La mesa de la sala estaba llena de papeles, la mayoría de ellos llevando un sello en la parte de arriba que decía "Industrias Stark" y el hombre que estaba sentado en el sillón se frotaba la cara con las manos intentando despejarse un poco de tantos papales que había revisado, entonces bebió de la taza de café que tenía en el suelo para mantenerse despierto ya que ya se había quedado dormido dos veces mientras leía los documentos.

-Me haría feliz una Pepper o un Howard- murmuró Tony volviendo a leer los papeles.

Había estado en ese sillón gran parte de la tarde trabajando, exhausto, no sólo por ese papeleo sino además porque durante algunas noches y días se la había pasado encerrado construyendo un invento para su próxima Expo de Ciencias pero por alguna razón nada le había salido bien, los inventos explotaban, no prendían, se había topado con que parte de su material no servía ya que solía sólo volver a guardarlo cuando explotaba olvidando que estaba averiado e incluso algunos de sus inventos se habían prendido en llamas, dando como resultado que él terminara bañado por el extintor gracias a Babas mientras el incendio seguía arrasando con más material.

Pensar en todos sus fracasos de esos últimos ideas sólo lo hizo enojar otra vez como cada ocasión que había fallado, sintiéndose desesperado por no poder construir bien, ¿Por qué le estaba pasando eso? construir había sido su único entretenimiento desde la batalla de Nueva York, si perdía eso ¿qué haría ahora?

El sonido de su celular vibrando en su bolsillo lo trajo de sus pensamientos.

Lo sacó y contestó.

-¿Hola?- dijo.

-Buenas tardes señor- le contestó la voz de Happy.

Tony se recargó con pereza en el sillón, era la tercera vez en ese día que su amigo y gerente de su empresa le llamaba, y sabía que no era exactamente para saludarlo.

-¿Qué pasa Happy?- le preguntó.

-Revisé su agenda y le quería recordar que dentro de dos días tienes una reunión con los inversionistas, además ese día debe entregarme todo el último papeleo que le he mandado.

-Está bien Happy, estará listo y te lo entregaré pasado mañana- le dijo Tony.

-Muy bien señor- le dijo Happy- ah, y otra cosa, los organizadores me están preguntando si ya tienes el invento para la Expo, la cual le recuerdo que es este domingo, ya que quieren estar seguros de sacar las promociones.

Tony suspiró.

-Happy, te preguntaron lo mismo dos veces el día de ayer y no han cambiado las cosas hoy- dijo Tony frustrado.

-Pero señor, la Expo se realizará esta misma semana, debe darse prisa, ya es miércoles- le recordó Happy.

-Sí Happy, ya lo sé, eso estoy intentando...

-¡¿No tiene el invento aún?!- escuchó la voz de una mujer a través del teléfono.

Tony la reconoció como la señora Terrison, una de las jueces de la Expo.

-Dice que lo tendrá ya pronto señora- respondió Happy.

-Pero si estamos a días de la Expo, y por su retraso aún no hemos sacado la promoción del invento, así que qué cosa emocionante podrá esperar la gente para participar- escuchó la voz de otro de los jueces.

-Les aseguró que el señor Stark trabaja en eso y...

-Señor Stark, si me escucha entérese de que ya no podemos seguir esperando- dijo la voz de otra mujer- es el dueño de la empresa, debería ser responsable con lo que pasa con ella.

-Disculpe señorita, no me habían dicho que la empresa sería aplastada por un asteroide sino presentaba el nuevo invento hoy- le contestó Tony, un poco de mal humor.

-¿Y encima con tiempo para bromear? Así no puede trabajarse- escuchó un murmullo que de seguro iba dirigido a los demás jueces.

Tony sólo rodó los ojos.

-Si mantienen la calma las cosas irán mejor y rápidamente el señor Stark presentará el nuevo artefacto señora- indicó Happy queriendo defender a su amigo y jefe.

-Siempre mantener la calma y ser pacientes con este señor- dijo un hombre que parecía enojado- gente tiene trabajo que hacer y él desobligando el suyo.

"¿Será por que soy mi jefe al ser dueño de la empresa?" pensó Tony.

-El invento debería estar terminado ya y punto, no podemos...- se escuchaba la voz de un hombre, pero Tony tuvo suficiente al sentirse presionado de hacer algo que no podía por sus fallos y el enojo llegó a él.

-¡Bien, entonces si les es tanto inconveniente esperar unos días más se cancela la Expo y listo, promocionen eso!- gritó Tony poniéndose de pie.

-Pero Tony- se escuchó la voz de Happy seguido de las voces de los jueces pero Tony no prestó atención y colgó, apagando después el celular y dejándolo caer en el sillón.

Luego él mismo se dejó caer y recargó la cabeza en sus manos que se apoyaban en sus piernas.

-Voy a envejecer por esta empresa- dijo.

-Si le sirve de consuelo señor, creo que es sólo cuestión de que se acostumbre a dirigir los sucesos en su compañía- se escuchó la voz de J.A.R.V.I.S.

-Que buen consuelo J.A.R.V.I.S.- dijo Tony con sarcasmo- el problema aquí es lograr acostumbrarme a eso.

-Creo que eso se logra con el tiempo señor, aunque ciertamente no creo que mejore mucho con cargar la responsabilidad esta tarde, así que si me permite un consejo creo que sería bueno que se relajara un poco y se despegara de esos papeles, tal vez así pueda trabajar mejor en un momento- señaló J.A.R.V.I.S.

Tony pensó que esa no era una mala idea, después de todo esos días había estado muy estresado y trabajando solamente, ya sea en construir cosas o en el papeleo de la industria.

-Ésa sí es una buena idea J.A.R.V.I.S.- dijo.

Entonces al ver hacia sus puertas de cristal notó que hacía un buen clima, el sol alumbraba pero la sombra daba en la mitad del jardín y el viento soplaba lentamente, entonces creyó que era una buena idea ir al parque que solía visitar cuando salía a correr o simplemente quería despejar su mente, justo como en ese momento.

Inmediatamente entró a la cocina recordando que era donde había dejado las llaves de su camioneta la última vez que la sacó y al agarrarlas vio en el fregadero un vaso que tenía un pequeño chorro de leche y un pequeño plato con migajas de galletas, que claramente él no había comido ya que ese día lo único que había probado eran las dos tazas de café de la mañana y esa tarde, entonces recordó al niño para el que había comprado las galletas hace cuatro días y vivía con él desde hace una semana.

-Tal vez le vendría bien algo de aire fresco- dijo Tony, ya que efectivamente el niño no había tenido eso desde el día que habían salido a comprar ropa y comida porque se la había pasado encerrado en la habitación que había escogido cuando llegó y a penas y salía a la cocina para comer, de hecho Tony casi no lo había visto, él había estado en su taller desde muy temprano hasta muy tarde esos días y se lo había topado sólo como tres veces a la hora del desayuno o la comida cuando subía a revisar los papeles que le mandaba Happy al buzón, pero no habían intercambio palabras, Harley al instante se concentraba en su plato con comida y si acaso le había dicho "buenos días" y Tony de igual manera, pero supuso que no podía estar encerrado todo el tiempo por lo que salió a la sala y se puso al pie de la escalera.

-¡HARLEY!- gritó- ¡BAJA!

Tony esperó un poco y después vio al niño salir de la habitación, y comenzó a bajar las escaleras, lentamente porque su pie aún no había mejorado.

-¿Sí?- dijo Harley cuando estuvo un poco más abajo de la mitad de los escalones.

-Hay un buen clima hoy así que pensé que es buena idea salir a un parque que está aquí cerca- le informó.

Harley tardó unos segundos en contestar, extrañado de que le avisara que saldría, después de todo desde que llegó no solía tener idea de dónde se encontraba el hombre.

-Está bien- dijo.

-Genial- dijo Tony y caminó hacia las puertas de cristal y cuando se dio la vuelta manteniendo una abierta vio cómo Harley volvía a subir las escaleras.

-¿A dónde vas?- le preguntó Tony.

-Al cuarto- le respondió Harley girándose.

-Pensé que te parecía bien salir- le dijo Tony extrañado.

Harley abrió un poco los ojos.

-¿Se refiere a salir conmigo?- preguntó.

-¿Pues con quién si no niño? No hay nadie más aquí- dijo Tony rodando los ojos como cuando el Capitán América entendió la referencia- vamos.

Harley no perdió más tiempo para no hacer desesperar al hombre y bajó tan rápido como pudo y luego cruzó por la puerta y se dirigió con Tony a la cochera, donde cada quien subió a su asiento.

Tony le abrochó el cinturón y sacó la camioneta comenzando a conducir, Harley mientras miraba por la ventana.

No tardaron más de veinte minutos en detenerse y Tony bajó, seguido de Harley.

Entonces al dar la vuelta para al carro para reunirse con Tony Harley se encontró con un camino que tenía pinos a los lados y después se veía el pasto, el lugar tenía bancas esparcidas por el camino y la zona verde, y se veían a algunas personas corriendo, paseando con su perro o sentadas a la sombra de un árbol, aunque no eran muchas y estaban a cierta distancia del camino ya que el parque era grande.

-Vamos a sentarnos- le dijo Tony y subiendo el escalón que daba para estar en el área ambos fueron hasta una banca que estaba en medio de dos pinos, justo donde el borde del camino terminaba para dar paso al pasto.

El sol alumbraba pero la sombra cubría parte del lugar, como donde estaban sentados, y el viento daba una sensación de paz cuando soplaba.

Tony no se había molestado en usar lentes o gorra para ocultarse ya que a esa hora sabía que ese parque estaba prácticamente solo y además pensó que no sería tan delatador verlo con Harley, después de todo el chico podría simplemente estar sentado ahí y él llegar a pasar un rato al parque y decidir sentarse con él queriendo cumplir el sueño de todo niño al convivir con Iron Man, no había razón por la que tuvieran que pensar que el niño iba con él como sería viéndolos juntos todo el tiempo mientras están en una tienda, ¿cierto?

Harley se sentía extraño, cuando despertó ese día ciertamente no había estado esperando salir con el señor Stark, pues comprendía que hace días habían salido sólo porque no había otra opción, pero no creía que el hombre lo sacara sólo porque sí.

-¿Qué hacemos aquí?- le preguntó entonces, mirándolo, la banca en la que estaban sentados era algo grande y ambos mantenían su distancia estando casi de orilla a orilla.

-Nada en especial, sólo quería despejarme de trabajar un rato y pensé en venir aquí, este parque suele estar solo y aprovecho eso para venir a correr de vez en cuando- le respondió Tony mirándolo.

-¿Y por qué vine yo?- le preguntó Harley, su voz sonaba decaída.

Tony se quedó callado unos segundos.

-Porque no has salido a tomar aire para nada desde hace cuatro días cuando incluso no la pasamos en la camioneta o en las tiendas, así que pensé que sería bueno que te despejaras un poco- le dijo Tony.

Después esperó a que Harley hiciera otra pregunta, pero el niño no lo hizo, desvió su mirada hacia otro lado examinando el parque y se quedó callado, entonces Tony también dejó de verlo.

Pasaron algunos minutos en los que Tony también miró el alrededor pero se sentía un poco incómodo por el silencio, cierto que cuando iba a ese parque solía hacerlo solo, pero en ese caso saber que estaba solo lo hacía sentir tranquilidad, pero el hecho de que fuera con una persona y aún así reinara el silencio era lo que lo ponía incómodo, después de todo no era alguien que solía quedarse callado, y había pensado por un momento que en esa ocasión Harley estaría más relajado y hablador que la última vez que habían salido, pero se sintió un poco frustrado cuando no fue así, después de todo ya llevaba una semana viviendo con él y en ningún momento había salido un reclamo hacia él por la información de la que se habían enterado recientemente, ni siquiera se había mencionado ese hecho, por lo que Tony había dejado de temer tener una plática incómoda con Harley que terminara con el niño llorando sintiendo el "abandono de su padre" y ahora lo que prefería era que el niño hablara, pues sabía que las cosas ya estaban siendo insoportables para él si insistía en mantenerse en silencio, específicamente con él, tomando en cuenta el encuentro con Banner.

Después de minutos cuatro niños como de la edad de Harley pasaron paseando en la bicicleta, llevando mochilas colgadas en la espada, Tony supuso que venían de hacer un trabajo por la escuela.

-¿Terminaste tu año escolar?- le preguntó Tony a Harley, recordando de pronto que la escuela aún no acababa.

Harley negó con la cabeza.

Tony lo miró, esperando que dijera algo, lo que Harley notó.

-Cuando pasó... eso, estuve una semana en el hospital, después otras dos en el orfanato, más esta que llevo aquí, y en mi escuela aún faltan dos semanas y media para que el año escolar termine- contestó sin mirar a Tony.

Tony contó las semanas y vio que entonces Harley llevaba un mes sin ir a la escuela, y por las otras semanas más que faltaban en total habría perdido un mes y medio en ese año, por lo que tomó nota de arreglar eso en el próximo año escolar, ya que no tenía planeado enviar a Harley a la escuela lo que quedaba del año, sabía que sería más tiempo el que tomaría inscribirlo y llevarlo al lugar que lo que tardaría en terminar el año, además no era algo que le preocupara a Tony, después de todo si de algo estaba seguro respecto a Harley es que el niño era un pequeño genio, ya suponía que debía de llevar las notas más altas y que además no le sería difícil aprender lo que perdió en esas semanas, es más, no le habría sorprendido que incluso ya supiera todo eso, por lo que el próximo año sólo sería cuestión de que Tony moviera un poco sus influencias para que le aplicaran al niño los exámenes de esos dos meses y medio, los pasara y se incorporara normalmente al curso nuevo.

Harley mientras tanto pensó que Tony sí estaba pensando en mandarlo a la escuela, después de todo sería una forma de deshacerse de él por un rato, pero luego pensó que eso implicaría explicar que es su hijo para inscribirlo, ¿o no?

-Señor Stark- llamó, su voz manteniéndose apagada.

-¿Mmm?- preguntó Tony distraído en lo que pensaba.

-¿Me mandará a la escuela este año?

Tony ya volteó a verlo.

-En realidad no niño- le dijo.

Harley se preocupó un poco, ¿no lo dejaría sin estudiar sólo por ocultar que era su hijo o sí?

-¿Por qué no?- le preguntó.

-El año escolar está por terminar, más sería el tiempo que tomara en inscribirte y otras cosas, además que con el brazo enyesado de cualquier forma no lograrías escribir, y con el pie así tal vez te lastimarías, mejor ya esperar cuando el nuevo año comience.

-¿Pero sí podré ir a la escuela?- preguntó Harley, su tono un poco preocupado.

-Claro que sí- le respondió Tony de inmediato- sólo no es un bueno momento ahora, no te preocupes por eso, relájate estos meses de vacaciones y ya después hablaremos de eso, déjamelo a mí.

Eso tranquilizó a Harley, al menos sabía que sus estudios continuarían.

Después el silencio volvió a reinar.

Tony esperó que Harley siguiera hablando, pero al parecer el niño había hablado suficiente.

-¿Practicas algún deporte?- le preguntó Tony después de minutos, siendo lo único que se le ocurrió para romper el silencio, pensaba que tal vez era cuestión de comenzar la plática para que Harley la siguiera.

-No- respondió Harley, vagamente, teniendo su mente en otra parte.

-¿Y estabas en actividades extraescolares en la escuela, en música, ajedrez o algo así?- preguntó Tony después del largo silencio de Harley, entendiendo que el niño no iba a decir nada más.

-Tampoco- respondió Harley.

Nuevamente el silencio.

-Me gusta este parque, está siempre tranquilo, y es agradable- dijo Tony sin más ideas sobre de qué hablar con Harley.

El niño no dijo nada.

-¿No crees?- preguntó Tony.

-Sí, claro- respondió Harley, en voz baja, y por alguna razón Tony sintió que ni siquiera había escuchado lo que decía y sólo le respondió eso por responder.

Pasó un rato más.

-Y... no sé qué más decir, ¿alguna sugerencia?- dijo entonces Tony, mirando a Harley.

Harley negó con la cabeza.

-¿No? Ok, no importa, tan sólo estaremos aquí entonces, en silencio...- Tony suspiró, viendo cómo Harley ni siquiera lo veía, y se daba cuenta de que definitivamente el chico no tenía la intención de iniciar una conversación.

Entonces después de algunos minutos requiriendo a un último intento de hacer hablar al niño alzó la manga de su playera y dejó ver su reloj, el cual al presionar algunos botones fue despegándose entre sí hasta vestir su mano con la armadura de Iron Man.

Harley miró de reojo un momento pero fue todo, pronto regresó a mirar al frente, con su mirada perdida.

Tony volvió a esconder su armadura segundos después y miró al frente también, intentando despejar su mente de todo, se recargó contra la banca y cerró los ojos, y por primera vez después de días pudo sentirse un poco en paz, un poco, ya que a su mente llegaba el echo de que Harley no quería hablar y que debía ser porque no estaba a gusto viviendo con él.

Pasó un rato más y el sol ya estaba terminando de ponerse, entonces Tony volteó a ver a Harley notando que el niño temblaba un poco por el frío.

-Vámonos- le dijo Tony levantándose.

Al instante Harley se paró tras él y volvieron a la camioneta, cada quien a su lado, Tony le abrochó el cinturón y luego comenzó a conducir hasta su casa, notando por el espejo retrovisor la mirada perdida de Harley en dirección a la ventana.

Después de rato al fin la camioneta estaba en el garaje y Tony y Harley bajaron, entrando en la sala.

-Ya es de noche, ¿quieres cenar ya? Puedo calentar una pizza ahora que no estoy haciendo nada- dijo Tony.

Harley se encogió de hombros.

-Si usted quiere- respondió.

Tony asintió una vez y fue hasta el refrigerador donde tenía una caja de pizza congelada que sólo debería meter al microondas.

-No tardará en estar, espera aquí- le dijo a Harley cuando ya se estaba calentando.

Después de minutos ambos estaban sentados en los lugares de siempre comiendo, en silencio.

Tony estaba aún incómodo por ese hecho, e iba a intentar hablar nuevamente pero su celular sonó desde el sillón.

-¿Quién es J.A.R.V.I.S.?- preguntó.

-El señor Happy, señor- respondió.

-Pásamelo- dijo Tony, luego escuchó un pequeño pitido y la voz de Happy se escuchaba salir del reloj.

-Tony.

-¿Ahora qué pasa Happy?

-Los señores del jurado estaban furiosos, dicen que habían perdido todo este tiempo organizando la Expo para que la canceles, se tranquilizaron un poco sólo porque les dije que intentaría convencerte para que la Expo se hiciera, por favor dime qué aún se hará.

-No tengo el invento todavía Happy, lo sabes.

-Pero aún tienes tiempo para hacerlo... por favor, la Expo ya está anunciada, mañana saldrán volantes para promocionarla y varias personas han venido a inscribirse en estos últimos días y todo está listo, no quiero tener que lidiar con explicaciones de por qué se canceló y tampoco me gustaría lidiar con esa gente enojada.

Tony lo pensó un poco, cierto que se había molestado hace rato y por eso se precipitó a cancelar, pero ciertamente ahora que lo pensaba al cancelar la Expo Happy es quien tendría que lidiar con todo, y aunque no lo pareciera sabía que el pobre ya tenía suficiente con dirigir su empresa.

-Está bien Happy, no la cancelaré, PERO, la continuaré únicamente si me das una semana más- dijo Tony.

-Pero Tony...

-Es la única oportunidad que hay para que se realice, que no sea para este domingo sino el que sigue, piénsalo.

Happy no habló unos segundos, luego se escuchó un suspiro.

-Está bien Tony, me encargaré de darte una semana más, pero por favor, no falles.

-Lo prometo Happy, gracias- dijo Tony sonriendo.

-Sí claro, adiós- contestó Happy desanimado.

Después se escuchó otro pitido y la llamada terminó.

Siguieron comiendo en silencio.

-¿Quieres más?- preguntó Tony a Harley cuando vio que el niño ya había terminado su rebanada de pizza, en lo que él ya llevaba tres.

-No gracias señor Stark- respondió Harley limpiándose la boca, por ello haciendo oír su voz aún más lenta de lo que era últimamente.

-¿Seguro?- preguntó Tony- sólo comiste una rebanada.

Harley asintió.

-De acuerdo- dijo Tony.

Luego se paró, recogió los platos y los puso en el fregadero, tomó la caja de pizza y la volvió a meter al refrigerador y cuando iba a cerrar la puerta se detuvo un momento e inspeccionó todo el refri, notando que estaba igual de lleno que cuando terminó de acomodarlo el día que hizo la compra, solamente uno de los garrafones de leche estaba a la mitad.

Cerró la puerta y fue hacia la alacena, notándola igual de llena que hace cuatro

días.

-Harley- llamó al niño que seguía sentado a la mesa- ¿sí has estado comiendo?

Notó que la expresión de Harley cambió un poco.

-Sí- respondió.

-El refrigerador y la alacena están llenos- dijo Tony, sonando un poco a reproche.

Harley sólo se le quedó viendo encogido de hombros, sin responder.

Tony suspiró, esa falta de palabras por parte del niño ya lo estaba frustrando.

-J.A.R.V.I.S., ¿qué es lo que ha estado comiendo Harley?- preguntó.

-Harley se ha estado alimentando únicamente de leche, twinkies y galletas oreo- informó él.

Tony volteó a ver a Harley.

-Eso es comida- respondió inmediatamente Harley, creyendo que Tony tomaría su respuesta anterior como una mentira y lo haría enojar, algo que desde luego no quería después de las veces que lo había hecho en el supermercado, no quería hartar al hombre.

Tony abrió nuevamente la alacena y miró en los paquetes de twinkies y galletas oreo que estaban en la parte de abajo, las abrió y vio ahí los varios paquetes más pequeños con la comida, efectivamente notó que Harley había estado comiendo eso, aunque aún así vio que no mucho.

"¿Le dará pena"? se preguntó.

Volvió a cerrar la alacena y se volvió a Harley, quien estaba parado al lado de la mesa, viéndolo un poco nervioso.

-Los twinkies y las oreo son buenas aunque puedes tomar también de todo lo demás, ¿sabes?- le dijo.

Harley asintió.

-En serio Harley, que no te de pena al tomar las cosas, todo lo que está aquí- señala el refrigerador y la alacena- es para ti, ¡excepto! las cervezas, aunque creo que sabes eso. Yo casi no como así que tú toma lo que quieras con libertad, ¿hecho?

-Está bien- respondió Harley, se veía más relajado.

"Bien, creo que no lo hago tan mal, ya se ve tranquilo" pensó Tony.

-Perfecto- dijo Tony.

Luego ambos se sumieron en un incómodo silencio, quedando frente a frente, Tony delante de la alacena y Harley de la mesa, a varios pasos de distancia pero sin poder apartar la vista del otro.

-Entonces- dijo Tony con las manos en los bolsillos sin saber qué decir- creo que yo ya me voy a dormir- dijo, habiendo decidido intentar hacerlo por esa noche y dejar todo el trabajo para el día siguiente, al fin y al cabo tenía una semana más de la prevista para hacer el invento para la Expo y para los documentos que le faltaba revisar también tenía tiempo- si quieres haz lo mismo o, quédate aquí, como quieras.

-Sí- dijo Harley.

-Ok- dijo Tony.

Luego se dio la vuelta y comenzó a subir las escaleras, iba ya avanzado guiándose por las luces de el piso de arriba cuando la luz de la cocina se apagó y segundos después se escuchó un golpe y un pequeño quejido, haciendo que Tony se parara.

-J.A.R.V.I.S. prende la luz- ordenó.

Enseguida la luz se volvió a prender y vio a Harley sobándose la pierna, al parecer había chocado con la pequeña estatua de un dragón de China que tenía fuera de la cocina.

-Sabes, normalmente cuando se va a caminar se hace con la luz prendida a menos que veas en la oscuridad- dijo Tony, un poco burlón.

-Como fui el último en salir pensé que debía apagarla, ¿cómo iba a hacerlo estando arriba?- preguntó Harley, su voz por un momento tuvo el tono que había tenido cuando Tony lo conoció y un pequeño asomo de sarcasmo, pero al parecer se dio cuenta porque enseguida agachó la cabeza y se encogió de hombros.

Se había molestado ligeramente por el golpe que por mala suerte había sido en su pie lastimado y por eso olvidó la pose callada y respetuosa que se había propuesto tener con el señor Stark, aunque al instante se lamentó temiendo que se hubiera molestado por eso y bajó la cabeza esperando que Tony no se hubiera dado cuenta.

Tony sonrió un poco de lado, por primera vez en días, tal vez desde que se había encontrado con él en el hospital Harley no había mantenido un tono demasiado serio.

-Sólo sube, yo le ordeno a J.A.R.V.I.S. que apague las luces, cosa que igual puedes hacer tú si lo necesitas- le dijo.

Harley sólo lo miró y comenzó a subir las escaleras, cuando llegó a la altura de Tony sus miradas se cruzaron.

-Buenas noches señor Stark- dijo Harley, su voz había vuelto a tomar el tono serio y apagado.

-Buenas noches Harley- le respondió Tony.

Después Harley siguió subiendo y sin volver a mirar atrás entró a su habitación.

Tony también siguió subiendo hasta entrar en la suya y acostarse.

-J.A.R.V.I.S. apaga las luces- dijo.

-Ya está hecho señor- respondió la inteligencia segundos después de haber apagado todo.

-Gracias... oye, ¿tú notas algo extraño en el comportamiento de Harley?- preguntó Tony, manteniendo sus brazos cruzados detrás de su cabeza.

-Aún no lo he visto tener una similitud a usted señor, por lo que diría que el niño es normal- respondió J.A.R.V.I.S.

Tony rodó los ojos ante el chiste de su IA.

-No me refiero a eso J.A.R.V.I.S., sólo que recuerda cómo era cuando lo conocí, no se callaba, se la pasaba haciéndome preguntas, era muy curioso y su voz sonaba alegre, ahora habla de forma apagada y casi no lo hace, a penas y me contesta y puedo contar con mis manos cuantas preguntas me ha hecho desde que lo traje aquí, no lo conocí mucho antes pero sé que eso no es normal en él.

-Harley está pasando por muchos cambios señor Stark, es normal que se sienta como lo hace... y ya que se está preocupando por él, ¿puedo suponer que intentará tomar su postura de padre con su hijo, señor?

-¿Qué? J.A.R.V.I.S., te dije claramente que no quería que te refirieras a Harley como mi hijo ni a mí como su padre, ¿lo olvidas?- preguntó con voz golpeada.

-Lo siento señor- respondió al instante J.A.R.V.I.S.

-Y no estoy tomando el lugar de nada con él, ni me está dando todo el día dolor de cabeza por la preocupación- dijo, luego su voz volvió al tono tranquilo de antes- es sólo que tampoco quiero que el hecho de vivir conmigo lo haga miserable, después de todo él no tiene la culpa de tenerme a mí como su... ya sabes, y por eso preferiría que tuviera su actitud de siempre, que se sintiera al menos un poco bien aquí, y que no pareciera como que soy un ogro que le prohíbe hablar y que voy a fulminarlo si me ve a los ojos... me basta con que no haga ninguna alusión a lo que somos, que no haya una dramática charla sentimental sobre el padre que no ha visto crecer a su hijo, sólo eso, manteniéndose así no me molestaría tratar con él como en la noche en que lo conocí, él teniendo su actitud normal y no depresiva como ahora, así yo no me sentiría tan mal porque esté pasando esto y él podría vivir de una forma no tan mala, al menos eso pienso.

El silencio reinó en la habitación después y Tony pensaba que J.A.R.V.I.S. había decidido no responderle.

-Tal vez podría acercarse como un amigo al niño, o puede ser el tiempo el que los una de alguna manera... estable, realmente no tengo una respuesta correcta para ayudarlo con lo que me plantea señor, no hay una respuesta cierta en internet y usted no me programó para saber mucho de sentimientos, y al final de cuentas, yo sólo soy una inteligencia artificial, no vivo encariñándome o asustándome como los humanos.

Tony ya no respondió, se daba cuenta de que lo que le estaba pasando no tenía ningún plano que lo ayudaría a reparar lo que sea que estuviera roto en su vida en ese momento o en la de Harley, no sabía cómo podría llevar una relación al menos estable o de amistad con él y tampoco tenía idea de cómo comenzar a arreglar esa actitud tan apagada en el niño.

Con esos pensamientos en mente se quedó dormido, y fue nuevamente a una noche llena de robots asesinos, con él y los demás Vengadores corriendo a través de una Nueva York destruida.