Ni la historia ni los personajes me pertenecen.
Capítulo 25
Mierda.
Eso fue todo lo que Sakura pensó antes que la rabia se hiciera cargo, amortiguando el miedo.
—Eres un hijo de…
Sasuke salió disparado de su lado, estrellándose contra Danzo primero. Danzo golpeó la viga de cemento, riendo mientras Sasuke le agarró por el cuello y lo levantó del suelo. Inafectado por las habilidades de Danzo, Sasuke puso sus manos sobre las de él.
—¿Así es cómo saludas a tus hermanos? —preguntó Danzo, agarrando las manos de Sasuke— No es muy educado.
—No tienes ni idea de cuánto tiempo he querido matarte —Sasuke estrelló nuevamente su espalda— Cuanto he ansiado escuchar tus gritos.
—Oh —Rió Danzo— ¿Es porque tú pequeña Nephilim prefiere mi toque sobre el tuyo? Apuesto a que sí. Después de todo, mi marca estará con ella mucho tiempo después de que te hayas ido.
Sasuke le dio un puñetazo en la nariz. Sangre oscura escurrió a través del seductor rostro de Danzo.
—Voy a matarte. Lentamente —Otro golpe. Y luego otro que hizo que brotara más sangre— Pero antes de arrebatarte tu último aliento, te pondrás de rodillas y suplicarás a Sakura por su perdón. ¿Me entiendes?
A ella le gustó como sonó eso. Hubo un poseído gruñido brotando ella. Enojada de tener que perderse a Sasuke darle una paliza al alquitrán viviente de Danzo. Se dio la vuelta para empujar su espada en el pecho del poseído. Pero eso no fue lo que pasó. El esbirro se puso de pie, se estrelló contra ella y la hizo caer. Su espada se hundió en el hombro del poseído.
—Mierda —gruñó, lanzando al esbirro lejos, intentando dirigirse al poseído nuevamente. Pero el maldito esquivó su golpe y mordió su brazo— ¡Maldición, mordió mi brazo! —Aullando, retrocedió. La sangre manchó su brazo— ¡Jesús! Será mejor que no tengas rabia.
—Le gusta tu sabor —Se burló el esbirro— A mí también gustaría probar un poco… y no solo tu sangre.
Sakura volvió a caer, sacudiéndose por el dolor. El esbirro y el poseído la rodearon. Distraído por su grito, Sasuke perdió el control sobre Danzo, permitiendo que el otro caído lanzara un buen golpe. Sasuke se tambaleó hacia atrás mientras los dos forcejearon. Se obligó a concentrarse en su propia pelea, fue duro, pero lo hizo.
—Pequeña y linda Nephilim —susurró el esbirro. Cabello como hielo cayó sobre sus ojos— ¿Te gustaría dar un paseo por el lado oscuro?
—¿En serio? —dijo— ¿Es lo mejor que tienes?
El esbirro se burló.
—Ya estás prostituyéndote ahí fuera para los caídos. No debería esforzarme mucho para que tú separes las...
Ella salió disparada hacia adelante, girando a un lado y asestó su pie directo en su cara. La cabeza del esbirro cayó hacia atrás con fuerza.
—Ahí —dijo ella— mis piernas están extendidas. ¿Te gusta?
Dando alaridos, el rostro del esbirro se contorsionó con la boca amplia y abierta para luego lanzarse contra ella. Debía mantener a un esbirro vivo, así que cuando cayó debajo de él y hundió su espada en su estómago, sabía que él terminaría fuera de combate pronto. El esbirro cayó al suelo, retorciéndose y haciendo pequeños desagradables ruidos mientras la plata comenzaba a infectarlo. Ella se dio la vuelta, miró poseído cerca de la salida en una pequeña rampa. Se haría cargo de él después, antes echó una rápida mirada por encima del hombro.
Sasuke tenía a Danzo sobre su espalda, lanzando golpe tras golpe. Por lo que podía ver, el rostro de Danzo era casi irreconocible. Tal vez no necesitarían al esbirro después de todo.
—Oye —dijo en voz alta— ¿A dónde crees que vas?
El poseído rodeó la rampa. Ella cogió velocidad, saltando sobre la elevación de cemento. Golpeando al poseído en la espalda, ellos se estrellaron contra el pavimento. Rápidamente, Sakura lo rodó debajo de ella. Se sentó a horcadas en su cadera y elevó su espada.
—No debes morder y huir. Es de mala educación.
El poseído, intentó morderla de nuevo.
—¿Qué demonios pasa contigo y morder? —Ella hizo caer su mano, empujando su espada contra su pecho ésta vez— Hombre, será mejor que no empiece a echar espuma por la boca.
Colocándose sobre sus pies, se apresuró a regresar donde estaba el esbirro y la pelea de los ángeles caídos. Se preguntó si tendría que ir a tomar un trago después de ésta noche. Sasuke tenía ahora a Danzo en una llave de cabeza. Bien por él. La sangre corría como ríos por la cara burlona de Danzo, quien fue puesto de rodillas. Agarrando al esbirro por su cabello, Sakura le obligó a sentarse. Sus ojos se encontraron con Sasuke por un momento, y le guiñó un ojo. Sólo su labio estaba partido. De otro modo, su rostro luciría como normalmente lo hace: perfecto.
—Entonces, ¿mantenemos con vida a los dos? —preguntó ella colocando el borde filoso de su espada en la garganta del esbirro— Pueden ser útiles.
—Eso depende de ti, cariño —Sasuke apretó su brazo alrededor del cuello de Danzo— Pero éste no se quedará aquí.
—Sakura —gruñó Danzo— Tengo algo que decirte.
Cada célula de su cuerpo le exigió correr hasta allí y patearlo como basura, pero lo ignoró. Mirando hacia su cautivo, presionó la espada en él.
—¿Quién es el Nephilim alimentando la fama los Caídos?
—¿Qué? —Jadeo el esbirro, apretando su herida en el estómago.
—Me escuchaste. No me hagas preguntarte otra vez —Clavó sus dedos en su cabello, tirando de su cabeza hacia atrás— La segunda vez, no seré tan amable.
—Sakura, mírame —ordenó Danzo.
—Cállate —le dijo Sasuke.
El esbirro hizo otro sonido áspero de lamento.
—Prefiero... que cortes mi cabeza a ir en contra de él.
—¿Quién? ¿Ir en contra de quién? —exigió.
Danzo se burló.
—No va a decirte nada.
—Cállate —dijo Sakura, regresando al esbirro— Podemos hacer esto difícil o más difícil. Coopera conmigo y esa es la diferencia entre una muerte dolorosa y una muerte muy dolorosa.
Tomó poco convencerlo, y para cuando el esbirro comenzó a hablar, su garganta lucía como carne de hamburguesa, y ella ya había perdido la cuenta de las veces que Sasuke había golpeado a Danzo.
—De acuerdo. Está bien —exclamó el esbirro. Pequeñas burbujas de sangre formaban espuma en sus labios. Gracias a Dios que estaba empezando a hablar, porque era realmente asqueroso torturarlo— No sé quién es el Nephilim. ¡Espera! Espera —Se quedó sin aliento, mirando con ojos transparentes— Todo lo que sé es que es arrogante. Ha sido... ha estado reuniéndose con otros esbirros, buscando información. Terminó matando a la mitad de los esbirros después de que le entregaron la información.
Los ojos de Sakura se encontraron con los de Sasuke. La emoción burbujeaba en su interior. Estaban llegando a alguna parte.
—Por lo menos, ahora sabemos que es un hombre.
Sasuke arqueó una ceja.
—Sabíamos eso.
—Aguafiestas —murmuró, volviéndose hacia el esbirro— ¿Qué más sabes?
—Estúpido, jodido esbirro —gruñó Danzo.
—Estoy cada vez más cansado de tu boca —Sasuke parecía aburrido— Sigue así y te arrancaré la lengua.
—Pero no antes de que yo suplique por su perdón —preguntó Danzo. Escupió una bocanada de sangre— ¿Cierto?
—¿Así que este Nephilim ha estado matando a la mitad de sus contactos? —Cuando el siervo no contestó, ella lo sacudió. Él se estaba desvaneciendo. El veneno de la espada de plata funcionaba poco a poco— ¡Respóndeme!
—Sí —dijo con voz entrecortada— Él piensa que es... mejor que nosotros, pero la estúpida mierda no se da cuenta que está convertido —Una ronca, gutural risa se levantó a través del esbirro— Todo lo que he escuchado, es que es una cosa personal.
Sonaba como que podría ser Guy, excepto por la cosa personal. La arrogancia es el segundo nombre de Guy.
—¿Detalles?
El esbirro se echó a reír de nuevo.
—No conozco ninguno, pero... ese pedazo de mierda de allá probablemente sabe algo, maldito Caído.
No hay honor entre las criaturas del mal de los endemoniados. Ella casi se rió.
—¿Quiénes son los contactos que pasan la información?
Hubo una pausa, y el esbirro se estremeció.
—Madara.
—Cristo —murmuró Sakura.
Esto era peor de lo que había pensado en un principio.
—Eso es todo lo que sé —dijo el esbirro— ahora terminarlo.
Ella nunca había torturado un esbirro por información antes. Sasuke se había ocupado del último. Ella le lanzó una mirada inquisitiva. Él asintió con la cabeza.
—Muy bien, entonces, buenas noches.
Clavó la espada a través del pecho del esbirro. Hubo un grito, y entonces él ya no estaba.
—¿Cómo está el brazo? —preguntó Sasuke.
Ella hizo un gesto despectivo, restándole importancia a las marcas de mordida en su antebrazo.
—Viviré.
—¿Por qué no vienes aquí y me dejas darle un beso? —sugirió Danzo con una mirada lasciva.
Secándose las manos en sus pantalones, se acercó lentamente a las dos criaturas. El rostro de Danzo se tornó con ansiedad. Su lengua salió de entre sus labios ensangrentados. Sin detenerse, ella ignoró la mirada curiosa de Sasuke y pateó a Danzo entre las piernas.
—¡Maldita sea! —rugió Danzo, doblándose en cuanto Sasuke se lo permitió.
Sasuke se rió entre dientes.
—Esa es mi chica.
Sakura se arrodilló delante de Danzo, cuidando de mantenerse fuera de su alcance.
—Creo que la próxima vez usaré mi espada allí abajo.
Danzo rió con aspereza.
—Entonces, ¿Vamos a consumar nuestra relación?
La bilis se le subió a la garganta.
—Eres un enfermo.
—Y tu piel se sentirá como el cielo cuando te marque.
Ella no tuvo tiempo de reaccionar. Sasuke giró en torno a Danzo y lo golpeó secamente en la cara. Su rostro expresaba rabia mientras tiraba de la camisa de Danzo y lo empujaba hacia abajo. Esto continuó hasta que ella dio un paso adelante, poniendo una mano sobre Sasuke.
—Ya es suficiente —dijo en voz baja— Sé que puede probar que Guy nos está traicionando.
—Él no va a decirte nada. Danzo es la pequeña perra de Madara ahora —Se colocó detrás de Danzo, apretando sus brazos sobre su espalda— Créelo o no, pero es leal a Madara. Tengo curiosidad por saber cómo pasó.
—Oh, ya sabes cómo es Madara. Le pides un maldito favor y estás encadenado a él. Me consiguió hace unos cuatro años. No tengo que abandonarlo todavía —dijo Danzo, como si estuvieran discutiendo del clima y no estuviera sangrando por todo el lugar— Sabes cómo es eso, Sasuke. ¿Eh?
Sasuke se puso rígido. Sonriendo, Danzo miró a Sakura.
—Pero... tengo algo mejor que decirte.
—Si no me puedes decir quién está traicionando el Santuario, entonces no tienes nada que quiera escuchar.
Danzo se echó a reír.
—Eres tan ingenua. Es sexy.
Sus manos se cerraron en puños.
—Dime quién está traicionando el Santuario. ¿Es Guy?
—¿Guy? —Danzo intentó ponerse de pie, pero Sasuke apretó su agarre sobre su espalda un poco más— No sé quién mierda es y no me interesa. ¿Y por qué te importa, pequeña Sakura? Por lo que he escuchado, te han obligado a convivir con éste. —Hizo un gesto con la cabeza hacia atrás a Sasuke— ¿Metiéndote con el enemigo? Es deliciosamente cliché. No es la primera vez, pero ya sabes eso. Esa bonita rubia abrió sus piernas, también.
—No hables de Ino —escupió ella.
Otra risa ronca en forma de jadeo se le escapó.
—Dime, ¿valía la pena ser expulsada del Santuario por él?
La ira rompió a lo largo de su piel.
—No me han echado.
—Aún no —murmuró Danzo, levantando la cabeza para perforarla con los mismos ojos azules vibrantes que Sasuke tenía— ¿Es su polla tan buena que vale la pena perderlo todo?
—Eso es todo —gruñó Sasuke, poniendo a Danzo en pie. Miró a Sakura— Él no va a decir nada. ¿Quieres hacer los honores?
Parte de ella no quería nada más que empujar su espada profundamente en la garganta de Danzo, pero nunca habría otra oportunidad de capturar un Caído. Una pequeña llama de esperanza se encendió dentro de ella y sintió que podía hacerlo hablar. Y si sólo tenía que lidiar con sus insultos, podría vivir con eso.
—Dame unos minutos más —dijo ella, tomando una respiración profunda— ¿Sabes quién es el Nephilim, Danzo?
Sus labios ensangrentados se torcieron en una sonrisa.
—Sí. Tú también.
Sus ojos se entrecerraron.
—¿Entonces es Guy?
Danzo se burló.
—¿Qué te parece si hacemos un trato? Te diré quién es si dejas que te diga un secreto.
—Sakura —advirtió Sasuke. Sus poderosos músculos agrupados alrededor del cuello de Danzo, seguramente asfixiándolo— Esto no es sensato.
Tal vez no, pero a ella no podía importarle menos lo que fuera su secreto.
—Necesito algo que una a Guy con todos ustedes. Tus palabras no van a funcionar. Necesito pruebas.
—Claro. Puedo hacer eso por ti —dijo.
Apretó sus manos, y espero a que él continuara.
—Tienes que acercarte un poco más, cariño —El dolor y la ira se dibujó en su rostro cuando el brazo de Sasuke lo apretó—. Es un poco difícil hablar con... éste imbécil ahogándome.
—No te acerques más —advirtió Sasuke, mirando Danzo— Está tramando algo.
Sakura dio un cauteloso paso hacia adelante de todos modos.
—Él siempre está tramando algo.
Danzo se burló a través de la sangre.
—¿Sabes que he matado a todas las mujeres de cabello rosa y ojos verdes que me he encontrado en los últimos ocho años? Cientos. Y muy lentamente. Me recordaban a ti, cariño. Y todas, hasta la última, gritó pidiendo misericordia. Al igual que tú gritaste —Sus ojos se cerraron y gimió bajo en su garganta— Rogaron, y oí mendigar a cada una…
Moviéndose inhumanamente rápido, Sasuke giró en torno a Danzo y lo estrelló contra la viga de cemento.
—Cállate —gruñó— Cierra. La. Maldita. Boca. —Cada palabra marcada con un golpe brutal en la cara.
Sakura se sintió enferma con imágenes de mujeres sin rostro y sin nombre asaltándola. ¿Ese era el secreto de Danzo? Se dio cuenta de que no le daría ninguna información sobre Guy. Quería burlarse de ella con su crueldad y asquerosidad.
—Eso no es todo —jadeó Danzo. Una bocanada de sangre le corría por la barbilla— Me tiré…
Sus palabras fueron interrumpidas por un crujido repugnante. Todos estos años Sakura soñaba con el momento en que sería capaz de ver la vida pasar delante de los ojos de Danzo, pero cuando finalmente sucedió, se dio la vuelta. Sintió frío y calor al mismo tiempo. Las náuseas aumentaron considerablemente. Luego se hizo el silencio, y lo único que podía oír era el sonido de su propia respiración entrecortada. Segundos después, una llamarada de luz blanca intensa iluminó el garaje. Danzo ya no existía. Sus hombros se hundieron mientras sus palabras se reproducían. Unos fuertes brazos la rodearon, la hizo girarse y la apretó contra su pecho. Sakura echó la cabeza hacia atrás.
—¿Tú... tú crees que estaba diciendo la verdad?
Sasuke pasó una mano por su mejilla mientras miraba por encima de su cabeza. Él no contestó.
Sakura suspiró.
—Todas esas mujeres.
—No es tu culpa —dijo él, mirándola— Nada de lo que hizo Danzo es tu culpa.
Ella sabía que no lo era, pero no lo hacía más fácil de digerir.
—Supongo que debí haberte escuchado.
Sasuke se rió, pero sin humor.
—Eres Sakura. No esperaba que me escucharas, pero me gustaría que lo hicieras. —Se inclinó, y rozó sus labios sobre su frente—. Por lo menos no fue una pérdida total. Danzo está muerto, y la información que el esbirro proporcionó puede resultar valiosa. Y ahora sabemos que es Madara quien está moviendo los hilos. Eso es algo.
—Maldición. Sé que Danzo sabía quién era.
—Él nunca te lo hubiera dicho aunque quisiera. Muchos prefieren hacer frente a una eternidad en el infierno que traicionar a Madara. —Sasuke besó la coronilla de su cabeza mientras estrechaba su mano, entrelazando sus dedos con los de ella—. Es tarde, vamos.
Ella se dejó llevar, pero no podía dejar de mirar hacia atrás. Un punto negro quemó la viga de cemento en la que Danzo había sido estrellado, el único recuerdo del ángel caído. Temblando, pensó en las mujeres, y en cómo ella habría sido una de ellas si no hubiera sido por Sasuke hace tantos años.
