Capítulo 2 - Recuperación y Reunión.
「Ubicación Desconocida.」
Todo lo que se veía era el color negro. Millas y millas de total, completa y absoluta oscuridad. Eso era lo que observaban un par de ojos azules. En realidad le estaba entrando algo de preocupación. Allí, en medio de todo el vacio sin saber lo que podría pasarle, sin embargo, por alguna razon no sentía miedo, el sabía que no le pasaría nada en este siniestro lugar. De hecho, estaba esperando a que ella lo llamara. Con su voz angelical, que parecía que fue creada por Dios, ella lo llamaría y él la buscaría. El sabía que ella también estaba sola en este lugar, pero él le haría compañía. La encontraría, la abrazaría, la besaría, la poseería. Así podrían estar juntos, para siempre. Eso era lo que ambos deseaban.
"Onii-Sama."
Fue solo un pequeño susurro, pero bastó para que se deleitara con su voz. El piso estaba frío y húmedo, así que le tomó un tiempo a sus pies descalzos acostumbrarse. Pero él aguantaría si es por ella. El destruiría el mundo entero si es por ella. Y ella haría lo mismo por él.
"Onii-Sama."
Un segundo susurro sacó a Naruto de sus pensamientos. Y no perdió tiempo en correr, tan rápido, como se lo permitieran sus fuerzas. Iba hacia la dirección de donde vino la voz y no pararía hasta encontrarla.
"Ya voy Naruko."
「Sala del Concejo.」
Todos en la reunión aún estaban en completo silencio. Procesando lo que acababa de pasar en los últimos 15 minutos. Primero, todo iba bien. Se presentaron a los nuevos Jinchurikis de Konoha. Luego de analizar su extraña y singular condición, se analizó que se iba a hacer con ellos. Luego un consejero civil, Tomiya Goro, se dispuso a acabar con dichos Jinchurikis. Todo eso estaba bien, y si los mas experimentados quisieran admitirlo, se esperaban que esto pasara.
Lo que no esperaban que pasara fue que el brazo amputado de Goro se regenerara de la nada en unos instantes delante de ellos.
Todos estaban con sorpresa y asombro ante lo que parecía ser una obra de Dios. Incluso el mismo Goro y su hermano, que habían trabajado en conjunto para osquestar el asesinato de los bebes estaban con la boca abierta.
Quizás el más afectado por todo esto era Shimura Danzo. Aun con toda su palabrería de que las emociones solamente estorbaban en un Shinobi, él era un fracaso en ese aspecto. El nunca había matado sus emociones, solo las suprimía para que no se mostraran. Pero el siempre las tenía ahí. Sintió tristeza cuando sus padres murieron. Todavía siente furia por el hecho de que su Sensei, Senju Tobirama, eligiera a Hiruzen para el puesto de Hokage y no a él. Y definitivamente sentirá alegría cuando finalmente tenga el título de Hokage.
Ahora solo pudo mirar con ojos abiertos y clara sorpresa grabada en su rostro como el brazo de una persona crecía de nuevo y sin dolor, algo que debería ser imposible. De hecho estaba tan absorto en su asombro que no penso en las implicaciones que esto traería a Konoha y su futuro.
El primero en salir de su estupor fue el Sandaime, aunque esto tardo unos momentos. "ANBU, escolten a este hombre fuera de la sala." Tan pronto como dijo eso un grupo de ANBU llego a la cámara y efectivamente se llevaron a Goro. Aunque por las máscaras no se viera, ellos también estaban asombrados por lo que acababan de ver.
"¿Q-q-que es lo que acaba de pasar?" Pregunto Shinji ya que el junto con su hermano fueron los que idearon el plan. Pero él no se esperaba esto.
"Eso es lo que quiero saber." Dijo Hiruzen seriamente mirando a los dos bebes.
"Mmm, podría ser que..." Penso Danzo tratando de sacar esto por el lado bueno. "Tomiya Goro, ¿qué sentiste cuando te volvió a crecer el brazo?" Preguntó Danzo para determinar su curso de acción.
El hombre siendo escoltado por ANBU miro al consejero con una cara conmocionada y mucho más tranquilo que en su anterior arrebato. "Honestamente fue extraño. Cuando toqué al bebe, sentí como si un gran poder me fuera otorgado. Como si una parte de mi estuviera completa una vez más."
Danzo se quedo pensativo por un momento. Mientras tanto el Sandaime analizó las cosas rápidamente e hizo una apuesta arriesgada. "Kuma." Un ANBU con máscara de oso se arrodilló ante el Sandaime. "Trae a esta sala a Hasumi Ryoko, y a Gekko Hayate." El ANBU desapareció en un Sunshin dispuesto a cumplir la orden.
"¿Qué planea hacer Sandaime-Sama?" Pregunto Shibi, de hecho, todos los jefes de clanes se preguntaban eso, habiendo estado callados durante la mayor parte de la reunion.
"Lo veran en cuanto Kuma traiga a las personas que le ordene." Dijo Hiruzen misteriosamente, a lo que las personas en la reunión miraron al Hokage con duda.
Unos minutos despues, las puertas se abrieron para ver al ANBU Kuma escoltando a dos personas una mujer y un hombre. La mujer caminaba a base de muletas, pues le faltaba una pierna. Mientras que la otra persona se veía aparentemente bien. Aunque tenia los ojos un poco opacos y grandes ojeras debajo de ellos.
"Me alegra que los dos esten aquí." Comenzó el Sandaime. Viendo al resto de la sala, informó de sus intenciones. "Lo que quiero hacer es un experimento. Si no funciona no perderemos nada." Dijo viendo como el concejo se interesaba por sus palabras. "Pero si funciona..."
"¿Qué pasará si funciona Hokage-Sama?" Preguntó Shikaku quien estaba claramemte interesado en el resultado.
Hiruzen sonrio. "Digamos que aceleraremos la recuperación de la aldea." Luego se giró a las dos personas que habia llamado. "Hasumi Ryoko." Llamó autoritariamente.
La mujer de las muletas, a pesar de su impedimento hizo la mejor pose militar que pudo hacer, demostrando que una vez fue Shinobi activa. "Si, señor."
"En una de tus misiones perdiste la pierna y te desmovilizaron del servicio activo permanentemente. ¿Cierto?" Preguntó el Sandaime.
La joven tardó un momento para responder ya que fue un momento de verguenza para ella. Que la retiraran del servicio activo le había traído gran deshonra. "Correcto, señor." Declaró ella.
Hiruzen asintió. "Quiero que toques a uno de los dos bebes de la mesa." Ordenó el haciendo que los miembros Shinobi del concejo empezaran a entender la naturaleza del experimento. "Kuma, por favor asistela."
El ANBU asintió y cargó a la mujer cerca de la mesa. Ryoko que no tenía idea de lo que estaba pasando se dejo asistir. Cuando vio a los bebes, enseguida tomo cautela de lo extraños que eran, pero un asentimiento del Sandaime le dijo que todo estaba bien.
Tocó a Naruko, y tan pronto como lo hizo, todos volvieron a ver el milagro. Su pierna perdida empezo a crecer de nuevo. El mismo proceso que habia sucedido con Goro. En cuestion de segundos. Ryoko volvia a tener sus dos piernas en funcionamiento.
Ella por instinto puso sus dos pies en el suelo. Ambas piernas estaban saludables, no sentía debilidad en ellas. "¿C-como...?" Pregunto ella al aire. Los otros estaban igual de conmocionados.
「Ubicación Desconocida」
En la oscuridad, ella lo esperaba. Su amigo, su compañero, su amante, su hermano. Sus ojos azules no podían ver nada, pero ella podía sentirlo bien. Ambos deseaban lo mismo, estar juntos para siempre. Y harían cualquier cosa para lograrlo.
A través de la oscuridad sintió pasos rápidos. Muy rápidos. Sonrió, porque ya sabía quien era. Así que decidió darle palabras de ánimo para que se apresurara más a su destino.
"Onii-Sama."
Lejos de ella, la persona a la que estaba esperando detuvo su paso y miro a todos lados. Lo había vuelto a llamar, y el por supuesto que iría para allá de inmediato. Ya sentía como que se acortaba la distancia entre ellos. Asi que reanudo su marcha, quería llegar cuanto antes a su destino.
「Sala del Concejo」
El Sandaime ignoró a Ryoko, fascinado de volver a ver esto con sus propios ojos.
Pero salio de su estupor. Hasta ahora todo iba bien. "Gekko Hayate, un paso al frente."
Dicho Shinobi, de rango Chunin, hizo lo que le pidieron y se presento ante su lider. "Cof, cof, Gekko Hayate reportandose, Hokage-Sama. Cof." Tosió Hayate tomando una pose militar.
Hiruzen asintió. "Según tengo entendido, Hayate, ¿tu enfermedad es incurable, no?" Preguntó a lo que Hayate asintió.
"Si Hokage Cof -Sama, no se ha encontrado cura." Contestó el Chunin, sabiendo que la enfermedad era un impedimento para su carrera Shinobi.
"Por favor, Hayate, toca a uno de los bebes." Pidió el Sandaime, a lo que Hayate, se apresuro a cumplir la orden.
Como todo el mundo, lo primero que noto en los bebes fue su apariencia, los mas extraños bebes que hayan visto, pero supero su sorpresa y tocó a Naruko.
Los ojos de Hayate se abrieron. Nunca se había sentido tan saludable en toda su vida. Tomo unas bocanadas de aire... y no tosió.
Miro a los bebes con asombro y luego miro al Hokage con una mirada seria. "¿Que es lo que ocurre aquí, Hokage-Sama." Dijo el y sorprendió a las personas de la sala ya que sus ojeras habían desaparecido y sus ojos recuperaron su viveza.
El Hokage asintio. "Todo esto se aclarara de inmediato. Kame traeme a un Ninja médico de inmediato." Ordeno el Sandaime, haciendo que el ANBU se retirara a cumplir la orden. "Mientras tanto me complace comunicar al concejo que el experimento ha sido exitoso."
El concejo nuevamente estaba desconcertado nuevamente. Ni siquiera Danzo sabía lo que estaba tramando su viejo rival. "¿A que te refieres, Hiruzen?" Preguntó el Halcon de Guerra mientras miraba a los bebes haciendose preguntas ¿Qué eran? y lo mas importante. ¿Podría él sacar algún provecho de ellos?
"¿Es que no se dan cuenta? A lo que me refiero es que cualquiera que toque a los bebes, sera 'completado' por asi decirlo. Por ejemplo Goro y Ryoko. A ambos les faltaba un miembro y al tocarlos, sus cuerpos fueron completados." Explico Hiruzen y todos abrieron los ojos de sorpresa.
"Hiruzen, no te precipites, hay fallos en tu teoría, mira por ejemplo a Hayate. El tocó a los bebes y no ha pasado nada." Dijo Homura seriamente, aunque ya veia a donde su viejo compañero de equipo estaba llegando, y sin duda sería beneficioso para la aldea.
El Sandaime negó con la cabeza. "Hayate es diferente, a el no le falta nada... por fuera." Justo cuando dijo eso Kame apareció en la habitación junto con el Ninja médico que el Hokage había solicitado.
"Aquí lo traigo Hokage-Sama." Dijo Kame mientras que el Sandaime asentía y dirigía su mirada al Iryo-Nin.
"Te he traido aqui porque quiero que revises a Hayate. Creo que eres consciente de su enfermedad." El médico asintió. Todos en el hospital sabían de la enfermedad incurable de Hayate y solo podían retrasarla.
El médico aplicó inmediatamente la técnica de Palma Mística, para hacer un diagnóstico en el cuerpo de Hayate. De repente abrió los ojos conmocinado. Dio unos pasos atras con cara de asombro.
"I-imposible. La enfermedad ha d-d-desaparecido." Anunció el médico, haciendo que el Concejo nuevamente se quede sin palabras.
"¿Cómo que ha desaparecido?" Preguntó Danzo con ojos entrecerrados. El sabía también de la enfermedad y lamentablemente era incurable, sino hace tiempo que habria enlistado a Hayate en su programa Raiz.
"E-es un milagro." Dijo el medico. "No queda rastro de la enfermedad. Esto es una obra de Dios." Dijo dramáticamente el médico, haciendo que otros fruncieran el ceño.
Hiruzen viendo el dramatismo del Médico Ninja pidió a uno de sus ANBU que llevaran a Hayate, a Ryoko y al médico fuera de la habitación. Luego volvio su atención a la reunión. "Parece que el experimento dio frutos."
"Asi que es cierto." Murmuro Shikaku. "Ya veo, como Hayate no le faltaba nada en el exterior, fue completado en el interior, eliminando todo rastro de su enfermedad."
Hiruzen asintió. "Esto sera beneficioso para la aldea, aun con la gran cantidad de heridos que hay podremos curarlos a todos y acelerar la recuperación."
"Ya veo." Dijo Danzo. "Tal vez esto no esta perdido despues de todo." Les dio una mirada a Homura y a Koharu y ambos asintieron. "Estamos de acuerdo con tu propuesta."
El Sandaime asintió. "Bien, ¿quién está de acuerdo con la moción?"
Por primera vez en la historia de Konoha, o por lo menos desde que se creó el Concejo Civil, hubo unanimidad en la votación.
"Entonces esta decidido." Dijo el Sandaime. "Empezaremos con las recuperaciones mañana mismo." Todos asintieron en acuerdo. "Yo asumiré nuevamente el puesto de Hokage ahora que Minato no está." Esto trajo un alivio para todos menos para Danzo que con todo el problema de los Jinchurikis se habia olvidado por completo del puesto de Hokage. Hiruzen se le había adelantado una vez mas. "Se levanta la sesión."
「Ubicacion Desconocida.」
De un vortice salió Uchiha Madara, habiendo huido de Konoha despues de que desató al Kyubi. Se encontraba en un lugar oscuro y rocoso. La cueva donde el verdadero Madara le mostró la verdad del Mundo Shinobi. Aqui podía hacer sus planes en paz. "Zetsu." Llamó el Uchiha. De el suelo salio una planta, parecida a una Venus Atrapamoscas. Se abrió dejando ver un hombre mitad negro mitad blanco, pero solo la mitad blanca tenia rostro, la negra parecia simplemente fusionarse con el cuerpo de la otra.
"Obito." Dijo Zetsu Negro a modo de saludo. "¿Ya hiciste lo que tenías que hacer?"
Obito asintió. "Así es. Me deshice de dos grandes amenazas. Kushina y Minato. Sabía que al liberar al Kyubi despues del parto tendrían que sellarlo en sus bebes recien nacidos. Así también podremos tomar nuestro tiempo para capturar al Kyubi, cuando vayamos por él, estará encerrado dentro de niños pequeños, que no suponen una amenaza." Dijo Obito ya que ese era su plan desde el principio. Matar tres pajaros de un tiro. Deshacerse de amenazas, debilitar la aldea y sellar el Kyubi dentro de débiles contenedores.
"Eso es excelente." Sonrio alegremente Zetsu Blanco, mientras que la mitad negra suspiraba por las boberias de su otra mitad.
Obito asintio, realmente era bueno para sus planes. "Lo que no esperaba era esto." Se quitó la mascara dejando ver sus dos ojos intactos y su cara luciendo como si nunca lo hubiera aplastado una roca.
Ambos Zetsus vieron esto con asombro. Mientras que Zetsu Negro tuvo un mal presentimiento. "¿Como paso esto? ¿Acaso tomaste el ojo de Kakashi?" Pregunto esperando que ese fuera el caso.
Pero Obito sacudio su cabeza en negación. "No, todo empezo cuando toque a esos extraños bebes. De repente me sentí completo. Pero eso tambien me causo irregularidades en la batalla contra Minato, asi que tuve que retirarme." Contestó haciendo que Zetsu Negro se sintiera nervioso.
"Eso es genial." Dijo Zetsu Blanco infantilmente. Y si Zetsu Negro no estaba nervioso antes, ahora lo estaba. "Obito, ¿cómo eran esos bebes?" Describelos." Pidió algo apresurado haciendo que Obito se extrañara de que el siempre calmado Zetsu Negro se apresurara para algo.
"Eran... extraños." Contestó Obito. "Acababan de nacer, pero no lloraban. Tampoco se movían, era como si no estuvieran alli." Entonces Obito recordo algo que de verdad lo asombró. "Sabes, tambien elegí el parto de Kushina para liberar al Kyubi porque sabía que ella quedaría muy débil como para usar sus Cadenas de Chakra, y yo mismo comprobe que lo estaba. Pero fue capaz de usarlas."
Si todo lo anterior había puesto nervioso a Zetsu Negro, ahora esto confirmaba sus sospechas. Esto era malo. Todos sus planes podrían estar en peligro.
"Quiero que vigiles y monitorees el crecimiento de esos bebes. Podrían ser un obstáculo a nuestros objetivos." Dijo Obito y se fue en un vórtice a entrenar sus nuevos poderes. Dejando a los dos Zetsus solos en el escondite.
Despues de un momento de silencio, Zetsu Blanco en una rara muestra de seriedad por su parte resumió la situación en la que se encontraban. "Esto es malo." Dijo seriamente.
La mitad negra se puso de acuerdo completamente. "No esperaba que su poder se manifestara nuevamente en este Mundo." Dijo Zetsu Negro, mientras sentía miedo por primera vez en su vida. Miedo de que sus planes sean arruinados para siempre.
"No podemos revivir a Madara ahora, no es el momento." Dijo Zetsu Blanco preocupado y con razón, este pequeño desarrollo pondría en peligro todo por lo que habían trabjado. "Pero me temo que cuando lo revivamos sea demasiado tarde. ¿Qué hacemos ahora?" Pregunto a su otra mitad.
"No podemos hacer nada." Contestó Zetsu Negro un poco enojado por este imprevisto. "Sin duda alguna ellos son descendientes de Ese hombre. Debemos revivir a Madre cuanto antes."
「Hospital de Konoha.」
En una de las salas vacias del hospital entro el Sandaime cargando en sus brazos a los dos bebes. Hoy había sido un dia lleno de cosas inesperadas. El Kyubi atacando Konoha, bebes que curan personas. Al menos había podido sacar algo bueno de todo esto. No sabía porque los gemelos tenían estos poderes o si eran un efecto secundario de ser Jinchurikis del Kyubi a tan corta edad, y tampoco le importaba. Mientras siguieran beneficiando a la aldea y a él por extensión podrían morir y aún asi no le importaría. Se dirigió a un joven medico y coloco a los bebes en la cama. "Quiero que estes de guardia toda la noche cuidando a estos niños. No quiero que entre nadie. Esto será considerado como una misión de Rango A."
"Si Hokage-Sama." Asintio el médico. Hiruzen salió de la habitación dejandolo solo con los recien nacidos.
El medico vio a los bebes rubios y recordo la conversacion que tuvo con uno de los trabajadores del hospital.
「Flashback.」
"¿En serio me dices que por tocar a unos bebes se pueden curar enfermedades incurables?" Pregunto incrédulo el joven médico, mientras su compañero asentía.
"Si el mismo Hayate me lo dijo, cuando toco a los bebes, su enfermedas desapareció, ademas yo mismo lo revisé puedo dar fe de ello." Dijo el Ninja médico que habia sido llamado a la Sala del Concejo.
El joven médico le dio una mirada, desconfiado. "Esto me es difícil de creer." Le dijo con el ceño fruncido en confusión.
"Bueno a simple vista es difícil de creer." Estuvo de acuerdo el médico. "Pero Hasumi Ryoko-San, que venía aquí todas las semanas a rehabilitación por su pierna hizo lo mismo y ahora tiene las dos piernas funcionando perfectamente."
Cuando el medico iba a responder alguien lo interrumpió. "Es cierto lo que dice." Dijo Shinji Goro entrando en la conversacion.
"¿Goro-San, usted también?" Pregunto el medico mientras Goro asentía feñizmente.
"Si yo perdí un brazo durante el ataque. Pero cuando toque a esos niños me volvió a crecer. Era como si nunca lo hubiera perdido." Afirmo Goro haciendo que el medico ganara una mirada de asombro.
"¿Qué son esos niños?" Pregunto el medico, mientras continuaba su conversacion con Goro no notaron que el joven medico se habia ido.
「Fin del Flashback.」
El joven médico que estaba de guardia miro a los bebes. Listo para hacerles algunas pruebas. Activó la técnica de Palma Mistica y examinó sus cuerpos. "Son bastante interesante, y la degradación de sus cuerpos se esta revirtiendo, lenta pero seguramente, sin embargo, aunque sus cuerpos entes en este estado, tienen en su interior mas Chakra que yo." Se dijo a si mismo y en ese momento se acercó a una ventana. Dejando que la Luna llena le diera en la cara. Tenía pelo gris como la ceniza y usaba unos anteojos circulares. Se ajustó rapidamente sus gafas y sonrió malvadamente mirando a los bebes. "A Orochimaru-Sama le gustará saber esto."
「A la mañana siguiente ・Plaza de Konoha.」
El Sandaime, cargando a los gemelos, y sus consejeros personales, Homura, Koharu y Danzo, estaban en la plaza de Konoha donde un funeral masivo a los caídos el dia anterior se estaba llevando a cabo, mientras ellos miraban a la multitud que tenían delante. Habían acordado hacer el anuncio de lo que pasó, de modo que pudiera beneficiarlos de algun modo. Si bien no pudieron tener Jinchurikis útiles, tenían un medio para sanar heridas y curar enfermedades completamente gratis. Esto sin duda era beneficioso para la aldea. Pero aun así tendrían que encontrar el modo de volver funcionales los cuerpos de los Jinchurikis, ¿De qué servían si había una guerra?
Pero ahora no era momento para eso ya tendrían tiempo para pensar en el futuro una vez que terminaran la recuperación.
"Pueblo de Konoha." Comenzó el Sandaime haciendo que la multitud se diriga hacía el. Podía ver los rostros entristecidos y furiosos de la mayoría de la población y podía enterderlos, el mismo había perdido a su esposa em el ataque. "El dia de ayer, una tragedia asoló la aldea. El Kyubi no Yoko nos atacó y destruyó gran parte de la aldea, Matando a miles e hiriendo a más." Dijo Hiruzen haciendo que muchos bajaran la cabeza entristecidos.
"Y me temo que entre las muertes está el Yondaime Hokage y su esposa Uzumaki Kushina." Anunció el Hokage haciendo que ahora todos en la plaza tuvieran el ánimo por los suelos. Sonrió internamente, esto era perfecto, primero bajaba el ánimo de las personas lo máximo posible y despues les daba esperanza, una táctica sociológica muy sucia pero a la vez muy poderosa y útil.
"Pero no todo esta perdido." Dijo dramaticamente el Hokage. "Con su ultimo esfuerzo el Yondaime logro derrotar al Demonio y sellarlo dentro de dos bebes recien nacidos." Anuncio Hiruzen haciendo que la multitud levante sus cabezas en sorpresa ya que no sabían esta información. Pronto, casi todos empezaron a pedir la sangre de los bebes, asustados de que ahora no tenían uno sino dos Demonios.
El Hokage levantó una mano silenciando a la mayoría de la población mientras que los demás solo murmuraban entre ellos. "No teman. Estos bebes no suponen ningun peligro para la aldea. Al contrario, nos ayudarán a fortalecernos para el futuro." Dijo el Sandaime, ganando el interés de las personas en la plaza. Luego se giró a Danzo y asintió. Danzo tronó los dedos y un ANBU (Raiz) aparecio con un hombre de 40 años. Estaba en silla de ruedas pues le faltaban ambas piernas ademas tenía sus ojos de un color lechoso, símbolo de que estaba ciego.
El Hokage se volvió nuevamente a la multitud. "Este es Tenori Kasuki, un veterano que participó en la Tercera Gran Guerra Mundial Ninja. Lamentablemente su equipo fue atrapado en una emboscada y como resultado perdió ambas piernas y tambien la visión." Anunció a la multitud. Mucho de los Shinobis presentes se compadecieron del estado en que se encontraba un ex-compañero.
"Ahora les daré la prueba, la prueba de que con estos bebes nuestro futuro esta asegurado." Luego tomó a Naruto y dejo a Naruko al cuidado de Koharu. "Kasuki." Llamó el Hokage.
Aunque Kasuki no pudiera ver, reconocería esa voz en cualquier parte, era la voz del hombre que lo comandó durante la Tercera Gran Guerra Mundial Ninja. "Si Sandaime-Sama."
"¿Que dirias si te dijera que puedes recuperar lo que perdiste?" Preguntó el Sandaime con una sonrisa, haciendo que Kasuki tuviera un rostro de sorpresa.
"¿E-es en serio Hokage-Sama?" Preguntó Kasuki muy esperanzado. El daría cualquier cosa por serle útil a la aldea al menos como maestro de las nuevas generaciones.
Hiruzen asintió. "Actualmente tenemos los medios necesarios para restaurar lo que te fue quitado." Le informó el Sandaime mirando hacia el bebe que tenía en sus brazos. "¿Aceptas la propuesta?" Preguntó.
Despues de un minuto Kasuki asintió lentamente. "Si, si puedo recuperar aunque sea la vista no me importa lo que sea." Dijo determinado el Ninja retirado.
Hiruzen sonrio. "Extiende tu mano Kasuki, y cierra los ojos." Kasuki hizo lo que le pidieron y extendió la mano en la dirección por donde escuchaba la voz de el Sandaime.
El Sandaime se giró para enfrentar a las masas. "Todos vean lo que esta a punto de suceder." Ordenó el Hokage, haciendo que la multitud este atenta, muchos no creían lo que dijo su lider momentos atras, pero sabían que si los había citado a todos aquí tenía que ser para algo importante.
Hiruzen destapó a Naruto, haciendo que la multitud se asombre, este debía ser uno de los Demonios entonces, ¿qué hacía el Hokage cargandolo? ¿Qué no veía que era peligroso?
El Hokage extendió a Naruto hacia la mano de Kasuki, haciendo que lo tocara. Cuando lo hizo todos los aldeanos presenciaron por primera vez el poder de los gemelos.
Las piernas de Kasuki empezaron a crecer de la nada. Haciendo el mismo proceso que los demas. Primero simples particulas, luego huesos, tejidos, músculos, nervios, piel. En unos segundos las dos piernas de Kasuki volvían a estar en su lugar, y lo mas impactante era que podía moverlas.
En la multitud estaban todos con la boca abierta, y no era para menos. Que a un hombre le crezcan las piernas de la nada, miles de preguntas recorrían la mente de las personas de Konoha.
"Ya puedes abrir los ojos Kasuki." Dijo el Sandaime mientras que su subordinado lentamente abria los ojos y de la sorpresa se levantó de repente. Podía ver las personas, los colores, el cielo. Estaba viendo con sus propios ojos después de muchos años. "Puedo ver otra vez." Dijo en un susurro, pero todos los demas lo oyeron. Esto contribuyó aun más al asombro de la multitud.
El Sandaime no le presto atención a Kasuki, ya que había cumplido su papel. Levanto a Naruto en brazos a la multitud. "Estos no son bebes cualquiera, son tesoros enviados por Dios mismo para restaurar nuestra fuerza." Mintió el Sandaime, el mismo no sabía que cosa eran estos bebes, pero parecer el heroe ante la poblacion nunca le viene mal a un líder. "Cualquiera que toque a los bebes le será devuelto lo que fue arrebatado anteriormente." Anunció el Sandaime, a lo que la multitud murmuraba entre ellos. "Podremos recuperarnos nuevamente del ataque del Kyubi y volver a alcanzar nuestro lugar como la aldea más poderosa del Mundo entero." Hiruzen proclamo, luego de un tiempo todos en la plaza gritaban alegremente en acuerdo con lo que dijo su líder. "A partir de hoy todos los heridos por el ataque, asi como los heridos de guerras anteriores o enfermos tendrán su turno para tocar a los bebes. QUE COMIENZE LA RECUPERACION DE KONOHA." Gritó el Hokage haciendo que la multidud vitoreara por la pronta recuperación que la aldea iba a realizar y si todo salía bien estarían incluso mejor que antes. Hasta se habian olvidado de que estaban asistiendo a un funeral.
「Sobre el Monte Hokage.」
Zetsu miraba la escena con preocupación. Esto lo confirmaba, esos bebes descendían de Ese hombre. Las condiciones de nacimiento eran las mismas y encima tenían el mismo poder. "Esto es malo, muy malo. Y lo peor de todo es que tienen al Kyubi. Si lo absorben el plan se arruinara para siempre." Dijo Zetsu Negro mientras que la mitad blanca estaba de acuerdo con su preocupación.
"¿Cuántas personas habrá allí?" Preguntó Zetsu Blanco mirando a la población reunida en la plaza.
"Mmm." Murmuro Zetsu Negro. "Yo diria que toda la población de la aldea."
"Les decimos?" Preguntó la mitad blanca a lo que la mitad negra hizo un sonido de interrogación. "¿Les decimos que los que toquen a esos niños no durarán mucho?" Preguntó nuevamente.
"No." Respondió rápidamente Zetsu Negro. "Esto debilitará aún más a la aldea, aunque fortalezca a esos dos. El proceso tomará años en completarse. Vámonos no tenemos nada que hacer aqui." Dijo Zetsu negro desapareciendo en la tierra.
Contrario a lo que penso Zetsu, no todas las personas estaban en la plaza. Habia dos personas que desde el dia de ayer se encontraban en cama y no se sentían muy bien.
Hasumi Ryoko y Shinji Goro, dos de las primeras personas que recibieron el Milagro se encontraban cada uno en sus casas. Con sus cuerpos muy débiles. Todo eso despues de tocar a los bebes. No se movían y tenían una fiebre altísima. Estaban a las puertas de la muerte.
Mientras el Sandaime anunciaba su plan de recuperación a la población, Hasumi Ryoko y Shinji Goro murieron, puesto que ya habían cumplido con su propósito...
...Y sus almas volvieron a Dios...
「Plaza de Konoha.」
Sin que nadie se diera cuenta los gemelos abrieron sus ojos azules por primera vez. Dejandoles ver el Mundo tal y como era.
Si pudieran hablar agradecerían a la almas de los muertos por dejarles ver con claridad el Mundo por primera vez.
「Ubicación Desconocida.」
Habia llegado, lo sentía en su alma. Este era el lugar que habia estado buscando todo este tiempo. Se detuvo y camimo con pasos lentos mirando hacia todos lados, buscando algo. Lo más importante del Mundo para él. A medida que buscaba se dio cuanta de que podía ver mejor en la oscuridad. Se dio cuenta de que estaba en una alcantarilla que goteaba desde el techo. Una vista extraña pero aun así no le importaba.
Cuando se adentró allí, la vio. Justo como la había imaginado. Piel ligeramnete bronceada y suave. Ojos azul profundo. Cabello rubio y largo que le llegaba hasta la espalda. Cara algo redonda pero adorable. Marcas en las mejillas, tres en cada una, similares a las de el. Un cuerpo voluptuoso con pechos y trasero grande y caderas anchas. Sus partes intimas estaban a la vista puesto que no tenía ropa, así que el pudo ver en primera plana sus pezones de un ligero color rosa pálido y su vagina que lucía casta y bella.
Por su parte, ella lo vio a él. Piel bronceada, del mismo tono que la suya. Ojos azules como el mar. Cabello rubio, corto y puntiagudo. Una cara madura con un menton pronunciado. Tres marcas de bigotes en cada mejilla. Cuerpo musculoso, con un abdomen marcado y ni un solo cabello sobre su piel. El estaba tan desnudo como ella asi que podia ver su gran pene, que hizo que se lamiera los labios.
Ambos se miraron y sonrieron, contentos de que por fin se hallan encontrado.
"Naruko-Chan." Dijo el alegremente.
"Naruto Nii-Sama." Respondio ella en el mismo tono.
Los dos corrieron y se abrazaron. Disfrutando su desnudez y aprovechandola para sus estimular zonas erogenas y darse un apasionado beso.
Se separaron pasado un tiempo. No por que quisieran, sino por que les hacia falta respuesta.
"¿Sabes que es este lugar Onii-Sama?" Pregunto Naruko a su hermano.
Naruto dacudio la cabeza en negación. "No, no lo se." Contesto el. "Tal ve..."
"Vaya asi que mis carceleros vienen a visitarme. Pense que vendrían pasado unos años." Dijo una voz profunda y oscura haciendo que los gemelos notasen los gigantes barrotes que habia en la habitación. Desde los barrotes se podían ver un par de ojos rojos de pupila rasgado, aunque eso no asustó a los hermanos.
"Así que eres tú, Kyubi." Dijo Naruko seriamente. Ni siquiera sabía como sabían que era el Kyubi, pero no se iba a andar con rodeos ante algo tan peligroso.
Naruto adoptó un semblante igualmente serio y se puso delante de su hermana con el fin de protegerla. "¿Dónde estamos? ¿Para que nos ha traído aquí?" Preguntó el con cautela.
El Kyubi se reveló ante ellos con una mirada amenazante. Molesto de que estas personas le esten exigiendo respuestas. Sin embargo lo dejó pasar. "Estan dentro de su mente. ¿Donde más iban a estar?" Preguntó Kyubi como si fueran tontos, enojando a los dos hermanos. "Pero para responder a tu segunda pregunta. No fui yo quien los llamo."
Los gemelos abandonaron su postura protectora, claramente desconcertados. "Pero si no fuiste tu." Comenzó Naruko curiosa. "¿Entonces quien nos trajo aquí."
"Ese no ha sido otro más que yo." Respondió otra voz, masculina y profunda. Todos, incluido el Kyubi, miraron donde vino la voz y se sorprendieron al ver que del suelo se elevaba una masa densa y negra sin forma, con grandes manchas blancas simulando ojos por todas partes. Los hermanos volvieron a adoptar posiciones de defensa, ya que podían sentir el poder de lo que fuera que sea esta cosa.
Mientras tanto el Kyubi entrecerro los ojos. Habia sentido este tipo de poder antes. De repente abrió los ojos como platos y los volvio a entrecerrar en dirección a la masa amorfa oscura. "Asi que eres tú, despues de tanto tiempo." Penso el Bijuu para luego mirar a los gemelos. "Me pregunto que traeran a este Mundo."
Naruto y Naruko sintieron cierta familiaridad con la masa negra. Como si fuera parte de su familia. Pero aún así no bajaron su guardia, estaban listos para defenderse de ser necesario. "¿Qué eres tu?" Pregunto Naruko lista para atacar.
La masa se siguio moviendose sin forma y todos sus 'ojos' se dirigieron hacia los gemelos.
"Bienvenidos Uzumaki Naruto y Uzumaki Naruko."
"Mis Hijos nacidos en la oscuridad."
「Fin del Capítulo」
※※※
「Omakes」
※※※
「Omake 1・Mis incestuosos Hijos nacidos en la oscuridad.」
"Bienvenidos Uzumaki Naruto y Uzumaki Naruko."
"Mis Hijos nacidos en la os..."
"Oye, oye, un momento." Dijo de repente Naruto deteniendo todo lo que la cosa iba a decir. "¿Es qué no ves el ambiente aquí? Hemos esperado TODO el capítulo para tener sexo incestuoso y salvaje y vienes tú a arruinarlo. ¿Qué diablos te pasa?"
Naruko asintió a lo que dijo su hermano. ¿Qué no veia esta cosa de que estaban a punto de llegar a la mejor parte del capítulo?
El Kyubi también se molesto un poco. Estaba a punto de ver una jugosa escena de sexo incestuoso, pero tenía que venir él a interrumpirlo.
La masa no dijo nada por un momento. "Mis más sinceras disculpas." Dijo la cosa. "No me habia dado cuenta porque ya los habia visto antes."
"¿Cómo es posible que nos hayas visto si nunca lo hemos hecho?" Pregunto Naruko inquisitoramente.
"Los vi... en el futuro."
"..."
"..."
"..."
"... es cierto." Dijo la masa.
「Una explicación después.」
"Haber si entendí esto bien." Empezó Naruko despues de que le explicarán las cosas correctamente. "¿Nos estás diciendo que tienes el poder de ver el futuro y que gracias a este poder nos has visto teniendo sexo varias veces antes?" Pregunto Naruko incredula, los demas estaban en el mismo estado.
"Un poco simplificado, pero esencialmente es correcto." Dijo la figura.
"...¿Cuántos hijos tenemos?" Preguntaron Naruto y Naruko al mismo tiempo con estrellas en los ojos haciendo que tanto la masa como el Kyubi se les quedaran mirando.
「Omake 2・El Equipo A en Konoha (LQSA).」
El Sandaime miraba como a Kasuki le crecían las piernas y le volvía la vista con una sonrisa. Sus planes iban mejor de lo esperado. A este paso volverían a ser la mas poderosa aldea del Mundo Shinobi.
"Bi..." No pudo terminar porque fue interrumpido por tres personas, tres personas que nunca habia visto en su vida.
"¡Y LA LUZ SE HIZO!" Grito alegre y dramáticamente un hombre casi calvo que vestía un chaleco y pantalones marrones.
"OOOHHHHH." Dijo fingiendo asombro un hombre cuyo peinado era una cresta, vestía un traje que tenia en la parte de atras una foto de una langosta con la cabeza del hombre del chaleco.
El hombre con el chaleco viendo que el tercer hombre no decía nada le dio discretamente un codazo. "Enrique, '¡y la luz se hizo!'."
El tercer hombre, que también estaba parcialmente calvo y vestía como un cura salió de su estupor. "Ah, si, si. MILAGRO, MILAGRO." Dijo alzando los brazos en el aire dramáticamente.
El Hokage, consejeros y practicamente todo Konoha veía la escena con cara inexpresicas pensando. ¿Quien demonios son estos tipos?
Hiruzen fue el primero en reaccionar. "Disculpe ¿Quiénes son ustedes?" Preguntó.
El primer hombre, invadiendo el espacio personal del Hokage, le estrechó la mano sin su consentimiento. "Yo soy Antonio Recio, mayorista no limpio pescado, presidente de Mirador de Montepinar y jefe de Mariscos Recio." Se introdujo Antonio. "A mi lado tenemos al padre Malaquias Satrústegui un..."
"Zacarias Satrústegui." Le corrigió el cura.
"Malaquias-Zacarias, es un nombre complejo. Y a continuación tenemos a Coque, el conserje. Es tonto, pero no le dan el carné." Explicó Antonio.
Los consejeros y el Hokage se miraron entre si. "¿Y de donde vienen ustedes tres?" Preguntó Koharu a los tres viajeros.
"¿De dónde va a ser?" Dijo Antonio como si fuera lo mas obvio del mundo. "De España la madre patria."
"No conocemos ninguna aldea que se llame España." Dijo Danzo con el ceño fruncido.
Antonio adoptó un semblante de indignación. "Uy, ¿pero cómo se atreven? De seguro sois todos unos comunistas."
Los cuatro ancianos no sabían que rayos era un comunista, pero por el tono que uso debía ser un insulto en su tierra natal. "ANBU." Cinco Ninjas enmascarados aparecieron, tomando por sorpresa a los tres hombres. "Detenganlos para interrogatorio."
"ATRAS." Gritó Antonio sacando una pistola eléctrica y apuntandolo a uno de los ANBU. "U 800 000 voltios recorreran tu cuerpo de marioneta del poder."
De repente uno de los ANBU se le acercó por detras y lo inmovilizó haciendo que la pistola caiga al suelo. Lo cual aprovecharon para detener a los otros dos hombres.
Antonio luchaba con todas sus fuerzas para liberarse. "Soltadme Marionetas del Poder." Pero nada de lo que hacía funcionaba. "ENRIQUE, PROTEGE A TU PRESIDENTE." Gritó Antonio pero Enrique también estaba detenido.
"Dialogo, dialogo. Como yo siempre digo, el dialogo es la clave para resolver los problemas." Dijo Enrique, pero los ANBU lo ignoraron.
"COQUE, PROTEGE A SU PRESIDENTE." Gritó nuevamente Antonio por ayuda.
"Si es que yo estaba mejor de jardinero con mis plantitas." Si dijo a si mismo Coque mientras lo conducían.
"QUE SOY EL HEROE DEL PUEBLO. YA LO VEREIS MIS FIELES TOMARAN LAS CALLES." Grito Antonio antes de que se los llevaran a los tres
Cuando los ANBU habían desaparecido con los viajeros. La plaza quedo en silencio.
"¿Que rayos acaba de pasar?"
