Muy buenas, gente ¿Como han estado? ¿Como pasaron las fiestas? Espero que bien y para recibir el año como es debido les traigo el tercer capítulo de esta maravillosa historia que tan buena acogida tuvo. Muchas gracias a todos los que comentaron en los capítulos anteriores, gracias a sus reviews es que me esfuerzo más con estas historias, son mi pancito de cada día (?).
UchakoAra: Gracias por el comentario querida Uchako y si, la muerte de Zero y Yami estaba planeada desde el minuto 1 de la historia xD pero aun así me alegra que pienses tan bien de ellos y de su nivel de poder. No diré que tan poderosos eran en realidad en contraste con el canon actual (Yonkou o Almirante) pero creo que ya te habrás dado una idea. Espero disfrutes el capítulo.
Yoyo77:Muchas gracias por el cumplido e.e espero que este capítulo también te guste.
GodOfMemes: Acá vuelvo con el nuevo capítulo amigo, espero que te guste.
CrazyGirlSama: Seeeee Yami es, sin duda, un personaje genial; tome un poco de la madre de Saya de Higschool of the Dead a la hora de crearla, bella, amorosa y mortal. Una perfecta combinación ¿no crees? Creo que ya respondí lo demás en un PM pero si no lo hice la respuesta es sí, habrán más integrantes en la tripulación, tendrán que esperar para ver.
TheKeyOfAwesome: Me alegra que pienses eso de la historia amigo, en cuanto a la armada que acompañaba a Kitsuorenji la mayoría fue noqueada por el haki de Zero y los restantes acompañaron a Arno en busca de Yami, pero, al volver esta sana y sana, hice alusión a que los había derrotado sin mucha dificultad. Espero que eso haya respondido tus dudas y que disfrutes del capítulo.
NSoul 13: Me alegra que te haya gustado, he aquí la actualización, que la disfrutes.
SilversHaki: Gracias por el mensaje mi estimado Silver, espero que también disfrutes este capítulo. Lamentablemente este fic va para largo en capítulos y en tiempo xD así que espero que me tengas paciencia.
AshiAshi: Perdón, perdón. Estoy seguro de que todos querían saber más acerca de Zero y Yami, pero deberán esperar unos arcos más para ello, digamos que ambos fueron bastante importantes en su tiempo, cuando llegue el momento contare su historia.
Omnipresente: Gracias por el mensaje y si, Zarek la cago bastante ¿no? Ya verás lo que les tengo guardado. Espero que este capítulo también te guste.
FavidDreemurr: Me alegra que te guste, y si, Kitsuorenji los llevo al límite, pero no fue en vano. Disfruta el capítulo.
Dogtooth30: Gracias amigo Dog, me alegro que te haya gustado mi forma de escribir esta loca historia xD. Y si, habrá nuevos enemigos en esta historia, aunque déjame decirte que Zoro ya está muy OP en el canon, trataré de apegarme lo más posible a su personalidad y nivel de poder. Espero que te guste este capítulo.
Invitado: Sep, es una montaña rusa de emociones y los que vienen también serán bastante importantes, créeme.
Ni One Piece ni sus personajes me pertenecen
Los Únicos E Inigualables Reyes Pirata
Las heladas y feroces aguas del rio sacudían su cuerpo como si de un muñeco de trapo se tratara mientras que él esquivaba de forma milagrosa todas las rocas que había en el rio. Era profundo, demasiado, y él apenas sabia como nadar, pero debido a la turbulenta corriente no podía siquiera mantenerse a flote para reponer el oxígeno perdido en sus pulmones.
Violentas sacudidas y giros le hicieron perder completamente la orientación de donde estaba hasta que un mundo de dolor invadió su cuerpo, trayéndolo de nuevo a la realidad al chocar de espaldas contra una gran roca, logrando que soltara el objeto entre sus manos; la espada que le dio su padre. Zoro abrió los ojos con rapidez, ignorando el dolor en su espalda mientras volteaba el cuello, viendo como el arma era arrastrada fácilmente por la corriente.
No iba a perderla, su padre se la había encargado, no se permitiría deshonrarlo, así como así. Entonces, sin un ápice de duda, el Roronoa utilizo la roca con la que anteriormente había chocado como base, impulsándose con sus pies con fuerza en búsqueda de la katana, esquivando con agilidad, pero por centímetros las filosas rocas que sin duda harían mucho daño. Acorto la diferencia que los separaba bastante rápido pero aun había una leve diferencia entre ellos. Zoro nado con más fuerza, con toda la potencia que su pequeño cuerpo podía reunir, llegando a rozar la vaina del arma.
Estrecho los ojos mientras hacia un último esfuerzo, un último empujón hasta que finalmente logro conseguir el tan preciado objeto. Sin contar con que, lamentablemente, su victoria no duraría mucho pues, al momento de alzar la mirada, vio con horror como una gran roca se aproximaba rápidamente hacia él. Intento esquivarla, pero la corriente y la velocidad no jugaron a su favor antes de que su cabeza se estrellara fuertemente contra la formación rocosa y que la oscuridad lo devorara.
Time Skip
El grito del niño resonó por todo lo ancho y largo del bosque mientras este caía del puente de madera del que fue empujado. El cuerpo de Luffy se inundó de temor a medida que el agua del rio bajo él se acercaba, recordando con precisión el momento en el que un monstruo marino trato de devorarlo, costándole un brazo a Shanks en el proceso. Tenía miedo, no sabía qué hacer, y ahora para rematar, estaba solo. No sabía si el agua del rio tendría el mismo efecto que el agua del océano, pero si ese resultaba ser el caso estaba seguro de que moriría ahí.
Su cerebro trabajaba a toda marcha, intentando idear un plan para salvarse, pero, lamentablemente, el tiempo para pensar había terminado, pues, sin que él se diera cuenta, la distancia se había reducido con rapidez dando por terminado su recuerdo al momento de estrellarse fuertemente contra el agua, llegando a tocar el fondo del rio en unos segundos. Para su fortuna, el agua del rio no lo debilitaba tanto como el mar y, si bien la corriente no era demasiado fuerte, si podía ser arrastrado si se descuidaba, pues podía sentir la fuerza del agua arrastrándolo.
Con más adrenalina que instinto de supervivencia, la cabeza de Luffy salto a la superficie, logrando que sus pulmones se llenen de aire nuevamente mientras que con renovado vigor utilizo sus brazos para nadar hasta la orilla.
-Bueno…no fue… para tanto- jadeó pesadamente mientras trataba de calmar el pulso de su acelerado corazón- no importa que, conseguiré que Ace sea mi amigo- se prometió a si mismo sonriente.
Luffy se reincorporó con pereza, acomodándose su sombrero mientras miraba hacia todas las direcciones posibles, tratando de encontrar un camino para alcanzar al misterioso niño o, mínimamente, volver a la cabaña que compartía con los bandidos de las montañas.
Justo cuando estaba decidido a irse, vio un peculiar objeto a la lejanía; tenía forma rectangular, y por lo que podía divisar, era bastante largo y de color marrón. Invadido por pura curiosidad, decidió acercarse para ver de qué se trataba dándose cuenta, a medida que avanzaba, de que aquel objeto no era nada más ni nada menos que una espada enfundada, como la de Shanks.
Pensó en tomarla para sí o tal vez regalársela a Ace, quizá así él finalmente decidiera ser su amigo de ese modo. Pero cuando estuvo lo suficientemente cerca pudo ver con claridad como una mano embarrada sostenía firmemente la vaina del arma, alarmando de sobremanera al pequeño Luffy, quien corrió en dirección al herido. Sus pies se movieron de manera automática hacia el cuerpo tendido, quedando completamente horrorizado al momento de verlo; se trataba de un niño, solo unos pocos años mayor que él, acostado boca abajo en el fango, pero con un férreo agarre sobre el arma. Aunque, hablando con sinceridad, lo que más alarmo al niño fue que el cabello, normalmente verde del niño, estaba teñido de rojo producto de la sangre de una gran herida que tenía en la cabeza.
Luffy se quedó congelado, viendo fijamente lo que parecía ser el cadáver de un niño como él. Sintiendo el miedo inundar su cuerpo nuevamente, se preguntó que le había pasado y si a él le podía suceder algo parecido en esas montañas. Quería salir corriendo de ahí, pero en ese entonces noto la respiración del joven, casi imperceptible, pero estaba. Fue entonces donde Luffy lo decidió; tomo al joven como pudo y se dispuso a volver a la cabaña. Ambos vivirían
Time Skip
- ¿No crees que se ha demorado demasiado? Ya anocheció y Ace volvió hace mucho también- pregunto uno de los bandidos viendo hacia el horizonte.
-Probablemente este muerto-contesto el otro-aquí los débiles mueren-
-Espero que no, de lo contrario estaremos en problemas-
- ¿Temes a lo que Dadan diga? -preguntó de manera desinteresada el bandido
-Temo a lo que Garp diga- exclamo con notoria preocupación el otro.
Ambos comenzaron a charlar casi desinteresadamente hasta que un fuerte grito llamo su atención, horrorizando a los bandidos al momento de ver a Luffy corriendo a todo lo que dan sus piernas cargando el cuerpo ensangrentado de un niño.
- ¡¿Dónde está Dadan?!-grito el niño de goma con completa preocupación sin recibir siquiera respuesta por parte de los hombres en estado de shock. Sin perder el tiempo Luffy corrió hacia la cabaña, ignorando a todos hasta que finalmente encontró a la gran pelirroja- ¡Dadan, necesita ayuda! ¡Está sangrando mucho! –
- ¡¿Qué?! ¡¿Estás loco, niño?! ¡no puedo mantener otro parasito! –
- ¡Por favor! - grito de nuevo Luffy- ¡Si no lo ayudas, morirá! –
Dadan observo al pequeño Luffy, viendo como sus ojos se llenaban de lágrimas mientras sostenía a Zoro con todas las fuerzas que sus delgados brazos podían ejercer.
Sabía que no podía permitirse cuidar a nadie más, suficientes problemas tenían con su banda, y más aún luego de la inclusión de los mocosos. Pero si bien ella era una criminal no se iba a permitir que un pequeño muriera en su cabaña, quizás tener a los mocosos cerca la había ablandado.
-tsk, mocoso inservible- mascullo la jefa de los bandidos mientras tomaba delicadamente a Zoro- Magra, Dogra vengan conmigo- caminando hacia una habitación que regiría como enfermería, los bandidos dejaron solo a un lloroso Luffy quien no se despegaría de la puerta hasta nuevo aviso.
Time Skip
La noche se había terminado y, tal y como se había prometido, no se había despegado del niño inconsciente ni por un segundo luego de que Dadan terminara de atenderlo. Hablando del niño, él se encontraba descansando en un futón con una venda amarrada firmemente a su cabeza y con su espada descansando aun en su mano. Según Dadan, el niño recibió un fuerte golpe en la cabeza y que no sabía cómo carajos es que seguía vivo, pues la gran mayoría de personas morían luego de un golpe así, para su sorpresa, este no lo hizo y si bien tenía algunos hematomas recorriendo su cuerpo, determinó que no había ningún daño interno milagrosamente.
Tenía muchas preguntas; ¿Quién era? ¿Qué hacia allí? o mejor dicho ¿Qué le había pasado? ¿Quién lo había obligado o maltratado de esa forma? Las preguntas rondaban la mente de Luffy sin descanso, apenas notando como los ruidosos ronquidos del joven se detenían.
-Mmm… ¿Qué…me paso? – murmuro Zoro abriendo pesadamente sus ojos, viendo casi borrosamente al niño pelinegro frente a él- ¿Quién eres? –
-Yo soy Luffy- exclamo sonriente el pelinegro-Y estamos ehhhh en las montañas. Un gusto-dijo vigoroso, el pelinegro extendiendo su mano con una sonrisa radiante, provocando que el sudor se resbale por la nuca de Zoro debido a lo directo que era el joven, aunque aun así devolvió el saludo.
Sin darle el tiempo a presentarse el mismo, la puerta se abrió ruidosamente asustando a ambos niños mientras Zoro llevaba instintivamente su mano hacia la empuñadura del arma.
- ¡Era hora de que despertaras mocoso, esto no es un hotel! – grito la líder de los bandidos entrando con la menor discreción posible en la habitación- Veo que tus heridas no te mataron. Eres un hueso duro niño-exclamo nuevamente, haciendo que Zoro relaje su postura.
-Entonces ustedes me encontraron-murmuro nuevamente el peliverde-gracias por salvarme-
-El mocoso tiene el mérito, llego llorando como una niñita a que te salvaran de la muerte JAJAJAJAJA-se burló ruidosamente la gigante, sacándole una ligera sonrisa la peliverde, cosa que aumento al escuchar todas las excusas que daba el niño a su lado. Sin que ninguno pudiera darse cuenta, Dadan sonrió también.
-Oh casi lo olvido-exclamo Luffy parándose en seco-No me dijiste tu nombre-
Dadan dejo de reírse ante esto, le daba curiosidad saber si el niño había perdido la memoria después de semejante golpe, aunque también notaba cierto parecido con una persona, pero no podía recordar a quien.
-Mi nombre es Roronoa Zoro-
Eso fue como un balde de agua helada para Dadan; todo el mundo conoció a Roronoa Zero y su hermano, Roronoa Zoro, como dos de los espadachines más fuertes del planeta y también como dos de los líderes de varias familias nobles que servían a los tenryuubitos hasta que la guerra civil estallo. Supo que Zero había sobrevivido luego de ganar la batalla, pero nunca espero que se casara con alguna mujer, mucho menos que tuviera hijos.
Sin siquiera darse cuenta, la mujer retrocedió unos pasos hacia atrás, la presencia del niño no auguraba nada bueno; para empezar, era un calco al pie de la letra del original Roronoa Zoro, solo que con el pelo verde y si la situación había obligado al niño a escapar de su hogar o si intentaron asesinarlo podría apostar sus manos a que la marina había tenido algo que ver.
-Bien niño, ya que estas curado te quiero fuera de mi casa, no hacemos caridad aquí-exclamo cruzándose de brazos.
-Eh ¿Por qué? ¡No podemos dejarlo ir ahora! - grito Luffy apresuradamente
- ¡Son las reglas, si no puedes conseguir tu propia comida ni cuidarte a ti mismo puedes olvidarte de quedarte en estas montañas! -exclamo con furia- ¡muchos menos quedarse con nosotros!
-Puedo hacer eso- respondió tranquilamente el peliverde tomando la katana y saliendo rápidamente de la cama.
¡Espera mocoso! No puedes...- intento replicar, pero Luffy ya se le había adelantado.
-Siiiii, es hora de que te presente a todos, en especial a Ace. ¡Seremos grandes amigos! -grito el pelinegro corriendo detrás de un desorientado Zoro, dejando a Dadan con las palabras en la boca.
El tiempo paso bastante rápido para Zoro, como si una simple brisa se tratara. En ese tiempo sus heridas pudieron sanar casi a la perfección, siendo la herida en su cabeza la más severa de todas pues el golpe había afectado verdaderamente al niño, haciendo que perdiera por completo la capacidad de ubicarse, extraviándose incluso dentro de la cabaña de los bandidos. Este hecho obligo a Zoro a pasar la mayoría de su tiempo junto a Luffy, llevándolos a entablar una verdadera amistad a pesar de sus dispares personalidades.
Con el pasar del tiempo también conoció a Ace, quien lo recibió con la misma descortesía que a Luffy y, si bien al principio tenía ganas de destrozar al pelinegro, Luffy lo convenció de dejarlo pasar haciendo uso de su extraña filosofía de vida. Desde ese día comenzaría una larga persecución sobre Ace por parte de Luffy y Zoro, uno insistiendo con determinación para formar una amistad, y el otro con una infinita curiosidad de saber porque Luffy se esforzaba tanto por una persona tan poco grata como Ace, terminando siempre con las manos vacías.
Toda esta cercanía logro que Zoro reconozca a Luffy como un hermano, él buscaba la amistad y la unión, se notaba que era leal a sus amigos a diferencia de su hermano sanguíneo. Por otro lado, el constante rechazo de Ace hacia ellos logro hacerlo reflexionar sobre sí mismo, haciéndole entender que, si bien Zarek había elegido irse por su camino, tampoco fue un verdadero hermano para él. Pero, aun así, luego de todo lo ocurrido y todo el tiempo transcurrido, Zoro se negaba a perdonarlo, no después de todo lo que hizo.
El día comenzó temprano como cualquier otro y tanto Luffy como Zoro nuevamente se emprendieron en marcha tras Ace, quien ya les había sacado mucha ventaja adentrándose en el bosque. Zoro, como siempre, había tomado la katana de su padre, llevándola consigo en todo momento, aunque solo la usara para cazar, pues él aun creía que era indigno de empuñarla.
Ambos niños corrieron rápidamente hacia el bosque, siguiendo la pista del pelinegro en todo momento, aunque no volvieron a verlo desde que entró debido a todos los árboles que había alrededor. Parecían haber corrido por horas y a Zoro le estaba costando trabajo seguir apegado al niño de goma, no por falta de condición, sino porque cualquier mínima distracción haría que se perdiera, y quien sabe cuánto tiempo tardaría en volver a casa, si es que lo hacía siquiera.
Finalmente, Luffy empezó a detenerse llegando a un gran claro donde daba el sol con todos sus rayos. Zoro se detuvo junto a Luffy, igual de sorprendido que él, pues aquel claro era en realidad una colina y frente a ellos había algo que jamás en su vida pensó ver; algo parecido a una ciudad de chatarra, la Gray Terminal. Quedo completamente anonadado, y como un niño que nuca había dejado su hogar este tipo de vistas en verdad cautivaba al joven Zoro.
- Espera un momento-Pensó para sí- ¡Luffy! - Zoro se volteó rápidamente, notando que Luffy ya no estaba a su lado- Mierda-
Era un día soleado en la Gray Terminal, unos bandidos acababan de cruzar la gran puerta que separaba el pueblo y el Reino de Goa del basurero de chatarra conocido como Gray Terminal. Paseando por el medio del camino, ambos bandidos reían cómicamente mientras uno de ellos sostenía una bolsa llena de dinero.
-Obtuvimos mucho dinero- dijo con una sonrisa maliciosa el hombre que sostenía el saco; iba vestido con una chaqueta purpura con mangas blancas abierta hasta el pecho, dejando ver sus pectorales, una espada y unos pantalones oscuros de los cuales se sostenía una espada. Su cabello rubio seco y su piel bronceada le daban cierto aspecto intimidador.
-Tal como Porchemy-san dijo. Ese comerciante avaro pago mucho cuando le dijimos que era un tesoro del Grand Line. Como se nota que ese hombre nunca estuvo en el mar- respondió su compañero; este vestía una camiseta verde con capucha, una gorra y pantalones amarillos. Su piel también contaba con cierto bronceado, pero no tan acentuado como su compañero junto con un conjunto de bigote y barba castaño oscuro-Aunque nosotros tampoco estuvimos ahí- comento antes de comenzar a carcajear nuevamente junto a su compañero. Ninguno noto como un niño de pecas y cabello oscuro los miraba fijamente.
Ace corrió unos cuantos kilómetros dentro del bosque con el botín de los bandidos entre sus manos hasta finalmente detenerse en la base de un gran árbol cubierto de vegetación. Pese a haber hecho una maratón, se lo veía bastante energético, incluso feliz.
- ¡Sabo! ¡Sabo! – grito el niño con la vista hacia arriba, en ese instante un niño con ropa fina y sombrero de copa apareció.
-Ace te tomaste tu tiempo-
-Si, lo lamento, estuve haciendo unos trabajos en la ciudad- respondió con una sonrisa.
-Ya veo, yo también-
Ambos contaron el botín conseguido con felicidad en sus rostros pues 5 años atrás ambos habían acordado ahorrar para comprar un barco y así zarpar hacia el mar, cumpliendo su sueño de explorar el mundo y convertirse en piratas respetados y temidos por igual. Dejar el East Blue y explorar lugares desconocidos para el mundo era muy emocionante para ellos, querían ser hombres libres.
- ¿Cuánto dinero se necesita para comprar un barco pirata? - preguntó Sabo contando uno de los últimos fajos y guardándolo en el escondite del árbol.
-No lo sé. Tal vez 10 o 100 millones, aun nos falta mucho-contesto Ace con tranquilidad, aunque bueno, esa tranquilidad se estaba por acabar.
- ¡¿Un barco pirata?!- La inconfundible voz de Luffy llamo más que su atención- ¡Chicos, ustedes también quieren ser piratas?! ¡Yo también! – exclamo feliz el castaño, tan feliz que no presto atención a los dos jóvenes que corrían con intenciones homicidas hacia él.
- ¡CALLATE! -gritaron ambos mientras golpeaban a Luffy en la cabeza.
-Así que ¿Este es el tal Luffy del que me hablaste? -Preguntó Sabo con los brazos cruzados y el ceño fruncido a un igualmente furioso Ace, ambos viendo al niño atado al árbol, este último solo sonreía como si la cosa no fuera con él.
-Eh ¿Le hablaste de mí? -Preguntó el niño de goma con una sonrisa
-Solo de lo molesto que eres-
- ¿Qué haremos? descubrió el escondite de nuestro tesoro. Seguramente se lo contara a otros-dijo Sabo con preocupación.
-Hay que matarlo- dijo Ace con frialdad, cosa que cayó como un balde de agua fría para Luffy.
-EHHHHHHHHHHHHHHH- el grito de Luffy resonó por todo lo ancho del bosque, incluso en la ciudad chatarrera donde alguien que no debería logro escucharlos.
Todo se había ido al carajo de la peor manera posible para ellos, primero el llorón de Luffy descubría no solo su secreto, sino también el lugar donde ambos guardaban su tesoro. Para empeorar las cosas no solo habían enfadado a Porchemy y a sus piratas al robarles todo el botín, sino que también se las habían ingeniado para capturar a Luffy que sin duda les soltaría todos sus secretos, no podían perder el tiempo.
Una vez que la amenaza había pasado tanto él como Sabo habían acordado dividir el tesoro y esconderlo en otro lugar, esperando que Luffy pudiera ser al menos lo suficientemente fuerte como para no contar todos sus planes ante el menor rasguño. Por suerte el bosque parecía estar despejado, permitiéndole transportar lo que quedaba de su tesoro hacia su nuevo escondite a 4 kilómetros adentrados al bosque. Ace corría con los brazos llenos de monedas y objetos de valor, orgulloso, pero casi arrepentido de portar tanta cantidad, sin embargo, no conto con que se llevaría una desagradable sorpresa.
-Ehhh mira hermano, parece que nos sacamos la lotería-exclamo una voz desconocida detrás de unos arbustos, lugar donde escondía su tesoro.
-Bluejam estará contento cuando le llevemos este tesoro-respondió una voz perezosa.
La desesperación atravesó el rostro de Ace como si una flecha se tratara, lanzándose contra los que sea que este metiendo las narices en su botín, cruzando el arbusto de un gran salto solo para ver como dos hombres levantaban una gran roca, lugar donde descansaban todos sus ahorros.
-Vaya, parece que tenemos un invitado-Exclamo con vos perezosa el otro hombre; este era bastante gordo, pero no por eso menos intimidante midiendo prácticamente 1,80 metros. Vestía solamente un par de pantalones blancos, unos zapatos negros y unos guantes sin dedos mientras que su torso estaba totalmente descubierto y su cabeza totalmente rapada. La persona que lo acompañaba era todo lo contrario, siendo bastante más alto y delgado. Este hombre portaba una camiseta gris manga larga la cual le quedaba bastante suelta, sus pantalones negros le quedaban tallas más grandes y calzado era inexistente. Su cabello oscuro era corto, pero daba cierta sensación de suciedad.
-No sé quiénes son, pero será mejor que salgan de aquí si saben lo que les conviene-exclamo con furia Ace mientras soltaba el botín en sus manos.
-Eh parece que este niño quiere quitarnos nuestro tesoro, no podemos dejar que lo haga Aram- exclamo el hombre más corpulento con genuina preocupación.
-Estoy de acuerdo Uram-respondió
- ¿Su tesoro? ¡Ese es mi tesoro y como no se alejen de él voy a patearles el trasero! –grito enojado antes de dar un gran salto, preparando sus puños para el festival que se daría con aquellos dos tontos, pero de un momento a otro, el tipo escuálido desapareció por completo de su visión antes de sentir un golpe en el estomago que lo envió rodando hacia el suelo.
No tuvo tiempo siquiera de ponerse de pie, cuando una patada al mentón, lo envió arrastrándose unos pocos metros hacia atrás. Esta vez logro pararse, pero nuevamente un golpe en el rostro lo envió unos metros hacia su derecha antes de que un aluvión de golpes cegadores bloquease su visión. No eran muy fuertes como para derribarlo, pero si lo suficiente como para aturdirlo si se descuidaba así que, con esto en mente, Ace dio un gran salto hacia arriba esperando despistar a su enemigo sin contar con que este último aparecería como por arte de magia frente a él, enviándolo al suelo de un solo puñetazo.
Ace gruño de frustración, quería acabar con estos tipos, pero al parecer no eran tan débiles como él pensaba. Su momento de reflexión se vio interrumpido por un gigantesco puño dirigiéndose en su dirección dándose cuenta de la amarga realidad; Perdió. Todo su esfuerzo a la basura.
-Ittoryu-una voz bastante conocida resonó por sus orejas y en un rápido movimiento Zoro había desenvainado su katana, cortando el torso de Uram y provocando que este se desmayara del dolor
- ¡Hermano! - grito con desesperación Aram antes de saltar con furia hacia Zoro, quien solo le daba la espalda- ¡Pagaras por lo que hiciste mocoso!
- ¡Zoro! – Ace grito, tratando de que el niño se diera cuenta del peligro que le asechaba hasta que Sabo salto de la copa de uno los árboles, estrellando su tubería vieja en la cara del hombre delgado, dejándolo fuera de combate.
- ¡Sabo! Te lo agradezco, pero no necesitaba su ayuda-exclamo con una sonrisa engreída el pelinegro- ¿Que pasó? ¿Ya fueron a buscar el dinero? ¿Y qué hace él aquí? –
-No- respondió secamente Zoro mientras envainaba su arma-Sabo me lo conto todo-exclamo con extraña frialdad, antes de dirigirse hacia el pelinegro quien lo miraba con el ceño fruncido. De manera repentina, Zoro tomo al pelinegro por la camiseta con agresividad, haciéndolo retroceder unos pasos- ¡No pueden buscar su maldito tesoro porque nadie les ha dicho donde esta! –
Ace abrió los ojos sorprendido, queriendo no creer lo que le estaban contando. Abrió la boca, pero solo un leve tartamudeo salió de ella, estaba completamente en shock.
- ¡Debemos hacer algo! – casi grito el rubio- Si no les ha dicho nada seguramente lo estén torturando. Si esto sigue así…-
Ace sin embargo no respondió, no podía creerlo. La persona que tanto repudio, la que tanto alejo de sí estaba arriesgando la vida por su secreto y, más importante, su sueño.
La cabaña era un lugar sucio y vacío, con solamente un par de antorchas para iluminar el interior. En el medio de la sala una cuerda atada a una viga sostenía el moribundo cuerpo de un niño pequeño.
¡PUM!
El golpe de Porchemy sacudió el cuerpo de Luffy como si de una bolsa de boxeo se tratase, sin embargo, Luffy no grito ni lloro ni se quejó, no para mostrar su valentía o fortaleza sino porque ya ni siquiera tenía energías para eso
-Maldito… ¡Habla de una vez! – grito con furia el hombre de cabello largo antes de descargar un mortal aluvión de golpes sobre el maltrecho cuerpo de Luffy.
-Porchemy-san no funcionará- exclamo algo cohibido el bandido de pelo rubio-ni siquiera puede gritar. No creo que vaya a hablar y, además, ya no quiero ver esto. Por favor tenga algo de…-una patada al rostro termino con las quejas del hombre, quien caía con fuerza al suelo arrastrándose unos metros hasta chocar contra una pared.
-Si tienes tiempo de hablar mejor ve a buscar a Ace y Sabo-exclamo el gigante entre jadeos de cansancio-Nuestras vidas corren peligro. Ya se ha hecho muy tarde para pagarle al capitán Bluejam-escupió antes de volverse hacia el semiconsciente Luffy- ¡Habla! – grita Porchemy golpeando brutalmente a Luffy- ¡Habla! – otro golpe más - ¡Habla! –
- ¡No lo haré! -grito el pelinegro sollozando- ¡No lo haré! - resistiendo las lágrimas- ¡No lo haré! –
Porchemy detiene sus golpes para alivio de Luffy y de sus propios hombres allí presentes mientras observa fríamente al niño frente a él. El silencio inundo la cabaña y la tensión aumentaba con cada segundo que Porchemy se postraba frente a Luffy.
-Bien-dijo finalmente el albino mientras se quitaba los guantes con púas que había utilizado solo para luego tomar su gran espada y caminar lentamente hacia el agonizante Luffy, arrastrando el filo metálico por el suelo. Se postró nuevamente ante Luffy, analizándolo con frialdad y en silencio. Sin que él lo supiera, cada hombre en la cabaña mantenía la respiración- Muere- ordenó mientras balanceaba su arma, lista para tomar la vida de un pequeño niño.
De repente, una de las paredes del lugar fue completamente destruida. Nadie podía entender que acababa de suceder hasta que, de entre la nube de polvo y escombro, tres siluetas parecieron emerger.
- ¡DETENTE! -
Uf realmente me tarde esta vez ¿no? Lamento la espera. Bien amigos, así termina el capítulo, espero que les haya gustado. Ya saben que pueden dejar su opinión, critica o duda en los reviews y con gusto los leeré y responderé lo mejor que pueda.
Debo confesar que este ha sido el capitulo que más me ha costado escribir, ya sea por pereza o falta de inspiración ya que tuve que volver a ver el arco del pasado de Luffy para desarrollar bien este capítulo (y ni hablar de lo que me costo editarlo) como sea, espero que lo disfruten.
Finalmente me gustaría desearles un buen comienzo de año (yep, en marzo) espero que todas sus metas y objetivos se cumplan :D
Por mi parte me despido que son literalmente las 3 de la mañana en Argentina y necesito pegar el ojo un poco.
Les deseo una buena mañana, tarde o noche. Nos vemos en la próxima!
