- ¿Pasa algo hermano? -
Vio como el color negro desaparecería para volverse una silueta de colores confusos y borrosos. La imagen se distorsiona en su visión cuando pudo observar parado frente a él a su hermano más pequeño observándolo. La confusión se fue apagando mientras descubre que se encontró en su hogar oyendo el goteo dentro de la cloaca, sentado en una esquina acomodado entre sus rodillas y al parecer recargado en la que habrá sido el sitio dónde se quedó profundamente dormido.
Sus ojos eran increíblemente pesados al igual que su cuerpo, durante un momento de su boca escapó un lento bostezo cortesía del cansancio, Mike lo tenía sujeto de un hombro y su visión intentó conectar con los ojos de Leonardo. La presión en su hombro le hizo cuenta de la tensión que existía en ellos, sus músculos estaban inamovibles al igual que todas sus extremidades, se preguntó si era a causa del último entrenamiento.
- ¿Mmm? ¿Miguel? -pronuncio lento mientras abría más sus ojos.
Mike se quedó quieto, analizando de arriba abajo.
- ¿Aún te duele mucho? Si quieres quedarte hoy en la alcantarilla- menciono como un leve susurro.
¿Por qué se sintió todo tan denso? En el otro extremo pudo observar a sus otros dos hermanos, Don estaba empacando equipo en una práctica mochila que encontró hace dos años en el basurero local, algo que llamó su atención ya que esa mochila la utilizaba el brillante hermano para guardar un improvisado kit de primeros auxilios utiles y accesibles.
Pudo ver como él sacaba de ahí varios vendajes y ungüentos los cuales estaban colocados fila por fila dentro de una pequeña canasta, al había parecer colocado etiquetas para identificar los productos medicinales cuidadosamente, escrito para que su mirada pudiera identificar cuál era necesario en caso de alguna lesión o quemadura.
Después de un momento comenzó a sacar vendajes pulcramente blancos, sujetándolos de un extremo y enrollándolos con la palma de su mano tranquilamente. Una mirada de la tortuga de morado se encontró con el líder de azul celeste, sus ojos chocolate se encontraron tristes al igual que sus facciones, tanto que al verlo no pudo evitar decaer más el rostro, pero a pesar de eso le regaló una pequeña sonrisa.
Por otro lado, estaba Rafael también mirándolo, solo que su mirada expresaba más molestia que alguno de los sentimientos que mostraba el segundo mayor de los hermanos.
Al contrario de Don su mirada era más de reclamo y reproche, sus manos estaban apretándose contra sus nudillos y su respiración era tranquila, sin embargo, sus ojos se encontraron cristalinos; de culpa reprimida.
Donatello se comenzó a acercar con varios vendajes al igual que pomadas pequeñas que cabían en una de sus grandes palmas, se acercó a Leonardo mientras miraba al menor de todos ellos para que le diera el paso, Leonardo intentaba responder su anterior pregunta mientras Don se posaba a su altura, inclinando su rodilla mientras se apoyaba con la otra en el suelo.
Sintió como Rafael se acercaba a ellos, sus pasos eran reconocibles. Pero al momento de intentar acercarse fue detenido por Donatello alzando la mano a su dirección.
-Ralph necesito espacio por favor- dijo firmemente.
Miguel Ángel estaba muy callado, sus ojos eran mares de preocupación a la vez que su pequeño cuerpo temblaba conteniendo las lágrimas.
Don tomó una de sus manos y procedió a levantar su brazo, en el momento en que lo hizo Leo sintió un fuerte tirón de dolor recorrer hasta su caparazón y parte de su hombro. El dolor hizo que inconscientemente intentara bajar el brazo para encontrar comodidad, pero su hermano se lo impidió cuando sostuvo firme su palma negando con la cabeza.
Algo en la mente de Leonardo hizo clic en ese momento, sus ojos se ensancharon con sorpresa y con temor bajo su mirada a dónde ahora Donnie colocaba el frío ungüento.
Ay , pensador. Finalmente había grabado.
Los vendajes eran una pluma en su magullada piel, los destellos de las pomadas azules y cafés perdidos entre su verdosa piel eran punzadas filosas, un proceso en el cual era tanto el dolor que había momentos dónde ya no sentía nada, como si aquella extremidad pudiera haber muerto por completo.
Repitiendo en la soledad angustiante en su corazón la razón por la cual estaba así.
Miró a Rafael queriendo decirle que todo estaba bien, decirle a Donatello que él podrá sanar; abrazar a miguel angel y pedirle que no llore mas.
Con el calor y cobijo que significó estar juntos en las buenas y en las malas era razonable que en algún momento sintieron miedo por ellos, eran seres extraordinarios que contaban con la capacidad de tener sentimientos humanos, perdidos en un mundo que no estaba hecho para ellos .
Su mente dio en una resolución injusta para todos ellos, por más que quisieran no salir lastimados está era su vida, su familia.
Cerró los ojos y revivió de nuevo el motivo de su inutilidad, sintiendo como una cola con la astucia de un látigo golpeaba sus rodillas para hacerlo caer. El escozor de garras afiladas rasgando su piel dejando ver la carne rojiza oculta en sus brazos ante los cortes profundos para finalmente desplomarse en el suelo sintiendo como contra su piel chocaba una y otra vez golpes que rebotaban en su cuerpo dejándole un dolor incalculable, a tal punto que, sin saberlo, ya no sentí ni oía nada.
Manadas de sentimientos corrieron en su mente al recordar a su sensei castigándolo y condenándolo como si de un verdugo se tratara. Sus ojos fríos e inertes al golpear al hermano mayor de aquellas cuatro tortugas que alguna vez encontró en las heces de las alcantarillas, tomando los bajo su manto y entrenando los con sus conocimientos. Gracias a él ellos cuatro estaban vivos, por eso ellos estaban en deuda con él.
-Esto es algo que no puedo tolerar…-
Una hoja de filo apuntaba al impulso del equipo. Arrojado como si estuviera rezando a un dios imaginario, sintiera que su mundo daba vueltas sin sentido alguno. Del rostro de Rafael rodaban gruesas gotas de salado sudor, las muñecas estaban colocadas en el suelo repleto de escombros, sus nudillos se apretaban puro rasgando las uñas de sus grandes dedos, temblaba en irá y temor.
-Un líder debe responder al fracaso… si no eres tú serán ellos quienes asuman las consecuencias. –
Miro a su hermano menor, ya estaba muy lastimado.
-No Leo…-
"Debo recordar cuál es mi deber y cuál era mi misión"
Una reverencia, una súplica de perdón.
-Soy responsable de todas las consecuencias- cierra los ojos con fuerza, recuerda quien es la autoridad ante él.
-León…-
"Soy yo quien debe de ser juzgado por haber hecho fallar al equipo, este es mi castigo"
Splinter suelta a la tortuga de rojo y se dirige a Leonardo, toma un fuerte Boo.
- ¡NO! – Rafael quiso detenerlo, pero Mickey y Donnie se lo llevaron del salón.
Leo comienza a escuchar el sonido que sale del baston boo al arrastrarse por el suelo, lento, para liberar un fuerte golpe en su rostro. Duele intenta no llorar. Acepta la paliza de su mentor, la sangre se derramará para crear más heridas.
-Espero que no vuelva a suceder hijo mio…-
Para sanar y crear más cicatrices.
-Todo es por su bien, recuérdalo Leonardo-
Para que esas cicatrices se conviertan en armaduras.
-sí, padre…- Dijo casi como último aliento. cerró los ojos por el inmenso dolor.
Splinter se dejándolo ahí, varado, completamente solo.
cayendo de nuevo ante el ajuste insistente de los vendajes, recordó que el ahora no era lo que estaba pensando. aquello de Splinter parece como si estuviera sucediendo en ese mismo momento. Revivir lo mismo junto a los dolores, el terror de Rafael petrificado en un mismo punto queriendo poder hacer más que nada, pero el miedo siempre era la punta de la corona de sus sentimientos.
Con Donatello y Miguel Ángel era lo mismo.
En el caso de Miguel Ángel siempre fue cuidado y protegido por sus tres hermanos mayores. cuando eran más pequeños él era el centro de protección ante cualquier factor externo a ellos, splinter por ejemplo, el lloraba cuando alguno de ellos sufría las consecuencias en el lugar del hermano pequeño, a pesar de sus preocupaciones siempre procuraba tener la mejor sonrisa para todos , algo que los llenaba de una calidez pacifica en el corazon de sus hermanos.
Por su parte Donatello era más neutro, queriendo tener siempre la cabeza fría en sucesos graves para servir de ayuda. Toda su inteligencia se centró mucho en la salud y métodos curativos enfocados en ellos, quienes, a diferencia de cualquier otro humano promedio, tuvieron reacciones a las enfermedades de forma poco recurrente pero fuerte.
Otro ejemplo era las pomadas que elaboro estudiando a espaldas de Splinter. se sintió mal que una mente tan fascinante como lo llama Abril tenga que ser comprimida para su tranquilidad personal. Sin Donnie no serían nada ya que en muchos momentos críticos él era el que llevaba esa rama de líder, además de Leonardo, Donatello era el segundo mayor y si requería la situación, líder del equipo.
Leonardo sabía que esta noche no iría con ellos y Don tomaría una vez más el papel de guía para su equipo, por más que quisiera no podía ayudar de mucho como se encontró. Esperaba que las cosas esta noche se desempeñaran tranquilamente para todos. No quería que algo pasara con sus hermanos.
Unos segundos más tarde dejaría el brazo de Leonardo en su plastrón para levantarse pesadamente. Leo intento mover su brazo un poco, lo que ocurre que suelta un sonido de incomodidad y queja.
-Te recomiendo que no te muevas, aprete los vendajes lo suficiente para evitar movimientos bruscos de tu parte. Será mejor que te quedes quieto-
-¿Están seguros que pueden ir sin mí? - pregunto la joven tortuga incapacitada.
- Si hermano, solo iremos a hacer patrulla, nada de batallas- dijo el mas joven del cuarteto.
Torciendo la boca, Leo asintió no muy seguro de lo que decían.
-¿Piensas quedarte ahí? - se oyó a Rafael quien después cruzaría los brazos. - Puedo llevarte a tu cuarto-
...
Donatello y Rafael llevaron a Leonardo a su habitación, procedería a descansar y tratar de dormir mientras los salían del lugar, sabía que no tenía de que preocuparse por ellos, su cabeza aún era una mierda pulsante que no se detenía, considerando que chicos fue una mala idea haber accedido a que lo recostaran.
Sentía el olor de incienso de miel en su habitación con varias veladoras a sus pies, se imaginó si su habitación en realidad era una de esas tradicionales washitsu de Japón, con detalles de madera ligeramente pulidas y shōji en lugar de una lámina oxidada. no era sorpresa que para él fue3ra de esa manera en su cabeza.
Incluso a veces sentí que en su antigua vida había pertenecido ahí, su pasión por ello fue inmensa, añadiendo que simbólicamente eran para él sus raíces, aunque claro, solo lo esperaba para después responder con ironía que una tortuga gigante con nombre de pintor italiano no estaba muy arraigada a eso en que antes fue una persona.
Se froto en su futón apenas decente preguntándose como seria estar en un tatami real, si lograra ver uno de seguro no se pararía de su lugar después de mucho, como caer en las esponjosas nubes del cielo, pero al igual que eso, para él era inalcanzable.
Recordó en ese momento a Karai quien hace tiempo le platicaría su vida en la ciudad de Tokio. Vivencias que a diferencia de la suya en una cloaca en Nueva York eran adorno de lujos pretenciosos o sonrisas falsas pintadas por aquellos que estaban al servicio de los reyes del clan foot. le conto en un momento donde ambos estaban aburridos y no querrían llegar a sus respectivos campamentos, era extraño para el escuchar anécdotas de parte de ella ya que eso implicaba saber un poco más de la vida de Oroku Saki sin su papel del intimidante shredder.
Recordó que ella siempre miró a la nada perdida en el tiempo antiguo de sus niñes, como inesperadamente fue preparada para cumplir un destino planeado incluso antes de que naciera.
A su mente llegaría pesadamente aquella última noche donde la vio, acabando con momentos fugaces en que creía que existía una brecha que no podía cruzar ambas partes. Recobro ese sentimiento de miedo que le hizo ver que ellos eran adversarios y que sobre todo… en cualquier momento ambos podrían morir.
Se elevó con cansancio ignorando el dolor de su plastrón bajo y las zonas mallugadas. Repitió la demanda de Karai por complacer a su padre por entregarle la cabeza de alguno de ellos, se caló dentro de su ser. Pensó el cómo a pesar de ese sentimiento, ella nunca deseo hacerle daño.
Pero quiso que la dañara a ella...
Perturbado enfatizado en como ambos entonan unas mismas notas irreparablemente similares. Hijos pródigos predestinados a cumplir la victoria de sus respectivos maestros, guiando como líderes al legado que ellos querían formar. Shredder un imperio y su maestro venganza.
En la vida existieron muchas coincidencias, una de ellas pudo ser que ambos no se cortaron la cabeza después de mucho tiempo de averse conocido.
-Me sorprende que eres diferente a lo que alguna vez me dijeron de ti y tus hermanos Leonardo-
Leonardo se quedó quieto, las ratas de las alcantarillas corrían debajo de su suelo recorriendo hasta los extremos dónde se encontraron algunas vías para subir por ellas. Algunas cucarachas hacían gala en el techo mohoso de color verde asqueroso, incluso para alguien tan pulcro con la higiene como Leonardo cuestiones así no se pueden remediar.
El dolor atorado en su garganta había disminuido durante estos pocos minutos dentro de su habitación, sus dedos podrían moverse más a diferencia de ese rato que sintieron que habían sido arrancados de sus manos, incontables ocasiones se había preguntado del mal aspecto de sus manos. En ellas existían muchas cicatrices, desde cortadas o desgarres de sus uñas a causa de un mal posicionamiento en el entrenamiento, también muchas veces dónde se encontró desesperado de niño pidiendo auxilio.
Sus labios estaban resecos y adormilados, no pensaron en intentar pararse de dónde estaba, sus ojos comenzaban a pesar como cien pesas en su cabeza hizo un esfuerzo para no ceder ante el inevitable apogeo de apagarse. Bostezo una, no, dos veces viendo borroso a su alrededor como si de un mareo intermitente se tratara. Estaba empezando a decir adiós al plano real para querer intentar viajar a las profundidades ofrecidas por Hipnos, la representación del sueño.
Solo esperando no conocer a su hermano gemelo, Thanatos.
Finalmente rindiéndose a esa necesidad básica de su cuerpo, como una seductora melodía acepto perderse un rato de su adoración idílica de su "posible vida" fuera de la alcantarilla.
Con franqueza se cuestionó si sus hermanos estarían bien hoy que no estaban con él, ahora pueden estar enfrentándose a alguna pandilla callejera oa algún ladrón inexperto movido por la necesidad y hambre de dinero. Puede que esten enfrentados al clan del pie…
Quería recordar algo antes de casi desmayarse, de verdad quiso, pero después de todo, no se opuso a ser seducido por los brazos abiertos del descanso pasajero.
N/A: Holaaa el volvio ^w^
Moria de ganas por actualizar la historia con un nuevo capitulo. Tarde mucho considerando que he estado centrado en otras actividades y que posiblemente entre ha clases detro de dos semanas.
El lado bueno es que ya tengo avanzados varios capitulos los cuales pienso subir durante este periodo de tiempo en adelante mientras escribo mas.
Debo pensar bien si actualizare un capitulo por cada mes para darme tiempo y terminar las demas historias que tengo pendiente o de lo contario centrarme en actualizar lo mas rapido que se pueda.
Todas sus opiniones son bien recibidas y espero que lo esten pasando de lo bonito 3
