gracias por leer esta historia como siempre con mis personajes favoritos.
Que son ...terry, candy agradesco su tiempo en leer esta Historia.
Esta es mi segunda historia que es totalmente mía.
Para ustedes my Lady
"Simplemente Tu"
De
Mari Grandchester
Salió del maldito Hotel desesperado tenia solo tres días y ya lo tenia fastidiado, le fastidiaba las multitudes, en especial el alboroto que daban las fiesta del fin de año, dejo salir el aire de resignación, sabia que todo era una excusa, No podía mentirse a si mismo, la verdad era que su maldito mal humor tenia Nombre, y ese era Candice White, la dulce niña que hoy era una hermosa mujer, a su mente vino aquel recuerdo que durante año estuvo ahí dentro de su corazón sin saberlo.
FLASH BACK
Era como el canto de una sirena, sus ojos lo había fijado en esa hermosa niña, Nunca en su vida había visto un cabello tan rizado, con los rayos del sol se miraba mas dorado, camino hacia ella sin darse cuenta, era como si todo sus sentidos dependía de esa hermosa niña.
No muy lejos ahí, los tres primos estaban muy entretenidos con sus algodones de dulce, Ninguno de ellos se dieron cuenta del momento exacto que el pequeño Marquez se alejo de ellos, solo unos ojos grises siguieron cada paso que daban el joven Heredero, desde lejos George Johnson los cuidaba siguiendo las ordenes de su patriarca " Solo vigilamos de lejos. amigo mío, ellos necesitan vivir"...solo por esa petición estaba ahí, pero tenia a seis hombre mas para que los vigilaras a los herederos, en especial al pequeño Marquez, solo era por precaución, desde donde estaba pudo ver hacia donde se dirigía el pequeño ingles.
la hermosa rubia no paraba de reír sin, ver a su amigo lleno de lodo la hizo sonreír hasta que su estomago le dolió.
- No le veo la gracias candy - grito molesto el pequeño vaquero.
- No te enojes John - salto desde donde estaba para ayudarlo - ven déjame ayudarte.
Con mucho cuidado lo limpio, estaba muy distraída en lo que hacia, que no se percato que estaba siendo observada, fue hasta que se dio la vuelta y vio los ojos mas bellos del mundo. Eran los zafiro mas hermoso que había visto.
Fueron segundo en que se perdieron en sus mirada, ella no podía parpadear, El estaba perdido en su mirada, fue el pequeño vaquero que los interrumpió.
- candy dame la soga para llevar el ternero - nadie le respondió - CANDY! - grito enfadado.
- No grites tom - hablo sin voltear a verlo - Hola - le sonrío al hermoso niño - soy candy - Terry de le sonrío, su dulce voz le lleno el alma.
- soy Terrence - dijo con su acepto bien marcado, gracias a su padre que nunca dejo de hacerlo ya que eran sus raíces, ella parpadeo varias veces, ya que le pareció extraño su forma de hablar El temblaba por cada movimiento que hacia sus pestañas, cuanto mas la miraba, mas fascinado estaba con ella, con emoción canto cada una de sus peca, y sin saber por que sintió deseo de besarla.
- Que? - dijo haciendo un puchero, dejando ver sus hermosos Hoyuelos, El solo le sonrío, ver esos gesto de elle, lo hipnotizaba mas, el pequeño ingles estaba completamente enamorado. tanto que no podía ni parpadear, quería mirar cada gesto de ella y memorizarlo en su mente y corazón, miles de mariposa se posaron en su estomago, no sabia que le pasaba pero le gustaba la sensación que le provocaba la linda pecosa.
Desde ese momento El no se alejo de ella, su mundo había cambiado, esa tarde nunca la olvidaría, El le dio dulce, refresco, algodón de azúcar.
Todo el tiempo se mantuvo cerca de ella, desde lejos pudo ver que sus amigos los andley se agrupaban para irse, ya que su permiso era de dos hora, fue en ese momento que El tenia que despedirse, pero prometio buscarla, ir donde ella vivía.
- Es una pena que te tengas que ir Terry, pero fue un gusto - El esperaba que le diera un beso como lo hacia las otras niñas, pero este nunca llego.
- Puedo visitarte candy - la pecosa sonrío, y el al verla sonreír también sonrío.
- claro que puedes, me puedes buscar en el lugar de ponny.
- a si lo haré - hablo decidido.
Desde ese día Terry le pidió a su madre que lo dejara ir al hogar de su nueva amiga, ahí supo lo que era un orfanato, su madre le explico cuando el le pregunto por que todo esos niños vivían en ese lugar, eso hizo adorarla mas, Eleonor miro que su pequeño retoño estaba enamorado la linda pecosa le había robado el corazón, desde ese momento tuvo una larga platica con las buenas mujeres que estaban a cargo de ese lugar.
Para Terry solo existía ella, sus amigos quedaron en segundo plano, agradecía que su tía no les diera el permiso para visitar el lugar, No le gustaba nada esas mirada que le daban Archie y Anthony a su linda pecosa.
- terry me quedare muy triste ahora que te vallas - este volteo.
- prometo escribirte todo los días pecosa y cuando sea mayor vendrá por ti - candy no dijo nada, el esperaba que ella se enojara al decirle a si, no sabia por que pero adoraba cuando esas bellas esmeralda chispeaban de coraje.
- muchas veces las persona no cumple sus promesas cuando se marchan - en ese momento volteo a verlo, El no le gusto nada ver sus bellas esmeralda cristalizadas.
- Yo jamas lo haré - dijo con firmeza - Nunca me olvidare de ti pecosa - volvió a afirmar tomándole sus manos - te doy mi palabra de ingles que regresare para casarme contigo.
- casarnos? - sonrío dudosa - podemos hacerlo?.
- Si podemos - acaricio su mejilla - ademas quieres que estemos junto?
- si - afirmo emocionada.
- entonces regresare y nos casaremos para estar juntos como mis padres - ilusionada por ser parte de una familia sonrío y le dio un beso en la mejilla, Terry le gusto mucho y solo pudo acariciar su mejilla.
- lo prometes - afirmo dandole la mano.
- lo prometo pecosa - apreto su mano con firmeza y ternura a la vez.
ambos sonrieron y se echaron a correr, Eleonor desde lejos miraba esa bella amistad que había crecido entre ellos, deseo llevarla con ellos pero tenia que consultarlo con Richard, ya su situación era delicada, El Rey apenas había aceptado su presencia en la corte real por ser una plebeya y ex actriz, llevar ahora a la niña no era prudente, solo pudo dejarle sin que ella lo supiera una donación para su educación, no creía que ellos algunas vez volverían a verse.
- candy - la niña miro a la hermosa mujer.
- si señora grandchester, Terry miraba muy atento a ambas mujeres.
- hoy será nuestro ultimo día aquí, lo sabes verdad - ella asintió mirando sus zapato, Terry la miraba a ella - pero quiero que sepas que nunca te olvidaremos - candy solo asintió - terry despedirte de candy - ella camino hacia el coche que lo esperaban, las buenas mujeres del orfanato también lo dejaron solos.
- pecosa - miro serio a la rubia - prometo escribirte todo los días - de su cuello saco un cadena que tenia un hermoso medaños que tenia el escudo familia - mientras tengas esto yo soy tuyo y tu eres mía - ella asintió - recuerda Candice mi promesa.
- si Terry - sonrío - tu eres mío.
- y tu eres mía - ella asintió y ahora fue El quien beso su mejilla, dio dos pasos hacia atrás, hizo una reverencia como todo un caballero ingles y salió corriendo.
- Tanto años sin saber de ti y esa noche te encuentro con El - recordarla cuando era una niña era un deleite, pero ahora verla en la hermosa mujer en que se había convertido sin duda lo dejo sin aliento.
- fue tu sonrisa la que me guió a ti, pero...verte con El - apreto su puño lleno de celos. No sabia muy bien lo que sentía, y en ese momento deseo matarlo... - Candice - susurro su nombre con dolor y celos.
FLASH BACK
Al fin estaban en el Hotel Astoria, después de quince días en ese barco era un alivio estar en tierra firme, miro a su alrededor asombrado del gran cambio, ahora entendían bloque los Lores decía que Nueva York, esta ciudad crecían cada día, y se lo debían a sus horarios de trabajo en las fabricas, la ciudad no dormía, gente entraban y salían en los trabajos, tres turnos cubriendo las veinticuatro horas de trabajo, y la vida Nocturna era otro método de finanza.
- Será muy bueno invertir en tus empresas Richard - le dijo unos de los Lores mas anciano del parlamento, su padre orgulloso relataba en las largas horas de descanso los negociosos que tenia con el clan Andley, hoy estaba en esa ciudad lejos del hogar por la maldita Guerra, era curioso por que ante America lo consideraba su hogar, pero hoy se sentía un extranjero mas.
ayudo a su madre bajar del coche para ingresar al lobby del Hotel, detrás de ellos venían dos mucamas y los dos jóvenes con el uniforme del lugar, cuando llegaron a la resección Edward la mano derecha de su padre había arreglado todo.
- My Lord, - hizo una reverencia al joven Marquez - las habitaciones ya están lista para que descansen
- Bien, madre - volteo a verla - deseas tomar tus alimento conmigo o en tu habitación?
- Estoy cansado hijo, será mejor en mis habitaciones, Edward - miro al joven y este se inclino enseguida - puedes guiarla por favor - señalo a las dos jóvenes.
- enseguida my Lady - y sin mas se retiro con las doncellas y botones.
- Comunique al señor Andley que grandchester esta aquí - dijo en tono serio, el empleado asintió inmediatamente, apunto el Nombre y se metió a una cabina donde estaba una telefonista, ella enlazaría la comunicación que El cliente pedía.
- Terry cenaras con los andley - Eleonor se acomodaba su chal.
- creo que si madre, por petición de mi padre debo verlo hoy - dijo cansado - ademas no quiero encerrarme en mi habitación.
- entiendo - sonrío amorosa Eleonor - disfruta la noche hijo - este beso su su mejilla - desayunaras conmigo?.
- Por su puesto madre - Eleonor se despidió de su hijo, este se sentó en un sillón para esperar a Albert, mientras observaba el lugar una copa de whisky era servido para El, mientras disfrutaba de la bebida la escucho, esa sonrisa le taladro su mente y corazón, hipnotizado como el canto de sirena camino hacia donde se escuchaba aquella sonrisa.
Sus ojos se abrieron cuando miro a la hermosa rubia que estaba sentada cerca de un enorme ventanal, con solo verla la reconoció, era ella, era Candice, la dulce pecosa.
- My Lord - susurro el gerente del Hotel, El volteo aun incrédulo de lo que miraba - El señor Andley lo espera - con un movimiento de su mano lo invito a caminar hacia donde estaba su amigo, y sorpresa...era exactamente donde estaba la hermosa rubia, cada paso que daba su corazón latía mas, por unos segundo pensé que le daría un infarto, Era ella, era su pecosa.
- Sir Andley - hablo el gerente - su invitado - este volteo a verlo y se levanto enseguida al ver quien era.
- Terry amigo - saludo el rubio, este tenia fijo sus ojos en ella.
- Albert - saludo secamente, tanto que el rubio le extraño, sin poder mas le hablo a ella - hola Candice - ella le sonrío amistosamente, Albert estaba sorprendido de que ellos se conocieran.
- Hola Terrence que gusto volver a verte.
- veo que se conocen - Terry no le ponía atención, estaba hechizado en esos ojos verdes, fue ella quien le respondió.
- A si es Bert - esto puso alerta a Terry - conocí a Terrence en una feria cuando éramos niños, El visito el hogar de ponny, y ante de irse a Inglaterra Nos hicimos "amigos" - miro de nuevo al ingles.
Desde ese momento el ambiente se puso tenso, Terry quería Hablar a solas con ella, tenia mil pregunta y solo ella tenia la repuesta, Albert estaba atento de todo, mientras candy disfrutaba de su bebida, solo cinco minuto duro sentada en la mesa cuando decidió retirarse.
- creo que debo irme, en cinco minuto termina mi descanso - dijo poniéndose de pies, los dos caballeros hicieron lo mismo, Terry no entendió lo que decía, candy lo noto y se explico - soy enfermera y cuido a la tía de Albert.
- Entiendo - fue lo único que pudo decir, ella lo deja sin palabra.
- Bien venido a America Terrence - sonrío - Fue un gusto volver - le dio la mano para despedirse.
- El placer a sido todo mío Candice - como todo un caballero beso su mano, sus labios sintieron su piel suave, para ella sus labios le quemaban la piel, candy parpadeo varias veces por lo que estaba sintiendo.
- Buenas Noches - sin mirar atrás camino hacia el lobby para tomar los ascensores, Terry solo la observo mientras se alejaba de El, sin saber que la rubia iba aturdida por la emociones que habían sentido, mirarlo ahora convertido en todo un Hombre le hacia sentir que sus piernas le temblaban, apreto sus manos que estaban caliente, ya que aun sentía el calor en sus mano en las suyas, este era un nuevo sentimiento que no entendían pero le atraían, la inquietaba y sin duda deseaba volver a sentirlo.
Desde esa Noche no había podido volver a verla, el causante todo era Albert, El se había ido del hotel con la estúpida excusa de que su tía necesitaba mas espacio, era absurdo, ya que las suite del Astoria eran enorme y muy cómodo para las mujeres de la alta sociedad, dos días le llevo para averiguar donde estaba, El muy Imbécil había reservado con el Nombre de su perro fiel, George Johnson, No había ninguna duda, Albert se las estaba negado, pero hoy sabia donde estaba, y estaba decidido verla.
- Aunque trates de esconderla Albert hablare con ella, No me vas a detener, candy es solo mía y no pienso renunciar nuevamente a ella, la quiero conmigo y la tendré - susurro decidido en recuperar a su niña pecosa.
Eleonor solo se quedo mirando por donde salió su retoño, conocía muy bien a su hijo, por lo tanto sabia lo que su corazón sentía en ese momento, ver esa chispa en sus ojos le alegra la vida, sabia que su hijos no era ninguna santo, su belleza y posición lo hacia irresistible para el genero femenino soltera, casada o joven viudas.
pero ella también sabia que esas aventuras solo eran de algunas noches, pero ahora todo cambiaba, los ojos de su hijo tenia aquella luz que hace mucho tiempo atrás se apago, aun en esto momento ella estaba sorprendida por la enorme casualidad de la vida, sin duda ahora entendía la frase de que el mundo es un pañuelo.
Jamas pensó que su hijo volverían a saber de esa pequeña niña de lindo ojos verdes, la dulce pecosa como la llamaba El entre sueños, sin ninguna duda reconocía que aquella pequeña ocupaba un lugar especial en el corazón de su hijo, aun vestida con su pijama recordó las palabras de su hijo esa mañana.
- Pasa algo hijo? - ella lo sabia notado diferente, cuando llego a su habitación la saludo como siempre, pero estaba distraído, mas pensativo de lo normal, ella era su madre y conocía muy bien a su Retoño - sucedió algo en la cena?
- Nada...solo que - dudo un poco, ella espero, si presionaba su hijo no le diría nada, a si que continuo meneando su cuchara en el café - Madre Recuerdas a Candice - dijo limpiando su boca y tomando su taza de te.
- La niña del pequeño Orfanato? - dijo acomodando sus cubierto para iniciar a comer, El asintió mirándola serio, Eleonor sabia que algo había pasado!. - si hijo la recuerdo, pero...espera No me digas que la viste!..
- si ayer - los ojos de el estaban melancólicos.
- Esta aquí en el hotel? - Terry solo asistió, quedando nuevamente pensativo - increíble - tomo su tacita de café y espero que El continuara.
- sabias que ella es amiga de Albert? - dijo mirando hacia la ventana, Eleonor Noto un tono de enojo y celos hacia la amistad que tenían ellos dos.
- No hijo - dijo sorprendida por la molestia de su voz - la verdad es que ya no me acordaba de aquella niña, y me sorprende que personas cercana a Nosotros la conozca - era verdad, jamas creo que volvería escuchar de ella, recordó que su hijo nunca mas hablo de ella, y mas aun cuando Terry entro al Real colegio san paulo nunca mas la volvió a mencionar - que te dijo? - pregunto sorprendida por la confidencia de la vida.
- No hablamos mucho, ella se tuvo que ir y El se retiro enseguida, a si que no se nada aun de ella - se quedo pensativo - creo que sin querer interrumpí su momento, ya que ambos estaban cenaba - dijo serio mirando a su madre.
- entiendo - asombrada, se quedo en silencio esperando que su hijo le comentara algo mas, pero los segundo pasaron y Terry no decía nada mas, su silencio la desesperaba, ella necesitaba saber mas sobre ella, ya que sabia muy bien que el corazón de su hijo estaba en juego...pero lo segundo pasaban y El no decía nada mas, el desayuno termino y el tema no se toco mas.
Su hijo se fue y ella quedo llena de dudas, ya que ella estaba acompaña con unos de los solteros mas codiciados de americano, y lo peor era que El, era uno de sus mejor amigo.
- Candice White - susurro pensativa analizando la situación, la alegría que sentía ante se había esfumado, ahora temía que nuevamente su hijo sufriera igual como paso años atrás.
FLASH BACK
Desde que que salieron de Lakewood sus ojos estaban triste, la hermosa sonrisa de su hijo había desaparecido, acaricio su cabello y el se acomodo en su regazo, lo vio dormir tranquilamente y por algunas horas sitio tranquilidad, creyendo que su hijo no le afectaría haberse separado de aquella dulce niña, su pequeño siempre fue serio, y muy poca veces mostraba su afecto hacia alguien que apenas conocía, con los niños Andley su hijo pudo tener amigos, gracias a las conveniencias de negocios que Richard había tenido con el antiguo patriarca, ya que este le gustaba trabajar en su mansión, las largas caminata y las cabalgata en Lakewood lograron que los niños se conocieran mas.
Cuando llegaron a nueva York Richard ya los esperaban, verlo fue una gran sorpresa, besarlo y estar con El, era lo único en que pensaba en ese momento, por esa razón esa misma tarde embarcaron, por su titulo no hubo ningún problema haber subido al barco tres horas ante, mientras Richard se aseguraba en dejaba a su hijo en la otra habitación con todas las comodidad en la que estaba acostumbrado, ella se daba un delicioso Baño para después disfrutar de las delicias que su marido le daba mientras se amaban con locura.
Tiempo después Durante la cena ya mas relajada, Noto melancólico y distraído a su hijo, eso le preocupo mucho, pero fue hasta que bajaron a la proa durante su caminata que supo la magnitud de su tristeza, Terry miraba con tristeza la ciudad que cada vez se hacia mas lejana Richard la abrazo y beso su mejilla, El se haría cargo de Terry, ya que ella le habían comentado todo, a si que la dejo sentada en una banca par ir con su hijo.
- Terrence que haces aquí solo? - el no volteo a ver a su padre, su vista la tenia fija en la ciudad.
- algún día regresaremos padre? - respondió con otra pregunta, Richard noto que los ojos de su hijo se habían cristalizado, y comprendió que su hijo se convertía en un adolescente enamorado, eso le hizo recordar su loco amor por la mujer que ahora era su esposa, mientras en la mente de Terry estaban la imagen dos bellas Esmeralda despidiéndose de El, aquella dulce pecosa la tenia marcada en el alma, que con su maravillosa sonrisa le robo el corazón.
- Si Terrence, America es muy especial para mi sabes!...fue aquí que donde conocí a la mujer que mas amo - el pequeño volteo a ver a su padre, este miro a su retoño y le sonrío, su hijo tenia lo mismo ojos de ella - tu madre y tu son la razón de mi existencia hijo.
- solo dime que si algún día regresare padre? - voltio a preguntar inquieto.
- Terrence solo recuerda que ahora que yo soy un Duque y tu hijo eres un Marquez, ambos nacimos con privilegios, por lo tanto tenemos nuevas obligaciones - No querida prometer algo que quizás no cumpliría - Terrence mucha personas dependerán de nosotros desde el momento que lleguemos a Inglaterra, somos los unas de las familia mas cercanos al Rey, y eso nos llenas a muchos compromisos - en ese momento su Vástago lo miro, a Richard se le partió el corazón, al ver sus hermosos ojos lleno de tristeza.
- ¡No volveremos verdad! - No era una pregunta, era una afirmación, sus palabras le aseguraban a Richard que su hijo lo había entendido, y eso le partió el corazón
- Terrence - este presto atención a su progenitor - Un Grandchester cuando da su palabra, la cumple y jamas faltara a ella - este siguió viéndolo - Yo te doy mi palabra que regresaremos - se inclino para mirar a su hijo - te juro Terrence que cuidare tu corazón.
En ese momento el pequeño no entiendo la magnitud de las palabras de su padre, Richard no había imaginado que tan grande era los sentimiento de su hijo por aquella pequeña, Ya No tenia ninguna duda, su hijo había entregado su corazón, sonrío, Hera todo un Grandchester, y de El dependía que fuera correspondido, la promesa que hizo la cumpliría a cualquier costo sin que su vástago lo supiera, El mismo lo haría.
Desde donde estaba Eleonor se le partía el corazón, sabia por que su hijo le dolía dejar America todo era por la niña del orfanato, ese fue su mayor temor, por El trato de que no visitara mucho aquel lugar, pero Terry insistía ir, era como si ese lugar lo ataba a ella, desde ese momento supo que la extrañaría, pero en realidad nunca imagino cuanto.
Durante el viaje en alta mar, Eleonor escuchaba que su hijo le hacia muchas pregunta a su padre cuanto tiempo duraba una carta en llegar America? Richard le explicaba a su hija mientras ambos disfrutaban el atardecer, como siempre eran las cuatro de la tarde y los Grandchester disfrutaban de su acostumbrada taza de te Negro.
- Primero es recolectada y seleccionada - explicaba Richard y Terry lo escuchaba muy atentamente, ya que para El era importante - después es almacenada y embarcada, claro el envío es mas rápido si mueves tus influencias - sonrío mirando a su hijo, este le sonrío de igual manera - cuando llega al puerto del país donde las manda, se seleccionara para los lugares que es dirigida - Eleonor solo escuchaba - ahí dependerá de cada agencia locales Terrence, la distancia del lugar, el tiempo según el trasporte que usen, ese será el tiempo en que lleguen.
- Pero cuanto es ese máximo tiempo padre? - este sonrío comprendiendo lo que Eleonor le había dicho sobre su nueva amiga.
- dos semanas hijo - este asistió ilusionado.
- entonces serán dos cartas por mes - dijo para si mismo, Richard solo quedo mirando a su hijo orgulloso por la decisión que había tomado, desde ese momento sintió curiosidad por saber mas sobre aquella pequeña Hospiciana.
Las semanas pasaron y las carta iban y venían, carta de sus amigo anunciando que pronto llegaría a Londres para ser internados en el colegio, cartas que eran olvidadas cuando leía el remitente del lugar.
Solo seis meses duro la alegría de su hijo, sus carta una a una fueron devuelta, ya que según el sello decía el remitente ya no vivía en ese lugar, casi tres meses su hijo estuvo mandando y recibiendo sus propias carta, eso la llenaba de tristeza, su hijo sufría y ella no podía hacer nada.
Ahora por la guerra regresaban a Nueva York, y su hijo la volvía a ver después de tanto tiempo No podía quedarse a si, a si que llamo a una de sus mucamas mientras escribía una nota.
- llévela a recepción y que la mande enseguida, que es Urgente - le dio la Nota sellada con cera y le dio un chelín de oro que tenia la imagen de la soberana Reyna victoria de 1893, sin duda era una excelente propina, la mucama hizo una reverencia y salió del lugar para hacer lo que su señora la había mandado.
Eleonor necesitaba averiguar que relación había en realidad entre ellos?, cerro los ojos angustiada por que sabia que su hijo se hacia esa misma pregunta.
- solo espero que tu corazón aun no tenga dueño Candice?. susurro preocupada, reconociendo la gravedad de la situación, por que ahora sabia que su hijo seguía interesado en ella.
CONTINUARA.
