gracias por leer esta historia como siempre con mis personajes favoritos.

Que son ...Terry y candy

agradesco su tiempo en leer esta Historia.

Esta es mi segunda historia que es totalmente mía.

Para ustedes my Lady

"Simplemente Tu"

De

Mari Grandchester

- Buenos días familia - saludo feliz el patriarca de la familia Andley, su sonrisa no disminuía nada mientras bajaba los escalones de mármol con mucha firmeza, los tres chicos que en ese momento estaban desayunando sonriendo voltearon a verlo, era su tía y jefe de su clan, pero para ellos era mas, su amigo y aliado para poder evitar las normas que querían ejercer los antiguo ancianos - que planes tienen para hoy? - sin duda los tres chicos estaban asombrado el cambio de su patriarca, aunque eso le complacían mucho, la felicidad de El era lo que real mente le importaba, Albert se acerco a ellos acomodándose su chaleco -...o piensan quedarse en cerrado en un día tan hermoso?.

- Creo que dormir te asiento bien tío - Albert le sonrío a su sobrino.

- a si es Anthony, una buena noche alivia un poco la vida, pero en fin, no se quede en casa aprovechen la ciudad ante de regresar a Lakewood - la mucama se acerco para poner cubierto y platos al ver que su señor se acercaba al comedor - solo café por favor - le indico sonriendo, ella solo asistíos algo sonrojada, aun no se acostumbraba de lo hermoso que era el jefe de la casa, ya que no solo su físico ya que eso era notorio, la magia que envolvía al joven patriarca era su amabilidad, respeto a la personas sin importar su condición social, su sonrisa amistosa que te llenaba el alma del calor humano que muchos no tienen, esa magia que te hace atractivo cuando eres amable con los demás.

- cuando Regresaremos a Lakewood tío?

- creo que después de año nuevo stear - este asistíos - la señorita O'Brallan llega esta noche verdad - dijo sonriendo malicioso.

- si - apena contesto algo avergonzado, aunque era el mayor, nunca había tenido ninguna experiencia amorosa, la joven inglesa era su primera novia y por su reacción el rubio intuía que ni un beso le había dado.

Albert sonrío compadeciéndose de su pobre sobrinos " estar bajo las falda de la tía abuela los a reprimido mucho" pensó mirando a sus tres sobrinos y a su gran amigo George, en ese momento se sintió agradecido con su antiguo tutor, ya que George no solo le enseño todo lo que ahora El es, si no también los placeres que da un cuerpo femenino, ya mas adulto tuvo "buenas Amigas" que compartieron su cama saboreando las delicias del delicioso cuerpo femenino, observo bien a los tres adolescente Anthony era muy bueno en los negocios y su pasatiempo era cuidar las rosa que le dejo su madre, su querida hermana Rosmary, Archie era muy bueno a las leyes sin duda será un buen abogado banquero, lo malo que su pasatiempo era comprar las mejores ropa de moda - sonrío al saber que a El no le importaba la marca y las galas de la sociedad, y al final estaba stear sin duda el mas inteligente que todos, dominaba todas las ramas empresarial de la familia sin ningún problema, pero lo que le apasionaba mas era su inventos locos, que no dudaba ten ningún momento que seria famoso, punto que le atraían mucho, invertir en su propio sobrino, pero al final de eso estaba lo que realmente hace feliz a un Hombre pero teniendo como a su tía de tutora eso era imposible, sin duda a sus sobrino le faltaba mucho mundo por recorrer.

- Tío Albert - hablo por tercera vez Anthony.

- Dime - respondió, mientras depositaba la taza de café?.

- Tal vez te parezca raro al no quererme quedar mas en esta ciudad - bajo la vista y tomando su taza con las dos manos susurro melancólicamente - pero deseo viajar esta tarde a Lakewood si no te molesta mi partida - levanto la vista y mirando a su tío le informo lo que deseaba.

- Si es tu deseo - la idea de enseñarle más mundo, le pareció más urgente en ese momento.

- Lo es!. - afirmo mirándolo a los ojos.

- esta bien Anthony - palmeo el hombro de su sobrino, sabia que Anthony deseaba volver a ver el portal de rosa, el lugar mágico que lo conectaba con su querida hermana - George puedes encargarte de los boletos por favor.

- A si se hará señor Andley.

- Buenos chicos los veo en la tarde - los joven asistieron, continuando con su desayuno mientras que el Rubio mayor de ellos iba a buscar lo que más quería en ese momento.

Con gusto dejaba atrás la casa de Madan Pier, la dama era una anciana con costumbre muy antigua, el lugar cerraba a las diez de la noche y solo se abría si tenia una Emergencia, eso hacia imposible sus salida de noche con pretendiente.

"LA MUJER SIEMPRE DEVE DARSE A RESPETAR, Y COMO VAN USTEDES JAMAS LO SERAN" eran las palabras de ella cuando unas de las chicas eran llevadas por un auto diferente, la verdad era que muchas deseábamos eso pero por desgracias ya habían dado lo que los hombre deseaban. solo rogábamos no salir embarazadas, los llanto y tristeza quedaron atrás y a si aprendi que debía sacar ventaja, dos o tres salidas pedia regalos y cuando miraba que se aburrían asedia a tener relaciones con ellos, así era mi vida aprendiendo en tomar lo que en ese momento la vida me daba, ser enfermera me daba para vivir pero no para comprarme algunos gusto que como mujer lo deseaba, ademas también tenia deseo de ser amada.

Camine hacia la dirección de ella, debía asegurarme que jamas regresara, este trabajo era un regalo del cielo, un excelente pago, un maravilloso cuarto, comida deliciosa y lo mejor de todo es que ni iba a limpiar ni lavar mi ropa, casi sonrío cuando la mucama me indicaba la hora que aria la limpieza y el lugar donde pondría mi propia ropa, lo único que me molesto es que no era el mismo cuarto donde ella estuvo, según las cocinera ella dormida en el tercer piso, exactamente el cuarto que ocupa

ahora estaba en frente del Hotel donde la rubia dos días atrás la había citado para recomendarle el trabajo que hoy temía perderlo, los ojos azules del señor de la casa le decía que la amaba y la buscaría, pero eso ella no se lo iba a permitir hoy se aseguraría si ella ya se había ido o ella misma le ayudaría para que se marchara pronto de Nueva York, decidida a todo entro con pies firme al lugar.

Las olas del mar y el suave viento hacia el lugar un verdadero Paraíso, años atrás un gallardo Hombre y una Bella dama vivieron un Hermoso Romance, Hoy ese Hermoso retoño fruto de ese intenso amor venia al mismo lugar que sin El saberlo fue concebido por el amor de sus padres.

Adentro en la hermosa sala donde estaba un rústica chimenea dos hermosa criatura dormían plácidamente en los brazos del otro, ambos dormían profundamente después de una noche infernal donde la damisela fue rescatada de los brazos de su agresor, ahora descansaban plácidamente.

Durante la madrugada ambos cuerpo se buscaron sin que se dieran cuenta, años atrás Cuando tan solo eran unos niños su cercanía era inocente pero necesaria, El con solo escuchar su sonrisa fue llamado como la abeja a la miel y cuando sus ojos verde lo vieron su corazón cambio de dueño, ella se convirtió para El su todo, Hoy ese sentimiento exploto al volver a verla, en ese momento comprendió que la amaba, cuando la tuvo en sus brazos sintió que estaba completo y que Nunca mas la dejaría.

Ella al verlo revivió lo que siempre quizo, amor, hogar , un inicio y su final pero con El, era un ...Retorno a su Hogar, un Hogar que estuvo y estará siempre al lado de El.

Un cálido calor la mantenía confortable, por unos segundo no recordaba nada, estiro su cuerpo plácidamente como era su habitual costumbre cada mañana, pero al abrir los ojo no reconoció el lugar, de un solo impulso se sentó, instantáneamente los Recuerdo acudieron a su mente, el manoseo de ese horrible hombre y El. Con miedo volvió abrir su ojos, mirando a su alrededor se sorprendió al ver con quién estaba.

- terrece - susurro asombrada, el joven dormía plácidamente a su lado, cerro sus ojos nuevamente asombrada y aturdida, apretó mas sus ojos creyendo que al abrirlo El no estuviera mas ahí, en unos segundo mas recuerdo llegaron a su mente, el momento en que ese horrible hombre la manoseó, ese Hombre quizo abuzar de ella y sin duda después la materia, con solo pensar eso su cuerpo tembló - Terrence tu...me salvaste - volteo a verlo, sus ojos se llenaron de lagrima al recordar que El la había defendido , cerro nuevamente sus ojos, estaba aturdida su mente no dejaba de revivir cada segundo de esa horrible noche.

"Dios!...por que solo a mi me pasa esto" pensó creyendo que ese seria el ultimo día de su vida recordó el momento cuando se despedía de aquel dulce amor que quizo olvidar, de sus madre, por que sabia muy bien que aquel Hombre la materia - "mi dulce príncipe" - susurro despacio - El que siempre creyó incansable - pensó con tristeza, aquel que vivía en su castillo y que nunca estaría con una hospiciana.

- candy - su cuerpo tembló al escucharlo, de inmediato abrió los ojos El había despertado y la llamaba.

- perdóname Terrence - susurro sin mirarlo, enternecido se acerco a ella y respondió.

- Por qué me pides perdón pecosa? - tomo su rostro con Amba manos - si soy yo quien tiene que pedirte perdón - ella abrió sus ojos verde asombrada.

- Por qué dices esos? - Él le sonrío con ternura.

- Por qué mi deber es cuidarte pecosa - ella no dejaba de verlo, y sin poder evitarlo, las lagrimas salieron con dolor.

- Terrence Yo...ese Horrible hombre .. - sin poder evitarlo las lagrimas salieron y eso a El le partía el corazón - Yo no tengo nada que perdonarte Terrence! - El sonrío con ternura - por que yo - SHHH Susurro El atrayendo a su lado .

- No temas amor, yo estoy aquí - ella cerro los ojos al sentir su aliente, con sus dedo pulgar acaricio la suave piel y posando su frente con la de ella cerro los ojos para disfrutar el calor que lo embriagaba, ella sintiendo el calor de El muy cerca de su rostro se estremeció.

Era imposible!...lo tenia tan cerca que temía que El escuchara el palpitar de su corazón, miles de alerta vinieron a ella, las palabras de la Hermana Maria, la señorita ponny y el desprecio de la señora Britter y con el adiós de su querida anny, todo vinieron a su mente, quizo alejarse de El pero de igual forma vinieron los recuerdo de la noche anterior, si ese hombre hubiera conseguido lo que quería hoy estaría en un basurero muerta y desnuda, y todo aquellos que ante era inalcanzable y prohibido para una Hospiciana, hoy carecía de importancia.

" Estoy viva" grito en su mente " El esta conmigo y... le importo...yo le importo a El" vive candy vive" se dijo a sí misma "vive por que solo se vive una vez.

Decidida sus manos recorrieron la cintura de El, en segundo Terry sintió como ella lo abrazaba, uniendo mas sus cuerpo, los dedos de El se hundieron en el cabello de ella y sus labios llenaron ese pecoso rostro con suave y tierno besos, al llegar a su naricita ambos abrieron sus ojos y El le susurro con amor.

- te amo - sus labios se unieron , ya no era un beso de niño, El era un Hombre y hoy la reclamaba como suyo, y para que negarlo!...si para ella El era el único dueño.

Un adiós y una promesa se había dicho años atrás, El lleno de tristeza y decepción había tratado de olvidar a la hermosa niña que le regreso sus carta sin darle ninguna explicación, pero como podía arrancarse del alma?.

Ella sabiendo su posición y origen quizo cortar de raíz ese lazo que lo unía a El, una simple carta le había abierto los ojos, con dolor rechazo aquellas carta tratando de olvidarlo, pero cómo puedes arrancarte el corazón y pretender seguir viviendo?.

El beso fue tierno, los suave labios de El acariciaron lo de ella, sabiendo lo que ella había padecido horas atrás no quizo asustarla, una sonrisa de satisfacción se dibujo en su rostro al saber que solo El había besado esa dulces boca.

El momento era abrumador, ninguno de los dos deseaba separar sus labios del otro, pero un pequeño ruido hizo que el tierno beso terminara, El al abrir sus ojos observo que su dulce niña aun los mantenía cerrados, dio un tierno beso en su naricita y la llamo como siempre deseo hacerlo.

- amor - susurro y sonrío como un tonto al ver las hermosas esmeralda - creo que debo hacer algo para calmar tu apetito - sonrío travieso.

- Ehh! - respondió sin entender nada, hasta que ¡Brrr!. - perdón - susurro mientras hundía su rostro en el pecho de El.

- Esta bien amor, es normal ya casi es la hora del almuerzo - dijo mientras observaba el hermoso reloj que estaba dentro de un mueble de caoba muy antiguo, mientras el péndulo de oro se balanceaba, observo por la ventana, afuera aun estaba algo oscuro - creo que el tiempo nos a permitido dormir mas.

candy hasta ese momento se dio cuenta que afuera llovía, tenia una bata de seda muy bonita medio desnuda y casi acostada sobre El, hasta en ese momento supo por que su cuerpo tenia mucho calor.

- Perdón Terrence - el frunció la boca.

- ahora soy Terrence?..

- perdón!... mi Terry - dijo nerviosa y El sonrío - hay no - se puso mas colorada por lo que acaba de decir - yo!...eh.. - nerviosa y avergonzada miro hacia abajo para que el no viera su sonrojo y noto de nuevo su bata - es hermosa pero no recuerda verla puesto.

- por que no te la pusiste tu! - sonrío EL hermosamente y tocando su naricita con el dedo, ella parpadeo varias veces, pero de pronto su rostro cambio de asombro y indignación.

- Me viste DESNUDA!?.

- Te vi ...pero no te mire - siguió sonriendo.

- esa no es una buena explicación Terrence!... me viste?.

- vamos pecosa, era eso o que murieras de una pulmonía, cerro sus ojos y levantando una ceja respondió - obvio que no permitiría eso, a si que me sacrifique amor, sonriendo la miro con dulzura - te vez hermosa.

- Terry yo.. - ¡Brrr!... se volvió a escuchar.

- Será mejor que busque algo en la cocina - candy se aparto un poco y El se puso de pie, observo a su Rubia y se enamoro mas de ella, su dama estaba hermosamente, su cabello alborotado y sus mejillas sonrojada y ..."por Diosss" susurro al darse cuenta de la visión, la bata se había abierto y de donde estaba podía ver todo el redondez de su busto, estaba seguro que si fijaba mas sus ojos podía ver su pezon rosado, un sonrojo se pinto en su cara al recordar el momento en que le puso esa bata, el cuerpo de ella estaba tatuado en su memoria.

-que pasa Terry?

- Nada - tartamudo - por que preguntas?.

- tienes calor? -ella solo lo miraba

-No?... mejor iré a la cocina!.. - se llevo su mano al cabello nervioso, la volvió a mirar - ehh...si creo que me iré a la cocina - candy aun sin comprender nada solo observo y sin mas se quedo acostada mirando a la hermosa chimenea que aun calentaba el lugar.

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Cerrando el portón miro hacia el enorme ventanal, ahí estaba Madan Pier, una anciana francesa que llevaba diez año de viuda, su enorme caserón lo convirtió en posada para enfermeras, ya que en los ultimo días de su esposo, las enfermera que lo cuidaron fueron muy amable, así que para agradecer el cariño abrió su casa para albergar a joven estudiante, ofreciendo alojamiento muy económico, pero con el pasar del tiempo se dio cuenta del libertinaje de algunas jóvenes, en ella estaba la joven que hoy dejaba su posada, clara marthon una joven que creí que acostándose con algunos caballeros podría atrapar a un hombre y así resolver su vida económica.

Hoy se iba por que nunca pudo adaptarse a sus Reglas, ya que Como toda guardiana de su hogar tenia reglas estricta y a muchas de ella no le gustaba nada, pero el lugar era limpio, cómodo y barato, ideal para cualquier señorita que quería salir adelante dignamente.

Clara estaba contenta en dejar ese lugar, había pedido la mañana libre para recoger algunas cosas personales, pero la verdad era que tenia que asegurarse que la rubia White ya no estuviera en Nueva York, ella se aseguraría que no regresara a la mansión, Ni loca perdería ese trabajo.

Cerro el enorme portón de la propiedad donde vivió casi cuatro años, Sonriendo dejo atrás la posada de la ciudad francesa, hoy comenzaba una nueva vida, y iría a ese hotel para asegurarse de eso, con pasos firmes se dirigió hacia el Hotel.

Estaba inquieto, sentía que el bendito carro no avanzaba nada, mientras miraba por la ventana, su fiel amigo lo observaba, sabia que las cosas cambiaria entre ellos, la rubia era la segunda mujer mas importante para su joven jefe, ser patriarca era demasiada carga para el joven magnate, Albert era el patriarca de los Andley, la cabeza de una enorme familia que dependía de El, y como toda familia que ocultan cosas, esta no era la decepción.

Hoy estaba completamente seguro, que aquella dulce niña que le recordó a su hermana, pero no era de su querida Ross, era de aquella mucama que lo cuido unos mese cuando era un niño, la hija bastarda de su padre, el secreto que los ancianos y hasta su tía le habían ocultado, hoy tenia la certeza que candy era la hija de Esmeralda.

Nombre que le dio su padre ante de morir, ella era menor que Ross y unos años mayor que El. por mucho tiempo la había olvidado, pero cuando vio por primera vez a candy, la volvió a recordar, pero el parecido entre ella fue mayor aun cuando volvió a ver a la rubia, a sus diecisiete años era como volver a ver a la mucama que una vez le dio cariño.

Sus sospecha lo persiguió por algunos años, pero fue mayor cuando encontró unas propiedad que no estaban en los registro de los andley pero si era de su padre, la heredera de esa propiedad era Esmeralda landyn, ahora reconocida como una andley.

Albert suspiro con tristeza, ya que su hermana nunca supo quien era su padre, los ancianos se encargaron de llevarla a escocia, ahí trabajo por un tiempo hasta que se enamoro, su matrimonio duro solo tres diez meses, su esposo que era un marinero había muerto en un naufragio, al parecer a sus dos hermana le atraían los marineros, sonrío al recordar a Ross cuando brincaba de alegría el día que Vince brower le pidió matrimonio.

Con tristeza se dio cuenta que sus dos hermanas tuvieron una felicidad corta, aunque Ross vivió un poco mas que Esmeralda, ya que su parto se le adelantara al saber la muerte de su esposo, esto provoco un desangrado muriendo horas después, desde ahí las investigaciones fue lenta casi dos años para volver a tener una pista, uno fue por su accidente y dos por la enfermedad de su tía, pero al volver a ver a candy sus ganas de saber volvió, seis mese después que George fuera a confirmar la pista que le habían conseguido los detective, tuvo la certeza que candy era su sobrina, fue una vieja amiga de esmeralda que la llevo de nuevo a America, ahí la mujer vendió lo poco que su hermana tenia, dejando a la pequeña de dos meses en un pequeño orfanato que lo dirigía una anciana junto con una monja.

Albert cerro los ojos agradeciendo que esas dos mujeres le dieran tanto amor a su pequeña ahora le tocaba a El darle toda la protección y el amor a ella, El mismo la pondría en lugar que siempre fue para ella, candice era una Andley y nadie podría hacer nada, ahora El era la cabeza de la familia y no permitiría mas abusó, eso se lo juro a si mismo.

un lujoso carro Roy Roy se detuvo frente al Hotel, de el salieron dos hombre, Albert sonrío mas tranquilo, el lugar era modesto pero como dijo George era familiar y seguro, afuera estaban dos hombre que al verlo solo manifestaron sus respeto inclinando la cabeza miento con su mano levantaban su sombrero, volteo a ver a su gran amigo y con una sonrisa le agradecido el cuidado que tuvo para proteger a su hermosa rubia.

mientras ellos cerraban sus carros para entrar al hotel, una enfermera bajaba las escalera desanimada por que la rubia no estaba, quizo esperarla pero el gerente que al parecer era el dueño no se lo permitió, desanimada camino a la salida pero al dar dos pasos afuera su rostro palideció.

- Señorita Mathon? - escucho la voz del hermoso rubio, que la miraba serio.

CONTINUARA

CONTINUARA.

MIL GRACIAS POR SU HERMOSO TIEMPO

SUS LINDO COMENTARIO ME IMPULSA A SEGUIR ESCRIBIENDO.

NUEVAMENTE GRACIAS QUERIDA LECTORAS