Aclaración: Los personajes no me pertenecen, son de la genialidad y creatividad de Rumiko Takahashi. La historia es mía, y uso los personajes para saciar mi mente de escritora frustrada.

Disfruta la lectura.

"Me embriaga la luz. No nombro más que la luz. Quiero verla. Quiero ver en vez de nombrar"

El secreto de la isla

Capítulo 4: Estar viva

InuYasha se mantuvo viéndola a los ojos con un montón de pensamientos chocando entre sí, parecía ser sincera en la manera en que se expresaba, y él realmente estaba rogando porque fuera así, mayormente en su vida había interactuado con gente de mierda, si no fuera por los recuerdos que permanecían de su madre desconocería que era la dulzura y gentileza. Gracias a esos recuerdos fue que logró sostener la cordura durante todo el tiempo, diciéndose a sí mismo que no todo el mundo era tan podrido y que cuando lograra escapar podría buscar ayuda, saber que ocurrió con su madre y contarle a todos lo que habían hecho con él y los otros dos que aún estaban encerrados, también rememorar a los niños, niñas y adolescentes que no lo aguantaron y murieron.

InuYasha abrió la boca varias veces para decir algo, pero se atascaban las palabras en su garganta, le comenzaron a transpirar las manos sintiéndose nervioso, realmente le estaría entregando su vida una vez confiara y le contara su verdad a una completa desconocida.

Kagome ante el largo silencio que se extendió y esa mirada neutra que no le manifestaba nada más, la hizo creer que él preferiría seguir solo. Desilusionada suspiró y decidió marcharse de allí, para cuando se iba a girar él habló.

-Espera…-Kagome levantó la cabeza para observarlo curioso, lo vio relamerse los labios y lentamente subir los ojos hacia ella- Lo haré, te dejaré ayudarme-Dijo finalmente con un tono serio y los puños apretados a cada costado. Ella le sonrió ampliamente, sintiendo por su cuerpo la electricidad de algo emocionante estarse expandiendo.

-Gracias-Ella de manera natural retomó lo que estaba haciendo en un principio y pasó la gaza por el mentón suavemente y con cuidado, InuYasha se tensó pero la dejó hacerlo, sus ojos se encontraron a escasos centímetros. Kagome retuvo el aliento unos instantes al apreciar por primera vez esa mirada ambarina tan cerca, podía ver los pequeños puntitos que le rodeaban la pupila, así como los diferentes tonos miel que componían su iris-Tus ojos…son hermosos-Susurró, cuando fue consciente de lo que se escapó de sus labios, se sintió avergonzada.

InuYasha tragó duro, era primera vez que una mujer le hacía esa clase de cumplido y no sabía que debía decir o hacer, su corazón golpeó fuerte, un escalofrío leve pasó por su espalda ante su suave susurro.

-Terminé-Anunció apartándose de su lado para comenzar a sacar otras cosas de utilidad para él.

-Mm…

-Te traje ropa, la dejaré aquí-Comentó mientras la doblaba a su lado-Y saldré para que te vistas con privacidad, estaré esperando en la playa, por favor, ponte este jockey, tus orejas son…distintas-Le señaló por sobre su cabeza, InuYasha asintió algo incómodo.

-¿Por qué…aún no me preguntas que soy?-Se inclinó para tomar las vestimentas, ella parpadeo algo sorprendida por sus palabras, sopesando que decir.

-La verdad… asumí que me lo dirías una vez estuviéramos más tranquilos-Ella se encogió de hombros-De todas formas, para mí, eres una persona… solo que con algunas peculiaridades…

-¿Peculiaridades?-Gruñó frunciendo las cejas-¿Qué demonios significa esa palabra?-No le había gustado como había sonado, quizás era una ¿ofensa?

-No me malinterpretes-Se apresuró a decir- Significa que son características solo tuyas que te distinguen de otros, no es algo malo-Intentó explicarle preocupada que se hubiese tomado sus palabras como algo negativo y de haber herido sus sentimientos.

-Keh-Fue lo único que expresó y se giró para hacerle entender que era momento de que lo dejara a solas, ella salió silenciosamente para dirigirse hacia la playa, preguntándose si debería mostrarle un diccionario para que se adaptara al lenguaje de allí.

Kagome no entendía aun todo lo que había tenido que vivenciar ese hombre, solo tenía la certeza que no era nada bueno, más aún tras escuchar esa conversación de los tipos que estaban buscándolo. Se sentó en la arena desde un punto donde podía vigilar si alguien extraño aparecía, su mente comenzó a vagar en diferentes pensamientos hasta que llegó a su familia, cuantas situaciones crueles vivían las personas en el mundo que no se conocían y cada quien encerrados en su propia burbuja sin mirar hacia el lado.

"El ritmo de la vida es apresurado, las personas intentan sobrevivir como pueden cada día, y en esa carrera se pierden los pequeños detalles de la vida"

Kagome tomó un puñado de arena entre sus manos recordando esas palabras que le había dicho su madre en la mañana de ese fatídico día. De algún modo las había olvidado por completo, pero ahora estaban ahí cobrando sentido para ella.

Empatía y ternura, eso era lo que ella había estado olvidando ensimismada en su dolor. Lo reflexionó unos segundos y tomó su decisión, le escribiría un mensaje a Sango, después de todo, había olvidado lo muy preocupada que podría estar por ella, dejó caer la arena de sus manos.

Kagome conectó su chip antiguo al teléfono, esperó a que la conexión estuviera lista y enseguida su pantalla se inundó de mensajes que se habían acumulado, principalmente de Sango y Miroku, también divisó a lo rápido textos de su Psicóloga. Ella se sintió profundamente culpable, en el momento que compró el pasaje de avión solo pensó en escapar y su necesidad de querer enterrarse en un lugar donde nadie la encontrara, en el camino olvidó lo valioso que aún había a su alrededor, porque la tristeza lo había llenado todo.

Finalmente Kagome escribió en el grupo que tenía de whatsapp con sus dos amigos.

"Perdonen por no haberme comunicado antes con ustedes, solo pensé en mí y no me detuve a pensar en lo preocupado que estarían de mí…lo siento mucho, los amo con el alma, solo que ahora necesito estar un poco más apartada para encontrar el sentido a esta vida sin ellos… solo al llegar aquí ya he comenzado a descubrir y recordar algunas cosas que creí olvidadas.

Los amo, prometo que pronto les volveré a mensajear, estén tranquilos porque estoy bien, avísenle a mi Psicóloga por favor… Gracias por ser parte de mi vida"

Kagome esperó a que el mensaje se marcara con dos rayas para confirmar que había sido enviado y lo apagó, suspiró aliviada de esa culpa que había emergido.

-Estoy listo-Ella se sorprendió y dio un pequeño grito chillón cuando lo escuchó, realmente no lo había sentido caminar hacia ella, no sabía si era por las olas del mar o porque estaba tan concentrada en sus pensamientos. Él solo se encogió de hombros.

Kagome lo contempló con la ropa que le había entregado y se felicitó mentalmente por su excelente elección de vestimenta, se había puesto los jeans con la polera, estos se habían ajustado bien a su forma, el jockey ocultaba perfectamente sus orejas, en su mano llevaba las bolsas con provisiones y vestimenta que ella había comprado. Él comenzó a incomodarse con esa apreciación tan descarada que ella le estaba entregando.

-¿Qué, acaso tengo algo en la cara que me miras así?-Gruñó cruzándose de brazos.

-Solo estaba pensando que elegí muy bien la ropa, debería ser asesora de modas-Ella sonrió para sí, él no captó el chiste, Kagome prefirió dejar eso de lado y enfocarse en lo importante-InuYasha, cuando estaba en el pueblo comprando lo que traje… me encontré con un auto sospechoso-Comenzó, pudo apreciar como sus ojos se entre cerraban y el frunce en sus cejas aumentaba-Los escuché decir algo sobre una persona que había saltado un acantilado y que el líder les pidió que buscaran por toda la isla, aunque más pensaban que podía estar muerto…creo se referían a ti-Terminó con la voz acongojada, lo observó apretar los puños y fruncir los labios.

-Si… debía saber que no me dejarían en paz-InuYasha sentía como el terror estaba punzando en su espalda, retuvo la respiración para poder controlar esa sensación, no quería sentir más miedo en su vida.

-Los escuché decir que se quedarían hasta mañana y se irían de no encontrar nada-Agregó para intentar tranquilizarlo cuando vio su mentón levemente tembloroso.

-Kagome, esos tipos son peligrosos ¿Te vieron?

-Mmm un poco, es que me agaché para fingir que amarraba mi zapato, pero fue todo muy casual, luego entre a una tienda de helados y al salir ya no estaban-Ella lo vio mirar en todas direcciones moviendo su nariz-¿Qué haces…?

-Los intentó encontrar con mi olfato, el pedazo de isla de dónde vengo tiene un aroma particular que se impregna en la ropa-Continúo en lo suyo, agudizó su vista observando entre los arboles del bosque que adornaban el entorno de la playa, sus orejas también se movían inquietas.

-Vayamos a mi cabaña, está aislada en medio del bosque-Dijo Kagome para moverse rápido de allí. Inesperadamente Kagome fue jalada por InuYasha colocándola sobre su hombro, sintiéndose ella como un saco de papas y adentrándose en los matorrales, iba a reclamarle cuando la dejó caer silenciosamente en el suelo, lo vio hacerle una señal de que no hablara y luego mirar hacia el frente agazapado, ella se incorporó sutilmente, se acuclilló a su lado y siguió lo que estaba mirando confundida.

Kagome entonces vio al comienzo de la playa aparecer a dos hombres con gafas de sol y vestidos con deportivos negros, pudo apreciar que llevaban cada uno una pistola en la cadera. Retuvo el aliento sintiendo temor, quizás se estaba adentrando en algo demasiado peligroso. Ella alcanzaba a ver que movían sus bocas pero no podía escuchar que decían. Miró a InuYasha buscando respuestas, sus orejas estaban atentas, y su mano que tocaba la tierra húmeda estaba con garras enterradas allí, como si así pudiera buscar un punto de contención.

-¿Puedes escuchar qué dicen?-Preguntó en un susurro casi inexistente, él asintió.

-Dicen que siguen sin encontrar nada y que definitivamente se irán mañana a entregar el reporte-Lo vio morderse el labio y sus cejas casi juntarse en una expresión de rabia.

-¿Algo más?

-Se… están burlando de mí…-InuYasha sintió unos deseos tremendos de salir de allí e ir a despezarlos con sus garras, sin la manipulación de la medicación, sería sencillo romperles el cuello y tirarlos al mar. Un gruñido bajo escapó de su garganta y su cuerpo sin razonar se preparó para emerger, sin embargo, la mano de Kagome en su hombro lo retuvo. Él la miró de soslayo reaccionando sorprendido, tensándose ante su contacto.

-Debemos ir a mi cabaña-Insistió cuando pudo comprender que él estaba dispuesto a salir de allí para enfrentarlos. De algún modo InuYasha se sintió avergonzado, esta mujer estaba ofreciéndole ayuda y él no quería ensuciarla con la crueldad con la que había sido rodeado desde niño. Se forzó a aplacar su enojo ante este nuevo pensamiento.

-Esperemos a que se vayan, quiero saber si dicen algo más-Le dijo y ella asintió, decidió no sacar la mano de su hombro como precaución.

Después de un largo momento los vieron regresar por donde habían aparecido y perderse de la visual.

-¿Se fueron?-Preguntó bajito aun cautelosa.

-Sí.

-¿Dijeron algo más?

-Mmm… dijeron algo de que ojala se encontraran otra vez con la mujer linda que estaba fuera de la heladería-Una cara de desagrado acompañó sus palabras, Kagome también se sintió así-Parece que no pasaste desapercibida-Le enarcó una ceja.

-Qué asco, ni en mil vidas me relacionaría con gente así de mala-Refunfuñó completamente molesta, de pronto ella suavizó su expresión, abrió la boca un par de veces sin pronunciar palabras hasta que lo logró-Hace un momento… ¿ibas a enfrentarlos, cierto?-Kagome era consciente de la proximidad de sus cuerpos y pudo notar con facilidad como nuevamente él se tensionaba.

-Algo así-Se encogió de hombros-Pero eso no importa ahora, vámonos-Dijo dejando claro que no le compartiría ningún pensamiento sobre eso, se incorporó del suelo y ella lo imitó.

-La cabaña queda directo por aquí, si atravesamos el bosque tenemos menos probabilidad de que nos topemos con ellos, pero debe ser más de una hora caminando-InuYasha pudo escuchar el estómago de Kagome rugir por comida, y ella rio llevándose las manos a su vientre, eso logró romper la tensión que se había creado en el ambiente.

-En ese caso, podríamos llegar más rápido solo conmigo-Señaló, si ella tenía tanta hambre él podía devolverle un poco la mano haciendo algo por ella, era lo que correspondía.

-¿Qué quieres decir?

-Que soy muy rápido, puedo llevarte en mi espalda, solo debes tú señalarme la dirección.

-Pero podría alguien vernos-Lo interrumpió dudosa-Llamaremos la atención y… estas herido.

-Keh, estas heridas no son nada, créeme, soy tan rápido que difícilmente me logren captar más que un manchón-Dijo expresando por primera vez una pequeña sonrisa muy orgulloso de sus habilidades. Ella lo observó por unos segundos impresionada, sabía que decía la verdad, cuando la tomó para ocultarse fue casi en un pestañeo.

-De acuerdo…

InuYasha se inclinó hacia adelante-Sube-Le ordenó, Kagome caminó hacia él de pronto sintiéndose muy tímida, se acomodó en su espalda, sorprendiéndose de lo cálida que era. InuYasha respiró lentamente al sentir su pequeño cuerpo acomodarse bien en él, era primera vez que tenía ese tipo de contacto con una mujer, un leve cosquilleo se extendió por su cuerpo cuando el aliento de Kagome le llegó al cuello. Desconocía que eran todas esas sensaciones, pero se sentía raro y le molestaba, se enfocó en lo que estaba haciendo, se enderezó con ella firmemente en su espalda, cargando el peso mayormente en su brazo bueno.

-Debes ir por ahí-Le señaló entre los árboles.

Él empezó a avanzar a su velocidad, Kagome ocultó su rostro en la cuna trasera del cuello y cabello de él, para evitar el viento que hacia entrecerrar sus ojos, realmente era muy rápido, cerró los parpados y se permitió sentir el presente, el cuerpo cálido y las manos firmes que sostenían sus muslos.

A pesar de la extraña situación en la que se había involucrado se dio cuenta que, por primera vez en mucho tiempo, se sentía agradecida de haber sobrevivido al accidente de auto de la familia.

Continuará…

Que tengas un lindo día.

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Fecha en la que terminé de escribir el capítulo: 22-01-2022.

Pd: Un breve recordatorio, yo solo público en fanfiction, si llegas a ver alguna de mis historias en otras plataformas te agradecería me avisaras para tomar las medidas correspondientes.