Hola. La verdad estoy con mucho estrés, pero quise compartirles este capítulo.
En fin, Spy x family no me pertenece y no lucro con él.
Les cuento que encontré la novela ligera de spy x family, pero la traducción no me convence. De todas, si lo quieren, me mandan un PM
Celos
No podía creer que algo lo irritara más que Anya, y eso era aquel mocoso que no recordaba que realmente existía. Aquel niño sin dientes que poco a poco se ganó la amistad de ella.
Ladeó una sonrisa.
Con su pequeño grupo lo enfrentaron en el recreo, el niño se vio acorralado por Damián y sus dos amigos, que no se le separaban por nada del mundo. Aquel niño estaba confundido, ¿qué quería Damián con él? ¿A caso quería su amistad? Él nunca fue convenido como otros niños que se acercaban al segundo hijo de los Desmond porque sus padres les advertían que tenían que tener buena relación con él, ¿entonces había sido suerte? A él realmente no le importaba ser amigo de él, pero tampoco dejaría pasar la oportunidad para hacer buenos amigos. Pero la realidad le escupió la cara cuando Damián Desmond, junto a sus dos secuaces, lo rodearon más y empezaron a molestarlo por sus dientes faltantes.
Sindi, sindi, eres un sin dientes
—Mi mamá dice que saldrán unos nuevos —tartamudeó—, además a todos nos pasará lo mismo. Es normal a esta edad. —Se defendió mientras se cubría su falta de dos dientes con la mano. Damián soltó un bufido, realmente quería hacerle la vida imposible. Estaba tan enojado. Justo cuando sacaría una de sus mejores frases para pisotear la autoestima de aquel niño, ella llegó en medio de los dos. ¿Pero cómo? Y también estaba Becky al costado de Anya.
—¡Damián, eres de lo peor! —gritó Becky— Deja de molestarlo.
—¿Quieres que te golpee? —Anya le siguió.
Realmente le irritaba, le irritaba la manera cómo defendía a ese sin dientes.
—Esto no tiene nada que ver contigo, tonta fea.
Anya ladeó una sonrisa
—Tiene mucho que ver conmigo. Él es mi amigo, así que lo defenderé.
Damián tenía suficiente. No entendía por qué estaba tan enojado con ese niño y ahora lo estaba también con Anya. ¿Por qué? ¿Por qué? Y se le pasó algo por la mente.
—Así que la fea dejó de acosarme porque se enamoró del sin dientes. A la niña boba le gusta un sin dientes —se burló—. Yo sé que eres una plebeya, pero un sin dientes tampoco es un buen partido. Estas perdiendo tu tiempo.
"¿Te gusta? Responde. ¿Por qué te gusta un sin dientes?", pensaba. Anya leía su mente y no entendía a Damián.
"Realmente no entiendo qué me pasa, pero no quiero verte con él. No quiero, no quiero no quiero", se quejó él.
—Aún estoy interesaba en ser tu amiga, pero si sigues molestándolo, entonces no me importará —respondió ella, mirándolo desafiante, para confusión de todos, menos de Damián. Sus ojos verdes estaban fijos en él. Por alguna razón Damian se sintió demasiado regañado y se sintió amenazado, ¿amenazado de que ella pierda todo interés en él? Tonterías, pero la idea lo asustaba.
Él enrojeció
—¡A mí no me importa ser tu amigo! —gritó irritado, pero rojo como un tomate maduro. Y se fue casi corriendo, no sin antes advertirle al sin dientes que no se pasara de listo.
— ¿Pero qué le hiciste? —preguntó Becky al niño. Él se encogió de hombros. Realmente antes Damián pasaba por él. El niño miró a Anya, aún mirando por dónde había desaparecido Damián.
—Creo que fue porque Anya y yo somos amigos.
—¿Celos? —preguntó Becky para todos, pero Anya seguía pensando en todo lo que había leído de la mente de Damián. No entendía por qué cada rato pensaba en ella, no entendía si la odiaba o quería ser su amiga, no entendía por qué estaba tan triste y enojado que ella tuviera un amigo.
Anya realmente no entendía a Damián, pero estaba feliz que su nuevo amigo ya no fuera molestado por él.
—Realmente lo tienes loco, Anya —dijo su nuevo amigo de pronto. Becky y Anya lo miraron con confusión.
