~La estación del bosque~
Todo el paisaje era verde, lleno de árboles que acababan de florecer y literalmente resplandeciente.
-Bienvenidos a la estación del bosque.- anunció Ayame alegremente.
-Vaya.- exclamaron todos viendo el paisaje.
- ¿Ese es el castillo?- preguntó Yu señalando un punto en la cima de los más altos árboles.
-Supongo.- contestó Ayame.
- ¡Aquí hay unas escaleras!- gritó Hikaru que estaba en el interior de un árbol.
Las escaleras iban metros arriba en forma de caracol. Exhaustos cuando pisaron el último de los escalones se dieron cuenta de que en las ramas del árbol continuaban las escaleras.
-De algo estoy seguro.- dijo Taichi sin aliento.- Nadie puede atacar este castillo, literalmente.
El digivice de Hikaru emitió un sonido y ella al sacarlo vio como un rayo de luz se expandió hacia el frente de todos haciendo que la niebla que impedía la vista se dispersará revelando un hermoso castillo de cristal.
-No pensé que se viera así, se ve genial.- dijo Ayame emocionada.
-¿Deberíamos entrar?- dijo Kotaro.
-Obviamente.- le respondió Kyoya.
Empujaron la puerta que se abrió revelando un inmenso vestíbulo también hecho de cristal resplandeciente.
-Debe de haber millones de puertas aquí.- dijo Tsubasa.
- ¿Cómo sabremos por cual ir?- preguntó Kotaro.
Antes de que Taichi intentara responder su digivice sonó y cuando lo sacó había un pequeño mapa que indicaba con un punto algún lugar.
- Por allá, supongo.- dijo Taichi avanzando, guiándose por el mapa.
Al abrir una de las tantas puertas vieron dos figuras de espaldas a ellos.
-Señora Ophanimon, señor Seraphimon- exclamó Bokomon sorprendido casi haciendo reverencias.
- ¿En serio son ellos?- preguntó Neemon.
- ¡Claro que sí, idiota!- le propinó un golpe en la cabeza antes de seguir observando a los ángeles.
-Niños elegidos.- murmuró Ophanimon dándose la vuelta.
-Bienvenidos.- le siguió Seraphimon.
-Ahora que han llegado hasta aquí podré resolver todas sus dudas.
-Pero antes, díganos,¿han conseguido los Digispirits?- preguntó Seraphimon.
Los chicos se vieron entre sí, asintieron antes de sacar sus digivices para ponerlos frente a ellos. Tsubasa aprovechó el movimiento para retroceder un poco. El rostro enmascarado de Ophanimon giró un poco para ver atentamente los movimientos de Tsubasa, todos mostraban su digivice excepto él, que mantenía la mirada fija en el piso y las manos en los bolsillos.
-Fuego.
-Luz.
-Hielo.
-Viento.
-Trueno.
-Agua.
Dijeron cada uno de sus Digispirits.
-Lo han hecho muy bien.- apremió Seraphimon pasando por alto el hecho de que Tsubasa no había dicho nada.
- ¿Podrían explicarnos todo lo que paso? ¿Porqué estamos aquí? ¿Qué riesgo corre el digimundo?- preguntó Taichi.
-Ustedes ya conocen la historia antigua que vivieron sus padres- dijo Ophanimon.- Y supongo que ya te la han contado, Ayame
-Algo.- respondieron todos.
-Tanto Lucemon como Kerpimon fueron purificados y se convirtieron en digi-huevos, cuando renacieron parecía que todo iría normal, incluso forjaron amistad.- empezó Seraphimon.
-Kerpimon siguió trabajando con nosotros, ayudándonos a mantener la paz en el digimundo. No sabemos cuando fue que sucedió pero el estado de ánimo de Kerpimon cambió.- le siguió Ophanimon.
-Un día simplemente no apareció por aquí, ambos fuimos a los terrenos donde él siempre estaba y algunos digimons nos dijeron que lo habían visto con Lucemon peleando.
-Se le buscó por todas partes hasta que después de mucho tiempo algunos digimons que habían empezado a habitar la luna central del digimundo dijeron que últimamente había demasiado ruido en la otra luna.- siguió el ángel.
Los chicos trataban de asimilar toda la información aunque se les hacía demasiado difícil procesar todo el asunto.
-Cuando Seraphimon y yo llegamos ahí era demasiado tarde.- Ophanimon hizo una pausa antes de continuar- No había nadie allí.
-¿M-Murieron?- preguntó Yu.
-En realidad no.- dijo Seraphimon.- Creemos que fue peor que eso.
-Cuando un digimon muere, se convierte en un digihuevo, este se vuelve puro otra vez y renace o sus datos vuelven al mundo. Hay otro caso, cuando un digimon pierde su energía vital...su cuerpo muere pero su espíritu no.
-El espíritu continúa relativamente vivo pero no puede hacer nada más. Creemos que ese es el caso de Lucemon y Kerpimon, hay un lugar a donde van todos los digihuevos pero los de ambos no estaban. Si ese es el caso, debemos de averiguar dónde es que están sus espíritus y qué están haciendo.
Todos se quedaron callados, el silencio era tanto que hasta el aire que pegaba contra las ramas se podía oír.
-Ni siquiera nosotros podemos explicar la naturaleza u origen de esta situacion, por eso...entenderemos que no quieran seguir luchando. Puede ser una búsqueda peligrosa...- dijo Ophanimon finalmente.
-¿¡Qué?!- gritaron todos al mismo tiempo.
-El peligro de esta misión es grande, si no quieren hacerlo lo entenderemos.- le siguió Seraphimon.
- ¡No!- gritó Taichi- Hemos llegado hasta aquí, conseguimos nuestros Digispirits, luchamos contra varios digimon y tuvimos varias victorias.
-No podemos abandonarlo así como así.- le secundó Kyoya.
Una sonrisa se dibujó en el rostro de Ophanimon.
-Lo mismo dijeron sus padres.- murmuró Seraphimon.
-Si es así, y todos están de acuerdo entonces tenemos otra petición para ustedes.- les dijo la ángel sin borrar su sonrisa.
-Debido a la frágil barrera entre ambos mundos sólo algunos mensajes llegaron de la forma que quería.- dijo Ophanimon.
-A diferencia de la última vez, los observamos durante unos cuantos días. Así pudimos determinar a los chicos que tenían la fortaleza y valor para dominar el Digispirit.- continuó Seraphimon.
-Pero esa observación que llevamos a cabo fue lo que causó que los mensajes no llegarán. Al observarlos, explotamos demasiado la barrera de los mundos, los mensajes fueron lo último que pudimos enviar.
-Como ven todavía faltan cuatro guerreros, como ya no tenemos más comunicación con los digivice puede que simplemente el mensaje no haya sido recibido en el mundo humano.
-La otra opción, es que Kerpimon o Lucemon ya tengan control sobre esos chicos-
-No puede ser, no hemos visto a ningún otro humano.- dijo Tsubasa.
-Tal vez Kerpimon o Lucemon los guarden como último recurso.- dijo Kotaro.
-Sea como sea encontraremos a esos tres que sobren.- dijo Ayame.
-Cierto. Regresemos o no, hallaremos a esos chicos.- afirmó Taichi mirando a ambos ángeles.
Tsubasa tenía la mirada perdida.
- "Tal vez sean cuatro chicos los que falten"- pensó el rubio.
-Tsubasa, ¿que sucede?- preguntó la castaña al verlo tan distante.
-¿Eh? Nada.- contestó algo nervioso saliendo de su trance.
La muchacha lo siguió mirando de reojo tratando de averiguar lo que sucedía.
-Nosotros podemos abrir un portal, durará escasos segundos pero será suficiente como para que se estabilice, a partir de que crucen, el tiempo entre el digimundo y el mundo humano irá de la mano.- explicó Seraphimon.
-Solo tenemos que encontrar a los demás chicos con digispirits, ¿cierto?- preguntó Kotaro.
-Por ahora.- le contestó Ophanimon. – Solo dígannos cuando estén listos y abriremos el portal.
-¡P-Podemos pasar una noche aquí!, ¿n-no, Taichi?- saltó el menor de los chicos con una sonrisa. El castaño le sonrió de vuelta y le revolvió el cabello.
-Supongo que está bien quedarnos por esta noche, ¿no?- preguntó Taichi a los chicos.
-Sí así lo quieres.- concordaron todos.
-Entonces creo que volveremos mañana.- se despidió Hikaru andando hacia la puerta.
-Escaleras~- se quejó Taichi saliendo.
-Volveremos, señora Ophanimon, señor Seraphimon.- se despidió Bokomon con una sonrisa.
-Yu, Tsubasa.- llamaron los dos Ángeles antes de que ellos salieran.
-¿Pasa algo?- preguntó el rubio.
-Tsubasa, quiero hablar contigo.- dijo el ángel andando hacia otro cuarto siendo seguido por el chico que le dio una última mirada a Yu antes de salir.
-Yu...observamos cómo llegaron al digimundo y...creo que es un problema que deberías de decirle a tus amigos.- dijo Ophanimon.
-P-Pero...n-no quiero regresar, si regreso no podré volver a ver a nadie...- murmuró el chico a punto de romper en llanto.
-Debes de decirles la verdad.- le aconsejó Ophanimon.
-Trataré...-murmuró el pequeño.
-Mi chico...- se lamentó Ophanimon, bajando lo más que pudo hacia el suelo, aún si no era la distancia suficiente para estar a una altura humana y reconfortar a Yu.- Haré todo lo que pueda para ayudarte...confía en mí, y en tu digispirit...
-Tsubasa.- llamó Seraphimon.- Sí no tuvieras un digispirit, no tendrías un digivice, es solo que estas demorando en encontrarlo, pero no debes angustiarte por ello.
-Es solo que...todos tienen su digispirit ya, incluso Ayame...siento que mi padre se decepcionará.- contó el rubio.- Mucho más ahora que volveremos...y Hikaru podrá contarles, ellos, no será lo mismo para mí.
-Kouichi jamás estaría decepcionado de ti, él también tardó un tiempo en encontrar su digispirit, pero incluso después como Duskmon, no le fue fácil encontrarlo. Solo es cuestión de tiempo...y de no caer en desesperanza.
-Eso espero.- suspiró Tsubasa.- No puedo mostrarle esa debilidad a los demás, ¿cierto?
Seraphimon esbozó una sonrisa hacia él.
-Esa es la fortaleza exacta de un guerrero, Tsubasa.
Ya habían reunido algo para comer y como la noche caía rápidamente empezaron a buscar leña mientras las dos chicas prendían el fuego.
-T-Taichi.- llamó Yu ahogando sus sollozos.
-¿Yu? ¿Qué sucede?- preguntó el mayor preocupado dejando de lado la leña que acababa de recoger.
-No quiero volver.- Yu tenía la mirada fija en el suelo y apretaba los puños con fuerza.
-¿Por qué no? – preguntó Taichi con su preocupación aumentando al verlo así.
-Es que...yo...yo.
Kanbara se agachó a su lado y colocó ambas manos en sus hombros brindándole una sonrisa cálida. Yu levantó la vista con lágrimas corriendo por su rostro.
-Taichi...yo...yo..no puedo...no puedo regresar. - dijo entre sollozos.
El mayor aún agachado lo abrazó tratando de consolarlo aunque no entendiera la situación.
-Por supuesto que puedes, vamos a regresar, todos juntos, no hay de que preocuparse.
-Taichi...yo...yo...yo ya no...es difícil de explicar...
Su llanto aumentó más al punto de que Taichi estba empezando a ser consumido por su propia preocupación, ¿qué podía estar tan mal como para poner a Yu de esa manera?
-Tómalo con calma, no es necesario que me lo digas ahora.
Yu empujó un poco fuerte a el mayor para que lo mirara, sus lágrimas cayendo por su rostro.
-Ya no existo en ese mundo.- dijo firmemente. Después cayó de rodillas y se cubrió el rostro con las manos para seguir llorando.
-¿C-Cómo que...?- tartamudeó el castaño temiendo que su peor imaginación con esa poca información fuera verdad.
-Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento.- siguió el menor- F-Fue un accidente...y...y yo no me di cuenta...pensé que pasaríamos más tiempo juntos.
-¡No!- gritó Taichi- No, Yu...p-por favor no me bromees con algo tan serio.- pidió igual con lágrimas desbordando sus ojos.
- ¡No es broma Taichi!- gritó desesperado- ¡Esto es cierto! ¡Lamentablemente cierto! ¡No quiero partir! ¡Quiero pasar más tiempo con ustedes!-gritó el pequeño levantándose y gritándole sin vacilar aún con sus lágrimas corriendo.
- ¿Qué sucede acá?- Hikaru llegó para encontrarse con Yu y Taichi, ambos llorando.
-Oh, Dios. ¿Q-Qué les sucedió?
Taichi sorbió su nariz, se limpió algo el rostro y miró a Yu.
-Creo que tenemos que hablar de esto con los demás- para asombro de la chica lo dijo en un tono sombrío.
Yu asintió.
La primera en reaccionar ante lo que habían dicho ambos castaños fue Hikaru que se lanzó y envolvió en sus brazos al menor. Este no se quejó aunque le estaba robando el aire.
Taichi que había explicado toda la situación a los demás estaba dispuesto a internarse en el bosque, lejos de la fogata, donde los demás miraban al menor de todos todavía atónitos de lo que acababa de decir.
Kyoya corrió hacia él y le impidió seguir.
-Quítate de en medio.- murmuró el castaño sin mirarlo. Al no obtener respuesta corrió hacia otro lado evitando al chico de ojos azules.
Cuando sintió que Kyoya ya no lo seguía se tiró en el suelo mirando un punto fijo que él desconocía. Ni siquiera podía pensar, su cerebro simplemente se había quedado en blanco y ya no sabía que sentir, las nauseas en su estómago, las cosquillas nerviosas sobre su piel. NAda, simplemente no podía sentir nada.
-Taichi...- llamó Kyoya.- ¿E-Es todo cierto? - por primera vez su tono frío estaba repleto de preocupación.
Un leve movimiento de cabeza le confirmó su duda. Al no saber que decir examinó al chico que se mantenía en la misma posición. Unos leves sollozos le indicaron que tal vez debería hablar, el caso es que no encontraba las palabras necesarias para decirle.
-Taichi...n-no lograremos nada con sólo sentir lástima por Yu y llorar por él, si vam-
-No hay nada que hacer Kyoya. No se puede competir contra la vida.- el tono frío de Taichi asombró a Kyoya, él siempre solía ser tan energético y positivo.- No se puede hacer nada, nada. Sólo sentarnos sin hacer nada. Yu...
Un dolor se extendió por su cabeza, Kyoya lo había golpeado.
-Deja de hablar así, idiota.- le dijo aún con el puño cerrado.- No hay peor perdida que no hacer nada.
Taichi se levantó y encaró a el pelinegro. Las lágrimas en su rostro seguían corriendo mientras lo miraba.
- ¡No hay nada que hacer, Kyoya, entiéndelo!- le gritó enojado.
-Te golpearé de nuevo.- amenazó.
-¡No me importa lo que hagas, no me importa! Si regresamos el mismo día...todavía será mi cumpleaños, lo que significaría...- su voz vaciló un poco antes de seguir- Significa que Yu murió en mi cumpleaños, es como si fuera mi culpa, yo los traje aquí, fue mi maldita curiosidad, si nadie me hubiera seguido, si no hubiéramos dicho nada, si hubiéramos ignorado el mensaje-
Con un movimiento rápido Kyoya lo tomó de la playera y lo azotó contra un árbol, lo levantó un poco para que los escasos centímetros que los diferenciaban de altura se cortaran.
-No existe un "hubiéramos" No puedes cambiar el pasado, eso es algo que no puedes solucionar, pero se puede cambiar el futuro. En otras palabras, podemos, es más, vamos a salvar a Yu.
-No hay manera Kyoya. ¿Cómo pretendes hacerlo?
Tardó unos segundos en formular una respuesta lógica hasta que como si fuera un rayo de luz tuvo la respuesta.
-Seraphimon y Ophanimon, ellos son los ángeles aquí, la máxima autoridad y ley, ellos...ellos deberían de saber algo, cualquier cosa, si podemos solucionarlo o...algo.- sus ojos azules estaban brillando de esperanza que se notaba aún en la oscuridad de la noche.
Taichi bajó la mirada unos segundos. Después simplemente empujó las manos de Kyoya y dio la media vuelta.
-Sólo quiero estar sólo, Kyoya- se marchó y esta vez el pelinegro no lo siguió.
Se que es mucha información para un capitulo pero no pude ponerlo de otra forma :l
Se me había olvidado contestar reviews :v (miren, niños, el pacman se usaba desde 2015 :v)
Vetran: Perdón por no responder el review antes u.u Y gracias, la verdad es que la historia de Tsubasa es muy profunda aparte de que es un personaje muy interesante por la forma en que se forjo su personalidad. Ya más adelante vendrán los capítulos más enfocados en Tsubasa por todo lo que va a pasarle, espero que te haya gustado este capitulo, gracias por leer.
Mitzuki- Kazami: XD me acuerdo que habíamos hecho todo una plática de tu comentario XD entre todo gracias por leer y por comentar espero que disfrutaras este capi ^-^
*Huye lentamente antes de que le reclamen por lo de Yu*
A todos los que regresé desde el cap futuro, lo siento, pero este, por alguna razón que no recuerdo, estaba espantosamente incompleto y no había congruencia entre lo que había pasado así que sí, este sí es modificado de la versión original xd
