Disclaimer: Shingeki no Kyojin pertenece a Hajime Isayama
Invasión a Shiganshina, parte 3: Renuencia
Shiganshina, 877
Ya pasaba más de medio día, y la red de contención aún no acaba de colocarse, ya solo unos pequeños grupos de personas estaban por salir de Shiganshina, aún así, era necesario armar la red para proteger al distrito de Ulklin.
-¡Varios titanes se han filtrado! -gritó un soldado de las Tropas Fronterizas que veía a través de un catalejo.- ¡Se están acercando!
-¿Aún no? -cuestionó Rheinberg a sus soldados encargados de la estrategia
-Ya falta poco -respondió un soldado mientras afinaba su puntería
Anka suspiró, sabía que se estaba arriesgando demasiado, ya que los titanes estaban por alcanzar el paso que conectaba a Ulklin, si lo que se había planeado no funcionaba, entonces su cabeza sería pedida por el Parlamento y por toda la población.
-¡¿Señor no deberíamos interceptarlos?! -preguntó otro soldado ansioso
-No, ustedes tienen un deber, apénguense a eso
-¡Pero Comandante! no creo que la Subcomandante y los pocos hombres que están con ella le hagan frente a esos titanes
-Ellos sabrán que hacer -finalizó
Los titanes fueron a donde estaban los pocos que quedaban por refugiarse, sin embargo, la tropa de reclutas 123 le salió al paso.
-¡¿Esos son los titanes?! -preguntó Jason, arrepintiéndose de su decisión de salir del cuartel
-¡Por eso dije que solo los que estuvieran seguros! -reclamó Shirley
-¡Son enormes! -opinó Waldo
-¡Y horribles! -exclamó Ralph, quien se había imaginado a otro tipo de seres, no una especie de zombies gigantes con deformidades
-¡Si van a seguir lloriqueando regresen! -gritó Bastian harto de sus quejas
-Bastian, es normal que se asusten -dijo Gilbert.- Hasta yo tengo algo de temor
Steinbach sabía eso, incluso él estaba algo temeroso, pero oír el lloriqueo de sus compañeros lo ponía más nervioso.
-Como sea -se adelanto unos pasos.- Solo los distraeremos, no vamos a ser su comida ¿de acuerdo?
-Bastian tiene razón -le apoyó Paul.- Ya pasamos por otros peligros, solo sigamos juntos y no cometan imprudencias ¿esta bien? -los demás asintieron
-¡Estamos listos! -exclamó Norman con entusiasmo
-¡Por Eldia! -gritó Niehaus
-¡Por Eldia! -respondieron blandiendo sus espadas y con un ánimo combativo
Desplegaron sus cables y se deslizaron por los aires, los jóvenes reclutas se lanzaron a distraer a los titanes para que las últimas personas salieran ilesas de Shiganshina.
-¡Veo uno a la izquierda! -dijo Andrea con su vista privilegiada
-¡Voy por él! -exclamó Norman quien estaba más cerca de ese lado, se propulsó con el gas y con las espadas empuñadas se acercó para darle una estocada en las sienes, sin embargo, un titán salió brincando a su encuentro, Norman no pudo detenerse hasta que quedo dentro de la boca del titán.
-¡Norman! -gritó espantada Mei, el titán se tragó entero a su compañero
-¡No se precipiten! -ordenó con nerviosismo Shirley, no podían dejarse llevar por su impulsividad, eso les costaría otra vida
-¡Esos malditos! -Desta Klaus empuño sus espadas y se adelantó a sus compañeros
-¡Espera Desta! -exigió Paul
Su advertencia llegó tarde cuando un titan saltó llevándose la mitad del chico, quien salió proyectado por los aires, dejando una estela roja en el tejado donde llegó a aterrizar lo que quedó del cuerpo.
-¡Ahhhh! -gritó de horror Charlotte quien para colmo se paró a medio camino, ya imposibilitada para seguir
-¡Charlotte si te quedas ahí morirás! -le avisó sin contemplaciones Bastian, quien esquivó a un titán de manera milagrosa
-¡Esto esta mal! -opinó Lydia, al ver que llamaron la atención de los titanes, pero ahora estaban rodeados
-¡Tenemos que llegar con el Cuerpo de Investigación! -clamó Gretel Frank, quien ayudo a la paralizada Charlotte
-¡Vamos! -siguieron guiados por Paul
Una mano gigante salió de una de las calles, estampando cual mosquito en la pared, al pobre Alan que pasaba por ahí.
-¡Alan! -llamó Rose quien aminoró su velocidad, logrando que otro titan jalara su cable de enganche, derribándola
Los gritos de Rose les congelaron la sangre, pero ya no tenían otra cosa en mente más que escapar, como fuese, cada uno rogaba que las próximas víctimas no fuesen ellos.
-¡Ah! -gritó la pequeña Lauren, siendo tomada por un titan.- ¡Suéltame horrible cosa! -logró lanzarle una espada en el ojo, aunque no sirvió para soltarla
-¡Lauren! -gritó Kesia.- ¡No!
La chica salió disparada, a lo que Otto saltó a atraparla, estaba ilesa pero con unas manchas negras.
-¡Reclutas váyanse! -ordenó una mujer de cabellos plateados y anteojos, quien había acabado con el verdugo de Lauren.- ¡Esta no es su pelea!
-Pero... -balbuceo Steinbach, ya ni siquiera sabía cual era su idea, las muertes de sus compañeros le pesaron en su alma
-¡Fue un gesto noble! -Brzenska se abasteció de más lanzas.- Pero eso no les salvará la vida -les espetó la cruda realidad
-De acuerdo, regresaremos -dijo Paul, retomando su liderazgo
Rico los vio retirarse, pidió a dos de sus hombres que los escoltaran, realmente habían sido valientes, y gracias a eso, todos los civiles ya estaban en Ulklin, aunque eso costo vidas, vidas de jóvenes de quince años que aún tenían todo una vida por delante. Rechinó los dientes, sentía ira por no poder haber hecho algo por ellos, pero en ese mismo instante solo podía confiar en aquellos que tenían el mando de los regimientos, y en sus tropas que preparaban el ataque. Después observando que aún faltaba un tramo de red, maldijo.
"¿Cuantas vidas más nos tomara esto?"
...
A las espaldas del mestizo, dos titanes estaban por devorarlo, un titán acerco su mano al chico, pero de pronto un líquido negro brotó, los dedos del titán fueron cercenados de un solo tajo. El joven rápidamente retrocedió y tomo una postura defensiva con las espadas ahora negras.
"¡¿Porque?!" Su corazón latía rápidamente y sus lágrimas seguían cayendo, "¿Porque ...me levanto?" se preguntaba a la vez que seguía defendiéndose de los titanes solo con las espadas, "¿Porque lucho? ¿Por que...?" sabía que era ya una actitud desesperada y probablemente inconsciente, tarde o temprano se cansaría y sería su fin.
Pensó en Eren y en Anya, sus únicos amigos; ¿que harían ellos al saber que estaba muerto?. Pensó en su familia, en su bella madre llorándole y en su padre culpándose. Pensó en su sueño, conocer la tierra de su madre y otros lugares interesantes para fortalecerse. Una chispa brilló en sus húmedos ojos grises.
-¡No seré débil! ¡Me volveré fuerte! ¡Lo haré! -empuño fuertemente sus espadas al punto de que los nudillos palidecieron, dispuesto a darlo todo por seguir con vida.- ¡Pase lo que pase sobreviviré!
Los titanes se abalanzaron contra el chico de cabellos negros, pero antes de que el pudiera moverse, los titanes fueron golpeados por algo que los mató al instante. Murakumo con salpicaduras negras, estaba anonadado por semejante acto.
-¿Estas bien? -se escuchó una voz aguda y firme
Murakumo salió de su sorpresa para entrar a otra, encima de uno de los titanes desplomados, se encontraba una joven con el uniforme del Cuerpo de Investigación.
-¿T-tú los eliminaste? -fue lo único que pudo decir
-Así es
-Pero ¿como? -seguía estupefacto, no parecía que esa chica fuese tan fuerte como para derribar a dos titanes en un parpadeo
-Eso no importa, debes ponerte a salvo, aún quedan más titanes por los alrededores
-Si -por fin salió de su trance y se dedico a ponerse el EM3D de Anton para seguirla
Esa chica era un misterio para él, desde su habilidad para acabar con titanes de forma rápida hasta su exótica apariencia fantasmal. Recordó las historias del pueblo de su madre, donde hablaban sobre una mujer que aparecía en las tempestades de nieve y que se caracterizaba por ser muy bella, pero también recordó que su aparición era señal de muerte, sin embargo, ella le salvó.
-Mientras estés con vida, haz lo que tu creas correcto -dijo la mujer.- Después de todo, nadie quiere morir tan pronto
No sabía porque, pero esa mujer le estaba creando sentimientos encontrados, aunque estaba seguro que nunca la había visto antes. Decidió hacer algo que casi nunca hacía, sus amigos con raras excepciones lo presenciaron, ya se habían acostumbrado a que Murakumo era más de acciones que de palabras bonitas.
-G-gracias -dijo suavemente con apenas el nivel de voz para ser escuchado.- ...por salvarme.- La mujer lo encaró y levantó una ceja de incredulidad que confundió a Murakumo
-Así que tú eres el hijo del Comandante -se afirmó a si misma con una ligera sonrisa.- Solo espero que llegues a ser un buen soldado como tanto se espera
Murakumo no entendió aquello último, pero para sus adentros se prometió nunca más rendirse y volverse cada vez más fuerte.
...
-¿Listos? -preguntó Anka
-¡Sí!
-¡Comiencen! -ordenó, la bengala verde surcó el cielo de Shiganshina, sorprendiendo a algunos que no entendieron el porque de esa bengala.
Los soldados de las Tropas Fronterizas establecidos en un semicírculo alrededor de la red, empezaron a lanzar los fuegos pirotécnicos en dirección a los titanes, estallando cerca de ellos y aturdiéndolos por el sonido de la explosión.
-¿Que pasa? -preguntó un cansado Matthew mientras veía las explosiones
-¡Mira a los titanes! -clamó Anansi, señalando a los titanes que iban en dirección opuesta a la red
-¡¿Pero que?! -exclamó Matt asombrado, viendo que los titanes regresaban al este, por donde habían llegado
-Se están yendo -mencionó Elisa mientras veía como los titanes apresuraban el paso lejos de la pirotecnia, después de salir de su shock paralizante
-¡Vaya! -dijo Thiago con alegría.- ¡Por fin nos deshicimos de ellos!
Los soldados empezaban a relajarse cuando una voz de mando, los sacó de su tranquilidad -¡Que esperan para acabarlos! -gritó Jean Kirstein, que estaba abasteciéndose de lanzas.- ¡Nuestra misión es acabar con los titanes! ¡Las Tropas Fronterizas nos están dando una buena oportunidad!
-¡Pero señor eso ya es innecesario! -llamó una soldado rubia
-¡¿Entonces la caída de Shiganshina y la muerte de nuestros camaradas fue en vano?! -preguntó el Comandante
-¡La misión era distraerlos para colocar la red! -se quejó otro soldado
-¡Los que estén dispuestos a seguir peleando, recarguen su tanque de gas y tomen las lanzas relámpago! -gritó con todo el porte de líder.- ¡Reduciremos a todos los titanes! ¡Retomaremos el distrito de Shiganshina en este mismo día! ¡Les demostraremos que Eldia aún sigue en pie de lucha!
Las palabras de aquel hombre resonaron en los oídos de los orgullosos soldados del Cuerpo de Investigación que se lanzaron al edificio de abastecimiento para seguir combatiendo con esos monstruos gigantes, aunque estuvieran cansados, demostrarían el porque eran el regimiento más poderoso del ejercito eldiano y el único en el mundo que se batía con seres gigantes. Incluso la mayoría de los soldados que colocaban la red se apresuraron a ir a eliminarlos.
-¡Esperen! ¡Todavía falta un poco de red! -clamó Arlert mientras escuchaba el concierto de explosiones que la pirotecnia daba
"¿Como supo la Comandante Rhienberger sobre la ecolocalización de los titanes?" se cuestionaba, él había visto indicios de ello, por ejemplo cuando el estruendo de las lanzas relámpago los paralizaba logrando deshacerse más fácilmente de ellos. Había intentado disecar un titán pero su cuerpo no se evaporaba como los titanes puros, sino que se iba pulverizando dejando solo coágulos negros y viscosos que se evaporaban lentamente, ninguna otra pista que pudiese dar información respecto a su anatomía.
"¿Porque son tan diferentes a los titanes anteriores? ¿Acaso tú cambiaste su estructura?" Se giró para seguir dando ordenes a los subordinados que se quedaron, "Si es así, ¿porque lo hiciste?" se preguntó por las razones que tendría él para acabar con su propia raza.
...
"¿Donde estoy?"
-Vamos escoria -lo arrastraron por varios metros y luego lo soltaron, sintiendo el duro y frío piso
-¡Vaya! ¡Miren a quien tenemos por aquí! -habló Robert con soberbia
La reina estaba al frente, acompañada de un herido Cramer, buscando una salida
-Justamente la estaba buscando Majestad -señalo burlón.- Tenemos que hablar
-¿Que quieres? -masculló Ymir tratando de no sonar tan enfadada como en realidad estaba
-Solo es una humilde petición, de parte de nuestro líder Lummer ¡Termine ese pacto comercial con Balyak! -sentenció con enojo la petición
-¿Porque debería? Es la única forma para sacar a Eldia de su crisis
-No lo entiende ¿verdad? -miró a la reina con superioridad.- Eldia no necesita de otros pueblos para salir adelante, solo hay que recuperar el antiguo poder de los titanes que llevó a Eldia a ser el imperio más poderoso del mundo hace años
-Estas demente -mencionó Ymir.- Los titanes se extinguieron
-¡No! -gritó casi con locura.- ¡Ellos siguen ahí esperando a que la reina los saqué de su letargo!
Ymir no entendía aquello, Historia nunca le habló de los titanes de hace años y a ella nunca le interesó preguntar por esa información.
-¿De que hablas? -cuestionó confundida
-Nuestro líder tiene la clave, pero la necesita a usted para que el poder se manifieste, ¡usted será la reina del mundo! -dijo con los ojos brillantes como si estuviera viendo el paraíso
Ymir estudio al chico y sus palabras, en definitiva se trataba de un lunático que creía en cuestiones sobrenaturales, ella no cedería ante tal bajeza.
-Dile a Lummer que sus poderes se los puede quedar -dijo con sorna la reina.- O mejor aún, que los utilice para curarles la cabeza
Ante esas palabras Robert explotó en rabia, tomo de los cabellos al príncipe y le acercó peligrosamente una daga en el cuello
-Si de verdad lo quieres, no te gustaría verlo morir -Ymir abrió los ojos ante tal escena
"¡Eren!"
-¡Espera! ¿Que buscas con él? -preguntó la reina con impotencia
-Es obvio, llegar a un acuerdo, si lo aceptas él vive, ni no pues... -rasguño la mejilla de Eren indicándole lo que pasaría
-Yo... -trató de pensar en una solución, pero no podía arriesgarse a perder a Eren. En ese instante recordó lo frustrante que era una situación como esa, incluso cuando ella había pasado por lo mismo cuando tenía cinco años.
-Espero su respuesta -sentenció burlón
-¡No te dejes intimidar! -gritó Eren a la vez que le propinó un cabezazo a su captor.- ¡Haz lo que sea conveniente para Eldia!
-¡Eren! -llamó la rubia preocupada de que el terrorista le hiciera daño
-¡Maldito mocoso! -Becker se limpió la sangre de la nariz que le había causado el golpe, pero apenas se recuperó, el príncipe lo tiro, momento que aprovecho para tratar de zafarse de amarre de sus muñecas
-¡Ymir huye! -gritó el pelirrojo.- ¡Tu eres la guía de Eldia!
La joven soltó unas lagrimas al comprender la acción de su hermano, pero ella no quería seguir perdiendo a sus seres amados, tenía una gran responsabilidad con Eldia, pero tampoco consideraba sacrificar a Eren.
-¡Tú vienes conmigo! -ordenó la reina
-¡Ymir por favor! ¡Vete! -rogó el chico al tener sometido a su ex-compañero, aunque éste batallaba por librarse
-¡No lo haré! ¡No te dejaré! -aseguró mientras el llanto crecía
-Ymir -susurro el príncipe conmovido por su hermana, suavizó el agarre inconscientemente y eso provocó que el terrorista le diera la vuelta al asunto, sometiéndolo y alzando la daga para que cayera sin piedad en la yugular del pelirrojo.
-¡Eren! -gritó Ymir ante lo inevitable
...
-¿Que ocurre? -preguntó Shirley mientras paraban a mitad de camino, los estruendos ensordecían aunque era necesario
-¡Parece que están atacando con todo a los titanes! -gritó Otto ante tal ambiente.- ¡Incluso nuestros acompañantes se han ido!
-¡Pero la red aún no acaba de colocarse! -mencionó Gilbert al ver a los pocos soldados que estaban en esa tarea
-¡Si esto sigue así! -Bastian veía que la mayoría de titanes estaban siendo reducidos, pero incluso así, existía la posibilidad de que alguno entrará por la brecha, se le ocurrió una idea y fue directo a donde estaba la red
-¡¿Que haces Bastian?! -exclamó Lydia
-¡Ayudaré! ¡No puedo quedarme con los brazos cruzados! -de nuevo el chico de cabellos rizados tomaba la delantera para apoyar a sus futuros camaradas
-¡Es un idiota! -sentenció Kesia
-¡Sí es un idiota! -le siguió Paul.- ¡Pero ese idiota nos esta poniendo el ejemplo! ¡Yo también voy a ayudar!
Nuevamente su instinto heroico salía a flote, aunque algunos aún dudaban al recordar lo que había pasado momentos antes con sus compañeros.
-¡Si no se sienten listos no vayan! -volvió a ordenar Shirley, acompañándola la mitad de los chicos de la tropa 123
-¡Subcomandante Arlert! ¡Queremos ayudar! -mencionó Bastian apenas llegó a ver al rubio
-¡¿Que hacen aquí reclutas?! ¡Es peligroso!
-¡Necesita ayuda! -le respondió Steinbach.- ¡Mis compañeros y yo venimos a darle una mano con la red!
-¡Señor, dos titanes se acercan! -mencionó la soldado Macke, interrumpiendo la charla
-¿Cómo? -preguntó estupefacto Armin, al ver que de todos los excéntricos, esos dos eran los mas raros al no aturdirse con las detonaciones
-¡Los detendremos! -se adelantaron cuatro soldados, que empezaron a distraer a los titanes
-¡Señor déjenos ayudar! -rogó el chico, junto con sus compañeros a la vez que ponían la mano derecha en el corazón
Armin pensó en si debía aceptar su ayuda, no quería arriesgarse a perderlos, pero su determinación lo impresionó y si era honesto, si necesitaba ayuda extra.
-Bien -aceptó.- Pero si algo sale mal, huirán sin mirar atrás ¡Es una orden!
-¡Si señor! -aceptaron los chicos
-¡Chicos! -gritó con dolor uno de los soldados que había ido a distraer a los titanes anormales, al ver como sus camaradas eran devorados
-¡Espera Saul! ¡Detente! -le gritó Macke.-¡Si vienes aquí, los atraerás!
El joven de nombre Saul, no escuchó la advertencia de su compañera trayendo consigo a los dos titanes directo a la brecha
-¡No!
Los reclutas laboraban a toda prisa, aunque todo parecía en vano, sin embargo, otras manos se sumaron de pronto, jalando las cuerdas que alzaban la red.
-¡Charlotte! -exclamó asombrado Waldo al ver a la chica temblorosa pero dando lo mejor de sí misma
-¡Irina y Derek también! -mencionó Gretel al ver a los mellizos que casi no habían participado
-¡Chicos! -Gil sonrió al ver a toda la tropa 123 reunida
-¡Hostias! -dijo Zuria con la cara roja del esfuerzo.- ¡Dejad de parlotear!
Los titanes estaban casi por alcanzarlos, cuando con una increíble velocidad apareció Jean, maniobrando de forma impecable su equipo de maniobras y apuntando sus lanzas justo cuando saltaba exactamente arriba de los titanes.
-¡Ahora! -sentenció soltando las lanzas, que se incrustaron en sus cabezas.- ¡Fuego!.- Los titanes explotaron justo en frente de los chicos, a los que les salpicó un poco de sangre negra.
-¡El Comandante es increíble! -exclamó Jason mostrando una chispa de admiración en los ojos
Armin viendo el momento de valor que Jean les había aportado a los reclutas, aprovecho la situación y él mismo usando todas sus fuerzas jaló las cuerdas que alzaban ya los últimos metros de red -¡Vamos soldados!.- el esfuerzo conjunto logró que la red cerrará por fin la brecha que dividía el distrito de Shiganshina y que protegía a Ulklin.
Los titanes que se acercaron se quedaron atrapados en los arpones de la red, haciendo más fácil la cacería para los soldados, logrando que lo que restaba de la tarde el panorama no fuese más que humo y sonidos de detonaciones. La recuperación de Shiganshina, había costado ya varias vidas y suficiente armamento y materiales, sin embargo, al menos ese día demostraron que Eldia aún podía defenderse de una invasión.
...
La sangre salpicó con brusquedad, dejando en shock a la reina y a su acompañante, Eren estaba inmóvil con la cara rojiza. Después de un momento de silencio y respiraciones interrumpidas, el cuerpo cayó al lado del pelirrojo con el cráneo destrozado.
-¡Majestad! ¡¿Esta bien?! -preguntó Boris mientras se acercaba con un grupo de soldados
-Si - alcanzó a decir la soberana con su pálida cara
Inmediatamente los soldados rodearon a la monarca y tomaron a Cramer para atenderlo, la llevaron a un lugar seguro tan rápido, que ni siquiera pudo decirle algo a Eren, solo le dedicó una mirada de alivio mientras era arrastrada por su guardia. El chico se quedo ahí tirado sin que alguien viniera a revisarlo, ¿tan malo fue que abandonara el cuartel? ó ¿realmente se estaban tomando en serio su papel de que era un chico común?.
-¡Hey! ¿Puedes levantarte? -sonó una voz femenina, el pelirrojo giro su mirada a su interlocutor, vio que se trataba de una mujer del Cuerpo de Investigación
-Sí -dijo con voz seca mientras lentamente se ponía de pie
-Parece que no tienes heridas -el chico inspeccionó a la mujer, llevaba un fusil por lo que dedujo que había sido ella quien mato a su excompañero
-Gracias -soltó suavemente al ser liberado de sus ataduras.- Lo hizo justo a tiempo -se refirió al hecho de haberle disparado a Robert antes de que lo matara
-No tienes que agradecerme, pero si no hubieras actuado impulsivamente no tendría que haberme visto en la necesidad de volarle los sesos -mencionó con severidad
-Lo siento -se apenó por sus acciones
-Ve al cuartel -ordenó mientras caminaba por el rumbo a donde fue llevada la reina
-Si señor
La mujer suspiró, ese chico le daba nervios, a pesar de ser el príncipe y con probabilidades de convertirse en Rey. Aún no entendía el porque la reina Historia lo nombró como ese demonio, el chiquillo no tenía la culpa de nada, aunque había ciertas características que se le asemejaban como sus ojos verdes y sus inquebrantables ideales.
-¡Capitán Braun! -la llamó el comandante del Cuerpo de Investigación que se unía a los recién llegados
-Todo en orden señor -mencionó ante la atenta mirada de Jean
-Buen trabajo -comento con sinceridad para sorpresa de la capitana. Ya con la amenaza contenida, la mujer siguió a su jefe, la siguiente en la línea de mando después de Armin Arlert, era ella.
"Recuerdo el día del dolor, pero ahora todo es extraño para mí" Gabi Braun analizaba lo ocurrido en el día y muchos de los recuerdos del año 854 salieron a flote, aunque prefería esconder esas memorias muy en el fondo de su mente.
...
Armin llego hasta donde estaban los lideres de las Tropas Fronterizas, de inmediato se dirigió a la Comandante.
-Buena estrategia Comandante Rheinberger
-Subcomandante -saludó la castaña.- Todo gracias a los valientes soldados que lo hicieron posible
-Si -contesto Arlert.- Gracias a su sacrificio, la misión fue un éxito
-No lo hicieron en vano, se lo aseguro -el rubio asintió ante tal promesa
-Por cierto, tuvo una idea estupenda -admitió el hombre, aunque él sospechaba lo mismo
-Se lo agradezco, aunque admito que la idea fue de alguien más, yo solo lo lleve a cabo
-¿De quien fue? -preguntó curioso el rubio
-Es un secreto -le guiño un ojo.- Le prometí no revelar su nombre
-Ya veo -comentó resignado
-No te preocupes, estoy segura que conoces bien a esa persona -sonrió despidiéndose de él.- Sería una excelente adquisición para los Garrison, aunque dudo que acepte nuestra propuesta
Armin se preguntó de quien se trataba, pero al no tener a alguien en mente solo se quedó mirando su ciudad natal, hace muchos años que no volvía a mirarla desde lo alto, prácticamente eso era común con Mikasa y él en su infancia. Las estrellas comenzando a brillar en el firmamento, lo hacían sentirse melancólico, pues aceptaba que las cosas habían cambiando, empezando por que el muro mayor ya no estaba, al igual que mucha gente que sacrifico su vida por un futuro mejor.
De todos esos héroes anónimos, solo quedaba una parte de su recuerdo, en aquel pedazo de roca del muro María que ahora llamaban el Monumento a los Caídos, ahora se le sumaban los caídos de este día.
"Héroes renuentes, dennos su fuerza, nuestra vida es muy corta"
.
..
...
***Notas***
*Murakumo se refiere a la Yuki-onna
*Ymir no tiene ni idea de los antiguos titanes ni de sus ancestros
*Ya dije que amo a Jean
*Apareció el personaje más amado por todos: ¡Gabi!. Ok no.
Pero a mí no me cae tan mal y pensé que sería algo interesante darle protagonismo. Espero no hacerla tan OoC, porque aquí ya esta evangelizada, supongo que los que están al día con el manga ya vieron porque.
*Use unas partes del OST del anime (y las seguiré usando), en este caso Reluctant Heroes
*Estos titanes son como perros que le temen a los cohetes. Por cierto en estas fechas protejan mucho a sus mascotas de la pirotecnia, ellos son sensibles a eso.
