Sexto capitulo reeditado, no cualquiera puede decir eso ¿eh?

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Capítulo 6: El pasado de una raza

Mi cerebro empieza a recomponerse, es como si hubiera estado dando vueltas por uno o dos minutos sin parar. Trato de pensar en lo que ha ocurrido. La Princesa Celestia me ha tele-transportado, cosa a la que no estoy ni remotamente acostumbrado.

Miro el lugar donde estoy, parece una especie de sótano, no está en malas condiciones y la iluminación es aceptable. No sé cuánto tiempo pasa, incluso llego a creer que tal vez me van a dejar aquí encerrado para siempre, al menos hasta que veo un flash rápido en el centro de la habitación.

Juaxen – interesante

– es bueno saber que no eres realmente hostil.

Me giro para poder observar a mi interlocutor sé que la he visto hace unos minutos en casa de Fluttershy, pero es especialmente asombroso el verla directamente sin temor a ser asesinado por su hermana.

Juaxen – Bueno, podría decir que no tengo razones para serlo.

Ella sonríe débilmente, no parece interesada en continuar una conversación que no nos llevará a ningún lado.

Celestia – Debo ser franca contigo, humano, lamentablemente tu presencia en este mundo no es ni será algo normal. Debes volver a tu dimensión.

Lo sabía, no es tan sencillo. En algún lado de mi mente sabía que no podría quedarme aunque quisiera.

Juaxen – Lo sé, no iba a ser tan fácil. Soy Juaxen, por cierto.

Celestia – Lo lamento, me presento, soy la Princesa Celestia de Ecuestria, Twiligth Sparkle me ha explicado tu situación. Pero no creo que debas seguir en un mundo distinto al tuyo. Muchas cosas pueden salir mal, quiero decir, ni siquiera soy consciente de todos los posibles problemas que ha traído mi magia en tu cuerpo.

Ella se ve apenada, tiene razones para estarlo. Si tan solo su magia hubiera sido más agresiva, como la de Luna, muy probablemente mi cuerpo se hubiera desintegrado a medio viaje, o en caso de que no, ¿Quién sabe los efectos adversos? ¿Podría desarrollar cáncer por someterme a la magia?

Juaxen – creo que lo entiendo.

Celestia – Intentaremos enviarte a tu mundo mañana por la mañana, mientras tanto, supongo que tendrás muchas preguntas.

Ella parece genuinamente interesada en explicarme lo que quiera saber, podría preguntar muchas cosas, pero por ahora…

Juaxen – En ese caso, ¿podría explicarme por qué… la otra pony me ha atacado?

Dejo mis palabras volando un poco, no puedo arriesgarme a que Celestia se empiece a hacer ideas erróneas. Ella me mira ligeramente antes de bajar la cabeza con cierta pena.

Celestia – lamento eso, de verdad. Mi hermana, la princesa Luna, ha tenido una vida difícil recientemente. Pero el odio que te tiene nació hace poco menos de dos mil años atrás.

Flashback

En aquel entonces, los unicornios, Pegasos y ponys decidieron unirse para formar Ecuestria y de esa forma mi hermana y yo nos habíamos convertido en las princesas gobernábamos todo el reino desde el Castillo de las Hermanas. Lo recuerdo perfectamente, ese día uno de los guardias había entrado bastante agitado.

Guardia – Mis señoras. Hay… eh… no sé qué sean pero son cientos de ellos.

Se veía asustado, como si hubiese visto algo que no era de este mundo.

Luna - ¿será un ataque?

Celestia – Lo dudo.

Para cuando llegamos a las afueras del palacio los vimos, eran como tú, cientos de seres parecidos a los simios, al principio solo se limitaron a observarnos, pero luego apareció el líder, un ser de melena y barba enmarañadas y largas, su piel estaba llena de heridas, y apenas cubierta por lo que en su momento fueron telas finas. Su nombre era Xavier.

Xavier – sus majestades. El pueblo Hui-ma-n pide asilo para reponerse de nuestras heridas de guerra… Por favor.

Era al menos extraño, llegar tan de repente no era buena señal, planeábamos rechazarlos amablemente, pero entonces nos ofrecieron un trato que difícilmente podríamos rechazar.

Xavier – Aun tenemos algunos tesoros, algunos son incluso más que solo baratijas, por favor, denles un vistazo.

Había un poco de todo: joyas extrañas, metales de propiedades mágicas, pero lo que más nos interesó fueron seis piezas. Los elementos de la armonía.

Xavier – ah, veo que eso le interesa, su majestad, estos son nuestras posesiones más valiosas, los elementos de la armonía, permiten detener y derrotar a criaturas mágicas que en combate serían invencibles, al menos a la mayoría.

Luna – no creo que deban ofrecernos esto.

Xavier – en casos desesperados, los Hui-ma-n debemos confiar en cualquiera medianamente decente, su majestad.

Luna y yo lo pensamos mucho, pero al final decidimos aceptar. Pronto habríamos por tener una relación estrecha con ellos, ayudaban en lo que podían a Ecuestria, no puedo negarlo, algunos estaban interesados en… la hibridación, incluso Luna tuvo su respectivo romance con un general Hui-ma-n, unos cien años después de que aparecieran. Pero lamentablemente, las cosas cambiaron.

Los generales Hui-ma-n empezaron a mostrarse evasivos, y no tuve más remedio que confrontar a Amadeus, el Hui-ma-n del que Luna se había enamorado.

Celestia – Amadeus, sé que no es fácil, pero debes decirme qué está pasando.

Amadeus - Evito hacerlo para no tener que lidiar con lo que Luna sé que va a hacer.

Celestia – Amadeus, sabes que tu padre estuvo bajo mi orden directa, y necesito que me digas exactamente qué es lo que sabes.

Él era necio, pero tenía buen corazón, por lo que me llevó a ver a los demás generales en secreto, asegurándose que Luna ni nadie pudieran escucharnos.

Mohamed – Muy bien, te explicaremos diez semanas de juntas en una sola frase, tres palabras: estamos demasiado jodidos.

Arthur – No necesariamente.

Mohamed – no lo matamos en las Badlands antes, ¿quieres que lo frenemos justo ahora que apenas nos enteramos que aún sigue por ahí?

Frederick – basta. Aún no hemos explicado nada, y lo mejor será que lo hagamos ahora.

Ellos me explicaron de la existencia de un monstruo capaz de destruir todo el mundo, mismo que atacó su antigua aldea, lo habían frenado en las Badlands, al sur de Ecuestria, me explicaron que lograba soportar incluso el poder de los elementos de la armonía; además del hecho de que iban a tener que ir a enfrentarlo.

Sugerí que les acompañara el ejército de Ecuestria, incluso pensé en aliarnos con otros reinos para poder hacerle frente a tal amenaza, pero ellos se negaron. Decían que el riesgo era muy alto, y que preferían hacerlo solos, para darnos el tiempo de prepararnos para pelear.

Habíamos formado un pequeño ejército de elite para la destrucción total de criaturas mágicas de alto nivel, mientras los Hui-ma-n hicieron creer a todos que se irían por su propia cuenta de Ecuestria, así que Amadeus provocó una fuerte pelea y Luna terminó por guardar mucho rencor para sí misma.

Fin del Flashback

Celestia – para cuando menos lo esperé, Luna quemó toda evidencia de los Hui-ma-n, incluso borró muchas memorias y creó recuerdos falsos que implantó en los ponys, de hecho, trató de crear la noche eterna para asegurarse que nadie fuese capaz de recordar nada de los Hui-ma-n, y guardó tanto odio para sí misma que se transformó en un ser que tuve que contener por mil años usando los Elementos de la Armonía y la Luna como una prisión.

Me explica mientras sus ojos sueltan fuertes lágrimas que me acerco a limpiar.

Celestia – lo siento, es solo que… creí que su odio se había apagado, pero me temo que incluso para ella es difícil pensar en el perdón.

Me pongo a pensar en esto que me ha contado y solo puedo comprender cada vez más el porqué es mejor que regrese a mi mundo.

Juaxen – lo entiendo… ¿Cuándo planean regresarme?

Celestia – mañana. Aunque no me gustaría que te fueses.

Le miro con cierta curiosidad, considerando que es la que más razones tiene para que me vaya, ya que mi presencia involucra que termine en mala posición delante de su pueblo y hermana.

Juaxen - ¿A qué se debe eso?

Celestia – Bueno, Fluttershy me explicó algo más en privado tu "situación", la razón real para que estés aquí.

Supongo que debía haberlo previsto, Celestia puede ser muy persuasiva, sin mencionar lo obvio, ella es la princesa.

Juaxen – ¿Es consciente de mis… antiguos métodos?

Ella solo suspira un poco antes de darme una mirada compasiva.

Celestia – Lo soy, pero no me parece que hayas hecho algo malo, a veces hacer algo de daño está bien si es por una buena causa.

Miro a la princesa con cierto cuidado ¿acaso ella…?

Celestia – no es nada de lo que piensas, Juaxen, mis súbditos son leales por su propia cuenta.

Suspiro ligeramente tras escuchar eso antes de que ella sonría un poco

Celestia – confío en que nunca has quitado una vida por placer, y que lo hiciste con el deseo de hacer de tu mundo un lugar mejor.

Agradezco el voto de confianza que ella me da, y por el resto de su visita solo charlamos un poco sobre temas más banales, aun así hay una pregunta en mi mente que no sé cómo responder: si me ganara la confianza de Luna ¿podría quedarme?

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Esperen el siguiente.