CAPÍTULO 2
Sigrid se las había arreglado para ignorar el club de pociones por dos años (serían tres si no la hubieran castigado) pero ahora tenía que formar parte de algo que realmente no quería. Suficiente tenía con las responsabilidades de ser prefecta y prepararse para sus TIMOs, sacar tiempo para un club que no fuera de quidditch no le generaba ninguna reacción.
El jueves en la noche, después de cenar, se fue a vestir para ir al club. Había escuchado que no era necesario ir con el uniforme así que como no tenía aún excusa para ponerse su ropa de entrenamiento optó por ocupar algunas prendas para esa noche, un simple pantalón deportivo gris y un abrigo con capucha negro que tenía en el frente el escudo de Ravenclaw, al menos si iba a las mazmorras tenía aún que mostrar que estaba orgullosa de su casa. Tomó su libro de pociones, su cuaderno de anotaciones y una pluma, cruzó unas palabras de despedida con Amelia y salió a su nueva aventura.
Algo le decía que ir al club de pociones solo era la excusa perfecta para que el profesor Slughorn la invitara a ser parte de su grupo más selecto algo así como un club social, donde los estudiantes pasaban tiempo conociendo personas y comiendo rico, pero Sigrid no estaba dispuesta a ser parte de la colección de alguien más, aunque por castigo quizás tendría que acceder. Ahora el club escolar requería que el estudiante trabajara en un proyecto aparte de las clases y que al final del año le asignaban algunos puntos extras si lo terminaban con éxito, puntos extras que claramente ella no necesitaba porque de todas formas tomaba los TIMOs.
Un poco antes de girar al pasillo donde estaría el salón, paró abruptamente, los nervios se mostraron nuevamente, ni siquiera se percató que alguien venía atrás de ella hasta que lo sintió estrellarse contra su espalda, la persona la tomó de la cintura por reflejo, y aunque el contacto fue breve llenó de muchas sensaciones a Sigrid quien se giró inmediatamente para identificar a la persona, Severus Snape la estaba mirando de manera desaprobatoria con sus profundos ojos negros.
- ¿Puedes tener más cuidado? - Tenía 16 años, pero su voz ya era muy profunda. Sigrid se percató de la situación y salió de su pequeña ensoñación.
- Ah sí, perdón - Se hizo a un lado para que el chico siguiera su camino. Ni siquiera recordaba porque le había dado ese arrebato hasta que vio a alguien más pasar por el otro pasillo, Evan Rosier. La razón principal por la que Sigrid nunca estuvo interesada en el club de pociones ni en el Slug Club fue por el chico, Rosier era dos años mayor que ella, uno de los chicos más apuesto del colegio, quizás el número 1 pero su actitud era realmente desagradable y le había hecho un montón de cosas a Amelia, primero por diversión, pero después porque Sigrid no había accedido a tener algo con él.
Severus saludó a Rosier al cruzarse en el pasillo, lo que hizo que no se diera cuenta de la presencia de Sigrid quien venía más atrás del pelinegro, Severus no sabía nada sobre lo que pasaba entre esos dos, pero sin querer le había hecho un favor a la chica, la cual estaba dispuesta a agradecérselo en otro momento.
- ¡Jóvenes! Buenas noches – El profesor Slughorn saludó a los recién llegados - Srta. Rowle, ¡Bienvenida! - Sigrid sonrió por el saludo, pero quería que en ese momento algo se la tragara, había logrado llegar al salón sin que Rosier la notara, pero ahora todos la estaban mirando.
- Gracias profesor - Visualizó un asiento libre a lado de un chico que ya conocía, Amelia le había recordado que Jacob era parte del club así que al menos no estaría sola. Tomando asiento, ambos se vieron y se sonrieron para luego volver a tomar atención al profesor. Había logrado escapar de Rosier por ahora, pero de seguro a la salida sería otra cosa.
- Bueno muchachos, me gustaría que continúen con sus proyectos, no duden en llamarme por si necesitan mi ayuda - El profesor Slughorn siempre era tan paciente con sus estudiantes, pero la verdad es que era algo flojo.
- Jacob, ¿De qué se trata tu proyecto? - Sigrid aprovechó a hablar con su amigo.
- Es sobre felix felicis, ya sabes que es medio complejo y extenso de hacer así que estaba viendo que ingredientes se puede agregar para hacerlo en un menor tiempo y con la misma calidad – Jacob le sonrió, Sigrid siempre se preguntaba si es que el chico había sido seleccionado en la casa correcta, no es como si su actitud combinara perfectamente con las serpientes.
- ¡Eso suena increíble! -
- Oye Sig, ya llevamos dos meses de clases, ¿estás segura que alcanzaras a hacer algo de tu proyecto de lo que queda del año? -
- Ah bueno, no lo sé, ¿crees que podría ir contigo? - Sugirió Sigrid
- Por mi lado no tengo problema, mientras más ayuda mejor, pero habría que decírselo al profesor -
- Lamento interrumpir su calurosa charla de amigos Kim y Rowle, pero no pueden ir juntos en el proyecto, el trabajo es individual – Una voz ajena a la conversación los sacó de su pequeña burbuja, Snape se encontraba a sus espaldas.
- Oh Snape, buenas noches - Saludó Jacob, pero este lo ignoró.
- Y bien Rowle, ¿tienes tema para tu proyecto? El profesor Slughorn me pidió que te ayudara con eso – Snape se notaba molesto y no era para menos, pues tendría que ayudar a Sigrid solo porque el profesor no quería tomarse el tiempo para eso. Sigrid dejó de mirarlo para ahora buscar en su cuaderno, Severus no pudo evitar molestarse más por esa falta de atención a su pregunta – No me digas que ni siquiera tuviste la delicadeza de averiguar sobre lo que se hace en el club de pociones -
- Tengo estas ideas - Sigrid lo interrumpió y le pasó su cuaderno. Le gustaba las pociones o al menos era buena haciéndolas, así que cada vez que leía sobre alguna mejora o ingrediente nuevo simplemente lo anotaba para futuras pruebas e investigaciones además de que necesitaba hacer algo bueno para sus éxtasis cuando estuviera en su último año.
- El cuarto punto me parece un proyecto que puedes completarlo sin problema en los meses que quedan – Le devolvió el cuaderno haciendo que sus manos rozaran, Severus sintió una ola de calidez envolviéndolo, se sintió ridículo por pensar de más en ese toque, pero al menos se alegró de haber terminado su tarea de ayudarla, aunque prácticamente no hizo nada, la chica parecía estar lista para cualquier cosa.
Sigrid decidió ignorar el comportamiento de Snape, sobre todo porque ya sabía que no era amable con nadie, ni siquiera sabía que le veía, pero desde cuarto año no había dejado de hacerlo.
Se puso de pie y empezó a buscar los ingredientes que iba a necesitar para la primera mitad de la poción. Sigrid, a comparación de sus compañeras, era considerada bastante alta, la mayoría de las chicas medían menos de 1,60 m pero ella llegaba a los 1,71 m por lo que alcanzar estantes altos como lo eran los del salón de pociones no le causaba molestias, al principio le molestaba ser un poco más alta pero Amelia le decía que eso la hacía ver más bonita, incluso la comparaba con las modelos de revistas muggles que solía tener, diciendo que tenía piernas largas y esbeltas además de que tenía buenas curvas para una chica de su edad.
Severus no le apartó la mirada cuando la vio recogiendo los ingredientes, quería asegurarse de que no hiciera un desastre, pero había olvidado el detalle de que la chica era alta pero aun así había momentos en que tenía estirarse un poco más de lo debido, dejando ver entre sus ropas la piel de su espalda expuesta, soltó un suspiro y decidió que ya había visto demasiado y que los estantes estarían bien. En su caso, prefirió mirar a lo lejos a Lily Evans, la chica a quien había considerado su mejor amiga pero que no hablaban desde el año pasado y todo por su culpa.
.
┏-━━━✦❘༻༺❘✦━━━-┓
.
Para haber sido su primer día en el club todo había ido relativamente normal, uno que otro susto causado por la presencia de Rosier, pero para Sigrid su castigo había estado bien, pero sin lugar a dudas se aburriría a la larga, esperaba terminar su investigación en menos del tiempo establecido para dejar pronto el club y enfocarse nuevamente en sus TIMOs. Logró regresar a su sala común en compañía de una chica de cuarto año, un chico de tercero y otro de séptimo antes del toque de queda e ignorando por completo a Rosier. No vio a Amelia por ningún lado lo que significaba que ya había ido a dormir, se encaminó a su dormitorio de prefecta para cambiar su ropa por un pijama cómodo y dormir, la ventaja de tener un dormitorio para ella sola es que podía desnudarse sin tener las miradas de sus compañeras de habitación encima de ella y además de que podía dormir tranquilamente evitando el ruido de las demás.
A la mañana siguiente, todos los estudiantes de Ravenclaw estaban enfocados en los eventos que sucederían en la tarde, las audiciones para el equipo de quidditch finalmente se iban a llevar a cabo. Sigrid había estado en el puesto de cazadora desde segundo año, pero había querido ser buscadora como su hermano, pero el puesto había estado ocupado por otra chica, Alissa Samuels, la cual se había graduado el año pasado junto a su hermano, lo que significaba que el puesto estaba disponible.
Antes de ir al estadio, Sigrid se desvió para ir a la lechucería, desde que empezó el año escolar no había contestado ninguna de las cartas de sus padres estaba demasiada enfocada en sus responsabilidades que se olvidó de enviar señales de vida a su familia, escribió una carta donde les explicaba a breves rasgos que había ingresado al club de pociones evitando mencionar el castigo y la razón de la misma, debía estar siempre pendiente de eso, por ningún motivo sus padres debían enterarse de su amistad con Amelia, más bien lo mejor es que ni siquiera supieran de su existencia y de lo mal que se llevaba con los puras sangre de su colegio.
Enfocada demasiado en sus pensamientos no se dio cuenta que al girar para ingresar al lugar había alguien más que al parecer iba más rápido que ella lo que ocasionó que ambos colisionen, Sigrid terminó en el piso después de chocar.
Al recuperarse de lo sucedido, aún en el piso y con un dolor en el trasero, vio la cara de la persona, era la segunda vez que se estrellaba con él, aunque esta vez fue más brusco.
- Mira por dónde caminas, Rowle – Dijo Snape de manera despectiva. Sigrid iba a ponerse de pie sola porque algo le decía que el chico no la ayudaría, pero se sorprendió cuando él le extendió la mano, y sin dudar se lo tomó, sintiendo una sacudida en su estómago, para finalmente ponerse de pie.
- Gracias Snape, discúlpame - Sigrid decidió apartar la mirada y solo se limitó a limpiarse el polvo de sus pantalones. Severus tenía más cosas que hacer, pero la chica aún obstruía el paso y parecía no tener intenciones de moverse hasta quien sabe cuándo.
- Apártate Rowle – La tomó por los costados de sus brazos y la hizo a un lado, era la primera vez que Severus notaba que el cuerpo de Sigrid era cálido y en cierto sentido le agradó, pero dejando esos pensamientos de lado salió casi corriendo de la torre, Sigrid sintió escalofrío a sentir las manos de Snape en sus brazos, a pesar de estar con chaqueta y bien abrigada, sintió el frío que emanaba su tacto, ella no se llevaba bien con el frío, el invierno no era su época favorita, las mazmorras era por mucho su lugar menos favorito pero ahora al sentir el tacto de Snape se dio cuenta que quizás iba a poder llevarse bien con eso y que le gustaba la sensaciones que él le generaba cada vez que sin querer la tocaba.
.
¡Gracias por leer!
