Durante el camino ninguno de los dos dijo nada, Tony se concentró en manejar y Harley en mirar por la ventana, pero aunque el otro no se daba cuenta ambos estuvieron dando ciertas miradas por el espejo retrovisor para ver al otro.

Aunque el camino fue eterno para ambos después de un rato Tony al fin entró al territorio de su casa, siguió conduciendo y luego apretó un botón que abría las puertas para dar al enorme jardín (con el que Harley abrió los ojos en grande) y entró, y después de conducir el auto más lentamente al fin llegó a la cochera, abrió la puerta y metió la camioneta ahí, la cochera era pequeña ya que ahí sólo ponía el auto que iba a usar y al apretar un botón una puerta se abría en la parte de abajo para dejar el carro donde verdaderamente guardaba todos sus autos, pero en esa ocasión prefirió dejar la camioneta ahí ya que pensaba que al estar con Harley lo mejor era no salir en algo lujoso para no llamar la atención, pero por suerte no se le ocurrían motivos para tener que salir de la casa con el niño.

-Llegamos- dijo Tony desabrochándose el cinturón, luego salió del auto y salió de la cochera esperando que Harley saliera, lo cual hizo segundos después, dando un salto dudoso y algo torpe al bajar.

-J.A.R.V.I.S. apágala y baja la puerta- dijo Tony a su inteligencia artificial cuando Harley había salido de la cochera y después de oír un pitido por parte de la camioneta la puerta comenzó a bajar.

Después Tony no supo qué decirle a Harley, ni siquiera lo miró, por lo que la mejor idea que se le ocurrió para evitar hablar con él y no se notaran sus nervios fue irse caminando.

Harley lo siguió después de segundos, también sin saber qué hacer, pero a él se le olvidaron los nervios cuando fue pasando por arbustos cortados en formas de animales como una jirafa, un caballo, un elefante, un gorila, una foca con una pelota en la nariz y más, además de la enorme fuente que vio después color blanco donde había un oso polar parado en dos patas que lanzaba agua color azul.

-Harley, es por aquí- le gritó Tony, ya que sin darse cuenta Harley se había quedado con la boca abierta viendo la fuente.

De inmediato el niño se volteó y caminó (cojeando) lo más rápido que pudo hasta Tony y pasó por la entrada de puertas de cristal que Tony mantenía abierta, luego entró él.

Harley nuevamente se asombró cuando miró la enorme sala donde las puertas de cristal daban vista al jardín, había en medio una mesa y al rededor de esta tres enormes sillones y colgada en la pared estaba una enorme televisión color negra, notó que más al fondo había una larga escalera que conducía al segundo piso de la mansión y antes de ellas estaba la entrada a la cocina que tenía cortada una abertura de la mitad de la pared que permitía ver hacia la sala, la cocina era más modesta que lo demás que se veía caro, tenía una estufa y arriba de ésta había alacenas y en el fondo un refrigerador, y en el centro estaba una mesa grande con diez sillas acomodadas, cuatro a cada lado largo y una a cada lado corto.

-Bueno- comenzó a decir Tony, porque aunque no quería supuso que debía decir algo- aquí estarás ahora- dijo alzando una mano y señalando al rededor.

-¿Vive solo?- preguntó Harley, ya que tenía esa duda desde el día anterior, pensaba que Pepper vivía con él, y de ser así, ¿cómo sería para ella su presencia ahí?

-Sí- le respondió Tony.

-Pero ¿que no tenía una novia?- le preguntó más directamente.

Ok, Harley no estaba muy animado pero ahí estaba el interrogatorio, e hizo esa pregunta en especial, como si no doliera.

-Mmm no- dijo Tony deshaciendo el nudo que se le había hecho en la garganta- Bueno, sí, tenía una novia pero a veces las cosas no funcionan, hay que alejarse, terminar y pues eso hicimos, por lo que ya no vive aquí.

Después Tony esperó escuchar más preguntas pero éstas no llegaron, Harley sólo dijo un "oh" y asintió, luego se quedó callado mirando la sala.

-Sígueme- dijo Tony segundos después y caminó a las escaleras, y había subido los primeros escalones cuando volteó y vio a Harley bastante atrás de él ya que la sala era enorme y no podía atravesarla rápidamente gracias a su pie, lo cual Tony había olvidado.

-Disculpe- dijo Harley, un poco avergonzado- no puedo andar muy rápido.

Tony se sorprendió un poco al oírlo, no por lo que le dijo sino porque Harley le habló de usted, cosa que no había hecho... nunca, también le habló así cuando le preguntó sobre si tenía novia pero no reparó en eso en el momento ya que pensó más en Pepper, pero fuera de eso el niño siempre lo había tuteado anteriormente, tal vez la única excepción había sido cuando le dijo "señor Stark" al ser capturado por los malos la noche en que se conocieron o cuando se habían "conocido" frente a Thomas ya que por alguna razón ninguno dijo nada de conocer al otro.

Le pareció un poco raro, pero decidió no decir nada, después de todo sólo era una forma de llamarlo y no quería presionarlo a llamarlo de una forma u otra cuando de por sí ya tendría que adaptarse a otras cosas a partir de ahora... lo que sí pedía es que no lo llamara papá, pero no lo haría, ¿cierto? Harley tampoco parecía fascinado por la idea de que fueran parientes así que no creía o esperaba que no lo hiciera, porque ciertamente era un título al que no podría responder.

-No te preocupes, toma tu tiempo- le dijo.

Varios pasos después Harley al fin estuvo con Tony en las escaleras y ambos siguieron subiendo, Tony manteniendo el ritmo de Harley.

-Dame tu mochila- le dijo después pensando que así le sería más fácil y sin esperar respuesta se la quitó y la colgó de su propio hombro.

Después de un rato más al fin estuvieron en el segundo piso, del lado izquierdo había un pasillo con una ventana grande al final y en las paredes de ambos lados había varias puertas, y de el otro lado el piso se extendía en forma circular y había una mesa pequeña con sillones al rededor, otra plasma en la pared y al fondo se veían otras escaleras y del otro lado de la pequeña sala otra abertura que Harley supuso conducía a otros cuartos o algo así.

-Ven- dijo Tony caminando hacia el pasillo y Harley lo siguió.

-Todas estas habitaciones están desocupadas- le dijo Tony cuando estuvieron en medio- elige la que quieras, hay más para allá, pasando ese pasillo y subiendo esas escaleras pero por como estás de tu pie creo que lo mejor es que no camines tanto, aunque si quieres hacerlo pues- levantó el brazo y con la mano extendida señaló en dirección a la sala.

Harley caminó un poco más adelante.

-¿La que yo quiera?- le preguntó a Tony.

-Sí, aunque todas son iguales ya que son para invitados- le dijo Tony.

Harley abrió una puerta de su lado derecho, antes de la ventana que estaba ahí, y se encontró en una habitación pintada de color melón, con una cama matrimonial en el centro, un gran clóset a su lado derecho, una ventana del lado izquierdo, un escritorio al lado de ésta y un mueble en la parte delantera con una televisión plasma más pequeña que las otras dos que estaban colgadas afuera.

-Esta está bien- dijo Harley.

-¿Seguro?- preguntó Tony.

-Sí- respondió Harley.

-Muy bien- dijo Tony y entró, caminó hasta la cama y dejó la mochila ahí- en esa puerta de ahí- dijo señalando la que estaba al lado de la cama- está el baño, ahí tienes toallas, shampoo, jabón, cepillo de dientes, desodorantes, perfumes y no sé qué más cosas, pero supongo que todo lo que puedas necesitar y si necesitas algo más, ¡J.A.R.V.I.S.!

-Sí señor- respondió J.A.R.V.I.S.

-Si necesitas algo él está aquí sólo llámalo y te contestará, ¿bien?

-Como usted ordene señor- contestó la inteligencia.

-Bien, creo que es todo- dijo Tony y comenzó a caminar a la salida- al lado de la televisión está el control y puedes hacer lo que quieras aquí.

Ya había salido de la habitación y se volteó para cerrar la puerta, y vio a Harley mirando al rededor de la habitación, luego sus miradas se encontraron y Tony estuvo a punto de decir algo, pero no se le ocurrió qué.

-Bueno, te dejo para que te instales- dijo al final y rápidamente cerró la puerta y se dirigió a la sala principal.

Cuando estuvo abajo se apresuró al refrigerador y tomó una cerveza, la cual se estuvo tomando de pequeños tragos recargado contra el mueble del fregadero, y después de minutos al terminarla sacó otra y comenzó a beberla también.

-Señor- se escuchó entonces la voz de J.A.R.V.I.S.- creo que con un niño en casa no debería de tomar ni tener bebidas alcohólicas.

Tony a veces no sabía si J.A.R.V.I.S. evolucionaba solo y por eso maduraba o lo había construido tan bien que pudo formar una personalidad propia conservando sólo unos aspectos de la de él, pero sin duda a veces parecía ser su conciencia para "hacer las cosas bien" y se arrepintió de haberlo dejado hablar con el Cap cuando éste fue a visitarlo, tal vez hubiera alguna influencia ahí.

-Haber J.A.R.V.I.S. relájate, sólo es una cerveza, no me voy a emborrachar, y estoy seguro de que Harley no intentaría tomarse una ni lo hará.

-Los padres suelen ser ejemplos e influencias para que los niños...

-¡Haber J.A.R.V.I.S.!- lo interrumpió Tony- ni me está viendo tomándomela y tampoco creo que ese niño vaya a querer tomar algún ejemplo mío, y otra cosa, no quiero que te estés refiriendo a mí como padre de Harley ni a Harley como mi hijo, bajo ninguna circunstancia, ¿entendiste?- le advirtió, su voz sonando un poco golpeada.

-Sí señor- respondió J.A.R.V.I.S. después de segundos en silencio y ya no dijo nada.

Luego Tony estuvo algunos minutos más en la cocina hasta terminar su cerveza y tiró la lata al bote de la basura y se dirigió a su taller del cual la puerta estaba al lado de la cocina, puso la contraseña para entrar y al bajar las escaleras se dirigió de inmediato a unos planos que tenía sobre la mesa para lograr hacer el proyecto de la Expo.

Se puso a revisar cada plano e hizo las correcciones que le parecieron necesarias, además de hacer los prototipos de los inventos con tecnología en 3D.

Después de hacer todo eso comenzó a hacer cada invento con sus herramientas, en total eran tres, un robot en forma de perro que serviría y prepararía bebidas, una nueva armadura para Iron Man pero con un cañón integrado y el último eran unos propulsores para acelerar la velocidad de cualquier carro.

Estuvo trabajando en los tres al mismo tiempo ya que sentía que no había avanzado nada desde hace dos semanas pero ahora debía hacerlo para su Expo.

Y así se le fue el tiempo, tiempo que por cierto logró relajarse ya que pudo olvidar todos los problemas que tenía en la cabeza logrando que para él sólo existieran las herramientas, la tecnología, los planos y prototipos que lo habían estando ayudando a crear algo nuevo durante cinco horas.

-Señor- dijo entonces la voz de J.A.R.V.I.S.- creo que sería bueno hacer una pequeña pausa para comer.

-No tengo hambre J.A.R.V.I.S. gracias- respondió Tony sin dejar de mover los cables que estaba moviendo en una pieza de metal.

-Entonces lo diré de otra forma- dijo J.A.R.V.I.S.- creo que es preciso que se encargue de que el niño que está viviendo bajo su techo coma.

Tony se enderezó enseguida.

-Mier... coles- dijo enderezándose de la mesa y quitándose las gafas que tenía para proteger sus ojos.

Había olvidado por completo que Harley estaba ahí y que además debía comer, ya que él estaba acostumbrado a llegar a comer sólo una vez al día o incluso olvidar que debía hacerlo durante un día entero, pero sabía que debía ser diferente para Harley, después de todo no por su culpa el niño debía someterse a un horario que afectaría su salud.

-Por favor que haya comida- murmuró mientras subía las escaleras.

Cuando entró a la cocina fue directo a abrir el refrigerador y lo encontró lleno de cervezas, botellas de agua y refrescos, ya lo iba a cerrar dando un pisotón en el suelo cuando en la parte de abajo encontró una hoya, la sacó y vio ahí la birria que había preparado anteayer, por lo que aún serviría.

-¡Sí!- dijo y sirvió un poco de la birria en un plato, lo metió al microondas y luego se dirigió al cuarto que había elegido Harley.

Cuando estuvo frente a la puerta se detuvo, se había apurado a buscar qué comiera Harley pero ahora cuando estaba frente a su puerta lo detuvo pensar en que debía de hablarle, no era claro que le desagradara el niño, después de todo se llevó bien con él hace un mes, pero ahora era diferente, ahora sabía que era su hijo, y no sólo eso, sino el hijo no reconocido, por lo que ciertamente temía ser recriminado en eso, además de que ahora gracias a eso no sabía qué decirle o cómo dirigirse a él por lo que optó por la idea de hablarle lo menos posible, pero supuso en ese momento que tendría que haber excepciones como en esas, después de todo por el momento Harley estaba bajo su cuidado, así que reunió valor y abrió la puerta lentamente.

Ya que la cama estaba en dirección a la puerta la vio enseguida y ahí acostado de lado vio el cuerpo del niño, pensó que estaba dormido pero como dijo J.A.R.V.I.S. debía de comer, ya eran las 05:00 p.m. y además no sabía a qué hora había desayunado en el orfanato por lo que decidió despertarlo.

-Harley- llamó, su voz en un tono normal, y entonces comprobó que Harley no estaba dormido porque enseguida se enderezó recargándose en las manos hacia atrás y lo vio.

Sólo hizo un asentimiento con la cabeza para demostrar que lo escuchaba.

-Es tarde niño, tienes que comer- le dijo.

Harley se terminó de enderezar y se puso de pie y salió de la habitación, Tony notó que tenía los ojos un poco cansados y somnolientos por lo que pensó que después de todo sí había estado dormido.

Tony comenzó a caminar hacia la cocina y Harley fue tras él, a su ritmo, claro.

-Siéntate- dijo Tony cuando entraron a la cocina y se aproximó a sacar el plato de birria del microondas, abrió un cajón y le puso una cuchara y se giró y lo puso frente a Harley quien ya se había sentado a la mesa.

-Gracias- dijo Harley, su voz era muy baja y en ningún momento dejó de mirar el plato cuando lo dijo.

-De nada, ¿quieres agua o refresco?- le preguntó Tony abriendo el refrigerador.

-Lo que sea está bien- respondió Harley alzando los hombros, apenas levantó un poco la cara y a Tony por un momento le pareció ver ¿tristeza? bueno, tal vez sólo estuviera cansado, si despertó hace poco y tal vez se había levantado muy temprano en el orfanato tenía sentido.

-Bien, que sea la opción favorita de todos- dijo Tony sacando una lata de coca-cola, la abrió, y la dejó frente al plato de Harley.

Luego regresó al refrigerador y sacó una cerveza para él y comenzó a tomarla recargado contra el mueble al lado de la estufa, se la abría llevado para su lugar de trabajo, pero temió que como en otras ocasiones terminara tirándola encima de sus proyectos y además de hacer cortocircuito todo sus inventos se estropearan y tuviera que empezar de nuevo.

Harley comenzó a comer también, en todo momento sin levantar la vista del plato.

Tony volteó a verlo cuando llevaba la mitad de su cerveza, bien, agradecía que su plan de mantenerse sin conversaciones fuera bien, pero a la vez no podía evitar que le llamara la atención el silencio de Harley, después de todo cuando lo conoció el mayor problema que tenía con él era callarlo.

Tony terminó su cerveza después de minutos, y después de tirar la lata salió de la cocina, y de la casa, llegó al buzón y vio ahí un sobre, tal como lo imaginó de Industrias Stark, ya que Happy le mandaba por correo los papeles que requerían su vista y ya después él los mandaba de la misma forma o lo hacía cuando se aparecía por la empresa.

Ahí mismo abrió el sobre y ojeó un poco los papeles, luego lanzó un silbido al ver que le esperaba bastante trabajo y regresó a la casa.

Dejó el sobre en la mesa de la sala y entonces escuchó un ruido y por el arco de la cocina vio cómo a Harley se le resbalaba un plato dentro del fregadero mientras el agua corría por la llave.

Rápidamente Tony entró en la cocina, y vio a Harley sosteniendo la esponja del fregadero y tallando como podía el plato que estaba ahí ya que se le resbalaba.

-Harley ¿qué haces?- le preguntó Tony.

Harley se sobresaltó de pronto, había dejado caer el plato y se asustó un poco al pensar en cuánto costaba.

-Yo, pues, estoy lavando los trastes- dijo, un poco nervioso.

Tony comenzó a negar con la cabeza.

-No hace falta, no quiero que se te complique por usar un sólo brazo- le dijo Tony- eso puedo hacerlo yo.

-Pero yo también, en el orfanato lo hacía- contestó Harley.

En ese momento Tony tomó nota en su mente de lo que tendría que hacer pronto.

-No importa, ya no estás ahí, quítate- le dijo y tomó la esponja de las manos del niño y lo empujó un poco con el cuerpo y él mismo lavó el plato y la cuchara que estaban en el fregadero y los dejó en el otro para que se escurrieran.

-Listo, problema de los trastes resuelto- le dijo Tony, realmente él no se caracterizaba por ser el hombre más atento y desde que se fue Pepper una de las cosas que más detestaba era tener que encargarse de la casa pero al ver a Harley con todos esos golpes y rasguños sabía que lo mejor es que no hiciera esfuerzo en tareas domésticas, más que nada por su brazo enyesado.

Harley sólo asintió con la cabeza a lo que le dijo Tony, después regresó a la mesa y tomó la lata de refresco vacía y la tiró a el bote.

Luego Tony salió de la cocina y Harley lo siguió.

-Si quieres puedes quedarte aquí en la sala- le dijo entonces Tony, así no lo tendría encerrado todo el día y después de todo él estaría en el taller por lo que no tendrían que verse.

Harley negó con la cabeza.

-No gracias, preferiría volver a la habitación- le dijo a Tony.

-Bueno, si eso prefieres, como quieras niño- y después de decir eso Tony regresó a su taller de inmediato.

Harley se quedó en la sala unos segundos y comenzó a subir las largas escaleras para llegar al piso de arriba, no llevaba ni un día completo ahí pero ya pensaba en momentos que tal vez el orfanato era mejor, al final ni ahí ni en la casa de Tony lo querían, porque sí, había llegado a esa conclusión cuando llego ahí, porque aunque él no hubiera estado muy comunicativo por lo que no pudiera esperar lo mismo de Tony ciertamente el hombre no sabía disimular muy bien su necesidad de salir de la misma habitación donde estaba él y los nervios que en momentos pudo distinguir cuando lo miraba, además de que volvió a pensar en las veces que Tony afirmó no querer tener un hijo en el hospital cuando se hicieron la prueba de ADN y lo dejó más en claro con la directora al decir que no quería que nadie se enterara, y por si eso no hubiera sido ya una forma muy directa de dar a entender el hecho ese día después de minutos de que Tony lo dejara en la habitación había remarcado más el punto ya que había bajado para buscarlo, cierto que se había mostrado muy serio y distante con él por lo que estaba pasando ya que estaba muy confundido con lo que sentía, pero después de analizar que Tony lo había defendido en el orfanato por un momento pensó que tal vez sólo era cuestión de hablar un poco con el hombre y romper la tensión, y así ninguno estaría tan incómodo con el otro pero rechazó la idea enseguida cuando al bajar las escaleras escuchó a Tony decirle a J.A.R.V.I.S. que no debía dirigirse a él como su hijo, por lo que enseguida le quedó claro que lo que debía hacer era no molestar para nada al hombre y regresó a la habitación que había escogido.

-Soy un estorbo para él- pensó Harley cuando ya había llegado a la que era su habitación y se subió a la cama acostado boca abajo, llegando a la conclusión de que lo mejor era permanecer alejado de Tony.

Tony permaneció más rato trabajando en sus inventos, hasta que por fin los tuvo terminados, al menos en apariencia, entonces con su reloj les ordenó a las tres máquinas que se prendieran, seguro de que lo había logrado, pero al instante la nueva armadura de Iron Man comenzó a lanzar energía a la vez que las piezas se iban desencajando, y Tony tuvo que ocultarse bajo la mesa, luego el perro comenzó a ladrar sin control y correr por todo el piso y los propulsores despegaron volando y después sacaron chispas y se cayeron, y cuando la armadura terminó de desmoronarse también dejó de lanzar energía, sólo quedaban los ladridos del perro y el sonido de que corría.

-¿Pero qué pasó?- preguntó Tony al salir de la mesa.

-Según mis cálculos señor estuvo revolviendo los planos y construyó cada invento combinando las tres formas de construirlos, lo que hizo que pusiera los cables mal y las piezas y chips incorrectos hasta llevarlos al fracaso- le respondió J.A.R.V.I.S.

Tony se llevó las manos a la cara mientras miraba hacia arriba y así se quedó unos segundos, intentando tranquilizarse ante su fallo.

-Ok- dijo después poniendo las manos en su cintura enderezando la cabeza- entonces construir sólo un aparato a la vez, usar sólo un plano y... continuar mañana, renuncio por hoy.

Luego dio dos aplausos y las luces se apagaron y sabiéndose el camino de memoria subió hasta la sala, donde se dio cuenta que ya era de noche pero podía ver un poco gracias a los faroles que estaban en su jardín y que alumbraban por la puerta de cristal.

-J.A.R.V.I.S. ¿qué hora es?- preguntó Tony.

-Son las 03:00 a.m. señor Stark- respondió J.A.R.V.I.S.

-Típico- dijo Tony y subió las escaleras, cuando estuvo en el segundo piso subió las otras que estaban por la sala y ahí entró a la única puerta que daba a la derecha por la cual entraba a su habitación.

Se cambió de ropa y destendió la cama y se acostó, sin estar cansado y sin tener sueño, como desde Nueva York.

Al día siguiente Tony se despertó a las 08:00 a.m. y sólo había conseguido dormir una hora.

Se levantó, se bañó y vistió y bajó a la sala, no había comido nada el día anterior más que las dos cervezas y un café que tomó en la mañana, así que pensó que sería apropiado desayunar esa mañana, y entonces recordó a Harley el cual por cierto ¡no había cenado la noche anterior!

-¡Ay!- dijo Tony- ésa era una de las muchas razones por las que no quería tener un niño, ¿sino recuerdo alimentarme a mí mismo como recordaré alimentarlo a él?

Iba a subir a despertarlo para que bajara a desayunar pero pensó que tal vez sería temprano para él, además de que el día anterior por sus ojos y cara supuso que estaba cansado, por lo que decidió que lo mejor sería despertarlo después de un rato.

Mientras tanto él tomó su habitual taza de café y comenzó a leer los papeles que Happy le había mandado al día anterior en la mesa de la sala.

Leyó y firmó donde tenía que hacerlo y al terminar volvió a meter todo en el sobre, le puso unas estampillas que venían ahí adentro y las llevó a su buzón después para que le fueran enviados a Happy ese día, luego regresó a su casa y viendo el reloj de la pared se dió cuenta que ya eran las 10:00 a.m.

"Tiempo suficiente" pensó y subió las escaleras hasta el cuarto donde dormía Harley, abrió la puerta lentamente y lo vio ahí acostado de lado, aunque su cara estaba un poco agachada así que logró verlo con los ojos cerrados.

-Harley... Harley... ¡Harley!- gritó al ver que llamarlo no funcionaba.

Harley se despertó al instante con el grito, asustado, y se levantó de inmediato.

-¡Disculpe disculpe disculpe!- comenzó a gritar, ya que lo que él pensaba era que estaba en el orfanato, pero entonces vio a Tony mirarlo confundido y miró girando los ojos al rededor del cuarto, y entonces recordó que ya no estaba viviendo ahí, sino con "El Mecánico".

Tony se quedó sin saber qué decir unos segundos.

-Mmm, ¿estás bien?- le preguntó entonces, siendo lo primero que le vino a la mente.

Harley se sintió avergonzado por cómo reaccionó y bajó la cabeza un poco y asintió.

-Ok, entonces... recordaré no despertarte con gritos, mejor eso lo hará J.A.R.V.I.S. y...

-No fue por usted- le dijo Harley entonces, sin mirarlo a los ojos y su voz con el sonido bajo como desde que lo vio en el hospital- sólo me confundí un momento, creí estar en el orfanato.

Tony se le quedó mirando con una ceja levantada, pero Harley no dijo nada más.

-Supongo que eso es normal por ser el primer día que estás aquí...- le dijo- bueno, baja a desayunar, supongo que tendrás hambre.

Harley asintió y salió de la habitación detrás de Tony, quien notó que Harley ya estaba vestido.

Entraron a la cocina y Harley se sentó, luego Tony sacó la birria del refrigerador y sirvió en dos platos que metió al horno ya que era grande.

No se había preocupado por conseguir más alimentos ya que él no solía comer gracias a que lo olvidaba por estar en su taller, y al final todo se le echaba a perder por lo que una olla con comida podía durarle para él hasta una semana, tal vez dos, mientras no se echara a perder.

Sacó los platos y los llevó a la mesa con una cuchara, dejó uno frente a Harley que estaba en la silla al lado de la cabecera y el otro en la silla al lado de la que estaba frente a él, luego sacó dos refrescos y puso uno frente a cada plato.

Comenzó a comer y Harley también, y Tony cayó en la cuenta de que mientras comía tendría que estar cerca del niño, por lo que se preparó para tener que hablar ahora sí, cuando Harley comenzara a bombardear con preguntas ahora que ya no se veía cansado, pero nuevamente se equivocó respecto a eso, porque ya sólo le faltaban unos bocados de su plato para terminar y Harley ni siquiera alzaba los ojos de su comida, entonces Tony se detuvo a verlo fijamente y escudriñó por primera vez cada cicatriz y moretón que tenía en su rostro, sobretodo el ojo morado y el labio partido, y vino a su mente algo que no le gustó nada.

Comió lo último que le quedaba y terminó también de beber el refresco, se levantó y al dejar el plato con el fregadero se recargó contra éste.

-J.A.R.V.I.S.- llamó.

-¿Sí señor?- respondió J.A.R.V.I.S.

-Quiero que- comenzó a decir Tony pero se detuvo al recordar que Harley estaba ahí- Je veux que vous enquêtiez sur tout ce que vous pouvez sur l'orphelinat où se trouvait l'enfant et que vous m'informiez, je crains qu'il y ait des enfants maltraités- dijo en francés para que Harley no escuchara.

-Donc je vais monsieur- respondió J.A.R.V.I.S.

Tony volteó a ver a Harley, de quien había captado la atención por escucharlo hablar en otro idioma, y pensó que le preguntaría algo al respecto pero nuevamente no.

-¿Terminaste?- le preguntó Tony.

Harley asintió.

-Bien, déjalo en el fregadero, lo lavaré después, no quiero que lo laves- le dijo y sin esperar respuesta salió hacia su taller, donde comenzó a buscar información que necesitaba en internet, luego con su reloj hizo que J.A.R.V.I.S. la viera y lo dejó hacer lo que le pidió.

-Bien, ahora...- comenzó a hablar con él mismo pero el sonido de su celular lo interrumpió.

-Hola- dijo cuando contestó.

-Buen día señor- se escuchó la voz de Happy por el teléfono.

-Ah eres tú Happy, ¿qué pasa?- preguntó Tony.

-¿Recibió el papeleo que le mandé ayer?- preguntó su asistente.

-Sí, ya te lo envié de regreso- le dijo Tony.

-Perfecto, y ¿tiene ya el invento que mostrará para dar inicio a la Expo?- preguntó.

-Relájate Happy, aún me queda tiempo para hacer eso.

-Sí, lo sé señor pero creí que sería mejor que te lo recordara.

-No te preocupes, ya estoy trabajando en eso y estará listo a tiempo.

-Bien, ¿y vendrá estos días a la industria?

-¿Me necesitan en algo?

-Bueno no exactamente pero...

-Entonces no, tú sigue encargándote.

-Pero Tony...

-Insisto Happy, ahora si me disculpas tengo un invento que crear, que tengas buen día- finalizó Tony y colgó antes de que Happy le insistiera en ir a la empresa.

Después tomó de la mesa el plano de la nueva armadura y comenzó a construirla desde el inicio.

Nuevamente las horas se le fueron en ello y cuando se dio cuenta ya eran las 04:00 p.m.

-J.A.R.V.I.S. dile a Harley que hay más birria en el refrigerador, que la meta al microondas y coma y el agua y el refresco están también en el refri- dijo Tony.

-Sí señor- le contestó J.A.R.V.I.S.

Como siempre desde Nueva York trabajó hasta tarde, o sea las 04:00 a.m. cuando pensó que debía intentar dormir y terminar la armadura al día siguiente, así lo haría con calma y no fallaría por un error por hacer las cosas rápido como la vez pasada.

Después de apagar las luces del taller subió hasta su habitación y durmió, aunque nuevamente tuvo pesadillas sobre robots asesinos destruyendo toda la ciudad de Nueva York y matando gente a su paso.

Al día siguiente despertó a las 09:00 a.m., sudoroso y con temblores por las pesadillas, y como todos los días se bañó y vistió, no con un traje sino con pantalones de mezclilla y una playera azul ya que así vestía cuando sólo estaba en su casa.

Salió de su habitación y se dirigió a la cocina, como siempre comenzó a preparar su taza de café y miró el reloj, ya eran las 09:30 a.m. y le pareció buena hora para despertar a Harley.

-J.A.R.V.I.S.- llamó.

-¿Sí señor?- contestó él.

-Si Harley está dormido despiértalo por favor, y dile que baje a desayunar.

-Sí señor.

Como los días anteriores Tony sacó la birria y la calentó, notando al servirla que estaba igual que cuando él había servido el día anterior, aunque se suponía que Harley había comido más a la hora de la comida, tal vez también para la cena, por lo que se dio un golpe en la cabeza por olvidar darle nuevamente de comer en la noche pero supuso que si tuvo hambre él mismo pudo haber ido a servirse, entonces se le ocurrió ver el fregadero para ver cuántos platos había, pero se encontró con un fregadero vacío.

-Le dije que no los lavara- susurró Tony, esperando que no se hubiera lastimado el brazo por forzarlo a sujetar los trastes.

En ese momento entró Harley, su mirada un poco baja.

Tony iba a mencionarle lo de lavar los platos pero pensó que sería mejor al final de desayunar, además de que tenía algo más que comentar en cuestión de ese tema y pensó que lo mejor sería una vez que ambos tuvieran el estómago lleno.

-Aquí tienes- le dijo poniendo ambos platos sobre la mesa, en los lugares que ocuparon el primer día que comieron juntos.

Harley tomó asiento y Tony también, luego ambos comenzaron a comer, y después de rato Tony volvió a ver la cara de Harley que como siempre no lo veía para volver a ver sus heridas, que tendrían que ver con la conversación que tendrían después, pero en ese momento Tony dejó de poner tanta atención en sus heridas cuando se dio cuenta de que Harley ya estaba vestido, aunque ese no era el problema, sino que estaba usando la misma ropa que ayer, la cual ciertamente estaba sucia, Tony pudo notar manchones cafés y rojos al rededor de la sudadera roja, de la playera rayada e incluso en los pantalones que vio disimuladamente por debajo de la mesa, donde también vio que llevaba unos tenis desgastados, y es cuando cayó en la cuenta de que esa ropa no sólo la había usado el día anterior, sino que Harley llevaba usándola desde el día en que se hicieron la prueba de ADN en el hospital.

-Harley- llamó Tony y esperó a que el niño lo mirara para seguir ablando- ¿Por qué... estás usando la misma ropa que hace cinco días? Porque es la que traías puesta en el hospital cuando nos... vimos ¿no? ¿Por qué no te cambias?

Harley al instante sonrojó un poco con la pregunta, y aunque le hubiera gustado no tener que contestar sabía que no tenía opción cuando vio a Tony mirarlo con el ceño fruncido.

-Porque... no puedo- dijo al fin, mirando hacia abajo.

-¿Cómo que no puedes?- le preguntó Tony más extrañado.

-Pues es que... yo no tengo más ropa, esta es la única desde que... estoy en el orfanato- dijo, evitando decir "en el hospital" ya que sabía que esas palabras sólo lo lastimarían al recordar el choque.

Tony sintió que se le iba por otro lado el pedazo de carne que tenía en la boca, ¡¿cómo pudo haber olvidado que Harley necesitaba que le comprara ropa?!

-Pero, ¿qué no tienes más ropa en tu mochila o algo?- preguntó con la voz un poco delgada por darse cuenta de su error.

Harley negó con la cabeza.

-Ahí tengo otras cosas, pero no eso... desde que estoy en el orfanato ya no pude ir a mi casa- dijo Harley.

"Si es que aún queda algo ahí" pensó.

-Ok, no es un gran problema- "sí lo es" le dijo su subconsciente a Tony pero lo ignoró y siguió hablando- sólo termina de desayunar y después iremos a comprarte ropa y lo que necesites, ¿de acuerdo?

Harley sólo asintió.

Y Tony se sintió tonto por haber olvidado algo tan importante, ¿de dónde pretendía que sacara ropa el niño si únicamente llegó con una pequeña mochila?

Siguió comiendo y después de algunos bocados al posar la vista hacia donde estaba el niño lo vio haciendo unas muecas de disgusto, que cuando se dio cuenta de que lo estaba mirando intentó disimular pero no pudo, y Tony pudo ver cómo se volteó ligeramente cuando su garganta pasó bocado.

-¿Qué pasa?- preguntó Tony, extrañado.

Harley lo miró un poco avergonzando y con la cabeza inclinada.

-Na-nada- le dijo.

Tony levantó una ceja.

-Dímelo- le dijo, con tono despreocupado.

Harley lo miró unos segundos más.

-Es que... no me gusta la birria- confesó al fin.

Tony no dijo nada unos segundos, luego dejó su cuchara con un poco de ruido en el plato y se paró.

-Vámonos- le dijo recorriendo la silla.

-Pero puedo comerla, no hay problema- se apresuró a decir Harley.

-No, déjala- le dijo Tony saliendo de la cocina.

Harley se quedó sentado, lamentándose por lo que dijo, no era un secreto para él que Tony no lo quería en su casa, había escuchado lo que decía y visto huir de él esos días, sabía que estaba siendo una carga e intentaba no serlo tanto para no quedarse sin techo porque entonces ¿a dónde iría? y con eso pensaba ¿si se quedaba en la calle comería? Fue por eso que decidió disimular las muecas que le salían por el sabor de la comida y también guardó en silencio el hecho de que no le gustaba, al fin de cuenta era comida que estaba teniendo segura ahí, podía soportarla, ya se tendría que acabar después y además sólo comía lo suficiente cuando Tony le dio, o sea el primer día cuando comió, el segundo en que desayunó y ese mismo día, ya que había decidido no comer cuando J.A.R.V.I.S. se lo indicó para no soportar tanto el sabor y sólo comer lo suficiente que creía necesitaba su cuerpo, pero ahora le preocupaba un poco la reacción que tendría Tony al pensar que se estaba quejando de la comida que le daba que creía ya era demasiado pedir.

-¡Harley!- llamó Tony desde la sala.

Harley inmediatamente se paró y se fue a la sala, donde Tony lo esperaba con la puerta de cristal abierta, ¿iría a llevarlo al orfanato de regreso?

Rápidamente salió al jardín y Tony fue detrás de él, luego caminó siendo seguido por Harley hasta la cochera a la cual entró y luego subió a su camioneta.

Harley sólo se quedó parado frente a la camioneta.

-Sería bueno irnos hoy, ¿sabes?- le dijo segundos después Tony asomándose por la ventana.

De inmediato Harley se subió en el asiento trasero del coche y entonces Tony arrancó y condujo por el jardín hasta la puerta que abrió con un botón para salir de su casa.

Condujo un poco pero después se paró, volteó el torso hacia los asientos de atrás y le puso a Harley el cinturón de seguridad, luego volvió a sentarse y siguió conduciendo.

Ninguno hablaba y Harley se sentía un poco temeroso por pensar en que Tony lo llevaba de regreso al orfanato, donde después de lo que pasó con la maestra Margaret y Tony el día que se fue con él sabía le iría peor que antes, además de que no había llevado con él su mochila, y ahí tenía cosas que no quería dejar.

Mientras tanto Tony iba sintiéndose un tonto, no sólo había pasado el hecho de comprarle a Harley ropa, sino que además le había estado dando al niño durante tres días una comida que no le gustaba, ¡tres días! ciertamente ahora se daba cuenta de que tendría que comprar más comida, cierto que él no solía comer mucho últimamente y podía olvidar hacerlo por más de un día, pero si Harley iba a estar con él el refrigerador debía de estar lleno, después de todo no pensaba someter al niño a un régimen de comida poco saludable y malo incluso para él, ya que necesitaba cosas como ¿vitaminas, calcio y esas cosas no?

Siguió conduciendo durante un rato hasta que al fin se estacionó en frente de una tienda de tres pisos que él solía frecuentar, entonces de un cajón de su camioneta sacó unos lentes que no eran tan llamativos como los que usaba siempre y una gorra negra sencilla también, con la intención de que no lo reconocieran tan fácil y comenzaran a hacer declaraciones y preguntas sobre por qué iba acompañado de un niño.

-Es aquí- le dijo a Harley y se bajó.

Harley se sintió aliviado de que no fuera el orfanato.

Bajó y se dirigió hacia la puerta de la tienda la cual era automática y entró siguiendo a Tony, el cual tuvo cuidado en caminar un poco rápido para que Harley no estuviera tan cerca de él y no se vinculara que iban juntos.

Pronto Harley vio ropa esparcida por todo el lugar en maniquíes, bases y colgada de la pared.

-Espérame junto a esas camisas que están allá- le dijo Tony sin voltear a verlo señalando las camisas a algunos metros y caminó por otro lado para conseguir un carrito.

Harley lo esperó donde Tony le dijo, y poco después Tony llegó llevando el carrito.

-Vamos- le dijo sin detenerse y Harley lo siguió.

Tony se dirigió por los pasillos de la tienda hasta la zona de niños, por suerte para él ese día no había mucha gente y su atuendo lo estaba ayudando a pasar desapercibido.

Al llegar a la sección de niños se dirigió a un área llena de playeras y camisas.

-¿Qué talla eres de playera?- le preguntó a Harley.

-Ah- Harley dijo pensando, ya que era su madre quien se encargaba de saber eso- creo que ¿mediano?

Tony notó la duda con lo que lo dijo, así que se puso detrás de Harley y tomó la parte de arriba de su playera y la dobló lo suficiente para ver la etiqueta con la talla, siendo efectivamente mediano.

-Sí, mediano- le dijo Tony soltándolo- entonces escoge de aquí las playeras y camisas que te gusten.

Harley lo miró dudando un poco.

Tony movió la cabeza apuntando hacia en frente.

Harley caminó entonces lentamente y después se detuvo en unas playeras color verde, encontró la talla mediana y la tomó y ahí mismo hizo lo mismo con una roja, entonces regresó con Tony.

-Listo- dijo.

-Ponlas en el carro- le dijo Tony.

Harley lo hizo y luego se quedó parado junto al carro.

Después Tony volteó a verlo.

Harley volteó los ojos.

-Oye sé que es temprano pero me gustaría acabar con esto cuanto antes- le dijo Tony.

-Pero si ya las escogí- le dijo Harley en voz baja y confundido.

Tony se quitó levantó una ceja.

-¿En serio?- preguntó y al ver que Harley no se movía se dio cuenta de que no bromeaba- niño, lo único que tienes de ropa es lo que llevas puesto lo cual debo añadir está bastante sucio, por lo que realmente estoy seguro de que necesitarás más que dos playeras.

-¿Agarro otras dos entonces?- le preguntó Harley, no quería decir un número más grande ni agarrar más, ya sabía que era suficiente molestia para Tony cuidar de él, no iba también a cargarlo con tener que comprarle ropa, pensaba que con poca bastaba y ya después sería cuestión de estarla lavando.

Tony se dio cuenta de que Harley no estaba muy cómodo con tener que escoger la ropa, supuso que le daría vergüenza que un extraño prácticamente se la comprara o algo parecido, pero realmente eso a él no le molestaba. Negó con la cabeza e hizo una sonrisa burlona.

-Yo me encargo- dijo, y acto seguido comenzó a caminar a través de esa sección de la tienda y comenzó a buscar las playeras de la talla de Harley que encontraba.

Después de un rato llevaba ya quince y las llevó al carrito.

-¿Estas te parecen bien o no te gustan algunas?- le preguntó a Harley.

-Están bien- le dijo Harley al instante.

-¿Seguro? Tendrás que usarlas, si alguna no te gusta sólo la dejo, hay muchas más- le dijo Tony.

-Estoy seguro- contestó Harley.

-Ok- dijo Tony y dejó todo en el carrito de forma que no ocupara tanto espacio.

Tony siguió buscando más y mientras Harley se acercó a las playeras y tomó la etiqueta de una, donde vio que costaba 50 dólares, con lo que se asustó.

Rápidamente se acercó a Tony.

-Oye- le llamó y Tony volteó a verlo- creo que mejor dejo algunas playeras.

-¿Por qué lo dices?- le preguntó Tony extrañado.

-Pues por el precio- le contestó Harley- cuestan 50 dólares cada una, llevas como quince lo que sería... ¡750 dólares!

-Agrégale más a la cuenta- le dijo Tony entregándole unas camisas de cuadros de manga corta.

Harley las tomó.

-No puedo pagar eso señor Stark- dijo Harley, tenía algo de dinero en su mochila que pensó podría servirle para dos camisas y dos pantalones ahorrándoselo al señor Stark para no darle tantas molestias pero teniendo en cuenta que el precio sería más normal y la ropa no sería tanta.

-Ya lo sé niño- le contestó Tony y caminó hacia otra fila de camisas y comenzó a sacar otras.

-¿Entonces?- le preguntó Harley.

-Harley- le dijo Tony volteándose y quitándose los lentes- si te traje aquí no fue para que tú pagaras por esto, lo haré yo- dijo y siguió caminando después de volver a ponerse los lentes.

Harley se quedó parado unos segundos, luego volvió a seguir a Tony.

-Pero si es así mejor que no sea tanto, así no pagará mucho- le dijo tímido.

Tony lo miró fijamente.

-Niño, de las cosas que supones pueden ser un problema para mí ¿en serio crees que una es el dinero?- le preguntó.

Luego Harley se quedó callado, recordó que Tony Stark era millonario y lo que le seguía de eso, claramente 1000, 2000, 3000, 4000, 5000 dólares o más no serían nada para el hombre, pero aún así se sintió un poco incómodo con la idea de que Tony gastara tanto en él, ¿no le parecía molesto?

-En lugar de seguir retrasándome mejor lleva esto al carrito- le dijo dándole más camisas y playeras que a Harley se le dificultó sujetar con un sólo brazo- y déjame seguir con esto.

Después Tony siguió caminando y Harley regresó al carrito y dejó todo lo que le había dado, tirando en el proceso tres camisas que después recogió rápidamente.

Tony se había dado la vuelta hacia otra sección y se perdió de vista de Harley.

El niño esperó ahí parado, después de rato comenzó a sentir un poco de dolor en el brazo, como le solía dar, pero por el momento era algo soportable.

Después de rato Tony regresó, trayendo con él otro carrito lleno de ropa.

-Bien, terminé con las playeras, te agarré también algunas blancas de tirantes que se suelen usar debajo, sudaderas, suéteres y algunos chalecos- le informó cuando estuvo frente a él- ahora siguen pantalones, sígueme y lleva el carro- le dijo Tony y llevando con él el carrito que llevaba caminó entre las bases de las playeras.

Harley iba a seguirlo, y tomó el carrito con su mano buena e intentó llevarlo pero al instante chocó con las camisas de al lado tirando algunas.

-Opps- dijo.

Tony se volteó al instante y recordó su brazo herido.

-O mejor lo llevo yo- dijo regresando con Harley y recogió las camisas.

-Mmm, espera aquí- le dijo Tony.

Luego tomó el carrito con el que había llegado y se fue con él. Regresó después de minutos y tomó el otro y también se lo llevó.

Después regresó con otro pero vacío.

-Listo, vamos- le dijo a Harley.

Harley lo siguió al instante, le iba a preguntar a Tony dónde dejó la otra ropa pero al instante se abstuvo, tuvo que hablar con él antes para aclarar sobre cómo se pagaría la ropa pero no era necesario hablar más, mientras menos molestias le diera al hombre mejor.

Caminaron hasta llegar a otra sección donde había pantalones.

-¿Tu talla de pantalón?- preguntó Tony.

Harley se quedó pensando.

-Supongo que también mediano- dijo después.

-¿Supones?- preguntó Tony.

-Yo no solía comprar mi ropa, siempre lo hacía mi...- se detuvo, en ese momento no se sentía listo para mencionarla, y menos haciéndolo usando las palabras en pasado... no estaba listo para decir en voz alta algo que significara que su madre sólo era parte del pasado en su vida ahora.

Tony no necesitó que terminara la frase, ya suponía a quién se refería, después de todo él mismo había pasado por eso, pero ciertamente entró en pánico de que Harley dijera algo sobre Helen después, él no sabría qué responderle ni cómo reaccionar ante un niño que acababa de perder a su madre, por lo que no mostró dar señal de saber lo que había querido decir Harley y siguió centrando su atención en la ropa.

-Bien, probemos con un mediano entonces- dijo Tony y buscó un pantalón con esa talla y lo sacó del gancho, luego procedió a agacharse un poco y se lo puso a Harley por encima, notando que le quedaba bien y estirando un poco la parte de la cintura que lograba abarcar bien la de Harley- date vuelta- dijo y después se lo midió también de atrás- bien, creo que sí es, también se ve de la talla adecuada de la cintura así que buscaré de esta.

Puso el pantalón en el carro y como hizo con la camisa comenzó a buscar pantalones que le quedaran a Harley, agarrando en el proceso algunos shorts también y fue dejando todo en el carro hasta llenarlo.

-Ya está esto- dijo entonces Tony- espera aquí- le dijo a Harley y después volvió a desaparecer de la vista de Harley llevando el carro consigo.

Después regresó.

-Ahora vamos al piso de arriba- indicó y comenzó a caminar con Harley yendo detrás de él hasta llegar a unas escaleras eléctricas que iban hacia arriba en las cual subió, al igual que Harley temiendo hacer enojar a Tony si lo retrasaba más por quedarse abajo aunque es lo que abría preferido hacer ya que se le revolvió el estómago de sólo ver las altas escaleras, y al subir pisó mal y tropezó estando a punto de caer pero Tony lo tomó del brazo, aunque del malo provocándole una mueca de dolor.

-Lo siento- dijo Tony de inmediato y lo agarró del hombro sólo para ayudarlo a mantener el equilibrio.

Cuando llegaron a la parte de arriba lo soltó.

-¿Estás bien?- le preguntó Tony, un poco preocupado.

-Sí, sólo fue un pequeño dolor- dijo Harley, aunque el dolor había sido suficiente para ayudarlo a perder su miedo a las alturas por un momento.

Tony volvió a notar que evitaba hacer contacto visual con él.

-Entonces hay que seguir, mientras más pronto terminemos mejor- dijo Tony y caminó con Harley hacia una sección de zapatos- supongo que no sabes qué calzas, ¿cierto?- le preguntó.

Harley negó con la cabeza torciendo un poco la boca.

-Entonces siéntate aquí- le dijo Tony señalando una banca que estaba ahí en la cual Harley se sentó.

Luego Tony tomó una cinta métrica que estaba en una caja en una barra pegada a las estanterías de zapatos y se puso en cuclillas frente a Harley.

-Te voy a quitar el zapato- dijo.

Harley asintió.

Tony procedió a hacerlo y después utilizó la cinta para medir el pie de Harley mientras él lo mantenía en el aire.

Luego Tony se paró y se fue a buscar una caja, encontró una de la talla que quería y regresó con Harley y le dio uno de los tenis que tenía ahí.

-Mídetelo mientras voy por otro carro- le dijo Tony y se fue.

Mientras Harley se puso el teni pero se le dificultó amarrar las agujetas con una sola mano, y lo estuvo intentando hasta que regresó Tony con el carro.

-¿Te quedó?- le preguntó.

-Sí, pero no lo puedo amarrar- dijo con voz lenta y avergonzado, se sentía muy impotente al no poder hacer cosas tan simples sólo por el brazo.

Tony no dijo nada y al instante se arrodilló y amarró las agujetas del teni.

-¿Sigue bien?- preguntó cuando terminó.

Harley asintió.

-Ok, este número entonces- dijo Tony y le quitó el zapato, lo regresó a la caja y la metió en el carro, y después como hizo anteriormente buscó más cajas de zapatos hasta llenar el carrito.

-Mandaré esto con alguien por el ascensor- dijo y se fue con el carrito.

Después regresó nuevamente con otro.

-Vamos, ya casi acabamos- dijo y ambos se dirigieron a otro pasillo, el cual estaba lleno de calcetines y Tony rápidamente comenzó a agarrarlos también hasta abarcar la parte de abajo del carrito, luego siguió caminando y Harley lo siguió.

Entonces estuvieron en otra sección que estaba llena de bóxers.

-Estos tal vez prefieras agarrarlos tú- le dijo entonces Tony a Harley, el cual inmediatamente asintió- supongo que la misma talla que el pantalón- le indicó Tony.

Y Harley comenzó a agarrar los bóxers que encontraba de su talla, viendo en el proceso que Tony se alejaba y se iba a otra sección.

Harley continuó con lo que hacía hasta considerar que eran suficientes bóxers y los puso en el carrito.

Después llegó Tony, llevando con él tres trajes completos.

Harley abrió los ojos en grande, pero no dijo nada.

Tony dejó los tres trajes en el carro, viendo ahí los bóxers.

-Creo que deberías agarrar más niño, te repito que no tienes nada- le dijo Tony.

-Pero son suficiente, además ya debe de llevar mucho gastado en todo lo demás- dijo Harley tímido.

Tony suspiró y se aproximó a las estanterías donde comenzó a sacar él más ropa interior para dejarla en el carrito cuando tenía la mano llena.

-Ahora si acabamos- le dijo Tony y comenzó a caminar con el carrito siendo seguido por Harley.

En el camino llegaron a una mesa que estaba llena de gorras, entonces a Tony le vino a la mente la noche en que había conocido a Harley y recordó que el niño había estado usando una gorra cuando lo descubrió y amenazó con el lanzapapas.

Sin decir nada tomó las quince gorras que estaban en la mesa y las metió al carrito, luego siguió caminando.

-Espera aquí- dijo Tony cuando estaban frente a las escaleras eléctricas que daban hacia abajo.

Tony se fue con el carrito y regresó minutos después sin él.

-Ahora sí, abajo- dijo Tony y caminó hasta las escaleras y subió a una.

Harley tardó más y sentía los pies temblarle mientras miraba las escaleras pero al ver a Tony a la mitad del camino por fin saltó en un escalón, quedándose tieso temiendo caer.

Tony llegó abajo y volteó hacia la escalera esperando por Harley y le sorprendió ver al niño rígido como una piedra.

Al bajar Harley dio un salto para no tropezar y chocó con Tony quedando contra su pecho.

-Disculpe- dijo rápidamente apartándose de él.

-No importa- le dijo Tony, observando a Harley, pensando en ese momento que el niño estaba muy diferente a como había sido hace un mes, ya que no había estado hablando en todo ese rato más que para preguntar cómo pagaría la ropa y responderle cuando le había hecho una pregunta, además de que su voz se mantenía muy baja y tímida, casi no lo había visto a los ojos y continuamente lo había notado avergonzado o tímido- espérame en la entrada mientras voy a pagar- le indicó.

Harley de inmediato se fue hacia la entrada y Tony lo siguió hasta detenerse con el cajero el cual tenía al lado todos sus carritos llenos de ropa.

Harley vio en la lejanía cómo Tony llegaba con el cajero y éste comenzaba a pasar las cosas por la máquina para registrar el precio y otro hombre metía todo en bolsas acomodándolo lo mejor que podía.

Claramente duraron bastante en eso al ser tanta ropa, y después de un rato Harley se acercó con la curiosidad de saber cuánto había gastado Tony por él.

Y entonces a medida que se acercaba pudo oír al cajero y a Tony hablar.

-No puedo evitar notar señor que en esta ocasión sólo lleva ropa de niño- mencionó el hombre mientras pasaba la ropa por la máquina para ver el precio.

-Ah, sí- dijo Tony- bueno usted sabe, cuando uno puede hacerlo es bueno dar al que menos tiene ¿no?

-¿Se refiere a que esta ropa es para niños necesitados?- preguntó el hombre.

-Sí, así es- contestó Tony.

Siguieron hablando pero Harley ya no prestó atención ni escuchó más, ya que en ese momento se alejó de la caja y salió de la tienda, parándose al lado de la camioneta de Tony, no acababa de decidir si sentirse mal o no, por un lado realmente no tenía una relación estrecha con Tony como para que le doliera realmente lo que dijo, pero sí que sentía algo al escuchar cómo evitó hablar sobre él a pesar de que sabía la verdad, y eso sólo aumentaba más su culpa de vivir con el señor Stark sabiendo que el hombre no lo quería, pero entonces recordó lo que le había dicho Thomas sobre la prensa que lo atosigaría si Tony decía la verdad sobre él, entonces se convenció de que era por eso que Tony lo negaba y realmente no le parecía un total estorbo que debía mantener oculto.

Varios minutos después Tony salió de la tienda mirando a ambos lados hasta que miró al frente y lo vio, entonces se acercó, sin poder evitar lanzar un suspiro de alivio ya que por un momento pensó que Harley no llevaba aún tres días completos con él y ya lo había perdido.

-Súbete ya- le indicó abriendo la puerta de la camioneta.

Harley lo hizo y después Tony cerró la puerta y dio la vuelta hacia la parte de atrás del carro, entonces Harley vio cómo varios trabajadores de la tienda venían con bolsas que estaban dejando en la parte trasera de la camioneta.

Por un momento se preguntó si lo veían pero supuso que no al verse más bajo que los asientos trasteros además de que enseguida una pequeña puerta se alzó hacia arriba tapando el espacio entre la parte trasera y donde estaba él sentado.

Después de rato al fin Tony subió a la camioneta y la prendió para comenzar a conducir, no sin antes abrochar como otras veces el cinturón de Harley.

Condujo unos minutos hasta que se detuvo en otra tienda, un supermercado.

-Vamos- dijo Tony y Harley bajó tras él.

Entraron por las puertas automáticas y Tony enseguida agarró un carrito que llevó con él al interior de la tienda.

-¿Qué quieres que lleve para que comas?- preguntó Tony cuando ya estaban en una sección vacía que estaba llena de jugos.

-¿Yo?- preguntó Harley.

-Te estoy preguntando a ti ¿no?- respondió Tony.

-Quiero decir que lo que usted elija está bien- respondió Harley apenado, le parecía que la pregunta era porque Tony pensaba que era un delicado que se la pasaría quejándose por la comida.

-Te seré sincero niño- dijo Tony- yo no suelo comer, no tengo un horario adecuado para eso, suelo olvidarlo, así que si va a haber alguien en la casa que esté vaciando el refrigerador vas a ser tú por lo que es mejor que tú escojas lo que se va a comprar aquí.

Harley miró el suelo un poco.

-Lo de la birria sólo era un platillo que no me gusta, pero en general no suelo ser muy delicado con la comida, lo que compre estará bien- respondió Harley.

Bien, si hace un mes le hubieran dicho a Tony que Harley Keener era un chico tímido habría pensado que quien se lo dijera estaba loco.

Tony bajó de una estantería un paquete de jugos de sabores que a él le gustaban.

-¿Te gustan estos?- preguntó- no me mientas, una vez en la casa no tendrás más opción que beberlos así que habla ahora o calla para siempre.

Harley asintió.

-Ok- dijo Tony y los metió al carro, luego caminó hasta donde estaban los refrigeradores y metió dos garrafones de leche y uno de limonada.

-¿Tienes algún sabor de yogurt que te guste? Aquí hay de varios- le dijo Tony.

-El que sea está bien- respondió Harley.

Tony tomó entonces un bote de fresa y otro de durazno.

-¿Te gusta la gelatina?- preguntó al ver varios vasos.

Harley asintió.

-¿Sabores?

-Los que sean.

Tony lo miró fijamente a través de los lentes.

-En serio no se te caerá ningún brazo por venir a escoger los sabores que quieras- le dijo.

Harley sonrojó un poco y caminó a su lado y agarró una gelatina roja, amarilla y verde y las hecho en el carro.

Tony después tomó cinco más de cada sabor.

-¿Algo más de aquí que quieras?- preguntó Tony.

-Como sea- contestó Harley.

-No es como sea, te lo comerás tú- le dijo Tony un poco golpeado.

Harley pareció hacerse pequeño.

-En serio, sólo agarra lo que quieras, el dinero no importa- dijo Tony un poco más calmado.

Harley miró al rededor y después tomó una caja de quesos que su madre solía comprarle.

"Bien, algo es algo" pensó Tony.

-¿Algo más?- preguntó Tony.

Harley negó con la cabeza.

Tony tomó otros quesos, también algunas botellas de leche con chocolate y danoninos de varios sabores.

Después ambos se dirigieron a otro sección la cual era de pan.

Tony tomó dos bolsas para hamburguesas, dos para perritos y dos para hacer sándwiches.

-¿Algo más que te guste de aquí?- preguntó Tony.

Harley negó con la cabeza.

Tony tomó una bolsa de panqué con nueces y otra de pan tostado.

-¿Te gustan estos?- preguntó.

Harley asintió con la cabeza.

-¿No que no te gustaba nada?- preguntó Tony.

Harley se encogió de hombros.

-Diría que no es necesario que los lleve, pero si lo hace sí me gustan- respondió Harley.

Ok, Tony había estado deseando antes que Harley no comenzara a hablar y hablar hasta desesperarlo pero en ese momento lo hubiera preferido, el niño en verdad parecía estar muy temeroso de hablar con él y se veía muy tímido al no querer simplemente decirle que quería que comprara de despensa ¡¿era tan difícil tan sólo decirle que le gustaba de comida?!

Las cosas no mejoraron más en las siguientes secciones, Tony tuvo que estar adivinando lo que a Harley le gustaba tomando cosa por cosa que veía buena y preguntándole, y el niño siempre le respondía sólo asintiendo con la cabeza.

-¿Te gustan las pasas?- preguntaba ahora sosteniendo un bote de ellas.

El rostro de Harley dio un asombro de disgusto pero en seguida el niño lo disimuló y dijo que sí.

Tony entrecerró los ojos y sacó dos pasas que había en una caja de cristal como muestra.

-Cómetelas- le dijo dándoselas.

Harley tardó un poco para comérselas pero lo hizo, miró a Tony y él asintió con la cabeza con una ceja levantada.

Harley se las echó a la boca y estuvo bien por unos segundos hasta que hizo una mueca y sin poder evitarlo sacó la lengua en cuanto pasó las pasas.

Luego volteó a ver a Tony quien lo miraba con el ceño fruncido.

Harley no dijo nada.

Tony se quitó los lentes.

-Realmente no hay problema si me dices que algo no te gusta, sólo espero que en todo lo que va en el carrito hayas dicho la verdad porque tendrás que comerlo después- dijo Tony y se dio la vuelta y continuó hacia otra sección.

Llegaron a la sección del cereal.

-Escoge cuatro cajas que te gusten- dijo Tony, luego vio que Harley iba a hablar pero continuó- di que los que yo quiera están bien y me llevaré ese bote de pasas y haré que te comas una porción cada comida hasta que se acaben.

Harley estuvo a punto de protestar pero se detuvo, después de todo Tony no sólo estaba pagando por la comida sino que además había estado escogiéndola cuando había dicho que él no solía comer, por lo que su idea de no darle muchas molestias no iba muy bien.

Luego se apresuró a hacer lo que Tony dijo ya que si el hombre le había lanzado una bola de nieve a la cara cuando lo desesperó por preguntarle sobre Nueva York no dudaba de que haría lo que dijo con las pasas.

-Buena elección- dijo Tony cuando lo hubo hecho.

Y después continuaron comprando más comida, Harley escogiendo algunas esta vez, aunque haciéndolo por instrucción de Tony y aún comportándose igual que antes, exasperando un poco a Tony, ¿había llevado al niño correcto del orfanato?

-Última parada- dijo Tony cuando llegaron a una sección llena de dulces y panecillos de dulce- también lleva algo de aquí.

Harley no tardó en hacerlo esta vez, aunque se preguntó qué importancia tendría que llevara dulces.

-Por cierto, ¿tú sabes cocinar?- le preguntó Tony.

Harley volteó a verlo y negó con la cabeza.

-Temía eso- murmuró Tony- entonces toma dos cajas de pan, eso nos ayudará a ambos cuando no tenga tiempo por estar en el taller.

Se detuvo esperando a que Harley le preguntara algo sobre su armadura o el taller pero nada, ¿es que le habían robado la curiosidad?

Harley estaba tomando dos cajas de panecillos como le dijo Tony, pero al instante sintió unas punzadas en el brazo.

"No ahora pensó" ya que desde que había sido el accidente de repente el dolor simplemente le llegaba bastante fuerte, suponía que se debía al no haber recibido el medicamento que debían darle en el orfanato.

Tony no pasó desapercibida la mueca de dolor que hizo el chico.

-¿Qué pasa?- le preguntó.

-Nada- se apresuró a decir Harley respirando entrecortadamente, las punzadas comenzaban a disminuirse pero sabía que no pasarían muchos minutos hasta que regresaran con más intensidad y volvieran a desaparecer, siguiendo ese ciclo hasta que no se fueran durante horas.

Tony suspiró.

-Niño no soy adivino para saber qué tienes- le dijo.

Él no le dijo nada, ¿debía decirle los dolores que le daban en el brazo?

-No es nada señor Stark, en serio- dijo y rápidamente dejó las dos cajas que tomó y las dejó en el carrito que ya estaba muy lleno- ¿podríamos irnos ya?

Tony lo miró extrañado, claramente esa expresión en su rostro era por algo.

-Sólo un momento más- dijo y tomó de las estanterías una caja de galletas con chocolate, una bolsa de paletas, otra de bombones y una caja de chocolates con almendras dentro, aunque honestamente eso era porque él lo quería más que porque pensara que a Harley le gustaría.

-Ahora sí, sólo pago y...- se detuvo al ver cómo Harley sobaba su brazo enyesado, entonces comprendió a qué se debía el dolor.

-¿Te duele el brazo?- preguntó.

Harley negó con la cabeza.

Tony suspiró fuertemente.

-Harley si te duele necesito que me lo digas, no sé si sientes que se te está rompiendo, que te arde o incluso lo tienes infectado y puede ser peligroso- le dijo Tony alzando la voz un poco.

-Sólo es dolor- respondió Harley, sabiendo que no podría disimular ahora que el dolor aumentaba y sin querer ser interrogado por Tony, que de paso parecía estarse enojando.

Tony dejó lo que tenía en el carro y al instante se puso frente a Harley.

-¿Ya lo habías tenido antes?- le preguntó.

Harley asintió.

-Desde hace días- dijo.

-¿Y tendrías que tomar algo, que te hacían en el orfanato?... porque les dijiste ¿verdad?

-Sí les dije, me mandaron una receta del hospital, pero sólo me la quitaron y nunca me dieron el medicamento y en ratos me da dolor, pero éste es de los fuertes- dijo Harley, manteniéndose sobando su brazo.

-Ok, tendremos que comprar el medicamento entonces- dijo Tony.

-No recuerdo cuál era- dijo Harley.

-Y aunque dijeras que lo haces no iba a confiar en lo que dijera un niño de diez años sobre medicina- dijo Tony- ven.

Inmediatamente tomó el carro y comenzó a caminar hacia la caja mientras Harley iba a su lado.

Por suerte para Tony no se sentía nervioso por lo que le pasaba a Harley, después de todo como Iron Man había tenido que lidiar con niños heridos más veces de las que le hubieran gustado y sabía que debía mantener la calma además de que no era como que Harley se estuviera desangrando, aunque sí que necesitaba conseguir el medicamento que necesitaba, pero ya sabía qué hacer al respecto.

-Vete a la camioneta, ahorita te alcanzo- dijo Tony a Harley cuando llegaron a la caja.

Harley al instante se fue mientras sentía que las punzadas se iban nuevamente, pero temió sabiendo que irían empeorando.

Llegó a la camioneta y subió. Rato después Tony subió a su asiento, ya se había encargado de subir las bolsas con la comida a la camioneta.

Se volteó a ponerle el cinturón a Harley.

-En un momento arreglaremos lo de tu brazo, ¿ok?- le dijo y sin esperar respuesta se acomodó en su asiento y comenzó a conducir.

Tardaron varios minutos en los que las punzadas de Harley desaparecieron por completo (por el momento).

Luego Tony se estacionó frente a un pequeño local.

-Es aquí Harley- le dijo al niño y bajó.

Harley también lo hizo y luego los dos entraron al local.

Harley se vio en un lugar con un escritorio a la entrada y sillas en fila contra la pared a ambos lados de la habitación, en la pared de enfrente había una puerta color naranja claro.

-¿Aún te duele?- le preguntó Tony.

-Desapareció el dolor, pero estoy seguro que volverá en cuestión de minutos, con suerte algunas horas- le dijo Harley.

-Ok, siéntate aquí- le dijo Tony señalando la primera silla y sentándose él en la de al lado.

Al sentarse Harley se mantuvo mirando el piso con la cabeza recargada en su mano, temeroso de volver a sentir las punzadas.

Tony se cruzó de brazos, esperando a que la recepcionista o el médico entraran a la habitación.

Después de minutos la puerta naranja se abrió y ambas personas entraron a la habitación, venían platicando, pero se interrumpieron en cuanto vieron a Tony y a Harley ahí sentados.

-Tony- dijo el hombre.

Tony al instante se paró y caminó hacia ellos.

-Hola doctor- lo saludó- Nancy.

-Hola señor Stark- dijo la recepcionista, después caminó hacia el escritorio para darle un poco de espacio a los hombres.

-¿Qué te trae por aquí?- le preguntó el doctor.

-Verás, tengo un pequeño problema- comenzó Tony- es el niño que está allá, necesito que lo revises ya que tiene el brazo enyesado y no sé qué darle para el dolor.

El otro hombre miró un poco extrañado a Harley quien seguía con la cabeza hacia el piso.

-¿Quién es?- preguntó.

Tony sabía que haría esa pregunta por lo que ya había preparado la respuesta mientras estuvo esperando.

-Es un niño al cual estoy ayudando- respondió.

-¿Ayudando?

-Sí, viene de una familia de bajos recursos y pues por una larga historia que estoy seguro no te interesa- dijo con algo de resentimiento en las últimas palabras- les estoy ayudando con lo que puedo, el niño se lastimó el brazo y te lo traje para que lo revises y le des algo que lo ayude con el dolor y lo que sea necesario.

-Oh, es muy amable de tu parte Tony- le dijo el hombre sonriendo- está bien, con mucho gusto lo examino, precisamente ahora no tengo gente así que llámalo.

-Perfecto- dijo Tony- ah, y una cosa más, no te preocupes si lo ves muy apagado, no parece estar en un buen humor en este momento, no hace contacto visual con nadie, casi no habla y...

-¡No es verdad!- lo interrumpió la voz de Harley, quien en cuanto volteó hacia donde estaba Tony se paró rápidamente y corrió como pudo emocionado al ver al doctor del consultorio- ¿usted es el doctor Bruce Banner?- preguntó el niño sonriendo empujando sin querer a Tony al posicionarse frente a Bruce.

-Ah, ¿así que me conoces?- le preguntó sonriendo Banner, un poco tímido.

-Claro que sí, vi los videos de cómo se transformaba en Hulk en la batalla de Nueva York- dijo Harley emocionado alzando un poco la voz- fue una pelea fantástica, sobre todo cuando aplastaba a los robots que volaban por ahí, y también escuché que fue usted quien derrotó al villano que los lideraba, ¿es verdad? ¿Y tuvieron una pelea larga o Hulk logró simplemente aplastarlo? ¿Y cuando se transforma en Hulk aún es consciente de lo que hace? ¿Y cómo es que sus pantalones se vuelven morados? ¿Y...

-¡Ok!- interrumpió Tony poniendo ambas manos en los hombres de Harley desde atrás de él- al parecer me equivoqué con la parte de hablar Bruce, disculpa- dijo Tony, extrañado de que Harley de pronto explotara en preguntas y emoción cuando todo el día no lo había visto sonreír ni una vez y tuvo prácticamente que sacarle lentamente cada palabra que dijo en los últimos minutos.

-No hay problema Tony- dijo Bruce dándole una pequeña sonrisa- si el niño lo desea no me molestaría responder a las preguntas.

-¿Entonces cómo se convirtió en Hulk por primera vez? ¿Y qué es lo que lo hace tan fuerte? ¿El color verde es porque...

-¡Bueno!, en ese caso creo que la mejor forma en que responderías a sus preguntas es revisándolo Banner- indicó Tony, empujando a Harley al cual aún agarraba hacia Bruce y soltándolo entonces.

-¿Revisarme?- preguntó Harley.

-Sí, el doctor Banner se encargará de ver lo que necesitas para tu brazo y de paso verá que no haya nada fuera de lo normal por los golpes y rasguños que se te ven- dijo Tony- así que creo que cuanto antes mejor, dijiste que después de minutos el dolor podía volver y mejor prevenirlo.

Banner al instante se puso delante de Harley ya que éste le había dado la espalda por escuchar a Tony.

-¿Cuál es tu nombre?- le preguntó.

-Harley- contestó el niño.

-Muy bien Harley, entonces haremos esto, vas a pasar conmigo a mi consultorio mientras te reviso para asegurarnos de que estés bien y mientras tanto responderé las preguntas que me hagas, ¿te parece?

-Está bien- le dijo Harley.

-Entonces Tony, me lo llevo para revisarlo, mientras tanto puedes esperar aquí- dijo Bruce- acompáñame Harley- dijo y guió al niño del hombro por la puerta naranja.

Aún no cruzaban cuando Harley ya había retomado las preguntas rápidamente.

-Creo que sería más fácil una a la vez Harley- le dijo Bruce al niño con una pequeña risa antes de cerrar la puerta tras él.

Tony se quedó parado ahí, viendo la puerta, ¿de dónde había sacado Harley esa energía de repente si todo el día había estado viendo el piso? ¿Y las palabras si le había hablado más de a fuerzas que de a ganas las últimas horas?

Entonces Tony fue hacia las sillas y se sentó en una cruzándose de brazos, pensando que si Harley se había comportado tan serio con él todo ese día y los anteriores era claramente porque el problema era con él, sino, ¿por qué se había vuelto tan animado con Banner?

-Nancy- llamó a la recepcionista.

-¿Sí señor Stark?- le respondió.

-¿Prefieres a Hulk o a Iron Man?

Rato después mientras Tony se estaba quedando dormido en la silla Bruce y Harley salieron al fin, riendo, Bruce con una bolsa blanca en la mano.

Tony se levantó perezosamente de la silla.

-Ya era hora- dijo.

-Tomó el tiempo que tuvo que tomar Tony; ten- le dijo Bruce extendiéndole la bolsa blanca que Tony tomó- no pasa nada grave con Harley, su brazo no está roto, sólo fracturado y el dolor que siente es normal, pero se le controlará con el medicamento que está ahí, y también revise sus golpes y cortes, no son nada grave pero igual puse ahí una pomada que lo hará sanar más rápido, y respecto al pie está el otro medicamento, te anoté en la hoja de adentro para qué es cada cosa y los horarios, y también la fecha en la que debes traerme a Harley para ver cómo sigue su brazo y si ya es tiempo quitarle el yeso.

-Está bien Banner, reviso todo en la casa y te llamo si me confundo en algo, ¿cuánto te debo?- preguntó Tony sacando su billetera.

-Oh, no hace falta Tony, gracias- le dijo Bruce.

Tony lo miró.

-¿Cómo que no?- le dijo Tony.

-Bueno, si es para ayudar a Harley y su familia me gustaría contribuir también- dijo Bruce, captando toda la atención de Harley- sé que no es problema para ti pagar pero yo lo hago con gusto, además de que preferiría que tú no pagaras aquí, ya sabes, fuiste tú quien me compró el consultorio aquí y todo lo que necesitaba, así que estamos bien.

Tony lo pensó un poco, y después guardó su cartera, no era la primera vez que Bruce mostraba sentirse en deuda con él así que decidió dejarle pagar lo de Harley para que dejara de sentir eso, después de todo el sólo le dio ayuda a un amigo, no era para que Bruce sintiera que le debía algo.

-Gracias Hulk- le dijo- y con esto cerramos cuentas, no necesitas mencionar todo el tiempo que te ayudé con este lugar.

Bruce sólo sonrió.

-Entonces Harley, vámonos- le dijo al niño.

-Gracias por contestar mis preguntas señor Banner- le dijo Harley.

-Fue un gusto Harley, nos veremos para tu próxima revisión- le dijo Banner.

-Está bien, adiós- dijo Harley.

-Adiós.

-Nos vemos amigo- le dijo Tony.

-Hasta pronto Tony.

Después Harley y Tony salieron del consultorio y entraron en la camioneta, cada quien en su asiento.

Tony se quitó los lentes y la gorra que había mantenido puestos y sacó las cosas de la bolsa de plástico.

Había tres cajas que eran las medicinas, una hoja amarilla que era la receta y además un cabestrillo de plástico.

-¿Qué es esto?- le preguntó al niño.

-El doctor Banner dijo que debía ponérmela cuando me bañara para no mojar este- le contestó Harley, su voz no era como en las tiendas pero si sonaba menos animada que hace un rato con Bruce.

Tony guardó todo en la bolsa de nuevo y después como otras veces se volteó a ponerle el cinturón a Harley y luego comenzó a conducir.

Sin hacer más paradas después de rato al fin llegaron a la casa donde Tony metió la camioneta dejándola nuevamente en la cochera.

Bajó y enseguida abrió la cajuela comenzando a sacar las bolsas de comida que había comprado.

-¿Le ayudo?- le preguntó Harley parándose a su lado.

-No hace falta, gracias- le dijo Tony.

-Puedo hacerlo, sólo tengo lastimado un brazo.

-Sí, pero también caminas mal y no quiero cargarte peso.

Harley sólo se quedó ahí parado ante esa respuesta.

Luego Tony vació todos los calcetines que venían en una bolsa, dejando sólo un par, metió una de las camisas de tirantes en la bolsa y también una de las pijamas que le había comprado a Harley así como unos bóxers y unas pantuflas.

-Mejor ve a bañarte mientras yo alzo esto para que después puedas cenar- le dijo a Harley dándole la bolsa que él agarró.

-Está bien.

-Si tienes duda de cómo funciona el baño J.A.R.V.I.S. te ayudará- le indicó Tony.

-Ok.

Después Harley se dirigió dentro de la casa.

Rápidamente Tony procedió a sacar las bolsas de comida y acomodar todo en la cocina.

Al terminar comenzó a meter las bolsas de ropa de Harley en la sala y cuando pensaba que había terminado recordó la bolsa con las medicinas que había dejado en la camioneta.

Fue a bajarlas y cuando sacó todo en la cocina para examinar la receta que le dejó Bruce vio el cabestrillo de plástico ahí.

Inmediatamente lo tomó y subió hasta el cuarto de Harley para entregárselo aunque supuso que ya se estaría bañando.

Cuando llegó abrió la puerta y para su sorpresa se encontró con el niño acostado en la cama, sin bañarse aún.

Harley al instante se enderezó, tenía la manga de su brazo bueno colgando fuera de su brazo.

-Ya iba a bañarme- se apresuró a decir Harley, temeroso de que Tony se molestara por ver que no hacía aún lo que le había dicho.

-Está bien, sólo venía a darte esto- le dijo Tony dejándole el cabestrillo en la cama- aunque sí creí que te habías metido ya, pero igual aún no hago la cena.

-Ya voy- dijo Harley.

-Ok- dijo Tony, luego se dio la vuelta y salió de la habitación y al volverse para cerrar la puerta vio cómo Harley intentaba desabrochar sin éxito el cabestrillo que tenía puesto.

-Mmm, ¿necesitas ayuda?- le preguntó Tony.

Harley se sentía frustrado como muchas veces antes al verse en algo difícil de hacer gracias a su brazo, y sabía que no le quedaba opción más que recibir la ayuda de Tony.

-Por favor- dijo apenado.

Tony volvió dentro de la habitación enseguida y se puso por detrás de Harley y sin dificultad logró liberarlo del cabestrillo, y sostuvo con su mano el brazo de Harley mientras se lo retiraba, entonces cuando descubrió el brazo enyesado lo vio cubierto por la manga roja de la sudadera.

-Espera, ¿cómo te pusiste esto?- le preguntó.

-¿Qué no va así?- le dijo Harley.

-Bueno no, regularmente cuando un brazo se enyesa sólo se usan playeras con manga corta para que no estorbe la manga larga con el yeso; ¿Bruce te lo puso así?

-No, fui yo- le dijo Harley.

-¿Pero que no te revisó?

-Sí, pero estuve usando una bata y cuando volví a vestirme en un cuarto donde dejé mi ropa me la volví a poner así- dijo Harley sintiendo las mejillas sonrojadas.

-Bueno pues dejemos en claro que así no va- dijo Tony, luego comenzó a enrollar la sudadera desde la parte de arriba pasándola lentamente por el yeso- grita si te lastimo- le dijo a Harley.

Después por fin logró sacar por completo la sudadera roja, dejando ver por completo la playera de manga corta de rayas verdes y blancas igual de sucia.

-¿Puedes quitarte la camisa tú solo?- le preguntó entonces Tony.

Harley dudó.

-Sí- dijo.

-Hazlo- le dijo Tony apartándose, y Harley comenzó a intentar pero se le dificultaba sacar el brazo bueno.

-Debí traer el bote de pasas- dijo Tony y se acercó a Harley y tomando la parte inferior de su camisa logró sacarla del brazo del niño, luego continuó con el lado del brazo enyesado lográndolo también.

Harley aún vestía una camisa blanca de tirantes pero Tony comenzó a quitarle esa también suponiendo que Harley no podría y éste enseguida cooperó maniobrando su brazo bueno como con la otras prendas.

Después de que la playera blanca saliera Tony en seguida le puso el cabestrillo de plástico hasta que lo tuvo bien acomodado.

-Ya está- le dijo a Harley.

Él asintió.

-Gracias- dijo, nuevamente sin mirarlo a los ojos.

-De nada- le dijo Tony.

Luego Harley se le quedó mirando, y Tony se asustó un poco.

-Ay, por favor dime que puedes bañarte tú solo- le dijo rápidamente.

-Claro que sí- se apresuró a contestar Harley, alzando un poco la voz, sonrojado.

-Súper- dijo Tony dando un suspiro- entonces ve, cuando salgas cenamos.

Harley no dijo nada más y se metió al baño, tomando antes la bolsa con ropa que le había dado Tony.

Después Tony regresó a la cocina y puso en la estufa dos carnes de hamburguesa y comenzó a picar la verdura mientras les iba dando vueltas.

Después de rato terminó y sólo era cuestión de preparar las hamburguesas, pero decidió hacerlo hasta que Harley bajara.

Luego salió a la sala y vio ahí las bolsas de la ropa del niño y tomó las que pudo en sus brazos y las llevó a la habitación de Harley, el niño aún no salía.

Hizo dos viajes más y al tercero mientras dejaba las bolsas en el piso Harley salió del baño.

Iba vestido con los calcetines, las pantuflas rojas y el pantalón del pijamada que era de cuadro de diferentes tonos de verdes, pero no vestía nada en la parte de arriba, llevaba en la mano las dos playeras, la blanca de tirantes y la negra de manga corta del pijama, y con el brazo sujetaba hecha bola su ropa sucia.

-La cena está lista- le dijo Tony.

-Ya voy- respondió Harley.

-Las toallas están en un cajón del baño- le dijo Tony viendo su cabello goteando.

Harley dejó la ropa en la cama, luego fue al baño y encontró en una puerta toallas blancas y tomó una y se secó el pelo con su mano buena, luego la colgó del palo del baño y volvió a la habitación, Tony seguía allí.

-¿Necesitas ayuda con las playeras?- le preguntó Tony.

Harley asintió.

Tony fue hasta él y le quitó el cabestrillo de plástico y después le puso con cuidado la playera de tirantes, luego tomó la negra y también se la puso, finalizando con ponerle el cabestrillo que usaba siempre.

-¿Te quedó bien? ¿No te lastima?- le preguntó Tony.

-Está bien.

-¿Seguro?- le preguntó Tony con el ceño fruncido, no sería la primera vez en ese día que por alguna razón Harley sólo le decía que sí sin ser verdad.

-Sí señor- contestó Harley, sin titubear por lo que Tony le creyó.

-Ok, ¿y la ropa te quedó bien? ¿No te aprieta o se te cae?

-Está bien.

-Perfecto- dijo Tony metiendo las manos en los bolsillos delanteros de su pantalón, entonces vio la ropa sucia que estaba en la cama- ¿y esta ropa la lavo o está bien que la tire?

Harley no respondió al instante, no quería darle molestias al señor Stark con lavar su ropa pero tampoco quería tirarla... era la que llevaba el último día que su madre vivió, además de que sabía que cada cosa que tenía había sido con el esfuerzo de ella al trabajar.

-Yo podría lavarla- respondió entonces.

Tony miró la ropa, estaba muy gastada y por lo cortes de Harley presentía que las manchas rojas no eran salsa exactamente.

-Ya no la necesitas, te compré suficiente y cuando necesites más también te la compraré- le dijo al niño.

Harley sólo asintió con desgana.

Entonces Tony tomó la ropa y abrió el closet, dejando ver ahí un bote de ropa sucia en el que la echó.

-Aquí vas metiendo la ropa sucia, ya cuando toque la lavo- dijo Tony cerrando el closet.

Harley lo miró un poco sorprendido, estaba seguro que la tiraría.

-Ahora vamos a cenar, no terminaste el desayuno y no comiste por lo que supongo que tendrás hambre- dijo Tony y salió de la habitación.

Bajó los escalones rápido y en cuanto entró a la cocina sacó el pan para las hamburguesas y comenzó a prepararla.

Después llegó Harley cuando Tony ya estaba terminando.

-Siéntate- le indicó.

Harley lo hizo y Tony puso los dos platos en la mesa, en los asientos de siempre y también dos latas de refresco y se sentó.

-¿Si te gustan las hamburguesas cierto?- preguntó.

-Sí señor- respondió Harley, su voz había vuelto a optar por completo el tono que tenía en la tienda.

-No sé cocinar mucho, prácticamente nada y las hamburguesas son una de las pocas cosas, y como te dije antes olvido las horas de la comida y duro horas sin probar bocado- le decía Tony- así que no esperes a que te llame para las comidas, la alacena y el refrigerador ya están llenos, cuando tengas hambre toma lo que quieras, compré cosas ya hechas, es cuestión de abrirlas y si acaso meterlas al microondas pero eso lo puedes hacer, J.A.R.V.I.S. también puede encenderlo, sólo metes la comida y se lo pides, ¿de acuerdo?

-Sí señor Stark, gracias- dijo Harley, mirada en la hamburguesa que ya llevaba varias mordidas.

Siguieron comiendo el silencio, Tony esperando que la actitud platicadora de Harley volviera como con Bruce, ya que ahora se sentía incómodo ante el silencio del niño, sabía que él no era así, y a pesar de lo que pensaba en un principio ahora lo que quería era que empezaran las preguntas, así no sentiría que él estaba mal en algo, pues le quedaba claro que la actitud de Harley era por él.

-Por cierto tu medicina está aquí- indicó Tony pasándole a Harley la bolsa que había estado en la mesa- la caja roja la debes tomar cada seis horas, es para el brazo, y la verde cada ocho, es para tu pie, y cada noche te pones la pomada en tus cortadas, sobretodo en el ojo morado, las medicinas llenas dos veces la cuchara cada vez que las tomes. Y J.A.R.V.I.S. te recordará todo esto cuando debas tomarlas, ¡¿escuchaste J.A.R.V.I.S.?!

-Sí señor- respondió la voz de J.A.R.V.I.S.

-Toma las dos ahora- indicó Tony.

Harley abrió las dos cajas y tomó primero el pomo de la etiqueta roja y lo vació en la cuchara de plástico que tenía, el líquido era color amarillo opaco, y no pudo evitar hacer una mueca de asco.

-Vas- le dijo Tony mordiendo su hamburguesa.

Harley miró la cuchara unos segundos y luego se la tomó, sabía horrible.

-Puaj- dijo sacando la lengua.

Tony sonrió un poco burlón.

-La verde- le dijo.

Harley la abrió también y vació el líquido, era transparente y olía mal.

-Huele feo- no pudo evitar decir.

-Díselo a Banner- dijo Tony tomando de su refresco.

Harley cerró los ojos y se llevó la cuchara a la boca, no sabía mejor de lo que olía.

Estuvo a punto de escupirla.

-Pásatela- dijo Tony viendo la intención del niño.

Harley tardó unos segundos en decidir qué hacer y entonces se la pasó, haciendo otra mueca.

-Buen chico- dijo Tony.

-No me gustó- dijo Harley.

-Es medicina niño- le dijo Tony- ahora otra cucharada de cada una.

Harley abrió los ojos en grande.

Volvió a tomar la primera botella con cara horrorizada e iba a volver a llenarla.

Tony soltó una pequeña risa.

-Es broma niño- le dijo- sólo debes tomar una de cada una a las horas que te dije.

Harley puso una cara de alivio, luego no pudo evitar mirar con enojo a Tony, quien reía.

-Ya oíste J.A.R.V.I.S., sólo una.

-Sí señor.

Harley volvió a guardar las medicinas y siguió comiendo, con la broma de Tony había visto al hombre más relajado con él.

Cuando Tony comió lo último que le quedaba de su hamburguesa vio que Harley también ya había acabado, por lo que pensó que era buen momento para hablar de lo que quería en la mañana.

-Harley- preguntó con voz seria, captando la atención del niño- ¿cómo te hiciste todos esos cortes y lo de tu brazo y lo de tu pie?

Harley se sintió un poco vacío al instante, recordando todo lo que pasó.

-Fue...- comenzó a decir con voz lenta después de segundos- fue por el choque.

Tony no necesitó que le especificara cuál choque, todo encajaba, y aunque era algo terrible la verdad es que sintió cierto alivio, ya que después de la escena que había visto con la maestra Margaret en el orfanato había estado temiendo que se hubiera hecho todo eso ahí, y había estado temiendo por los otros niños.

-¿Ibas ahí ese día?- preguntó Tony, ya que Thomas nunca le dio muchas explicaciones del accidente, tampoco dijo que Harley había estado presente.

Harley asintió.

Tony iba a volver a hablar pero Harley lo interrumpió.

-¿Me puedo ir al cuarto?- preguntó, realmente no quería seguir recordando todo lo que pasó ese día, y temía que Tony comenzara un interrogatorio.

Tony se arrepintió al instante de la pregunta que había hecho, si Harley antes había estado callado ahora lo estaría más por temor a hablar de eso, sin duda él no ayudaba nada en la actitud del niño.

-Sí, puedes irte, deja el plato ahí- le dijo.

Harley no discutió sobre poder ocuparse del plato y salió inmediatamente de la cocina.

Tony tomó un sorbo de su refresco y se recargó contra la silla, pensando que no se había equivocado, Harley no estaba a gusto con él, estaba claro por su actitud callada que se había roto en cuanto estuvo con otra persona que no era él, y por su timidez cuando le hablaba, sumado ese "escape" a su habitación en cuanto Tony lo inclinó sin tacto alguno hacia un tema que debía de ser doloroso para él.

-Buen "comienzo de paternidad" Tony- se dijo así mismo con sarcasmo, teniendo en claro que fallaría con Harley.