El sonido de los propulsores de la armadura se escuchó en el aire hasta que se apagó contra el piso al momento que su armadura era desprendida de su cuerpo.
Tony se adentró entonces a su casa y aventó los papeles que le había dado Happy en la mesa del centro de la sala.
Se recostó pensando en el viaje que le esperaba dentro de pronto hacia un hotel a algunas horas de su casa.
¡Esos rusos!, si tanto les interesaba hacer el trato podrían averse hospedado a cinco minutos de su empresa al menos.
-¿Debo ayudarlo en algo señor Stark?- preguntó J.A.R.V.I.S. al ver la inactividad de su jefe a pesar de que debía salir en pocas horas.
-¿Qué hora es?- preguntó.
-Son las 10:47 a.m. señor- contestó J.A.R.V.I.S.
-¿El mocoso está despierto?- preguntó.
-Después de que habló con él a las 10:00 para su medicina se volvió a dormir, señor- informó J.A.R.V.I.S.
-Despiértalo en quince minutos y dile que baje- instruyó Tony.
Se fue a la cocina y comenzó a hacer huevos con tocino.
Para cuando Harley bajó ya estaba sirviendo todo en el plato.
Miró al niño y le causó gracia su pelo parado y desordenado, además de las pantuflas del monstruo come galletas que tenía puestas.
-Buenos días Bello Durmiente- lo saludó.
-Buenos días- contestó Harley dando un bostezo.
-Siéntate, hora de desayunar- le dijo.
Harley obedeció y él le puso el plato delante, con un bazo grande de juego de naranja lleno.
Luego fue a la sala y regresó con los papeles, tomando asiento para revisarlos.
-¿No va a desayunar usted?- le preguntó Harley.
-Ya lo hice en la oficina niño- contestó.
Harley siguió comiendo, mientras alzaba la vista para ver los papeles de Tony, tal vez alguno fuera un artículo de Iron Kid.
-¿Tomaste la vitamina de la mañana?- cuestionó Tony después.
-Mmm, no aún.
-Hazlo cuando termines- contestó Tony.
-Sí señor- contestó Harley.
-Y, por favor intenta tomarte todo sin que yo tenga que obligarte, ¿qué pasó a las 10:00?- cuestionó Tony, recordando que J.A.R.V.I.S. le había avisado de que el niño nuevamente no se tomaba el médicamente, afortunadamente no había gente con él en ese momento y nadie escuchó.
-Disculpe- dijo Harley apenado.
-Creí que habíamos quedado en que serías responsable con esto- reclamó Tony mirándolo por primera vez.
-No es que sea irresponsable, simplemente tenía sueño y no comprendí del todo lo que me decía J.A.R.V.I.S.- se defendió el niño.
-Está bien, pero intenta hacerte cargo por ti mismo, por favor- pidió Tony.
Harley asintió.
Terminó de desayunar y dejó el plato y vaso en el fregadero.
Luego se sentó en la silla de antes y se recargó en la mesa, en momentos cerrando los ojos y en otros mirando el papel que Tony sostuviera en sus manos.
-¿No tenías que ir a hacer algo niño?- le preguntó entonces.
Harley hizo memoria y enseguida se fue a la habitación a tomar la pastilla que le serviría de vitamina, al menos esa sabía bien, a uva, y había de diferentes colores.
Regresó a la cocina después y volvió a sentarse, no tenía una razón en específico pero no tenía nada más que hacer y pensó que sería mejor al menos estar sentado con Tony a estar sentado él solo en la cama.
Tony terminó con los papeles y revisó su celular, tenía un correo donde Happy reiteraba la explicación de su viaje.
Sería de tres días y se hospedaría en el hotel con los demás rusos, aunque afortunadamente no era el único con quien cerrarían un trato, así que en realidad la agenda no estaba muy ocupada, serían pocas reuniones más por formalidad que por otra cosa, después de todo el acuerdo había estado casi hecho desde hacía semanas después de dos reuniones en su empresa y varias reuniones virtuales.
Bien, tendría que comenzar a empacar, por primera vez en su vida no quería llegar tarde a su avión, aunque afortunadamente, al menos en este caso específico, no estaba Pepper para encargarse de que el avión saliera a tiempo pero sin él.
-Este idioma está raro- le dijo Harley sosteniendo uno de sus papeles.
-Es ruso, bastante diferente al inglés- le respondió Tony.
-¿Habla ruso?- preguntó Harley.
-Они преподавали это мне в университете, и у меня было два частных учителя- le dijo Tony.
Harley simplemente lo miró muy confundido y un poco impresionado.
Tony sonrió ante su expresión.
-Me lo enseñaron en la universidad y tuve dos maestras privadas- tradujo.
-Ah, que cool- le dijo el niño.
-No tanto, odiaba estar lleno de clases, pero mi madre insistía y mi padre, a él le daba igual- contestó parándose y recogiendo todos los papeles.
-Bueno, me retiro, tengo que preparar las cosas para un viaje- le informó a Harley.
-¿Un viaje?
-Sí, reunión con algunos rusos, un negocio de mi empresa- explicó.
-¿La tiene hoy?
-Hoy, mañana, y pasado, tres días, me quedaré en un hotel y mientras tanto, espero que se cierre y valga la pena- dijo Tony comenzando a alejarse, luego se detuvo en seco, oh oh.
Había un error nuevamente, inconveniente de no estar acostumbrado a tener a alguien consigo.
-Tú, ¿crees que te puedas quedar solo durante tres días?- le preguntó a Harley.
Él se vio dudar un poco, a decir verdad nunca lo había hecho, y no quería hacerlo, cierto que había estado solo durante horas en su casa anteriormente, pero nunca llegó a ser ni un día entero, su madre siempre se las ingenió para llegar y estar con él, y además había tenido la esperanza de que a pesar de que habían terminado la armadura, pudiera hacer algo con Tony, incluso imaginó que podrían retomar sus salidas al lago, pero no podía decir eso, no quería molestar al hombre.
-Sí, claro, me gusta estar solo, ya me he quedado solo en casa cuando estaba con mi mamá- decidió responder.
Tony lo miró un momento dubitativo.
-Está bien, de cualquier forma J.A.R.V.I.S. está aquí y puede ayudarte en lo que necesites- instruyó Tony.
Harley asintió despreocupadamente.
Entonces Tony se acercó más a él, lo miró fijamente a la cara.
-Ponte la pomada de nuevo, si no quieres no en todo el cuerpo para que no manches la ropa pero sí hazlo en la cara- le dijo.
-Pero arde, sobretodo en la cara- replicó Harley.
-Aún así, tienes el ojo muy morado aún- le insistió Tony- hazme caso.
-Está bien- respondió Harley.
Tony asintió satisfecho y luego subió a su habitación.
Lo primero que hizo fue comenzar a hacer su maleta, no era muy grande ya que llevaría poca ropa.
Comenzó a escoger tres trajes para cada reunión y ropa cómoda para cuando ya estuviera libre, además de una pijama.
Entonces vio entre su ropa una playera verde de Harley que debía haber dejado por error ayer.
La tomó y salió al cuarto del niño, para devolvérsela.
Cuando entró encontró a Harley con la cabeza colgada de la cama, sin la pomada puesta.
Entonces lo miró y se cruzó de brazos.
-¿No te dije que hicieras algo?- preguntó.
Harley al instante se intentó enderezar, pero le falló contar con una sola mano y perdió el equilibrio, cayendo de la cama.
-Harley- lo llamó-regañó Tony apresurándose a pararlo.
Él no solía ser tan preocupón por ese tipo de cosas, mas bien se reía, pero sabía que el niño estaba con muchas lesiones en su cuerpo y no quería que se le dañaran más por un mal golpe.
Alzó al chico debajo de los brazos con mucha facilidad y lo sentó en la cama.
-¿Estás bien?- le preguntó.
-Sí, sólo me doblé un poco el cuello pero no me duele- explicó Harley.
Tony iba a darle un golpecito en el brazo, pero se detuvo a tiempo, entonces tomó una almohada y la estrelló contra la nuca del niño.
-Por favor abstente de las marometas mientras tengas el yeso puesto- le dijo.
Harley asintió.
-Y te dije de ponerte la pomada- le recordó.
-A eso iba- se defendió el niño.
-Ahora señor Keener- recalcó Tony.
Harley no esperó más y de inmediato comenzó a hacerlo.
Tony metió la playera en el closet del niño y salió.
-J.A.R.V.I.S.- llamó.
-¿Sí señor?
-Si dejo al niño y me voy por estos tres días, ¿te podrás encargar de que se tome sus medicinas?
-Así me lo ordenó señor...
-Sí, pero no digo solamente recordárselo, me refiero a lograr que lo haga aunque no quiera, dijo que era por el sueño pero la crema le arde y Banner eligió los peores sabores para recetarle, yo también le sacaría la vuelta si fuera él, pero tiene que seguir el tratamiento, deben quitarle el yeso para que ya pueda hacer lo que quiera y no quiero que Banner comience a querer realizar una investigación de los padres que le inventé porque no se encargan de que el niño se medique como debe de ser- explicó entrando a su cuarto y siguiendo con la maleta.
-Bueno, creo que siempre está la opción de llamarlo a usted, Harley le hace bastante caso- contestó J.A.R.V.I.S.
-En persona donde puedo mirarlo enojado y donde mi voz se escucha muy clara cuando me desespero, no estará pensando en esta ocasión que llego en un par de horas para ajustar cuentas, él sabe que me voy durante días y que es importante que me quede- enfatizó Tony.
-¿Está sugiriendo que debería llevarlo con usted señor Stark?- le preguntó entonces J.A.R.V.I.S.
-¿Debería hacerlo?- preguntó Tony.
-Bueno, en mi investigación por internet, me enteré de que niños de la edad de Harley no deberían quedarse solos en casa durante días, aunque claro, eso depende del nivel de madurez de cada uno.
-No creo que sea inmaduro, lo he estado dejando solo todo el tiempo desde que llegó.
-Tiempo en el que no comió ni tomó sus medicinas señor.
Tony suspiró.
-Sí, es cierto- dijo.
-Señor Stark, Harley podrá tener toda la inteligencia que ha demostrado, y estos errores no deberían hacer llegar a la simple conclusión de que es inmaduro o tonto, simplemente sigue siendo un niño del cual hasta hace algunas semanas su madre se encargaba con total atención- comentó J.A.R.V.I.S. cuando Tony se quedó en silencio.
-Por favor no ahora J.A.R.V.I.S., quiero fingir tan sólo por un momento que el que sea un niño no significa que debo de andar detrás de él todo el tiempo- le respondió.
-Pero es que así es señor, usted sabía...
-No, yo no sabía nada, ni me comprometí con nada- se apresuró a alegar Tony.
-Pero sé que eligió quedarse con él cuando el señor Thomas le habló al cumplir Harley el mes con usted- contraatacó la IA.
-Eso fue antes de saber que no podía valerse por sí mismo en algo tan sencillo como medicinas o alimento...
-Usted tampoco puede.
-Cállate J.A.R.V.I.S.- cortó Tony sentándose en la cama.
Pensó en los pros y los contra de llevar a Harley con él.
Si bien no estaba acostumbrado a cargar con niños y no quería tener que estar dedicando toda su atención a los horarios de comer y tomar medicina del chico, lo cierto era que sería más fácil eso que dejar que Banner quisiera más información sobre los padres de éste para demandarlos por falta de atención, además de que había riesgos de que el niño decidiera ignorar todos sus cuidados de nuevo y eso lo llevara a un hospital por falta de alimentos y todos los problemas que eso conlleve, no sobraba decir que le parecía más fácil hablarle al niño con instrucciones sabiendo que siempre podía mirarlo enojado si le replicaba sobre algo, en lugar de a fin de cuentas tener que llamarle todos los días para interrogarlo o gritarle con el riesgo de que Harley se llenara de valor de ignorar una vez colgada la llamada.
-J.A.R.V.I.S., depende de ti, dame una sola razón que haga quedar a Harley como responsable o irresponsable para quedarse solo durante tres días, lo que sea, inclina la balanza hacia un lado- pidió Tony.
-Mmm, ¿esto le sirve señor?- le preguntó J.A.R.V.I.S. al mismo tiempo que hacía reflejar un video en la pared.
Harley estaba aburrido acostado en la cama, mirando al techo, no se le ocurría nada que pudiera hacer y no creía que pasar el tiempo con el señor Stark fuera una opción, el hombre se iría de viaje en seguida, y el se quedaría solo, genial.
-Arriba Harley, tienes que empacar- llegó entonces diciéndole Tony a la vez que dejaba caer una maleta mediana color negra en la cama.
-¿Por qué?- le preguntó él extrañado.
-Porque vienes conmigo- le informó Tony.
-¿A Rusia?- preguntó Harley abriendo los ojos en grande.
-No, a un pueblo que está a tres horas y media de aquí- contestó Tony.
Harley lo miró extrañado.
-Los rusos vienen para acá, tienen que atender otros negocios y por eso me citaron ahí- explicó Tony.
-Ah.
-Sí, bueno, empaca lo que tengas que empacar, serán solamente tres días y tenemos que salir a la 01:30, o sea que tienes una hora para alistarte- informó el hombre antes de salir de la habitación.
Harley miró la entrada un momento y luego no pudo evitar sonreír, tal vez no fuera a Rusia pero no pasaría solo durante días después de todo.
Rápidamente se puso a seleccionar tres mudas de ropa y su pijama, luego tomó una ducha y al terminar se lavó los dientes y cepilló su pelo guardando los utensilios de higiene en la maleta.
Se vistió y se acomodó el cabestrillo antes de tomar su mochila, asegurándose de que guardaba todo lo de siempre ahí.
Al terminar se colgó la mochila y también la maleta de su brazo bueno y se dirigió a la sala.
Ambas bolsas se iban resbalando por su brazo mientras bajaba las escaleras pero no podía hacer nada gracias al yeso, además de que la leve cojera que su pierna aún mantenía se lo ponía más difícil.
-Ya me encargo yo- escuchó decir una voz antes de que ambas mochilas le fueran alejadas y Tony las colgara de su propio brazo.
-Gracias- le dijo.
Bajaron a la sala donde Tony ya tenía su maleta y portafolio en un sillón, justo donde dejó las de Harley.
-Tengo que hacer una videollamada con Happy antes de irnos, en seguida bajo- le avisó el mayor.
Harley asintió y esperó en el sillón mientras Tony bajaba, se perdió viendo la fuente del oso polar a través del cristal.
-Ya- llegó diciéndole Tony minutos después.
-Estoy listo- le contestó parándose.
-¿Empacaste todo?
-Sip- contestó Harley muy seguro.
-¿Tus medicinas?- preguntó Tony con una ceja levantada.
-Opps- respondió Harley.
-Ver por ellas mientras subo las maletas a la camioneta- dijo Tony.
Harley asintió y él comenzó a hacer lo dicho, a la vez que deseaba poder viajar en avión, pero no quería arriesgarse a que los pilotos pusiera especial atención en Harley o a que Happy se enterara de su pequeño acompañante y lo interrogaba al respecto.
-Aquí están señor Stark- llegó diciendo Harley.
-Van contigo adelante, mételas en tu mochila si quieres- lo instruyó Tony.
Harley iba a hacerlo cuando notó la maleta que estaba en la cajuela.
-¡Mi Mark!- exclamó mientras la tomaba.
-Ah sí, llévala adentro por favor- le pidió Tony terminando de acomodar todo.
-¿No puedo llevarla conmigo?- preguntó Harley ilusionado, sintiendo ganas de entrar en ella.
-Nop, esa armadura no saldrá de esa maleta hasta al menos dentro de una semana cuando te hayan quitado el yeso- respondió Tony cerrando la cajuela y volteando a verlo.
-¿Pero por qué?- preguntó Harley de inmediato confundido.
-Porque creí haber sido muy claro cuando te dije que tenías que usar cierto rango de velocidad cuando volaras, además de que esa rajadura en tu yeso no se hizo sola o en el orfanato, ¿verdad señor Keener?- le preguntó cruzándose de brazos.
Harley pasó saliva.
-Yo...
-Hiciste lo que quisiste, te rompiste el yeso, me ocultaste la verdad... bien hecho niño- le dijo Tony dando tres aplausos.
-¿Tengo un castigo por eso?- se atrevió a preguntar con vergüenza Harley, la pequeña lista de cosas que hizo mal de Tony lo hicieron recordar el tono que empleaba su madre antes de un sermón o castigarlo.
-¿Qué? No no, a mí no me interesa eso ni es mi deber, en todo caso ya escuchaste que no puedes utilizarla hasta perder el yeso, pero no es que lo aplique como un castigo, es que no quiero tener que llevarte con Banner porque te rompiste el yeso o te torciste el brazo o la abriste por accidente en el aire y al caer volviste a abrirte alguna herida- explicó.
-Está bien- respondió Harley, y sin esperar más entró a la sala a dejar la armadura.
Tony no le quitó los ojos de encima. No es que quisiera realmente querer aplicarle castigos al niño, cierto que había descubierto ciertos puntos que podían ameritarlo últimamente, pero no creía que eso fuera de su incumbencia, ya suficiente tenía con tener que monitorear sus alimentos y medicamentos durante unos días mientras se acostumbraba a ingerirlos, el problema en sí era que le molestaba por el simple hecho de ser Tony Stark, la gente solía obedecerlo, era el dueño y jefe de su empresa, pero luego estaba aquel mocoso de diez años al cual había notado no le costaba ignorarlo si quería, lo cual era frustrante.
Además de que no era simplemente que él fuera sobre protector, de hecho diría que todo lo contrario, era una persona que había tenido muchas caídas en su vida, tanto metafórica como literalmente, y siempre supo que todo es cuestión de levantarse, no le importaría normalmente que el niño se cayera de la cama o de la armadura, tampoco que se pegue contra algo, el problema era que cada vez que miraba a Harley seguían los rastros de su accidente, cicatrices de diferentes formas por su cuerpo, un brazo enyesado, un pie que si bien sí había mejorado seguía teniendo ligeros momentos de cojera, entonces es cuando temía que Harley se rompiera el yeso en serio, o que se abriera una herida, sobretodo las de la espalda, o que se torciera el pie o la mano, entonces el niño estaría peor de como estaba ahora además de que él entraría en pánico, sí, sabía cosas básicas de curación, era Iron Man y un Vengador, su vida giraba al rededor de accidentes, pero Harley podría asustarse o incluso quejarse mucho por el dolor y él aunque podía destacarse como curandero, no lo hacía como un tranquilizador de personas.
-Ya está- llegó diciéndole Harley.
-Muy bien, adentro- instruyó Tony.
Ambos subieron y Harley vio que Tony había metido ya su mochila junto con las medicinas.
Entonces volteó como siempre y ajustó su cinturón.
-Será un viaje largo y no puedo parar, mi primera reunión es hoy mismo y tengo que llegar a tiempo, si quieres recuéstate pero no te quites el cinturón- instruyó Tony. Otra cosa en la que tenía que ser paranoico, aunque en esta ocasión no era a causa de Harley, sino de él, al ser Iron Man y Tony Stark, no sabía en qué momento sería perseguido por alguien y tendría que improvisar algunos movimientos con la camioneta.
Harley asintió a su orden y Tony arrancó.
-J.A.R., vigila y asegura la casa, cualquier problema con ella me avisas de inmediato- ordenó.
-Sí señor.
Ninguno dijo nada por el camino, Tony se concentraba en la carretera y Harley miraba el paisaje, disfrutando de la silenciosa compañía del hombre.
Tony esperaba llegar a tiempo para su reunión, de lo contrario Happy lo mataría, más después de haberle dicho que por puro capricho quería manejar hasta su destino en lugar de ir en avión como lo habían tenido previsto antes, pero no quiso arriesgarse a que el piloto, las azafatas o cualquier otra persona trabajando ahí comenzara a correr el rumor de que se fue en el avión con un niño.
Podía decir que hacía el favor a un niño desamparado de llevarlo con su familia a donde él iba, pero no quería arriesgarse nuevamente con una mentira que el niño escucharía, además de que Happy tenía otra versión de la historia de Harley.
Después de minutos de conducir notó que Harley se había quedado dormido, lo cual ya no le extrañaba ahora que sabía de su falta de energía por la comida, además de que suponía que también la medicina podía causarle un poco de sueño.
-Señor Stark, hora de la medicina de Harley, caja verde y azul- le indicó J.A.R.V.I.S. a las 02:00 p.m.
-¡Harley! Despierta- le gritó al niño.
Éste abrió los ojos brevemente pero volvió a cerrarlos.
Entonces Tony alzó todo lo que pudo el volumen de la radio, donde ponían una canción de rock y el chico despertó sobresaltado.
-¡Tu medicina!- gritó Tony en medio de la música.
Harley se veía de mal humor por haberlo despertado así pero sin replicar nada tomó los medicamentos, luego volvió a acostarse contra la ventana mientras Tony bajaba el volumen de nuevo.
El viaje siguió sin más contratiempos, Harley en momentos despertaba pero no decía nada, lo cual a Tony le parecía un poco raro.
-Señor Stark- llamó J.A.R.V.I.S. a las 03:30 p.m.- es una hora apropiada para que Harley coma.
-Pero no tengo...- comenzó a decir Harley pero se detuvo porque Tony reaccionó a lanzarle una mirada amenazadora por el espejo.
-Sí, buena idea J.A.R.V.I.S.- le dijo.
Condujo un poco más hasta que se detuvo en un local de comida rápida.
Bajó y en pocos minutos regresó con una bolsa de papel café.
-Toma- le dijo a Harley pasándosela.
El niño la abrió y vio dentro una botella de juego de naranja y un burrito al parecer de pollo.
-Ya se que no tienes hambre, pero será así durante algunos días porque mal acostumbraste a tu estómago, pero después volverás a acostumbrarte a comer y será más fácil, de hecho tal vez incluso sí estés hambriento aunque no lo creas- le explicó Tony arrancando nuevamente.
-¿Por qué usted no intenta hacer eso?,
¿acostumbrarse de nuevo a comer?- le replicó Harley, destapando el burrito para no hacer enojar al hombre.
-Buena pregunta, pero no lo sé ni me importa hacerlo, y de todas formas no soy el que está perdiendo peso y quedándose dormido todo el tiempo por la debilidad- explicó Tony.
Harley sólo lo miró feo.
Por fortuna cada vez que Tony miraba por el espejo retrovisor se daba cuenta de que Harley seguía comiendo, lo cual le suponía un alivio.
Llegadas las 04:00 p.m. J.A.R.V.I.S. avisó de la medicina que hacía falta y el niño la tomó sin réplicas, terminando toda la comida minutos después.
Luego se quedó aburrido viendo hacia el techo y la ventana.
Tony se sorprendió de que a pesar de las dos horas y media que llevaban de camino no se mostrara inquieto como había temido en un principio, tal vez lo juzgó mal.
-Ya llegamos- anunció a las 05:00 p.m. estacionándose.
Harley vio por la ventana, esperando ver un hotel, pero se sorprendió cuando notó una empinada llena de pasto y en la cima una casa color madera mediana que parecía más una cabaña.
-¿Aquí será su reunión?- le preguntó a Tony.
-Claro que no, aquí es donde nos estaremos quedando- le dijo Tony.
Harley lo miró un poco extrañado.
-La casa pertenecía a mi padre, aunque claro, ahora es mía- le dijo.
-Pero, yo tengo entendido que tu padre era rico y poderoso, esa no se parece a ninguna de las casas suyas que salían en los periódicos o televisión- le dijo Harley.
-¿Y tú cómo sabes de sus casas? Él murió antes de que tú nacieras, y ya no era el rostro de las revistas cada año- preguntó Tony.
-Investigué un poco, ya sabes, para ver sus sistemas de construcción y sus aportaciones con la tecnología- explicó Harley.
Tony asintió.
-Mi madre quería estar de vez en cuando alejada de las mansiones y lujos extremos en general, así que convenció a mi padre de comprar una que otra casa más privada y sencilla que pudiera pasar desapercibida, las cuales nunca fueron mostradas al público- explicó Tony.
-Ah.
-Ven, no tengo mucho tiempo, mi reunión de hoy es a las 06:30 y me queda a cuarenta minutos el hotel donde se hospedan, además de que tengo que corregir algunos detalles al papeleo- dijo Tony.
Entonces ambos bajaron de la camioneta y él fue a la cajuela a sacar las dos mochilas.
Mientras Harley miró a su alrededor y vio que más atrás había un pequeño lago, luego seguía extendiéndose el pasto, sin más casas a la vista.
-Harley- lo llamó Tony cuando iba hacia la cabaña.
Harley fue tras él y al llegar Tony abrió la puerta con una llave que ya había buscado previamente antes de salir de su casa.
Al entrar se daba a la sala la cual estaba amueblada con tres sillones esparcidos, una mesa en el centro y un mueble donde estaba una televisión.
Todas las paredes y el techo eran de color madera.
-Se ve muy limpia para que nadie la habite- comentó Harley.
-Mi antigua... encargada de mi empresa y cosas personales se aseguraba de tener personas que dieran mantenimiento a cada una de las casas que tengo, ella ya no está pero el contrato sigue, así que dos veces por mes vienen a limpiarla- explicó Tony- ven- llamó.
Harley lo siguió y pasó por la cocina que estaba justo al lado de la sala, divididas sólo por la pared de en medio que tenía un arco para pasar a través, luego había unas escaleras y al lado de ellas seguía un pasillo muy estrecho con dos puertas ahí.
-Para allá hay un baño y el cuarto de lavadoras- explicó Tony al ver que se quedó mirando.
Subieron las escaleras y en el segundo piso, a lo largo del pasillo había cuatro puertas y al fondo otras de cristal que parecían dar a un balcón.
-Hay tres habitaciones y la otra puerta es el baño, es el único aquí arriba, y en el fondo de allá se da a un balcón grande- señaló.
Harley asintió.
Luego Tony se dirigió a la primera puerta del lado izquierdo y entró, dejando su maleta ahí.
Fue hacia el que estaba al lado seguido de Harley y dejó la suya.
-Esta será tu habitación por estos días- le dijo.
Las paredes eran como en el resto de la casa y tenía una cama individual, desde luego más pequeña que donde dormía en la mansión.
Había un buró a cada lado de la cama y una ventana en la pared del fondo, un ropero pequeño en la de enfrente y al lado un tocador donde había una televisión más sencilla que la de la sala.
-Mi padre nunca estuvo de acuerdo con tener esas televisiones tan antiguas, pero mi madre se empeñó en tener un espacio donde no hubiera tecnología avanzada- le dijo Tony.
-¿Esta era tu habitación?- le preguntó Harley.
-No, es la de al lado, aunque a lo mucho vine aquí en tres ocasiones, dos con mis padres y una con una... no importa, la habitación delante de la mía era de mis papás y la otra es el baño, puedes poner tu ropa en el ropero aunque nos vamos el viernes y si quieres explora la casa o sal al rededor pero por favor no te pierdas o hagas algún tipo de tontería, yo tengo que irme a la reunión y no sé a qué hora regrese- instruyó Tony.
-Está bien- asintió Harley.
-Como en todas mis propiedades J.A.R.V.I.S. está aquí, puedes dirigirte con él como en la mansión, y no sé a qué hora te toque la siguiente medicina pero cuando te avise tómala sin problemas por favor, no quiero llamadas mientras esté con los rusos y tampoco quiero llegar a obligarte a tomarla, ¿te queda claro niño?- preguntó.
-Sí señor Stark- contestó Harley.
-Bueno- contestó simplemente y salió de la habitación para cambiarse puesto que se había quitado su traje de la mañana para ir más cómodo mientras manejaba.
Harley miró toda la habitación, que no tenía nada que la convirtiera propiedad de una persona, como fotos, posters o cualquier objeto personal, justo como la mansión.
Miró por la ventana y le dio un poco de vértigo, estaba más alto de lo que habría creído, sin duda la altura era superior a la que había estado volando en la armadura, haciendo que sus nervios despertaran.
Salió de la habitación justo cuando Tony salía de la suya vestido con un traje negro y acomodándose la corbata.
-¿Qué hiciste aquí las veces que viniste?- le preguntó.
-La primera me encerré en mi cuarto todo el tiempo para no ver a mi padre, la segunda me escapé a beber a un bar con una identificación falsa y la tercera... me relajé en mi cama- explicó Tony.
Harley lo miró un poco desanimado.
-Lo único que puedes replicar de eso es la primera cosa- le dijo Tony, luego comenzó a bajar las escalas.
Harley lo siguió, queriendo ver más del terreno.
Tony fue hacia su camioneta y Harley caminó hasta el lago.
-¡Harley!- le gritó Tony antes de que se acercara por completo- ten cuidado ahí, está profundo y aunque supieras nadar tu brazo no te dejará, mejor que no te acerques demasiado.
Harley asintió pero Tony no subió a la camioneta, esperando que se alejara, entonces volvió hasta quedar al lado de él.
-Por favor niño, recuerda no hacer tonterías- le reiteró.
-Sí señor Stark- contestó Harley.
Tony suspiró un poco y subió a la camioneta.
Harley se apartó y Tony arrancó.
Harley caminó entonces al rededor de la casa pero no logró ver más que pasto extendiéndose y uno que otro árbol dando sombra, haciéndolo sentir de pronto más solitario que de costumbre gracias a lo gigante que era la mansión de Tony.
Llegó a la conclusión de que no tenía nada que hacer afuera y entró a la cabaña, la sala tampoco tenía alguna foto, la cocina no era muy diferente a la de la mansión sólo que con los artefactos más sencillos.
Subió al segundo piso y se asomó al cuarto del señor Stark ya que había dejado la puerta abierta, era igual al de él, tampoco sin tener una muestra de habitarlo, más que la maleta que descansaba en la cama.
Iba a ir al balcón pero después de recordar la altura de la ventana ni de chiste.
Regresó a la sala y ahí prendió la televisión, la cual no veía desde poco antes del accidente, su estado de humor nunca lo hizo querer prenderla en la mansión.
Pasó por varios canales hasta que llegó a donde pasaban Bob Esponja y comenzó a verlo.
El ruido de una puerta azotándose lo sobresaltó y volteó a todos lados asustado al encontrase a oscuras a excepción de la poca luz que proporcionaba la televisión.
-Hey, tranquilo- le dijo Tony, tranquilizándolo al instante al percatarse de que era él, llevando unas bolsas agarradas con ambas manos, razón por la que terminó pateando la puerta.
Harley se preguntó un momento qué hora era para que Tony ya hubiera regresado, él vio la televisión durante un rato pero al parecer se había quedado dormido, otra vez.
-Oye, me facilitó entrar con las manos ocupadas y sé que no se ve gente al rededor pero por esa misma razón abstente de dejar la puerta abierta- le dijo Tony.
-Lo siento, me quedé dormido- le dijo Harley.
-Es normal, por la medicina, en cuanto estás sin hacer nada- le explicó Tony yendo hacia la cocina y prendiendo la luz.
-Bueno, traje comida rápida y fácil de calentar para estos tres días, ¿qué quieres cenar? ¿Comida china? ¿Mexicana? ¿Pollo? ¿Sándwich? ¿Pizza o hot dog?- le preguntó ya sin las bolsas.
-Mmm, hot dog- contestó Harley.
-Creo que sigue caliente, ven- le dijo Tony.
Harley fue hacia la cocina y se lavó las manos con el jabón que vio ahí, luego se sentó en la mesa redonda y esperó a que Tony le pasara dos cajas de cartón delgado con un hot dog cada una.
-Gracias- dijo y comenzó a comerlo, puesto que hacía mucho que no comía uno de esos.
Tony se quitó la corbata y el saco entonces, tomando también una caja de cartón y sentándose frente a Harley.
-¿Cómo estuvo su reunión?- le preguntó el niño.
-Cumplió las tres A, agotadora, aburrida y aborrecible, pero las cosas con los rusos parecen ir bien y todo indica que cerraré el trato con ellos- contestó Tony.
Harley contestó algo pero tenía la boca llena y no se le entendió.
-No hables con la boca llena- le pidió antes de darse cuenta, sintiéndose al momento como su madre.
-Lo siento- se disculpó Harley ya que había recibido ese regaño algunas otras ocasiones.
Siguieron cenando mientras la televisión se escuchaba con Kung Fu Panda desde la sala.
-Señor Stark, son las 10:00 p.m., Harley debe tomar todas las medicinas- avisó J.A.R.V.I.S.
Harley hizo una mueca pero al momento se levantó y fue por su mochila para regresar con la bolsa de las medicinas, dispuesto a borrar el mal sabor con el hot dog de inmediato.
Lentamente comenzó a servir cada cucharada y a ingerir todo, para al terminar morder su comida rápidamente.
-Es sólo esta semana- le dijo Tony después.
Ambos terminaron de cenar después de minutos.
-Ahora sólo tómate la vitamina- le recordó a Harley mientras recogía la mesa y tiraba la basura al bote.
Harley hizo esto más gustoso que con el medicamento anterior, entonces soltó un bostezo.
-Tal vez deberías ir a dormir ya, tendrás que despertarte más al rato para las siguientes rondas porque yo no voy a ir a obligarte- le dijo Tony sacando unos papeles de su maletín y poniéndolos en la mesa.
-Está bien- aceptó Harley, sintiendo sueño.
-Sólo no olvides colocarte la crema en las heridas- le recordó Tony.
-Sí señor- respondió Harley antes de salir de la cocina.
Tony estuvo revisando papeleo veinte minutos más hasta que terminó, guardó los papeles y la comida que había traído en el refrigerador y subió también a su habitación donde se puso la pijama.
Luego se lavó la cara y los dientes en el baño e iba a regresar a la suya cuando recordó que debía decirle algo a Harley.
-Hey, niño- dijo abriendo la puerta de la habitación.
Harley aún no se había dormido pero se había encontrado a punto y al ver que volteaba la cabeza hacia él abrió más la puerta para iluminarlo.
-Olvidé decirte, mañana tengo la reunión muy temprano y no creo seguir aquí cuando tú te despiertes, así que ve el refrigerador y toma lo que quieras para desayunar, sólo deberás meterlo al horno, ¿bien?- le avisó.
-Sí señor Stark- respondió Harley somnoliento.
-Bueno, y...- iba a seguir hablando, pero se detuvo cuando vio más fijamente el brazo de Harley que tenía fuera de las cobijas. Era el sano, pero a diferencia del rostro del niño, ahí no tenía puesta la pomada.
-Te dije muy claramente que debías ponerte la pomada en cada herida niño- le dijo, su voz sonando un tanto mal humorada ya que se había cansado de tener que estar detrás de Harley para hacer lo que tenía que hacer.
El niño al instante notó la forma de hablar y los ojos mostraron un poco de nervios.
-No es que lo quisiera ignorar señor Stark, solamente que me era más difícil ponérmela en este brazo por el yeso, pero en lo demás sí me la pude poner- le explicó de inmediato.
El enfado de Tony no tardó en bajar al ver lo apurado que estaba el niño por explicarle, además de que sabía que desde luego no podía ser culpado por los problemas que le provocara su brazo.
-Está bien, nuevamente no reparé en ese detalle- le dijo Tony, luego miró el buró donde Harley tenía cada medicamento y prendió la luz acercándose a la cama del niño tomando la pomada en el acto.
Con esas palabras Harley se tranquilizó, sin querer hacer enojar al hombre.
-Si estás bien con esto puedo ayudarte- se ofreció Tony.
El niño lo miró unos segundos pero luego asintió.
Tony se sentó en la cama al igual que Harley y tomando su brazo comenzó a cubrir cada herida en la piel del niño, provocando pequeñas muecas de éste cuando sentía el ardor.
Desde luego Tony no era muy fanático de tener contacto con otras personas, pero por suerte para ese momento su vida como Iron Man y Vengador lo había llevado en numerosas ocasiones a coser o atender de cualquier otro modo una herida de alguno de sus compañeros o de él mismo, incluso llegó a atender de emergencia a niños o personas heridas mientras una ambulancia llegaba, así que por esa razón no sentía realmente molestia o algo parecido al tratar las heridas de Harley, además de que ya quería que se recuperara, así podría dejar de vigilarlo la mayor parte del tiempo y al fin el niño perdería el yeso, lo que creía sería algo bueno para ambos, por su parte adiós a la atención total hacia el niño y Harley al fin podría hacer esas cosas simples que no podía y que lo hacían frustrarse.
-Ya está- le avisó Tony cuando terminó- ¿si te pusiste en todas las demás?- le preguntó.
Harley tarareó "pensando", por lo que no fue necesario para Tony esperar respuesta.
Sin decir nada tomó el hombro del niño y lo hizo voltearse, para poder levantar la playera negra de la pijama de Harley, revelando que si bien se había untado la pomada en la parte baja de la espalda no parecía haber alcanzado en la parte alta.
-¿Te puedes quitar la playera un momento?- le preguntó Tony.
Harley asintió y él procedió a hacerlo fácilmente ya que no tenía puesto el cabestrillo.
Después cubrió también las heridas de la parte alta de su espalda y las de sus hombros.
E iba a cerrar la crema ya pero optó por volver a ponerle sobre las marcas profundas de la parte baja de su espalda.
-Listo, espera un momento a que seque para que te pongas la playera- le dijo Tony poniendo el bote en el buró.
-Ok... ¿señor Stark?- le preguntó entonces.
-¿Mmm?- respondió Tony.
-¿Usted cree que me queden estas marcas para siempre?- le preguntó volteándose hasta quedar de frente a Tony.
Tony lo miró unos segundos.
-En las heridas profundas a veces suele quedar cierto rastro, como un golpe, pero sólo las más profundas, las tuyas en realidad simplemente son demasiadas pero tengo entendido que en el hospital te las atendieron pronto, no han desaparecido porque no te las habías estado tratando, pero date unos días más siguiendo al pie de la letra lo que te recetó Banner y verás como empiezan a desaparecer- le explicó Tony.
-¿También las de mi espalda?- le preguntó sin estar muy seguro.
Tony pasó saliva.
-¿Exactamente cómo te hicieron eso?- le preguntó.
Harley al instante palideció y apartó la vista de la de Tony, clara señal de que no hablaría.
-Harley, te dije ayer que...
-Ya pagaron por eso ¿no? Entraron en investigación y pagarán, así que no es necesario que yo hable... por favor- le pidió Harley.
Tony suspiró, no se quedaba del todo conforme pero el niño se veía un poco alterado.
-Está bien, no hay problema- le dijo.
Después tomó la playera de su pijama para ayudarlo a ponérsela.
-Ahora sí a dormir, al menos por mi cuenta me espera un largo día- dijo Tony parándose de la cama apagando la luz- buenas noches Harley- añadió saliendo del cuarto.
-Buenas noches señor Stark- respondió el niño antes de que la habitación quedara oscura.
15 segundos... 20 segundos... 10 segundos... 22 segundos... ¡sí! 30 segundos, era el tiempo que el trompo había permanecido girando en el suelo antes de detenerse.
Harley no podía estar más orgulloso, después de todo hacía mucho que no jugaba pero aún conservaba el toque.
Siguió jugando con él en la cocina, al lado de la mesa, hasta que un ruido lo asustó y lo hizo aventar mal el juguete, no giró ni siquiera cinco segundos.
El señor Stark acababa de llegar y dejaba las cosas que traía del trabajo en la mesa.
-Hola niño- lo saludó Tony.
-Hola señor Stark, pensé que llegaría más tarde- le dijo Harley posando sus ojos en los objetos que Tony había llevado.
-También yo pero los rusos parecían de buen humor así que no hubo mucho que discutir, se planea cerrar todo mañana y luego cada quien para su casa- informó Tony, luego su celular comenzó a sonar y él salió de la cocina para contestar.
Harley entonces fijó su atención en la caja pequeña de plástico transparente que tenía una corbata dentro, en una bolsa de papel azul cerrada adornada con un moño amarillo, un paquete envuelto en papel, una caja pequeña color negra con un moño rojo, otra más pequeña y delgada envuelta en papel blanco y dos botellas de algún tipo de vino, además de el pastel circular que estaba en el centro de la mesa color blanco que ponía con mermelada roja: "Feliz Cumpleaños Tony Stark".
Tony regresó a la cocina, satisfecho de que Happy estuviera conforme con los resultados que iba teniendo esa reunión, y observó a Harley mirando atentamente todo lo de la mesa.
-¿Por qué trajo esto?- le preguntó el niño cuando lo vio.
-Me lo dieron algunos de los inversionistas de la reunión y dos de sus secretarias- le explicó Tony quitándose el saco gris del traje que traía puesto.
-¿Entonces hoy es su cumpleaños?- preguntó Harley no muy seguro.
-Sí, así es- le contestó Tony mientras se quitaba la corbata también.
-Ah, no lo sabía, pues... feliz cumpleaños señor Stark- le deseó sonando un poco animado.
-Gracias Harley- le contestó Tony.
Luego tomó del refri una lata de las cervezas que había comprado el día anterior y se dirigió a la sala donde se sentó en un sillón y prendió la televisión.
Harley aguardó un poco y luego fue detrás de él, sentándose en otro sillón.
Pasaron algunos minutos en los que Tony estuvo cambiando los canales sin parar.
-¿Y no vas a hacer nada?- le preguntó Harley entonces.
Tony lo miró sin entender.
-¿Qué tendría que estar haciendo?- le preguntó.
-¿Festejar? Celebrar tu cumpleaños- le respondió Harley como si fuera algo obvio.
Tony se limitó a hacer un gesto con la mano restándole importancia.
-Sólo es un día común y corriente, no es como que todos los cumpleaños deban festejarse- explicó.
Harley lo miró extrañado, no había investigado mucho sobre los eventos sociales de Tony, ya que lo que a él le interesaba era lo que a la tecnología y a inventar se refería, pero aún así tratándose de él en algún momento llegó a ver alguna toma en las noticias sobre la gran fiesta que daba en alguna de sus mansiones donde siempre estaba abarrotado de gente hasta más no poder, así que ahora le resultaba extraño que el hombre ahora simplemente le quitara total importancia a una celebración.
Tony por su parte estaba tranquilo con eso, sabía que parecería muy raro que él pasara su cumpleaños de forma inadvertida, incluso esperaba que los medios terminaran mencionándolo, pero no se sentía mal por ello, porque realmente no sentía ninguna necesidad de hacer una fiesta.
¿Para qué? Ese no era un buen momento, la fiesta no tendría ningún sentido, no le apetecía en ese momento estar rodeado de un montón de gente que gritaba o bailaba sin control alguno, tampoco estaba en condiciones de querer sufrir daños a la propiedad que por primera vez en su vida él debería arreglar personalmente, y el hecho de que después de haber tenido a Pepper como su novia no le permitía por el momento pensar en la compañía de cualquier otra mujer no ayudaba, sin contar la concentración que debía mantener por la empresa en ese momento.
-Pero sí que deben o al menos deberían, es un día especial para una persona...- comenzó a explicar Harley.
-No para mí- respondió Tony centrando su atención en la televisión.
-En ese día la persona en cuestión debería tener al menos un pequeño festejo- continúo el niño.
-¿Y por qué crees que traje el pastel?- preguntó Tony, recordando el recibimiento con felicitaciones de los empresarios cuando llegó al hotel, además de las felicitaciones por celular que había recibido de Happy y Rhody .
-Pero ahora está sólo aquí viendo televisión y tomando cerveza, el día aún no acaba- reprochó Harley.
-Lo de la cerveza lo hago cada año, es una tradición- le dijo Tony dando un sorbo.
-Por favor, ¿por qué no hacemos algo aquí para festejar?- le preguntó Harley.
-¿Pero por qué te interesa que tenga un festejo?- le preguntó entonces Tony con el ceño fruncido.
-Mi mamá siempre se preocupó en que yo tuviera un cumpleaños, al menos algo pequeño para pasar el día, y me decía que nadie debería quedarse solo desperdiciando un día así, entonces creo que eso le haría pasar un buen día- explicó el niño.
-¿Y exactamente qué crees que se podría hacer en un lugar como este en la nada para celebrar un cumpleaños?- preguntó Tony, tanteando el terreno.
Harley se quedó callado un momento, en instantes torciendo la boca hacia los lados, y cuando Tony pensó que ya no contestaría, lo hizo.
-¿Qué tal un día de picnic? El día está genial- le dijo.
Tony lo miró, no es que le apeteciera salir en ese momento realmente, como había dicho, no le interesaba para nada el día que era, pero al ver el rostro de Harley, que se veía entusiasmado por la idea, pensó que en realidad no eran los deseos del niño de festejarlo, sino que tal vez simplemente quisiera salir a hacer algo fuera de la casa.
-Entonces ve y hazlo, sólo intenta no caer al río- le dijo.
La cara de Harley cayó.
-¿Habla en serio?- preguntó.
Tony se encogió de hombros.
Harley pujó y se dejó caer contra el sofá, poniendo su brazo bueno sobre el enyesado como si los cruzara.
Tony continuó viendo la televisión, y a cada instante Harley comenzó a cambiar de posición en el sillón, subía los pies a la pared, se colgaba de cabeza, se acostaba de varias formas, se sentaba, etcétera.
Hasta que minutos después se levantó y regresó a la cocina, entonces Tony comenzó a escuchar cada pocos segundos la caída de un trompo.
Una, y otra, y otra, y otra vez.
Siguió cambiando a la televisión intentando ignorarlo, pero de rato terminó volteando a la cocina, desde donde Harley estaba sentado en una silla aburrido según veía.
Bueno, eso no era su culpa, sí que eran las consecuencias de llevar a un niño a un viaje de trabajo, pero no habría sido necesario llevarlo si él se hubiera mostrado más responsable con sus cuidados médicos.
Más canales pasaron al igual que más caídas sordas, y al final llegó a la conclusión de que no tenía nada que hacer y ya era buena hora para comer.
Subió a su habitación a cambiarse el traje por un pantalón común y una playera roja de mangas largas que subió hasta sus codos, entonces entró a la cocina.
-Está bien, comemos y regresamos, sólo porque no había nada bueno en la televisión- le avisó Tony buscando la comida.
Harley al momento levantó la cara sonriendo.
Tony calentó la comida que llevarían más tiempo de lo normal para que estuviera caliente cuando comieran y la puso en una bolsa de plástico.
-Hey, tus medicinas- le dijo a Harley cuando ya iban a salir.
El niño giró la cabeza un poco fastidiado pero no dijo nada y fue por las cajas de medicamentos y los llevó en otra bolsa.
Después salieron de la casa, pasando por la bajada hasta el pequeño lago.
-Aquí está bien- dijo Tony llegando a la sombra de un árbol ahí.
-¿Qué?, esto está muy cerca de la casa, no se siente un día de picnic- replicó Harley.
-Está en el exterior, es lo que querías- reprochó Tony.
Harley no dijo nada pero se mantuvo mirando hacia adelante, indicando que quería avanzar.
Tony suspiró, sin ánimos de discutir por eso.
-Bien, iremos más adelante hasta tapar la casa de vista- avisó Tony pero desconcertó a Harley cuando se fue caminando hacia un lado y no hacia adelante.
-¿A dónde vas?- le preguntó.
-Pues a la camioneta- le dijo Tony como algo muy obvio.
-Señor Stark, arruina el espíritu del estar afuera- le reprochó Harley sin moverse.
Tony se volteó con el ceño fruncido.
-Recuérdame quién era el que quería quedarse encerrado en el auto cuando íbamos al lago porque odiaba estar afuera, señor Keener- le replicó.
-Eso fue hace tiempo, ahora quiero caminar un poco y disfrutar de un picnic bien hecho- replicó Harley.
No se detuvo mucho a pensar en la acusación de Tony, para él su estado de ánimo era claro, antes estaba deprimido, pero ahora que había dejado la mayoría de su tristeza atrás sus energías en todos los sentidos volvían a despertar.
-¿Caminar? Como si estuvieras muy bien de tu pierna- dijo Tony.
-Lo estoy, es lo que más había mejorado y ahora con lo que me mandó el doctor Banner me siento mejor, y no es que vayamos hasta otro pueblo- explicó Harley.
Tony miró la camioneta con un suspiro y algo de añoro, pero al final caminó con cara de pocos amigos hacia Harley y más adelante.
No quería seguir discutiendo sólo por dónde hacer un picnic, se dispuso seguirle la corriente al niño, igual, como pensó antes, no tenía nada mejor qué hacer en una cabaña sin mucha tecnología en medio de la nada y sin un taller.
Harley siguió satisfecho al hombre y en determinado momento se situó al frente con la intención de dirigir dónde debían detenerse, habían pasado la zona con árboles y quería encontrar uno para cubrirse un poco del sol.
Tony no decía nada y esperaba ver hasta dónde llegaba el niño, de cualquier forma el de la mala condición al final sería él.
Pasaron unos minutos y al fin volvieron a ver alguno que otro árbol esparcido por el lugar y Harley comenzó a verlos observando al más alto para cubrirse, hasta que divisó agua al frente.
Se acercó más hacia allí y estuvo frente a un lago, considerable grande y del cual se extendía un bosque del otro lado.
-Mire, aquí hay un lago- dijo Harley emocionado como si Tony no pudiera verlo.
-Ah, sí- le dijo simplemente sin sorprenderse, ya sabía de la existencia de tal lugar, había sido parte importante para su cita en el tercer y último viaje que había hecho a esa cabaña.
Harley recorrió el lago con detenimiento y a metros de ahí divisó unos botes, eran tres y tenían dos remos cada uno, además de dos lanchas al lado.
-¿Habrá gente aquí cerca? Están esos botes- preguntó.
-No lo creo, esos son, bueno técnicamente son míos pero los compró mi padre cuando compró la cabaña- explicó Tony.
Los ojos de Harley brillaron, entonces Tony adivinó lo que diría a continuación.
"Por favor no..." comenzó a pensar.
-¿Podemos subir en uno?- preguntó el niño.
"Lo digas" terminó de pensar.
-Niño, ya pasamos la casa justo como querías, incluso fuimos más allá- le hizo notar.
-Pero un viaje en bote es perfecto para un cumpleaños- dijo Harley sonriendo.
-Pues no para el mío, y te repito: no me interesa festejar el día de hoy- le dijo Tony lentamente, pero dio igual porque Harley ya estaba entretenido admirando los botes de cerca.
Tony suspiró y caminó hacia él.
-Por favor señor Stark- le pidió Harley en cuanto lo sintió a su lado.
-No es necesario, lo que yo acepté es hacer un picnic, y ya- aclaró Tony.
-Y eso haremos, del otro lado del río- explicó Harley.
-¿Pretendes además llegar al bosque? No, renuncio- dijo Tony.
Harley hizo una mueca desanimado.
-Sólo por hoy, puede ser divertido, es su cumpleaños- le dijo.
-Te repito que no...
-Será sólo un momento, vamos, llegamos al bosque, comemos en seguida y regresamos- dijo Harley rápidamente sonriendo.
Tony volteó la cara, ¿por qué el niño no podía aceptar las cosas sin insistir en que fueran a su manera?
-Por favor, por favor, por favor...- comenzó a decir Harley dando pequeños saltitos al lado de Tony, el cual comenzó a desesperarse un poco.
Una de las razones por las que no quería niños era que sabía no soportaría su actitud inquieta, justo como la estaba teniendo Harley ahora.
No quería hacerlo pero sus opciones eran seguir siguiéndole la corriente al niño y terminar con eso, o gritarle que dejara de insistir quedando como el ogro del cuento.
-Yo no quiero ir conduciendo nada de esto- le dijo al niño atándose a una última esperanza.
-Yo lo hago- respondió Harley al momento sin dudar.
-Pero claro, cómo no pensé en eso, ven para quitarte el yeso antes y puedas moverte más cómodamente- le dijo Tony sarcásticamente.
Harley entornó los ojos.
-He visto que reman botes llevando un remo en cada brazo, y yo tengo un brazo- replicó.
-Sí, pero en esos casos en primer lugar saben remar, y en segundo lugar necesitan el otro lado también, además de que pesan mucho- explicó Tony.
-Entonces la lancha, se prende y se maneja, listo.
-Tampoco es tan simple, se debe vigilar y yo no voy a hacerlo- dijo Tony.
-Yo puedo.
-No sabes.
-Sí sé, he estudiado las lanchas para saber cómo funcionaba su sistema, sé lo básico y lo diferente que tenga esta sabré encontrarlo y manejarlo- explicó Harley.
Tony pudo haberle dicho simplemente que no confiaba en él, pero pensó que eso no le importaría al niño, seguiría insistiendo, guiándolo de nuevo a sus dos opciones.
Soltó un pesado suspiro e hizo una muy leve inclinación con la cabeza que Harley detectó al momento.
Emocionado fue hacia una de las lanchas y subió.
Eran pequeñas, sólo un poco más grandes que los botes, según veía los señores Stark se habían tomado demasiado en serio eso de vivir sencillamente dentro de esa cabaña.
Tony tardó un poco en ir detrás de él pero lo hizo de mala gana y se sentó, dejó la bolsa de comida en el piso de la lancha y miró a Harley con los brazos cruzados, forma de indicarle que comenzara a mover el medio de transporte acuático.
Harley miró el control de la lancha.
Pasaron unos segundos antes de que prendiera, y sonrió con suficiencia.
La manejó para avanzar pero chocó un poco con los otros botes.
Tony entornó los ojos.
-Ya lo tengo- se apresuró a aclarar Harley.
Tony no dijo nada y el niño siguió intentando sacar el bote, aunque manejar todo una una sola mano no parecía lo más recomendable.
Al final Tony se paró y tocó al niño en el hombro, señalándole después la cuerda que ataba la lancha.
Harley frustrado bajó a desatarla mientras Tony lo miraba con ojos divertidos pero manteniéndose serio.
Cuando Harley desató la lancha volvió a su timón, volviendo a estrellarse contra los otros botes pero esta vez sacándola exitosamente.
Demoró un poco más en ponerla en la dirección que quería pero al final lo logró y la soltó con objetivo hacia el bosque.
Se sentó frente a Tony con una sonrisa de suficiencia después.
-¿Qué?- le preguntó Tony al ver que no dejaba de mirarlo.
-Admite que soy un buen navegante y que me subestimaste- le dijo.
Tony soltó un bufido.
-Sí, claro, te diré eso sólo si llegamos al otro lado y regresamos después, sin ningún incidente y sin daños a las propiedades- explicó tomándole a la cerveza que había abierto desde hacía un rato.
Harley rodó los ojos.
-¿Y qué habría hecho hoy si no tuviera que estar atendiendo a los rusos?- preguntó después.
-Probablemente habría estado en el taller reparando cualquier cosa o mirando televisión en la sala mientras bebía una cerveza- explicó Tony.
-¿Sólo eso?- preguntó Harley incrédulo.
-Ajá- respondió Tony.
-¿No habría dado una enorme fiesta para celebrar?- preguntó el niño sorprendido.
-Las fiestas no son lo mío precisamente en este momento- le explicó Tony esperando que Harley no indagara más, cosa que por suerte no hizo, sino que se quedó callado durante un momento.
-¿Algo que quiera platicar?- le preguntó después.
-¿Cómo de qué?- le preguntó Tony alzando una ceja.
-No lo sé- le respondió encogiéndose de hombros- ¿qué tal una experiencia de cumpleaños que haya tenido?- añadió después.
Tony alzó la cabeza pensando, no se le ocurría nada memorable, la mayoría de las veces sino es que siempre, hizo fiestas enormes que incluían lo mismo: baile, destrucción a la propiedad, alcohol, mujeres y música a todo volumen, y no creía que alguna historia fuera la mejor para contarla a un niño, hasta que de repente un recuerdo muy vago viajó a su mente.
-Cuando cumplí seis años desperté y pensé que mi cumpleaños había sido olvidado porque no había nadie en casa y no recibía ninguna felicitación, hasta que mientras tomaba mi desayuno Jarvis llegó y...
-¿Ya existía J.A.R.V.I.S.? Creí que usted lo había inventado- lo interrumpió Harley.
-No Harley, el "verdadero" Jarvis, el mayordomo de mi padre, por el cual bauticé a mi IA con ese nombre- le explicó.
Él asintió atentamente para que Tony continuara con la historia.
-Bueno, entonces llegó con un pequeño pastel de chocolate y al no verme con mucho ánimo me llevó a la feria, donde como cualquier niño me volví loco, la verdad a pesar de la posición de mis padres no había ido muchas veces a una- "no querían tener que lidiar con cuidarme"- y me divertí, Jarvis se mareó bastante en la montaña rusa, incluso volvió el estómago, pero para mí había sido genial- relató.
-¿Y... sus padres no estuvieron ese día?- se atrevió a preguntar Harley, sin ignorar el hecho de que ellos faltaban en esa historia.
Tony negó con la cabeza.
-Tres días después me llegó una postal, me felicitaban, me mandaron dinero y me decían que las vacaciones se habían alargado por razones complicadas, que volverían en una semana más, y cuando lo hicieron mi padre al momento se perdió enfrascándose en una nueva arma- explicó y después le dio un trago a su cerveza.
Harley lo miraba un poco desanimado, según las fiestas que veía daba el hombre había supuesto que había tenido los mejores cumpleaños del mundo a lo largo de su vida.
-¿Y cuál ha sido su mejor cumpleaños?- le preguntó después queriendo subirle el ánimo con eso.
-Mis cuatro años, mi madre me hizo una fiesta donde invitó a todas sus amistades, había algunos niños y era el centro de atención, mi padre nuevamente no estaba pero me envió una moto- respondió, aunque mintiendo, porque la falta de su padre no lo había dejado disfrutar del todo, pero quiso dar una respuesta que le diera satisfacción a Harley para que no hiciera más preguntas que lo llevaran a pensar en un buen cumpleaños, porque no los había tenido, no uno en especial, después de todo las grandes fiestas las daba cualquier día y mientras fue un niño alguno de sus padres faltó o lo hicieron ambos, y cuando estuvieron fue reprendido por algo, Howard solía encontrar razones siempre.
-¿Mejor regalo?- preguntó aún así el niño.
-La moto de esa ocasión- le respondió Tony enseguida.
Harley asintió, luego se inclinó sobre la lancha hasta tocar el agua con su mano.
-No te caigas- le advirtió Tony.
-¿Otra anécdota?- le preguntó cuando se enderezó.
-¿De mi cumpleaños? Todas aburridas o como las que ya te dije- respondió Tony.
-No, de lo que sea, ¿de los Vengadores? ¿Iron Man?- le preguntó un poco dudoso porque recordaba que Tony se había mostrado reacio a hablar de eso cuando se conocieron.
Tony lo miró fijamente.
-Ok, pero no se lo puedes decir a nadie, sólo lo sabemos Ojo de Halcón, la Viuda Negra y yo- le dijo Tony como si Harley conviviera y hablara con mucha gente.
Él notó esto pero no lo dijo para no interrumpir al hombre y tan sólo asintió.
-Ok, todos se estaban mudando a la torre de Nueva York después de que me rogaron cedérselas y cada quien se alojaba con sus armas, aparatos tecnológicos y demás cosas, por lo que todo era un desastre y nadie tenía el mejor humor para estar organizando vivir con otros extraños. Entonces el Capitán América terminó dejando su escudo en una caja porque Banner le gritó por ayuda con una máquina de consulta o algo así, mientras tanto yo me encargaba de la lista de administración y Natasha y Barton no paraban de molestarme a gritos sobre dónde poner tal cosa y lo otro, al final por accidente de Barton la caja con el escudo terminó cerrada y cuando me preguntó qué hacer con ella desesperado le grité que la tirara a la basura. Natasha siendo observadora como ella es se dio cuenta de que la caja faltaba pero ya era tarde, el camión había pasado por ella, entonces tuvimos que...- narró Tony siendo detallado en los momentos graciosos de sus compañeros por recuperar el escudo, mientras omitía sus propios momentos de bochorno.
Harley en todo momento se la pasó entretenido riendo, ni siquiera puso objeciones cuando llegó la hora de que tomara la medicina, solamente quería hacerlo rápido para seguir escuchando a Tony.
-Al final cuando lo recogió preguntó por qué olía raro, a lo que dijimos que Banner había derramado un tónico con mal olor cerca de ahí, y ninguno se dio cuenta de nada- terminó de narrar.
Harley sonreía plácidamente.
-Apuesto a que su reputación se vería seriamente dañada si alguien se entera de esto- le dijo a Tony con una ceja levantada.
-Oye, quedamos en que sería un secreto, no seas chismoso- lo "reprendió" Tony.
-Lo siento, debiste ver en quién confías, ahora usaré esto para hacer mi propio blog de "La vida privada y vergonzosa de los Vengadores"- mencionó con orgullo.
-¿Ajá? ¿En qué ordenador?- le preguntó Tony.
-J.A.R.V.I.S. me ayudará, así podrá vengarse de las veces que es malo con él- le dijo el niño absolutamente seguro.
-Oye, yo no lo trato mal, simplemente él a veces habla de más- le explicó Tony terminándose la cerveza.
-Ajá- le dijo Harley.
Tony giró los ojos.
-¿Otra historia? Qué tal sobre...- Harley no pudo terminar la frase porque en ese momento se dio cuenta de que la lancha estaba girando llevada por la corriente.
-¿Qué tal si atiendes esto, navegante?- le preguntó al momento Tony recargándose más contra la lancha y cruzando los brazos.
Harley no dijo nada, sabiendo las intenciones del hombre de que fracasara para al menos decirle "te lo dije".
Se levantó rápidamente de su asiento y comenzó a tirar del timón de la lancha, pero movió mal los controles en un intento de hacerla ir más lento, provocando lo contrario.
-Si hay una catarata ahí Harley Keener...- le dijo Tony en tono amenazante.
Eso sólo puso a Harley más nervioso, y todas las películas con escenas de los personajes cayendo por una catarata vinieron a su mente, tratando de alejarlas o al menos de mantener únicamente donde los personajes terminaban encontrando un prado hermoso y sabían nadar, lo cual sabía no sería su caso en la última opción.
-Ah- comenzó a decir, listo para llamar a Tony cuando la lancha no giraba, pero recordó que el hombre declaró que no haría nada durante ese viaje.
Con todas sus fuerzas giró la lancha pero se pasó y terminó girándola justo al lado de donde venían.
-No quiero entrometerme pero creo que vas en dirección contraria- le dijo Tony mirando el cielo recostado en su asiento con los brazos detrás de la cabeza.
Harley volvió a girar y a manejar el sistema de la lancha, pero ya no sabía qué hacía, varias cosas se veían muy diferentes a los manuales que acostumbraba a ver, además de que en esta ocasión no había cables para ajustar, sólo un bote para mover.
Al parecer la mala suerte había llegado a acompañarlo en ese momento, lo confirmó cuando vio flotar un tronco grande por el agua, y cómo no, terminó chocando con él, sintiendo una fuerte sacudida.
Supuso que Tony también la sintió obviamente, pero él no le dijo nada, era lo suficientemente molesto como para guardárselas todas hasta el final.
Comenzó a mover las pequeñas palancas que estaban al rededor del timón, aunque no sabía qué hacían.
Grave error.
Sintió cómo una máquina sonaba en el bote y al voltear atrás vio con horror cómo del piso se alzaba otra capa de éste en ambos lados, precisamente uno llevando la bolsa de la comida encima.
Se movieron hasta salir del bote y se escucharon unos ajustes de tuercas más hasta que Harley vio cómo de los lados salían los que parecían ser unos propulsores, la comida estaba dentro de uno, en la orilla, tambaleándose.
Harley volvió a escuchar ruido y vio con horror cómo volvía a pasar lo mismo, pero esta vez la madera llevaba su bolsa de medicina.
Precipitado se aventó de un lado del bote colgando la mitad de su cuerpo para atrapar la medicina cuando saliera dentro del propulsor igual que la comida.
Logró tomarla estirándose pero perdió el equilibrio y creyó que caería al agua, pero fue jalado fuertemente de los pies hasta quedar dentro del bote nuevamente.
Tony, quien había mantenido los ojos cerrados ante todos los ruidos, pensando que no podía pasar nada grave, apenas y se enderezó justo a tiempo con toda la intención de burlarse de Harley cuando lo vio a punto de caer al agua.
Rápidamente sus reflejos despertaron y se lanzó por los pies del niño hasta volver a meterlo.
-¡¿Pero qué...- comenzó a preguntar cuando una sacudida lo interrumpió y de pronto la lancha comenzó a moverse hacia adelante muy velozmente en zig zag.
Él y Harley quedaron por ello tirados en la lancha, intentando agarrarse de los asientos para no caer por completo.
-¡¿Qué hiciste niño?!- gritó Tony mientras llegaba arrastrándose a la lancha.
Hizo el primer movimiento que se le ocurrió que fue mover el timón, pero eso sólo hizo que la lancha cambiara ligeramente de dirección pero sin disminuir su velocidad.
Tony volteó atrás y vio los propulsores que estaban a los lados, ¡tenía que ser su padre!
Comenzó a mirar los controles para ver cuál debía presionar y apretó los que creía indicados, pero un poco tarde puesto que alcanzó a sentir una sacudida y después vio el tronco del árbol justo frente a él.
Con los botones que había presionado los propulsores se habían apagado, pero la lancha había logrado cruzar todo el río y los había llevado al bosque.
Tony se llevó las manos a la cintura y suspiró.
Volteó a ver al niño, estaba acostado en el piso de la lancha hecho bolita y según creía con los ojos cerrados.
Se acercó y se puso frente a él para poder reclamarle todo lo que tenía qué.
-Bien hecho genio, menos mal que sabías manejar la lancha y eres un experto total en eso, de lo contrario me imagino que en este momento estaríamos en el fondo del agua o con un árbol atravesando todo por la mitad, y...- comenzó decirle, pero se calló súbitamente cuando notó la respiración entrecortada del niño.
-Harley- lo llamó.
El chico no respondió y sólo comenzó a apretar los ojos más fuertemente mientras le temblaba el cuerpo.
Tony iba a comenzar a asustarse creyendo que no tenía ni idea de lo que le pasaba al niño, hasta que fue consciente de que en realidad no era ajeno a la reacción, de hecho la conocía perfectamente, porque él mismo había estado viviendo con ella desde hacía meses, después de haber caído de un agujero en el espacio.
-Harley, ¿me escuchas? ¿Puedes intentar ponerme atención?- comenzó a decir arrodillándose cerca del niño.
Él al parecer no podía articular palabras en ese momento pero se mantuvo mirándolo a los ojos, indicándole a Tony que era consciente aún de él.
-Ok, estás sufriendo un ataque de pánico, no entres en pánico- comenzó a decir Tony, sintiéndose tonto al momento ante la última petición- lo que quiero decir es que no es tan malo como parece, todo está bien, ya sabías antes cómo funcionaba, porque me pasó a mí la noche en que nos conocimos, ¿lo recuerdas? Y tú me ayudaste a tranquilizarme, así que quiero que intentemos eso de nuevo, vamos a respirar juntos tranquilamente, concéntrate únicamente en mi voz, bloquea todo lo demás- lo instruyó y comenzó a respirar lentamente mientras repetía "inhala y exhala" una y otra vez.
Harley comenzó a imitarlo lentamente hasta que su ritmo fue más o menos parejo con el de Tony, luego éste consideró que la lancha podía ser un factor que afectara más su miedo.
-Oye, hay que salir de aquí, ¿está bien? Intenta pararte lentamente- le dijo.
Harley comenzó a moverse aún con temblores hasta que logró enderezarse.
Tony al ver su dificultad lo levantó por debajo de los hombros y luego lo sujetó de su brazo bueno para ayudarlo a sostenerse mientras lentamente bajaban de la lancha.
Había ahí un tronco medio enterrado en la tierra y se sentaron sobre él.
-Continuemos con la respiración, y pensemos en... en... herramientas, recordemos los circuitos que tienen que ir en el casco de Iron Man para poder crear la reacción...- comenzó a decir Tony mientras narraba un procedimiento de construcción y después decía el nombre de cada material utilizado.
Harley se centró en eso mientras seguía respirando y momentos después su respiración bajó de velocidad, aunque su cuerpo seguía teniendo temblores.
Ante esto Tony dejó de hablar y volvió a respirar lentamente, esta vez sin decir nada, sólo esperando que Harley imitara cada suspiro.
Minutos después Harley ya respiraba normalmente y tan sólo conservaba uno que otro temblor en la pierna izquierda y sus manos.
Se quedaron sentados en silencio, Harley con el rostro hacia abajo y Tony con la vista hacia el otro extremo del lago.
-Es un transporte diferente pero la sacudida, y luego el impacto... parecía un coche y... lo siento- dijo Harley después de un rato en voz baja y muy lenta.
Tony negó con la cabeza.
-Está bien, en serio, lo comprendo, lo sabes- le dijo.
-Pero es diferente- respondió Harley sin mirarlo, ninguno lo hacía, ambos miraban sus zapatos- tú te traumaste por salvar a Nueva York, a todo el mundo de una invasión de alienígenas asesinos, en cambio yo ese día... ni siquiera tendría porqué tener miedo, no tengo derecho, después de todo yo salí ileso- terminó de decir con voz enojada.
Cualquiera diría que tan ileso no salió pese a sus evidentes heridas, pero Tony sabía que no se refería a eso, sino a que no se sentía con el derecho de tener miedo de un suceso que únicamente a su madre le quitó la vida cuando él pudo seguir teniendo la suya.
Volteó a verlo y notó el enojo y culpabilidad en su rostro, en sus manos apretadas y aún temblando, aunque esta vez no supo deducir si era a causa del ataque de pánico o del coraje.
-No creo que sea así Harley, no es para que te sientas culpable- le dijo.
-¿No lo entiendes?- dijo Harley con tono exasperado- Yo estoy aquí llenándome de miedo como un cobarde cuando lo que me asusta ni siquiera me afectó a mí, y no es la primera vez que me pasa, el día de la Expo en el coche por eso fue mi miedo, por verme encerrado ahí cuando estaba cómodamente dormido mientras ella está ahora en una tumba enterrada bajo...
-Basta- lo cortó Tony con determinación- Harley, lo que dices no es verdad, claro que lo que pasó te afectó a ti, aún tienes vida pero sabes que es completamente diferente y sin...
-Sin mi madre- completó su oración Harley cuando él no pudo- porque ella no tuvo si quiera la oportunidad de tener una diferente, en cambio yo sí y parezco un cobarde cuando quien tuvo razones para tener miedo fue ella mientras el carro...
-Ssh- lo cortó Tony levantando una mano y estrellándola contra su pierna, no supo si fue por evitar que Harley siguiera recriminándose mientras recordaba un suceso doloroso o para evitar que fuera por un terreno que ya le tenía puestos los ojos llorosos.
Tony se congeló después de eso, esperando que Harley también se congelara pero no fue así, las lágrimas llegaron aunque él intentó apartarlas con su mano al momento.
Tony volvió su vista hacia sus zapatos nuevamente, por un lado quería darle algo de intimidad al niño por si tenía pena de que lo viera llorar, por el otro quería evitar su propio nerviosismo, porque se sentía en una cuerda floja, lo que había estado evitando durante días estaba pasando ahora, Harley lloraba por su madre y él no sabía qué hacer, pero cualquier acción que tomara o palabra que dijera llevaría la actitud del niño a una dirección diferente, no necesariamente buena.
Harley agradeció que Tony apartara la vista e hizo su mejor esfuerzo por soportar el llanto, notando la incomodidad del hombre cuando sus lágrimas comenzaron a caer.
Por suerte logró su cometido y todo quedó en sorber la nariz cada determinados segundos.
Tony lo miró y agradeció enormemente que su llanto no pasara a mayores, y hubiera deseado simplemente pararse y comenzar a hablar sobre cómo regresarían a la otra orilla pero la cara de Harley se veía llena de tristeza que supo que correría el riesgo de arrastrar todo con él ahora para soltarlo después, esta vez posiblemente con el llanto incluido completamente.
Además, en ese momento al estar solo en el bosque con él, pensó que el niño se merecía al menos un pequeño intento, pues sabía por lo que pasaba y no tenía la culpa de tenerlo solamente a él.
-¿Sabes? Mis padres también murieron en un accidente de carro, tal vez ya lo escucharas por los medios, de cualquier forma el punto es que recién de eso yo le tuve mucho odio a los autos, recuerdo que incluso destruí tres o cuatro que estaban en el garaje, duré algunas semanas sin subirme a uno después del entierro, enojado con los transportes, teniendo emoción ante algo que no me había quitado la vida a mí, yo ni siquiera estuve presente ese día, ellos se iban de vacaciones solos, así que...- dijo Tony, subiendo los hombros esperando que Harley entendiera lo que quiso decir.
El niño volteó a verlo con los ojos un poco rojos.
-Es tu perdida niño, llévala como tengas qué, y si tienes que pasar por miedo hazlo, estás en todo tu derecho, después de todo no fue tu culpa el resultado de ese día- le aseguró.
Harley se mantuvo mirándolo.
Tony supo que era lo más sentimental y consolador que podría ser, así que decidió que lo mejor era alejarse del niño y fingir que nada había pasado.
-Tengo que resolver cómo salir de aquí, ah, ver la lancha- dijo y se levantó del tronco.
Harley lo siguió con la mirada, no sabía cómo sentirse, era su primer ataque de pánico y había sido horrible, ahora se arrepentía de haberle provocado uno a Tony la noche en que se conocieron y llegó a la conclusión de que tenía bien empleado el golpe que le dio con la bola de nieve.
-Perdón- le dijo a Tony cuando por primera vez reparó en el golpe y daños de la lancha, más que nada por la parte delantera que estaba contra el árbol.
Tony le habría leído la carta antes pero pensó que si no sabía cómo consolar al niño entonces haría su buena obra del día no culpándolo.
-En cierta forma es culpa de mi padre, tal parece que nada de tecnología era inaceptable para él y terminó haciéndole modificaciones a estas cosas- dijo, estando completamente de acuerdo con lo que dijo.
Se quedó mirando todo y vio que estaba rota por la parte delantera, de donde se abría parte de su capó.
Aguardó un poco pensando y después fue a la lancha donde retiró un tablón de piso en la parte de atrás, ¡ja! Pudo haber convivido poco con él pero respecto a construcción sabía cómo pensaba su padre, encontró una pequeña maleta negra con herramientas, no sabía si destinadas especialmente para la lancha o incluso pensadas para una emergencia tipo "todo el gobierno está buscándome y tengo que huir" pero fuera como fuera le serían de ayuda en ese momento.
-Esto servirá para arreglar un poco las cosas- le dijo a Harley y procedió a empujar la lancha para apartarla del árbol y ver bien el daño.
-Puedo hacerlo yo, si quiere- le sugirió Harley.
-No hace falta niño, yo seré más rápido, además recuerda quién es el experto- le dijo Tony.
Harley comenzó a sentirse mal, recordó que era el cumpleaños del hombre y ahora no solamente lo había hecho estrellarse contra un árbol sino que además ahora él mismo debía reparar los daños.
-¿Puedo ayudar al menos?- preguntó nuevamente.
-No, gracias- le respondió Tony simplemente.
Harley se quedó sentado ahí, sintiéndose mal.
Pasaron los minutos y Tony se dedicó a revisar la parte frontal de la lancha, descubriendo una fuente de energía construida personalmente por Howard, lo notaba por lo avanzada y fuera de lugar que lucía en la lancha, pero según descubrió le ayudaría a volver a recobrar energías dentro de una o dos horas conectando ciertos cables, con ello recargando propulsores.
-Listo, ya quedó, la buena noticia es que cargará por sí sola, la mala es que le llevará entre dos y tres horas- avisó Tony sacudiéndose las manos después de haber hecho todo lo que tenía que hacer.
-¿Entonces no está dañada?- preguntó Harley.
-La idea es que no, el choque y mal uso de los propulsores hizo que se apagara y los cables se desajustaran, pero los acomodé y con la batería que mi padre le instaló ahí debería de producirle a la lancha la energía suficiente para volver a hacerla funcionar- explicó Tony guardando las herramientas en la lancha.
-Entiendo- dijo simplemente Harley, estaba un poco desanimado.
-Mientras tanto hay que comer, ¿dónde está la comida?- preguntó Tony mirando todo el interior de la lancha.
Harley suspiró.
-Los propulsores salían del piso, luego salían hacia los lados para formarse, la comida estaba encima del piso que salió, cuando el propulsor se prendió debió de haberse caído- le explicó Harley desanimado.
-Mmm, bueno- dijo Tony agachándose después- por lo menos quedó fuera éste refresco- dijo sacando una botella de 7Up.
-Debí de haberla recuperado de los propulsores antes de que se prendieran- se recriminó Harley en voz alta.
-No lo creo, de por sí ya estabas a punto de caer al agua, con esto debe estar bien por este rato- le dice Tony tendiéndole la botella del refresco mientras se sentaba en el tronco.
-¿Es para mí?- preguntó Harley.
-¿Sabes? A veces dudo de si en serio puedes considerarte un niño genio cuando siempre que te doy algo a TI, me haces esa pregunta- le respondió Tony.
Harley rodó los ojos pero sonrojó un poco.
-Es lo unció que tenemos, tal vez la quiera usted- respondió.
-No, me tomé una cerveza mientras hacías tus experimentos con la lancha, no me es muy bueno revolver eso con refresco- le respondió Tony.
Harley puso la botella entre sus rodillas y la abrió, luego procedió a tomar.
Tony miró el cielo notando que algunas nubes grises se veían en la lejanía.
Mientras Harley comenzó a sentirse un poco mal, pensando en que había querido que el hombre se la pasara bien en su cumpleaños pero terminó dejándole varado del otro lado del lago con una lancha rota.
Tenía que arreglarlo, no quería ser él quien dejara el día así de arruinado, ¿pero qué podía hacer?
-¡Tengo una idea!- gritó de pronto.
Tony saltó un poco ante la repentina energía del niño.
-¿Otra? ¿Por qué?- preguntó haciendo una mueca de dolor.
-Ésta será buena, es algo que hacía con mi mamá cuando íbamos a un bosque, era divertido- comenzó a explicar Harley- buscábamos pequeñas ramas de árboles durante un rato, quien encontrara más ganaba y al final con eso construíamos algo para el otro o unas casitas para pájaros.
-¿Quién encuentra diversión al irse al bosque con la idea de buscar ramas para hacer casas de pájaro?- preguntó Tony incrédulo sin poder contenerse hasta que pensó que Harley podría tomarlo a mal.
-Mi mamá fue parte de Las Niñas Exploradoras cuando era una niña, así que sabía hacer actividades al aire libre y por eso a veces hacíamos cosas así juntos- respondió Harley tranquilamente encogiéndose de hombros.
Tony sólo asintió, sin dar una respuesta de lo que le pedía Harley, a propósito.
-Por favor- dijo después el niño al notar el silencio de El Mecánico.
-Crecí internado en una escuela de cerebritos y en mi tiempo fuera de ahí me la pasaba haciendo fiestas en alguna casa de mi padre, ¿te parece que soy de las personas que se divierten teniendo el aire natural del bosque?- preguntó Tony.
-No, pero si lo prueba tal vez le agrade, ¡venga!- dijo Harley y sin esperar más respuesta de paró del tronco y comenzó a andar hacia los árboles.
-¡Hey! No, niño- llamó Tony, pero Harley se mantuvo concentrado en su propósito y no le hizo caso.
Tony miró al cielo soltando el aire y luego se resignó a que se fuera, dispuesto a esperar ahí, pero comenzó a recordar después de dos minutos que estaban atrapados en ese bosque precisamente por haber decidido no intervenir con el niño antes, sin contar que eso casi le provocó caer al agua y después tuvo un ataque de pánico.
-¡Harley espera!- llamó parándose del tronco y caminando por donde se había ido el niño.
Mientras Harley no perdió tiempo y comenzó a buscar ramas delgadas que se hubieran caído de los árboles, metiéndolas en sus bolsillos ya que no podía sostener muchas con una sola mano.
Le pareció que había tenido una buena idea, así mataría el tiempo mientras la lancha se recargaba y se sintió más tranquilo al pensar que podía hacer algo que solía hacer con su mamá, cierto que le daba melancolía de no tenerla ahí para hacerlo pero intentaba concentrase en no arruinar una bonita actividad que compartía con ella por malos pensamientos, además sabía hacer varias figuras con ramas, tal vez incluso podría hacerle algo decente a Tony y dárselo por su cumpleaños y compensación por lo que había pasado.
Se mantuvo así por un rato, perdiendo la noción del tiempo, llevando agarradas las armas incluso con su mano enyesada, feliz de que contaba con la movilidad de los dedos.
Le estaba sentando bien ese momento, porque a parte de buscar las ramas disfrutaba de ver los diferentes árboles y flores, a la vez que podía sentir el fresco aire y comodidad ya que el sol se había ocultado por las nubes desde hacía un rato.
Estaba sentado en ese momento viendo unas pequeñas piedras pensando en si podían serle útiles cuando escuchó el ruido de algo crujir.
Se volteó hasta dónde venía el ruido, un poco nervioso de que llegara a ser un animal que lo atacara, pero se alivió cuando a quien vio salir fue a Tony, aunque ese alivio pronto se convirtió en sorpresa y confusión, al notar al hombre con la parte de las rodillas para abajo llena de lodo, una telaraña enredada a lo largo de su cabeza, y una mancha café en el hombro de su playera que prefirió no imaginar qué era.
-Mmm, ¿todo bien?- preguntó, mientras la sorpresa comenzaba a dar paso a la diversión y se esforzaba por ocultar su sonrisa.
Tony caminó hacia él, sin verse muy feliz.
-No, nada está bien, primero me tropecé con un pozo profundo de lodo, rato después me topé con una telaraña en un árbol, y aún en momentos siento como si tuviera la araña encima de mí, por si no fuera poco un pájaro pasó y...- no pudo terminar de explicar los acontecimientos porque en ese momento Harley ya no pudo reprimir una carcajada.
Tony deseó en ese momento tener algo para aventarle al niño pero creyó que una piedra no era la mejor opción.
-Ya cállate o te voy a dejar colgado de uno de estos árboles- terminó diciéndole malhumorado.
-Perdón, perdón- le dijo Harley entre lágrimas e intentando controlarse para no hacerlo enojar más.
Tony no dijo nada y sólo se cruzó de brazos.
-Pensé que no iba a venir conmigo, lo habría esperado y guiado por el bosque- le dijo Harley después.
-Gracias, pero ya terminé suficientemente mal sin tu ayuda- le dijo Tony.
-No, en serio, sé moverme por aquí un poco, mi mamá me enseñó, y me era útil cuando EJ... bueno, no importa, de cualquier forma como verá no tengo una araña en la cabeza como usted- le respondió Harley mirando las piedras todavía.
Tony iba a responder pero primero se llevó una mano a la cabeza temeroso de que el niño hablara en serio, pero confirmó que no al ver su pequeña sonrisa que no lo engañaba en nada.
-Bueno, ya te divertiste, hiciste tu excursión, tienes tus palos, hay que regresar a la lancha, llevamos aquí una hora y media y en lo que llegamos la pila podría estar lista- apresuró al niño.
Harley abrió la boca para hablar pero no alcanzó a decir nada cuando sintió una pequeña gota de agua en la nariz.
Por la expresión de Tony también lo sintió y ambos miraron al cielo nublado que tenían sobre ellos.
-Ya en serio, hay que irnos rápido Harley- lo apresuró Tony.
Harley no perdió más tiempo y de inmediato se paró del piso y comenzó a caminar detrás de Tony rápidamente.
-¿Sabe a dónde va?- preguntó mientras lo seguía.
-No soy el mejor caminante en los bosques pero sí tengo un buen sentido para recordar las cosas, como salidas de un lugar sobretodo, así que sí- respondió Tony.
Seguían sintiendo pequeñas gotas de lluvia en momento.
-Comienza a rezar porque la lancha ya esté lista, porque si comienza a llover en serio...- le dijo Tony.
Anduvieron pero parecía que a cada paso la lluvia caía en mayor cantidad, y pronto escucharon el sonido de varias gotas estrechándose juntas contra el suelo.
Entonces Tony jaló a Harley del hombro y terminaron debajo de un árbol enorme que Tony esperaba los protegiera aunque fuera un poco con sus grandes ramas y abundantes hojas, por suerte era una lluvia sin rayos y truenos.
-No me imaginé que iba a llover- dijo Harley, de mal humor.
-¿No debería un explorador prevenirse para estos casos?- preguntó Tony.
-¡Yo no soy un explorador! Sólo sé algunas cosas por mi madre- replicó Harley.
-El yeso niño, no debe de mojarse- se dio cuenta Tony después.
Rápidamente reaccionó y procedió a quitarse la playera roja y después la gris de tirantes que tenía debajo, porque probablemente fuera térmica y ayudaría más a mantener seco el yeso, pero no estaba seguro, puesto que era Pepper quien organizaba su ropa, desde que ella se fue a él no le importó mucho el orden y se ponía cualquier cosa que encontrara primero.
De inmediato se arrodilló y cubrió como pudo el yeso con la prenda, esperando que también el cabestrillo sirviera de protección.
-¿Lo sientes más protegido así o te pongo la otra playera?- le preguntó a Harley cuando terminó.
-No no, así está bien, gracias- se apresuró a decir Harley, bastante impresionado de la acción de Tony.
Tony lo meditó un momento, asintió y se colocó de nuevo la otra playera.
-Ok, vas a ponerte detrás de mí, con el brazo enyesado contra mi espalda, para cubrirlo más- instruyó al niño poniéndose de pie.
Harley no se movió así que él mismo lo empujó un poco hasta hacer que quedara pegado a su espalda.
Después ambos se quedaron quietos y guardaron silencio, era un poco incómodo ciertamente, porque desde que vivían juntos habían mantenido ciertas distancias y Tony no era alguien a quien le gustara tener a otra persona tan cerca de él, pero era eso o arriesgarse a que el yeso se derritiera o le causara una infección a Harley.
Él por su parte se sentía cada vez más culpable por ese día.
Por mala suerte la lluvia no disminuyó sino que incluso llegó con más fuerza, haciendo que Harley se acercara aún más a Tony en un intento de disminuir el frío que le producía tener su ropa mojada.
Tony se mantuvo quieto y con los brazos cruzados, también sentía algo de frío, pero la verdad no le parecía nada comparado a cuando estuvo secuestrado en la cueva y se les acababa el carbón para encender el fuego, incluso presintió que en momentos sus secuestradores se las arreglaban para hacer más frío el lugar y presionarlo.
Sentía los temblores de Harley contra su espalda así como sus intentos de hacerse más pequeño para cubrirse más.
De repente Harley sintió como Tony se apartó y segundos después sintió una tela cubrirle por enfrente los brazos.
-También está algo húmeda pero de cualquier forma ya estás mojado- le dijo Tony, quien ya no vestía su playera roja.
-No, estoy bien- comenzó a decir Harley intentando quitársela pero Tony al momento lo detuvo.
-Nos saldrá peor si te enfermas, así que no quiero que te la quites- le dijo mirándolo seriamente para que comprendiera que no era una opción.
Lo soltó y volvió a darle la espalda mirando la lluvia, pensando en que fue mala idea irse a alojar en una casa donde no había mucha tecnología, su armadura estaba cargándose en su habitación pero sin la energía a la que estaba acostumbrada a obtener era más lenta.
-Gracias Tony- le dijo Harley entonces en voz baja.
Él sólo asintió.
La lluvia arreció una vez más durante unos minutos hasta que al fin comenzó a detenerse volviéndose unas simples gotas.
-Corre, antes de que llegue otra vez- dijo Tony en ese momento a Harley y ambos se fueron hacia donde habían dejado la lancha.
Al llegar ahí Tony se apresuró a revisar la batería, dándose cuenta de que ya había cargado.
-Anda sube- indicó.
Harley se quedó plantado donde estaba un momento, y Tony comenzó a temer que llegara otro ataque de pánico, pero entonces el niño pareció haber adquirido valor y lo hizo.
Tony le pasó la botella de refresco que había dejado antes junto al tronco, esperando que beber algo lo distrajera un poco del posible miedo, y luego empujó la lancha hasta el agua, donde se subió él y comenzó a alistarla para conducir.
-Hora de irnos- le avisó a Harley para que estuviera prevenido y la puso en marcha, teniendo sin duda más habilidad que el niño.
No se alejó para nada del timón queriendo prevenir otro desvío.
Mientras Harley se quedó sentado en su sitio, pensando que había arruinado todo en el cumpleaños del hombre, perdió la comida, los hizo estrellarse, lo hizo sufrir un par de accidentes en el bosque y al final no sólo logró que quedaran atrapados bajo la lluvia sino que además terminó usando sus playeras para cubrirse él.
Fue el peor acompañante que Tony pudo tener en su cumpleaños, pensó que sí hubiera salido mejor quedarse en la cabaña, él con su trompo y Tony con su televisión.
Entonces vio una bolsa flotando por el agua y la tomó, encontrando dentro dos platos de unicel de comida para llevar.
Los abrió y vio unos sándwiches de restaurante completamente mojados, e hizo una mueca.
Tony vio eso y únicamente se encogió de hombros.
Minutos después al fin estaban del otro lado del lago y la lluvia había parado completamente.
Tony aseguró la lancha junto a las demás y él y Harley caminaron hacia la casa en silencio.
En cuanto entraron Harley se quitó la playera roja y se la tendió a Tony.
-Quédatela, en realidad te la di por lo que le hizo el pájaro- le dijo con una sonrisa de suficiencia.
Harley se acordó de ese detalle y soltó la prenda haciendo una mueca.
-Ven- lo llamó Tony mientras sonreía con burla y subía las escaleras.
Harley lo siguió hasta su cuarto, ahí Tony tenía la armadura de Iron Man, se puso el guantelete de la mano derecha y fue hacia él.
Le quitó la playera gris que le había amarrado al brazo y también el cabestrillo, procediendo a sacar del guante un aire frío que comenzó a extender a lo largo del yeso.
Estuvieron ahí varios minutos hasta que Tony pensó que era suficiente y lo apagó, tocando el yeso.
-Parece que ya está seco, igual no se mojó demasiado, pero si sientes picazón o dolor porque se está rompiendo o tienes la piel roja necesito que vengas a decírmelo de inmediato, ¿entiendes?- le dijo a Harley.
-Sí- asintió el niño.
-Bien, ahora mejor ve a bañarte para que no te resfríes- le mandó.
Harley sólo asintió y salió de la habitación.
Entonces Tony bajó al primer piso para bañarse también en ese baño y de paso metió la ropa sucia en la lavadora ya que estaba mojada, llena de lodo y excremento de pájaro.
Cuando estuvo vestido y seco trabajó en los papeles que tenía que tener listos al día siguiente, deseoso de irse a su casa cuanto antes.
Rato después levantó la vista y vio a Harley parado en el marco de la cocina.
-¿Quieres cenar ya?- le preguntó.
Harley asintió con la cabeza y él comenzó a pararse.
-Si quiere puedo calentar yo y le traigo, para que siga trabajando- le propuso el niño.
-Pues si me haces el favor- le respondió volviéndose a sentar.
-¿Qué caliento?- le preguntó Harley.
-Lo que sea está bien niño- respondió Tony escribiendo algo.
Harley se fue y poco después regresó con dos platos de unicel que contenían enchiladas.
Regresó a la cocina y volvió con dos latas de refresco.
Tony apartó los papeles y ambos comenzaron a comer.
-Cuando termines trae tu ropa sucia, voy a poner la lavadora- le avisó al niño.
Éste asintió.
Había comenzado a llover otra vez pero en esta ocasión suavemente.
Cuando terminaron de comer Harley subió por su ropa y mientras tanto Tony tiró lo que habían usado.
Cuando Harley bajó puso la lavadora a andar con la ropa de ambos y regresó a la sala donde Tony estaba sentado nuevamente con dos pedazos de pastel en la mesa.
-De tres leches, no sabe mal- le dijo empujando un poco un plato para indicarle que era suyo.
Él lentamente se sentó en un sillón y comenzó a comerlo, la verdad estaba muy bueno, al menos alguien sí había hecho te Tony recibiera algo bueno en su cumpleaños.
-Señor Stark, lo siento- dijo rato después con culpabilidad.
Tony no le dijo nada y sólo lo miró con el ceño fruncido sin comprender.
-Por hoy, lo arruiné todo, con el choque, la comida, mi ataque de pánico y todo lo del bosque, en verdad quería que tuviera un buen cumpleaños, pero todo fue un desastre, lo lamento- le explicó Harley con tono lastimero.
Tony se sorprendió un poco por la expresión de tristeza y culpabilidad que tenía el niño, había pensado todo el tiempo que simplemente quería una excusa para salir un rato pero ahora que lo veía.
-Hey, no te preocupes por eso, está bien- le dijo simplemente en tono despreocupado comiendo un poco de pastel.
-Pero yo...- comenzó a decir Harley todavía mal.
-Harley, no debí dejarte conducir la lancha, tu ataque no es algo que provoques y tampoco sabías que iba a llover, sólo querías pasar un buen día, que yo lo pasara, no resultó como esperabas y es normal, como ya te dije antes este día a mí me da igual, no lo arruinaste porque no me pareció especial en ningún momento- le explicó recargándose contra el sillón comiendo otra cucharada de pastel- en todo caso puedo decirte que ahora viéndolo todo en tiempo pasado, fue un día interesante y no aburrido como esperaba que fuera, así que supongo que gracias- añadió dejando el plato vacío en la mesa.
Harley no se veía completamente convencido pero sí menos decaído.
Tony esperó que con eso bastara porque no tenía nada más que decir, así que únicamente le dedicó una pequeña sonrisa y tomó de nuevo sus papeles.
Harley no se sentía del todo convencido pero le alivió bastante ver el tono despreocupado de Tony además de su sonrisa al final.
-Ve el lado bueno niño, si alguna vez te topas con Ojo de Halcón o Viuda Negra sabrás cómo sobornarlos- volvió a decirle Tony guiñándole un ojo.
Esto no pudo reprimirle una sonrisa.
Tony continuó con los papeles hasta que volteó un momento y vio a Harley con los ojos medio cerrados bostezando.
-Ve a dormir ya niño, son las 09:07 así que J.A.R. te despertará a las 10:00 para tu medicina, te la tomas y sigues durmiendo- le ordenó.
Harley tenía mucho sueño así que no se sintió con ganas de replicar y se levantó.
-Tus medicinas- le dijo Tony pasándole la bolsa que había dejado en el sillón.
El niño las tomó y se dirigió a las escaleras.
-Buenas noches señor Stark- dijo.
-Buenas noches- le respondió Tony.
Pasaron dos horas y Tony al fin tenía todo listo y guardado, incluso la ropa que estaba en la lavadora.
Apagó las luces e iba a entrar a la habitación de Harley para asegurarse de que siguió las instrucciones médicas pero supuso que sí ya que J.A.R.V.I.S. estaba obligado a avisarle de lo contrario.
Entró a su habitación y destendió la cama, abriendo la ventana para que la luna que había salido cuando la lluvia paró iluminara el cuarto.
Se sentó y estaba a punto de acostarse cuando notó a su lado, en el buró, el contorno del casco de su armadura formado con ramas de árboles, teniendo también el contorno de los ojos y la boca con más palitos. La figura estaba parada, funcionando como decoración, y debajo de ella había una servilleta que tenía escrito con lapicero azul: "Feliz Cumpleaños Mecánico".
