Nuevo capítulo, me tardé un par de semanas extra, pero fue porque realmente este me ha atorado. Como sea, Let's Read.
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Capítulo 30: Sueños y Deseos.Por un momento, la yegua logra recuperar el conocimiento sobre la barrera para insonorizar la habitación que había levantado hace un momento, volviéndola a levantar después de la petición de aquella criatura ante ella.
Princesa Luna - ¿A qué demonios te refieres?
Darkness – quiero información sobre Amadeus, eso es todo lo que quiero
Menciona mientras camina lentamente por la habitación mientras mira a la regente del mundo de los sueños con los orbes rojos en sus ojos.
Darkness – Considerando que planeas irte, necesito encontrar una manera de hacer que te quedes.
Dice logrando que la princesa muestre una terrible expresión de apatía e incluso unos pequeños tintes de decepción.
Princesa Luna - ¿Literalmente estás esperando a que te diga qué me gustó de Amadeus para que puedas encontrar una forma de enamorarme y hacer que me quede en Ecuestria?
La entidad no emula palabra alguna y permanece expectante de la yegua nocturna la cual solo le mira con una mezcla de sorpresa y decepción.
Princesa Luna – Definitivamente, no sé si solo eres un estúpido o eres un psicópata perfecto.
Dice antes de barajear la posibilidad de ignorarle y dormir.
Darkness – Considero que estás siendo egoísta con esta situación. El mundo ahora mismo necesita de tu presencia en Ecuestria para poder continuar.
Princesa Luna - ¿Egoísta?
Dice con un sobresalto antes de mirar a la criatura con cierta molestia mientras se incorpora, dejando de lado su cama.
Princesa Luna – Yo no soy egoísta. ¡Mi hermana lo es!
Dice logrando apenas detenerse de bajar la capa para insonorizar.
Princesa Luna - ¡Yo no fui quien dejo en libertad a Discord! ¡Yo no provoqué el Incidente Chrysalis! ¡Yo no incité a los pueblos a desertar!
Dice mientras lágrimas empiezan a brotar de sus ojos, mostrando un claro odio hacia la entidad; solo deteniéndose cuando nota la mirada fija de la misma, quien solo observa con un rostro impávido.
Darkness – No entiendo a qué te refieres.
Princesa Luna – Era obvio que no lo harías…
Dice con un suspiro pesado mientras se sienta en el suelo mirando el entramado de la textura de la alfombra.
Princesa Luna – Primero vienes aquí y traes a un monstruo que se llevó a mi único amor. Y luego vuelves con otro que se le parece.
Menciona logrando que la entidad finalmente hable.
Darkness – Amadeus, podía ver en su rostro que quería morir por proteger este mundo.
El rostro de la princesa se alza suavemente para dirigir su mirada hacia él.
Darkness – Debido a algo que me hizo al terminar la batalla, no recuerdo todo con detalle. Pero ese rostro, ese… amor por el mundo, es sin duda algo que no puedo olvidar.
Dice mirando a la yegua, la cual solo le mira con curiosidad.
Princesa Luna - ¿De qué estás hablando?
Darkness – Yo fui fabricado en un mundo donde las criaturas están obligadas a servir a un Dios. Zalgo fabricó a muchos como yo, y trató de conquistar un universo inaccesible. Solo yo sobreviví.
Dice mientras toma asiento en el suelo frente a la princesa nocturna.
Darkness – A medida que pasaron los años, me gané su confianza y me pidió dirigir un ataque a un universo más inofensivo, este.
Luna – Y fuiste derrotado.
Darkness – Nunca habría podido prevenir la fuerza de los Hui-ma-n solo con haberlos visto. Cada uno de ellos rebosaba en amor por este mundo y lo que en él habita. Pero Amadeus tenía uno bastante especial.
Menciona logrando que en su rostro, siempre inexpresivo, se dibuje una leve sonrisa.
Darkness – Amadeus me dio algo que me permitió entender los sentimientos de aquellas criaturas como él.
Luna - ¿Te dio algo?
La entidad le mira antes de juntar sus manos, empezando a hacer un poco de esfuerzo para que una luz blanca emerja de sus manos, creando una pequeña esfera brillante, de color blanco azulado, semejante al agua en gravedad cero.
Luna - ¿Q-qué es…?
Dice completamente sorprendida, levantándose del suelo y retrocediendo un poco.
Darkness – originalmente, tenía una forma más parecida a una perla. Pero supongo que pasar tanto tiempo en mi interior le cambió totalmente.
Dice mientras deja a la pony observar la esfera irregular.
Darkness – En el universo de Juaxen, la magia no existe, seres como yo solo pueden limitarse a ser sombras, entidades que no pueden hacer más que observar y oír en silencio.
Menciona guardando la esfera de regreso en sus palmas.
Darkness – Al principio, creí que podía simplemente esperar a que Abaddon recuperase sus fuerzas, pero lentamente perdí el interés, y me junté con los humanos de la Tierra.
Diciendo eso, la entidad inconscientemente lleva una de sus manos a su pecho.
Darkness – cada día que pasaba, cada mes, año, década y siglo, era un nuevo humano, veía sus vidas, oía sus pláticas. Todos ellos deseaban y soñaban, y por primera vez había visto lo que me hizo perder ante Amadeus. Él y los Hui-ma-n, soñaban, ansiaban algo que los hiciera felices.
Al decir eso, la entidad vuelve a su rostro frio e inexpresivo de siempre.
Darkness – Aún no lo entiendo adecuadamente, pero quiero creer que lo que Amadeus me dio, fue algo que me permitió empezar a entender los sueños y deseos de todos aquellos a los que me acercaba.
Su mirada se posa en la princesa de la noche mientras lentamente empieza a sentarse sobre sus piernas, quedando arrodillado ante esta.
Princesa Luna - ¿Qué…?
Darkness – El sueño de Juaxen Said es proteger a los habitantes de este mundo, hacer de este, un lugar en el que puedan estar a salvo incluso cuando él muera.
Menciona mientras le mira de forma seria, logrando que la princesa se muestre al menos un poco conmovida por lo que dice la entidad.
Princesa Luna – Yo…
La princesa suelta un fuerte suspiro antes de mirar a la criatura.
Princesa Luna – Ustedes deberán revisar adecuadamente a mis Hijos de la Noche, si están a salvo, trataré de posponer mi retirada de Ecuestria.
Dice mientras baja la capa de insonorización.
Princesa Luna – por ahora, largo de aquí, ya me has retrasado demasiado en mis deberes.
Darkness – Te agradezco tu comprensión.
Dice desapareciendo de la estancia al entrar en una sombra agazapada en una esquina, mientras la princesa nocturna solo mira aquella esquina mientras un leve dolor en el pecho se refugia en su pecho.
Princesa Luna – Algo que puede permitirle entender los sueños a esa cosa… Oh, Amadeus… ¿Qué más cosas me ocultaste?
Dice un poco para sí misma mientras se recuesta para comenzar a trabajar.
