Nota: La historia contiene spoilers de la novela ligera a partir del volumen 16 en adelante.


Capítulo II

De entre el caos que aún se sentía en los alrededores, más producto del desconcierto posterior a los sucesos que a otra cosa, se erigía la figura de una mujer de cabellos plateados que denotaba un par de círculos grises debajo de sus ojos, signos de un rostro que acostumbrara a dormir poco. Pero esos ojos no se veían perdidos ni mucho menos; se veían con la angustia y determinación de intentar encontrar algo importante. Después de dar algunos pasos más, su mirada dio con el cuerpo de una joven que yacía recostada en el suelo. La mujer se inclinó y recostó a la joven en su regazo. Observándola con detenimiento, se podían ver trazos de lágrimas en sus mejillas. La mujer de apariencia de una chica de aproximadamente veinte años la acarició con la gentileza de una madre.

-Lamento haberte despertado en el momento más doloroso…


Los siguientes eventos fueron bastantes confusos. En cuanto hubo un panorama más claro de lo acontecido, el personal de Ratatoskr se aproximó al área para comprobar el estado de las espíritus y asistirlas al instante. Tenían que apresurarse, pues el gobierno y las AST no tardarían en hacer aparición. Si bien no fue tarea sencilla encontrarlas, pues la destrucción causada terminó afectando un área bastante considerable, afortunadamente en cuestión de unos minutos se encontraban en custodia de la organización, confirmando que todas se encontraban fuera de peligro y algunas recuperando el conocimiento poco a poco.

Fueron llevadas a la base de operaciones de Ratatoskr. Había pasado una hora desde que abandonaron el lugar de los hechos y, ahora con todas las espíritus reunidas de nuevo a las cuales se les había unido Mana después de enterarse de lo acontecido, se dirigían a la sala de comando para pedir explicaciones sobre lo que acababa de ocurrir. Sin embargo, había alguien más custodiado en la base. Un grupo del personal estaba rodeando a esa persona, no sin mantener una prudente distancia. Fue entonces que Kotori divisó a ese sujeto: era el joven de apariencia semejante a su hermano. Examinando más de cerca, el joven aún tenía en mano su espada con una postura un tanto defensiva, pero dejando notar su pierna herida, hincada en el suelo. Observando con más detenimiento sus ropas daban indicios de haber peleado con anterioridad, pero hubo un detalle que llamó toda su atención.

-Tú…¿qué es ese símbolo que llevas en el pecho?

Las personas presentes voltearon a ver al origen de aquella pregunta tan incisiva. El joven hizo contacto con la mirada de la comandante de Ratatoskr.

-Es el emblema de aquellos que se llevaron a tu hermano.

-¡…!

Los ojos de la comandante se encendieron, y como en sintonía, ella y el resto de espíritus presentes se colocaron en posiciones de ataque, intentando manifestar el poco poder espiritual que les quedaba. El joven sin romper el contacto visual aumentó el agarre con su espada, esperando el momento del ataque. La tensión era evidente, y el personal de Ratatoskr se encontraba completamente confuso en aquella situación, temiendo involucrarse en el fuego cruzado de la acción inminente. Es entonces que se abre la puerta de la sala, interrumpiendo el duelo de miradas.

-¡Deténganse!

Todas se dieron la vuelta y vieron a la analista de Ratatoskr, Reine Murasame, con Tohka en sus brazos.

-Reine, ¿dónde demonios estabas? ¿Y qué pasó con Tohka?

Reine con un aura solemne puso en manos de Ratatoskr los cuidados de Tohka, y dirigiéndose al grupo de espíritus les manifestó lo siguiente:

-Este joven fue prisionero de DEM, llegó para intentar detener a… Shin.

El muchacho dio un sobresalto al escuchar aquel nombre, pero después bajó la cabeza asintiendo. El rostro del resto de las espíritus estaba lleno de incredulidad.

-¿Qué diablos está pasando? No, pero más importante…

-Tohka está bien. Posiblemente sea un desmayo por el shock causado, solamente debe descansar.

-Pero-

-Sé que ahora mismo tienen muchas dudas, pero intentaré explicar la situación en la medida de lo posible.

La mujer de cabellos grises dio un suspiro y continuó.

-Este joven es descendiente de un linaje de magos, tal como Elliot Woodman, el presidente de Ratatoskr, y Isaac Westcott. Por diversas circunstancias cayó en manos de Isaac, y este intentó crear una copia de él con su mismo potencial mágico para poder lograr su objetivo, capturar el poder de los cristales Sephira. No obstante, el plan no salió como él pensaba, este joven utilizando el poco flujo de poder mágico que le restaba logró sellar parte de su corazón en su ojo derecho y alcanzó a colocárselo a su copia. Isaac por supuesto intentó romper ese sello, pero al realizarlo el clon comenzaba a desvanecerse, y él sabía que realizar otra réplica del mismo poder iba a ser imposible, por lo que continuó con su plan. Encerró a este joven en sus instalaciones sellando sus poderes y mandó a Shin a la ciudad de Tengu donde sabía que comenzarían a haber con mayor frecuencia terremotos espaciales. Fue entonces que Elliot para mantener el plan de Westcott a raya mandó a dos de sus colaboradores a fungir como padres para esa criatura.

En este momento Kotori no podía seguir conteniendo las lágrimas; sin embargo, Reine siguió con su explicación.

-Es por esto que Shin no tiene recuerdos previos de su infancia. Aun así, este joven creyó que, con su corazón prestado, Shin podría aprender a relacionarse con los demás y llegado el momento, poder actuar por su propia voluntad, así que naturalmente seguimos el esquema de Elliot de utilizarlo para sellar a las espíritus, mantener a salvo la ciudad y también mantenerlas a salvo a ustedes de las manos de DEM. Pero tal parece que el destino sigue su curso.

-Antes de que continúes, dices que este sujeto estaba capturado por DEM. ¿Cómo es que logró salir?

Origami interrumpió a Reine dirigiendo una mirada interrogadora hacia el muchacho.

-Fue Kurumi Tokisaki.

-¿Kurumi? ¿por qué?...

-Posiblemente ella vio una premonición y para evitar el futuro que aguardaba le liberó.

-Sería más conveniente preguntarle a ella directamente, ¿no creen?

-Lamentablemente, perdimos rastro completamente de ella.

-…

El joven por un instante denotó una expresión afligida, pero recuperó la compostura.

En ese momento una persona en silla de ruedas y su acompañante entraron a la sala. El presidente de Ratatoskr dirigió una mirada a Reine asintiendo. Ella devolvió el gesto y volvió a dirigirse al grupo.

-Hay una cosa más que deben saber…


Es difícil escoger una palabra para describir el ambiente en aquella sala de la base de Ratatoskr. La noticia había impactado en distinta medida a cada una de las jóvenes, pero sin duda había dejado una impresión muy profunda que calaba muy en el interior de ellas. Después de unos minutos, la primera en hablar fue Kotori.

-Reine, tú eres…¿por qué?

La joven articuló sus palabras con gran dificultad.

-Mi existencia por sí misma es una paradoja, pero cuando vine a este mundo, poseía demasiada energía que podía terminar acabando con el continente. Fue entonces que separé mi poder en varias partes. Esto en algún momento iba a terminar acabando conmigo, pero Westcott no iba a permitir que eso ocurriera, después de todo…

-Pero él siempre ha sido así.

Dijo Elliot con una sonrisa.

-Fue por ello que decidí crear Ratatoskr, para enmendar lo que causamos juntos. Pero él sigue siendo un cabeza dura, parece ser que no ha cambiado nada. Eso… y que se lo debemos a ustedes.

-Yo… de verdad lo siento. Hice lo que hice porque es la única manera para evitar una tragedia mayor. Sé que sonará egoísta, pero de alguna manera todo estaba predestinado. Yoshino, Kaguya, Yuzuru y Natsumi, también es mi culpa que ustedes no recuerden nada de su pasado. Al igual que el resto, en algún momento fueron unas chicas comunes.

Era realmente un trago de realidad muy difícil de pasar para cada una de ellas.

-¿Qué demonios estás diciendo? ¿Destino? ¡Qué tontería!…

La que se veía visiblemente más afectada era Origami.

-Lo peor de todo es que eres completamente consciente de todo lo que he… no, hemos tenido que pasar, y aun así…

Reine iba a decir algo en ese momento-

-Pero, ya habrá tiempo para esto.

Dijo Origami volviendo un poco a sus sentidos.

-Ahora mismo Shidou está…

Esto despertó un poco a las chicas de su letargo. Al mismo tiempo, apareció recostándose en la entrada la chica de pelo violeta.

-¡Tohka! No te muevas, ahora debes descansar-

-Shi…dou… el está…

Intentando dar unos pasos hacia el centro de la sala perdió el balance. El chico que estaba más cercano consiguió sostenerla en sus brazos para evitar su caída. En ese momento los ojos de ambos se encontraron, reflejando el color café en el color violeta de ella. Pero después de un pequeño instante ambos separaron la mirada.

-…Estoy bien.

Y retomando sus pasos se preguntó de nuevo.

-Shidou, ¿a dónde fue?

-Él ahora mismo está en camino a recolectar la energía de los cristales Sephira faltantes, según el plan de Isaac. No obstante, les tomará algo de tiempo conseguirlos, pero para alcanzarlos es necesario que hagan algo por mí.

-…

La primera reacción fue, como se podía esperar, de desconfianza. Después de estar ocultándoles información y sus verdaderas intenciones (incluyendo al mismo Ratatoskr) era lo más natural. Pero en este momento la prioridad era Shidou, lo que puso en un dilema complicado al grupo. Sin embargo, el joven que aún seguía en la escena asintió y, determinado, dio su respuesta.

-Yo lo-

-¡Yo lo haré!

El joven fue interrumpido por Tohka.

-Pero Tohka, ¿estás segura de esto?

Preguntó Kotori, evidentemente preocupada por su compañera.

-Cuando ustedes estaban luchando, yo estaba inconsciente. Al final no pude ayudar en nada…

Aún recordaba cómo Shidou se escabullía de su mano. Con esto su semblante se transformó en uno que hacía mucho tiempo no se le veía a ella. Una determinación que recordaba a aquel espíritu que se hacía llamar princess.

-Es por eso que yo lo haré. A cambio, por favor dime, todo lo que ha pasado mientras he estado dormida.