Tal como le dijo la doctora Tony esperó en la banca que estaba fuera de la habitación donde se estaba realizando la prueba.
Estuvo ahí por dos horas, desesperado, pensando en el gran problema que significaría que la prueba diera positivo, porque no había pensado en lo que le diría a la prensa de ser así ¿o pensaba mantenerlo oculto y fingir que no existía? Además, no es que ser hijo del héroe Iron Man con miles de enemigos sea exactamente lo más seguro para un niño de diez años.
-Deja de pensar en eso Tony- se dijo a sí mismo en voz alta ya que estaba solo- sólo, piensa positivo y en que el niño no es tuyo, se equivocaron de "padre" y no tendrás que lidiar con ese problema que no quieres en tu vida.
Luego de decir eso hizo para atrás la cabeza para recostarse en la banca pero en el movimiento le pareció ver algo por la pequeña ventana de la puerta de enfrente y volvió a ver, pero no había nada, así que se concentró en intentar pensar en el invento que presentaría para la Expo tranquilamente, pero no lograba concentrarse gracias a los nervios, y aunque no quisiera admitirlo en voz alta ni a él mismo muy en el fondo estaba de acuerdo con Thomas, él no estaría ahí en el hospital realizándose la prueba de ADN si no creyera o al menos viera las posibilidades de que el niño es suyo, y así estuvo otra hora, inquieto y temblando en momentos, probablemente otro ataque de nervios por la presión pero sabía manejarlo mejor.
-Hola- llegó entonces un hombre de pelo negro, piel blanca y un poco gordo interrumpiendo sus pensamientos- ¿le molesta si me siento?
-No, adelante- le contestó Tony recorriéndose un poco en la banca.
-Gracias- dijo el hombre sentándose.
El hombre después comenzó a sobarse y mover las manos entre sí, y en momentos lanzaba suspiros, lo cual Tony gracias a sus experiencias supuso que eran nervios.
-¿Se encuentra bien?- le preguntó Tony.
-Sí sí gracias- le dijo el hombre- es sólo que estoy algo nervioso, es que, mi esposa está dando a luz.
-Ah, debe ser duro- dijo Tony haciendo una pequeña mueca pensando en la mujer.
-Sí, pero estoy seguro que todo saldrá bien- dijo el hombre sonriendo.
Luego ambos se quedaron callados unos segundos pero el hombre se dio cuenta de algo que había ignorado por los nervios.
-Un momento- dijo volteando a ver a Tony- ¿usted es Tony Stark?- preguntó sorprendido.
-El mismo- respondió Tony con una sonrisa de lado.
-Vaya- dijo el hombre sonriendo con la boca abierta y muy impresionado- es un placer conocerlo señor Iron Man, en verdad- dijo lo último tomando la mano de Tony y estrechándola entre las suyas frenéticamente.
-Gracias gracias gracias- decía Tony mientras el señor seguía sacudiéndolo- aunque... necesito mi mano- dijo después de que el señor no paraba.
-Oh, lo siento- dijo el hombre soltándolo un poco apenado- disculpe, es sólo que... me da mucho gusto verlo y es un honor conocerlo.
-No se preocupe, lo entiendo- dijo Tony quitándose los lentes- ¿cuál es su nombre?
-Me llamo George, señor- respondió el hombre.
-Mmm, entonces George, eres uno de mis fans por ¿la antigua fabricación de armas, por mi empresa, por ser un genio, o por ser millonario, o un Play Boy o por ser un filántropo?- preguntó Tony, disfrutando un poco de la atención.
George rió un poco.
-En realidad por nada de eso señor- respondió, sorprendiendo a Tony- mejor dicho, sería por Iron Man.
-Oh, claro, eso también es cool- respondió Tony encontrando sentido a la respuesta- digo, ¿quién más tiene una armadura súper potente, fuerte y que sirve para salvar el mundo?
-¿Iron Patriot?- preguntó George.
-Sonaba mejor Máquina de Guerra- susurró Tony.
El hombre rió suavemente.
-El punto es señor Stark- dijo un poco más serio- que no lo admiro tanto por el simple hecho de ser un súper héroe, bueno bueno, no es algo simple es que... quiero decir que lo admiro y le estoy agradecido por algo más personal que salvar la ciudad de Nueva York de una multitud de robots.
Tony lo miró un poco confundido.
-Pues desde mi perspectiva eso no fue tan poca cosa, sigo pagando por eso- dijo pensando en los ataques de nervios- pero, ¿entonces qué es lo que me agradece?- preguntó después confundido.
El hombre lo miró profundamente.
-Que le salvara la vida a mi hijo- respondió- en medio de todo el caos en Nueva York un robot estuvo a punto de matarlo, pero usted llegó y destruyó al robot antes de que él le disparara a mi hijo, desde entonces, no podría estarle más agradecido- le dijo con toda sinceridad y gratitud.
-Ah, claro, bueno, no hay de qué, para eso estoy- dijo dándole unas palmaditas en el hombro.
-Sí lo sé, sé que usted y los demás Vengadores ven a las personas en general a la hora de salvarlas y que son héroes para todos, pero... en verdad usted cambió mi vida por completo- dijo George.
-¿Cambiar? ¿En qué sentido?- preguntó Tony.
-Bueno, verá- comenzó George- mi hijo no siempre estuvo conmigo ¿sabe?, cuando embaracé a su madre, y me apena mucho decirlo, tuve miedo y huí, le di algo de dinero y le dije que no quería saber nada de él ni de ella, años después me casé y durante algunos años mi esposa y yo tratamos de tener hijos pero nunca podíamos, no sabía lo que era el amor de ser padre, hasta que un día mi Javier llegó a mi casa, la situación económica con su madre era muy difícil y no podía mantener sus estudios así que lo envió conmigo y pues ahora que yo había crecido y madurado entendí que era mi responsabilidad, y mi esposa, bueno, ella se enfureció conmigo al saber que no quise hacerme cargo de él pero a él lo aceptó muy bien, de hecho se llevaron muy bien, pero yo... en fin, fui un asco de padre, no sabía cómo hacerlo, no le ponía mucha atención, sólo sabía regañarlo y él al tener dieciséis años y ser un adolescente pasa por una etapa difícil en la que lo que más necesitaba era mi comprensión, y lo peor es que siempre actué como si todo estuviera bien, como si no lo hubiera dejado a él y a su madre a su suerte, nunca me preocupé por preguntarle qué le gustaba, cómo era, cómo había sido su vida durante todos esos años, simplemente lo tuve viviendo en mi casa y quise darle órdenes... hasta que su madre me habló, me dijo que cómo estaba él y me explicó que temía que la estuviera pasando mal porque tenía pánico y traumas porque cuando tenía catorce años lo habían secuestrado por un mes... me dijo que lo habían torturado y desde eso tenía continuamente pesadillas, y efectivamente, mi hijo estaba cansado porque no dormía por las pesadillas... incluso algunas noches llegó a mojar la cama y tenía sus ataques que lo dejaban ido por horas, pero yo nunca me molesté en darme cuenta, traté de enmendar eso pero aún no sabía cómo y... el día de lo de Nueva York peleamos, íbamos a hacer un viaje y yo quería obligarlo a subir en un avión, él no quería y yo creí que era berrinche, las cosas después se salieron de control, llegaron los reclamos y una cosa llevó a la otra, al final yo le di una cachetada e incluso le dije que... ojalá no lo hubiera tenido, él me dijo que me odiaba y se fue, yo salí a buscarlo y lo vi, aunque usted lo salvó sí había quedado inconsciente gracias a un golpe, en ese momento creí que lo perdería, y me di cuenta que no tenía un tesoro más grande que él, lo llevé al hospital asustado, poco después me dijeron que no era grave, fui con él y le dije que lo sentía, él me dijo lo mismo y me explicó que no quería subir al avión porque ahí... había sufrido una tortura muy cruel mientras estaba secuestrado, además de que se soltó en llanto al decirme que todos esos años le había hecho mucha falta y que ahora tenía miedo de perderme, la verdad es que no he podido perdonarme por dejarlo y no saber por las veces en las que me necesitó como en ese secuestro, y pues... simplemente en su vida diaria, ni por el hecho de que cuando lo tuve no supe comprenderlo, escucharlo ni preocuparme lo suficiente por él... pero después de estar a punto de perderlo y saber lo que significaba para mí todo ha cambiado, yo, bueno, pienso que he sido un mejor padre, al menos es lo que me dicen él y mi esposa, y ciertamente lo veo más feliz y me tiene confianza ahora, incluso me ha dicho que me quiere.
Antes Tony le hubiera dicho a George al instante que no tenía que ponerse dramático y contarle toda su vida, pero vio que al parecer el hombre tenía una mala experiencia guardada y él sabía bien lo que era eso y que nadie lo supiera ni escuchara, así que decidió escucharlo para permitirle desahogarse un poco.
"Y lo haré mejor que Banner al no quedarme dormido" pensó.
Pero a medida que George iba hablando la verdad es que sí se interesó en lo que decía, después de todo en ese momento corría el riesgo de pasar por eso, y al pensar justo en eso, en que probablemente él tuviera un hijo, justo cuando George decía "nunca me preocupé por preguntarle qué le gustaba, cómo era, cómo había sido su vida durante todos esos años" "yo nunca me molesté en darme cuenta" "soltó en llanto al decirme que todos esos años le había hecho mucha falta" "la verdad es que no he podido perdonarme por dejarlo y no saber por las veces en las que me necesitó como en ese secuestro, y pues... simplemente en su vida diaria" por primera vez desde que Tony Stark se enteró de que tenía un hijo, en vez de preocuparse por él mismo, se preocupó por el niño, y se dio cuenta de que en ningún momento se había detenido a pensar en él, no había pensado cómo estaba, no había pensado en si todos esos años había pasado hambre, no había pensado en si había tenido un techo, en si había tenido frío, en si le faltó ropa, en si había estado enfermo gravemente o tenía en ese momento alguna enfermedad, en si había sido maltratado en su vida, tal vez secuestrado y torturado como el hijo de George, o si tenía algún problema mental y mucho menos había pensado que ese niño había crecido sin un padre, no sabía si alguien llegó a ocupar ese lugar, no había pensado si sufrió por eso y tampoco había pensado en lo que le dijo su madre cuando el niño le preguntara algo parecido a "mamá, ¿por qué no tengo papá?"
"No pensé en ningún momento lo que él ha vivido, no pensé en si él ha pasado dificultades y cuáles han sido; solamente supe preocuparme por mí, por mi propia dificultad al tenerlo, por lo que me provoca a mí esto... no supe ver más allá de mis problemas" pensó, decepcionado de sí mismo.
-¡Papá!- lo sacó de sus pensamientos un grito que venía de un muchacho alto, flaco, de pelo rubio claro y piel blanca que venía corriendo hacia ellos- ¡Papá!
-¿Qué pasa hijo?- preguntó George.
-Venía de la cafetería y la enfermera me dijo que mi hermanita ya nació- sonrió el chico.
-¿En serio?- preguntó George parándose emocionado.
-Sí- respondió Javier- corre, vamos a ver a Rosa para esperar a que la lleven al cuarto- dijo y se fue corriendo.
-Bueno señor Stark, ¡ay! Disculpe, creo que terminé fatigándolo con mis asuntos- dijo apurado y un poco apenado.
-No se preocupe, me agradó escucharlo ("y me abrió los ojos" pensó) vaya con su familia, y felicidades- dijo Tony sonriendo.
-Muchas gracias señor, con permiso- dijo George y se fue corriendo por donde se había ido su hijo antes, hasta donde estaba el elevador y luego dando vuelta hacia donde se extendía el siguiente pasillo.
Después Tony se quedó pensando aún en lo que había reflexionado, sintiéndose mal todavía... y un poco peor al tener en el fondo de sus pensamientos más en claro que ese niño sí era suyo, y mientras tanto de repente tuvo la sensación de que alguien lo estaba viendo y volteó nuevamente a la ventana pareciéndole ver algo de reojo, pero nuevamente no había nada.
"Los nervios... haber qué pasa" pensó, refiriéndose con lo último a que dejaría de darle vueltas a si el niño era suyo o no y simplemente iba a esperar.
Se recargó en la banca con las manos detrás de su cabeza, comenzando a quedarse dormido gracias a la desvelada.
-Señor Stark- lo espabiló Thomas abriendo la puerta de donde Tony se había hecho la prueba.
-Matías- dijo Tony levantándose.
-Thomas- corrigió Thomas otra vez- aquí están los resultados señor- dijo extendiéndole a Tony un sobre blanco que agarró.
-Sigue cerrado para que usted mismo los abra y vea- explicó Thomas.
Tony asintió.
-¿Debe ser ahora?- preguntó, nervioso.
-Sí señor, esto debe hacerse lo antes posible, me urge que el niño vaya a su hogar- respondió, como siempre afirmando que Tony era el padre sin duda alguna.
Tony suspiró y lentamente comenzó a abrir el sobre sacando la hoja que tenía adentro y desdoblándola, cada vez más nervioso, pero no por lo que se enteraría, sino por lo que confirmaría, porque ya no podía seguir negándose lo que él mismo sabía desde que Thomas lo visitó el día anterior.
Con otro suspiro bajó la mirada a la hoja y comenzó a leer.
Después sin levantar la vista dobló nuevamente la hoja y la metió en el sobre.
Suspiró.
-Positivo- dijo viendo a Thomas, resignado, y porque creía que decirlo en voz alta haría que lo creyera por completo.
Thomas sonrió, no una sonrisa triunfante que decía un "te lo dije" ni mucho menos burlona, sino una sonrisa sincera porque al fin había encontrado al padre del niño y que le daría un hogar.
-Excelente- dijo Thomas- ¿está listo para el siguiente paso?
-Nop- dijo Tony negando con la cabeza- pero no tengo opción, ¿cuál es el siguiente paso?
-En este caso, conocerlo- respondió Thomas.
-¿Ah-Ahora?- preguntó Tony, trabándose al hablar, nervioso.
-Bueno, si usted quiere pero le repito que lo más prudente es que sea lo antes posible y justo ahora se puede.
Tony iba a negarse, pero después pensó que ahora no podía huir de eso, después de todo el niño sí era su hijo y no tenía a nadie más por lo que no podía simplemente dejarlo botado y en algún momento tendría que enfrentarse a él, mejor comenzar a hacerlo.
-Está bien- respondió, resignado.
-Espere un momento- dijo Thomas y pasó por detrás de Tony.
Tony pensó que iría por algo para después ir al orfanato o donde sea que estuviera el niño y se quedó ahí sin moverse, pensando en lo que haría ahora.
"Tal vez haya alguna manera de que pueda ocuparme de él pero sin tener que cuidarlo yo y tenerlo conmigo" pensó después de algunos segundos.
-Señor Stark- lo interrumpió la voz de Thomas.
Tony se volteó ya que en todo ese momento había estado dándole la espalda a la puerta enfrente de la banca y al resto del pasillo y vio que Thomas estaba manteniendo la puerta abierta con la mano.
-Quiero presentarle a su hijo; ven- dijo, la última palabra mirando dentro de la habitación y haciendo una seña con la mano.
Tony de inmediato entró en pánico entendiendo que el niño había estado ahí todo ese tiempo, y la verdad es que quiso salir corriendo, pero por suerte pensó que no era lo más apropiado.
"Ya no hay marcha atrás" pensó, asustado y preparándose para lo que pasaría... pero ni sus pensamientos de "preparación" lograron que la sorpresa no fuera mayor de lo que él pensaba, al salir de la habitación un niño delgado, de tez blanca, pelo claro rubio y ojos azules que ya había visto antes, emocionados por ver la armadura de Iron Man y a Thomas diciendo "él es Harley Keener, su hijo".