El comentario la despertó un poco.

— Solo hablábamos, eso es todo — El chico trato de estudiarla, pero le fue imposible, siempre lo era — Mejor dime ¿De qué querías hablar?

— Es sobre Fabray y compañía — dijo mirando a su alrededor.

— ¿Que pasa con ellas?

— Creo que debemos contarles toda la verdad.

— ¿A qué te refieres con eso Jesse ? — no le gustaba hacia donde se dirigía la conversación

— Me refiero a contarles la verdad, o por lo menos un poco, para que nos ayuden.

— ¿Te has vuelto loco? Danny nos mataría si hacemos eso, no confía en nadie, solo en ti y en mi, aparte de las chicas, si hablamos estaríamos traicionando a la mujer que nos sacó del fango Jesse, y yo no traiciono.

— Annie, no es una traición ¿No te das cuenta que están de nuestro lado?

— ¡Santana López la odia! — prácticamente lo gritó — si decimos algo, le estamos dando un arma letal en contra de Saunders ¿Quieres que todo se vaya a la mierda? ¿Eso quieres?

— Frabray hizo en meses o días lo que yo no he podido en años, llevar el caso con los Clarington, prácticamente nos dejó la vía libre para poder destruir a ese infeliz, sin eso ahora estaríamos perdidos, ¿no lo entiendes? — por un momento la hizo pensar.

— ¿Pero si solo se trata de Rachel? De lo que hay entre ellas, podemos pisar en falso Jesse.

— Entonces debemos tantear el terreno, veamos cómo está todo, y si pinta bien, les contamos la verdad ¿Que dices?

— Digo que podemos perder todo, por nada.

— No será así, sígueme — le dijo caminado hacia la entrada, Annie le hizo una seña a Emma y ésta también las siguió — ¿Que haces? — preguntó al ver que la doctora iba tras de ellos.

— Emma está con ellas, créeme — dijo convencida.

Llegaron a la sala donde se encontraban algunos invitados, buscaron a las chicas pero no se veían cerca.

— Señor Fabray — habló Emma al padre de la rubia quien se encontraba conversando con algunos otros hombres — ¿Ha visto a las chicas? — sin necesidad de preguntas, Emma supo que las buscaban a ellas.

— Oh si Emma, las ví entrar al despacho hace un rato ¿Sucede algo? — se preocupó.

— No señor, solo nos apetece conversar con ellas, no los interrumpimos más, permiso.

Llegaron al lugar que les indicó el señor Fabray y sin tocar entraron encontrándose con una tierna imagen, las tres chicas estaban abrazadas, y al parecer habían llorado

— Lamento interrumpir así, pero el abogado las necesita — dijo Emma.

Las chicas se separaron extrañadas.

— ¿Está todo bien abogado? — la primera en preguntar fue Quinn.

— ¿Pasó algo con el caso de Brittany? — esta vez fue Santana.

— No chicas, quería hablar con ustedes de otra cosa, y este me parece un buen lugar ¿Que tal si nos sentamos? — todas obedecieron al chico y tomaron asiento en los sillones que había en el despacho, solo el quedó de pie — Bien, a mí no me gusta andar por las ramas, me gusta ser directo y hablar claro, así que espero lo mismo de todas las que están presentes.

— Abogado, en serio comienza a preocuparme — comentó la rubia.

— Nada de abogado, solo díganme Jesse, no solo fui abogado de Britt sino también soy su amigo, así que estamos en confianza — Britt asintió. — Está mañana cuando terminó el juicio, me acerqué a la juez para hablarle del caso Berry, con todo a nuestro favor, pensé que ahora sí tendría una oportunidad, pero alguien ya se me había adelantado.

— ¿A qué te refieres Jesse? — preguntó Emma.

— La juez del caso fue la señora Clarington — dijo y Quinn sé congeló — cuando quise mencionarle a Rachel, resulta que alguien ya lo había hecho antes — miró a Quinn, de inmediato todas lo hicieron.

— ¿Hablaste con esa mujer? — preguntó Santana — ¿Cuando?.

— Si, lo hice — respondió sin titubeos — fue después de liberar a Berry de su castigo, Danny fue a verme y me exigió liberarla, y si no lo hacía, ella hablaría con ellos — esta vez lo miró desafiante — y no, no fue por su amenaza que la libere o que hablé con los Clarington, fue porque era algo que debí haber hecho hace mucho tiempo, y no me arrepiento, llevé las pruebas necesarias para ponerlos a investigar.

— ¿Puedo preguntar cómo lo conseguiste? Digo, no es como si esa familia recibiera a todo mundo, a mí ni con toda mi fama me han tomado una cita.

— Fácil, Quinn tuvo sexo con el hijo prodigio de los Clarington — lo soltó como si nada y Quinn enrojeció — ese abogado haría cualquier cosa por Quinn.

La risa de Santana resonó en el despacho, Quinn no sabía dónde meter la cabeza.

— El abogado Clarington y yo tuvimos una relación cuando recién llegué al condado, yo vengo de una familia de fiscales al igual que el, era lo que todos pretendían.

— ¿O se que te comiste a ese bombón? — el chico no lo podía creer — la pregunta sería ¿Por qué dejaste de comertelo?

— Porque lo que tiene de inteligente y bueno para los casos, lo tiene de cortito — de nuevo solo la risa de Santana se escuchó — o sea, que lo tiene pequeño, por eso Quinny ya no siguió con el.

— Terminamos porque era muy adicto al trabajo, y pues no era lo que yo quería para mí — se defendió Quinn.

— Y porque lo tenía chiquito — de nuevo Brittany.

— ¿ O sea que su fama de buenazo en la cama es solo eso? ¿Fama? — preguntó desilusionado.

— Por supuesto que era fama, es tan malo que Quinny tenía que llegar a su casa y hacerse cargo ella solita ¿Verdad Santy? — Santana no pudo responder porque estaba atacada de la risa.

— ¡Bueno basta! — se levantó la rubia, lo que menos quería era que se enteraran de la patética vida sexual de su pasado — ¿Por qué mejor no nos dices de que querías hablarnos?

— De acuerdo, pero, lo que voy a decirles, no debe de salir de este lugar, y nadie puede decirlo, es muy peligroso — miró a Annie y esta asintió.

— Deja el drama ricitos, habla ya — Santana como siempre de impaciente.

— ¡Santy! — la retó Britt — no seas impaciente — Santana calló enseguida y todos se burlaron.

— Si Santy, deja la intensidad — se burló su mejor amiga, tenía que pagar una de las que le había hecho Britt — ¿Entonces Jesse? — la verdad era que Quinn también estaba impaciente por saber.

— Muy bien, empecemos por el caso de tu chica — le dijo a Quinn, de nuevo enrojeció — ¿Que tanto saben ustedes de su caso? — Quinn palmeo a su lado para llamar a Emma quién había optado por sentarse junto a Annie.

— Cuando llegó al reclusorio, todo en ella era raro, o sea en su caso, Rachel aparenta incluso menos años de los que tiene, y creo que desde ahí partimos, el hecho de que la llevarán a nuestro reclusorio cuando ya casi alcansabamos el tope también fue una alarma para las tres, Emma fue la encargada de hacer investigaciones, empezó por su historial médico hasta que dimos con Shelby — los otros dos se alarmaron.

— ¿Ustedes vieron a Shelby? — preguntó Annie.

— ¿O sea que tú también la conoces? ¿Que tan metida estás en todo esto? — Santana la veía de mala manera.

— Oficial López yo — Jesse la interrumpió

— Deja el formalismo Annie, no estamos en el reclusorio.

— Por mi está bien — dijo una molesta latina.

— ¡Santana! — la retaron al mismo tiempo Britt, Emma y Quinn.

— Tengo años conociendo a Danielle, incluso antes de ser celadora, yo soy su mano derecha dentro del reclusorio.

— ¡Oh por dios eres tú! — dijo incrédula — eres tú la que le facilita todo, dinero, teléfonos ¡todo! — dijo abriendo las manos — y yo que confiaba en ti, que creía que eras mi mano derecha.

— También lo soy Santana, hago todo lo que me pides, incluso cuando no quieres que nadie se entere, también he arriesgado mi puesto por ti, cuidaba de Brittany siempre que me lo pedías — Santana se hizo la desentendida — he sido leal a ambas, pero con ella es diferente.

— Bueno, creo que nos desviamos un poco del tema — el chico trató de romper la tensión que se había formado — ¿Cómo es que dieron con Shelby? Se supone que la tenemos resguardada.

— Yo encontré esa dirección en un historial médico, así que en cuanto pudimos fuimos a verla.

— ¿Que les dijo exactamente? — preguntó curioso.

— Nos habló de lo que pasó ese día en casa de Rachel, también nos contó un poco de su vida, de los hermanos Berry y de su mejor amiga.

— ¿Su mejor amiga? — preguntaron los dos.

— Si, una amiga que tuvo en el colegio, fue novia de Hiram pero le puso el cuerno con Henry y un día de pronto desapareció ¿Cómo es que se llamaba Emma? — preguntó Quinn.

— No recuerdo, estaba escrito en una fotografía — dijo tratando de recordar

— Era elizabeth — respondió Santana — solo estaban escritos los nombres.

— Es Elizabeth Saunders — respondió Annie.

— ¿La conocen? — Emma trataba de entender todas sus preguntas.

Annie y Jesse se miraron.

— ¿Elizabeth Saunders no era la esposa de Burt Hummel? — Santana unía una gran pieza del rompecabezas — Si, ahora que recuerdo, elizabeth fue la segunda esposa de Burt ¿Cierto Britt?

— Si, es ella — dijo mirando a Jesse, sabía que ella también tenía que hablar.

— ¿Estamos hablando del hombre dueño de la empresa más rica del país? Pero se supone que el murió hace años — Quinn estaba confundida.

— Así es, el murió hace diez años, bueno, más bien lo mataron, pero esto aún no se ha demostrado — respondió Jesse — desde entonces Elizabeth Saunders y sus hijos heredaron todo.

— ¿Burt no es el padre del famoso modelo Kurt Hummel? — preguntó Emma.

— Si, era su padre, también hay otro hijo ¿Cómo es que se llama Britt? — cuestionó la latina.

— Finn — respondió Britt mirando a Annie, la chica se removió incómoda.

— Finn cierto, se dijo que estudió leyes, pero que era un chico problemático, bueno, eso es lo que se decía — agregó Santana — también había una niña, era de la misma edad que Kurt, pero nunca supe nada de ella, más bien la prensa nunca mencionaba a los niños, solo a Kurt cuando ya se hizo famoso, pero la niña fue de su segundo matrimonio.

— No estoy entendiendo ¿Que tiene que ver la familia Hummel en todo esto? Elizabeth Saunders dejó el pueblo y nadie más supo de ella, ni Shelby, pero ¿Que hay con eso? — Quinn estaba revolviendo su cabeza.

— Elizabeth dejó el pueblo por la sencilla razón de que estaba embarazada — dijo Jesse — Sus padres eran cristianos y rectos, y no iban a permitir que los demás se enteraran, por eso se la llevaron.

— Aguarda, si estaba embaraza — Santana sacaba sus conclusiones — era del gemelo Berry, porque Shelby nos contó que Hiram y Elizabeth Saunders nunca intimaron — una risilla de Brittany la descolocó — ¿Por qué te ríes? — preguntó.

— intimaron — rió más fuerte la rubia.

Santana se sonrojó.

— Entonces hay otro Berry — afirmó Emma.

— Otra — respondió Annie — fue una niña , cuando se fueron del pueblo, el padre de elizabeth arregló un matrimonio para ella, o sea el señor Hummel, quien se enamoró de ella desde que la conoció, prácticamente la compró, Burt tenía ya dos hijos, uno de tres años, y otro de un año, y ese era el tiempo que llevaba ya de viudo, la señora Hudson murió al dar a luz.

— ¿quieres decir que Rachel tiene una prima? — preguntó Emma y Quinn unió una pieza más al rompecabezas.

— Así es, y gracias a esa prima, es que estamos a nada de acabar con quién esta detras de todo esto — agregó Jesse.

— ¿Y quién es esa mujer? — preguntó impaciente Santana.

— Danielle Saunders — contestó Quinn.

— ¿Danielle? — preguntó Emma y Santana al mismo tiempo.

— Si, la misma Danielle que llevas meses en el reclusorio, la que te hace la vida de cuadritos y la que me amenazó con hablar con los Clarington si no le quitaba el castigo a Rachel, esa Danielle.

Todos en el estudio miraron a Emma y Santana, especialmente a Santana.

— ¿Me están diciendo Que Rachel Berry y La estúpida esa son primas?

— Santana — le habló con calma Quinn.

— Santana nada Fabray, esa perra me ha hecho la vida imposible desde que cayó al reclusorio, a pasado sobre mi todo el tiempo, y resulta que es la chica de la que tanto hablaba Brittany cada vez que iba a casa de los Hummel — la latina estaba molesta — ahora lo entiendo todo, cuando se vieron aquí adentro ella te recibió tan cariñosa, y te cuidaba tanto, al igual que tú a ella — estaba apoyada en el escritorio con ambas manos, mirando a la fina madera — espera — algo hizo click en su cabeza — tú me contaste que esa chica tenía problemas con las apuestas, y que estaba metida en problemas graves, y el tipo que mataron en el hotel, también tenía esos problemas, incluso por eso lo mataron — a Quinn no le gustaba hacia donde se dirigía todo — ¿Cómo lo conociste? — se giró para encarar a Brittany.

— Santana este no es el momento — Brittany trato de calmar a la fiera que estaba saliendo de Santana, pero era demasiado tarde.

— Responde Susan — Brittany sé paró frente a ella

— Hablemos en otro lugar Santana.

— Creo que deberíamos dejarlas solas — dijo Jesse , todo se había salido de control.

— ¿Fue ella cierto? — habló de nuevo Santana, nadie se movió — ella te lo presentó ¿Verdad?

— Si — susurró.

— ¿Aún sabiendo que estabas casada conmigo? ¡¿No le importó meterlo a tu vida sabiendo que estabas conmigo?! — gritó.

— Santana cálmate, las cosas no fueron así — intentó calmarla de nuevo.

— ¿Entonces como fueron? ¡Explícame carajo! — Quinn sabía que su amiga estaba furiosa, pero no la culpaba, al fin y al cabo, tenía razones.

— Danielle fue a la academia de danza, para hablarme sobre Rachel, teníamos que ponernos de acuerdo para algunas cosas porque dije que le ayudaría, pero ese día se encontró con Spencer Porter y no sé lo pudo quitar de encima, así que solo pasó para saludarme, y me dijo que luego hablaríamos, y así fue, después nos vimos y pudimos hablar de todo este caso.

— Espera ¿Qué? — interrumpió Quinn — ¿Tú sabías de Rachel mucho antes de que cayera en prisión?

— Si, incluso la conocí a ella y a su familia, pero ella no me reconoció cuando entró, yo soy parte de este plan desde el principio.

— Y nunca me lo contaste — habló de nuevo la latina, estaba muy dolida.

— ¿Cuando? ¿Cuando llegabas a media noche y ni un beso me dabas? ¿O cuando era tu día libre y preferias estar en el reclusorio con Quinn a estar conmigo o tu hija? — de nuevo silencio — dejaste de ser mi confidente Santana, te convertiste en un fantasma que aparecía de vez en cuando por la casa, dejó de importarte mi vida y solo te preocupaba tu trabajo o los problemas que Quinn tuviera con su nuevo puesto ¿Cuando fue la última vez que me tocaste? — preguntó golpeando el pecho de latina con su dedo — Ni siquiera lo recuerdas ¿Verdad? — se burló — Fue en el sexto mes — la latina la interrumpió.

— De embarazo — musitó — lo sé — miró a todos — disculpen — salió del lugar, y de la casa sin mirar a nadie.

— Deberíamos dejar esta charla para otro momento — comentó Annie tratando de romper el hielo.

— De ninguna manera, ya dieron el paso, así que continúen — dijo Brittany aún molesta por lo que acababa de pasar.

— Supongo que Danielle lo sabe ¿No? — preguntó la doctora sintiéndose tonta por la pregunta

— Si — respondieron Annie y Jesse a la vez.

— ¿Entonces Danielle está detrás de todo esto? — esta vez fue Quinn la que preguntó.

— A decir verdad, la primera persona que estuvo detrás de todo, la que inició con este plan fue Burt, él estaba a punto de hacerlo caer, pero casualmente murió — comentó el chico.

— ¿Y qué relación hay entre Burt, Henry y el miserable que ha hecho todo esto? — preguntó Emma.

— El era un trabajador de Burt, su mano derecha, pero comenzó a robarle — siguió respondiendo Jesse — le robó tanto que creó su primer casino, aunque clandestino, no le alcanzaba para mucho, así que siguió robando, hasta que Burt se dió cuenta, pero no le dijo nada, sólo se dedicó a investigarlo, y no sólo encontró pruebas de su robo, sino también encontró pruebas de otros delitos, y de más negocios turbios.

— Pero ese tipo descubrió lo que Burt planeaba, así que lo mató antes de que hablara, casi tres años después Danielle encontró todas esas pruebas, y decidió seguir con el plan, y no es solo ella, hay más personas en esto, pero no podemos decir sus nombres, eso lo sabrán más adelante.

— ¿Y todo esto lo saben los Clarington? — cuestionó Quinn.

— No, no del todo, por eso es que te agradezco el gran paso que diste, a mi me hubiera llevado meses y solo tenemos unos días — dijo el chico.

— ¿Días para qué? — Emma se preocupó.

— Resulta que ese tipo, pactó una cita ya en el juzgado, con nada más y nada menos que el juez Clarington, el piensa llevar pruebas falsas en contra de Rachel, y de más chicas, quiere limpiar su nombre incluso antes de ser manchado, porque sabe que nadie más que los Clarington sospechan de su mala conducta.

— ¿Quien rayos es el? — preguntó cansada la rubia — solo dicen "ese tipo" o "él" ¿Pero quién es? ¿Cómo se llama? — estaba alterada.

— Eso lo sabrán mañana — dijo Annie mirando a Emma y Quinn — Tienen que hablar con Danielle, solo ella les puede decir.

— Créeme, la última charla entre nosotras no fue muy grata — respondió Quinn

— Solo cuidaba de Rachel, pero no es una mala persona, y es que solo ella puede responder las dudas que aún les quedan — Annie respondió.

— De acuerdo, entonces mañana hablaremos las tres con ella — dijo decidida Emma y todos las miraron atónitos — ¿Qué?

— ¿Danielle y Santana hablando? — preguntó Jesse

— ¿En mi oficina sin guardias? — preguntó Quinn

— ¿Y después de lo que pasó hace un rato? — esta vez fue Brittany.

— Imposible — respondieron todos.

— Pues tendrá que hacerlo, ahora estamos todos juntos en esto — aseguró Emma.

— Quinn, tenemos que actuar antes de que él llegue la cita con el juez, tenemos que tirar su plan, y para eso, nosotros hicimos uno, pero de eso también te hablará Danielle.

— De acuerdo, estamos dentro — dijo decidida.

FIN FLASHBACK

¿Has hablado con Britt? — preguntó la rubia, después de que Santana saliera de la casa de los Pierce, ya no supo de ella hasta que pasó a recogerla temprano para ir a trabajar — Ayer ya no me respondiste el teléfono.

No hay nada de qué hablar Quinn, hoy pasé a dejarle algunas cosas para Susan, aún seguían dormidas y no quise que las despertaran, por primera vez en mucho tiempo, no tiene que despertar temprano para ganar una regadera.

Creo que deberían hablar a solas López, hay cosas que no están claras entre ustedes.

Ya todo está claro Quinn, somos amigas y el pasado es solo eso, pasado — la rubia suspiró resignada, no podía hacer más por sus amigas — ¿Emma estará presente entonces? — cambió el tema.

Si, de hecho antes de salir de casa la llamé para decirle que en cuanto llegara viniera directo a mi oficina.

¿Notaste que Annie y Emma andaban muy sonrientes? Y no sé despegaban — preguntó curiosa Santana.

Si, pero, quizás era porque no conocíamos el lado fiestero de Annie.

Pero el de Emma si, y ella nunca se comporta así, y no toma alcohol, ayer tampoco tomó, así que, estaba en sus cinco sentidos, además ¿Desde cuándo son tan amigas? — las chicas se miraron sospechosas.

Golpearon la puerta interrumpiendo su charla.

Debe ser Annie — dijo la rubia mientras se para a abrir — ¡Emma! — dijo abrazando a la pelirroja — creí que llegarías más tarde — se hizo a un lado para dejarla pasar y cerrar la puerta.

¿Por qué pensaste eso Quinn? — preguntó mientras saludaba a Santana.

Lo pregunta porque ayer tanto tú cómo Annie, se veían muy felices — dijo la latina.

Yo no bebí, no lo hago, ya me conocen — dijo algo nerviosa.

Pues para no estar ebria estabas muy pegadita a Annie ¿No crees? — preguntó Santana, ni una se le escapaba.

Solo cuidaba de Annie — respondió sin más — por cierto ¿Ya llegó?

Si, la vimos al entrar y trae cara de zombie, su cruda es mortal — contestó Santana — le dije que pasara por tu consultorio, para que le dieras algo para el malestar — Santana la miraba raro, su gaydar se había activado.

Claro, le daré algo — dijo así nadamás, Santana sonrió maliciosa — para el malestar — agregó y Quinn la miró raro, notó su nerviosismo — ¿Le terminaste de contar todo lo que hablamos ayer? — preguntó mirando a Quinn.

Si, solo estamos esperando a que llegue Annie con Danielle para que nos termine de explicar.

La puerta se escuchó de nuevo y las chicas se miraron, era hora de saber toda la verdad.

Emma fue a abrir y se topó con Annie quien llevaba esposada a Danielle, se sonrieron y Danny las observó, carraspeó para llamar su atención.

Pasen por favor — dijo Emma — ya estamos todas aquí.

Pero vean nada más, las chicas súper poderosas — bromeó Danielle aunque a nadie le hizo gracia y menos a Santana — ¿A qué debo el ser invitada a esta reunión?

¿Tú abogado no te lo dijo? — preguntó Quinn mirando a la chica.

¿Decirme que? — observó a Annie — digo, yo quería hablar contigo, pero a solas.

¿Annie? — llamó Quinn a la celadora para pedir una explicación.

De acuerdo — respiró profundo — Danielle, ayer Jesse y yo fuimos a casa de los padres de Brittany, nos invitaron a celebrar por su liberación, pero eso ya lo sabías — dijo nerviosa — solo que, mientras estábamos ahí, Jesse decidió hablar con las chicas, sobre todo el asunto, le contamos casi toda la verdad.

¿Qué? — estaba sorprendida y comenzaba a molestarse.

Así es Danielle Hummel Saunders — dijo Santana y Quinn quiso golpearla en ese momento, y eso que apenas iniciaba todo.

Danny miró enseguida a Santana luego a Annie, ya estaba furiosa.

¿Por qué no lo hablaron conmigo primero? — reclamó Danielle.

Danielle, no tenemos mucho tiempo, lo sabes, tú eres muy orgullosa y sabíamos que no ibas a acudir a Quinn, además, ella preparó el terreno con los Clarington, prácticamente nos abrió las puertas , ella es parte de esto, ellas lo son.

De acuerdo, no sé que tanto hablaron ellos, así que prefiero responder preguntas para no hablar de más — dijo mirando a la celadora, Santana se dió cuenta de que había algo más, que ninguno de los dos dijo la noche anterior.

A nosotras nos dejaron claro todo anoche, excepto una cosa — dijo Quinn — El nombre de la persona que tiene a Rachel en este lugar y a más reclusas.

Mi papá, Burt, un día me llevó a su trabajo, y ahí lo conocí, desde ese momento sentí mucho miedo, me miraba de una forma extraña, de igual forma me hablaba, comenzaba a asustarme, mientras paseaba cerca del elevador, el llegó y me dijo que lo ayudara a bajar unas cosas, le dije que no podía moverme de ahí, y el me respondió que no tardaríamos, que sería rápido, le dije que no y quiso meterme a la fuerza, entonces uno de mis hermanos apareció, Kurt, quién había ido con mamá y con mi hermano mayor, cuando lo vió le dió una patada y lo hizo caer, corrimos y le dijimos a papá y el pareció creernos, le pidió una explicación y dijo que habíamos malinterpretado las cosas, y al parecer le creyó, o eso creímos nosotros, pero solo estaba investigandolo — Santana bajaba la guardia, nunca había visto a Danielle así — Años después papá tuvo un accidente, todo fue muy raro, cuando llegué al hospital el seguía con vida, me dijo que tenía que acabar con el, que era un hombre malo, me dijo que siguiera con la investigación, que lo hiciera caer y pagar por todo, después murió y no supe a lo que se refería, tres años después encontré en nuestra casa del árbol toda la información que tenía en su contra, y entonces seguí yo con lo que el dejo a medias, y así me muera en el intento, lo haré pagar por todo.

Jesse dijo que tenían muy poco tiempo para llevar a cabo el plan ¿De que plan hablaba? — preguntó Quinn.

Ese hombre llega el sábado por la noche, se hospedara en un hostal cerca del juzgado, sabe que vamos por el, aunque no sabe quiénes somos, pero no se va a arriesgar, y con el toda su bola de delincuentes, así que queremos una declaración de el, y para eso, tenemos que encararlo.

¿Estás loca? ¡Es peligroso! — Quinn se exaltó.

Lo sé, pero tenemos que hacerlo.

¿Y cómo es que lo traerán? — cuestionó Santana.

No vendrá, nosotras iremos — dijo segura.

En serio te has brincado la barda Danielle — Santana se burlaba — ¡Estás presa!.

Nos fugaremos.

No bueno, que más nos espera — Santana seguía bajo la atenta mirada de Quinn, ella parecía no sorprenderse — ¿Quieres un helicóptero también?

No, de eso se encargará Annie, pero gracias por el ofrecimiento — habló sin alterarse — pero creo que sí las puedo incluir en mi plan.

¿Crees? — preguntó Quinn — Si no estamos dentro, no hay plan Danielle, que te quede claro — ahora era Santana la que la miraba intensamente — ¿Cuál es el plan y cómo vamos a participar nosotras tres? — a Santana se le iban a salir los ojos, la pelirroja asintió segura.

Armaremos un motín — sonrió ante su plan.

No, no y no, no quiero heridas de por medio, no serán unas por otras Danielle, no lo acepto — el plan iba en contra de lo que era Quinn.

Nadie saldrá herida Fabray, lo prometo — la rubia seguía sin convencerse — mira, todo será actuado ¿De acuerdo? — Siguió — las chicas nos van a ayudar, ayer hablé con todas y aceptaron, primero será una riña entre ellas, y cuando lleguen las guardias, se les irán encima, solo para desarmarlas, mientras nosotras salimos por la parte de atrás, llegaremos hasta las bodegas de basura, dónde nos esconderemos en los depósitos, solo será cuestión de esperar a que nos echen al camión, y así saldremos, sólo serán cuatro cuadras, después nos bajarán y Annie se encargará de llevarnos a ese encuentro.

¿Y cómo escaparán del camión? — preguntó Emma a quien le parecía repulsiva la idea de estar entre la basura.

No tenemos que hacerlo, el chófer es uno de mis trabajadores, siempre, desde que llegó aquí, ha estado esperando este momento, y por fin ha llegado.

¿Cómo se llama? — preguntó Emma.

¿ De verdad están preparadas para saberlo? — cuestionó la reclusa

Ya estamos aquí Hummel, así que habla — Santana iba a perder la paciencia

La respuesta la tienes cerca Fabray, al alcance de tu mano, y siempre ha estado ahí — dijo Danny — Jesse me informó que falta una prueba, o más bien varias, pero se encuentran en el mismo sitio, y solo tu tienes acceso a ese lugar, si quieres saber quién está detrás de todo ésto, tendrás que usar la llave que abre cualquier cosa.

Danielle, no estoy entendiendo nada — la rubia estaba perdiendo la paciencia.

Quinn Fabray, eres la que está al frente en este lugar, tienes las llaves que abre absolutamente todo, pero estoy segura que hay algo que no has abierto.

Santana miró enseguida a Quinn.

La oficina del director — dijo la latina — Nunca has querido revisar ese lugar rubia.

Me meteré en problemas si entro ahí a revisar Danielle — Quinn sintió flaquear — Sue Sylvester está cerca todo el tiempo.

Ahí está toda la verdad subdirectora, si quieres saber quién está detrás de todo esto, necesitas entrar ahí y buscarla, y por Sylvester no te preocupes, supongo que la oficial López y Annie se pueden hacer cargo — dijo mirando a las otras dos y estas asintieron.

Quinn se mareo y enseguida buscó su silla, todas las chicas reaccionaron, pero ninguna dijo nada.

¿Que debo buscar exactamente Danielle? — preguntó una pálida Quinn.

No es necesario que te lo diga, cuando lo encuentres, sabrás que es lo que andas buscando, después debes traerlo aquí, y yo te explicaré todo el plan, pero esas pruebas tendrás que entregárselas a Jesse, él se reunirá con los Clarington el viernes.

¿Y cuando se llevará a cabo el plan? — cuestionó Santana.

Sábado por la noche, así, lo haremos hablar y en cuanto el juez reciba toda la información, tendrá como acusarlo, y cuando el llegue a su cita el lunes, ya no saldrá — Annie se escuchaba molesta.

Annie, lleva a Danielle a su celda, después quiero que acompañes a Santana al patio y mantengan ocupada a Sue Sylvester, mientras tanto yo me encargo de entrar a la oficina del director — dijo la rubia decidida — No quiero que ni por un segundo, le quiten la mirada de encima, o todo se vendrá abajo.

No te preocupes Quinn, nos encargaremos de eso — respondió Santana preocupada aún por el semblante pálido de su mejor amiga — Emma, acompañala, tu revisa los pasillos mientras ella esté adentro.

Emma entendió la preocupación de Santana.

No te preocupes Santana, no pensaba dejarla ir sola.

Entonces andando, cada quien a lo suyo, en cuanto comiencen a retirarse las celadoras, las llamaré de nuevo, quiero asegurarme de que Sue Sylvester ya no esté cerca.

Todas las chicas comenzaron a salir, al final Emma y Quinn también lo hicieron después de escuchar por el radio el llamado de Santana hacia Sue Sylvester, esa fue su señal para ejecutar su parte del plan.


La oficina principal era la última en el pasillo, mientras iban caminando se toparon a varias celadoras que también acudían al llamado de Santana.

Santana pensó en todo — susurró la rubia.

Si, nos dejó el terreno limpio para no tener que dar explicaciones — dijo llegando a su destino — estaré aquí vigilando, si necesitas ayuda solo avísame — le dijo a Quinn, quien ya estaba tratando de abrir la puerta que ella misma había dejado bajo llave.

Sus dedos temblaban, de repente el miedo se había apoderado de ella.

Abrió la puerta y con una última mirada al pasillo entró y cerró para no levantar sospechas.

Mierda Fabray, controlate — trataba de calmarse — hay demasiados cajones aquí, tanta información, que carajos debo buscar — se sentó al frente, quiso ingresar al computador pero al igual que la última vez, no aceptó la contraseña.

Golpeó la mesa frustrada, abrió los cajones y sacó la carpeta con las iniciales HB.

De repente el aire comenzaba a faltar en la oficina, ella recordaba perfectamente lo que había en esa carpeta.

La abrió y sus pies ya no le respondieron, se agarró fuertemente de la silla.

Ahí estaba, esa foto que tanta curiosidad le había provocado la primera vez, solo que ahora, reconocía perfectamente a la mujer de la fotografía.

Shelby Corcoran — susurró — Es Shelby — con sus dedos acarició a la niña que aparecía acompañando a esa mujer pero que tenía el rostro cubierto por tinta — Por dios Rachel — sin duda alguna era ella, la lágrimas abandonaron sus ojos.

Temblorosa comenzó a leer cada hoja , sus ojos parecían querer salirse.

¿Rachel fue parte de una apuesta? — leía — Hiram apostó todos sus bienes, incluso a su hija — siguió revisando cada papel, había muchos pagaré — Esto es un certificado de nacimiento, es de Rachel, sólo eres una niña mi cielo — abrió otro cajón, y en este venía el nombre completo de Rachel.

¿Acta de matrimonio? ¿Derecho de posesión? Que mierda es todo esto, Rachel aparece en todo — buscó desesperadamente el nombre del responsable — Nombre de los contrayentes, Rachel Barbra Berry y Dwight Evans, ay por dios — la cabeza de la rubia daba vueltas , de nuevo las náuseas la atacaron — El director y Rachel, esto no puede estar pasando.

Tomó todos los documentos que había en el cajón, no sabía si eso era la prueba que Danielle quería, pero esa mujer tenía que aclararle todo.

Ni siquiera se preocupó por apagar el computador, casi corriendo quiso salir de ahí, pero algo la detuvo.

Se regresó y tecleo el nombre de Rachel en la pantalla.

Por supuesto que esa era la contraseña — esta vez no quiso revisar nada, sacó una usb y copió cada archivo que tenía el computador — juro que te voy a hundir Evans.


¡NOS LEEEMOS PRONTO!