「Capitulo 4 - Despertar.」
Han pasado 3 años desde que nacieron los gemelos Uzumaki y las cosas seguían su curso. Mientras los hermanos seguían creciendo y entrenando en sus mentes, sus cuerpos ya estaban empezando a ganar sus capacidades, ya faltaba poco para que caminaran en el mundo real por primera vez.
Mientras en la mente compartida de los gemelos, ellos despertaban de su sueño en una habitación, despues del entrenamiento siempre requerían un buen descanso. Es su mente, el tiempo pasaba mas lento que en el mundo real, por lo que los tres años de entrenamiento se convirtieron en diez. En ese tiempo cambiaron el paisaje de alcantarilla humeda y goteante por el de una ciudad grande, limpia y blanca, en cuyo centro existia un gran palacio en el que se alojaron.
En este tiempo ambos se habían vuelto muy fuertes. Entrenando sus herencias Quincy y Uzumaki, ademas de haber recibido todas las habilidades, conocimientos y Chakra de cientos de personas que habían muerto a causa de sus poderes para distribuir su alma. Aun así ellos habían aprendido a retomar por la fuerza los pedazos de alma que les habían otorgado a la aldea, era como una póliza de seguro, siempre que el Hokage intentara controlarlos podrian amenazalo con matar a todas las personas a las que completaron. Y como casi toda la aldea los habia tocado...
El Kyubi, cuyo nombre habían aprendido que era Kurama, era un verdadero torturador cuando se trataba de entrenamiento. Los había entrenado en condicionamiento físico, resistencia, Taijutsu, Genjutsu, Ninjutsu, cuando preguntaron porque todo ese entrenamiento, Kurama respondió que aunque estaban en su mente, todo este entrenamiento se mostraría al momento de su despertar. Esto hizo que ambos aceptaran, aunque a regañadientes.
Incluso habían pedido al Kyubi que los entrenara en el uso de su poder, cosa que hizo un poco desconfiar al Kyubi, pero les enseñó igualmente, no sabía para que querían entrenar el Modo Biju, pero algún motivo tenían. Despues liberar al Kyubi de su sello y tres años de duro entrenamiento, ambos aprendieron a fusionarse y controlar el poder total del Kyubi y después de eso nunca lo volvieron a usar.
La relación de los hermanos tambien se desarrolló en los últimos años. Ambos se amaban mucho y harían cualquier cosa el uno por el otro. Aunque Naruto no habia conseguido que su hermana dejara de llamarlo Onii-Sama u Onii-Chan, no había manera no importa lo mucho que lo intentara, asi que se acostumbro.
Actualmente ambos estaban despertando, durmieron abrazados, como siempre, pero como ya era hora de despertarse no tuvieron mas opcion que hacerlo.
Naruko miro a su hermano que todavía tenía los ojos cerrados, miraba lo apuesto que era con sus marcas en las mejillas, su piel bronceada y su cabello rubio. Sonrio amorosamente dandole un beso en la mejilla, ya era hora de despertar.
"Onii-Chan." Llamo Naruko a su hermano, sacudiendolo para que se despertara.
"¿Mmm?" Pregunto Naruto somnoliento, realmente quería quedarse un rato mas abrazado a su hermana.
"Vamos despierta." Le dijo ella sacudiendolo un poco mas fuerte. "Hoy es el gran dia."
Naruto inmediatamente abrió sus ojos azules. Era cierto, según sus calculos ya tienen suficientes almas para que sus cuerpos su mantuvieran por si solos. A diferencia de Yhwach, que tenía que absorber almas constantemente para no volver a su estado vegetativo original, los gemelos no tenían tal limitación y no necesariamente tenían que absorber almas para crecer o para mantenerse fuertes.
"Tienes razon." Dijo Naruto para luego apretar su abrazo pegando más su cuerpo al de su hermana.
Naruko se sonrojo ante esto. "O-Onii-Chan." Tartamudeo ella.
Naruto solo le sonrio y aun abrazandola le dio un beso en los labios que ella correspondió gustosa. "No te preocupes Imouto, es hora de ir al mundo exterior." Dijo el. Naruko asintió aun sonrojada, ya es tiempo de que los hermanos Uzumaki vayan a comerse el mundo.
「Oficina del Hokage.」
Sarutobi Hiruzen, el Sandaime Hokage de la Aldea de la Hoja estaba sentado en su oficina mientras pensaba en lo que había pasado en los últimos tres años.
Orochimaru desertó. Eso no lo había sorprendido mucho, desde hace años sabía que el tenía una gran maldad, y en los últimos meses antes de marcharse de la aldea se estuvo comportando de manera bastante extraña, si a eso le sumas las misteriosas desapariciones que ocurrieron en ese tiempo, todo apuntaba a que Orochimaru estaba detras de eso. Por lo que Hiruzen lo encaró personalmente. Lamentablemente no fue lo bastante fuerte como para terminar la vida de su precioso estudiante y la serpiente escapo. Jiraiya todavía tenía espias buscandolo por todos lados, pero se esfumo como si de humo se tratara.
La recuperación de la aldea se completó más rápido de lo que esperaba. Después del primer aniversario del ataque del Kyubi, ya el ochenta por ciento de la población había tocado a los bebes, lo que resultó en personas más fuertes, más capaces, y que la mayoría de los hospitales estuvieran vacios. Ese Kekkei Genkai misterioso lo curaba todo, miembros perdidos, enfermedades incurables, hasta infecciones de transmisión sexual. Incluso conpletaba los espiritus de las personas, más de una vez había visto a un cobarde o a una persona llena de odio tocar a los mocosos e instantes después, todo el coraje o el amor que le pudieran faltar a esa persona se le eran concedidos. Pero lo malo es que en el proceso de reconstrucción, reparación y recuperación cientos de personas murieron. Hiruzen teorizaba que no pudieron soportar el poder de los bebes y por eso murieron.
Pero ni esas muertes evitaron que la gente siguiera tocando a los bebes. Los trataban como un tesoro, como a Dioses, estaba empezando a pensar que tal vez exageró en el discurso de hace tres años. Pero no podía quejarse, las personas de la aldea estaban más felices que nunca y todo gracias a esos misteriosos niños.
En los últimos tres años esos niños habían crecido de manera normal. Naruto era una copia de Minato con su pelo puntagudo, en cambio Naruko se parecía a Kushina a su edad, con el pelo largo, llegandole a la espalda alta. Ambos tenían un tamaño correspondiente a su edad, solo que seguían sin moverse, y la verdad se estaba impacientando. ¿De qué servía un Jinchuriki si no podía moverse ni usar el poder de su Biju? Como estaban bajo custodia las 24 horas, su Chakra era monitoreado constantemente y el Chakra del Kyubi había sido detectado en multiples ocasiones en los últimos años, hasta que luego de un tiempo dejo de sentirse, lo que levanto sospechas.
Pero no podían hacer nada. En cuanto cualquier persona se acercaba a los bebés con intenciones hostiles para ellos, las sombras salían de ellos automáticamente, defendiendo a los gemelos y muchas veces matando a cualquier persona que quisiera hacerles daño. Era frustrante para Hiruzen, había perdido muchos científicos y médicos bajo esas circunstancias, y estaba seguro de que Danzo también había perdido a muchos de sus ninja raiz, tratando de coger a los Jinchurikis antes que él. Todavía no sabia que eran esas sombras, similares a la habilidad del Clan Nara, pero lamentablemente tendría que esperar para saberlo.
Aun así las cosas iban viento en popa. Ya habian recuperado su lugar como la aldea ninja más poderosa del mundo, lo único que faltaba era el poder de sus Jinchurikis.
Un toque en la puerta interrumpió sus pensamientos. "Entre." Dijo el centrando su atención en la puerta.
Un médico entro jadeando, señal de que había venido a toda prisa. "S-Sandaime-Sama." Dijo entre jadeos.
El Sandaime frunció el ceño al ver al médico en este estado. Este era uno de los médicos que estaba encargado de monitorear a los Jinchurikis y que estuviera así significa que algo había pasado con ellos. "¿Qué pasa?" Preguntó él impaciente.
Al médico le tomo unos segundos para calmarse. "H-Hokage-Sama. Los n-niños se han levantado."
El Sandaime abrió los ojos sorprendido. "¿Acaso ya han ganado capacidades de locomoción?" Penso el para luego ganar un semblante serio. "Iré para allá enseguida." El médico se inclinó y se fue apresuradamente, no podía desaprovechar esta oportunidad de conocer más a los regalos de Dios.
Hiruzen se levantó de su silla y salió de su oficina, en dirección a reunir a Homura, Koharu y Danzo, ellos también tenían que estar allí.
「Sala de observación.」
Cuando el Sandaime y sus consejeros llegaron se encontraron con una vista que no creyeron ver ya en su vida. Los gemelos Uzumaki de tres años, parados en sus propias piernas. Ambos estaban descalzos y vestían capas negras hechas de sombras, que cubrían sus cuerpos. Cuando los hermanos se dieron cuenta de los visitantes enseguida sonrieron.
"Así que este es el cuerpo gobernante de la aldea." Comentó Naruko a su hermano viendo al grupo de ancianos, que se sorprendieron al ver que los niños ya sabían de ellos. "No estoy impresionada." Dijo ella con burla.
"Asi es." Dijo Naruto viendo a los ancianos con detenimiento. "Mikotado Homura, Utatane Koharu, Shimura Danzo y el Sandaime Hokage, Sarutobi Hiruzen." Mencionó calmado con una sonrisa.
Los ancianos no sabían que cara poner. "¿C-cómo es que saben eso?" Preguntó Hiruzen saliendo de su sorpresa.
Los hermanos solo sonrieron. "¿Qué? ¿Pensaban que pasamos esos tres años durmiendo sin que supiéramos nada?" Preguntó el rubio haciendo que los ancianos abrieran sus ojos con sorpresa. Esto era malo, si los mocosos sabían todo lo que pasó entonces sería mucho más difícil manipularlos.
"Responde Naruto." Exigió Hiruzen peligrosamente entrecerrando los ojos. "¿Cómo sab...?"
"Hiruzen." Interrumpió Danzo al Hokage fríamente. "No creo que estas sean cosas que debamos discutir aquí." Dijo de forma calmada, aunque en el fondo también se moría por saber esa información.
El Sandaime se calmó por un momento, viendo que su antiguo compañero tenía razón. "Bien, si fueran tan amables de acompañarme a mi oficina." Por supuesto, esto no era una petición.
Ambos hermanos sonrieron. Esta conversación que van a tener con los ancianos será entretenida. "Claro." Dijo Naruko casualmente. Entonces su hermano la cogió de la mano y los seis fueron a la oficina del Hokage.
「Oficina del Hokage.」
Los gemelos Uzumaki estaban sentados en sillas, luciendo una sonrisa, en frente de la mesa del Hokage, en la que se encontraban sentados Hiruzen, Danzo, Homura y Koharu, quienes estaban mortalmente serios.
"Bien ya estamos en un lugar discreto. Hablen." Exigió Hiruzen, quería respuestas y las quería ahora.
"Je. Así que quieres saber." Se burló Naruko por un momento. "Aunque estuviéramos atrapados dentro de nuestros cuerpos, nosotros sabíamos todo lo que pasaba en el exterior." Eso hizo que los ancianos se preocuparan.
"¿Qué tanto saben?" Preguntó Homura sudando un poco por el nerviosismo. No es que tuviera miedo, pero el plan original era someterlos sin resistencia alguna. Que supieran cosas que no deberían hacia sus planes más difíciles.
"Muchas cosas." Dijo Naruko al anciano.
"Exacto." Continuó su hermano. "Sabemos del ataque del Kyubi, de quienes son nuestros padres, de nuestro estado como Jinchurikis, de como la aldea usó nuestros poderes para recuperarse, de los experimentos y la deserción de Orochimaru." Con cada declaración de Naruto los ojos de los ancianos se abrieron más y más con conmoción. "¿Sigo? Porque sabemos muchas mas cosas."
Hiruzen estudió a los niños frente a el, viendo que no había ningun signo de mentiras. Rapidamente empezó a moldear su Chakra para llamar a los Anbu que estaban cuidando su oficina.
"No llames a los Anbu." Dijo Naruto, y aunque aun parecía divertido, su tono tenía una amenaza oculta. "Cielos, no hemos terminado de conversar y ya quieren someternos. No hay necesidad de eso."
Danzo miró a los niños, con molestia. "Si saben que son Jinchurikis entonces saben cual es su proposito, ¿verdad?" Cuestionó el Halcon de Guerra.
Los gemelos sonrieron siniestramente y luego hicieron algo que habían aprendido en su entrenamiento Quincy, el Reiatsu. De repente una gran presion se sintió en toda la oficina, sofocando a los ancianos. En seguida todos los Anbu cayeron al suelo desmayados ya que a ellos estaba dirigida la presión espiritual, los ancianos solo lo estaban recibiendo pasivamente.
Y así como mismo vino, se detuvo. Los hermanos, aun sonrientes, veían como a los ancianos les caía el sudor por la frente y los miraban nerviosamente. "Y si saben ahora de lo que somos capaces entonces saben que no pueden ganar, ¿verdad?"
Los ancianos estaban conmocionados. ¿Qué había sido eso? Eso no fue Instinto Asesino, eso fue pura presión. Y si solo la presión puede desmayar varios Anbu en un instante entonces... "Pero eso no es para lo que vinimos aquí." Dijo Naruko llamando su atención.
Los ancianos se miraron entre si. Escucharán lo que tenían que decir. El Sandaime suspiró y miró a los hermanos. "¿Qué es lo que quieren?" Preguntó el con las manos cruzadas bajo su cara.
"Varias cosas en realidad." Dijo Naruko. "Primero que nada, el liderazgo del Clan Uzumaki en Konoha y participación en las reuniones del Concejo." Los ancianos abrieron sus ojos ante la petición, en su mente evaluaban los pros y los contras de eso. "Segundo, el anuncio público de nuestro despertar y de quienes son nuestros padres." Ahora los ancianos fruncieron el ceño, no querían que esa informacion saliera a la luz. "Y por ultimo, toda nuestra herencia, desde el más pequeño pergamino, hasta el ultimo ryo." Eso era un poco mas aceptable, pero igual, tenían planes para todas esas riquezas y técnicas. Sin embargo eso lo podían arreglar después.
Naruto continuo. "Si cumplen con esas condiciones, seguiremos curando a personas en la aldea y utilizando nuestros poderes." Ofreció el a modo de cambio.
Los ancianos se miraron por unos segundos, teniendo una conversación silenciosa. Luego de treinta segundos de deliberaciones, se giraron a los mocosos frente a ellos. "Aceptamos, lo que han planteado sin duda no traera más que benficios a la aldea." Habló el Sandaime después de analizar el tema con sus consejeros. ¿Un nuevo Clan Uzumaki bajo el control de la aldea? Bienvenido sea. "Pero, ¿no creen que anunciar a sus padres en público sería algo negativo?"
Naruto sacudió su cabeza en negación. "No, esto hará que otras aldeas teman de nuestro poder bélico. Los hijos de Uzumaki Kushina y Namikaze Minato, eso sin duda infundirá miedo en todo el mundo." Dijo el simplemente sin mencionar el verdadero motivo para anunciar a sus padres en la aldea.
La mayoría de los aldeanos los trataban como Dioses. Si fueran a anunciar que eran hijos del Yondaime, sería más fácil ganar influencia en Konoha, lo que vendría de perlas.
El Sandaime asintió, contento con lo que escuchó, sin darse cuenta del motivo oculto. "Bien, entonces si todo esta terminado, se quedarán en observación hasta mañana, cuando le de a toda la aldea las noticias." Dijo Hiruzen mientras que sus consejeros asintieron.
Ambos gemelos se levantaron de sus sillas. "Entonces, si nos disculpan." Con eso ambos salieron de la oficina, directo a la sala de observación.
Inmediatamente los consejeros miraron al Sandaime. "¿Estas seguro de esto Hiruzen?" Pregunto Koharu hablando por primera vez.
Hiruzen asintió. "Si, yo también tengo mis dudas, pero a la larga esto sera beneficioso para Konoha en general." Dijo el convencido. "Sin embargo, para asegurarnos de que las cosas van como es debido, deberemos tomar contramedidas." Habló seriamente, comenzando a planear con los ancianos un plan en caso de que sus armas se salieran de control.
「Plaza de Konoha. ・ Al día siguiente.」
Las personas se reunieron en la plaza por primera vez en tres años. Habían pasado tres años desde que el Kyubi atacó Konoha y desde ese tiempo todos se concentraban en la recuperación de la aldea, y todo había salido mejor de lo esperado. Las personas eran mucho más saludables, los comerciantes y el gremio mercantil vieron un aumento significativo en sus ganancias, los ninjas eran mas poderosos que nunca, todo eso gracias al poder de los bebes. Muchos de los aldeanos empezaron a adorar a los gemelos como Dioses, mientras que pocos se referían a ellos como Demonios por su estatus de Jinchurikis del Kyubi. Pero no se podía negar que gracias a ellos la aldea estaba mucho mejor que antes, con todas las personas saludables y con las fuerzas militares más poderosas que nunca.
Miles de murmullos empezaron a sonar por toda la plaza, la gente se preguntaba porque los habían llamado aqui otra vez, no tuvieron que esperar mucho, porque el Sandaime y sus consejeros aparecieron encima de la tarima.
El Sandaime miraba a la multitud, tal vez podría beneficiarse de esto como lo hizo hace tres años. "Pueblo de Konoha." Comenzó con una voz fuerte amplificada con Chakra, haciendo que los murmullos se detuvieran y se ganara toda la atención de la gente de la aldea. "Seguro se estarán preguntando porque los reuní a todos aquí, después de tres años sin ningún anuncio importante." Dijo el Sandaime mirandolos a todos. "Tenemos grandes noticias para la aldea." Miro a su espalda y asintió, se escucharon unos pasos y para sorpresa de todos aparecieron en la tarima Uzumaki Naruto y Uzumaki Naruko.
De nuevo la gente empezó a susurrar entre ellos.
"¡Mira, es Naruto-Sama!"
"¡Naruko-Sama!"
"¡Por fin han despertado!"
"Son ellos, los Demonios."
"¿Que vamos a hacer? Seguro piensan destruirnos a todos."
Miles de susurros como estos estaban presentes en la plaza. Algunos alegres y otros llenos de odio. Hiruzen decidió poner fin a todo esto. "Como pueden ver, ante mi se encuentran los niños que han ayudado a la aldea todo este tiempo. Los gemelos Uzumaki Naruto y Uzumaki Naruko." Dijo el Sandaime haciendo que todos se callaran de nuevo. "Gracias a años de esfuerzo logramos devolverles las capacidades motoras." Mintió el en conveniencia, si la gente creía que ellos sanaron a los niños divinos, su influencia en la aldea se elevaría a niveles insospechados. "Y eso no es todo." Era hora de soltar la bomba. "Hemos descubierto quienes son los padres de los niños." Eso levanto el interés de la población. "Me enorgullece decir que los padres de estos niños son Uzumaki Kushina y el Yondaime Hokage, Namikaze Minato." Dijo el a la multitud.
Todos los que estaban en la plaza y que no lo sabían se quedaron conmocionados. Los niños sagrados eran hijos del Yondaime Hokage y de Uzumaki Kushina, la sobrina-nieta de Uzumaki Mito, la esposa del Primer Hokage, entonces no solo estaban relacionados con el Yondaime, sino también con los primeros dos Hokages.. Eso solo aumentaba su valor a los ojos de la aldea. Incluso los que los consideraban Demonios tuvieron que reconocer a regañadientes que tenían un ascendencia verdaderamente poderosa.
El Sandaime vio que los aldeanos reaccionaron de la forma que él esperaba. La mayoria estaba mirando los ancianos y a los gemelos Uzumaki con adoración. Esta fue una buena idea despues de todo. Antes la población confiaba ciegamente en el, pero ahora, podía decir que lo consideraban un rey por encontrar a los hijos perdidos del Yondaime. "A partir de hoy, ellos serán los líderes del Clan Uzumaki en Konoha. Y seguirán ayudándonos con sus poderes para hacer de esta aldea un poder hegemónico." Todos los aldeanos presentes empezaron a vitorear a la idea. Con su trabajo hecho el Sandaime, sus consejeros y los gemelos se retiraron, aunque los gemelos sonrieron sin que los vieran. Todo estaba saliendo de acuerdo al plan.
「Flashback.」
"Naruko, ¿estas segura de que no se dieron cuenta?" Preguntó Naruto en voz baja a su hermana mientras caminaban de su reunión con los ancianos hacia la sala de observación
Naruko solo le sonrió. "Claro que no Onii-Chan. Estaban tan concentrados en como sacar provecho que no vieron el panorama completo." Dijo ella caminando con su hermano por los pasillos. "Cuando anuncien nuestra ascendencia a la aldea, tendremos más peso político en el concejo y será mucho más difícil desestimar nuestras opiniones. Lentamente nos haremos con la mayoría."
Naruto sonrió y le dio un beso a la cabeza de su hermana. "Eres muy lista Imouto. Por eso te quiero tanto."
Naruko solo se rió. Su hermano siempre sabía que decirle.
「Fin del Flashback.」
Lentamente se iban a hacer con el control de la aldea. Solo era cuestión de tiempo. Pronto, el titulo de Hokage no sería nada en comparación con ellos.
Pronto se separaron de los ancianos, cuidando que ningún aldeano los viera, no querían esa atención, no por ahora. Iban en dirección a la casa de sus padres, que ahora pasaba a ser suya. Sabían que tenían ocho Anbu vigilandolos en todo momento, cuatro Anbu eran mandados por el Sandaime, los otros cuatro seguramente eran parte de la Raíz de Danzo, por eso no hicieron nada sospechoso, al menos hasta que llegaran a su nueva casa.
Rápidamente llegaron a la antigua casa de sus padres y entreron sin ningun problema, los sellos de la casa solo dejaba que las personas de la misma sangre que los dueños entraran, asi que solamente tuvieron que tocar la puerta con la mano y esta se desbloqueo. Entraron inmediatamente, dejando a los Anbu afuera sin saber que hacer.
El interior era muy limpio, no había duda de que Kushina, su Kaa-Chan, había puesto sellos para evitar que el polvo y la suciedad se acumularan, para así no tener que limpiar la casa cada dos por tres. Gracias a los recuerdos de sus padres tenían toda la casa mapeada, así que simplemente se dirigieron a la habitación principal.
Allí vieron una cama matrimonial, que al lado tenía una mesita de noche y una cómoda, encima de la cómoda habia una foto de Kushina embarazada siendo abrazada por Minato, ambos estaban sonriendo alegremente mientras tocaban el estomago inflado de Kushina. Naruko se encontró con lágrimas en los ojos viendo la foto y fue abrazada por su hermano.
"Ellos nos querían mucho." Dijo ella entre sollozos.
Naruto le dio un beso en la frente y la abrazó más fuerte. "Si. Ellos nos amaban." Le aseguro mientras acariciaba su cabello. "No te preocuoes, no haremos que su sacrificio sea en vano."
"Así se habla mocosos." Les dijo el Kyubi dentro de sus mentes.
"Kurama-Sensei." Dijo Naruko aun estando abrazada a su hermano. "No sabía que eras tan sentimental." Dijo ella en un tono burlon.
"Mmph." Bufó Kurama dentro del sello. "Cambiando de tema, ¿cuándo van a empezar a actuar?" Preguntó él a los gemelos.
"Esta misma noche." Respondió Naruto. "Primero tenemos que ocuparnos de la bola de cristal del viejo mono." Dijo él pensativo. La bola de cristal sería una verdadera molestia, menos mal que los sellos de esta casa los hace invisibles, aqui podrían planear a gusto. "Luego iremos a recoger nuestra herencia."
Pronto tendrían que ir a recoger las diferentes cosas que les dejo Yhwach por el mundo, sin duda serían muy útiles.
"Bien." Respondio el Bijuu. "¿Y lo otro?" Pregunto él en una voz realmente seria.
Esta vez fue Naruko quien hablo. "Te lo prometimos, ¿no es asi?" Cuestionó ella con diversion. "Y nosotros no romperemos esa promesa contigo. No te preocupes, lo haremos cuanto antes." Le aseguró ella.
El Kyubi decidió quedarse callado. Pronto realizarían el acto y el podría ser libre al fin.
「Oficina del Hokage ・ Por la noche.」
Una sombra se extendió por el suelo de la oficina de Sarutobi Hiruzen y de ella emergieron los gemelos Uzumaki. Se habían hecho un cambio de vestuario, ahora en vez de su improvisada vestimenta hecha de sombras, llevaban majestuosos kimonos azules con detalles y lineas anaranjados y dorados en las mangas y el cuello, en su espalda había un remolino rojo simbolizando la pertenencia al Clan Uzumaki, de calzado tenían las típicas sandalias ninjas azules, aunque Naruto quería otro tipo de calzado.
Ambos se aseguraron de enmascarar sus presencias para que los Anbu fuera de la oficina no los detectaran. Inmediatamente localizaron la bola de cristal, no hay duda de que Sarutobi los intentó espiar hoy. Tocaron la bola y la cubrieron de sombras, empezando a modificarla para que no mostrara nunca su ubicación. Luego de hacerlo sacaron un espejo de mano y lo pusieron enfrente de la bola, aplicando algo de Reishi en el espejo, este se cubrio de una luz intensa durante unos segundos para después desvanecerse.
Cuando los gemelos terminaron, crearon una sombra a sus pies y salieron en una parte solitaria de la aldea, para no levantar sospechas.
"Listo, ahora Sarutobi no podra vernos por la bola de cristal." Dijo Naruto sonriendo.
"Y podremos ver cualquier cosa que pase en su oficina." Dijo Naruko levantando el espejo de mano. Gracias a este espejo podrían ver todas las reuniones que se llevaran a cabo en la oficina del viejo, si los ancianos planeaban algo en su contra, enseguida tendrían un contraataque listo.
Naruko noto que a un hombre de piel morena estababa escabullendose por las partes oscuras, no muy lejos de ellos, llevaba un saco a su espalda. "Onii-Chan mira." Le dijo a su hermano que vio tambien al misterioso hombre tratando de escabullirse.
Este le asintió a su hermana, señal de que iban a intervenir.
Utilizaron sus sombras para teletransportarse en frente del hombre. Cabe decir que el hombre tuvo el susto de su vida al ver a los gemelos salir así de las sombras. "¿A dónde cree que va, señor?"
El hombre se calmó, pensó que ya lo habían descubierto, pero solamente eran un par de mocosos. "Esto no es de su incumbencia. Quitense del camino y los dejaré vivir." Les dijo intentando pasar.
Una sombra salió de los pies de Naruto, interceptando el camino del hombre. "Lo lamento, pero queremos ver que tienes en ese saco." Dijo Naruko mientras señalaba al hombre con un dedo cuya punta resplandecía con luz.
El hombre enseguida sacó un kunai de su funda viendo que los niños no tenían intencion de retroceder. Pero vio a los niños detenidamente, se parecían mucho a ese hombre. "Ahora que lo pienso, ¿no lo anunció el Hokage en la mañana?" Pensó el hombre. "¿Ustedes no son los hijos del Yondaime?" Les preguntó. Si lo eran, se había ganado la loteria.
Ambos se miraron, al parecer el hombre no era de aldea. "Si lo somos."
El hombre sonrió ampliamente. Sin duda tenía suerte el día de hoy. Su lider estaría muy complacida con este desarrollo. "Bien, supongo que si veran lo que hay en el saco despues de todo." Dijo el poniendose en una postura de batalla.
"¿De que hablas?" Preguntó Naruko confundida.
"Bueno." Comenzó él. "Los llevaré a Kumo, la Raikage tiene bastante interes en ustedes. Sin duda la niña sera utilizada como pie de cria. Y el niño... tal vez Raikage-Sama te use como su nuevo juguete." Se abalanzó sobre ellos con el propósito de dejarlos inconscientes y llevarlos a la Raikage.
Pero cuando quiso dar un puñetazo a Naruto, este lo agarró con su mano abierta, la cual tenía un diseño de venas azules en la piel.
"Parece que hasta aquí llegaste." Dijo el rubio con una sonrisa. Saltó y con su mano libre lo agarró del cuero cabelludo, al siguiente instante, el cuerpo sin cabeza del hombre se desplomo en el suelo con un ruido sordo, de su cuello salía un torrente de sangre, formando un gran charco. Naruto miro la cabeza en su mano, que lo miraba con una expresión de horror en su rostro muerto. "A mi puedes decirme lo que quieras, pero nadie dice esas cosas a mi hermana." Le dijo a la cabeza sin cuerpo.
Los gemelos miraron que el saco empezaba a moverse y se dirigieron a él. Cuando lo desataron dentro de el estaba una niña, con cabello azul oscuro y ojos blancos, y que estaba demasiado ocupada temblando de miedo como para poder hablar. Se dieron cuenta de que habían evitado el secuestro de una Hyuuga.
De inmediato llegaron a la escena el Hokage con un grupo de Anbu y un hombre que los gemelos reconocieron como Hyuuga Hiashi, jefe del Clan Hyuuga.
Al ver a los gemelos y al hombre muerto, los adultos se conmocionaron más al ver la forma en que había muerto el secuestrador. "Naruto, Naruko, ¿qué ha pasado aquí?" Preguntó el Sandaime verdaderamente sorprendido.
Naruto alzo con la cabeza en su mano para que todos la vieran. "Casualmente dábamos un paseo para familiarizarnos con la aldea y nos encontramos al secuestrador. Dijo algunas cosas que no nos agradaron mucho y nos atacó, así que este es su castigo." Les dijo el encogiendose de hombros, no sentiría remordimiento por matar a este sujeto.
El Sandaime entrecerró los ojos hacia ellos. ¿Casualmente paseando por la aldea? ¿A estas horas? No se iba a creer eso, los rubios estaban pleando algo. "Aun así no tenías que matarlo Naruto, este hombre es un dignatario de Kumo. ¿Tienes idea de los problemas que esto puede causar?" Sin ninguna prueba que demuestre la participacion del alto mando de la nube en este asunto, esto podria desatar una guerra.
"Ese cerdo se lo merecía." Dijo Naruko con un toque de burla en su voz. "Mi hermano solo se me adelantó, si él no lo hubiera hecho, créanme que lo hubiera hecho yo misma." Comentó ella mirando a la cabeza en las manos de Naruto.
El Hokage suspiro, esto iba a ser un problema. Pero estaba de acuerdo con los gemelos. Este hombre intentó secuestrar a uno de sus ninjas, uno con Dojutsu no menos. Si ellos no lo hubieran matado, bueno... tal vez Ibiki tendría un juguete nuevo despues de todo. "Vamos, debemos llevarnos el cuerpo." Le dijo a sus Anbu, que asintieron y se dirigieron a recoger el cuerpo.
Pero Naruko fue más rápida. Levantó el dedo indice en dirección al cuerpo sin cabeza y una ráfaga de luz invadió el lugar, lo unico que se vio después fue un enorme agujero que tenía metros de profundidad. Había vaporizado por completo el cuerpo del pobre hombre, ya no quedaban de él ni las cenizas.
Naruto lanzó la cabeza a uno de los Anbu. "Esto es todo lo que queda del cuerpo. Lo otro lamentablemente se perdio en un accidente." Dijo él divertido. Los demás estaban conmocionados por el poder de los gemelos Uzumaki.
"Así que a eso se referían." Pensó el Sandaime recordando la advertencia que le habían hecho los niños en su oficina, ahora tendría que tener mucho más cuidado con ellos.
Cuando los gemelos se apresuraron a irse a su casa, Naruko recordo algo. "Por cierto." Dijo girandose a Hiashi. "¿Esa que está allí es tu hija?" Señaló el saco.
Hiashi, que todavía estaba con los ojos y la boca bien abiertos, salió de su estupor y asintio. "Si, ella es mi hija y heredera del Clan Hyuuga."
Naruko asintió. Perfecto. "Bien, como esto es un asunto entre clanes no discutiremos la compensación por rescatarla en frente de todos. Pero cuando llegue el momento, esperamos que el Clan Hyuuga sepa pagar este favor que le hicimos." Dijo ella con una sonrisa.
Hiruzen frunció el ceño, ahora el Clan Hyuuga le debía a los mocosos. Y lo peor, no podía entrometerce porque era un asunto entre clanes.
Por su parte Hiashi también frunció el ceño. Se había olvidado de ello completamente, los rubios ahora eran los lideres del Clan Uzumaki en Konoha, lo que significaba que el honor del Clan Hyuuga les obligaba a pagar este favor de proteger los secretos de su Dojutsu. Puso sus manos juntas y se inclinó en señal de cortesia. "Mi Clan no olvidará el favor que le han hecho Uzumaki-Dono. Nos aseguraremos de pagar la deuda." Dijo él simplemente.
Naruto asintio. "Bien." Luego se giro al Hokage. "Y por supuesto esperamos el pago de esta mision de Rango S." Le dijo él al viejo, y no espero a que contestara, con un Hirenkyaku (Paso de Dios), los gemelos desaparecieron de la vista de los presentes. Rumbo a su casa y dejando a Hiruzen con un gran dolor de cabeza.
「Casa de los gemelos. ・ Una hora despues.」
Los hermanos Uzumaki se preparaba para dormir. Este día fue muy productivo. Habían despertado por fin, habían ganado su lugar como jefes del Clan Uzumaki, luego habían puesto vigilancia en la oficina de Hiruzen. Hasta allí todo bien, pero después fue simplemente perfecto. Evitaron el secuestro de una Hyuuga, cuyo Dojutsu serviría para sus planes futuros y ahora tenían al Clan Hyuuga en deuda con ellos. Más aun, el viejo mono tendría que pagarles la recompensa de una misión de Rango S, vaya manera de escupirle en la cara al Hokage.
Solo había una forma perfecta de terminar el día. Ambos yacían bajo las sábanas abrazados, puede que tuvieran que esperar a crecer más para tener sexo, pero eso no limitaba sus muestras de cariño.
"Te amo Naruko." Le dijo Naruto a su hermana para luego darle un beso en los labios.
Despues del beso Naruko lo miro con ojos amorosos. "Yo también te amo Onii-Chan." Le dijo ella mientras ambos se quedaban dormidos con una sonrisa.
Este fue un día perfecto sin duda.
「Fin del capítulo.」
※※※
「Omakes.」
※※※
「Omake 1 - Das Futur Reichessen.」
Eran las dos de la tarde, los hermanos Uzumaki estaban hambrientos y no sabían que comer. Revisando las estanterías se encontraron unos vasos largos con figuras llamativas de fideos en ellos. Encogiendose de hombros los gemelos decidieron seguir las instrucciones. Echaron agua en los vasos y los calentaron por tres minutos.
Y ahora era el momento de la verdad. Cogieron ambos los palillos y levantaron cada uno unos cuantos fideos antes de meterselos en la boca y sorberlos.
Hubo un silencio sepulcral en el comedor, los gemelos no sabían que decir, nunca habían probado algo como esto.
Naruto miró a su hermana seriamente y ella le devolvió la mirada. No dijeron nada, pero ambos sabían lo que significaba esa mirada, así que siguieron comiendo en silencio, disfrutando de su primer ramen.
En los años venideros, los gemelos harían la historia de como habian encontrado Das Futur Reichessen, la futura comida imperial.
「Ichiraku Ramen.」
En cierto puesto de ramen de la aldea, una niña pequeña de pelo castaño estaba aprendiendo a preparar ramen con su padre, cuando ambos sintieron que sus sentidos de ramen estaban hormigueando como locos.
"Padre." Dijo ella seriamente. "¿Lo sentiste verdad?"
Su padre asintió con una mirada seria. "Si hija, esto es de lo que te hable, el momento que nuestra familia ha estado esperando desde su fundación."
De repente ambos se pararon y pusieron el puño derecho en su pecho, donde estaba el corazon. "Unsere Führer erwarten uns. (Nuestros lideres nos esperan)." Gritaron ellos con orgullo.
「Omake 2 - El glorioso escape del Equipo A.」
「Konoha ・ Hace tres años.」
En la oscuridad de la noche, tres figuras se movían hacia las murallas de Konoha, la primera figura salto la muralla, seguida de la segunda, pero la tercera se quedó resagada encima de la muralla dudando si saltar o no.
"Señor Recio, salte ya."Dijo Coque, que ya había saltado."Antonio, salta que no tenemos tiempo." Le dijo Enrique que también había saltado.
"Espera coño, que esto no es tan facil." Replicó Antonio como pudo.
"¿Tiene miedo?" Preguntó genuinamente Coque.
Antonio gano una mirada de indignación "¿Miedo? Antonio Recio no le teme a nada." Entonces se tiro, pero cayo de cabeza y dio una voltereta en el suelo, completamente innecesaria. "¿Qué? Has flipado, eh. Yo hice la mili en Ceuta." Dijo el muy orgulloso de su pequeño logro."Vamonos,que nos cogen." Dijo Enrique apresuradamente y los tres empezaron a correr.
「Una hora despues.」
Ya estaban los tres a una buena distancia de la aldea. Los tres estaban muy cansados y se apoyaban sobre arboles, jadeando por aire.
"Todo esto es culpa tuya." Dijo de repente Enrique. "Si no hubieramos seguido tus locuras, nada de esto hubiera pasado."
"Oye, que somos el equipo A, vamos por el mundo deshaciendo entuertos." Le dijo Antonio.
"Esto es una mierda pinchada en un palo." Dijo Enrique resumiendo su situación.
"¿Para que quiere una mierda en un palo?" Preguntó Coque genuinamente. "¿La va a freir a la barbacoa?"
Hubo un silencio sepulcrar. Los otros dos se le quedaron mirando como si fuera tonto.
"Ves." Dijo Antonio. "Y aun así no le dan el carné."
A Enrique le sonó el telefono. "Es Judith."
"¿La guarrilla pelirroja?" Preguntó Antonio. "Cuelgala hombre. Si te trató como un pelele."
"Eso es mentira, ella me quiere."
"Enrique aceptalo, para la comecocos solo eres un hombre inutil, un mindundi, un mojón."
Enrique lo ignoró y contestó el teléfono. "¿Judith?" Judith estaba llorando y habló como pudo. "No, no llores cuchufleta, voy en camino."
"Enrique te has dejado engañar otra vez." Dijo Antonio con desaprobación.
"No, Judith es la mujer de mi vida." Dijo Enrique comenzando a caminar. "Esperame mi amor, ya voy para alla." Habló él al aire.
"Enrique, espera a tu presidente." Dijo Antonio persiguiendo a su delfín hasta el fin. Coque, viendo a los dos alejarse, solo pudo decir una cosa antes de ir con ellos.
"Y yo que estaba mejor de jardinero con mis plantitas."
