Disclaimer: Shingeki no Kyojin pertenece a Hajime Isayama.
Advertencia: SPOILERS del manga
Ocultando
Marley, 878
Los cuarteles del ejercito de Marley estaban más agitados que de costumbre y no era por algún movimiento o estado de alerta, más bien se trataba de la llegada de cierta persona que causaba revuelo. Emil von Ziegler esperaba sereno en su oficina el anuncio del arribo, mientras contemplaba el periódico y hacía muecas de disgusto, las noticias cada vez más señalaban al gobierno de Magath como débil e incompetente, pues a pesar de las victorias militares en Iprafe y Medio Oriente; Hizuru, Gelus y Balyak del Sur comenzaban a escalar en poder. Además estaba el descontento nacional por la economía que no se estabilizaba desde la Guerra de Paradis y todo por culpa de los eldianos, especialmente de ese Jaeger.
–¡Ha llegado! –exclamó Philip abriendo la puerta de la oficina, von Ziegler suspiró y asintió
Al lado de su subordinado se dirigió hasta los grandes pasillos, mientras caminaba, recordaba a ese tipo, a su antiguo amigo de infancia y compañero de generación en la milicia. A aquel bastardo que se había ganado el aprecio y los halagos de los altos mandos.
–¡Ha llegado! –se escuchó decir a una mujer fascinada
–¡El León de Marley! –exclamaron otros soldados
Ahí estaba por fin aquel tipo, de cabellos rubios y ojos verdes, atlético, atractivo, de porte gallardo y sonrisa encantadora, poseía carisma y también inteligencia, fuerza y tacto diplomático, el maldito era la mejor definición de soldado marleyano perfecto, el nuevo Heros. Su nombre era Arthur Rooney.
–¡Arthur! –saludo su antiguo instructor Denis Eldricht, quien abrazo efusivamente a su alumno más notable. A Emil le dieron nauseas
–¡Coronel Eldricht! –saludo Rooney
–Escuche de tus victorias en el norte de Iprafe, gracias a ti Marley se mantiene en la cima –felicitó Dennis
–Solo hago mi trabajo
El Coronel General von Ziegler rodó los ojos, Rooney era un completo idiota. De hecho siempre lo había sido, con sus ideas liberales, trataba por igual a las demás razas: eldianos, gelusianos, de Iprafe, de Medio Oriente, de Hizuru, de Xin Zhou, etc. Recordaba perfectamente que fue por ese motivo por el que terminaron su amistad, cuando Arthur descubrió que asistía a los mitines de grupos radicales que promovían el racismo y la superioridad marleyana. Realmente lo había hecho por una misión, pero tampoco iba a negar su ideología contraria a la de Rooney. De hecho, ya era parte de un partido nacionalista, que era contrario a los ideales comunistas y demócratas, aunque todavía no se declaraba miembro abiertamente.
–Buen día Coronel General von Ziegler –esa voz lo sacó de sus pensamientos
–Mayor General Rooney –dijo Emil monótono
–Me enteré que ha sido promovido en el Departamento de Inteligencia –mencionó Arthur
–No tan divertido como sus labores en el desierto, Mayor –respondió con sarcasmo Emil
–Pero a usted siempre le ha gustado perseguir a los rebeldes –el rubio sonrío con burla
–Solo hago mi trabajo –respondió el de cabellos negros imitando la respuesta del Mayor
Arthur quedó mudo por uno segundos pero inmediatamente retomo la compostura –Me alegra saber que es un soldado comprometido, nos estaremos viendo estos días –se despidió caballerosamente seguido de su grupo de subordinados
Emil rechinó los dientes y se largó de ahí, sus subordinados no se atrevieron a abordarlo. Cuando llegó a su oficina estaba por realizar su clásico berrinche lanzando cosas, cuando una llamada entró.
–¡¿Que?! –contestó molesto, aunque al oír la voz del otro lado del auricular se calmó –Disculpe señor Eckart
–Sí, ha llegado
–...
–Si es por la educación de Marley, tiene mi autorización
–...
–¿Es necesario?
–...
–Bien, allí estaré, hasta pronto
Emil entonces prefirió escribir y escribir, hasta que tuvo que regresar a sus labores. Después se pensaba ofrendar una cena en honor a Rooney y su ejercito por sus victorias en Iprafe. Tal vez iría o tal vez no, odiaba a Arthur, más no podía negar que gracias a sus acciones Marley aún tenía sometido a la mayor parte de Iprafe, tal vez debería seguir los consejos de Eckart para mantener cercanos a sus enemigos, especialmente a él. En ese caso entonces debía mentalizarse para parecer de lo más amigable con el Mayor General.
...
Mitras, 878
La capital se mostraba agitada como siempre, aunque eso no le quitaba lo refinada y ordenada. Si Jean recurría a la capital era por meras cuestiones de trabajo, no conocía a nadie de ahí por lo que raramente paseaba por las calles de la ciudad, estaba exhausto y lo único que anhelaba era llegar a Ehrmich, hablar con Armin y preparar un nuevo plan. Una voz femenina lo llamó, por lo que el comandante se puso tenso, al intuir quien le solicitaba.
–Buen día comandante
"¡Que no sea ella!" rogó Jean al cielo, más cuando volteo supo que los ruegos fueron en vano.
–Buen día madame Vinsonneau –saludó cortésmente el hombre
–Puede llamarme Chlóe –la mujer dibujo una sonrisa amplia en sus labios escarlata
–No creo que sea bueno llamarla así, usted es una dama –el comandante hizo énfasis en la palabra dama, lo cual causo gracia en la mujer frente a él
–Es usted muy gracioso –dijo la dama pícaramente
Jean se preguntaba como fue que llegó a involucrarse con semejante mujer, ella provenía de tierras marleyanas, casada con un rico comerciante y prontamente viuda, era poseedora de una belleza etérea y curvas tentadoras, además de su personalidad liberal e irrestiblemente seductora. Todo una Femme Fatale como decían en su idioma.
–Tengo cosas que hacer, si me disculpa –dijo Kirstein para retirarse
–Comandante, si usted algún día desea una oferta de mis productos, podemos "negociarlo" –posó sus manos en el pecho del hombre y sonrío ladinamente, sin importarle que estuvieran en la calle
–Madame –Kirstein quitó sus manos sutilmente –por favor
–Es una pena que un hombre de su calibre ya esté apartado –la mujer acarició levemente el anillo en el dedo anular del comandante –aunque se le nota tenso, de seguro no lo tienen bien atendido ¿verdad?
Kirstein ensombreció su mirada, aunque tampoco iba a ser grosero con tan descarada mujer.
–Comandante –se escuchó otra voz femenina
–¿Que pasa Rania? –preguntó Jean aliviado de ver a su soldado
–Señor, lamento interrumpirlo, pero estamos por irnos a Ehrmich –mencionó la de ojos verdes
–Cierto –miro nuevamente a la mujer –nos vemos después Madame Vinsonneau
–Bon voyage Comandante –dijo la mujer con un acento nasal que a Jean provocó escalofríos
"¿Porque me tiene que ocurrir esto?" pensó el líder del Cuerpo de Investigación, pues irónicamente cuando era soltero no tenía suerte con las chicas y ahora ya casado tenía varias ofertas, aunque probablemente la mayoría eran por puro interés en su cargo y obviamente en su dinero.
–Señor –dijo en voz baja Inocencio –no es de mi incumbencia, pero no debería estar coqueteando siendo usted casado
–¡No estaba coqueteando! –dijo nervioso el castaño
–Pues esa mujer estaba muy cerca de usted, no permita que surjan rumores que afecten su imagen –recomendó la joven –ya de por sí estamos mal posicionados
–No te preocupes por mi
–No puedo evitarlo, usted es como un padre para mí –se sinceró Rania
–Ahora tienes una familia
–Pero usted me acogió primero –mencionó la joven –si no fuese por usted, no sé que habría sido de mí
Jean sonrío enternecido por aquella confesión, aquella vez realmente no lo pensó mucho, cuando llevó a su casa a esa pobre niña que provenía del Medio Oriente. Tanto su esposa como Murakumo, le dieron su espacio y poco a poco fueron ganándose su cariño. Los tres años que Rania estuvo bajo su resguardo, fueron sanadores para la chica que había padecido tanto sufrimiento, era un verdadero deleite verla jugar con Murakumo o que ayudará a Ryoko con los quehaceres, como toda niña normal debía de hacerlo. Después, los Inocencio se interesaron en ella y la adoptaron, lo cual dejo un hueco en su corazón, aunque se sintió feliz de verla en el mismo regimiento. En definitiva aún conservaba ese lazo paterno con la chica.
–Es mi deber Rania –dijo Jean –aquella vez no pude evitar dejarte así, después de que me enteré lo que te había sucedido
–Gracias comandante, nunca olvidaré lo que usted y su familia hicieron por mí. Por eso los cuidaré de cualquier amenaza.
–Madame Vinsonneau no es una amenaza –respondió Jean seguro –es solo una socia que tuve en el pasado, pero nunca la vería como algo más
–Pues la señora Vinsonneau no es muy discreta
–Lo sé –sonrío Kirstein por la sinceridad de la joven –tendré más cuidado si me la llegó a encontrar otra vez
El comandante supuso que Rania tenía razón, los rumores se esparcen rápidamente y si Ryoko se enteraba..., prefería no pensar en eso. Por mucho que Chloé Visonneau fuese como una diosa, de labios carnosos, ojos azulados y cabello rubio perfectamente peinado, además de que mostrara sus torneadas piernas y anchas caderas con vestidos ajustados. Él prefería por mucho la sencillez de su esposa, de rasgos exóticos por ser de Hizuru, pero bella y modesta, se sentía afortunado de haberse casado con ella.
–¡Comandante! –Inocencio le habló fuertemente sacándolo de sus pensamientos
–¿Que sucede?
–Los caballos están cerca, ¿no se le olvida nada? –dijo su subordinada
–No –dijo sacudiendo su cabeza –Ahora regresemos a Ehrmich
...
Lugar desconocido, 878
La tranquilidad del atardecer era contraria a lo que se estaba llevando en el patio de una gran finca privada, donde un grupo de personas portaban túnicas blancas acompañadas de capirotes como en una escena digna de una historia de terror.
–¡Hermanos! –clamaba el hombre que llamaban Ilustrisima –Ya saben porque estamos aquí reunidos, ¡por fin el tiempo ha llegado!
Los demás vitorearon, incluso esta vez había miembros adolescentes.
–¡Todo nuestro esfuerzo por fin dará frutos! –clamaba enérgicamente –¡Pronto resucitará la poderosisima Eldia!
–¡Por fin! –clamaban unos –¡La rebelión de los Muros no fue en vano! –se regocijaban otros
–Ilustrisima, no quiero contradecirlo pero, ¿será suficiente? –preguntó un hombre –la muralla María era enorme, por lo menos millares de titanes estaban ahí
–La resurrección de María ya no sera necesaria –clamó el hombre que llevaba el liderazgo de la reunión
–¡¿Que?! –exclamaron todos con sorpresa y hasta frustración
–¡Echaremos todo ese esfuerzo a la basura! –gritó un hombre maduro
–No –el líder sonrío asombrando a sus compañeros –esta vez Ymir nos ha dado un gran regalo
–¡¿Un regalo?! ¡¿Que es?! –se preguntaron los seguidores cada vez mas confundidos
El hombre alzó las manos al cielo teatralmente y exclamó con voz alta –¡Un nuevo portador de los poderes titanes esta entre nosotros!
Los demás se quedaron en shock mirándose incrédulos los unos a los otros.
–¡Una nueva Ymir Fritz ha llegado!
–¡¿Quien es?! –cuestionó una mujer
–No lo sé
–¿Como sabemos que no es un rumor? –preguntó otro joven
–Porque es un secreto de estado, solo la inepta reina y sus colaboradores cercanos lo saben –dijo algo molesto el líder –por fortuna un hermano logró compartirnos la información
–¡Deberíamos buscarlo! –recomendó otra mujer
–No se preocupen –exclamó el líder –ya tenemos a gente en esa tarea
–¿Entonces que hacemos? ¿Cual es nuestra tarea, su Ilustrisima?
–Esperar –dijo con seguridad –esperar por "el elegido" y convencerlo de usar el poder del fundador para lograr una verdadera re-unificación eldiana
–¿Y si se niega?
–No se negará, ¡lo convenceremos! –gritó la Ilustrisima –¡Es nuestro deber convertirlo en un nuevo dios tal y como lo fue Ymir Fritz!
–Eso significa ¿que él tiene el poder de despertar a los colosales de Rose y Sina? –dijo un hombre con ansiedad que luego se convirtió en una carcajada desquiciada, la cual siguieron los demás
–¡Marley va a caer! ¡El mundo se arrodillará ante nosotros! ¡No hay armas que paren el poder de un millón de colosales! –vitoreaban enloquecidos los miembros de ese grupo
–¡Esperen! –gritó el líder creando un silencio repentino –ahora falta la parte más difícil
–¡Pero...! –quiso debatir otro miembro
–Recuerden que es protegido por el gobierno, y al traerlo con nosotros pasaremos a ser señalados de traidores
–Tenemos informantes y protectores, ¿que nos puede para? –cuestionó un joven confiado
–Por desgracia el Cuerpo de Investigación que esta tras todo rastro titán puede interferir –dijo el hombre
–¡Los detendremos! –aseguro una mujer joven –¡Moriremos por este sueño!
La Ilustrisima sonrío levemente pasando imperceptible para los demás, lo que había cosechado había rendido frutos.
–¿Están seguros que eso es lo que desean? –preguntó con falsa compasión –no les pido este sacrificio, pero serían los mártires de este episodio
–¡Quiero que Eldia sea el poderoso imperio de antes! –gritó un joven entusiasmado –¡No importa a que me enfrente!
–¡Lucharemos y venceremos! –le siguieron otros jóvenes entusiasmados
–¡Entonces luchemos por una nueva Eldia! –gritó el líder –¡Yo, Holger Lummer, le declaro la guerra a cualquiera que se interponga a nuestros objetivos!
–¡Por la gloria de la nueva Eldia! –clamaron a todo pulmón los miembros, si no fuese porque estaban en un lugar apartado, ya hubiesen llamado la atención
Y mientras los demás clamaban su fidelidad a la nueva Eldia, Lummer y sus ayudantes encendían los símbolos con los que se identificaban. La equis con círculos concentricos empezaba arder para deleite de los miembros de la Fraternidad que veían esta escena fascinados el contraste del fuego y la oscuridad de la noche.
...
Stohess, 878
En los túneles que pasaban debajo de Stohess, una silueta esperaba pacientemente mientras se escuchaba el goteo del agua filtrándose y las antorchas iluminaban un poco el antiguo lugar. Pronto una nueva silueta se hizo presente.
–¡Vaya! ¡Que lugar tan romántico escogiste esta vez! –dijo una voz femenina
–¿No te siguieron? –cuestionó la otra silueta
–No –contestó la otra persona con aburrimiento –me aseguré que nadie me siguiera –luego sonrío pícaramente –¿Estas celoso de que alguien me siga?
–Hitch esto es serio
–Sí –dijo la mencionada que llevaba una capa oscura con capucha igual que el hombre –olvide que no tienes sentido del humor
Armin hizo una mueca de descontento y suspiró –Mujer, sabes que me preocupo por ti
–Precisamente por eso deberías sonreír cuando nos vemos, cada vez estas más amargado
–¿Que dijeron los altos mandos? –quiso saber el rubio desviando el tema
–Ahhh –lanzó Hitch suspirando –Que todas las muertes deben ser obra del grupo de Lummer, pero no lo darán a conocer. Dirán que hay un loco asesino serial suelto
–¿Un asesino serial? –cuestionó Arlert –eso es ridículo
–Lo mismo pensé, aunque... –la castaña se calló de pronto
–¿Aunque?
–Algo me dice que el asesinato de Hamilton, fue por dinero –dijo Dreyse
–¿A él lo mataron en su casa?
–Sí, no esperaron a que saliera, y por lo visto en la escena del crimen, solo forcejearon en su habitación
–Eso significa que Hamilton conocía a su verdugo –dedujo Armin
–Es muy probable –aceptó la inspectora –además ya había sospechas de desvío de recursos, es más probable que quisieran callarlo
–¿La pregunta es quien? ¿Quien podría estar relacionado con el desvío de recursos?
La cara de Hitch palideció –¿No será...?
Armin la examinó y entendió a quien se refería su esposa –Lummer, él tiene el poder para hacer eso
–Esto me da una muy mala sensación –informó la castaña –no sabemos que políticos o militares influyentes estén relacionados con él
–Entonces es seguro que Lummer es una pieza importante en todo este asunto, si él cae lo harán los demás
–¿No estarán pensando en capturarlo o algo así? –preguntó alarmada Hitch
–Aún no –dijo Armin mientras en sus ojos brillaban –pero tenemos que enfrentarnos a él tarde o temprano
–¡Desconocen muchas cosas de él! –exclamó la castaña –¡Puede ser más peligroso de lo que suponemos! ¡Es mejor esperar un poco más!
–Tal vez así sea, más ese es nuestro trabajo –mencionó Armin –mientras nos hemos enfocado en los titanes, él ha crecido en poder, ¡debemos pararlo ahora!
Hitch tragó saliva al ver decidido a su compañero –Solo espero que cuides de Anya –amenazó la inspectora –o realmente me quedaré viuda
–No pienso dejar que dañen a mi hija –dijo con seguridad el rubio
–Armin –dijo la mujer –por favor no hagas nada peligroso –rogó con una voz suavemente entristecida
El rubio sonrió y le dio un beso en la mejilla tomándola desprevenida –Yo siempre estoy en peligro
Arlert salió de ahí tan sigilosamente como había llegado, Dreyse se quedó todavía un poco pasmada por tal muestra de afecto. Salió del túnel aprovechando la oscuridad de la noche mientras pensaba en todo el alud de misterios que había que resolver, solo pedía que su familia estuviera segura.
"Ahora entiendo tu afán por regresar con tu padre... Annie" pensó en voz alta sonando nostálgica.
...
Al día siguiente...
Ehrmich, 878
La noche empezaba a caer en la ciudad base del Cuerpo de Investigación, quienes realizaban los últimos preparativos para una nueva misión de último minuto.
–¿Es realmente cierto que los titanes están dentro del Distrito Rose? –cuestionó Mei
–Por algo nos estamos preparando –contestó Tabatha mientras abrochaba correas de su equipo
–¿Pero cómo pasaron? –preguntó asustada Irina –¿Acaso rompieron la red de Shiganshina nuevamente?
–Eso tenemos que averiguar –mencionó Jason, cuya mano temblaba al colocar sus cuchillas
–Escuché que las poblaciones ya salieron de ahí –dijo Shirley –eso hará más fácil la misión
–¿Esta será nuestra oportunidad? –dijo Bastian en voz baja a su compañera cercana que acomodaba su capa
–El comandante dijo que lo usáramos cuando creyéremos conveniente –respondió la castaña –Bastian, esta vez tenemos una responsabilidad muy grande –el de cabellos rizados asintió con cara seria
–¿Murakumo? –se escuchó a Kesia llamar a su compañero
–Rápido –dijo el mestizo –el comandante nos quiere en el patio pronto
Inmediatamente los novatos se unieron a sus demás compañeros para escuchar las ordenes de los líderes.
–¡Atención! –gritó Jean para atraer la atención de todos sus soldados –Se dice que se han avistado titanes dentro de la región del distrito Rose, más específicamente en el sur, nuestro deber es averiguar si esto es cierto y eliminarlos. La Gendarmería esta evacuando a la población y las Tropas Fronterizas vigilan desde el cielo, así que no tendremos mayores problemas..., a menos que nuevamente nos encontremos con un titán cambiante
La mayoría de los soldados tragaron grueso al saber que nuevamente podrían encontrarse con esas bestias.
–Estamos preparados para eso –señalo a los carros que llevaban armas y demás equipamiento encubierto –Aún así no puedo asegurarles que regresaran con vida –colocando las manos por detrás, el comandante dijo en voz suave –quien no quiera ir a esta misión, no será castigado, solo por esta ocasión decidan ustedes
Los soldados se sorprendieron ante esta propuesta, muchos incluso creían que el comandante estaba bromeando, pero los rostros serios del subcomandante y de la capitana indicaban que no era así.
–¡Quien decida ir a esta misión quédese! –ordenó Kirstein –¡Los demás pueden retirarse!
En un principio ningún soldado se movió, pero fue hasta que uno de ellos aceptó la oferta que los demás lo siguieron, los novatos veían con incredulidad como los veteranos se empezaban a retirar dejando cada vez menos efectivos.
"¡Quiero irme!" pensó Steinbach con pesimismo, pues en el poco tiempo que llevaba en el Cuerpo de Investigación nunca le habían dado esa oferta. Y eso solo indicaba algo, esa misión sería suicida..., pero en el bolso de su chaqueta estaba el silbato de Gilbert, ese que mantenía como una promesa hacia su amigo, de seguir adelante. "No puedo rendirme ¿verdad Gil?", pensó tragándose las lágrimas, plantó firmemente los pies en su lugar.
Y así se fueron yendo, hasta que solo quedó un tercio del Cuerpo de Investigación, donde el escuadrón de élite y los líderes de escuadrones se mantenían firmes como robles. Mientras todos los novatos sorprendieron con su decisión de quedarse.
–Muy bien –dijo Jean –esta vez necesito solamente a aquellos soldados que estén dispuestos a jugarse la vida. Gracias a ustedes podremos averiguar más de este confuso problema
Las luces de las lamparas era lo único que alumbraba en medio de la noche sin luna. El comandante Kirstein se acercó más a los soldados, mirándolos con una mezcla de respeto y compasión.
–¡Seguiremos luchando, por Eldia! –clamó con el saludo militar
–¡Por Eldia! –respondieron los demás soldados
–¡Por Eldia! –dijo en voz baja el pelirrojo que se escondía detrás de los pilares delanteros del patio
Eren estaba presente en Ehrmich, y obviamente iría a la misión. A pesar de estar entrenando y sentirse mejor animicamente, el ver a sus compañeros aceptando la misión a pesar de la oferta y el desanimo de los demás soldados, hicieron que el príncipe se sintiera motivado para ir y pelear contra lo sea que fuera.
"No pienso fallar...¡no puedo fallar!"
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***Notas***
*Ya se, mucho texto y poca acción, prometo que el próximo ya habrá sangre. Pero es que necesito desarrollar a los personajes y no solo con golpes.
*Si se dan cuenta ya empiezo a abordar cierto tema favorito para películas, novelas y demás: la Alemania Nazi. Aunque obviamente se cambiarán ciertas cosas.
*¿Y porque elegí este tema tan abordado? Porque Isayama también ha dado referencias de la guerra, especialmente de la primera guerra mundial; y contando que el tiempo que transcurre desde el fin de la 1GM hasta el comienzo de la 2GM son 21 años, entonces calculen cuando empezará el despapaye aquí.
*Jean aquí ya es todo un sugar daddy, por eso lo acosan XD.
*Por si ya lo notaron, la referencia a los racistas del capirote es el Ku Klux Klan, solo que aquí se reúnen secretamente y son más (¿se puede?) fanáticos y violentos.
*Lo de Hitch, quise ponerle un poco de su carácter pícaro.
*Otra bella referencia memistica.
