Capítulo 4: Golden Week Festival.

Una semana después del anuncio que su profesor les dio sobre el festival, durante la primera hora de clases, mientras que Aizawa dormía, planeaban que tipo de comidas y bebidas ofrecerían. Ya que nadie dejaba de dar opiniones con cosas nada relacionadas al tema medieval, aunque mientras más lo pensaban, mejor se les hacía.

–Entonces, debemos decidir quienes estarán en la cocina, en el "bar" y los meseros. –Dijo Momo, teniendo un mapa de como estarían acomodadas las estaciones y las mesas en el Gimnasio Gamma en la pizarra detrás de ella.

–Tengo una idea de cómo podemos organizarnos con el tiempo, claro, si les parece bien. –Habló Iida, estando a un lado de la morena. –Según dijo Aizawa-sensei, nosotros tenemos que estar preparando todo antes de que abramos a las 10 a.m., por lo tanto, debemos que estar en el gimnasio alrededor de las 8 de la mañana. Todos podemos trabajar al mismo tiempo y a medio día tomarnos 20 o 30 minutos para ir a almorzar, regresar después de eso y seguir trabajando. El evento tiene cierre a las 5 p.m., por lo que podemos salir a las 3 de la tarde el mismo tiempo de descanso y volver a trabajar para la última jornada del día. De esta forma, no se nos haría tan pesado el trabajar y así los meseros podrían atender más mesas. Claro que eso tiene el riesgo de que se complique el trabajo, pero es algo que debemos afrontar como la próxima generación de héroes. –Se acomodó los anteojos, los cuales reflejaron la luz.

–Si alguien tiene alguna otra recomendación para el horario de trabajo, levante la mano. –Comentó con voz tranquila y acomodando un mechón de cabello detrás de la oreja, mirando a sus compañeros de clase.

–Yo. –Denki levantó la mano. –¿Y si mejor entramos a medio día? Digo, así la gente tendrá más fácil el almuerzo, además, no creo que seamos el único grupo con comida.

–Como dije antes, es obligatoria la apertura de nuestro proyecto a las 10 de la mañana. A esa hora comienza el festival. Siguiendo con la respuesta a tu propuesta, es cierto que no seremos el único grupo con algo relacionado a la comida, por lo mismo, debemos ser competitivos y ver quien es mejor.

–Por cierto, si toda la escuela estará involucrada en el festival, ¿no se supone que no habrá gente paseando alrededor de la escuela? Digo, después de todo, las invitaciones y demás es hasta después.

–Sobre eso… –Su profesor se sentó en el suelo aun metido en su saco de dormir. –Se me olvidó decirles que sólo los de primero están involucrados en esto, los demás grados son los que disfrutaran del festival. Ustedes son el único grupo al que se le dio una tarea completa, a los demás se les repartió. –Se escuchó un abucheo por parte de algunos. –Cállense o los repruebo. –Inmediatamente acataron la amenaza con miedo a que lo hiciera en verdad. Volvió a dormir con tranquilidad en el suelo.

–Volviendo al tema. –Yaomomo les llamó la atención. –¿Les parece bien la idea que propuso Iida-kun?

–Si.

–No hay de otra.

–Ya que.

–Bien. Sobre la vestimenta que usaremos…

–¿¡Podemos vestirnos de caballeros!? –Kirishima levantó la mano con una gran sonrisa.

–Eh…

–Usar los vestidos de época medieval será divertido. –Las chicas se miraron, imaginando como se verían vestidas de esa forma.

–Pues… estaba pensando, que como es estilo medieval, podemos incluir algunos elementos que se desarrollaron en esa época, como la fantasía, ya saben, magos, dragones, etc.

–Tu podrías ser una princesa, Yaomomo. Te quedaría muy bien. –Mina sonrió feliz, siendo secundada por sus compañeras y algunos chicos, provocando que la nombrada se sonrojara.

–Incluso Todoroki-kun se vería bien como príncipe. –Miraron al susodicho que parecía no estar prestando atención de lo que se hablaba.

–De a-acuerdo. –La chica carraspeó, escribiendo en la pizarra "disfraces". –¿Qué ideas tienen?

–También podríamos basarnos en los juegos RPG de estilo medieval. –Comentó Izuku.

–Nerd tenías que ser. –Bakugou rodó los ojos.

–Me parece que Midoriya-chan tiene un buen punto. –El rubio gruñó ante lo dicho por la chica rana, más por el apoyo que le dio a Deku que por otra cosa.

–Es cierto. Gracias por la idea, Midoriya-kun. ¿Pero qué elementos en términos de disfraces tienen esos juegos?

–¡Caballeros! –Volvió a gritar Kirishima. La pelinegra anotó debajo del título.

–Magos.

–Civiles.

–¡Aventureros! –Todos miraron a su compañero pelirrojo con una gran gota de sudor bajando por su nuca, parecía ser el más entusiasmado con el tema.

–Monstruos. –Miraron a Koda sorprendidos de que hablase, quien se apenó y bajo la mirada.

–Cierto. –Sero golpeó su puño contra la palma de su otra mano. –Debemos tener un villano.

–Buena idea. ¿Pero quién sería perfecto para representar a un villano y de qué manera? –Voltearon a ver lentamente a Katsuki, quien sólo chasqueo la lengua por la repentina atención que estaba teniendo.

–No haré lo que sea que estén pensando.

–Por favor, Bakugou-chan. –Miraron a Tsuyu. –Eres perfecto para el papel de villano y tú lo sabes-gero. No sabemos aún como podrías disfrazarte como el malo de la historia, pero es más que claro que tú eres el elegido para ese papel. –Ladeó la cabeza. El muchacho no dijo nada, volvió a chasquear la lengua y asintió.

Mineta hizo un gesto exagerado de sorpresa por el simple hecho de que el "musulmán" (como lo había apodado secretamente) hubiese aceptado tal cosa y más con las palabras tan "lindas" pero ciertas de Asui.

Los demás simplemente sonrieron, sabían que la peliverde tenía un don para hacer que el rubio no la golpease y que, hasta cierto punto, le hiciera caso con sus palabras, no sabían del porqué de eso, pero estaban bien mientras nada explotase de un momento a otro, literalmente.

–Bien… creo que con eso nos damos una idea de cómo debemos vestirnos. –Se apartó de la pizarra. –¿Les parece bien si los creamos? –Preguntó emocionada.

–Creo que sería mejor comprarlos, Yaoyorozu-kun. –Iida le sonrió. –Somos muchos y muy variados dependiendo de nuestros gustos. Podemos pedirles a los maestros si nos acompañan a la misma tienda donde compramos nuestros disfraces de la vez del secuestro de Bakugou-kun.

–¿Podrías no llamarlo "secuestro", cuatro ojos? –Lo miró molesto.

–¡Oh! –Los ojos de Momo brillaron, pareciendo casi saltar de la alegría. –¡Eso suena mucho mejor! Creo haber visto varias cosas como las que necesitamos en ese lugar.

–Decidido. Luego pediremos permiso para ir a esa tienda. Por mientras, mañana seguiremos con la decisión de las estaciones.

–De acuerdo. –Dijo el grupo. La campana comenzó a sonar, dando aviso al cambio de clase. Su profesor se levantó dando un bostezo, despidiéndose de ellos y saliendo del salón.

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Durante el almuerzo acomodaban el gimnasio de acuerdo a las especificaciones y veían quienes se encargarían de cada estación. Momo revisaba la lista sentada en una de las mesas, con los demás chicos alrededor de ella mientras comían.

–Bien. –Se levantó, mostrando una pequeña pizarra con los nombres y trabajos escritos.

Cocina: Bakugou, Koda, Sato, Asui (si se le necesita).
Bebidas: Yaoyorozu, Jirou (si se le necesita), Shouji (si se le necesita).
Música: Jirou.
Meseros: Aoyama, Ashido, Asui, Iida, Uraraka, Ojiro, Kaminari, Kirishima, Sero, Shouji, Jirou (si se le necesita), Tokoyami, Todoroki, Hagakure, Midoriya, Mineta.

–De esta forma estaremos repartidos. Como dije antes, algunos de nosotros estarán apoyando a las demás estaciones si se llegase a dar el caso de que el trabajo en alguna de ellas se intensifique. –Explicó la vicepresidenta, los demás asintieron de acuerdo.

–También tenemos que tener en cuenta nuestro vestuario para que no nos estorbe a la hora de hacer nuestro trabajo. –Comentó el presidente. –Por lo mismo, cuidaremos el espacio entre mesas, cocina, el "bar" y los múltiples adornos que pondremos.

–Ya que este lugar funciona como una taberna dentro de la cueva de un dragón, Todoroki-kun nos hará el favor de crear un espécimen de hielo que rodeará lo que resta del gimnasio. –La pelinegra apuntó el alrededor, donde quedaba bastante espacio entre las paredes y donde comenzaban la cocina y el bar.

–Entonces, ¿no se pueden usar disfraces exuberantes o muy grandes que ocupen espacio? –Asui levantó la mano.

–No digo que no se puedan, sólo tratemos de no usarlos para evitar algún tipo de desastre.

–Gracias, Momo-chan. Kero.

–¿Cuándo iremos por las cosas? –Mineta levantó la mano.

–Sobre eso, aun me falta hablar con Aizawa-sensei, pero espero que nos dé permiso para una o dos semanas antes del festival. Lo importante ahora, es tener la mayoría de cosas listas y evitar estar como locos al final. –Asintieron de acuerdo.

–Por el momento, sigamos con las clases. –Sentenció el de anteojos.

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Estaban a una semana de la tan esperada y ansiada Golden Week, habían logrado poner todo en orden en el gimnasio e hicieron la suficiente publicidad para propagarla por la escuela y dar a conocer lo que harían. Incluso construyeron la estructura base en la que Todoroki haría el dragón de hielo.

Hablaron con su profesor Aizawa para que los dejaran salir a comprar lo que faltaba y también sus disfraces, el cual aceptó, dejándoles ir el fin de semana con la supervisión de Nemuri. Y justo estaban bajando del autobús al llegar frente a la tienda "Donki Oote"*, notándose el brillo en los ojos de Momo cuando entró con rapidez.

–"Si que está emocionada…" –Fue el pensamiento de algunos, siguiéndola.

–Oh, esta tienda es linda. –Su sensei miró a todos lados, vestida de civil. –Los dejaré un momento solos, por mientras, ustedes vayan a hacer sus cosas. –Se perdió por uno de los pasillos.

–Somos 20 estudiantes en una tienda de descuentos… ¿vamos a la ropa interior de mujer? –Sugirió Minoru con saliva cayendo de su boca y los ojos bien abiertos. Recibió un lengüetazo por parte de Tsuyu.

–Venimos por lo que nos falta, como utensilios de cocina, platos, vasos y cubiertos. Además de los trajes que usaremos, no para comprar ropa interior. –Las chicas lo miraron mal.

–Bien. Lo primero será ir por esas cosas, luego iremos por la ropa. –Siguieron al presidente de la clase, con un carrito cada quien.

–¿Compraremos pintura plateada y dorada para decorar los cubiertos? –Preguntó Izuku, quien iba a la mitad de la fila india que habían creado.

–¡Eso es una buena idea, Midoriya-kun! –Gritó desde el principio.

–Y también podríamos comprar copas, para que sea algo más… autentico. –Sugirió Kyouka.

–¡También es una buena idea! Todas sus ideas son buenas, podremos comprar muchas cosas gracias al presupuesto que tenemos. –Sonrió. El dinero había sido juntado entre todos (a la fuerza para algunos) y se adjuntó el doble por parte de Yaoyorozu, debido a que tenía dudas si lograrían comprar todo lo necesario.

Los carritos de compras comenzaban a llenarse lentamente con cada utensilio que creían necesitar más adelante, incluyendo pinturas en aerosol (no toxica), joyas falsas y pegamento. Cuando acabaron, teniendo que ir por algunos carritos extras, se dirigieron a la zona de disfraces, encontrando dos pasillos repletos de todo tipo de trajes.

–Muy bien, pueden buscar lo que deseen, sólo recuerden que sea lo más apegado al tema, ¿de acuerdo? –Asintieron, dispersándose entre toda la zona.

Tsuyu seguía a sus amigas, no sabiendo ni de que quería vestirse. Sólo miraba alrededor mientras las oía hablar de lo que iban a disfrazarse.

–Yo seré como una hechicera, como las que se ven en los RPG. –Comentó Uraraka con los ojos brillando por la emoción.

–Te quedaría, Ochako-chan. –Mina le sonrió. –Yo me vestiré de aventurera. –Se apuntó a sí misma. –Aunque a lo que compre le pondré mi estilo. –Les guiñó el ojo.

–Yo seré un tipo de caballero. –Miraron a Jirou, quien sonreía algo sonrojada.

–Eso te quedaría muy bien. –Momo le sonrió. –¡Yo seré una princesa guerrera! –Chilló emocionada. Sus amigas la miraron con una gotita resbalando por sus nucas.

–Yo sólo me pondré unos guantes y unas botas. –Susurró Touru desanimada.

–Podrías representar un hada invisible-gero.

–¡Tienes razón, Tsuyu-chan! No lo había pensado de esa manera. –La ropa flotante la abrazó. –Y hablando de… tú no has dicho como te disfrazarás…

–No lo sé. –Todas se detuvieron, mirándola. –No se me ha ocurrido nada. –Ladeó la cabeza, poniendo el dedo índice sobre su labio inferior. –Preferiría algo sencillo.

–¿Algo sencillo? ¿Estás segura? –Ochako la miró interrogativa. –Podrías vestirte de lo que quieras. Una princesa, una maga… lo que quieras…

–Pues… –Miró alrededor, logrando que algo captase su atención. Caminó tranquilamente hacia donde estaban los trajes, sacando un vestido de entre toda la ropa. Éste tenía un corsé negro con dos hileras de flores rojas, una a cada lado del cruce de cuerdas en el centro. La falda era con rayas rojas y blancas de forma vertical, teniendo al frente un delantal verde con los bordes decorados con las mismas flores rojas. –Es bonito. Kero.

–¡Es perfecto para ti! –Gritaron emocionadas, llamando la atención de algunas personas que estaban alrededor, al igual que a unos pocos de sus compañeros.

–¿Lo creen así? –Se sonrojó levemente.

–Por supuesto. Aunque aún debemos ver cómo te queda. –Ashido le sonrió. –Vamos a terminar de escoger los nuestros y vamos a los probadores. –Asintieron de acuerdo, buscando los elementos de sus disfraces.

Al ya estar listas, caminaron a una de las esquinas de la tienda donde se indicaba "probadores" con un gran cartel. Allí se encontraron a algunos chicos probándose ya sus vestimentas.

–Te ves bien, Kaminari-kun. –Elogió Hagakure al ver al nombrado. –¿Pero que eres?

–Jo, Jo. Me alegro que preguntéis. –El rubio usaba un sombrero algo grande, con una gigantesca pluma en la parte trasera. Un saco café sin mangas, una camisa blanca holgada debajo de este, un cinturón que iba desde su hombro izquierdo, pasaba por su pecho y cerraba un poco arriba de su cintura. Unos guantes cafés oscuro de piel sintética. El pantalón negro le quedaba algo holgad, terminando en unas botas negras. Dio un giro en su propio eje, apuntándolas con una espada más parecida a un palillo de dientes que a una espada. –Soy un mosquetego. –Dijo orgulloso.

–¿Un qué? –Lo miraron confundidas.

–Un mosquetego…

–¿Eh? ¿Mujeriego? –Ladearon la cabeza.

–¡Un mosquetero! –Terminó por gritar.

–Ah. Ok. ¡Pues habla bien!

–Quería imitar el acento francés.

–No te queda. –Negaron.

–¿Y cómo se vestirán ustedes? –Su compañero de más baja estatura intentaba ver qué tipo de ropa traían en brazos las chicas.

–Ya lo veras. –Entraron a los vestidores para cambiarse, saliendo unos minutos después con los disfraces puestos.

La primera en salir fue Jirou, vistiendo una blusa morada de tirantes, siendo estos ocultados por unas hombreras que parecían ser de metal, unidas en el cuello por dos cintas. Tenía puesto un semicorsé del mismo material que las hombreras y debajo de este un cinturón. Usaba un pantalón blanco, con botas altas moradas a juego con la blusa, que le llegaban a la mitad del muslo.

Miró a los chicos presentes, siendo que se les había unido Kirishima, Bakugou y Sero. Se sonrojó levemente, notando que Denki no dejaba de verla algo sorprendido.

–¿Có-Cómo me veo? –Bajó la mirada, tomando su brazo izquierdo con la mano derecha por detrás de su espalda.

–Li-linda. –El chico Pikachu, como Bakugou lo llamaba, la miraba sonrojado, tragando saliva. –Di-digo. Te queda bien. –Bajó la mirada, rascándose la nuca.

–Gracias. –Susurró, sonriendo sonrojada.

La próxima en salir fue su amiga Momo, quien usaba su disfraz con solamente el sostén de metal dorado, teniendo la mayor parte del torso desnudo. Hombreras y un collar alto del mismo color. Usaba un cinturón, también dorado, del cual colgaban cuatro telas, los que hacían parecer una falda, medias rojas semitransparentes a la mitad el muslo, terminando en unas botas doradas debajo de las rodillas con una pequeña ala por la parte trasera. Sus brazos tenían guantes del mismo material y color que las medias, y encima de estos, otros guantes dorados de metal.

–¿Cómo me veo? –Posó frente al espejo, teniendo una espada en la mano.

–¡Muy bien! –El chico uva levanto el pulgar, saliéndole sangre de la nariz y los ojos saltones intentando ver más debajo del atuendo.

–¿Qué eres?

–Una princesa guerrera. –Dijo orgullosa, poniéndose roja de pronto al darse cuenta que, quien le había hecho la pregunta, era Todoroki, él cual, acababa de llegar junto a Midoriya. –To-Todoroki-kun. –Lo miró aun roja.

–Te queda bien. –Dijo sin mostrar ninguna emoción. –Aunque… ¿no infringe un poco la regla de no mostrar tanto de la que hablaron?

–¿Crees que es vulgar?

–No, si te sientes cómoda con eso. Pero recuerda sobre cómo se sentirían los clientes.

–Ci-cierto. Buscaré otro disfraz. –Bajó la mirada apenada.

–No es necesario, Momo-chan. –Jirou le sonrió. –Puedes simplemente ponerte algo debajo y con eso estarás bien. Vi una blusa parecida a las medias y tus guantes en la ropa, podemos ir por ella.

–Gracias, Kyouka-chan. –Devolvió el gesto, caminando por los pasillos mientras captaba la mirada de las personas.

–¡Tada! –Ochako salió vestida tal y como había dicho, con un vestido color crema que le llegaba un poco más arriba de las rodillas, medias negras que cubrían por completo sus piernas. Botas, guantes y una capucha de color rosa fuerte que la hacían tener apariencia de una hechicera, junto a un báculo que tenía forma de signo de interrogación en el extremo superior, junto a una esfera roja.

–Kero. –Detrás de ella venia Tsuyu, con el vestido ya puesto, notándose que le apretaba lo justo en el pecho como para que sus senos se marcasen en el escote cuadrado.

Bakugou, quien miraba todo por medio del espejo mientras les daba la espalda, volteo sorprendido al mirarla a través del reflejo; a pesar de su ceño fruncido, se le notaba un ligero, pero muy pequeño sonrojo en sus mejillas.

Todoroki estaba en las mismas, sentado en el suelo contra la pared mientras esperaba que los vestidores estuviesen desocupados para vestirse, de reojo había visto que Uraraka salía, pero giró su cabeza en esa dirección al notar que Froppy salía vestida con aquel vestido y un leve cambio en su cabello, supuso que idea de alguna de las demás chicas.

Ambos jóvenes tragaron saliva de forma silenciosa, sin alertar a nadie de sus pensamientos, solamente Izuku siendo el que se diera cuenta al verlos de reojo. Éste regreso su vista a la chica rana, notando que los miraba de reojo a los tres, pareciendo querer descifrar sus expresiones y tratar de sentirse segura con su elección de vestimenta, golpeando a Mineta con su lengua por un comentario sobre sus tributos resaltados gracias al corsé. El sucesor de All Might le sonrió en pos de calmarla, viéndose que lo había logrado al verla sonreír levemente y continuar platicando con su compañera castaña.

La relación de los cuatro durante esos días había avanzado un poco, donde los dos más audaces (Katsuki y Shouto), le robaban besos en los labios a Tsuyu, dejándola inmóvil durante varios minutos debido a la sorpresa y pena por la repentina acción. Él sólo se quedaba viendo igual de pasmado, no sabiendo si tenía que imitar a sus compañeros o quedarse quieto en su lugar. Las primeras veces no hizo nada, pero poco a poco tomó el valor de dar un rápido beso en una de sus mejillas, dejándola en el mismo estado de shock (ya que no esperaba que el llegase a hacer algo por el estilo).

Pero verla vestida así, a pesar de verse tierna, su pecho llegaba a llamar la atención de su lado hormonal, como a cualquier chico, pero no tan exagerado como a Minoru o Denki (más al primero).

–¡Wow! Tsuyu-chan, ¡te ves muy bonita! –Los tres chicos se tensaron, volteando hacia Kirishima, quien le sonreía contento a la peliverde, tomándola de una mano y girándola sobre sí misma, sacando una risilla por parte de ésta.

–Gracias, Kirishima-chan-gero. –Le sonrió contenta. De pronto, Eijirou activó su quirk, como siempre lo hacía por instinto cuando Bakugou estaba a punto de explotarlo, pero pasaron unos segundos sin que pasara nada. Confundido, y aun sin desactivar su endurecimiento, viró levemente la cabeza hacia el rubio explosivo, notándolo extrañamente pacifico, pero con una mirada que le heló la sangre. Estaba a punto de preguntarle si le pasaba algo, pero su atención regresó a Asui cuando ésta le tomó de la mano.

–Kirishima-chan, cuidado con tu quirk, recuerda que no podemos usarlos fuera de la escuela. Kero.

–Ti-tienes razón, Tsuyu-chan. Disculpa. –Volvió a la normalidad, aun con la extraña sensación de que en cualquier momento habría una explosión detrás de él que lo mandaría a volar fuera de la tienda.

Las siguientes en salir fueron Ashido y Hagakure, la primera vestida con un top rojo, dos cinturones y una falda bastante corta de color hueso, usaba unos guantes negros de un material parecido al cuero, medias negras a mitad del muslo y unas botas negras. Touru usaba un vestido azul semitransparente que le llegaba a medio muslo y unos guantes del mismo color que cubría todo el antebrazo. Sobre su cabeza, o lo que parecía serlo, "flotaba" una corona de flores.

Los chicos comenzaron a entrar a los vestidores para cambiarse, mientras las jóvenes platicaban entre sí. Tsuyu caminó disimuladamente hacia un pasillo, y sin que nadie se diera cuenta y fue seguida por sus novios (incluso para ella aún era extraño llamarlos así).

Caminaron hasta alejarse lo suficiente de sus compañeros y que no pudieran verlos ni oírlos.

–Tsuyu-chan, te ves bonita. –Le sonrió Izuku, provocando un tierno sonrojo en la chica.

–Gracias, Midoriya-chan. Kero. –Alisó la falda del vestido. Katsuki gruñó molesto, odiaba que Deku fuese el que pudiera decirle ese tipo de cosas más fácil que él, a pesar de sentirse avergonzado después. Incluso Todoroki se sentía así, ya que no era nada sencillo para él expresar libremente sus sentimientos. –¿Qué opinan ustedes? –Pero como siempre, Asui era la que los alentaba a no callarse con respecto a sus pensamientos.

–No te ves tan mal. –Exclamó Bakugou, volteando a ver a otro lado con un leve sonrojo en sus mejillas y un pequeño puchero en los labios, cruzándose de brazos.

–Te queda bien el estilo. –Susurró el de la cicatriz, sin saber si lo que dijo estaba realmente bien o no.

–Gracias. –Cerró los ojos al sonreír, teniendo un sonrojo mucho más profundo que el anterior.

Midoriya miraba a los chicos algo sorprendió, el nunca creyó que ellos llegarían a decir ese tipo de cosas, uno sin llegar a explotar a la persona al que se lo dijo y el otro simplemente mantenerse callado como un tempano de hielo. Luego observó a la chica, de ella era más entendible, desde que la conoció, comprendió que Tsuyu no se callaba nada, por más que llegase a sonar mal y aunque no lo quisiera.

–¿Cómo se vestirán ustedes? –Puso el dedo en su barbilla, ladeando la cabeza.

–Yo seré un aventurero. –Sonrió Izuku, mostrándole el conjunto. –Aunque no encontré zapatos adecuados, Kirishima me recomendó usar mis tenis y ya.

–Te quedará el estilo.

–Gra-gracias. –Rascó su nuca, sonrojado.

–Me vestiré de príncipe. Me obligaron a serlo. –Todoroki le mostró el traje que tenía doblado en su brazo.

–A mí me obligaron a ser el villano… no sé cómo se viste un estúpido villano de esa época. –El rubio se cruzó de brazos y miró hacia un lado desinteresadamente.

–Puedo ayudarte con eso, Bakugou-chan. –Comenzó a buscar cosas en las hileras de ropa, sacando una capa roja con la parte de abajo rota, pareciendo algo quemada incluso, que tenía piel sintética en la parte superior. –Esto se te vería bien, sin camisa, joyería, un pantalón de mezclilla y uno que otro accesorio-gero. –Se la dio.

–¿Es en serio? –Miró la prenda con molestia, pero no dijo nada insultante como era su costumbre.

–Te quedará bien. Kero. –Le sonrió. El malhumorado chico se le quedó viendo unos segundos, después tomó lo que le ofrecía y se apartó mirando a otro lado.

Regresaron unos minutos después, notando que la gran mayoría ya estaba con su vestimenta puesta, faltando sólo los tres chicos que acompañaban a la muchacha.

–Apresúrense chicos, que aún tenemos que pagar por todo e ir a acomodar. –Iida los miraba con una sonrisa, disfrazado como un caballero de brillante armadura, o eso habían dicho las chicas al verlo salir del probador.

–No me apresures, robot cuatro ojos. –El rubio explosivo entró al vestidor, siendo Todoroki quien entrara en el otro y Midoriya se quedará esperando a que alguno estuviese libre, platicando con Ochako, quien alababa su elección de vestimenta, sonrojándolo como siempre. Cuando Bakugou salió, lo miraron impresionados.

–Wow… sí que eres perfecto para el papel. –Mina sonrió, dando vueltas alrededor de él para inspeccionarlo por completo, provocando que una vena sobresaliera de su sien.

–Te va como anillo al dedo. –Dijo Eijirou, ocultándose detrás de la persona más cercana, en este caso, Tsuyu, notando la mirada feroz que le había mandado el rubio.

Se cruzó de brazos, sintiendo como el aire acondicionado del lugar chocaba contra su pecho desnudo, y con su natural ceño fruncido, fue a sentarse en una silla allí cerca.

Luego salió Todoroki, vistiendo el traje azul que traía antes en manos, luciendo, en palabras de todas las muchachas, y algunos chicos, como un verdadero príncipe. Momo se sonrojó, el de cabellos bicolor se veía bastante guapo vestido de esa forma, imaginándose que ellos podrían ser la pareja de su "taberna" al representar ambos a la realeza.

–Momo-chan, agarra aire, te estas poniendo morada. –Jirou sonrió al ver a su amiga así, le hacía algo de gracia sus pensamientos tan evidentes.

La azabache se calmó, mirando a otro lado. Izuku por fin entró, siendo el último del grupo en hacerlo, saliendo bastante más rápido que sus compañeros. Todos se miraban convencidos que sus trajes, a pesar de no estar totalmente en la época medieval, le daban cierto toque a esta y algo a la moda.

Volvieron a entrar a los vestidores por turnos para cambiarse de ropa, mientras los demás esperaban revisando que todas las cosas estuviesen en orden antes de pagar por ellas. Al estar todos listos, fueron a pagar, ocupando todas las cajas registradoras de la tienda, sacando caras y palabras molestas de los demás clientes; Kirishima mantenía un ojo, al igual que la gran mayoría de la clase, sobre Katsuki, quien le regresaba los gestos a la gente.

Por fin regresaron a la escuela una hora después, pero no pudieron llegar a descansar, tuvieron que llevar las cosas al gimnasio, comenzando a ordenar y adornar lo que les faltaba. Ahora sólo faltaba conseguir la comida que restaba, pero eso se lo proporcionaría la misma escuela gracias al director Nezu. Al día siguiente irían a acomodar la propaganda que habían creado para darse a conocer entre toda la escuela.

Casi a media noche volvieron al complejo de habitaciones por órdenes de Aizawa, cenando y yéndose a sus cuartos totalmente exhaustos, poniendo sus trajes acomodados en sus armarios y quedándose profundamente dormidos en la comodidad de su cama, excepto por dos personas, quienes se encontraron en la primera planta del edificio, mirándose con seriedad.

–Bakugou.

–Mitad-mitad.

Fue todo lo que dijeron, entrando juntos a un ascensor y subiendo al 5to piso. Al llegar, caminaron al final del pasillo en completo silencio para no alertar a Yaoyorozu, tocando suavemente la última puerta, abriéndoles una somnolienta Asui, quien usaba un short corto y una camisa como pijama. Los dejó pasar sin decir nada, bostezando en la palma de su mano.

Volvió a su cama con la intención de seguir durmiendo, pero fue detenida por un brazo en su cintura, viró la cabeza confundida, mirando al rubio cenizo.

–¿Bakugou-chan? –Abrió sus ojos tan grandes como pudo, incluso más de lo que eran al sentir los labios del chico sobre los suyos. Lo miró confundida y luego a Todoroki, quien la miraba de lo más tranquilo. Cuando Katsuki dejó de besarla, el otro hizo lo mismo, tomándola del rostro para hacerlo. Al separarse, los miraba curiosa y como era de costumbre, ladeó la cabeza y puso su dedo en el mentón. –No digo que no me gustase, pero, ¿por qué?

–Te veías linda con ese vestido, Asui. –Le sonrió levemente, sacándole un gran sonrojo a la chica, que no se esperaba un cumplido más tierno del Todoroki menor que el de la tarde.

–Te veías sexy, no pensaba que se te viesen los pechos de esa manera. –Atrapó la larga lengua que iba a golpearle en la cara antes de que lo hiciera, observando con gracia el rostro rojo de la dueña que resaltaba incluso en la oscuridad. –Te gané, hielito.

–Bakugou-chan. –Lo miró con reclamo. –Suelta mi lengua-gero.

–¿Y que si no quiero?

–Te golpearé-gero. –Levantó una de sus piernas con la intención de cumplir su amenaza.

–Déjala. Hay que dormir, de seguro está muy cansada. –Obedeció, mirándola aun con una sonrisa ladeada.

–Me he dado cuenta de algo, pronuncias más tu muletilla cuando te pones nerviosa.

–Kero.

–Vamos a dormir. –La jaló a la cama, Todoroki acostándose pegado a la pared, ella en medio y el rubio en la orilla de la cama.

–¿No vendrá Midoriya-chan?

–No sé, ni me importa. Es más, que ni venga. –La abrazó de la cintura, cerrando los ojos.

–Puede que esté muy cansado para venir. –Shouto se acomodó mejor, pasando un brazo por su cadera.

–Ya veo. –Bostezó, cerrando los ojos y quedándose dormida rápidamente.

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Día uno, lunes: Inicio del festival.

Los días habían pasado con rapidez, llegando el tan esperado inicio del festival de la Golden Week que tanto querían los chicos, para lamentación de la gran mayoría, tuvieron que levantarse muy temprano para terminar los últimos preparativos y atender la pequeña apertura y el dar de ánimos del director Nezu a las 7:00 a.m.

A las 9:00 a.m. se fueron a alistar después de tener todo listo para la apertura de su "cueva". 45 minutos antes de abrirse, ya estaban todos listos dentro del gimnasio, reunidos para escuchar las palabras de aliento de Iida y Momo.

–Bien chicos, estamos a 15 minutos de que empiece el festival, sabemos que esto es para el personal de la escuela y alumnado de grados mayores, pero no olvidemos que tendremos a la gente que hemos invitado en los últimos días del festival, por lo que debemos dar nuestro mejor esfuerzo y empeño para que escuchen cosas buenas de nosotros y estén orgullosos de nuestro trabajo.

–Iida-kun tiene razón, en mi caso invité a mis padres y quiero que vean todo lo que logramos al hacer esto. –Yaomomo sonrió, vestida con su traje de princesa guerrera.

–Vaya cada quien, a su estación, recuerden que los de doble función deben estar pendientes de si se les necesita en su segunda estación de apoyo, Yaoyorozu y yo abriremos para los clientes. Lo más probable es que no estemos llenos en un principio, no pierdan la paciencia. –Asintieron, obedeciendo para caminar cada quien a sus respectivos puestos.

Justamente a las 10 a.m., abrieron sus puertas, sorprendiéndose al ver una pequeña fila esperando a entrar, la mayoría siendo sus profesores.

–Por favor, pasen y disfruten de nuestro servicio. –Tenya hizo una reverencia al igual que la vicepresidenta.

Cada mesero recogió en la puerta a sus respectivos comensales, llevándolos a mesas para que se sentaran, alguno juntos y otros separados, ocupándose apenas 5 mesas, siendo atendidas por Sero, Ashido, Kirishima, Ochako y Asui, para agregar algo de ánimo y tranquilidad balanceada a la atención. Les ofrecieron el menú y esperaron a que por lo menos pidieran algo de beber. Los demás por mientras se ocupaban de estar tras bambalinas.

Momo fue detrás de la barra, esperando a que le llegasen órdenes. La primera en acercarse con ella fue Uraraka, pidiéndole que hiciera un café espresso, dos capuchinos y uno americano, después de todo, era de mañana, lo mejor para despertar era con un delicioso café.

Jirou puso música ambiental tranquila referente a la época, ayudando a Momo con los cafés, que pronto se le sumaron algunos batidos y zumos por parte de Sero.

Los encargados de cocina prendían los hornos, estufas e instrumentos necesarios en caso de que les pidiesen algo específico, lo bueno es que los servicios como el agua, gas y electricidad corrían por parte de la escuela, dándose en ese caso de su propia colegiatura.

Los chicos y chicas que aún no estaban en servicio se mantenían a las orillas de la puerta por si alguien más entraba, platicando tranquilamente entre ellos o exhibiendo sus trajes lo mejor posible.

All Might los miraba con ternura sentado junto a Aizawa, Nemuri y Cementoss en una mesa.

–Pensar que ellos lograron todo esto, aunque claro que los ayudaste, Ishiyama-kun. –Toshinori le sonrió al tipo grande, quien bajó la mirada avergonzado.

–Aun así, hay que darles crédito a los chicos, incluso me pidieron permiso para pintar arte de la época en mi clase. –Midnight miraba alrededor algo maravillada. Siendo honestos, no pensó que llegaran a organizarse tan bien como para crear algo tan parecido a la época que les tocó representar.

–Aquí están sus cafés, sensei. –Uraraka llegó, depositando respectivamente los pedidos a quien los había ordenado.

–Gracias, Ochako.

–¿Están listos para ordenar? –Les sonrió alegre, tomando nota en un pequeño papiro, el cual, Momo había creado para representar un poco más la época y darle un toque "especial".

Los chicos en la cocina comenzaban a trabajar en los platillos, la mayoría siendo sencillos y ligeros por la hora, por lo que no les costaba mucho trabajo tenerlos listos en menos de 10 minutos, tomando en cuenta que, desde que decidieron los puestos, los tres encargados de esta, más Tsuyu, tuvieron que aprenderse cada una de las recetas a servirse, prepararlas y probar las mejores formas de hacerlas para que estuviesen rápido y poder servirlas sin que tuviesen alguna queja por el sabor o la preparación, y dado que Bakugou era un desquiciado de lo metódico, era el que más se exigía para la perfección, lo que daba resultado en unos deliciosos platillos que deleitaban a sus compañeros cuando les tocaba dar el visto bueno a la comida.

Mientras pasaban los minutos, los meseros mantenían platica con sus respectivas mesas, viendo si no necesitaban algo mas y ver si todo estaba yendo bien, tratando de dar la justa atención y no estar encima de la gente para evitar cualquier molestia.

Cuando la primera mesa fue dejada libre, sus profesores los halagaron y dijeron que recomendarían altamente su Medieval café, dejando un poco más aliviado y felices a los jóvenes. Y así pasaron los minutos, sin recibir a nadie más mientras las 4 mesas restantes se vaciaban; antes de salir, All Might les dio palabras de motivación.

En tanto más pasaba el tiempo, donde no llegaba nadie, comenzaron a desesperarse, hasta llegado el punto de limpiar más de 5 veces mesas que en ningún momento fueron usadas.

–Tranquilos, chicos. Sabíamos que algo así pasaría, no hay que desesperarnos. –Ashido les sonrió, sentada en un taburete de la barra. –Además, previmos que nuestras horas más concurridas serian la del almuerzo y la hora de comida.

–Cierto. Pero aun así se siente raro prepararnos tanto tan temprano solo para haber tenido 5 mesas…

–Por eso les dije que abriéramos a medio día.

–Cállate foco parlante.

–¡Bakugou!

–El hecho de haber abierto temprano también era para ver si éramos capaces de seguir el ritmo en caso de que tuviésemos casa llena-gero.

–Pero no tuvimos casa llena…

–Somos 15 meseros y uno de respaldo. –Kirishima apuntó a Jirou. –Las mesas son más del doble de nosotros, ahorita se ocuparon 5 y todo fue bien, no quiero imaginarme cuando nos toquen de a dos a cada quien, o tres... o 4. –Su rostro palideció ante la idea.

–Eh… disculpen… Wow. –Voltearon a la puerta, donde había profesores y alumnos de otros grados mirando sorprendidos la estructura interna del gimnasio, ya que por fuera sólo tenía tablones de madera que representaban una común fachada de una taberna medieval, mientras que por dentro te daba la sensación de estar dentro de un escenario solamente visto en series, películas o imaginadas al leer un libro.

–¿E-eso es un dragón de hielo? –Un chico con cabello de agua miraba sorprendido a la escultura de Todoroki que rodeaba el lugar, comenzando la punta de su cola a un lado de la puerta principal hasta terminar con su cabeza en lo alto del bar (para evitar que llegase a derretirse con rapidez al estar cerca de la cocina), con sus fauces abiertas hacia la entrada, como si estuviese a punto de lanzarse fuego. Sacó su teléfono al igual que los demás, tomando fotos impresionado. –Esto va para mi Instatigram. –Se tomó una selfie con el bar, el dragón y los chicos de fondo.

–Adelante, tomen asiento donde gusten. –Tenya les sonrió, acompañado de algunos de sus compañeros, dándoles mesa a cada grupo de personas, llenándose fácilmente 6 mesas. Mientras Tenya, Ochako, Sero, Kirishima, Tsuyu y Mina atendían a estas, más personas llegaban, tomando otras tres mesas para usar, por lo tanto, Midoriya, Hagakure y Todoroki los atendieran.

De un momento a otro, chicos de otros grados, grupos y docentes ocupaban cada mesa del lugar, por lo que Jirou tuvo que dejar su estación y servirles de apoyo a sus amigos.

Algunos alumnos pedían tomarse fotos con ellos maravillados (y algunos de pervertidos) ante los trajes que portaban todos, posteando estas en sus redes sociales, provocando que en el exterior del edificio comenzara una fila de personas esperando por un turno. Dado esto, Momo llamó a Koda, pidiendo que hiciera un listado de reservación, que posiblemente llegase a abarcar hasta las 12 p.m. para poder salir a comer y regresar a atender más. Éste obedeció, dando la pequeña advertencia de la espera por la media hora de descanso que la clase 1-A tomaría.

Así pasaron lo que quedaba de tiempo, yendo de un lado a otro atendiendo lo mejor posible a todos, incluso Ochako pasaba flotando sobre las mesas para más rapidez de movimiento. La gente entraba ansiosa y salía con el pantalón a punto de reventar, varias fotos y decidiendo que volverían al día siguiente para probar otra cosa.

Al llegar el medio día, cerraron la puerta principal poniendo un letrero de descanso en esta y atendiendo a los últimos clientes que quedaban dentro. Cuando por fin estuvieron libres y después de limpiar las mesas, se dejaron caer rendidos sobre estas.

–¿Y esto será así toda la semana? –Se quejó Minoru, mirando el techo con lágrimas en los ojos.

–Y aún nos falta terminar hoy…

–Vamos, chicos. No sean así, hemos comprobado que podemos aguantar de muchas formas. –Izuku sonrió, notándose que estaba levemente cansado, después de todo, los entrenamientos que hacia le ayudaban a tener más resistencia.

–Cállate, Deku. Tu sólo te paseas de aquí para allá con una bandeja, nosotros tenemos que cocinar toda la porquería que piden.

–¿Estás diciendo que tu comida es una porquería? –Sero lo miró con burla, escondiéndose detrás de Kirishima para evitar una explosión en su cara.

–¿¡Que dijiste!?

–Basta. –Iida se metió en medio. –Tenemos nuestro tiempo de comer y descansar, lo mejor es aprovecharla y regresar con energías para seguir trabajando.

–Iida-kun tiene razón, lo mejor es recomponer energías. –Yaoyorozu sonrió, estirándose. –Por mi parte tengo hambre, así que, yo voy saliendo. –Kyouka y ella salieron del gimnasio.

0o0o0

–No era necesario que me acompañaran, kero.

–Cállate, rana. Yo vine porque se me antojo ramen picante, y según el mapa del evento, por acá se llega.

–Lo que digas, Bakugou-chan. –Sonrió, caminando tranquilamente entre el rubio y Shouto, y con Deku unos pasos detrás de ellos esperando que no ocurriese algún problema.

Tsuyu lo miró de reojo, estirando su lengua hacia él para agarrarlo de la muñeca y acercarlo más a ellos. Él simplemente se dejó hacer, acostumbrado (a medias) a las extrañas formas que la chica tenia de incluirlo en el raro cuarteto que conformaban.

Todoroki miraba con su natural inexpresividad alrededor, brillándole los ojos levemente al ver un puesto de soba, lo cual no pasó desapercibido por la muchacha.

–Deberías ir a comprar si tanto quieres, Todoroki-chan. Nosotros andaremos caminando por aquí un rato, si no nos encuentras, nos veríamos de nuevo en el gimnasio.

–De acuerdo. Con permiso. –Se fue al puesto, haciendo fila.

Continuaron caminando hasta ver el puesto de ramen que ofrecía un especial picante, en el cual, Katsuki se formó sin decir ninguna palabra.

–Parece que quedamos solos, Midoriya-chan.

–E-eso parece… eh… ¿Qué quieres hacer?

–Por mi parte, quiero ir por unos takoyaki. ¿Quieres acompañarme?

–De a-acuerdo.

Siguieron caminando, buscando algún puesto que vendiera las bolitas de pulpo. Izuku no podía evitar estar nervioso, después de todo, no era común quedarse a solas con Asui, normalmente Todoroki o Bakugou de alguna forma la acaparaban y no es como que él hiciera el esfuerzo de acercarse más a ella, a pesar de tener una relación romántica (o algo parecido a una), no sabía cómo actuar. ¿Para qué mentir? No sabía cómo actuar con ninguna chica a excepción de su madre, incluso con Touru, quien era invisible, le daba pena.

Considerando lo lengua larga que era Tsuyu, tanto literal como figurativo, la joven no se guardaba nada a la hora de pensar en voz alta, lo que terminaba siendo algún tipo de regaño por parte de ésta cuando le decía que no convivía con ella.

Se formaron en el puesto al encontrarlo, sin decir ninguna palabra, cada quien en su mundo. Compraron cada quien una orden, yendo a sentarse en una banca que, por fortuna, estaba desocupada. Comieron en silencio, y aunque Deku aún estaba nervioso, no era para nada incomodo, incluso ya estaba más calmado que al principio. O era así hasta lo siguiente que diría la peliverde.

–Midoriya-chan, ¿no prefieres que terminemos?

–¿E-eh?

0o0o0

De nuevo el gimnasio estaba en su mayor capacidad, en algunos casos tuvieron que traer sillas extras para las mesas donde hubiera un grupo mayor de más de 4 personas. Todos hacían su mejor trabajo para hacer que todo funcionase de forma correcta, que no hubieran quejas y que la gente estuviese atendida de la mejor manera posible.

Algunos notaban a Deku algo distraído, pero eso solamente cuando estaba esperando que le entregasen órdenes para llevarlas con sus respectivos comensales, de allí en mas, su trabajo era eficiente.

" –Lo digo porque sé que los chicos te obligaron más que nada y no pareces muy a gusto con lo nuestro."

Suspiró las palabras dichas por su compañera, quien sonreía para una foto junto a Aoyama para un chico de segundo grado. Nadie se extrañó al oír una explosión viniendo de la cocina, suponiendo que solo era su compañero explosivo cocinando.

" –Además… a ti te gusta alguien más, ¿no?"

Las palabras de Tsuyu se repetían lentamente en su mente, trayendo consigo los recuerdos de hace unas horas. Les sirvió sus platos a tres jóvenes, un rubio musculoso, un pelinegro con orejas de elfo y una linda chica de cabello azul celeste, quienes le agradecieron y comenzaron a comer.

Fue con Momo para recoger algunas bebidas para otra mesa, encontrándose a Tsuyu esperando por las suyas. Se miraron, Deku poniéndose algo nervioso y ella sonriéndole. Cuando ambos tuvieron las bebidas, se separaron para seguir trabajando.

El tiempo pasaba con relativa tranquilidad, hasta llegar la hora de cerrar, atendiendo a los últimos clientes, quienes se fueron satisfechos y haciendo la promesa de volver al día siguiente. Recogieron y limpiaron, luego ordenaron todo en su lugar para ser utilizado mañana.

–Definitivamente nunca trabajaré como mesero. –Pronunció Sero estirándose para quitar todo el estrés de la jornada. Sus compañeros estuvieron de acuerdo, deseando llegar a sus cuartos, quitarse los trajes, darse una deliciosa ducha caliente y caer dormidos tranquilamente en su cama. Terminaron saliendo del gimnasio alrededor de las 8 de la noche, tardaron más de la cuenta debido a que ayudaron a que Todoroki le diera una pasada helada al dragón de hielo y que no se derritiera por lo menos durante la noche.

Llegaron al edificio de sus dormitorios, yendo directo a sus respectivos cuartos, después de todo, habían merendado algo antes de salir del gimnasio, haciendo justo lo que pensaron. La gran mayoría se durmió después de darse un baño, otros simplemente se quitaron los trajes, se pusieron pijama (o con la ropa interior nada mas) y se acostaron a dormir. Excepto nuestro querido fan número uno en todo el mundo de All Might; éste, a pesar de encontrarse sumamente cansado después de tan ajetreado día, no dejaba de pensar en las palabras de la chica rana, después de todo, le había dicho anteriormente que estaba con ella por decisión propia y no por obligación, aunque en parte si lo fue, pero al igual que Tsuyu, había decidido experimentar algo por el estilo, aunque era raro tratándose de un extraño cuadro amoroso, era posible que la jovencita le atrajese un poco y lo pensó mejor a la hora de decirle que sí. Sabía que le gustaba otra chica, una que flotaba o hacia flotar cosas, mas explícitamente, pero se había llegado al acuerdo que, si Tsuyu se enamoraba de alguno de ellos, todo terminaría y podrían continuar con sus vidas como si nada hubiese pasado, por eso tenía la esperanza que nadie saliese lastimado.

Suspiró dando su décima vuelta en la cama de la noche, le dolía el cuerpo, no tanto como los primeros días del entrenamiento de su antecesor, pero si lo suficiente para ser una molestia. Volvió a suspirar, levantándose al darse cuenta que no dormiría muy rápido, fue a su escritorio y abrió uno de sus diarios, específicamente donde tenía anotada información de sus compañeros de clases. Buscó el perfil de Tsuyu que creó, viendo la triste imitación del dibujo que hizo lo más parecido que le salió de ella. Leyó las habilidades de la chica, bajando poco a poco hasta llegar a sus anotaciones.

"Sus piernas son muy fuertes, capaces de hacer que salte hasta grandes distancias y, si se llegase a descuidar al patearte, quebrarte por lo menos un brazo y algunas costillas."

Recordó en un entrenamiento como la peliverde había mandado a Mineta tan lejos con una simple patada por un comentario pervertido de sus piernas mientras practicaban juntos, la chica parecía bastante preocupada y apenada cuando Aizawa-sensei les dijo que su compañero se había desmayado por el golpe, pidiéndole que tuviera más cuidado la próxima que hiciera un ataque con sus piernas.

Volvió a mirar el dibujo, en el cual tenía su traje de héroe puesto, bajó los ojos a sus piernas por el recuerdo anterior, teniendo un nuevo recuerdo de Tsuyu con su pijama puesta, la cual, al ser un short pequeño, dejaba a la vista sus blancas y posiblemente suaves piernas. Se puso rojo al instante, cerrando el cuaderno de golpe y cubriéndose el rostro con las manos.

Negó varias veces, intentando alejar el extraño pensamiento de su cabeza, debería dejar de oír lo que hablaban Denki y Minoru sin querer, le estaban afectando. Respiró profundo, tomando la decisión de hablar con Tsuyu de nuevo y aclararle que él estaba con ella por motivo propio y experimentar un poco, después de todo, dudaba que pudiera vivir algo por el estilo en su próxima vida como héroe.

0o0o0

Día dos, martes: Continua la tortura.

En cuanto abrieron el café, una fila los esperaba. Recibiendo de forma amable, llevaron a cada grupo de personas a las mesas, y a los que venían solos, los acompañaban a la barra del bar para que se sentaran y comieran allí.

Si iniciando el día estaban teniendo casa llena, suponían que así estarían todo el rato, lo cual era bueno, ya que eran bastante populares, lo malo… trabajarían mucho.

El lugar tenia diferentes aromas, todos de comida que no llegaban a molestar, sino más bien a abrirles más el hambre a los comensales. Por el momento, Sato y Bakugou preparaban desayunos, los dulces iban por parte de Rikido y los salados por parte del rubio explosivo. Aunque en un principio Koda también estaba involucrado en cocina, se acomodó mejor como un administrador que tomaba nota de quienes serían los siguientes en entrar cuando se desocupase una mesa, si estaba desocupado, iba y ayudaba a sus compañeros en lo que pudiera.

Los meseros hacían sus mejores desplazamientos con sus quirk, ya sea trayendo ordenes o yendo a encargarlas para evitar algún choque mientras iban y venían. Se detenían cuando alguien les pedía alguna fotografía, ya sea con otro de sus compañeros, los mismos clientes o sólo rodeados del entorno. Hasta Uraraka aguantaba lo mejor posible su mareo. Creían que el esfuerzo de esos días les serviría de alguna forma en su formación como próximos héroes.

Izuku miraba de vez en cuando a Asui, quien traía tres bandejas consigo, una siendo cargada con su lengua y las dos restantes, con cada una de sus manos.

–No te distraigas, Deku. –Se asustó al oír a Katsuki, quien lo miraba serio mientras preparaba huevo revuelto con salchicha. –La rana alcanzó a decirme lo que te dijo ayer. También mitad-mitad lo sabe.

–¿E-en serio?

–Si. Si no quieres continuar, eres libre de dejar de hacerlo y seguir con tu vida, me dejarías más espacio. –Le sonrió cínico, sirviendo la comida junto a una barra de tiras de papa y tocino, dejándolo sobre la barra para que lo recogiera. Lo cual hizo, poniéndolo en su bandeja, pero se quedó allí esperando a que Sato le diera una crepa que le había pedido.

–Que-quería hablar de eso con ella hoy. Pienso quedarme.

–Agh. Sólo renuncia.

–No. Quiero... experimentar como ella. –Miró como esparcía mantequilla en una sartén de mala gana al oírlo.

–Ya sabes lo que pasará si ocurre "eso".

–Sí, lo sé. Pero por lo menos quiero saber que es… estar de esa forma…

–Si tú lo dices.

–Aquí tienes, Midoriya. –El grandulón le dio la crepa dulce rellena de fruta y chocolate.

–Gracias, Sato-kun. Con permiso. –Se fue a la mesa donde pertenecían los pedidos.

0o0o0

Se encontraba nervioso mirando a los dos chicos que no querían irse, estaban en su primera media hora de descanso y le pidió a Tsuyu que fueran a un lugar privado, por lo que caminaron a una de las zonas más alejadas y donde normalmente nadie iba, pero en el transcurso se les habían unido Shouto y Kacchan. Cuando llegaron, les había casi suplicado que dejasen a la chica para hablar con ella, pero se negaron rotundamente, diciendo que sabían porque quería platicar con la peliverde.

Suspiró derrotado, mirando aún más nervioso a los ojos sin expresión de Tsuyu.

–Asu-Tsuyu-chan, yo… quiero estar contigo.

–Midoriya-chan, si es porque ellos están aquí…

–No, no es por eso. Yo en verdad quiero estar contigo, lo pensé mejor después de que tu aceptaras y rememoré tus palabras, que querías experimentar con todo esto y que probablemente no tuviéramos de disfrutar algo en nuestro futuro, por eso, yo quiero vivir esto.

–¿Seguro? –Ladeó la cabeza, poniendo su dedo índice en la barbilla.

–S-sí. Y perdón que… mi actitud confunda… yo solo… me pongo nervioso alrededor de las chicas y…

–Nenita. ¡Auch! ¡Maldita rana! –La miró furioso al recibir un lengüetazo por parte de ésta en la mejilla.

–Está bien, Midoriya-chan. –Le sonrió, teniendo aun la cabeza ladeada y los ojos cerrados, provocando un sonrojo en el pecoso, no sabía si por la aceptación de ella o el hecho de que se veía demasiado tierna. –Lo mejor es ir a comer, tenemos que tener energía porque regresando será lo más pesado.

0o0o0

El día pasó entre rápido y lento, sus medias horas de comida muy rápido y las jornadas de servir demasiado lentas, por fortuna habían acabado, por lo que pudieron regresar a los dormitorios y descansar.

El día miércoles no fue diferente, de pronto veían gente conocida y nueva ir y venir al café, ya sea en el desayuno o comida, diciendo que querían probar todo lo que podían de la deliciosa comida.

Terminaron igual de exhaustos que los días anteriores, pero esta vez no podían dormir al estar en sus camas, mirando el techo o removiéndose en sus camas completamente nerviosos. Al día siguiente, jueves, sus invitados llegarían, por lo que la presión se subió a sus hombros al pensar si podían dar un buen servicio y hacer sentir bien y orgullosos a estos, ya que todos habían invitado a sus familiares más cercanos y a algunos amigos, como en el caso de Tsuyu, quien había invitado a sus padres, hermanos y a Habuko, por lo que, al igual que sus compañeros, miraba el techo con sueño, pero sin lograr dormir.

Derrotada al no lograrlo, se levantó de su lecho y salió del cuarto, encontrándose a Yaomomo, quien la miró curiosa.

–¿Tampoco puedes dormir, Tsuyu-chan? –La más pequeña asintió. –Iba a preparar un té para relajarme y poder dormir. ¿Me acompañas?

–Claro-gero.

Ambas caminaron a uno de los elevadores, que tardaba en subir. Esperaron un par de minutos sin que subiera, por lo que intentaron con el otro, pasando lo mismo. Se miraron curiosas, pensando que algo había ocurrido, hasta que llegó uno de los ascensores, entraron y bajaron en completo silencio, el cual era bastante tranquilo y cómodo para ambas.

Al salir, se encontraron con que todos sus compañeros estaban en la sala esperando algo. Mina y Jirou las miraron.

–¿Tampoco pueden dormir? –Asintieron. –¿También vienen por algo para relajarse? –Volvieron a asentir. –Todos estamos igual.

Miraron la cocina, encontrándose que hasta el siempre tempranero para dormir Bakugou preparaba lo que parecía leche caliente.

–Son las ultimas en llegar, así que, les tocó muy larga la fila de espera. –Ashido rio, teniendo unas leves ojeras debajo de sus oscuros ojos.

–Al parecer todos estamos nerviosos por mañana. –Tenya hablaba más robótico que de costumbre, probablemente por el sueño y cansancio que se cargaba.

–Yo no estoy nervioso, sólo no puedo dormir. –Refutó el chico explosivo, notándose que si lo estaba por cómo se tomaba su leche.

Algunos se sentaban en el sofá tomando lo que sea que les calmase, otros en la mesa y unos pocos en el suelo.

–Oigan… ¿y si hacemos una pijamada aquí abajo? –Propuso la de piel rosada, siendo secundada por la gran mayoría.

–No gracias, prefiero descansar en mi cama que estar con ustedes, perdedores.

–Vamos, Bakugou-chan. No es como que te fuésemos a hacer bromas, estamos tan cansados que en cuanto toquemos una almohada caeremos rendidos-gero.

–Sí, Bakugou, no seas aguafiestas. Podemos estar todos juntos aquí abajo como grupo.

El rubio miraba con molestia a la peliverde, suspirando.

–No dormiré cerca de Deku.

–¡Ya está deicidio! Todos vayan por sus cosas y aquí nos vemos en 10 minutos. –Touru, quien solo se veía su pijama ir a los ascensores, dijo emocionada.

Las demás chicas la siguieron, repartiéndose para subir más rápido, con los chicos no hubo mucha suerte, la gran mayoría se amontonó delante de los elevadores, empujándose para entrar primero que otros, definitivamente fue un desastre, pensaron las mujeres.

0o0o0

Terminaban de acomodar sus cosas, estando justo en medio de la sala y entre los sofás, acostándose platicando de algunas cosas, bostezando de vez en cuando. Probablemente Aizawa-sensei los reganaría al verlos dormir ahí sin haberle pedido permiso, pero estaban tan cansados como para importarles.

De alguna forma, tanto Bakugou como Shouto se las habían arreglado para dormir cada uno a los lados de Tsuyu, quien no se quejó ni dijo nada, evitando cualquier pregunta al quedarse dormida en cuanto su cabeza tocó su mullida almohada. Izuku tuvo que acomodarse lejos notar la mirada amenazante que le lanzaba el rubio.

0o0o0

Día cuatro, jueves: llegada de los invitados especiales.

Llegaron un poco más temprano de lo normal al gimnasio, alistando lo mejor posible cualquier aspecto del café, trayendo y abasteciendo lo que calculaban usarían de comida y bebidas. Esa mañana, su profesor los había levantado con la noticia que ellos tendrían que ir a recoger a sus invitados en cuanto llegaran en la puerta principal. Habían puesto un letrero en las puertas del local indicando que este abriría tarde, de esta forma, para atender más a gusto a sus invitados.

Todoroki volvía a darle retoques al dragón, siendo ayudado por Sero y Tsuyu cuando tenía que subir a la espalda o cabeza de la figura. Se detuvieron al ser la hora, dejando todo arreglado y listo para cuando volviesen, saliendo del gimnasio y caminando todos juntos hasta la entrada, encontrándose a los demás grupos de primero en esta, pareciendo que también esperaban. Monoma comenzando a burlarse de ellos por su vestimenta, que a más de uno de sus compañeros parecía gustarle, ya que les pedían tomarles una fotografía, hasta que Kendou le metió un golpe para que se callase.

–¿A quién invitaste, Bakugou? –Kirishima le sonrió, mirándolo curioso.

–A mis padres. ¿A quién más? Además, Aizawa-sensei me obligó diciéndome que, si no invitaba a nadie, me pondría un cinco en su materia.

–Eso sí que es rudeza. –Soltó una carcajada.

–Buenos días a todos. –El directo Nezu se acercó a ellos, viéndose tan adorable como siempre. –Antes de dejar entrar a sus invitados, quiero agradecerles y felicitarlos por tan fantásticos trabajos realizados durante estos tres días pasados, espero que la llegada de su gente no dificulte su empeñó. –Todos asintieron. –Bien, entonces, comenzaremos con la clase 1A. –Las puertas se abrieron, viéndose sus familias y amigos.

–¡Izuku! –El nombrado fue abrazado por su madre en cuanto esta tuvo la oportunidad, teniendo una fuente sin fin en sus ojos al llorar.

–También te extrañé, mamá.

–¡Onee-chan! –Tsuyu abrazó a sus hermanos menores, quienes la recibieron más que felices, luego a su mejor amiga.

Todos abrazaron a sus familias, aunque Katsuki fue aplastado y luego regañado por su madre. Todoroki les sonrió a sus hermanos, agradeciéndole que pudiesen haber ido. A su padre no lo había invitado, de todos modos, éste se encontraba allí como uno de los invitados especiales de la escuela, pero se mantenía alejado al saber que no sería tan bien recibido con sus dos hijos varones, ya habría tiempo de hablar con el más pequeño. A su lado se encontraba el nuevo héroe no.2, Hawks, quien miraba curioso alrededor.

Iida, quien empujaba la silla de ruedas de su hermano, le pidió a todo el mundo que lo siguiera hasta su destino, a lo que obedecieron aun entre preguntas de curiosidad por sus vidas en la escuela y el porqué de los trajes.

Al llegar al gimnasio, pasó lo mismo que pasaba con toda la gente al entrar por primera vez, se sorprendían y maravillaban ante el espectacular escenario que tenían delante de sus ojos, claramente los chicos se las habían ingeniado bastante bien para imitar una taberna dentro de una cueva original de la época medieval y adecuándola a la actualidad con algunos artefactos.

–Nuestro compañero Todoroki-kun creo el dragón de hielo que pueden apreciar. –Agregó el de anteojos al notar como miraban a la bestia congelada.

–Es fantástico, Tenya. –Su hermano le sonrió, avergonzado al presidente de la clase.

–Decidimos que cada quien atendiera a sus respectivos invitados. –Pronuncio Momo, llamando la atención de la gente. –Pero dado a que algunos de nosotros estamos preparando cosas, ya sea en la cocina o en el bar, los atenderán algunos de nuestros compañeros.

–Gracias, princesa. –El señor Yaoyorozu miró orgullosa a su hija, sí que sabía cómo desempeñar sus funciones.

–Por favor, todos tomen asiento. –Obedecieron, tomando algunas mesas para juntarlas y formar una más grande para algunos de los héroes profesionales que los acompañaban.

–Oye, pecoso. –Una mujer de tez morena, cabello blanco y unas lindas orejas de conejo, se acercó a Midoriya, quien dejaba a su madre junto a los padres de Kacchan para que estuviese más cómoda con gente conocida. El menor se sorprendió, comenzando a hiperventilar y temblar de la emoción, pues frente a él, se encontraba la actual heroína No. 5: Miruko, la heroína conejo. –Ey… ¿estás bien?

–N-no se preocupe, se-señorita. Mi hijo se pone a-así cuando está frente a héroes tan fuertes co-como usted. –Inko le sonrió nerviosa.

–Oh, ya veo. Bueno, ¿tienen zumo de zanahoria? Solo quería saber eso.

–S-sí.

–Gracias. –Le sonrió, caminando a la extensa mesa que había hecho para los 10 héroes principales que fueron invitados por el director.

–Miruko me habló…

–¡Midoriya-kun! ¡No te distraigas!

–¡Si! –Le hizo una reverencia a su madre y sus acompañantes. –Aquí está el menú de bebidas y este es el de desayuno. En unos momentos vuelvo para escuchar sus órdenes. –Se fue a la mesa de los héroes, ayudando a acomodar lo que faltaba.

Toshinori se sentó en la cabecera por petición de la gran mayoría, pues a pesar de estar retirado, para muchos seguiría siendo el héroe No. 1, aunque pidió que no, ya que el que ocupaba esa función ahora era Endeavor, pero éste también le pidió lo mismo que los demás, sorprendiendo al rubio.

A su lado derecho estaban los héroes que ocupaban los primeros cinco puestos, Endeavor siendo el primero, luego Hawks, después Best Jeanist, siguiendo con Edge Shot y por último la extravagante Miruko.

De lado izquierdo, quedando los otros cinco restantes, partiendo por el No. 6, Crust, siguiéndole Kamui Woods, el héroe lavadora, Wash como el octavo héroe, Yoroi Musha y por último la hermosa la heroína dragón, Ryukyu.

Muchos creían que era el paraíso de Deku al estar delante de ellos debido a que no dejaba de estar nervioso, hasta el punto en el que Bakugou estuviese a punto de lanzarle una sartén para que dejase de perder el tiempo y se pusiera a trabajar.

Tal y como los días anteriores, los chicos hacían su trabajo lo mejor posible, incluso más descansados ya que el lugar solo estaba ocupado por los invitados y no ocupaban mucho espacio, pero igual de presionados al intentar dar una buena impresión a los demás.

Shouto evitaba pasar cerca de la mesa donde estaba su padre, siendo que sus hermanos se habían sentado lo más alejados de allí también, más por exigencia de Natsuo que porque su hermana hubiese querido eso. Y quien se encontrase libre al momento en el que algún profesional pidiese algo, se acercaba, no necesariamente siendo la misma persona dos veces con el mismo héroe.

Hawks comía tranquilamente sus Nuggets de pollo con huevo, mirando alrededor curioso como siempre, notando algo que llamó aún más su curiosidad. El hijo de Endeavor, cada vez que pasaba cerca de una chica de cabello verde vestida como si de verdad atendiese un bar por la sencillez de su vestimenta, la miraba fijamente, diciéndole algo en voz tan baja que posiblemente ni ella lo escuchara, pero aun así ella le sonreía y lo miraba con un pequeño sonrojo, que fácilmente podría pasar desapercibido como algo debido al esfuerzo de ir de un lado a otro con pedidos, pero había algo más allí. Pensaba que solamente él se había fijado, ya que ninguna de las dos familias parecía darse cuenta, excepto por dos chicos, uno de los que más los atendía, Midoriya creyó escuchar, y el rubio explosivo que se encontraba en la cocina, no parecía que lo mirasen mal, sino más bien con complicidad, como si ellos supieran lo que pasaba, a pesar de que el rubio hacia exactamente lo mismo con la pequeña sin querer, ya que a las demás mujeres las trataba algo despectivo, no de mala forma, pero parecía ser que a ella le daba un trato especial.

Miró de reojo al pelirrojo a su lado izquierdo, quien estaba más concentrado en su comida y de vez en cuando volteando a ver a la mesa de sus hijos y cuando el de cabello bicolor pasaba levemente cerca de ellos.

–"Interesante". –Sonrió, introduciendo otra bolita de pollo a su boca. –"Algo ocurre aquí y puede terminar mal para alguno… o todos". –Suspiró. –"He de admitir que ese chico rubio hace los mejores Nuggets naturales del mundo".

No por nada era uno de los mejores espías de Japón, sabia observar bien su alrededor, y lo que sea que tuviesen ese cuarteto de jóvenes seria como ver una telenovela, o leer uno de esos extraños fanfics que la gente escribía en internet con sus héroes favoritos, donde una vez llegó a leer que lo emparejaban con el grandote de llamas a su lado, le halagaba, pero… prefería a las mujeres. Miró de reojo a la hija de Endeavor, ella podría ser de su tipo, pero con el padre que tenía, prefería mantener sus plumas lejos antes de que se las quemasen. Volvió a mirar alrededor, viendo que realmente él era el único al darse cuenta de esas interacciones de los próximos héroes.

La gente se iba levantando, prometiendo volver para la hora de la comida, por mientras recorrerían las demás cosas que las otras clases hicieron. De la misma forma, Koda comenzaba a dejar entrar al público, quien se maravillaba de ver a los diez héroes más fuertes frente a ellos, aunque se les pidió que por favor no los molestasen, algunos tomaban fotos en secreto, siendo photobombeados por algunos cuando volteaban, recibiendo miradas molestas del No. 1.

Y al igual que los anteriores días, volvieron a sus pesadas jornadas. Demostrándoles a sus invitados restantes algunas de las cualidades que habían aprendido para atender de la mejor manera.

Los papás de Ochako miraban con alegría como su hija podía soportar de mejor manera sus mareos, riendo porque quedaba bastante adecuado su disfraz de bruja estilo RPG. Jirou terminaba de tomarse una foto con sus padres y Mitsuki felicitaba a su hijo y su compañero por tan deliciosa comida antes de irse a pasear con su esposo.

La mamá de Tsuyu terminaba de tomarle fotos a sus tres hijos con vista al dragón antes de irse a recorrer la escuela y dejar a su hija mayor trabajar, también Habuko fue incluida en algunas fotos, diciéndole a su mejor amiga que se veía hermosa con su vestuario.

Así, el lugar se fue vaciando de invitados, quedando puramente los profesionales y clientes.

–Tus alumnos sí que hacen un buen trabajo, All Might. –El héroe con temática de ninja miró al susodicho, quien sólo atino a rascarse la nuca.

–Cierto. Tal vez esto no tenga con volverse héroes, pero les enseña muy bien cómo atender las cosas con rapidez. –La dragona miraba como un cliente reclamaba por algo de su pedido, donde un pequeño chico con extraña cabellera de bolas moradas se disculpaba.

–E incluso el cómo plantearse de usar sus quirks. –Hawks sonrió al ver a Tokoyami usar a Dark Shadow para planear desde las primeras mesas hasta la cocina, gracias a su capa oscura. –Hace rato un chico se balanceo sobre mi como si fuese Spider-Man. Sólo le faltó volar un auto con su rayo láser. –Sus compañeros lo miraron extrañados. –Oh, vamos. ¿No han visto esa escena hecha meme? Es divertida.

–Cambiando de tema. –El ex No. 1 carraspeó, llamando la atención de los demás. –Les sugiero que vayamos a pasear, aún quedan cosas para ver. Podremos volver después a probar la comida de la tarde, es deliciosa.

–Apoyo a All Might, Midnight dijo que la comida de estos chicos era deliciosa. Si el desayuno lo estuvo, no quiero imaginarme como lo estará el almuerzo. –Exclamó Crust sonriendo.

–Deberías dejar de juntarte tanto con Fat, Crust. Te está incitando a comer mucho. –Se burló la coneja, levantándose de su lugar, siendo imitada por los demás.

–Fat Gum tiene buen gusto para la comida, he de admitir.

–Te creemos.

Los meseros se detuvieron un momento de lo que estaban haciendo, realizando una reverencia al irse, continuando cuando el de apariencia de lavadora, el cual fue el último, salió.

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En su media hora libre, los chicos de la clase 1A fueron a buscar a sus familias, estando junto a ellos todo lo que se pudieron permitir antes de tener que volver a trabajar, y aunque Katsuki había intentado escapar, su madre lo había atrapado, llevándolo por todos lados.

Cuando se acabó el tiempo, regresaron al gimnasio, volviendo a apartar el mismo número de mesas que serían exclusivas de los invitados, pero aun atendiendo a los demás comensales mientras la gente llegaba.

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Llegaron a los dormitorios totalmente rendidos, apenas y pudiendo subir a los ascensores para ir a sus pisos.

–Ya sólo queda un día mas y acabaremos. –Ojirou se dejó caer en el sofá, su cola quedó colgando de este.

–Se supone que la Golden Week es para descansar de la escuela. –Shouji se sentó a su lado, cerrando los ojos completamente cansado. Sus brazos le dolían demasiado, ya que cargaba varias bandejas con estos.

–Al menos pude ver a mis padres, a decir verdad, ya los extrañaba. –Los que estaban en la sala asintieron ante las palabras de Eijirou.

–Un día y se acabó. –Fue el pensamiento de todos, cayendo completamente rendidos a la hora de irse a dormir.

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Día cinco, viernes: Fin de la tortura.

Al día siguiente, parecía que no se la acababan, no sólo tenían de clientes a sus invitados, a los primeros diez héroes, profesores y estudiantes de la Yuuei, ahora se les sumaban más héroes profesionales y civiles que la escuela había invitado justamente para darle cierre al festival, estos últimos por medio de un sorteo y verificando todo tipo de información para asegurarse que no fuesen enemigos infiltrados y les dieran problemas.

Por el exceso de gente, tuvieron que poner más mesas, teniendo cuidado de que no chocaran con otras, pero la mayoría del tiempo tenían que estarse desplazando por los aires o las orillas.

Una chica de cabello negro y ojos marrones, trayendo puesto un vestido rojo, entró, siendo llevada a la barra del bar por Iida, diciéndole que volvería en unos minutos para tomar su orden. La jovencita le sonrió, esperando pacientemente mientras miraba alrededor. Se encontró a Izuku atendiendo nerviosamente a una mesa llena de mujeres, por lo que sonrió con gracia. Siguió inspeccionando el lugar, topándose al hijo de Endeavor hablando con Tsuyu, la cual iba de camino a la cocina; cuando acabaron, ella siguió su recorrido, pasando cerca de Midoriya, a quien le sonrió dulcemente y, cuando llegó con el rubio que preparaba la comida, le sonrió de igual manera. La pelinegra arqueó una ceja, entre molesta y contenta, debido a su sonrisa maliciosa oculta debajo de la manga de su suéter.

–"Pero, ¿qué tenemos aquí?"

Al pasar las horas, se dio la voz que el director haría el cierre del festival a las seis de la tarde, por lo que, mientras más se acercaba la hora de cerrar, ya no estaban dejando entrar más gente al café, solamente atendiendo a los que quedaban dentro. Cuando acabaron de comer y les dieran las gracias por haberlos visitado, cerraron y se pusieron a limpiar todo.

–¡Por fin se acabó! –Gritó el Bakusquad.

–No festejen aún. Todavía tenemos que desmontar todo y dejar el gimnasio tal y como nos lo entregó Cementoss-sensei.

–¿Por qué eres tan aguafiestas, Iida? –Regresaron a su tarea de limpiar desmotivados.

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Despidieron a sus seres queridos en la entrada de la escuela, el director acababa de dar sus agradecimientos, tanto para los de primero, como todo a aquel que estuvo de alguna forma involucrado en la realización del festival, disculpándose de igual manera por no poder dejar que los alumnos pudiesen salir de las instalaciones para estar con sus familias.

Veían atentos como subían a los autobuses que los regresarían sanos y salvos a sus casas, escuchándose más despedidas y requerimientos por parte de los mayores hacia sus hijos, para después irse y que los jóvenes respiraran de alivio. Comenzaron a retirarse a los dormitorios.

–¿Mm? ¿Tsuyu-chan? –Ochako la observó al notar que se quedaba quieta en su lugar, ésta la miró. –¿No vienes? –Apuntó hacia donde la mayoría de su grupo caminaba.

–En un momento, me quedaré viendo las fotos que mi madre y Habuko-chan me mandaron-gero. –Le mostró su celular.

–Oh, de acuerdo. No tardes. –Le sonrió, trotando para alcanzar a los demás.

Sonrió al ver la imagen que su madre le había mandado, salía junto con ella, su padre, sus dos hermanos y Habuko, la foto se las tomó Tokoyami cuando pasó cerca de ellos y le pidieron el favor, poniéndola de fondo de pantalla, definitivamente atesoraría mucho esa semana, a pesar del cansancio.

–Rana, vámonos. –Levantó la vista, encontrándose a Bakugou junto a Midoriya y Todoroki.

–Kero. –Asintió, caminando hacia ellos para volver y poder descansar por fin de tantos días ajetreados, aunque al día siguiente aún tenían que seguir limpiando el gimnasio.

Una joven pelinegra los miraba interesada, siendo la última en salir del lugar hasta que las puertas se cerraron. Caminó un par de calles hasta llegar a un callejón, donde su lindo rostro comenzó a derretirse, al igual que su cuerpo, pero debajo quedando una rubia con ojos del mismo color que su cabello, con ojeras debajo de estos y una espeluznante sonrisa que hasta al más valiente le darían escalofríos, miraba a una chica tirada detrás de un contenedor de basura, siendo exactamente igual a como antes estaba, estando vestida con un uniforme estilo marinero, de suéter color crema y falda azul marino.

–A Shigaraki-kun le gustará lo que le tengo. –Se desnudó, quitándose el vestido rojo, pareciendo no importarle que alguien la viera, despojando a la joven inconsciente del uniforme para ponérselo, en la muñeca de la pelinegra había un pequeño corte reciente. –Muy mal de tu parte, Tsuyu-chan. Izuku-kun es mío. –Tomó su cuchillo y dejó caer un boleto sellado con una identificación propiedad de la joven en el suelo, yéndose de allí tranquilamente.


N/A: Hola! He vuelto! No se asusten, no me ha pasado nada... solo una operación de ojos de la cual no tienen que preocuparse, fue mas que nada estética y nada riesgosa. Lo malo, es que, a pesar de llevar algunos meses desde la operación, mis ojos se cansan bastante al estar tanto tiempo frente a la pantalla, una de las razones por las que tarde bastante en subir capitulo en ambos fics, pero al menos aquí les dejo este lindo capitulito bastante mas largo que el anterior. También escribi algo mas extenso sobre mis razones de no subir nada en mi wattpad hace unos días, pero nunca había hecho eso y me imagino que nadie lo leyó XD. En dado caso, estaré reportandome por allí en el caso de algo, por si gustan seguirme o simplemente ver que hay de nuevo en mi perfil, el cual es Akasekai, allí estamos a la orden de cualquier cosa.
Por cierto, hice un pequeño cambio en el prologo, cambie el tiempo de la relación de estos 4 lindos personajes, en vez de tres semanas, serán tres meses, ya que parece ser que me anticipe mucho en hacer que se les saliera lo precoz cuando lo inicie XD.

Aclaraciones:
Donki oote. Es la tienda que visitan para comprar los disfraces cuando van a rescatar a Bakugou, esta basada en una verdadera tienda llamada Don Quijote, también conocida como Donki ubicada en Japón. Es una tienda de descuentos, tal y como se le hace mención en el anime/manga y se supone que tiene muchos tipos de productos.

Agradecimientos:
aiwo175: Me encantan tus comentarios XD. No importa cuantas veces los lea, me matas de la risa XD. Pues bien, espero que este cap te gustase, no hubo muchas escenas subidas de tono entre los 4, pero si algunos pensamientos que van dando paso a mas cosas~
Leeyoo45: Aquí ta, perdón por la tardanza, espero que te guste XD
Alicia CR: Hola! Bienvenida, bienvenida... Espero que no te moleste mi tardanza con ambos fics, pero aquí esta por lo menos uno XD. Me hace feliz que te guste, en serio, y espero que te gustase el cap 3

Si aquí hay alguien del fic de Naruto como Alicia, ya medio saben ahora porque de mi tardanza, primero quería subir este capitulo de este fic debido a dos cosas: 1.- Ya quería acabarlo y de lo poco que avanzaba era el que mas rápido estaría listo y 2.- El de tan delicada como una flor tomara bastante tiempo ya que quiero abarcar bastante de un golpe y traerles un capitulo mucho mas largo que el anterior lleno de drama XD

Como dije antes, si gustan y tienen ganas, pueden buscarme en Wattpad como Akasekai, de vez en cuando voy a reportarme por allí, dado que por Fanfiction no puedo, pues allí me sera mas sencillo.

Por hoy es todo, espero que les gustase y perdonen cualquier error ortográfico, hasta la próxima y cuídense mucho, no salgan de casa a menos de que sea necesario y si lo hacen, tomen sus debidas precauciones.

Nos vemos n.n