Hola chicos, lamento la demora. He tardado un poco pero he quedado satisfecha con el resultado. Bueno no los aburro más con mis relatos, los dejo con el capítulo.

Comienzan las clases (segunda parte)

Te veré ahí― sonrió el doncel genuinamente pues sus planes de engañar a Ginny habían funcionado, ya solo faltaba que el Hada Madrina cayera ante los ojitos de su hijita para completar su plan, y así por fin obtendría el reconocimiento que tanto anhelaba por parte de su padre, al fin de cuentas su estancia en la escuela no había sido del todo un desperdicio.

Mientras tanto en el laboratorio, Pansy tenía su primera clase de ciencias y estaba sentada junto a Ron, frente a ella se encontraba un chico de cabello castaño que parecía sacado de un sueño y la chica ya estaba empezando a suspirar.

― ¿Crees que haya alguna posibilidad de que herede un trono o algo así? ― le pregunto a Ron con un aire soñador.

― Cedric Diggory― dijo con algo de desdén el pelirrojo, ―"El Príncipe encantador Junior", hijo de Cenicienta― y cuando dijo esto la chica se sorprendió un poco pero al mismo tiempo una chispa de ilusión brillo en sus ojos, cosa que a pesar de notarlo, el pelirrojo no quiso darle importancia, así que siguió con su explicación, ― Él heredó el encanto, pero...― hizo una pequeña pausa para observar de reojo al "principito mimado", como él lo llamaba, ―no tiene lo necesario,―dijo un poco inseguro, tratando de hacerse entender porque a él no le gustaba expresarse mal de sus compañeros, ― ¿Comprendes? ― preguntó dándose cuenta de que la chica había dejado de prestarle atención.

―Tiene lo necesario y más― contestó sin darle importancia a la silenciosa advertencia que le estaba haciendo el pelirrojo y suspiro pensando en cómo podría llamar la atención de su príncipe.

― Pansy ― llamó su atención el Profesor Sirius, puesto que se había dado cuenta de que la chica no estaba prestando el más mínimo cuidado a su clase, ―Tal vez esto sea un repaso para ti― dijo tratando de hacer quedar mal a la chica, muy en el fondo era de las muchas personas que no estaba de acuerdo con la decisión del Príncipe, pero como profesor no podía rechazar a ningún estudiante. ―Dime, ¿cuál es el peso atómico promedio de la planta?―

La repentina pregunta del Profesor Sirius la tomó por sorpresa, ella no lograba recordar la respuesta a lo que el profesor le había preguntado, ― ¿El peso atómico?― según las enseñanzas de su Madre "una chica linda no debía pensar mucho, si no, no le agradaría a los chicos", no quería decepcionar tan pronto a su Príncipe. ―No tiene que pesar tanto porque es un átomo― río con gracia y contenta de que a su Príncipe parecía haberle agradado su respuesta y había tenido con ella.

Junto a ella el pelirrojo sonrió con preocupación, conocía bien el carácter del Profesor Sirius, y sabía que no la iba a dejar pasar con esa respuesta. Con una seña del Profesor supo que estaba en lo cierto ya que la pasó al frente.

La villana no era tonta como muchos pensaban así que sin que se dieran cuenta saco el espejo mágico y lo escondió tras su espalda muy discretamente.

―Entonces...― dijo tomando el gis y apoyando su mano contraria sobre la pequeña barra de la pizarra escondiendo cuidadosamente el espejo de la vista de todos, ―necesito saber el peso atómico promedio de la planta― dijo con el suficiente volumen de voz para que el espejo lo detectara, y la respuesta empezó a aparecer.

―"Sería: (106.905 x 0.5200) + (108.905 x 0.4800), lo cual Profesor Sirius, nos da como resultado 107.9 UMA" ― al tiempo que mencionaba cada dígito Ron lo iba corroborando mentalmente, no por nada era uno de los mejores alumnos de toda la escuela.

―Lo olvidaba, ― dijo un tanto decepcionado el Maestro, ― nunca hay que subestimar a una...―

¿Villana?― la morena se le adelanto y completo su frase al mismo tiempo que daba un pequeño giro como si estuviera modelando para ocultar cuidadosamente el espejo, ― no vuelva a hacerlo― finalizó divertida volviendo nuevamente a su lugar, pero cuando paso al lado de Cedric, esté le tendió un pequeño papel doblado por mitad que la chica tomo con timidez.

Cuando llegó a su asiento leyó la nota que decía:

"Encuéntrame bajo las gradas a las 3"

Los ojos de la chica se iluminaron, y con un pequeño asentimiento dio su respuesta al Príncipe. Los tres chicos dieron un largo suspiro al mismo tiempo, mientras que el de Pansy y Cedric parecían ser de dos enamorados, el de Ron fue de fastidió, conocía perfectamente la clase de persona que era Cedric Diggory y justo antes de que el profesor le preguntará algo a la morena, él ni siquiera la veía, algún interés oculto y no pensaba dejar las cosas así y darse por vencido sin haber luchado.

Por otro lado Harry estaba en el campo de entrenamiento con Blaise, tenía un silbato al cuello, una perisqueta y un cronómetro en las manos, y estaba como a unos 20 metros del chico ―Muy bien Blaise vas a correr, ¿De acuerdo?― con un asentamiento el moreno le indico que estaba listo, y cuando Harry le indico, empezó a correr; justo en ese momento un pequeño perrito de pelaje claro empezó a ladrar y correr tras él.

El moreno que había empezado sin muchas ganas, al escuchar al cachorro empezó a correr a todo lo que le daban sus piernas, como si su vida dependiera de ello.

―Muy bien Blaise― mencionó Harry deteniendo el cronómetro cuando moreno pasó a su lado notando que había hecho un tiempo excelente, pero al darse cuenta de que el chico no se detuvo volteó a verlo sin comprender, ―¿Blaise?―dijo con un gesto de extrañeza, mismo que cambio en cuestión de segundos al darse cuenta de que el moreno parecía realmente asustado, ―¡Blaisee!― al comprenderlo el salió corriendo tras ellos para arreglar el malentendido.

Blaise se internó un poco en el bosque y se abrazó al primer árbol que tuvo a la vista separándose apenas medio metro del suelo, mientras el can le ladraba desde abajo.

―No, alto, largo― decía desesperadamente el moreno, mientras intentaba inútilmente subir más alto, ―¡Harry!, ¡Harryyy!― grito por ayuda cuando pudo oír la voz del Príncipe llamándolo y cada vez más cerca.

―Harry, ayúdame― dijo cuándo el chico llego hasta él en su auxilio, ―sé que es un asesino― dijo señalando al cachorro que se posiciono al lado de Harry, ―va a perseguirme y morderme el cuello, es una animal feroz, rabioso y salvaje― continuo el moreno con su pequeño ataque de pánico, pero el Príncipe lo detuvo.

―Ey, ey, tranquilo Blaise― dijo agachándose para tomar al cachorro en brazos, ― ¿Quién te dijo todo eso? ― pregunto extrañado, pues la descripción del moreno estaba por de más alejada de la realidad.

―Mi madre― contento con simpleza.

― ¿Cruela? ― era extraño, que su propia madre fuera capaz de inculcarle tal temor a su propio hijo.

―Por supuesto, es toda una experta, ella fue entrenadora― Harry no pudo más que reír por descubrir todas las mentiras que el chico había recibido, era bastante gracioso ver como una pequeña mentira podría destruir de tal manera las ilusiones de un niño de esa manera, y sobre todo por la injusticia de permitir que esos niños se criaran en ese lugar siendo inocentes de todo, ―no puedo creerlo,― la voz del moreno lo regreso a la realidad, ― lo tienes en brazos, ― dijo completamente horrorizado, ―va a atacarte― termino nuevamente abrazado del árbol y con más miedo de bajar que antes.

―Blaise, esta es la primera vez que vez a un perro, ¿verdad? ― pregunto más por educación que por otra cosa, ya que la respuesta era obvia, aun así, un pequeño asentimiento de un asustado Blaise le hizo continuar, ―"Chico" ― dijo hablándole al cachorro, ―te presento a Blaise, "Blaise" te presento a Chico, es la mascota de la escuela, y nos acompaña siempre― los presento mientras el moreno bajaba poco a poco del árbol.

―Ahora ya no me parece un animal feroz, rabioso y salvaje― dijo una vez que llego al suelo, y empezó a acercarse al can, ― Si― con un poco de timidez empezó a acariciar al cachorro, ―eres un buen chico―, Harry con más confianza le entrego el cachorro a Blaise viendo con alegría como el miedo que él moreno había sentido hace unos momentos se iba disipando poco a poco.

―Imagino que vivir en la isla fue duro― dijo comprensivo.

―Algo― confeso con sinceridad el moreno, ―las caricias en la barriga no eran habituales, bromeo un poco para tratar de no verse tan vulnerable.

―Jeje si, entiendo― río con él, entendiendo su indirecta de no seguir tocando ese tema tan difícil para el chico. ―Ok, se nota que eres un buen corredor, ― dijo cambiando de tema drásticamente, ―eres muy rápido, con eso ya estás en el equipo, felicidades― felicito palmeando su hombro ―Bueno pues…, creo que les daré algo de privacidad― dijo para que su invitado se sintiera a gusto, ―ya saben, para que se conozcan mejor― bromeo para encaminarse de nuevo a la escuela, ―ven a buscarme luego, ¿sí? ―

―De acuerdo― fue lo último que dijo para sentarse a hablarle al pequeño que estaba en sus brazos descubriendo una sensación nueva y maravillosa que le daba la compañía del animalito.

Harry se fue de ahí con una sonrisa en los labios, con la satisfacción de saber que su decisión había sido la correcta, esos chicos no eran como sus padres, solo eran un grupo de niños solo y desprotegidos, privados injustamente de las maravillas de este mundo; pero eso iba a cambiar a partir de ahora, en cuanto el tomara el trono las cosas iban a cambiar, les daría a ellos y a los que se habían quedado en la isla la oportunidad que se les había negado a su nacimiento.

Mientras tanto, en la escuela, las clases habían terminado. Cedric llevaba a Pansy de la mano caminando debajo de las gradas, se detuvo cuando creyó estar lo suficientemente lejos de los ojos y oídos de cualquier curioso.

― ¿Todos en tu familia son así de lindos? ― pregunto el chico haciendo que la morena se sonrojara.

―Me gusta pensar que yo soy la más bonita del reino, jeje― contesto coqueta, ― ¿Hay muchos cuartos en tu castillo? ― pregunto interesada y recordando el último consejo que su madre le había dado antes de partir.

―Uff, demasiados para poder contarlos― dijo presumiendo, y la chica suspiro aún más entusiasmada que antes, con un poco de atrevimiento empezó a acercarse al chico con toda la intención de besarlo, pero cuando cerró los ojos él la detuvo en seco continuando una conversación.

―En realidad no soy buena en la escuela ― contesto la chica.

―Por favor, no seas modesta, lo que hiciste fue genial― contesto de vuelta el príncipe.

―No es verdad― dijo con algo de preocupación en su voz, ― pero contrario a eso, soy muy buena cociendo, cocinando y aseando, igual que tu madre Cenicienta, solo que mejor vestida, ― mira― saco el espejo mágico de su bolsa, ―con esto, si necesito averiguar cualquier cosa, se lo pregunto y lo averigua― dijo con una sonrisa para demostrarle que efectivamente ella no había resuelto el ejercicio de química ella sola y que no la viera como una nerd más.

― ¿Es en serio?, ¿no me mientes? ― pregunto algo sorprendido.

―Si es enserio― dijo contenta ya que había logrado impresionar a Cedric.

Al mismo tiempo el chico le quito el espejo y quiso comprobar lo que le había dicho, ― ¿Dónde está mi celular? ― le pregunto al espejo y se lo puso en la oreja como si este le fuese a contestar verbalmente, pero lamentablemente para él no obtuvo respuesta alguna.

―Jeje, no va a funcionar para ti― dijo recuperando su espejo con cuidado.

―Ok no importa― respondió restándole importancia, ―de todas maneras mi padre me puede comprar otro―

― "El Príncipe Encantador"― suspiro.

―Si― sonrisa.

― "Y Cenicienta"― suspiro.

―Si― sonrisa. Para ese momento ya había tomado las manos de la chica.

―Y el Hada Madrina― suspiro, ―escuche por ahí que su varita está en un aburrido museo, ¿la dejan siempre en ese lugar? ― pregunto sin perder de vista el objetivo principal de su estadía en Hogsmeade. Pero esos pensamientos se vieron pasando a segundo plano cuando él chico de sus sueños empezó a acercarse y parecía el ambiente perfecto para un beso, poco a poco cerró los ojos pero cuando estaban a unos cuantos centímetros.

―Argghh― Cedric bufo algo irritado, ―me gustaría charlar un poco más, pero, ay, estoy ocupado― dijo dándole la espalda a la chica, ―pero…― se recompuso como si se le acabara de ocurrir una idea, ―si hicieras mi tarea de paso que la tuya…― dijo extendiéndole su mochila ―tal vez…― la cara de la chica era de sorpresa y de inseguridad, ―podría adelantar mis actividades en casa, y después acompañarte y charlar un poco más―.

Con esta simple mención sus ojos brillaron nuevamente ―Si, de acuerdo― dijo tomando la mochila.

―Muchas gracias preciosa― dijo acariciando el mentón de la chica y dándose la vuelta para macharse regalándole un último guiño.

De pronto mientras Cedric desaparecía de su vista, Ron apareció del otro lado de las gradas asustándola un poco.

―Resulto inevitable escuchar…― dijo el pelirrojo a su llegada pero se quedó a medias.

― ¿Estas siguiéndome? ― cortó su frase pasando del susto a la molestia de que ese chico estuviera tomándose tantos atrevimientos con ella.

―La verdad…― dijo pensando mientras se acomodaba en las gradas ― si ― no tenía caso tratar de mentirle, ya que aunque la chica no lo quisiera dar a conocer, él podía ver en sus ojos que era alguien muy inteligente y además no le gustaban las mentiras. ― Y reconozco que me fascina la varita del Hada Madrina― dijo cambiando radicalmente de tema para apaciguar el enojo de la chica, mientras pasaba por el espacio que había entre los escalones, ― la cual es otra razón para esperar la coronación de Harry― una vez que estuvo frente a la chica no pudo controlar su emoción de haber encontrado algo que podía llegar a tener en común con la morena.

―Tal vez podríamos quedar un día y, ¿sentarnos para discutir sus diferentes atributos? ― termino sin poder contener el suspiro que salió de su boca.

― ¿Usaran la varita en la coronación? ― el semblante de Pansy cambio de pronto por uno más amable y no pudo evitar preguntar con un toque curioso en su voz.

―Pues si― respondió con genuina felicidad ya que había conseguido llamar la atención de la chica, así que armándose de un poco de valor se atrevió a hacer lo que nunca había hecho antes, ― y me preguntaba… ¿si te gustaría ser mi cita? ―

―Jeje― Pansy no pudo más que sonreír con simpatía y sin regar a responder algo concreto se marchó de ahí dejando al pelirrojo embobado y suspirando por lo que había sido un evidente rechazo.

Más tarde en la habitación de Draco y Pansy, el doncel se encontraba dibujando algo sobre su cuaderno y la chica se encontraba cosiendo con su máquina mientras que una muy frustrada Ginny parecía estarse quejando.

―Mi madre dijo: "si un chico no ve tu belleza interna entonces no vale la pena"― dio un suspiro ― no es eso cruel, ¿en qué mundo vive? ― chillo desesperada.

―Je, en Hogsmeade― le respondió el doncel, que aunque parecía estar centrado en su dibujo ponía atención en cada palabra que le decía la chica.

―Oye Dray, te gusta― pregunto Pansy mostrándole la blusa que había estado cosiendo, era una sencilla blusa negra con detalles verdes, de cuero cuello en V.

―Si― dijo levantando la vista un poco y regresándola de inmediato a su dibujo, ―es linda, ― cualquiera que lo viera diría que ni siquiera le había prestado atención a la prenda, pero este no era el caso de Draco ―resalta tus ojos― él a pesar de dar solo pequeños vistazos era muy observador.

―Lo se, jeje― y su amiga lo sabía, así que aunque su actitud se notara un poco fría a veces, la chica podía distinguir perfectamente los verdaderos sentimientos de su amigo doncel.

―Así nunca voy a tener novio― se lamentó la pelirroja para después tumbarse en la cama de Pansy.

―Los novios no sirven para nada― contesto con frialdad el doncel.

― ¿Quién te ha dicho eso Draco?, porque que yo recuerde tú nunca has tenido uno― aunque lo quería mucho, la morena gustaba de fastidiar a veces a su amigo, además de que en esta ocasión estaba de acuerdo con Ginny de la importancia que tenía un novio, especialmente uno como él que ella quería "Rico y con un enorme castillo".

―No necesito un "Novio" Pansy― dijo resaltando la palabra y recibía como respuesta una mirada piara de su amiga ―solo me haría perder el tiempo― bajo la mirada como concentrando de nuevo en lo que estaba haciendo, no le gustaba cuando la chica le dedicaba esas miraditas que lo hacían sentir que podía leer hasta sus más profundos secretos.

De pronto el rostro de la morena se deformo en un mueca de angustia, ― Oh no― dijo como si su cabeza hubiese hecho click en ese momento ―olvide hacer la tarea de Cedric― se levantó lo más rápido que pudo a tomar la mochila de su Príncipe.

―Lo vez― dijo el doncel con cara de superioridad ― a eso es a lo que me refería Pans― la chica no le prestó atención y se dispuso a hacer la tarea de Cedric para que su amado no tuviera problemas.

Por la puerta que estaba abierta apareció una figura que no habían visto hasta ahora toco la puerta por educación y entro saludando amablemente.

―Hola chicos― Era un doncel que parecía ser de origen asiático, traía un vestido lila de flores a juego con un mallon azul celeste, una cinta del mismo color en la cintura con unos zapatos para doncel de tacón mediano, tenía el cabello negro y corto a la altura de las mejillas como en hongo con un fleco que no favorecía en nada al contorno de su cara y una diadema con un adorno en forma de flor violeta que hacia juego con su ropa.

―Soy Neville― dijo presentándose ―mi mamá es Mulan― dijo cuando vio que los villanos tenían una cara de no entender quién era ― ¿no? ― pero aun así parecía que seguían en las mismas ― bueno como sea― dijo restándole importancia y yendo directamente a lo que venía en un principio, ―adoro lo que hiciste con el cabello de Ginny.

―Bueno…― dijo al ver que al doncel parecía no importarle y continúo ― sé que nos odias…, y que eres malo― el doncel soltó una risilla con ese comentario, ―pero… ¿podrías arreglar el mío también? ―

Draco levanto la mirada sorprendido de la petición del otro doncel, ― ¿Por qué crees que yo haría eso por ti? ―

Neville ya se esperaba esa reacción del villano, por esa razón venia preparado ―te pagare 50 dólares―

Sin que Draco tuviera tiempo de responder, Pansy tomo la bolsita donde él doncel llevaba el dinero ―bien dicho, voy a necesitar más material― se dispuso a observar bien las facciones y el estilo del doncel ― a ver, veamos… sin fleco, ―dijo mirando a su amigo que no le prestaba atención ― tal vez más capas, unos reflejos―

― Si, si― Neville ya empezaba a emocionarse con la idea ― lo quiero cool, como el de Draco― A Neville no le importo que la chica tomara el dinero, al principio se sorprendió un poco, pero mientras recibiera lo que quería no importaba quien ocupara ese dinero.

― ¿En serio? ― pregunto sorprendida la morena ― ¿con puntas abiertas? ― dijo haciendo alusión al poco sentido de cuidado que su amigo tenia a veces con su cabello. Draco lanzo una mirada de desaprobación a su amiga pero a esta no le importo y le mostro la bolsita de dinero indicándole con la mirada que ya no habría devolución y que tendría que hacerlo.

Con un bufido cerro su cuaderno de golpe y se dirigió a su libro mientras Pansy y Neville compartían una mirada cómplice.

―A ver veamos― dijo hojeando un poco su libro. ― "Voy a reemplazar el antiguo cabello, por uno nuevo y bello" ― cerro su libro y repitió el mismo patrón de manos que uso con Ginny: "izquierda, derecha, arriba, abajo y arriba", cuando termino un destello dorado cubrió el cabello de Neville alargando su cabello unos 8 centímetros debajo de sus hombros, de pronto ya no era negro ni lacio, se había vuelto castaño claro y ondulado que resaltaba más sus ojos avellana, sin ese horrible fleco se notaba más su frente, su cara ahora lucía un poco más alargada y menos redonda.

Neville se miró en el espejo y literalmente quedó sin palabras, no podía describir el cambio tan radical que había sufrido su rostro en cuestión de segundos.

Pansy por otro lado no se veía muy convencida analizaba con cuidado la expresión del doncel y al ver que no decía nada temió que el look no fuera de su agrado y fuese a quitarle el dinero de las manos.

―Ya lo sé, se ve como una mala peluca ― dijo acercándose con él al espejo ― yo creo que si te lo cortáramos en capas…― ofreció nuevamente su alternativa tratando de recomponer las cosas pero el doncel lo interrumpió.

―No, no, no― detuvo de inmediato las ideas de la chica ― me fascina― expreso por fin.

― ¿En serio? ― pregunto sorprendida.

―Es solo que―Neville pensó que le faltaba algo, echo un otro vistazo a su reflejo, con una sonrisa tomo un extremo de su vestido y sin titubear lo rasgo un poco, ― ahora sí, estoy cool―

―Jeje, si claro― dijo sarcástico el rubio.

Ginny que desde que entro el doncel se había quedado solo observando, se acerco al espejo y con paso decidido imito la acción de Neville, pero en cuanto lo hizo se arrepintió, ― oh rayos― dijo llevándose las manos a su cara ― ¿Por qué he hecho eso, mi mamá me va a matar―todos sonrieron.

A la mañana siguiente Theo estaba sentado en las gradas con el entrenador.

―Mira Theo, me vendría muy bien un chico rudo como tú en el equipo― comento el entrenador mientras le entregaba a Theo un pequeño libro. ―Veras, aquí casi todos son príncipes, ¿me entiendes? ― pregunto algo inseguro al no saber si se había dado a entender de la manera correcta.

―Ja, ¿y me lo dice a mí? ―menciono sarcástico, ―desde que llegue no hago más que escuchar, "después de ti amigo", "discúlpame ¿acaso te empuje?" ― su comentario le causo gracia al entrenador, ya que aunque jamás lo admitiría en voz alta, el chico de la isla tenía razón. ― En mi isla te dicen "prepárate para morir tonto" ― continuo su discurso, ― como dice mi padre― dijo poniéndose de pie y votando el libro de reglas al suelo ― "la única forma de ganar es asegurarse de que los demás pierdan", si le quitas…― Theo elevaba cada vez más el tono de control y parecía cada vez más furioso, así que el entrenador lo interrumpió.

―Theo, tranquilo― dijo haciendo que el chico volviera a sentarse ― mira, un esquipo es… como una familia―

― No le gustaría estar en mi casa a la hora de cenar― dijo sin cambiar el tono de su voz,

―Está bien― dijo entendiendo lo difícil que era la situación del chico debido a su origen ―mmm ya se ― así que decidió cambiar de ejemplo ―mira… ya sabes que el cuerpo humano está formado por diferentes partes, piernas, brazos, orejas, todas son distintas y tienen diferentes funciones, pero "todas son necesarias― dijo viendo como había logrado que Theo pareciera interesado ―bueno, pues eso es un equipo, con diferentes partes que trabajan unidas y ganan juntas― finalizo satisfecho.

― Puedo ser el puño― dijo mostrando sus nudillos con una gran sonrisa. El entrenador rio con él, al parecer si le había entendido, pero a su manera. Hizo que el chico bajara su puño y tomo la playera que tenía colgada en el hombro mostrándole que ya tenía grabado su nombre y el numero 8 al centro.

Más tarde Theo llego sonriendo al cuarto de las chicas, con su playera del equipo puesta. Pansy estaba haciendo tarea con ayuda del espejo, Blaise manejaba la computadora mientras que Draco estaba leyendo su libro y parecía algo molesto.

― ¿Y bien? ― Theo se acercó al doncel. ― ¿Funciono el plan con Ginny?, ¿te llevara a la varita? ―

― Crees que estaría sentado aquí perfeccionando cada maldito hechizo del libro si fuese así― contesto algo exasperado.

―Alguien se levantó de mal humor― dijo sarcástico Blaise.

―Mi padre cuenta conmigo, no le voy a fallar― dijo dándole un zape a su amigo.

―Podemos lograrlo― dijo Theo tan de repente que sus amigos quedaron sorprendidos ―si trabajamos todos juntos y nos mantenemos unidos― agrego ignorando la extrañez en los ojos de los demás.

―Y no vamos a volver hasta conseguirlo― continuo Draco un poco mas motivado por las palabras de Theo, ― porque somos malos…―

―De corazón― contestaron los tres.

―Por cierto― hablo Pansy ― el Hada Madrina va a usar la varita en la coronación de Harry a la que estamos invitados― comento como si nada ― y yo no tengo nada que ponerme― dramatizo con su falta de guardarropa y continuo con sus actividades.

Draco se le quedo mirando con cara de asombro, al parecer la chica no se había dado cuenta de la oportunidad que tenían en puerta si jugaban bien sus cartas.

Antes de que el doncel siguiera procesando ideas en su cabeza el sonido de la puerta lo interrumpió.

Hasta ese momento la morena noto que su amigo la miraba con confusión ― ¿qué sucede? ― pregunto.

―Espera un minuto― dijo haciendo una seña y se levantó para abrir la puerta. Y no es que fuera muy servicial solo que no les convenía que algún chismoso se quedara tras la puerta a escuchar cualquier plan que pudieran tener y lo mejor era asegurarse de que se fuera antes de decir nada.

―Hola Draco― Al abrir la puerta se encontró con unos enigmáticos ojos verdes que se iluminaron en cuanto lo vieron, aunque el doncel no se dio cuenta de esto puesto que tenía muchas otras cosas en la cabeza.

―No los he visto en todo el todo el día― Harry trato de sonar casual ―así que vine a ver si tienen alguna duda, alguna pregunta o, hay algo, que, necesiten― a pesar de que inicio con voz firme no pudo evitar que le temblara la voz al final y poco a poco fue haciendo pausas mientras si voz bajaba de nivel.

―No que yo sepa― dijo hablando por si mismo pero al mismo tiempo volteo a ver a sus amigos para hacerles la misma pregunta solo con la mirada a lo cual solo recibió negativas ― no ninguna― dijo girándose de nuevo al Príncipe.

―Ok, está bien― se decepciono un poco al ver que no les era útil en este momento ―bueno pues ― dijo alejándose un poco de la puerta como si en realidad no quisiera irse ― si necesitan algo solo…―

―No espera― lo interrumpió de golpe el doncel ― ¿es verdad que estamos invitados a tu coronación? ― el doncel pensó que no podía existir mejor ocasión para obtener algunas respuestas y así poder idear un plan.

―Si claro― dijo con una gran sonrisa ― de hecho, toda la escuela está invitada―

―Wow, eso es maravilloso― dijo algo interesado, ― ¿crees que nosotros podamos sentarnos en primera fila junto al Hada Madrina para absorber un poco de bondad? ― aunque sus amigos estaban confundidos conforme fue preguntando el doncel fueron entendiendo sus intenciones, y con un asentimiento dieron a entender que estaban de acuerdo con él.

Harry titubeó un poco, ―ojala pudieran― dijo por fin dando a entender que lo lamentaba ― es que adelante solo me dejan estar a mí, a mis padres y a mi novia― explico con sinceridad.

― ¿Tu novia? ― pregunto curioso Draco.

―Sí, disculpa, en verdad lo siento―dijo con algo de tristeza en su voz.

―Bueno, gracias, hasta pronto― finalizo cerrándole la puerta en cara con algo de gentileza (si claro).

― No espera, hay mucho lugar en…― no pudo completar su oración ya que se encontró de repente hablando con la puerta, así que con algo de pena se marchó de ahí dando un suspiro.

Mientras que del otro lado de la puerta.

―Creo que es hora de que el principito consiga una nueva novia― compartió una mirada cómplice con los demás y con una pequeño ademan Blaise le paso su libro, ahora sí tenían un buen plan.

Continuara…

Que les ha parecido, como siempre me ha quedado larguito, pero yo siempre he preferido que aunque me tarde escribiendo al menos sea algo que valga la pena leer. Esta semana estoy de vacaciones así que haré todo lo posible por terminar el siguiente capítulo para el domingo. Ya saben que me gusta leer sus opiniones, espero que al menos los que están siguiendo mi historia me dejen un pequeño comentario. No olviden que siempre estoy abierta a sugerencias. ¡Hasta la próxima!