Disclaimer: Shingeki no Kyojin pertenece a Hajime Isayama.

Advertencia: SPOILERS del manga


El núcleo

Jinae, 878

La mañana proveía de su cálida luz al pueblo de Jinae, mientras una parte de los soldados –especialmente los novatos– descansaban y otros mantenían vigilancia de los alrededores. Entre los que no podían cerrar los ojos estaban los líderes del Cuerpo de Investigación, quienes a la llegada del subcomandante, nuevamente entraron a una junta de la que salieron cuando el sol estaba justo en su cenit.

El rubio subcomandante entro a la tienda donde estaban los titanes capturados, quienes estaban siendo examinados por el escuadrón médico.

–¿Encontraron algo? –preguntó Armin a los soldados

–Nada nuevo –respondió Bruno –aún no entendemos como pueden reaccionar al ultrasonido

Armin suspiró y se acerco a uno de los titanes, en el cual posó su mano para sorpresa de los presentes.

–Todos los que no sean del escuadrón médico pueden retirarse –ordenó el rubio –¡Y vigilen que nadie se acerque!

–¡A la orden! –respondieron los soldados

Entre la salida de soldados, llegó exhausta una joven de cabellos negros recogidos en dos moños bajos, cargaba con todo un arsenal de instrumentos. Los demás soldados se sorprendieron con la llegada improvista de su líder de escuadrón.

–Estoy aquí subcomandante –dijo la joven una vez que tranquilizó su respiración

–¿Traes todo lo indispensable? –preguntó Arlert

–Sí –Inés Bonham señalo el material que cargaba y le extendió un cartel

–Bien –dijo Armin determinado y con una chispa de expectación en sus ojos azules –¡Escuchen! ¡Tenemos una gran misión que hacer, así que atentos!

Desdobló el cartel y lo extendió en la mesa mostrándolo a todo el equipo, el cartel contenía la anatomía de los titanes, Armin comenzó a explicar.

–En esta parte –indicó la parte superior del titan donde correspondería al cerebro humano –según nuestras investigaciones se encuentra un pequeño dispositivo que tal vez sea la razón del movimiento y manipulación de los titanes

–¿Esta diciendo que eso es lo que les da "vida"? –preguntó incrédula una joven

–Más bien es lo que los controla –indicó Arlert –por eso cuando atacamos adecuadamente sus sienes, éstos mueren

–Los titanes antiguos morían con un corte en la nuca ¿porque cambio eso? –cuestionó otro joven

–La nuca esta más desprotegida, este dispositivo debe estar en el lugar más protegido: el cráneo

–Entiendo –dijo Bruno –pero ¿como obtendremos ese dispositivo si no sabemos como es?

–Tenemos nuestras teorías –Armin desdoblo otra hoja donde venía dibujada una especie de esfera negra –a este dispositivo, lo llamamos "núcleo" y para obtenerlo debemos hacer una delicada operación

–¡Por eso nos citó a nosotros! –dedujo otro soldado

–Así es –dijo el subcomandante –aprovechamos esta oportunidad para atrapar a tres especímenes y buscar este núcleo

–Subcomandante –habló Inés cautelosa –¿Que tantas probabilidades tenemos de encontrar ese núcleo?

–Pocas –se sinceró el rubio –Por eso necesito de su valiosa ayuda. Piensen que estamos a punto de hacer una operación de la que dependen muchas vidas. Además si somos capaces de extraer el núcleo, tenemos más probabilidades de encontrar al causante de esta invasión y probarlo ante la reina y el parlamento

–¡Si señor! –respondieron con determinación los soldados mientras empezaban a preparar el instrumental

Los titanes fueron sujetados fuertemente e inmovilizaron sus fauces, mientras quienes iban a cortar se colocaron batas, guantes y cubrebocas para protegerse.

Armin miró con compasión a los titanes, pese a que eran diferentes con los que alguna vez combatió, sabía que tenían origen humano, y también sabía que esta era una oportunidad de obtener algún indicativo de antídoto. Al menos, eso fue lo que alguna vez le prometió a Connie.

–Es hora de comenzar la disección –dijo el subcomandante tomando un cuchillo filoso


...

Utopía, 878

La cárcel de alta seguridad de Paradis "El Laberinto" era llamada así precisamente por ser un lugar difícil de salir, por lo que los prisioneros que intentaran algo así morirían en el intento, pues si no caían en algún pozo profundo o en una red arponada, lo perseguirían los perros bravos o serían abatidos por los custodios de excelente puntería.

Ese día estaban de visita los altos mandos de la Gendarmería, para ser más exactos, estaban en la celda de tortura "saludando" a un hombre.

–Te lo preguntaré una vez más –dijo Boris quien estaba sentado en una silla recargando su mentón en una mano –¿Quien fue?

–Ya lo sabes –respondió el hombre que tenía la cara llena de sangre y agua –¡Es Lummer!

–¿Quien mató a Isaac Hamilton? –preguntó con enfado la mujer al lado de Boris

–¿Como voy... a saberlo? –respondió, seguido de un puñetazo en la cara de parte de Ingrid Bernhart

–Tienes que saber quienes hacen los "encargos" –le dijo la castaña molesta

–No todos conocemos... a sus cercanos –dijo el hombre escupiendo sangre

–¿Entonces Lummer también los separa según sus tareas? –preguntó el hombre de cabellos grises

–Sí –dijo el prisionero –a unos nos toca atemorizar a la gente, otros se encargan de administrar el dinero, otros reclutan gente, otros organizan reuniones y fiestas, y otros hacen el trabajo sucio –logró decir entre suspiros

–¿Quienes se hacen cargo del trabajo sucio? –cuestionó el comandante Feulner, pero no recibió respuesta por lo cual después de unos minutos de silencio, Ingrid procedió a interrogar a su manera

La subcomandante Bernhart a simple vista parecía una mujer delicada, más debajo de esa apariencia elegante había una sádica profesional capaz de sacar confesiones de forma rápida. Pues hasta ahora ninguno de los capturados en el atentado de Shiganshina habían querido hablar y siendo la reina una persona que no aceptaba la tortura, no pudieron sacar información pronta. Más, últimamente con la propuesta hecha por el funcionario Inocencio y el generalísimo Dok, la reina había cedido a usar métodos crueles. Aunque por desgracia tampoco habían conseguido algo de importancia, por lo visto Lummer era alguien bastante perspicaz.

–¡Yaaaa! –gritó el hombre lastimeramente –¡Basta por favoooor! –lloraba como niño pequeño. Ingrid dejó sus uñas en paz esperando que el hombre por fin dijera algo

–Entonces habla –ordenó con frialdad la mujer

El tipo apenas con lo que le quedaba de voz confesó –Lummer contrata a traficantes para sus matanzas, especialmente a uno conocido como...

–¿Quien? –dijo Boris, pero el hombre temblaba de miedo, lo que Feulner no sabía era a quien temía, al castigo de Bernhart o a la represalia de Lummer

–Le dicen... –el hombre abrió la boca varias veces pero no emitió sonido, hasta que viendo que la castaña tomaba nuevamente las pinzas, tartamudeo –l-lo conocen... como... El Ve-erdugo... Stan.


...

Jinae, 878

El comandante del Cuerpo de Investigación se mantenía recostado en un sofá cerrando los ojos, tratando de dormir un poco después de la agotadora misión, no se había quitado ni las botas, por la costumbre de salir de urgencia. Ya con la respiración más calmada empezó a ver imágenes y escuchar sonidos.

~ Corría por todos lados y lo único que veía eran escenas desgarradoras. Lidero a sus hombres por todo ese infernal camino, a algunos les ordeno que auxiliaran a los heridos, y a los demás les instruyó a matar, tal y como lo había ordenado la reina. Y es que, después de la Guerra de Paradis, pensó que nunca más volvería a encontrar semejante catástrofe.

Los Jaegeristas sobrevivientes a la guerra, encontraron fuerza en la población que estaba en contra de los Tratados de Hizuru, por lo que reclutaron a gente desde los mas bajos barrios hasta personas de altos recursos o de grandes puestos en la administración del gobierno, gracias a eso lograron que una simple protesta se transformara en la peor masacre vista desde hace ocho años.

La casi extinta Legión de Reconocimiento, hizo su último trabajo manchándose las manos con sangre de sus compatriotas, aunque estos compatriotas no tenían ni un ápice de compasión, pues salían a recibirlos a balazos y masacraban gente mestiza de todas las edades. Entre todas las víctimas pudo percatarse que habían niños, mujeres embarazadas y ancianos, todos ellos con finales terriblemente crueles. Escenas como la de varios hombres golpeando a una pobre niña semidesnuda e inconsciente, le nublaron la cabeza y con frialdad apretó varias veces el gatillo hasta acabar con ellos. Escenas así soldados acribillando a criminales para evitar más enfrentamientos se repitieron por varios lugares, aunque la misión que le tocó liderar fue la más sangrienta, debido a que el lugar era el bastión de los Jaegeristas.

Una vez terminada la batalla, Jean pudo ver los resultados de semejante misión: decenas de muertos, niños huérfanos, gente herida tanto física como psicologicamente y una carga en la consciencia que ahora tendría sobre sus hombros. Entre los muertos había una gran cantidad de mestizos, y algunos soldados que dieron su vida protegiendo a su gente, entre ellos los comandantes Pixis y Zoë. Los niños huérfanos fueron acogidos por la reina en su orfanato-granja, los más afortunados fueron adoptados por alguna familia o criados por un tutor. Y por último, la Legión desaparecía dejando como sucesor al Cuerpo de Investigación, quien desde ese día fue visto como un regimiento mortal, empezando a imponer miedo pero también a generar desconfianza; y él especialmente, comenzó a comprender la carga de ser el líder de un grupo así, pues la fatídica muerte de Hans Zoë, le dejaba el puesto de comandante libre.

Marco le había dicho que era un buen líder y Connie le había reiterado que llegaría a comandante, pero nunca se imagino que sería de esa manera. Apenas estaba formando una familia, cuando le cayó esta gran responsabilidad, una por la cual debía de separarse a menudo de su esposa y de su bebé, y eso le pesaba en el alma. Él solo quería vivir una vida normal, con una familia, con una casa bonita y un buen trabajo; tal vez sonara egoísta, pero realmente es lo único que deseaba, después de ver toda la destrucción de la Guerra de Paradis.

Toda la culpa era de él, del bastardo suicida que quiso atemorizar a Marley y al mundo y solo consiguió muerte. La de él y la de muchos inocentes, incluso ocho años después varios fanáticos siguieron sus ideales y causaron una batalla campal.

"Incluso si ya no estas aquí, ¿aún dejas tu rastro de muerte?" pensó en su antiguo compañero de generación, mientras sentía el pulso de la pequeña golpeada.

La ligera respiración de la niña castaña le dio esperanzas, cobijándola y cargándola suavemente, la saco de ese lugar de olor nauseabundo y metálico. Desde ahí aceptó su lugar, pues no podía echar al caño el sacrificio de tantos soldados que lo dieron todo por un mundo mejor. Tal vez no sería un brillante estratega como Smith ni tan inteligente como Zoë, pero si sería un buen líder como sus amigos le habían confiado; por ellos, por su nueva familia y por las nuevas generaciones, por ellos comandaría el nuevo regimiento del ejercito eldiano.~

Kirstein abrió nuevamente los ojos, dándose cuenta que el sol descendía hasta colorear el cielo de tonos rojizos y violetas. Respiró pesadamente y se levantó lentamente, ser el líder, era más pesado de lo que nunca se imagino y de lo que huyó siendo recluta. Sonrío irónico.

"La Legión de Reconocimiento es lo peor ¿uh?... eso era, porque aún no existía el Cuerpo de Investigación" se dijo mofándose de su juvenil ignorancia.


...

Trost, 878

Anansi llegó a Trost rápidamente buscando a una persona en especifico, más cuando llego a la sucursal principal, le rechazaron la cita con el presidente de la compañía. Molesto –más no desanimado– recordó los múltiples escondrijos y pasajes de la construcción, por lo que le fue fácil no ser visto por los vigilantes. Cuando pasó cerca de hora y media, y la oscuridad comenzaba a caer, se decidió ir a la oficina del presidente, donde Reeves estaría solo, y no se equivocó.

Estaba por acercarse a abrir la ventana del despacho para poder entrar de sorpresa, cuando la voz de Flegel se escuchó clara –¡Entra ya!

Anansi obedeció encontrándose con el hombre sentado en su escritorio mientras hacía cuentas y anotaciones, luego le miró con arrogancia –¡Por lo menos saluda!

–Hola –dijo estupefacto el joven de piel oscura

–¡Tanto tiempo sin visitarnos o escribirnos para un hola! –Reeves hizo una mueca de desagrado y le indicó tomar asiento

–Estoy bien así, quiero estirar las piernas –mencionó Anansi

–Como sea, ¿a que has venido? –regresó la mirada a sus anotaciones –debe ser muy importante ¿verdad?

–Pues sí –dijo nervioso el soldado rascándose la mejilla

–Te dije que entrando al Cuerpo de Investigación solo te ganarías problemas

–Lo sé –sonrío el chico –pero tu tampoco estas muy tranquilo ¿verdad? –contraatacó de sorpresa

–¿Que dices?

–Has estado actuando raro desde hace tiempo, todos lo notan

–Son puros cuentos

–¿En serio? –Anansi se acercó a Reeves apoyando los brazos en el escritorio y dijo con seriedad –Dicen que hay un psicópata suelto y que por eso siguen habiendo crímenes atroces, además de los traficantes que buscan cualquier negocio prospero para extorsionarlos ¿a ti, no te han visitado?

Los ojos de Flegel se abrieron de más y su mano tembló un poco, más se recompuso de inmediato –No, no tengo motivos para aliarme con ellos –el hombre se levantó y se dirigió a la ventana dándole la espalda a Anansi

–Solo quería que me tuvieras confianza

–La tuve –mencionó melancólico Reeves –hasta que entraste a la milicia

–Ese era mi deber –dijo solemne el joven

–¿Morir en vano? –preguntó Flegel molesto, de pronto sintió unas poderosas manos tomarle de las solapas del saco

–¡¿De verdad crees que esto es en vano?! –le gritó Anansi en la cara –¡Nuestro deber es protegerlos!

–Y por ese mismo pensamiento, tu madre murió –le dijo el presidente

–¡Ella fue una heroína! –dijo el soldado enojado

–¡Lo fue! –mencionó Flegel –pero ¿que ganó ella? ¿quien hizo algo por ella? ¿quien la recuerda como se merece? ¿quien te cuido a ti después de la tragedia? –escupió sin miedo el hombre robusto

Anansi se tambaleo un poco al recordar esa tragedia, sus ojos comenzaron a picar pero no hizo más que apretar su agarre de las solapas, dificultando la respiración para Reeves

–Tú madre estaría decepcionada... de ti

–¿En serio? Pienso que estaría mas decepcionada de ti –le dijo el mestizo

–La comandante Hans... no haría cosas tan imprudentes... deberías tenerle un poco de respeto a su memoria... Anansi Zoë –logró decir Reeves

El joven se paralizo al escuchar su nombre completo, Flegel estaba casi a punto de sofocarse, hasta que la puerta del despacho se abrió dejando el paso a una joven de cabellos negros hasta los hombros, mejillas moteadas y ojos oscuros pero vivaces.

–¿Que esta pasando aquí? –los hombres le dirigieron la mirada sorprendidos

–¿Mona? –dijeron ambos

–¿Anansi? –dijo la joven sorprendida –¿en verdad eres tú? –la chica se acercó a los hombres, por lo que el soldado dejo caer a Flegel

–¡Mona no te acerques! –ordenó Reeves tocándose el cuello

–¿Por que? –cuestionó la muchacha tratando de leer el ambiente

–Solo pasaba a preguntarle algo a Flegel –dijo Anansi algo apenado apartándose un poco del presidente

–Entonces pregunta –ordenó la chica pecosa –no temas porque yo estoy aquí

Flegel palideció al escuchar esto, iba a decir algo cuando la voz de Anansi se escuchó fría.

–¿Sabes quienes son? –Anansi mantuvo una mirada inquisitiva sobre él, pero a la vez escondiendo la información de la chica presente

–N-no –tartamudeo al hombre

–¿Como sé que no mientes?

–¿Tendría motivos para hacerlo? –le contestó y mantuvo su mirada como si estuviesen en un duelo

–Bien –contestó el soldado –Si sabes algo, informame de favor

Mona volteaba a mirar a los dos hombres continuamente tratando de entender la conversación. Zoë salió sin despedirse.

–¿Padre que fue eso? –preguntó la chica quien ayudaba a su progenitor a incorporarse

–Ya sabes –dijo con frustración el hombre –sigue en su etapa rebelde

–No parecía estar rebelándose contra tu autoridad –le mencionó con sarcasmo su hija

–Siempre ha sido un chico rebelde –sonrío Reeves para calmar a su hija, cosa que dio resultado, pues la chica ya no hizo más preguntas.

Flegel veía a su única hija apoyarlo para sentarse y sintió un dolor en el pecho al pensar que ella podría sufrir por su culpa.

"Aunque no lo creas, te entiendo perfectamente Anansi"


...

Jinae, 878

El pueblo se mantenía tranquilo con el manto nocturno cobijándolo, por lo que los soldados que estaban vigilando se relajaron un poco, además los novatos contribuían con el cambio de guardia.

–Eren es cambio de guardia –habló una joven que recién llegaba

–¿Como esta Murakumo? –preguntó el príncipe

–Mantendrá reposo los próximos días hasta que su tobillo se recupere –Eren advirtió el tono triste de su amiga

–No fue tu culpa Anya

–Si yo me hubiese movido antes... –dijo la castaña con culpa

–Si yo me hubiese transformado antes –dijo el pelirrojo

–¡Tú eres importante! –señaló Arlert –¡No podemos perderte!

–No Anya –replicó el chico –tu también eres importante

La de ojos azules iba a responder hasta que escuchó un sonido cercano a ella, los chicos miraron hacía abajo viendo como una lata rodaba hasta quedar debajo del tejado en el cual se hallaban.

–¿Eso es? –cuestionó el pelirrojo intrigado

–¡Alejate Eren! –la orden de la castaña fue realizada justo a tiempo, pues un humo blanquizco comenzó a salir de la lata, para su desgracia no era la única lata que aparecía

"¡¿Es gas lacrimógeno?!" pensó Anya al ver que algunos de sus compañeros caían en la efectividad de este gas, tosiendo y lagrimeando. "¡¿Esto significa que... nos están atacando?!"

...

–¡¿Que sucede?! –cuestionó Elisa al escuchar los gritos de sus camaradas

–¡Lisa! –gritó la albina –¡Estamos bajo ataque!

–Reporte –ordenó Blanchett manteniendo el temple

–Están disparando latas de gas lacrimogeno, aún no se han mostrado los causantes –dijo Sara

–En ese caso... –pensó la pelirroja con una mano en su barbilla

–¡Usen pañuelos humedecidos con agua bicarbonatada! ¡Preparen las ramas de fuego, es probable que sean traficantes! ¡Y sobretodo protejan la carpa de los titanes! –ordenó Jean apareciendo de repente

–¿Comandante? –se sorprendió la pelirroja por la deducción

–Por lo visto se han enterado de nuestra captura –mencionó el castaño

–¿Como lo supieron? ¿Y como es que saben nuestros movimientos? –la mirada fija de Jean le dio la respuesta

–Elisa –ordenó Kirstein –trata de comunicarte por radio con los otros regimientos, pide que apoyen a ubicar quienes son y donde vinieron

–¡Si señor! –así Blanchett corrió hasta la casa donde estaba el equipo de comunicación, para su sorpresa la radio estaba destruida

–¿Pero como? –se preguntó quien podía haberlo hecho, siendo que cuando llegaron estaba intacta

...

–¡Preparen! –ordenaba Gabi a los demás soldados que protegían la carpa de los titanes capturados

La tensión era grande, pues la visibilidad y el efecto lacrimogeno de los gases lo hacían un terreno difícil. Los soldados no sabían bien a donde apuntar, hasta que de pronto aparecieron unos tipos portando unas mascaras antigases y el equipo de maniobras antipersonales.

–¡Ahí están! ¡Fuego! –gritó Gabi, quien también fue la primera en abatir a un sujeto

Así empezó el intercambio de balas y golpes, las habilidades del Cuerpo de Investigación se notaron al tener mayor agilidad de su entorno, más el humo les provocaba molestias, por lo que no tuvieron de otra que ir a matar.

"¿Que demonios quieren?" maldijo Braun extrañándose de que esos tipos parecían más bien jugar con ellos, pues no estaban causando un daño mayor ni iban por los titanes.

Una bengala luminosa salió de uno de los margenes del pueblo, y como si hubiese sido una orden, todos los traficantes se fueron directo a la carpa, dándole cortes y abriendo un agujero.

"¡Tal vez buscan el núcleo!" se dijo la capitana pensando en que eso valdría más que los propios titanes "¡No puede ser!"

Con agilidad persiguió a los tipos que lograron adentrarse a la carpa, si los de adentro no se percataban, algo desastroso estaba por ocurrir. Se escabulló hasta dentro de la carpa encontrándose con los titanes pulverizandose y con el rubio subcomandante encañonando una pistola, los cuerpos de los traficantes a su lado indicaban que logró hacerse cargo de ellos.

–¿Estas bien? –preguntó Gabi

–Sí... –respondió Armin quien estaba bañado en sangre negra de titán y salpicaduras carmesí –creo que valió la pena

Braun comprendió aquello, ahora era turno de lograr atrapar a algún traficante y hacerle hablar sobre este ataque.

...

Eren y Anya divisaron la bengala, por su posición dedujeron que estaba cerca, la castaña salió rumbo a ese lugar pensando que se trataba de una indicación, sin embargo, a mitad de brinco sintió como la empujaban con fuerza hacia el suelo, por lo rápido del movimiento esta vez no pudo maniobrar a tiempo yéndose directo al suelo, donde para colmo cayó sobre su brazo derecho.

"¡Auch! ¡Eso dolió Eren!" se dijo mientras estaba en el suelo, de pronto su intuición se activo, ¿porque Eren había hecho eso?, se mantuvo callada y manteniendo la respiración, miró hacia arriba tratando de localizar a su amigo, más el humo le impedía la visión, lo que si logró percibir fue la voz grave de un hombre "La tenemos" escuchó, seguido del accionar del equipo de maniobras. "¡¿Que esta pasando!?"

...

Tan pronto como llegaron, los traficantes huyeron gracias a la poca visibilidad, aunque a comparación de cuando llegaron fácilmente abatieron a un 40%. En teoría habían ganado, repelieron a los traficantes, eliminaron a los titanes de esa zona y lograron dar un paso más en su investigación, todo sin una baja. Aún así, los altos mandos sentían una confusión por el ataque reciente.

–¿Donde están los novatos? –preguntó la capitana Braun

–¡Aquí estamos! –respondió Brian

La castaña inmediatamente los contó, percibiendo que faltaban dos –¿Donde están Arlert y Reiss?

Al escuchar su apellido, Armin sintió nerviosismo y se acercó a los jóvenes.

–Estaban haciendo guardia del lado sur –dijo Shirley

Armin corrió hacia ese lugar —aún sin quitarse la bata manchada—, cuando diviso que un soldado se acercaba, acompañaba a una chica de cabello castaño que él reconocía muy bien. Se sintió aliviado.

–¿Estas herida? –preguntó el rubio ante la mala cara de la muchacha

–Se fracturó el brazo en una caída y respiró mucho gas –respondió el soldado, pues la chica permaneció callada

–¿Y Eren? –cuestionó el comandante que se había acercado

La cara de Anya se descompuso aún más, por lo que la sentaron en una roca como banco provisional, dándole más agua para que pudiese hablar.

–¿Que te sucede Anya? –preguntó Armin, aunque presintió el porque el príncipe no estaba ahí –¿Tiene algo que ver con Eren?

–Anya –habló Jean –dinos que sucedió, para poder tomar una decisión

La castaña levantó el rostro mostrando algunas lágrimas sobre las mejillas, luego tomo una bocanada de aire y pronunció:

–Eren... ha sido... secuestrado


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..

...

***Notas***

*El concepto del núcleo es introducido en el capitulo cero, donde Isayama ponía que ese era el punto débil de los titanes (y no la nuca).

*Puse que la cárcel de alta seguridad esta en Utopía, pues hay un dialogo de Armin a Bertholdt diciéndole que ahí estaba Annie siendo torturada, por lo que pensé que ahí van los más peligrosos a ser "interrogados".

*Le tengo un cariño especial a Jean (¿se nota?), por eso ha llegado a ser un buen líder, aunque no todo es de color de rosa para él.

*Chan, chan, chan. Pues si, Anansi es hijo de Hans Zoë, supongo ya se imaginaran quien es el padre.

*Le nombre Hans, porque curiosamente es la forma en que escriben el nombre en la mercancía oficial, así que me apegare a ésta. Aunque ya me acostumbre a Hange o Hanji.

*La hija de Flegel, Mona, esta basada en la apariencia de Nifa, solo que con pecas y cabello oscuro. Y esto es porque los seiyuus de Flegel y Nifa se casaron, y pensé "estaría chido hacer una pequeña referencia a esta ship crack".

*El gas lacrimógeno es una especie de arma química que empezó a usarse en la primera guerra mundial, el cual incapacita y a veces es toxico, corrosivo y hasta mortal dependiendo del compuesto principal. Aquí usaron un gas a base de bromuro de bencilo.

*Actualice pronto porque ahora si me llegó la inspiración XD.