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Solo escuchaba el ruido de sus tacones en medio de todo ese pasillo vacío, acababa de defender una ley para ayudar a los elfos y no podía evitar sentir la satisfacción de saber que había hecho algo bien, pero a pesar de seguir con su vida, aun iba a ver a sus hijos todos los días, la mayoría de las veces en la noche cuando lograba escapar temprano de su trabajo, las otras veces era a la hora de la comida.
Pero aquel día, a pesar de que todo iba bien, a pesar de que había hecho un gran proceso, aun así no tenía tiempo de ir a reunirse con sus hijos a tener una agradable comida, tenía que reunirse con algunas personas, revisaba su reloj una y otra vez pensando que podría estar con sus hijos, se apareció cerca del restaurante y camino rápidamente hacia este.
La chica que la recibió había sido amable en todo momento, la llevo a la mesa reservada, había llegado temprano, tomo asiento, saco algunos papeles mientras llegaban sus acompañantes, siguió leyendo, firmo algunos, subrayo otros, volvió a mirar su reloj.
—Por Merlín, están retrasados— susurro, aguardo todo y espero por otros 10 minutos.
Cuando el tiempo paso se levantó, se estaba yendo cuando escucho su voz.
— ¿Granger?
La había visto desde que había llegado, la siguió con la mirada, siempre la veía, siempre se veían, el trataba de ir en la mañanas a desayunar con sus hijos y si no podía, mandaba una lechuza avisando que no podía presentarse pero que se presentaría a la hora de la comida, y cuando lo hacía se quedaba hasta la hora de la cena, conversando con sus hijos, descubriendo todo lo que su yo del futuro se había perdido.
Cuando ella llegaba, sabía que estaba incomoda con su presencia, no sabía el por qué pero se lo imaginaba, no debía ser fácil saber que serias esposa del hombre que te trato horrible durante la mayor parte de tu vida. Pero a pesar de eso siempre se trataban con respeto.
—Malfoy— volteo a verlo, estaba de pie observándola
— ¿Te gustaría acompañarme a comer?— pregunto señalando una silla enfrente de él.
No lo pensó mucho, acepto con una tímida sonrisa. Él quiso ayudarle con la silla pero no lo hizo, en su lugar espero de pie mientras ella se sentaba para después el tomar asiento.
—No pensé verte aquí— comento mientras dejaba sus cosas detrás de ella —Pensé que estarías con los chicos, supe que no pudiste ir hoy al desayuno— lo observo
—Cassi te dijo, ¿verdad?— pregunto con una sonrisa
Hermione asistió —Sí, verte aquí me ha causado curiosidad ¿Por qué no fuiste con los chicos a comer? — esta vez pregunto ella mientras veía el menú
—Bueno hoy en la mañana tenia junta en la empresa, nada realmente importante, pero no podía faltar, y en este momento debía reunirme con unos inversionistas pero tuvieron contratiempos así que me cancelaron— comento de igual forma viendo el menú
—Entonces hemos tenido los dos el día ocupado— dijo Hermione cerrando el menú y señalo lo que quería comer
—Supongo que tenías cosas que hacer en el ministerio— respondió Draco de igual forma señalando lo que quería al mesero.
—Sí, toda la mañana estuve defendiendo una ley para los elfos domésticos y hoy de igual forma me debía de reunir con algunas personas que Kingsley quería que conociera— sonrió con cansancio volteando a ver la puerta — pero no llegaron
«Supongo que es mi día de suerte» pensó Draco mientras la escuchaba hablar
« ¿Será que es el momento?» pensó Hermione «bueno que puedo perder» volvió a pensar
— ¿Sabes? Desde que llegaron los niños, no hemos tenido la oportunidad de hablar sobre todo esto que ha pasado— Hermione hablo despacio, Draco se acomodó en su asiento y asistió.
—Desde el principio quería preguntarte ¿Cómo te sientes con todo lo que esta pasando? ¿Con los niños? ¿Con nosotros?— pregunto tímida viendo los cubiertos de la mesa
«Vaya» pensó Draco con cierta sorpresa
«Abre hecho bien» pensó Hermione «Tal vez no debí preguntar»
—Bueno… no es algo con lo que estés preparado, no te negare que me causó sorpresa, al principio no sabía que pensar, todo era demasiado loco para ser cierto— se rasco la mejilla en incomodidad—pero ahora creo que es algo que deseo, mi yo que murió, los padres de estos chicos se han perdido tristemente de chicos maravillosos y tener esta oportunidad… —Aguardo silencio, bajo la vista a sus manos, sabía que Hermione lo miraba atentamente
—No es el futuro que me imagine, ni de cerca pero es el que quiero y el que ahora deseo— la miro, ella no supo por qué pero se conmovió —aquel día cuando nos contaron lo que les había pasado… regrese a casa tarde, fui directo a la biblioteca tratando de comprender, de buscar soluciones, estaba molesto, casi destruyo la biblioteca, cuando mi mamá envió a un elfo con una bandeja de comida— sonrió, estaba siendo demasiado sincero con ella
—Me sorprendió y agradecí el gesto de mi madre pero agradecí más el de ese pequeño elfo porque él me dio la respuesta que no aceptaba reconocer—comento
— ¿Qué le preguntaste?—Hermione pregunto al ver que ya no respondía, durante ese tiempo que hablo, aguardo silencio y dejo que cada palabra le sorprendiera, no imaginaba que ese hombre que le había hecho tanto daño durante toda su niñez ahora le permitiera ver más franqueza de la que podría ser creíble, no en él.
—Le pregunte ¿Qué debía hacer para salvar a mi hija?— la miro intensamente que ella no pudo despegar la mirada de él.
— ¿Qué te dijo?
—El amor es la respuesta y la causa de todo— sonrió —me costó trabajo entender realmente su respuesta, no podía dejar de pensar ¿Cómo el amor va ser la solución?, no fue hasta que empecé a compartir con ustedes las cenas y las comidas cuando entendí lo que mi yo hizo y lo que estoy dispuesto hacer— no dejaba de verla, sentía su corazón latir y no sabía si estaba haciendo lo correcto al confesar todo eso.
—No me amas Draco— dijo ella bajando la mirada
—Tampoco eh dicho que no me gustes Hermione— le sonrió con cariño
Ella no supo por qué pero se sonrojo —No te estoy pidiendo nada aun, solo quiero que empecemos a conocernos
Hermione bebió un poco de su vaso de agua—No quiero algo impulsado por una obligación, quiero algo sincero y verdadero— Miraba su plato a medio comer —Amo a mis hijos, no sé como pero me enamore de ellos, al igual que tu deseo tenerlos pero no puedo ser una mentirosa y decirte que me gustas cuando la verdad no sé cómo verte pero tampoco no quiero intentarlo— hablo con la voz entrecortada
—No hay noche que no me pregunte como nos enamoramos, que tanto nos amábamos para estar juntos y formar una familia, que tanto que estábamos dispuestos a dar la vida por el otro y esta este sentimiento de querer averiguarlo pero no dejo de pensar que todo puede estar influenciado por la llegada de nuestros hijos— lo miro y el noto el esfuerzo que hacía por no llorar.
El estiro su mano y tomo la de ella, la apretó y la acaricio —Tengo miedo—soltó ella en un leve susurro que él pudo escuchar
—y yo, y yo también Hermione— susurro en el dorso de la mano de ella en un suave beso— pero no importa si debo instalar el mismo infierno en la tierra para conquistarte o si debo luchar mil batallas pero te voy a conquistar y te aseguro que seré yo el que más te va amar
Tal vez no era el mejor lugar para tener este tipo de conversación, tal vez no era momento de confesar que realmente la amaba mucho antes de que sus hijos llegaran, tal vez era una locura lo que decía pero saber que había un futuro con la mujer que amaba no podía evitar abrazar ese cielo, esa oportunidad que ni de loco iba a dejar pasar.
