Reclamo: Digimon no me pertenece ni sus personajes, ni estás lindas fanarts que publicaré con la Fic ni la capa. Todo es producto de sus creadores créditos a ellos.

Por amar tanto está obra y por sentirme indetificadas con los últimos sucedidos en Kizuna, quise narrar la historia desde mi punto de vista y de mi creación un año después de los sucedidos, está Fic contará con los 6 niños elegidos más viejos, los más jóvenes aparecerán pero menos que estos que serán más centrales.

Por otro lado es una Fic con la cual voy a darle todo el cariño y intentaré publicar uno o dos capítulos por mes ya que estoy con otra Fic aún por acabar.

No esperaba escribirla, pero pensé mucho en ello y tengo 28 años y creo que profesionalmente y como persona adulta que le a costado crecer como a todos he estado en la piel de los problemas que voy a proponer o al menos se de algo parecido así que aya será una Fic adulta más bucólica y bohemia incluso dramática y triste pero muy al fondo con románticos momentos.

Disfrútenlo


capítulo 1 - Cielo sin sol

Se había pasado la tarde del domingo tirado en el sofá, sus ojos miraron el techo ignorando las imágenes en el televisor, cansado de la jornada laboral en el día anterior junto a la fiesta con los colegas del trabajo. Era el becario en la prefectura que odiaba, no entendía cómo había elegido aquel camino, no podía desanimar ni decir no a lo que tenía, era un adulto y tenía responsabilidades.

Crecer había sido duro, por culpa de ello había perdido a su mejor amigo y muchas cosas más. Era todo muy reciente para él y aún se tenía que esforzar en su máster de empresarias, un domingo vago, sin ánimos, la resaca era culpa de todo.

El tono de llamada repetitivo y horroroso de su teléfono le sacó completamente de sí, le dolía la cabeza, tenía el cuerpo dolorido, debía considera que no era importante atender el teléfono, el problema era que seguramente le llamaba sus jefes por algo que hizo mal el día anterior, no se le perdonaba ni una, ni siquiera en su día libre.

- No lo voy a atender… - Dijo para sí como si pudiera realmente negarse a hacerlo sin sentirse culpable al recordar los inocentes ojos de su compañero que ya no estaba.

Recordó prometerse a sí mismo cuando él partió para no volver jamás que sería un adulto de dar orgullo, pero ¿Cómo hacerlo cuando te sientes con tan pocas ganas de nada.

En la cuarta e insistente llamada no dudo, se erguían del sofá de la casa de sus padres y no dejo pasar ver en la pantalla el nombre de quien lo llamaba insistentemente. Sus ojos se abrieron un poco.

- ¡Ta-i-chi…! - su voz aguda le dolió en su cabeza, no podía procesar ese sentimiento de amargura, dolor, entre otros sentimientos que no podía definir pero todos malos como los primeros.

- Sora… - Su mayor error fue olvidar que había quedado con que se verían aquella tarde de domingo, no tenía cabeza, no tenía ni siquiera ganas de seguir viviendo.

- Eres un… Es que no se ni por que aun quedo contigo para que me ayudes a algo, debería saberlo… - Tenía como un millón de excusas recién planteadas, era un amigo muy desastroso, siempre lo había sido, sobre todo con ella.

- No te preocupes voy para la estación ahora, llegaré ahí… - miró su reloj - En 15 minutos, si es que hay mucho tránsito…

- Es domingo…¿ Te has olvidado no? - Su voz sonaba más grave y enfadada.

Si, soy un torpe, me has pillado, no tengo más excusas lo sé… - Se sintió pésimo.

- Es por esto que no tienes novia… - Él pensó en decirle que la tendría si nunca hubiera sido un cabrón con todas las que había salido, pero decidió omitir, por que no tenía tiempo para salir en serio con ninguna chica, más cuando a la que quería ni podía ser un amigo decente.

Se dio cuenta del silencio que había provocado, pero solo le escuchó decirle que iba a por ella y colgó acto seguido. La pelirroja miro la pantalla de su móvil, con la foto de Piyomon, su compañera Digimon, se le encogió el corazón en pensar en ella y como la juzgaría, a ella la del emblema del amor, ella nunca había pedido aquello, pero si era agradecida por el sentimiento que compartía con su desaparecida compañera.

Sus sentimientos fueron cortados por las gotículas de lluvia que empezaron a caer, al inicio como una lluvia pasajera empeorando de la nada. Agarró su equipaje y corrió hasta el refugio más cercano, próximo a una tienda de juguetes. No podía odiar más a Taichi, entendía que él era así, cuando estaba con ella hacía las cosas mal, no había sido diferente desde que él mismo se lo confesó, después que ella estuviera de novia con su mejor amigo.

Acabó por terminar su noviazgo de siete años, fue difícil pero finalmente ella había cambiado y dejó a la indecisa Sora atrás, ya no correría detrás de ninguno de los dos ni de nada que no fuera su propia felicidad y ser quien ella quería ser, fue lo último que prometió a Piyomon y así lo cumpliría.

Hacía algún tiempo ella vivía en hokkaido junto a su padre y allí había aprendido un poco más de ikebana gracias a una antigua compañera de su madre, a pesar de que al inicio no le gustaba todo aquello de seguir el negocio familia, empezó a tomarle cariño y intentar hacer su propia forma de ikebana, llevarlo a los tiempos actuales donde las tradiciones parecían morir.

- Discúlpame… - Ella observó a Taichi en su auto quien paró cercano a donde ella estaba. Tenía una sonrisa francamente desastrosa, todo en él era un desastre.

Pelo despeinado, camisa arrugada, su cara parecía de un muerto y allí estaba, volvió a preocuparse, no podía ser como su mamá toda la vida.

- Debes de estar pensando que soy un desastre… - bajo del auto recogiendo sus dos maletas para poder meterlas en el maletero. - He conseguido ser bueno los otros fines de semana, pero este lo necesitaba.

Ella se quedó callada, lo admiro con cierto aire de sorpresa. Tenía un aire más maduro y no le permitió ser quien siempre ella junto a él, como si supiera que lo de ellos no pudiera seguir igual.

- Vamos, no te vayas a mojar más, por mi culpa te vas a resfriar, que amigo más inútil… - El le se dio el paraguas rosa y de gatitos que llevaba, seguramente se lo había robado a Hikari.

La mirada de Taichi era amable, aquello no lo pasó por alto, pasó la mano por la suya recogiendo el paraguas, apretó los dientes en su labio intentando no demostrar emociones a las que no podía seguir aferrada.

- Es bueno que lo reconozcas, la próxima vez se lo pediré a Jou o Koshiro que vengan a por mi, si es que por una semana que os visito y mira. - Ella intentó no mirarle a los ojos, fingió enfado, como si nada de antes hubiera sido parte de ella, no quería que él se pensara que después de tanto tiempo no había cambiado, ya llevaba un año fuera.

Ella y Yamato al final pudieron tener una conversación antes que él se fuera, ella y Taichi no tuvieron una conversación, pero ninguno nunca habló de aquello con el otro, solo fingía que aquel beso que catapultó su ruptura no había pasado. Sora se fue corriendo dando a entender que los sentimientos por Taichi no eran mutuos y él así los entendió.

Él comprendió que no podía ponerla más contra la parece, no cuando había sido un incordio como amigo, había sido de lo peor, no le cobraría una respuesta al beso que le robó, siendo que no fue lo correcto, aunque nunca entendió que ella no se lo contara a Yamato y solo terminará con el. Taichi después de su cobarde acto había hablado con Yamato, alegando que no podía controlar lo que sentía y por esto beso a Sora, se había sentido culpado por aquello después de que se enteró de su ruptura.

Yamato le dio un puñetazo, estuvieron un buen tiempo sin hablarse, pero luego antes de irse Yamato y él habían hablado, fue gentil y le perdonó. Yamato era mucho más maduro, y aparte del puñetazo, prometió que no estaba más enfadado con él, después de todo habían sido amigos por mucho tiempo y ahora ya no eran niños, desde que Agumon y Gabumon se fueron.

Taichi en todo el transcurso a la casa de la madre de Sora permaneció en silencio, en la radio una canción roñosa y vieja de una banda a que a él le gustaba mucho resonaba los acordes de bajo y la voz del vocalista hacía sentir aquella escena como cotidiana de lo poco común que era.

- El otro día hablé con Mimi… Ella me ha dicho que para este año, el uno de agosto… - Taichi no podía mirarla realmente en la cara después de escuchar aquello. - Ella está planeando una fiesta de otro nivel…

Él no quería hablar sobre aquello y Sora ni siquiera pudo continuar, por que él subió la radio. Hasta que llegaron a casa de su madre ella no pudo responde lo que pensaba sobre aquello.

El la ayudo a bajar las maletas y parecía que no estabas dispuesto a compartir conversación con ella después de lo mencionado, Sora no lo culpo, pero tampoco podía evitar lo que ella sentía ni mucho menos los demás.

- No podemos hacer como que ellos no estuvieron nunca aquí, el año pasado ni siquiera lo celebramos, pero este año sí lo debemos hacer, por que ellos estuvieron junto a nosotros, así que no te tienes por que enfadar si no que tienes que pensar en cómo Agumon se sentiría si te vieras así. - Taichi no la miró, cuando entraba al coche, Sora dejó el paraguas de gatito caer al suelo para finalmente sujetar el brazo de Taichi y hacer que la mirara. - Todos han perdido a sus compañeros, los más jóvenes ahora hacen lo posible para intentar recuperarlos junto a Izzy, se que lo lograrán, pero si no es posible, espero que al menos podamos celebrar ese día con recuerdos bonitos Taichi…

- Perfecto para ti y para todos Sora… - Vio como él la miraba con cierto desprecio, no se sintió mal por aquello, él se lo debía a todos, era su líder.

- Taichi…

- Sora… Por favor… - Aquella súplica la hizo ver que aun no estaba del todo recuperado. Una gota de lluvia surco por el pelo de él, cayendo por su mejillas como si de una lágrima suya propia se tratara.

Él entró en el coche, no se despidió de ella, le había hecho el favor y mal se lo había agradecido. Pero ella no era la mamá de Taichi, ella había cambiado y no lo quería echar broncas pero lo había acabado haciendo, pero aquella vez era más por ella que por todos, necesitaba que él lo supiera, nunca habían tocado en el tema pero aun estaba enfadada por muchas cosas con él, pero lo de los Digimon que le ignorara el uno de agosto cuando era su día, eso sí que se lo recordaría.


Notas de la autora: Creo que está Fic será mucho para desahogar algunos sentimientos y cosas que siento, me gusta poner en palabras cosas que pueden ayudar a sentir los lectores confortables.

Ojalá tuviera más tiempo de escribir y poder brindaría un capítulo por día, pero actualmente estudio, trabajo y se me hace muchas veces cuesta arriba, aparte dibujo y tengo mis días en que escribo de todo y lo amo y tengo otros días que escribir me cuesta.

No me presionare con esta Fic es un acto de fans para fans y si es de parejas no oficiales y Taiora y Mimato está presente, con todo el cariño que le tengo a estas dos parejas... ya todo lo demás luego vais a tener capítulos de los demás niños no será en orden o a lo mejor medio que si.

Solo espero que lo disfruten como yo lo hago escribiendo como un Hobby

Gracias de antemano por todos los comentarios tanto en wattpatt como en que incluso se hace más difícil de responder, pero los leo todos y me siento feliz y con más ganas de continuar para ti mi caro lector.