Tami no quiere decepcionar a sus padres y siempre se esfuerza por mantenerse perfecta. ¿Finalmente dejará de tenerle miedo a su madre? ¿Escogerá por ella misma sus acciones aunque eso significaría decepcionar a sus padres?
CAPÍTULO 19
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Había pasado un poco más de mes y medio después de haber regresado de las vacaciones de Navidad y Fin de Año, las cosas para Tami y los demás estaban de lo más normal a excepción de que para muchos se acercaba la fecha de la prueba de ingreso a la universidad.
- ¡Tami-chan! El fin de semana Yasuda-chan y yo estudiaremos en mi casa, ¿Quieres venir? – Preguntó Karlly un día durante el receso, la verdad es que Tami ya se sentía demasiada saturada con todo eso del examen, ni siquiera le había llegado los resultados del anterior y ya tenía que de todas formas prepararse para el otro.
- Antes pediré permiso en casa – Su madre sin pensarlo le daría permiso si se trataba de estudiar a comparación de cuando se trataba de Takashi, sus padres no sabían que se había convertido en su enamorado y pensaban que seguían siendo buenos amigos, pero medio colegio si lo sabía y aunque eso al inicio la hacía sentir incómoda ya después se acostumbró a que la asociaran inmediatamente con el peli lila.
Cuando regresaron, el rumor de que Tami Fujioka y Takashi Mitsuya están saliendo estaba en todo su apogeo por los pasillos de la escuela, algunos habían asegurado haberlos visto en el santuario en fin de año más juntos que simples amigos, rumor que fue confirmado por ellos mismos cuando unos chicos de primero los vieron besarse en el patio durante el receso. Para muchos fue sorpresa, para otros alegría y para otros pocos fue tristeza, ya que habían querido tener alguna oportunidad bien con Takashi o bien con Tami, pero ahora estos estaban juntos.
No habían cambiado muchas cosas desde Navidad, Takashi la seguía acompañando a casa después del club y los fines de semana pasaban en casa o salían a cierto lugar ya sea solos o con amigos, Tami logró involucrarse más con los chicos de la ToMan pero igual Takashi evitaba llevarla a sus reuniones y solo lo acompañaba cuando iban a comer o a jugar en el parque.
Sin embargo, apenas llegó febrero, su madre la había puesto nuevamente en un curso de preparación para el examen, la mayoría de los chicos de tercer año que pertenecían a clubes deportivos habían dejado sus equipos desde octubre para enfocarse más en sus estudios pero Tami, que pertenecía al club de arte, se había quedado sin problemas en el suyo, pero ahora que el tiempo era corto, había decidido dejarlo al igual que el presidente y la tesorera, quienes delegaron sus puestos a otros compañeros de segundo año.
Karlly había dejado el club de costura apenas inicio enero, pero Yasuda había decidido seguir en su puesto como vicepresidenta hasta la graduación, además de que Takashi tampoco tenía intenciones de dejar su puesto de presidente hasta el final. Tami salía apenas de clases enseguida a la academia donde recibía clases de refuerzo para el famoso examen, como tenía que regresar sola, Takashi aprovechaba para ir a verla y dejarla sana y salva en casa, ya habían pasado casi dos semanas con esa nueva rutina.
- ¿Puedo ir a la casa de Karlly este fin de semana? – Preguntó Tami durante la cena de ese mismo día.
- ¿Para? – Dijo su madre con un leve tono de molestia.
- Estudiar –
- Le diré a tu papá que te vaya a ver y a dejar - Tami sentía que últimamente su madre parecía estar molesta por algo, pero realmente no se le ocurría nada. Apenas termino de cenar, recogió los platos y subió su habitación a seguir estudiando.
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Eran las 4 pm del día sábado, cuando Karlly le pidió que bajara a la sala porque alguien había venido a verla. Tami pensó que se trataba de su padre, pero era poco probable porque habían quedado en que la recogerían de la casa de su mejor amiga ya caída la noche. Se sorprendió cuando pudo reconocer la cabellera lila de su enamorado, el cual estaba de espalda y conversando con su amiga pelinegra.
- No puedes culparla - Logró escuchar a Karlly antes de que esta se diera cuenta de su presencia - ¡Hey Karlly! Takashi vino a verte – Sonrió.
Karlly salió del lugar con la excusa de que iría a la cocina a tomar agua, pero en realidad quería darle espacio a la pareja.
- Takashi-kun, ¿Qué haces aquí? - Dijo suavemente, a pesar de que tenía muchas ganas de quejarse con él por haber interrumpido su sesión de estudio en la casa de su amiga.
- Este es el tercer fin de semana que no salimos...- Takashi observó el rostro de la chica antes de proseguir, tenía miedo de verla molesta - Así que pensaba que podías...darte un respiro y salir conmigo - Sonrió y tomó una de sus manos.
- Perdón Takashi, pero solo me dieron permiso para estar en la casa de Karlly – Logró soltar su mano de la del chico - Además estamos estudiando – Tami adoraba al chico, pero sus responsabilidades estaban primero, logró escuchar a Takashi suspirar.
- Bueno, pensé que podíamos salir ya que no pudimos hacer nada en San Valentín - Tami parpadeo varias veces antes de captar lo dicho por el chico, hace solo un par de días había sido San Valentín, pero ella por estar pensando en otras cosas había olvidado por completo de hacer o comprar algún chocolate para Takashi, definitivamente lo de tener una relación amorosa a veces le estaba costando.
- Yo...yo, ¡Lo siento! - Tapo su rostro con ambas manos por la vergüenza - ¡Lo siento tanto! Soy muy mala en esto... – Pero incluso antes de que siguiera diciendo cosas, Tami sintió como su cuerpo era rodeado por unos brazos mucho más fuertes que los de ella.
- Tranquila Tami, sé por lo que estás pasando – Tami bajo los brazos y se acomodó para poder sentir mejor el abrazo, sentir a Takashi cerca suyo siempre le daba seguridad – Solo quería pasar un tiempo extra contigo, no pasa nada si no quieres -
Decir que no quería era una total mentira, de hecho, se había emocionado al verlo y mucho más cuando le dijo que quería pasar un poco más de tiempo con ella, pero Tami no podía simplemente salir de la casa de Karlly y llegar a la suya junto a Takashi después de que su cita terminara sobre todo porque tendría que avisar a su padre de que no la regresara a ver y una vez llegando a casa, enfrentarse con ellos por haberse escapado de la nada.
- Quiero, pero mi padre viene a verme más tarde – Se separó del chico, esperaba que con eso él se fuera lo más pronto posible antes de que ella se arrepintiera tanto de haberle denegado su invitación.
- ¿Y si van y regresan antes de que tu padre venga a recogerte? - Una tercera voz se hizo notar en la sala, Yasuda apareció por detrás de la pared que daba al espacio de donde quedaba la escalera – Tranquilos, no escuché casi nada – Dijo la chica al ver la cara de sus amigos – Pero al menos lo suficiente como para que sepas qué hacer, perdón si aparecí de la nada, pero no sabía nada de ustedes y me preocupe -
- Yo...no creo que eso salga bien – Tami se encogió de hombros, ganas de escapar con Takashi no le faltaba.
- Oh claro que sí - La voz de Karlly finalmente resonó en el mismo lugar – Mi papá llamó para avisarme que tus padres demorarían en venir a recogerte porque aprovecharían este día en salir a visitar a tus abuelos - Finalizó mientras guardaba su teléfono en el bolsillo de su pantalón corto y les regalaba una sonrisa de complicidad a sus amigos.
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Ni siquiera sabe cómo, pero Tami se encontraba en medio de su cita con Takashi esa tarde del sábado. Karlly les había propuesto que salieran a un lugar cercano para que regresaran a tiempo antes de que sus padres llegaran por ella, por lo que terminaron yendo a un salón de juegos a solo 3 cuadras de la casa de la pelinegra.
Por ser sábado, el lugar se encontraba ligeramente lleno, Takashi tuvo suerte de encontrar libre una de las máquinas de arcade, por lo que se divirtieron un buen rato jugando PAC-MAN. También disfrutaron un poco de los juegos de pelea, cuando el chico de al lado les pidió amablemente que, si podían intercambiar de máquina, no dudaron ni un segundo en aceptar, después de todo Street Fighter permitía dos jugadores a diferencia de PAC-MAN que solo permitía uno.
Había pasado aproximadamente una hora cuando decidieron de que se habían aburrido de las máquinas de arcade, por lo que Takashi pensó que era el momento perfecto para regresar a su novia a la casa de su amiga no sin antes compartir un helado. Mientras el peli lila hacía el pedido en el bar del lugar, Tami aprovechó a ver como las personas probaban suerte en las máquinas de peluches, su vista captó inmediatamente un peluche de gato morado que tenía un cuerpo ovalado, pero realmente adorable, al parecer nadie lo había notado y ella estaba segura de querer tenerlo.
- ¿Alguna vez pudiste sacar algo de esas máquinas? - La pregunta de Takashi la sacó de sus pensamientos, le dio el cono de helado de chicle que había pedido para ella mientras él disfrutaba uno de chocolate.
- No - Vaciló un poco – Pero mi padre sí, fue hace mucho – Le contó brevemente como en uno de sus tantos viajes a Miyagi, su padre había podido sacar un peluche de ardilla, después de que lo intentara unas 3 veces. Tami conservaba el peluche, aun cuando había pasado ya casi 10 años.
Como las máquinas estaban llenas, prefirieron probar suerte otro día, pero Takashi anotó mentalmente las características del peluche que había llamado la atención de su novia. Por otra parte, el chico sentía que su cita había sido demasiado efímera, pero no podía quejarse, después de todo Tami había sido muy solidaria en regalarle algo de su corto tiempo.
Pero la suerte no podía estar siempre de su lado, ¿Verdad?. Su teléfono sonó mostrando el nombre de Karlly a la vista.
- ¿Ya vienen? – Preguntó la chica en su lado de la línea.
- Sí, ¿Por? – Takashi notó el tono preocupado de su amiga.
- No le vayas a decir a Tami, pero sus padres la han estado llamando a su teléfono. No he contestado pero lo mejor es que regresen lo más pronto posible – El chico no alcanzó a decir nada más porque Karlly había terminado la llamada.
- ¿Pasó algo? – Tami preguntó levemente.
- Nada de qué preocuparse, vamos rápido – Tomó su mano y la llevó casi a rastras a la salida del lugar.
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A Karlly no le pagaban lo suficiente para pasar por esto, de hecho, ni siquiera le pagaban, pero ella mismo había querido meterse en esta situación. Era la tercera vez que escuchaba el teléfono de Tami sonar, la ponía ansiosa, pero le tocaba esperar a que los chicos regresaran.
Gracias a los cielos, no estaba sola, y contaba con la compañía de Yasuda, esta le había sugerido que lo mejor era llamar a sus amigos. Después de contactar con Takashi y escuchar el teléfono sonar por cuarta vez, decidió salir a encontrarse con la chica en medio camino para que esta pudiera contestarle a sus padres. Estaba a una cuadra de distancia de su casa que ni siquiera supo ni cómo ni cuándo, un carro se parqueo justo a su lado de la vereda, Karlly se sobresaltó y casi grita, pero se calmó al ver las personas dentro del mismo, aunque esa tranquilidad no le duro mucho al ver la situación en la que se encontraba.
"Por Dios, no puede estar pasando esto" Pensó mientras evitaba las ganas de echarse a correr lejos de los Sres. Fujioka y hacer como si nunca los hubiera visto "¿No que iban a demorar en llegar?"
- Karlly-san, ¿Qué haces? Íbamos a tu casa a recoger a Tami pero no contesta su teléfono y pareces un poco alterada ¿Pasó algo? – El sr. Fujioka se dirigió hacia ella una vez salió del auto, su esposa prefirió quedarse dentro del mismo. Las pocas clases de actuación que había tenido debían servirle para algo, Karlly suspiró y se metió lo mejor que pudo en su papel de chica súper convincente.
- Yo...yo acabo de salir a la tienda. A Tami le gustan los helados así que quería conseguirle algo dulce para ella, ya sabe ella...– Karlly ni siquiera pudo terminar su mentira porque el teléfono de su mejor amiga volvió a sonar, ¿por qué no se le había ocurrido ponerlo en silencio? No le costó mucho esfuerzo darse cuenta que la mamá de su amiga quiso intentar contactarse con ella mientras esperaba en el auto.
- ¿No es ese el teléfono de mi hija? Karlly-san sé sincera, ¿Qué pasó? - El sr. Fujioka parecía no estar molesto con ella, pero esperaba que ella le dijera la verdad, después de todo hablaban de su hija. La sra. Fujioka salió del auto y miro seriamente a la pelinegra, también había escuchado el teléfono de su hija sonar en media calle, pero no había nadie más que la amiga de esta. Incluso antes de que empezaran un nuevo interrogatorio para la chica, la sra. Fujioka señaló con su mano hacia al frente.
- ¿Es esa Tami? - Esa pregunta hizo temblar ligeramente a Karlly - ¿Qué hace con ese pandillero? - La chica giró su rostro para ubicar a su amiga, al parecer al igual que ella, había decidido quedarse inmóvil cuando vio a sus padres en la calle. Takashi a un lado parecía un poco más tranquilo, pero de seguro por el tono de la madre de Tami con la que había formulado su última pregunta, le daba a entender que nada de esto iba a terminar bien.
"No, no puede estar pasando esto por favor" Karlly se preparó mentalmente para lo que vendría.
- Vámonos a la casa Tami – La voz autoritaria de la sra. Fujioka fue lo único que se dijo después de eso.
- Mis cosas...- Tami susurró, pero su madre había logrado escucharla.
- Dije, ¡vámonos! - La castaña ni siquiera le dirigió la mirada ni a ella ni a Takashi, simplemente subió al auto. Los sres. Fujioka tampoco se despidieron de ellos, simplemente arrancaron y se fueron.
Los padres de Tami no eran así o al menos Karlly no los recordaba de esa forma, su hija tenía derecho a un descanso e incluso andar con el chico que a ella le pareciera el correcto. Había pasado algo y aunque ella quisiera saber mucho por qué, a ella simplemente no le correspondía meterse en los asuntos familiares de su amiga.
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- ¿Para esto querías ir a la casa de tu amiga esa? - Apenas entraron a su casa, su madre arremetió contra ella. No le gustaba el tono con el que había dicho eso último, pero no podía responderle cuando después de todo ella era la que había cometido un error – Nos sacrificamos tanto para que tengas un buen futuro y ¿es así como nos pagas? ¿Saliendo con chicos en vez de aprovechar la tarde para estudiar? - Los ojos de Tami picaban, puesto que ganas de llorar no le faltaba.
- Tu resultado del examen del extranjero, ¿lo has revisado? - Su madre tomó en sus manos un montón de papel que estaban en la cómoda de la entrada - ¡Contesta! -
- N-no...no me ha llegado nada – Tami se las arregló para no emitir un sonido ronco con su voz y lograr contestar.
- ¡Claro que no! Porque nunca revisas el correo, ni siquiera preguntas – Le tendió bruscamente un sobre blanco, la castaña identificó el sello de la Embajada de Estados Unidos en la esquina del mismo – No iba a decirte nada hasta que te dignaras a preguntar, pero nunca lo hiciste – La chica iba a replicar, pero su madre la cortó de una – No quiero escuchar tus excusas, estás castigada y piensa muy bien que harás en el futuro porque no pienso mantener a una buena para nada en esta casa - Señaló la escalera.
Para Tami era la primera vez que escuchaba eso, asumió que su madre le pedía que fuera a su habitación, sus padres nunca la habían castigado y después de 17 años recién le decían eso. Podía haber sido peor ¿no? Al menos su madre no le había gritado a Karlly o a Takashi después de ese encuentro, ya que con ese carácter que se carga suele ser difícil tratar con ella. Lo único que le dolía era lo último que le dijo, ella se estaba esforzando lo mejor que podía, ¿necesitaba demostrarlo más?
Se encerró en su cuarto y se tiró a la cama, ni siquiera sabía cómo sentirse. Triste, enojada o quizás decepcionada con ella misma, no sabía cuál estaba más acorde a ella en esos momentos. ¿Takashi sabía que sus padres estaban buscándola? Si no había sido así, ¿Por qué entonces quiso llevarla por otro camino? De seguro si hubiera accedido a cambiar de ruta nada de esto hubiera pasado, aunque si desde un principio no se dejaba llevar por sus amigos, todo estuviera tranquilo y no se sentiría como la peor hija del mundo.
Tami lloró un poco antes de quedarse dormida, decidió no abrir el sobre de resultados esa noche porque si acaso no eran favorables, la haría sentir peor de lo que ya estaba.
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Holaaaa!
Ha sido un largo tiempo pero finalmente les traigo un nuevo capítulo, quizás algo corto pero con un tema algo controversial: El miedo a decepcionar a nuestros padres.
Mentiría si dijera que nunca me he sentido presionada por eso, de hecho hubo un tiempo en que sentía que las cosas eran así pero resultaba que yo me las imaginaba de esa manera ya que según yo, mis padres ya habían pasado por dos decepciones con mis dos hermanos mayores y que yo era como la última esperanza. Me puse esa cruz encima y me causaba cierta tristeza cada vez que cometía algún error, gracias al cielo mis padres se dieron cuenta de esta situación y me hicieron saber que no pasaba nada, que no me sintiera presionada por eso, mis hermanos habían escogido su camino y que de todas formas quedaba en mí sobre como formar mi futuro y que pase lo que pase, ellos siempre me apoyarían :)
Espero que sí están pasando por algo similar, puedan tener la confianza suficiente con sus padres para que puedan conversar con ellos. El estudio es importante, pero la salud mental lo es más, porque si tú no estás bien nada más lo estará.
Con respecto a la historia, en capítulos anteriores se menciona la relación de Tami con sus padres. Ambos con perspectivas diferentes para las diferentes situaciones con su hija, hice que su madre sea la estricta ya que en muchas familias esto sucede mientras que el padre se muestra más comprensivo. Esta relación de padres - hijos y el tema de las decepciones será el detonante de los acontecimientos en los siguientes capítulos, estamos a pocos capítulos de terminar esta primera temporada; porque sí, haré que esta historia se divida en dos temporadas, pero de todas formas la segunda parte estará en este mismo libro \o/
Muchas gracias por sus reviews, espero que este capítulo compense un poco el largo tiempo que dejé de actualizar :c
