La batalla de Toman vs Valhalla da inicio, Takashi se prepara tanto física como mentalmente para el enfrentamiento. Takashi y Tami comparten un momento para hablar sobre el desenlace del mismo.
CAPÍTULO 12
Hace dos días, Takemichi había informado a la Toman, después de haber sido prácticamente invitado a la iniciación de Baji, que la batalla contra Valhalla sería en el basurero específicamente el 31 de octubre.
Quedando menos de una semana para eso, Takashi se debatía si contarle o no a Tami sobre este suceso, ambos se seguían viendo en el colegio, así como los fines de semanas, algunas veces en la casa de la chica o en la de él, o había un fin de semana en la que Tami no quería hacer nada porque quería dedicarse a sus tareas, cosa que Takashi respetaba. Él decía que su relación, si es que se podía llamar así, aunque por el momento solo era amistad, iba viento en popa así que si no quería arruinarla la mejor opción sería contárselo sobre todo porque sería en pleno lunes en la tarde, lo que significaría que, si él no estaba, la chica tendría que regresar sola a casa.
¿Por qué tenía que ser lunes? ¿Acaso el fin de semana no existía? Más bien, ¿Por qué el 31 del mes tenía que caer en pleno inicio de semana? Eran preguntas que se hacía Takashi mientras pensaba en la mejor manera de contárselo a su amiga, a la final se rindió y solo le hablaría esperando que salgan las palabras correctas en el momento.
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- Takashi-kun, creo que no podremos vernos este fin de semana, tengo que hacer unos favores para mamá - Para Takashi, escuchar su voz era manjar para sus oídos, sí, definitivamente se estaba volviendo loco, pero loco por ella.
- No te preocupes Tami – Ambos se regalaron una sonrisa y siguieron rumbo a la casa de la chica. Tami le había pedido que la llamara sólo así, Takashi por su parte le dijo que aceptaba cualquier forma que ella lo llamara así que la chica optó por lo mismo. Era viernes y dado que no se verían el fin de semana y Takashi tenía el lunes ocupado, este era el momento adecuado para decírselo.
- Tami, tengo que decirte algo – Tami lo miró poniendo toda su atención, en realidad ella tenía la mente en blanco así que no se imaginaba nada. Takashi continuó - Este lunes no podré acompañarte a la salida -
- Ah eso – Dijo restándole importancia - En realidad no te preocupes por mí – Tami le sonrió, pero al juzgar por la expresión de su compañero no parecía que fuera lo único que tenía que decir - ¿Sucede algo? Si no quieres, no tienes por qué hacerlo. – Para sorpresa de ambos, él nunca dijo nada al respecto.
- ¿Por qué no puedes acompañarme el lunes? - Tami quiso sonar lo menos demandante posible con esa pregunta, pero no tuvo mucho éxito, Takashi la había ignorado anteriormente así que quiso intentar con una pregunta diferente.
- Sólo tengo algunas cosas qué hacer – Takashi sonó lo más convincente posible, Tami por su lado se molestó por esa respuesta para después sentirse tonta por pensar así, ella no debía ni podía exigirle nada, pero no evito entristecerse un poco por pensar que Takashi no confiaba lo suficientemente en ella después de todo ese tiempo. Ella siempre esperaba una buena señal para saber que Takashi estaba sintiendo lo mismo, pero esto solo hacía que sintiera que no estaban en la misma sintonía.
Ambos terminaron el recorrido y sintieron que el ambiente ya no había sido el mismo desde hace unos minutos que había terminado su conversación. Tami se despidió de la misma manera que siempre, pero Takashi lo sintió algo diferente y se molestó consigo mismo por no haber sido lo suficiente valiente para contarle la verdad. Ni siquiera sabía por qué lo había hecho, ella se llevaba muy bien con Draken y Mikey, y era una buena compañera en el colegio de Peh-yan y Hakkai incluso de Pah-chin antes de que este terminara en la correccional, ni cuando la había dejado sola a causa de la pelea contra Moebius, ella ni siquiera le reclamó, ella era tan considerada con él respecto a su pandilla y él simplemente no podía pagarle de la misma manera.
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Lunes 31 de octubre del 2005
Después de haberse lamentado todo el fin de semana, Takashi estaba listo con su uniforme y la banda de la pandilla, había decidido que luego del enfrentamiento iría a buscar a Tami y sería totalmente honesto con ella. Sentía que algo no iba a salir bien, pero confiaba en que saldrían victoriosos de esta y con Baji junto a ellos.
Takemichi le causaba algo de ansiedad, pero era su culpa después de todo, si Takashi hubiera evitado escuchar la conversación de Mikey y Takemichi se hubiera librado de tener al chico entre sus filas, le preocupaba porque sabía que este no era muy bueno defendiéndose, pero esperaba que la influencia del vicecapitán de la primera división, Chifuyu Matsuno, le hubiera servido para algo ya que había notado que estos dos se habían vuelto cercanos durante estos últimos días.
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Karlly notó la ausencia de Takashi en su salón, estaba consciente que el chico acompañaba a su mejor amiga a casa, pero ¿Este le habrá dicho el motivo de su ausencia? ¿Sabrá ella que tendrá que regresar sola? No es que fuera malo que Tami fuera de vez en cuando sola, pero quería saber si sus dos amigos habían agarrado la suficiente confianza como para contarse cosas como por ejemplo, las faltas al colegio.
- Tami, ¿sabes por qué faltó Mitsuya a clases? - Aprovechaba que estaban en receso, ambas se habían acomodado en la terraza rodeadas de estudiantes de otros salones que también gustaban de pasar su tiempo libre en ese lugar.
- ¿Faltó? - Rayos fue lo único que cruzó por la mente de Karlly, Tami había sonado muy sorprendida.
- Ah, sí pero no es como si no lo hubiera hecho antes – Que vil mentira, desde que se conocían Takashi jamás había faltado a clases y Karlly que era su compañera de siempre era muy consciente de eso.
- Sólo me dijo que no podía acompañarme en la tarde porque tenía cosas que hacer – Tami sonó un poco dudosa como si no hubiera creído en las palabras del chico, pero para Karlly eso había pasado desapercibido.
- Bueno, ¿si podrás llegar bien a casa? - Su amiga asintió.
- Claro que sí -
- De todas formas, me envías un mensaje a lo que llegues – Ambas se dispusieron a terminar su comida porque faltaba poco para el término del receso.
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Tami agradecía que esa semana no hubiera reunión de clubes ya que le permitía llegar temprano a casa y descansar lo suficiente para después disponerse a estudiar, los exámenes de entrada a la universidad se acercaban y quería estar lo suficientemente preparada para pasarlos. El camino a casa no fue la gran cosa, Takashi solo le dijo que sería ese día en la tarde lo que significaba que con tranquilidad lo vería al día siguiente, había decidido dejar de lado lo que había pasado el viernes, pero aún mantenía esa esperanza de que en algún momento él se abriría para contarle sobre sus cosas que hacía fuera del colegio y de la casa que de seguro tendrían que ver con su pandilla.
Al llegar a casa se sorprendió que su padre estuviera metiendo una maleta y un cartón en la cajuela del auto, ¿se irían de viaje? Bueno su mamá solía irse constantemente donde su tía que vivía en otra provincia ya que esta se encuentra enferma así que tan sorprendida no estaba, aunque jamás iba en el auto.
- Tami, en buena hora llegaste – Su madre besó su mejilla como saludo – Alista ropa, nos vamos ya mismo -
- ¿Nos vamos? - La contrariedad se mostraba en el rostro de Tami – Por si no lo han notado aún tengo dos días más de clases – El jueves y viernes sería feriado, y aunque esta semana no había mucho que hacer, faltar a la escuela no era de su agrado.
- Regresamos el miércoles por la tarde -
- El jueves ya no tengo clases – Tami dijo como diciendo algo obvio.
- Pensaba ir sólo con tu papá, pero no queríamos dejarte sola – Le tomó por los hombros esperando que su hija acceda a la final.
- Entonces puedo quedarme en la casa de mis abuelos sin ningún problema – Aunque vivían algo alejados del colegio, aun así, podía seguir yendo a clases. Su madre se negó.
- Lo siento, pero ya lo decidimos, a las 5 nos vamos – Su mamá entró a la casa mientras que su papá solo se limitó a regalarle una sonrisa tranquilizadora. Tami empezó a frustrarse, había sido tan dedicada en el colegio que su mamá siempre alardeaba de ella y le recordaba que nada era más importante que eso, pero ahora simplemente le salía con la excusa de que acompañarla a ella era más importante que ir a clases. No quiso ser grosera, así que subió a su habitación a alistar sus cosas sin antes, haber enviado un mensaje a Karlly de que había llegado bien y de que faltaría los próximos dos días a clases contándole a breves rasgos la situación con su madre.
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¿Cómo había resultado todo?
Para Takashi simplemente todo se había ido a la mierda, desde el inicio todo apuntaba a que terminaría mal, Kazutora simplemente había golpeado al referí y había declarado que Valhalla no estaba para esos jueguitos y que sería un todos contra todos hasta la muerte.
Por un momento parecía que Mikey iba a morir en manos de Kazutora pero los papeles se invirtieron, y si Takemichi no hubiera interferido, a su manera, la situación hubiera sido peor de lo que ya estaba.
Takashi estaba tratando de digerir lo sucedido, lo único de lo que estaba consciente es que Baji Keisuke, su amigo desde hace unos años, estaba muerto.
Trató de calmarse pues debían huir de la policía que ya se estaba acercando, en medio de su discreta huida recordó que se había prometido a si mismo ir a ver a Tami después de que todo acabara. No quería verla de esta manera pero necesitaba hablar con alguien, hablarlo con sus amigos que de seguro se sentirían igual o peor que él no era, por el momento, la mejor opción. Así que sin poner más excusa tomó el camino directo a la casa de su amiga.
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Tami bajó con una mochila para llevarla directo al auto, la hora de salida estaba pronto a cumplirse y ella se las había arreglado para poder alistar, bañarse y descansar un poco antes de la 5. Mientras su padre tomaba su mochila para guardarlo por ella, escuchó a lo lejos un sonido familiar, la moto de Takashi, pensó, pero despejó su mente porque de seguro era producto de su imaginación quizás lo extrañaba mucho y por eso estaba pensando en él.
Sin embargo no pudo evitar que su corazón se paralizara al ver a Takashi parqueando su moto un poco más atrás del auto de los Fujioka. Tami salió de su trance para inmediatamente acercarse a su amigo, era la primera vez que lo veía con el uniforme de su pandilla y al juzgar por el estado de su rostro y de su ropa, la chica aseguraba que había tenido un nuevo enfrentamiento. Aunque fuera así, Tami sintió muy diferente a Takashi, podría atreverse a decir que tenía un aire de tristeza y preocupación.
- Tami - Él la llamó en un susurro – ¿Puedo hablar contigo? – Volvió a su tono de voz normal. Ella iba a asentir enseguida, pero recordó que aún tenía que irse con sus padres, ahora más que nunca odiaba lo inoportuno de la situación.
- ¿Vine en un mal momento? – Takashi le preguntó a la chica al no obtener respuesta de esta, visualizó al padre de la chica para inclinarse levemente como saludo.
- Algo así, mamá quiere que la acompañemos a ver a mi tía que está enferma y vive en Miyagi – Tami dejó salir un suspiro, Takashi de seguro quería hablar de algo importante y ella se había dispuesto a esperar este momento así que, sin pensarlo más, miro su reloj de muñeca y luego se acercó a sus padres, su madre acababa de salir de la casa y no pudo evitar notar que esta había visto a Takashi primero con sorpresa, pero después con desagrado de seguro por sus ropas.
Tami solo rogaba que el chico no se hubiera dado cuenta pero al volver su atención a él, él simplemente estaba viendo hacia el piso y no evitó compararlo con un gatito triste y abandonado.
- Aún faltan 10 minutos para las 5:00, ¿Pueden darme 20 minutos para hablar con Takashi? – Tami se dirigió a sus padres, aunque estaba más dedicado a su madre.
- ¿No podría venir en otro momento? - Su madre preguntó con un poco de molestia.
- Dejemos que hablen, de todas formas, el viaje no estaba en los planes de Tami – Su padre debatió, su madre simplemente asintió con la cabeza al parecer no quería discutir. Tami suspiró aliviada.
- 5:15 nos vemos en el auto y si no estás, te dejamos fuera – Tami tenía muchas ganas de contestarle a su madre y decirle que no le importaba, que eso era lo que quería, pero se abstuvo porque de todas formas no quería que le quitaran su oportunidad de hablar con Takashi. Solo asintió y vio como su madre se alejaba para ir donde los vecinos diciendo algo sobre unas llaves mientras que su padre se dispuso por cuarta vez en el día a revisar el auto por si este tenía alguna falla que afecte en su futuro viaje.
Tami dirigió nuevamente su atención al chico y tomó su mano para dirigirlo adentro de su casa, Takashi había escuchado perfectamente a la madre de la chica así que tendría que ser conciso, sin embargo, no sabía cómo empezar. Hizo que Takashi se sentara en el mueble mientras ella se iba.
- Espérame, ya regreso – Dijo antes de desaparecer de su vista, Tami había ido a conseguir agua oxigenada, algodón y gasa, Takashi parecía tener pequeños raspones y algo de hinchazón en el rostro por lo que supuso que lo mejor sería solo ayudarle a limpiar las heridas y darle algo que alivie el dolor. Salió de la habitación en la que estaba para moverse a la cocina, sacó un hielo que suele usar su madre para el dolor de su espalda y supuso que eso también ayudaría al chico.
Dejó todo lo que trajo en la pequeña mesa del centro y se sentó a lado del chico lo más cerca posible, y sin preguntarle empezó a mojar un algodón con al agua para pasárselo por el rostro de su amigo. Tami nunca había tocado su cara, de hecho, era la primera vez que estaban tan cerca el uno del otro, y no pudo evitar pensar en lo apuesto que era verlo de cerca, los ojos lavanda del chico miraban hacia la ventana y al parecer no mostraba signos de molestia por su cercanía así que siguió con su trabajo. Tami también notó las cejas del chico, y definitivamente pensó que ese corte de cejas solo le quedaba a alguien como él, que ni siquiera a ella se le vería tan bien. Takashi quería no pensar en nada, había estado evitando pensar en lo que sucedió en la tarde para no sentirse demasiado triste frente a la chica y también en la cercanía de la misma, se sorprendió cuando ella empezó a limpiarle el rostro y quería decirle que no era necesario, que él no había ido para eso, pero recordó que ella era demasiado considerada así que la dejó ser, además le gustaba tenerla cerca.
- ¿Se siente mejor? – Tami le puso un pequeño paquete blanco en el pómulo izquierdo, al juzgar por la sensación en su piel supo que era hielo. Él dirigió su mirada hacia a ella y asintió al sentir el alivio del golpe. Decidió sostener por el mismo el paquete.
- Dijiste que querías hablar...- Tami esperaba que él le dijera algo, la curiosidad la mataba, no quería ser tan paciente además el tiempo se le acababa. - ¿Hay algo que pueda hacer por ti? - Aunque no se llevaban conociendo por mucho tiempo, Tami sabía que Takashi estaba muy diferente y que incluso su mirada le recordó a cuando tuvo problemas con Hayashi y Hayashida, de seguro tenía que ver algo con eso, así que siendo buena amiga quería ofrecerle su ayuda.
Takashi recordó todos los eventos de esa tarde, y se dejó inundar nuevamente por la tristeza, quería llorar, pero no quería hacerlo frente a ella sin embargo sus ojos ya se llenaban nuevamente de lágrimas y se pasó el brazo por sus ojos de manera brusca para evitarlo, esto no pasó desapercibido para Tami quien miraba atento las acciones de su amigo.
- ¿Por qué no simplemente lloras? - Takashi notó que era la primera vez que Tami se dirigía a él con demasiada ternura - Está bien llorar – Tami quería abrazarlo, no sabía que pasaba con el chico, pero tenía muchas ganas de abrazarlo, pero sentía que eso sería demasiado atrevido.
- ¿Puedes...puedes abrazarme? - Takashi preguntó con un poco de vergüenza. Ambos se miraron y solo unos segundos después Tami pasó sus brazos por encima de los hombros del chico para atraerlo hacia ella, su cabeza quedó justo en el espacio entre su cuello y su hombro, Takashi estaba sudado y sucio, pero a ella poco le importo si él quería un abrazo, ella se lo daría. Takashi no esperaba ser tan atrevido con esa pregunta, pero sentía que era la única manera de poder relajarse y contarle lo sucedido a la chica, ya que para eso había ido. No contó que se sentiría demasiado bien en sus brazos y aunque hasta por el momento era lo más íntimo que habían compartido, no pudo ponerse feliz debido a la situación.
- ¿Recuerdas lo sucedido en agosto? - Takashi empezó su relato con la pregunta, Tami inmediatamente relajo el abrazo y volvió a su posición anterior, lo vio directo a los ojos y asintió, lista para estar atenta a lo que le diría el chico.
Takashi le contó sobre Moebius y como estos se formaron después en Valhalla y se habían declarado enemigos de la Toman. También sobre la existencia de Baji y Kazutora y como el primero no podía estar en las reuniones por ser demasiado problemático y que junto al último habían dejado la Toman por unirse a otra pandilla, evito contarle sobre lo sucedido con el hermano de Mikey y los días que estos estuvieron en la correccional. El enfrentamiento sería normal, pero al otro bando le valió todo lo propuesto y estaban dispuestos a matar, le contó sobre como Kazutora aprovechó a golpear a Mikey y que también intento apuñalar a Baji, a ojos de Tami, alguien como Kazutora era demasiado peligroso para tener cerca así que esperaba nunca conocerlo.
Takashi quería evitar que Tami pensara mal de Mikey, había visto las expresiones que está había puesto al contarle sobre Kazutora así que no evitaría tampoco poner mala cara a las acciones de su otro amigo, aun así, se atrevió a decirle porque no pudo inventar algo más. Tami excuso mentalmente las acciones de Mikey, como signo de estarse defendiendo y por la molestia de que hayan lastimado a tu amigo de infancia, quizás ella haría lo mismo por Karlly. Pensó en lo difícil que tuvo que haber sido para Takashi ver como sus dos amigos se mataban entre ellos.
- ¿Y Baji-san? ¿Se encuentra bien? – A Tami, esto le recordó a lo sucedido con Draken y aunque no conociera al tal Baji, esperaba que sobre todas las cosas estuviera bien. Takashi solo le había contado la parte donde lo lastimaban, pero ¿Cómo contarle a alguien que su amigo prefirió acabar con su vida para que sus dos mejores amigos dejaran de pelear y todo frente a sus ojos?.
- Escucha Tami – A ella no le pareció nada bueno el tono con el que se dirigió el chico – Baji estaba demasiado herido y cansado, y al ver lo que sucedía con Mikey y Kazutora decidió intervenir –
- ¿Intervenir cómo? –
- Dijo que esto lo hacía para que Kazutora no se sintiera culpable de haberlo matado…...él decidió apuñalarse para morir - Takashi dijo esto último casi en un susurro.
- ¡¿Por qué?! ¡¿No había otra forma de arreglar las cosas?! – Tami quería pensar rápidamente en el sin fin de alternativas que hubiera tomado si hubiera estado en ese caso, pero simplemente no pudo. Pensó que a la final Baji estaba a punto de morir y prefirió por adelantar su muerte a manos de él antes de que pensaran que la culpa era del otro, para Tami, Baji al parecer era alguien que amaba hasta al extremo a sus amigos, y a ella sinceramente le hubiera gustado conocerlo.
- Yo…no lo sé – Contestó un poco desconcertado.
- Yo tampoco – Ella susurró en respuesta.
- Aun así, Mikey siguió golpeando a Kazutora y solo por intervención de Takemichi, aunque de una manera particular, las cosas pararon. Creo que realmente nadie quería intervenir, Takemichi fue bastante arriesgado – Takashi quería cambiar el rumbo de la conversación, al menos para alivianar el peso de lo ya contado.
- ¿Takemichi? Creo que era el otro chico que estaba con Draken-kun, ¿verdad? – Takashi asintió, aliviado porque al menos habían podido cambiar el tema. – Bueno, Draken dijo que era alguien especial, me imagino que es una buena influencia y bastante arriesgado - Tami sonrió levemente al recordar su conversación en el hospital.
Ambos se quedaron en silencio por un largo momento, de repente Tami empezó a llorar, ella no recordaba la última vez que lo hizo, Takashi jamás la había visto llorar así que se sintió preocupado por no saber que hacer.
- ¡Tenía nuestra edad, Takashi! – Empezó a hablar mientras lloraba – No lo conocí, pero era una persona, era joven y toda una vida por delante. ¡Su mamá y su papá de seguro estarán destrozados! – Takashi identificó que se refería a Baji y recordó que este solo tenía mamá aun así seguiría siendo doloroso para ella - ¡¿Y si estas en la misma situación?! ¡¿Lo harías?! – Tami seguía llorando y Takashi empezó a sentirse un poco frustrado porque su amiga le había preguntado eso.
- Yo…..no, no creo que lo haga -
- Espero que nunca te suceda nada malo – Aunque Tami siguió llorando, Takashi no pudo evitar notar la sinceridad con la que la chica había dicho eso. Se sentía querido, pero tenía que hacer algo para consolarla y lo único que se le ocurrió fue abrazarla.
- Perdón, no debí contarte esto – Le dijo en su oído mientras la abrazaba. No podía verla porque la tenía contra su pecho, pero sintió que ella movía su cabeza en signo de negación.
- No te disculpes, lo siento era tu amigo…..yo me sentí mal por Baji aunque de seguro has de pensar que ni siquiera me corresponde porque nunca lo conocí - Takashi la apartó y la sostuvo por sus hombros mientras negaba con la cabeza.
- Para nada, eso significa que eres compasiva y eso es bueno – Se miraron por un instante, y Tami sintió la calidez que le brindaban los ojos lavanda de Takashi que para ella eran tan únicos y hermosos.
- No quiero que salgas lastimado – Tami finalmente había dejado de llorar.
- Estaré bien, me cuidaré – Takashi volvió a abrazarla.
Abrazados, ambos se sintieron en paz. Takashi no se había dado la oportunidad de llorar, pero finalmente se sentía tranquilo, al parecer Tami ya le había hecho el favor de llorar por los dos. De todas formas, su burbuja personal se interrumpió al escuchar al padre de la chica llamarla, ya se estaba pasando de la hora y su madre estaba ya en el auto. Se separaron rápidamente, Tami recogió el hielo para dejarlo nuevamente en su lugar y después se unió a Takashi para salir juntos de la casa mientras su padre se encargaba de cerrar la puerta delantera.
- Me hubiera gustado acompañarte en estos días, pero tengo que irme – Tami se sintió nuevamente molesta por lo inoportuno del viaje.
- No te preocupes, gracias por estar hoy conmigo – Takashi le regaló una pequeña sonrisa, esperando calmar a su amiga.
- Cuando regrese, ¿puedo ir a verte? - Él asintió - También me gustaría ir a ver a Baji-san –
- Eso estaría bien –
- Nos vemos y lo siento...- Ella se alejó para subir al auto.
Aun le ardía un poco los ojos por haber llorado, agradeció que sus padres no le hayan preguntado nada apenas subió al auto porque sinceramente ella no sabría que responder sobre todo porque su madre no le gustaría escuchar sobre peleas callejeras y peor que estás terminen en muerte. Después de media hora de viaje, finalmente decidió dormir el resto del camino.
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Definitivamente, ¡este ha sido el capítulo más largo hasta ahora!
Cuando vi el anime por primera vez, no entendí muy bien la influencia de Baji pero al leerlo en el manga todo se aclaró y siento que quizás los episodios no le hicieron la suficiente justicia a lo sucedido o a la final yo soy la que no entendí nada jajaja. Si no lo notaron, Mitsuya no le contó absolutamente todo lo que se vio porque él, a diferencia de Chifuyu y Takemichi, no estaba atento en esas partes puesto que estaba peleando con otras personas, y la verdad es que Tami se enterara después del resto de la situación.
No se si lo escrito sobre Mitsuya se saliera de su personaje, pero a pesar de que se ve como un personaje bastante tranquilo y controlado, creo que está situación pudo haberlo sacado de su zona, además al final del capítulo (manga/anime) se observa que sus ojos están llorosos por lo que sabemos perfectamente que él si pudo haber llorado al llegar a su casa y en algún momento más o bien hacerse el fuerte y no llorar, pero en este caso dejó que Tami lo ayudara, me pareció importante porque es de esta manera en que ambos pueden conectarse, y hacer sentir bien al otro.
Espero que hayan disfrutado del capítulo, me costó mucho escribirlo porque borraba y lo volvía a escribir para que finalmente diera este resultado, creo que hubiera salido mejor pero realmente no me quejo. ¡GRACIAS POR LEER!
