Año 2001

—Solo unas pruebas más y pronto tendremos listo el Proyecto Delta Morpher —. Víctor Landors se veía tan entusiasmado por saber en que resultaría el trabajo que estuvo desarrollando durante varios años con sus amigos y cómo sería el futuro de la Tierra.

—Con esta nueva tecnología conseguiremos un mejor sistema de policías y con ello podremos ayudar a muchas personas —. Su voz se notaba cada vez más fervorosa.

Por supuesto que sí Víctor, para esto es lo que hemos trabajo por tanto tiempo . Era la voz de una joven extraña, su semblante se mostraba indiferente, tenía el cabello negro y largo, parecía una humana, con la excepción que su piel estaba cubierta de líneas delgadas y puntos en tonos purpura, pareciendo ser tatuajes y en sus manos sólo había cuatro dedos, su mirada era fría, no expresaba nada más que una sed y ambición sobre algo desconocido.

De pronto una extraña luz comenzó a brotar de todos los artefactos y Morphers en el laboratorio, esa chica extraña se paralizó al verlo, ¡esto no tenía que pasar! Todos en el laboratorio a excepción de los alienígenas se marearon un poco, se quitaron los googlees y tallaron sus ojos.

—¡Todos salgan de aquí ahora! —. Exigió a sus colegas.

— ¿Pero qué dices Veldam? —. Preguntó Teresa Delgado extrañada.

Ella no respondió, se alejó lentamente de la mesa de ensayos, esperando que no pasara nada de lo que estaba pensando.

—Siento mucho dolor en la cabeza —. Habló de repente Annie Osborn (madre de Sam)

—Yo también —. Kara Drew no soportó el dolor y calló de rodillas al suelo, en ese instante su esposo John con dificultad para respirar se acercó a ella para auxiliarla.

— ¿Qué sucede? —. La Dra. Kat que no estaba siendo afectada por ese extraño vapor que surgía de los Delta Morphers y trató de auxiliar a sus compañeros.

En ese instante, John tocó una pata de la mesa metálica que sostenía todos los procesadores y su mano se volvió del mismo material. Quedó estupefacto al ver su mano, pero quedó inconsciente unos segundos después, Kara igualmente se desmayó, no sin antes sentir mucho calor sobre sus manos.

—No resisto más —. Dijo Víctor antes de caer en picada sobre la mesa de análisis, con el resultado de que al caer la atravesó hasta llegar al suelo, quedó inconsciente unos segundos.

— ¡¿Víctor que ocurre!? —. Su esposa Jane Landors se apresuró de ir hacía él, pero sus piernas dejaron de funcionar haciéndola caer al suelo, dejó de sentir la movilidad de su cuerpo

seguido de esto se puso de pie con dificultad.

— ¡Veldam! ¿¡A dónde vas!? —. Kat se apresuró a perseguirla al ver que huyó del laboratorio, era obvio que ella tenía que ver con lo que estaba pasando.

Kat corrió por los pasillos pisándole los talones a Veldam, de ella seguía el comandante Cruger, ambos sabían que algo andaba mal, pasaron por varios pasillos hasta llegar a la entrada principal, mientras Veldam corría otros alienígenas que estaban dentro de la instalación pero en otros sectores se le unieron, al verla ser perseguida de esa forma por Kat y Cruger, ellos supieron de inmediato que su plan había sido descubierto, así que lo que importaba era salir de ahí cuando antes para no que sus planes no fueran saboteados.

Mientras tanto los demás en el laboratorio se encontraban débiles, recuperaron la consciencia y luego de unos segundos todos se estabilizaron, sin embargo había algo dentro de ellos que había cambiado y no habría marcha atrás para lo que descubrirían.

— ¿Están todos bien? —. Preguntó Víctor, quien se levantó y chocó su cabeza con la mesa ya que estaba debajo de ésta, soltó un grito de dolor y colocó su mano en donde se había golpeado, al reincorporarse fue a auxiliar a su esposa Jane quien aun seguía en el suelo y sentía un extraño hormigueo en las piernas.

—Estoy bien, pero me siento un tanto extraña —. Contestó Teresa Delgado, en ese momento alguien le respondió:— Por supuesto que nos sentimos extrañas, nos mareamos y caímos de golpe al suelo —. Todos quedaron sorprendidos ante lo que vieron, había dos Teresas en la habitación perfectamente iguales, Teresa no podía creer lo que veía, lanzó un grito de susto y le gritó a su otra yo:— ¿Qué está pasando aquí? ¿Quién eres tú? ¡Vete de aquí! —. De inmediato su otra yo despareció, dejando a todos confundidos y asombrados.

—De acuerdo. ¿Qué es lo que acaba de pasar? —. Preguntó Héctor Delgado, quien se acercó a su esposa y la ayudó a levantarse.— ¿Querida estás bien?

—Eso creo, pero no tampoco entiendo que fue lo que acaba de pasar —. Se puso de pie y todos quedaron mirándose los unos a los otros como si fueran completos extraños entre sí.

— ¿Todos se sienten un poco extraños en estos momentos? —. Preguntó Blair Carson, quien se sentía aún más extraña que los otros, su cabeza daba vueltas, veía cosas y muchos colores a su alrededor, al mirar a todos y cada uno de sus compañeros pudo ver algo que la dejó asombrada: veía a Víctor atravesando paredes y superficies sólidas, a Jane corriendo a velocidades extraordinarias, había muchas Teresas por todas partes haciendo grandes acrobacias y a su esposo Héctor lo veía lanzar fuego por la boca y las manos, vio a Kara con mucha agua a su alrededor, ella le daba forma y el agua actuaba bajo su voluntad, Annie desapareciendo y apareciendo una gran cantidad de objetos, podía ver a John romper cientos de paredes y cosas rígidas solo con su mano, la cual brillaba mucho, pudo ver a Wess siendo protegido por una capa brillante frente a él, ningún ataque podía golpearlo y finalmente se veía a sí misma; muchos sucesos pasaban frente a sus ojos, cosas que los demás no podían percibir, y en ese momento lo comprendió todo.

— ¿Blair te encuentras bien? —. Le preguntó Wess.

—Sí, ahora todo es claro Wess, creo que ustedes no se han dado cuenta todavía —. Todos la miraron extrañados, pero ella continuó hablando.

— ¿No notaron algo fuera de lo normal antes de que cayéramos inconscientes?

—Ahora que lo dices si, antes de caer pude ver como mi mano se volvía de metal al tocar uno de los soportes de la mesa de pruebas—. Mencionó John. Se preocupó al recordar eso y miró con cuidado sus manos, ambas estaban normales

—De hecho yo sigo sintiendo demasiado hormigueo en mis piernas y siento mucha aceleración.

—Eso es normal en ti Jane, serás la más veloz del equipo, de eso no hay duda

— ¿De qué estás hablando Blair? —. La miró confundida.

— ¿¡No se dan cuenta!? ¡Esto tiene que ver con esa extraña luz que invadió el laboratorio, antes de que todos cayéramos inconscientes! Ahora todos tenemos poderes, pude verlo —. Movió la cabeza examinando a cada uno de sus amigos y estos la miraron raro, sin embargo creyeron en ella, era lo más lógico que podían pensar.

—Esperen un segundo. ¿Dónde está Veldam? —. Preguntó Víctor.

— ¿Y dónde están Kat y Doggie? —. Preguntó Annie también al percatarse de su ausencia y como si los hubieran invocado ellos aparecieron por la puerta del laboratorio, se veían cansados y frustrados por algo que acababa de pasar.

—Veldam ha escapado —. Anunció Doggie.

—Y no sólo ella escapó, algunos de los reclutas alienígenas escaparon con ella, es obvio que lo que acaba de ocurrir fue hecho por ella, algo tramaban... y entre ellos estaba Luke —. Eso último lo dijo Kat con una mirada muy triste.

— ¿Luke? Pero, ¿por qué? ¿Qué quería lograr con esto? —. Preguntó Annie.

—Obviamente algo que no es para nada bueno —. Respondió Kat.

—Miren esto, los Morphers, están dañados —. Señaló Kara, todos se dirigieron a la mesa de pruebas en donde estaban los aparatos y estos soltaban algunas chispas y tenían corto circuito.

—Excelente, todo este esfuerzo para nada —. Se quejó Héctor.

—Todo el proyecto fue arruinado, y lo peor de todo que solo sirvió para ayudar en los planes de Veldam, creo que ya no hay nada que hacer —. Masculló Kara.

—Oigan, ¿es en serio lo que estoy escuchando? ¿Entonces se van a rendir así de fácil? —. Espetó Wess. —Nuestro plan era ser Power Rangers y proteger de nuestro planeta, y eso es lo que haremos, estaremos listos para cualquier cosa que pase, hemos trabajado tanto para lograr esto, que nada de lo haya planeado Veldam nos va a detener. ¿Están conmigo o no? —. Miró a todos sus amigos con determinación y no tardó en contagiarlos con esa energía.

—Tienes razón Wess; somos un equipo, estaré con ustedes hasta el final —. Dijo Víctor muy convencido

—Es cierto, estamos juntos en esto, y de nosotros depende la seguridad de la Tierra —. Todos volvieron a tener ánimos y ya no estaban dispuestos a perder esta primera misión.

Los días pasaron y el primer equipo de la Super Patrulla Delta había logrado perfeccionar los Morphers que servirían para combatir el crimen y la delincuencia en la Tierra, y no solo eso, también estuvieron entrenando para dominar sus nuevos poderes, aun no tenían idea del paradero de Veldam y sus secuaces, pero ya estaban preparados para lo que fuese a venir, fue entonces que Veldam regresó a la base secreta, para intentar negociar y evitar que sus planos fueran destruidos, ya que los había dejado ocultos en algún lugar de la base.

Todos salieron de la base para encontrarse con ella y también con los otros alienígenas que estaban de su lado, la mayoría de ellos pertenecientes a su misma especie.

—Veo que terminaron de perfeccionar los Morphers —. Dijo de forma amena y burlona como si se tratara de un encuentro social.

—Dinos, a que viniste Veldam ¿por qué estás haciendo esto Veldam? ¿Qué pretendes lograr? —. La confrontó Cruger.

— ¿Acaso no es obvio Doggie? Se los explicaré todo. Yo provengo de un planeta que fue destruido por mis enemigos, es más que obvio lo que haré, verán yo no les dije toda la verdad cuando me encontraron, no solo era una refugiada del planeta Exu, yo era su gobernante, la emperatriz Veldam, mi planeta fue masacrado y no pude hacer nada por mi gente, pero ahora, con el plan que hemos concretado podré vengar a mi mundo y restaurar mi posición como emperatriz.

— ¿Pero por qué quieres usar al planeta Tierra para tus fines? Los humanos no tienen la culpa de lo que le pasó a tu planeta.

—A veces tienes que hacer algunos sacrificios para lograr tus objetivos Doggie, sin mi ejercito a mi alcance, necesitaba conseguir uno nuevo

—Luke —. Kat miró al joven que se encontraba al lado del Veldam, con los ojos llenos de dolor, casi al borde de las lágrimas, pero se contuvo. El chico era de la misma especie que la de Veldam

—Hola otra vez Kitty —. La saludó burlonamente.

— ¿Tú también sabias de esto Luke? Sabías que lo planeaba hacer y la ayudaste con eso —. Kat se sentía tan lastimada y traicionada, después de todo Luke era su más que mano derecha en el laboratorio, ambos eran grandes amigos que compartían su amor por la ciencia y la tecnología y tal vez algo más, pero ahora, ya nada de eso importaba, él era un traidor y sus planes eran malévolos.

—Por supuesto que lo sabía querida Kitty, como me podría negar a un poder tan sorprendente como este y al dominio de la Tierra, además dime, ¿por qué querría desperdiciar todo esto en los planes tan poco ambiciosos y absurdos del viejo Cruger? Una organización de policías del espacio, algo tan patético como eso no estaba dentro de mis planes, no, tan solo piensa en todas las posibilidades que existen con esta nueva invención —. Veldam se conmovió con la discusión de los dos enamorados e intentó llegar a un acuerdo.

—Doggie esto no tiene porqué terminar así, yo no tenía ninguna intención de hacerles daño a ustedes, después de todo fue gracias a ti y a todos ellos que pude llegar a estas alturas de mis planes, si no hubiera sido por tu maravillosa idea de combinar nuestros recursos y conocimientos, no hubiera podido concretar mi plan de dominación de la raza humana, es por eso que quiero que se unan a mí, ustedes podrán ser libres de tener sus poderes y sus mentes no serán afectadas por mí, juntos, todos nosotros podremos vengar a mi planeta y quizás también podríamos acabar con otros mundos.

— ¡Eso jamás Veldam! ¡No permitiremos que te apoderes de la Tierra y sus recursos! —. Todos se prepararon para una evidente batalla.

—Es una lástima, los consideraba buenos aliados y llegué a tener un poco de afecto por todos ustedes, pero supongo que así son las cosas, en la guerra no siempre se gana todo —. Chasqueó los dedos y un ejercito apareció detrás de ella, tenían un armamento parecido al uniforme de rangers pero modificado con un armamento más peligroso y letal.

— ¿¡De dónde conseguiste un nuevo ejercito!?

—Ese no es asunto tuyo. Espero que no sufran mucho mientras mis soldados acaban con ustedes —. Dijo con burla hacia sus ahora ex amigos.

—No te preocupes por nosotros Veldam, que también venimos preparados para esto —. Le espetó Wess.

— ¿¡LISTOS!?

— ¡LISTOS!

— ¡SPD EMERGENCIA! —. En ese instante todos se transformaron por primera vez en los Power Rangers SPD, teniendo a Wess como el líder y Ranger Rojo y junto con Cruger confrontaron a Veldam, mientras el resto del equipo luchaba con el resto. Los Rangers se dieron cuenta de que no solo ellos contaban con poderes genéticos nuevos, también algunos de los soldados de Veldam mostraban las mismas mutaciones.

Mientras tanto Kat y Luke luchaban mano a mano, pero Kat parecía ser más evasiva que ofensiva. —No puedo lastimarte Luke, no puedo, ¡esto no tiene que terminar así! ¡Puedes recapacitar Luke, sabes que esto no es lo correcto!

—Siempre fuiste tan débil Kitty, fue esa la misma razón por la que decidí traicionarlos —. Luke le apuntó a Kat con su pistola de rayo láser, pero Kara y John la salvaron a tiempo.

— ¡Kat! No estás siendo racional, deja que nosotros nos encarguemos de Luke —. Le dijo John

—Tienes razón John, adelante, yo lo lamento —. Se cubrió el rostro por la vergüenza de no poder enfrentar a Luke.

—No te preocupes, no es tú culpa —. La consoló Kara.

Gracias a una de las fuentes de los jardines de SPD Kara pudo utilizar su hidroquinesis en contra de Luke, lanzó una corriente de agua en contra de él y dentro de ésta venía oculto John quien lo golpeó con su puño de hierro. La batalla había comenzado.

En algún lugar del espacio...

—¿Finalmente logramos perderlos? —. Una voz femenina muy angustiada preguntaba a su esposo, desde una nave espacial

—Tal parece que sí, estamos a salvo —. Desaceleró la velocidad de la nave y se quedó contemplando el espacio tan vació, tan grande y tan majestuoso, algo así que no había podido admirar como hubiera querido, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por su esposa.

—No estaré tranquila hasta que hayamos encontrado un planeta donde refugiarnos y que estemos lejos de su alcance Androx —. Volvió a dirigir la nave en busca de algún planeta.

—Tranquila Airynn, no permitiré que nos encuentren, nos costó tanto tiempo poder escapar, ahora no permitiré que nos lleven de regreso —. Miró en el radar de ubicación y siguió la dirección captada por el sistema, volvió la mirada a Airynn quien lo veía finalmente convencida y aliviada, ambos sonrieron tranquilos.

—Tantos años viviendo en ese planeta y al fin somos libres, aun no puedo creer esta felicidad, finalmente nuestro bebé podrá nacer libre —. Dijo acariciando su vientre abultado. Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos. Su esposo la abrazó tiernamente, hasta que pudo divisar un punto azul en medio del espacio, de inmediato supo que habían encontrado un lugar donde vivir.

— ¡Airynn mira! —. Dijo señalando el planeta, ambos miraron a través del cristal y sus ojos se iluminaron.

—Es el mejor lugar para tener un hogar —. Ambos sonrieron el uno al otro y dirigieron la nave hacía su nuevo hogar.

— ¡Corres muy lento Sisy! —. Gritó un Andrew de 11 años corriendo demasiado emocionado por la clase de gimnasia de la primaria Nueva Techno.

—¡Espérame Andy! Tal vez eres tú quien corre demasiado rápido —. Una pequeña Syd de 10 años algo escuálida y frágil corría muy presurosa detrás de Andrew, pero por más que lo intentaba, no lograba alcanzarlo. Ambos niños llevaban puesto un uniforme de gimnasia, un short naranja y una playera y tenis blancos.

—Necesitas mejorar Sisy, siempre te gano y se está volviendo aburrido —. Se detuvo para esperarla, ambos estaban en la cancha de su escuela junto a todo su grupo

—Entonces por que no me ayudas con esto y tal vez algún yo seré quien te gane Andy, me ayudarías a correr y esto sería menos aburrido para ti

—Eso quisieras Sisy —. Soltó una risa burlona.

—Oh vamos deja de llamarme Sisy —. Se cruzó de brazos e hizo una mueca de disgusto haciendo que sus mejillas se vieran un poco hinchadas dandole una apariencia adorable.

—Es divertido llamarte así

—No es cierto

—Sí lo es.

—Que no.

En ese momento sonó la campana que anunciaba el termino de la clase de educación física, todos dejaron de hacer sus ejercicios y salieron del campo deportivo de la escuela

—Oh genial, tenemos que volver a clases, la parte más aburrida del día.

—Tú eres el aburrido Andy.

—Mira quien habla de aburrimiento, cuando vienes a mi casa solo te preocupas en terminar las tareas que nos dejan.

—Eso es porque siempre me dejas hacer todo sola, eres inteligente pero eres un perezoso Andy —. Ambos amigos reían y seguían discutiendo hasta que llegaron a su salón de clase. Era un día normal en la vida de dos niños normales, o eso parecía que era.

Las clases habían terminado y ambos niños bajaron del autobús en la parada y caminaron unas cuadras hasta llegar a casa de Andrew, en donde harían las tareas que les habían dejado ese día, sus casas se encontraban en uno de los vecindarios más lujosos y exclusivos de la Ciudad Nueva Techno, los padres de Syd y Andrew eran socios comerciales y habían logrado crear una gran fortuna para ambas familias

—Mamá dijo que prepararía unos bocadillos especiales para hoy, espero que ya estén listos porque me muero de hambre.

—Por esta vez estoy de acuerdo contigo Andy, también quisiera comer antes de hacer nuestras tareas —. Los dos llegaron a la casa de Andrew, él pasó una tarjeta negra que sacó de su bolsillo en el escáner de la reja de su casa y esta se abrió al instante, ambos entraron y atravesaron el gran jardín de la entrada hasta llegar a la puerta principal, Andrew abrió la puerta y en cuanto entraron se encontraron con algo que no esperaban.

— ¡Sorpresa! —. Los padres de Syd y Andrew junto con todos los empleados de la casa los recibieron con una fiesta sorpresa, con globos, pastel y mucha comida extravagante, ambos niños estaban sorprendidos, pero a la vez extrañados.

— ¿Mamá, papá que están haciendo aquí? —. Preguntó Syd

—Tú que crees, haciendo una fiesta para celebrarlos niños —. Se acercaron y abrazaron a sus hijos.

—Pero no es mi cumpleaños ni tampoco el de Andy mamá

—Esta fiesta no es para ningún cumpleaños, pero es una celebración muy importante para ustedes niños

— ¿Por qué? —. Preguntaron los dos al mismo tiempo. Los padres de ambos niños fueron con sus respectivos hijos para darles una explicación de lo que ocurría.

— Tú y la pequeña Sydney se llevan muy bien, ¿no es así? —. Preguntó

— ¿Debería decir que sí? —. Sus padres rieron ante su comentario.

— ¿A ti te agrada Andrew verdad cariño? —. Syd agachó la cabeza para ver a Andrew que estaba a unos metros de ella y luego regresó a ver a su madre.

—Define agradar mamá —. Y se encogió de hombros.

—Bueno ustedes dos se llevan muy bien, siempre hacen las tareas de la escuela juntos, no le hablas a otros niños que no sean Andy y siempre han sido muy unidos desde que se conocieron, así que tanto los papás de Andy como nosotros estuvimos de acuerdo en que ustedes serían muy felices juntos —. Kara trataba de explicárselo de la forma más clara posible.

—Cariño, lo que tu mamá trata de decirte es que tu y Andy están comprometidos ahora, y esta es su fiesta de compromiso —. Le dijo sonriéndole a su pequeña.

—Compromiso, ¿qué es un compromiso? —. Preguntaron al mismo tiempo ya que sus padres les dijeron lo mismo.

—Eso significa que tu y Andrew van a casarse, serán esposos cuando sean grandes cariño —. Ambos niños tardaron en procesar la información, Syd sabía que sus padres estaban casados y siempre hacían esas cosas raras como abrazarse y darse de besos en el rostro, ¿eso significaría que ella y Andrew harían eso mismo también?

—Pero él es mi amigo, ¿entonces ya no lo será más?

—Claro que si mi niña, ustedes seguirán siendo amigos, y mucho más, ustedes serán una familia cuando crezcan, eso suena bien, ¿no cariño? —. Sus padres la abrazaron y Syd pudo ver como los padres de Andrew hacían lo mismo con él.

—Creo que si —. Se encogió de hombros.

Los padres de Syd y de Andrew se reunieron en la cocina dejando a sus hijos comiendo algunos dulces en la sala, las miradas de los cuatro se veían con algo de preocupación.

—No esperaba que tuviéramos que llegar a esto, pero creo que no hay otra alternativa, supongo que aun teniendo a SPD en la Tierra, hubiera terminado igual de mal para todos.

—Velo de esta manera Kara, así evitaremos mayores problemas a futuro, que nuestros hijos se casen será lo mejor para todos, además no tenemos en mente a alguien mejor para esposa de nuestro hijo que la pequeña Sydney.

—Si esta es la forma de evitar un mal mayor para el planeta, creo que estará bien, solo espero que nuestros hijos sean felices con esta decisión que tomamos.

— ¡Z date prisa, nos alcanzarán! —. La apresuró un Jack de 13 años. —No puedo creer que robar una pequeña bolsa fuera a causar tantos problemas —. Se quejó mientras seguía corriendo, habían robado comida de un local del mercado de la ciudad.

— ¡Regresen pequeños delincuentes! —. El guardia del mercado corría detrás de ellos, pero era algo regordete como para poder seguirles el paso. Z pudo ver una pila de cajas de cartón, entonces sus ojos brillaron y de ella apareció un clon que derribó esas cajas haciendo que el guardia se tropezara, eso les dio más ventajas a los pequeños ladrones.

— ¡Jack mira hay un escondite, ahí! —. Dijo Z al divisar un lugar donde no concurría gente.

— ¡Excelente entremos ahí! —. Ambos corrieron hasta dar vuelta y entraron a un callejón solitario, se metieron en un contenedor de basura, el guardia siguió corriendo de largo y los perdió.

—Aquí apesta demasiado, no sé cuanto tiempo más podré aguantar de estar aquí dentro. ¿Lo perdimos ya? —. Se quejó Z.

—Deja echo un vistazo —. Jack atravesó la pared del contenedor asomando su cabeza unos cuantos centímetros fuera, esperó unos momentos y supo que ya no había rastros del guardia.

—Es seguro Z, podemos salir ya —. De un movimiento rápido atravesó el contenedor y quedó afuera.

—Estupendo, espero que esta vez podamos comer en paz, correr por todo el mercado me dejó con hambre.

—Veamos que fue lo que conseguimos —. Jack abrió la bolsa que traía cargando y de ésta sacó unas hamburguesas y algo de papas fritas, los dos amigos se sentaron en el suelo y se dispusieron a comer. En eso vieron a un pequeño niño alienígena de las calles, se veía bastante triste y hambriento buscando entre las bolsas y los contenedores de basura algo para comer, Jack no pudo evitar el sentirse mal por él.

—Espera aquí Z, volveré en un momento —. Tomó algo de la comida de la bolsa y se puso de pie.

—No estarás pensando hacer lo que creo que estás pensando hacer Jack —. Lo miró inquisitiva y él solo le sonrió.

— ¡Ni siquiera lo pienses! ¡Jack batallamos mucho para conseguir esta comida! —. Se cruzó de brazos y miró a Jack fijamente.

—Vamos Z, tenemos suficiente comida, donde comen dos, comen tres, espera aquí que ya vuelvo —. A Z le conmovió la actitud de Jack y reflexionando se dio cuenta de que era lo correcto.

—Oh no, nada de eso Jack, somos un equipo así que iré contigo —. También se puso de pie y tomó toda la comida.

—Me alegra que estés de mi lado —. Le dijo feliz pero sobreactuando una sonrisa conmovida y fingiendo querer llorar.

—Sí, si bueno, no te pongas sentimental y vamos ya —. Le dio un golpe leve en el hombro y se dirigieron hacia donde estaba el niño y este al verlos se asustó tratándose de esconder de ellos, entonces Jack sacó una hamburguesa envuelta en un papel blanco con rojo y se acercó lo más lento que pudo hacia el pequeño alíen.

— ¿Quieres un poco? Está bien adelante, puedes tomarlo, es comida —. El niño se acercó con más confianza hacia ellos y tomó el alimento, vio que era muy grande, tanto como para compartirla con sus otros hermanos más pequeños, entonces corrió y lo abrazó muy fuerte para sorpresa de él y Z.

— ¿Eres una especie de súper héroe? —. Lo miró con los ojos llorosos, lo cual conmovió a ambos chicos.

—Supongo que sí —. Le sonrió tratando de verse más heroico.

—Toma algo de esto también —. Sacó de la bolsa un paquete de papas y se lo entregó, el niño abrazó a ambos de nuevo y se despidió de ellos muy feliz.

— Sabes Z, tal deberíamos hacer esto más frecuentemente, tan solo piensa en todo lo que podríamos hacer, en todas las personas que podríamos ayudar, tal vez para esto es para que estamos en las calles

—Es buena idea Jack, seremos como Robin Hood, pero. ¿Piensas hacer esto toda la vida?

—Si es bueno para nosotros, y para los demás no sería mala idea Z, me alegra que pienses a futuro —. Ella rodó los ojos y comenzaron a reír, a partir de ese momento continuaron haciendo lo mismo y no se dieron cuenta que ya habían pasado cinco años de robos a las tiendas y los mercados para repartir comida y ropa entre los pobres, en ese tiempo se volvieron maestros del escape y en infiltrarse fácilmente en los locales para extraer toda clase de mercancías, y así fue hasta que se toparon con el Escuadrón B y fueron llevados a SPD.

Año 2027

—Dígame su nombre por favor —. Dijo la recepcionista de la Academia SPD.

—Me llamo Susan Collins —. Contestó la chica que se encontraba de pie frente a ella.

—Edad —. Dijo sin despegar los ojos de la solicitud que preparaba para que la chica registrara sus demás datos.

—18 años.

—Dígame, por qué quiere ingresar a la Academia —. Susan se preparaba para ingresar a SPD como postulante, había tomado clases de gimnasia y atletismo desde los 13 años para poder cumplir su sueño de pertenecer a la Super Patrulla Delta, ya que desde pequeña pudo ser testigo de todas las injusticias y problemas que se vivían dentro de la ciudad, al ser su padre un comerciante y dueño de un local era victima constante de ladrones y delincuentes.

—Poder ayudar y contribuir a que todas las personas y alienígenas que conviven juntos puedan vivir en una época de paz, libre de crímenes e injusticias.

—Si, si, todos dicen eso, muy bien, termine de llenar este formulario —. Le dijo en un tono monótono e indiferente y luego le entregó una tableta electrónica. —En cuanto lo termine de contestar vaya a la puerta 5 para realizar sus exámenes físicos y psicométricos y en dos semanas obtendrá sus resultados, evíteme la pena de ignorarla, ya que yo no me hago responsable de reclamos ni quejas en caso de que su solicitud fuera rechazada —. Le dijo en un tono nada amable, Susan intentó no molestarse por eso.

—Se lo agradezco mucho, no sabe cuanto... —. La ventanilla fue cerrada de golpe sin dejarla terminar de hablar con un letrero de cerrado colgando frente al cristal. —Si, que mujer tan amable que es —. Pensó haciendo una mueca de desagrado.

—Espero que no todos sean así en SPD —. Se dirigió a la puerta 5 para terminar de hacer su registro y luego de pasadas las dos semanas, ella fue aceptada como recluta, durante su tiempo de entrenamiento en el Escuadrón E, escuchaba las historias de los otros cadetes de nivel intermedio en donde contaban las grandes hazañas que hizo el Escuadrón B para salvar al mundo.

Con el pasar del tiempo se hizo amiga de su escuadrón y de Syd, pero también había conocido a otros cadetes, entre ellos a un niño pecoso muy peculiar.

—Me llamo Susan —. Ambos se dirigían a una clase, la cual sería la primera clase para ella, y se había topado con el pequeño en el camino.

—Yo soy Sam —. Ella se confundió al verlo con su mismo uniforme de cadete. — ¿Acaso tú también eres parte de un escuadrón?

—Sí, se podría decir que sí —. Le respondió sin darle importancia.

—¿No eres muy joven para estar en la Academia SPD?

—Sí, si lo soy —. Dijo con ironía. — Pero observa esto —. Con su mano apuntó hacia uno de los contenedores de basura electrónica que estaban por ahí.

— ¿Observar qué? —. Ella miró hacia donde apuntaba su mano y vio como el contenedor desapareció de su vista, ella abrió los ojos sorprendida para luego ver que aparecía el mismo objeto al otro lado del pasillo

— ¿Acaso tú? Ah ¿Cómo fue que hiciste eso? —. Volteó a mirarlo asombrada.

—Heredé los poderes de mi mamá, ella fue de las primeras Power Rangers de SPD

—Eso es fascinante.

—Lo sé.

—Y... ¿hay otros cadetes además de ti y del Escuadrón B que también tengan esa clase de poderes?

—Creo que no, solo nosotros tenemos estas habilidades, porque nuestros padres fueron los primeros Power Rangers en SPD.

—Qué increíble debió ser eso —. Le dijo sonriendo.

—En realidad no tanto para mí, mis padres murieron cuando era muy chico y no supe de trabajo hasta hace poco tiempo

—Oh, yo, lo lamento mucho Sam —. Dijo mientras tocaba su hombro lamentándose, por haber preguntado de más.

—No te preocupes, ahora tengo muchos amigos y personas que me quieren estando aquí, no podría pedir nada más —. Ella se sorprendió y admiró la madurez con la que hablaba Sam, en definitiva el tendría que ser un Power Ranger algún día, tal vez trece años después para ser precisos. Ambos sonrieron y se apresuraron a llegar a su clase.

—El comandante Cruger va a asignar a un nuevo miembro en el Escuadrón B, para que sea el nuevo Ranger Verde, esta puede ser nuestra oportunidad Jenny, podemos demostrar que hemos avanzado en los entrenamientos y estamos listas para ser verdaderos rangers, es la oportunidad por lo hemos estado esperando tanto tiempo —. Dijo Susan mientras caminaba por los pasillos.

—Querrás decir que es la oportunidad para cualquiera de los cadetes de SPD, solo hay una vacante para ranger disponible y nosotras no somos las únicas que ansiamos en conseguir el puesto Susan —. Le contestó su compañera de escuadrón, Jennifer Brown, una chica pelirroja con muchas pecas en el rostro. —No quiero que te desilusiones si ninguna de las dos lo logra Susan, recuerda que aun tenemos varios exámenes que superar.

—No seas tan pesimista Jenny, vamos a ver lo que pasará, en cualquier momento el comandante anunciará que las pruebas para la selección del Ranger Verde comenzarán y entonces será nuestra oportunidad —. Ella no perdía el entusiasmo.

—Creo que al parecer hay una cosa que estás olvidando amiga.

— ¿Qué es? —. La miró curiosa.

—Que todos los Rangers del Escuadrón B tiene super poderes, cosa que ni tú ni yo tenemos, y en caso de que alguna de las dos calificáramos para el puesto, claramente estaríamos en desventaja con el resto del equipo.

—Está bien, tal vez tengas razón en eso, pero tener habilidades especiales no lo es todo, hemos entrenado mucho y somos bastante capaces —. Se puso a pensar por unos segundos antes de seguir hablando.

—Aunque... no te lo negaré, sería increíble que pudiéramos tener esa clase de poderes, tan solo imagina todo lo que podríamos hacer si tuviéramos esas habilidades Jenny.

—Ya lo creo, eso sería lo mejor Susan —. Ambas chicas se disponían a entrar al cuarto de simulación para practicar sus tiros y probar el nuevo armamento que había sido instalado por Kat y Boom.

—Escuché que vendría alguien de los Cuarteles Generales de visita, al fin algo interesante que pasa en este lugar, me pregunto quién podrá ser —. Dijo Jenny cambiando de tema y con la mirada muy curiosa.

—Podríamos saber más de como es la SPD del espacio, sería genial ir ahí algún día —. Dijo mientras se colocaban los guantes con pistolas de rayo láser en las muñecas.

—Soñando despierta como siempre no Susan —. Ella la miró molesta, pero luego se pusieron a reír y a practicar sus tiros.

Los días pasaron y todos se prepararon para recibir al invitado especial que llegó de los Cuarteles Generales. En cuanto salió del transbordador y el comandante Cruger lo presentó al resto de SPD, Susan quedó impresionada del gran atractivo que tenía.

—Es para mi un gran honor estar aquí —. El solo escucharlo hablar hizo que perdiera la noción de todo lo que pasaba a su alrededor, una boba sonrisa apareció en su rostro, cosa que Jenny pudo notar y se burló por lo bajo de su amiga. —Susan será mejor que vuelvas a la realidad, al parecer nuestro doctor especial ya está apartado —. Le dijo luego de darle un golpecito en su brazo con su codo. Susan volvió en sí y vio al doctor Scott tener una charla llena de mucha más confianza y confidencialidad con la Ranger Rosa.

— ¿Por qué con la señorita Syd? —. Sus ojos mostraron desilusión, sin embargo, no era algo como para odiar a Syd, ella se había vuelto muy cercana a ella y apenas supo de la existencia de Andrew Scott como para ponerse así por él.

Susan caminaba con su escuadrón dirigiéndose hacia el campo de entrenamiento hasta que pudo divisar a Syd y a Andrew muy animados casi corriendo para salir de la base SPD, no pudo evitar sentir un nudo doloroso en el estomago (era en ese momento cuando ellos salían de la sede para ir al circuito de carreras).

Después de los desafortunados eventos sucedidos en el circuito y del regreso de Jack a SPD, las cosas en el ambiente estaban cada vez más tensa y todos estaban preocupados y ocupados, Susan pudo notarlo y supo que tenía la confianza de preguntarle a Syd lo que pasaba, en cuanto la vio salir de su habitación con el semblante pensativo.

—Hola Syd —. La saludó amistosa.

—Ah hola Susan, ¿qué tal? —. Le sonrió devuelta tratando de ocultar su preocupación.

—Disculpa Syd, pero he notado que todos están muy preocupados por algo, ¿está todo bien? ¿Tú estás bien? ¿Hay algo en lo que pueda ayudar? —. Syd la miró con ternura y aprecio al ver que Susan realmente tenía un gran interés en su bienestar y el de la ciudad.

—No te angusties Susan. Yo estoy bien, muchas gracias por preocuparte en verdad, pero si, hay algo está pasando en estos momentos, y lo resolveremos, después de todo no es la primera vez que tenemos que salvar al mundo —. Dijo tratando de mostrarse graciosa y no tan angustiada.

—Ojalá pudiera hacer algo más, pero aun no asciendo de escuadrón y tengo muchas pruebas que pasar.

—Tranquila estoy segura de que serás una gran policía SPD algún día —. Le dijo muy segura.

—Gracias —. La miró motivada. —Perdona Syd, ¿pero puedo hacerte otra pregunta? Es un poco personal —. En ese momento ella se animó a hacerle una pregunta que no tenía el valor de cuestionarle.

—Adelante Susan, pregunta lo que quieras —- Le dirigió una amigable sonrisa. Ella titubeo un poco, pero al final se dispuso a hablar.

—Entre tú y el doctor Scott, me preguntaba si había algo entre ustedes, si es tu novio o algo parecido —. Preguntó muy tímida y jugando con los dedos de sus manos, Syd se extrañó ante su pregunta y no sabía como explicarle todo lo que pasaba entre ella y Andrew.

—Oh bueno, la verdad es..., es complicado de explicar, pero... espera un segundo, ¿te gusta Andrew? —. Syd la miró curiosa y con un toque de burla y Susan se puso nerviosa y su cara enrojeció de la pena.

—Bueno yo... —. En ese momento la alarma roja sonó e inundó todas las salas de color rojo, la voz de Kat se oyó llamando a todo el Escuadrón B.

— ¿Qué está pasando? —. Preguntó Susan.

—Es la alarma, algo pasa en la ciudad, hablaremos de esto luego Susan, tengo que irme —. Syd no dejó que ella dijera nada más y se apresuró a ir al centro de comando donde se encontró con todos los demás. Susan no quería quedarse sin saber lo que pasaba y siguió a Syd sin que se diera cuenta.

—Muy bien entonces todos andando —. Se oyó la voz de Sky y todos salieron del centro de comando.

Susan escuchó lo que pasaba en la ciudad, también supo que Jack y Andrew habían cambiado de cuerpo y se sintió como una tonta al actuar así frente a Andrew, quien en realidad era Jack, pero ahora eso no importaba mucho, lo que pasaba en Nueva Techno era más importante, sabía que si se lo pedía al comandante Cruger o a Sky el ir con ellos para ayudar en la misión, se lo negarían, pues aun no era promovida a trabajo activo, sin embargo sabía que debía ayudarlos, por lo que, a escondidas, tomó una de las motos que estaban en el estacionamiento secreto y se apresuró a seguirlos.

Continuará...