Disclaimer: Shingeki no Kyojin pertenece a Hajime Isayama.
Advertencia: SPOILERS del manga
Registros, parte 1: El pueblo de Ymir
Marley, 878
La casa era pequeña y no parecía ser muy usada, eso se notaba por el polvo acumulado así como las malas condiciones de la madera de los muebles y las manchas de moho en las paredes. O tal vez era porque la renta era muy barata, decidió no preguntar y prefirió seguir sentada mientras contemplaba a aquel chico que le había salvado. No parecía tener malas intenciones y tampoco parecía pertenecer a los militantes del partido de Eckart, más aún tenía ciertas reservas, por lo que se mantuvo callada hasta que el joven Harry le extendió una taza de porcelana con un brebaje bastante apetitivo y unas galletas dulces.
–Lamento no poder darte un mejor servicio, pero no cuento con más recursos –se disculpó el chico castaño
–No te preocupes –respondió Evey oliendo cautelosamente el té, buscando algún indicio extraño
–No esta envenenado ni tiene algún somnífero –dijo Harry al darse cuenta de la desconfianza de la chica
–No, yo solo... –Evey se apenó al ser descubierta, pero luego entendió que así no llegaría a nada, decidió ser directa –¿Porque estas aquí? ¿Eres estudiante?
El chico castaño sonrío ante esto –Vaya, si que eres directa. Vine a Marley a buscar cierta información –mencionó con cierta seriedad el muchacho
–¿De donde vienes?
–De Rinean –el chico se refirió una nación en el norte del continente
–¿Y esa información es tan necesaria para que vengas en estas condiciones a Marley? –la chica no comprendía al joven castaño
–Así es, de otra manera sería muy difícil
–¿Puedo saber que información buscas?
Harry inhalo y exhaló aire antes de contestar –Quiero saber sobre el asesino de mi madre
–¿Asesino? ¿El es de Marley? ¿Como estas tan seguro que él esta aquí? –la rubia comenzó a hacer varias preguntas
–Estoy seguro que esta aquí, nadie más con odio hacia los eldianos haría semejante acto –respondió con cierta acidez
–¿Eres eldiano? –Evey se sorprendió ante tal confesión
–Sí, mis padres eran eldianos pero yo nací en Rinean, aunque mi padre murió cuando aún era muy pequeño
–¿Tus padres vivían en Paradis? –cuestionó la rubia
–No, mis padres vivían aquí pero lograron escapar de la matanza de las zonas de internamiento, estuvieron escondiéndose por un largo tiempo hasta que las cosas se calmaron, además tengo una hermana mayor
–¿Y ella esta de acuerdo con tu decisión de venir a Marley?
Harry rió nervioso –C-claro
–No suenas muy convincente –apuntó Evey con algo de reproche
–Mi hermana es una persona muy ocupada, y no tiene problema con mis decisiones –"hasta ahora" completó el castaño en su mente
–¿Entonces vienes a buscar el paradero del asesino de tu madre en Marley solo porque algunos marleyanos odian a los eldianos? –resumió la joven todavía incrédula
–Sí –el chico se encogió de hombros –sé que hay varias naciones que nos odian, pero Marley siempre ha sembrado la semilla de la discordia, incluso hasta en la actualidad donde ya no son la potencia principal del mundo
–En eso tienes razón –admitió la chica –Marley siempre avivó el rencor contra los eldianos, incluso cuando estuvo cerca de recibir aquel ataque tan temible conocido como el "Retumbar"
–Aunque es gracioso que lo primero que me encuentro es que los marleyanos están realmente divididos –confesó el muchacho –ahora veo que esos radicales comienzan a tomar fuerza
–Yo también creí que todo era diferente, sin embargo, parece que Marley se aferra a su resentimiento y ahora lo usa para obtener poder político
–¿Por cierto cual es tu nombre y de donde vienes? –el castaño desvió el escabroso tema
–¡Es cierto, no me he presentado! –la rubia se abofeteó mentalmente –Soy Evey Vikander, vengo de Scavedia a estudiar en la Universidad de Marley
–Eso es increíble, si yo estuviera en otra situación me hubiese gustado ingresar a la Universidad –hubo un momento de silencio donde Harry quedó pensativo y Evey no sabía para donde dirigir la conversación –como sea, solo busco una pequeña pista, me gustaría saber cual fue su motivo para asesinarla –el castaño cerró fuertemente sus puños
–A veces te darán justificaciones estúpidas. Deberías dejarlo –aconsejo la joven
–Aunque sea la razón más estúpida quiero saber. Tal vez así logre romper el ciclo de violencia que lleva mi pueblo –mencionó seguro el castaño
Evey miró con empatía al chico, no podía hacerlo desistir de su propósito, pues al igual que ella, él también había llegado a Marley en busca de una meta. Aunque también se preguntó como sería vivir en carne propia los pecados de sus antepasados, aquellos que sometieron con terror a varias naciones y luego pagaron con odio, con exclusión y con aniquilación.
–Lo siento –dijo la rubia con sinceridad –lamento todo lo que has tenido que pasar
Harry se sorprendió por la disculpa de la joven, se alegró internamente de salvar a alguien como ella –No te disculpes, entiendo que no todos nos odian, aún hay muchos inocentes
Evey río con mofa recordando algo –Algunos no sé si sean inocentes o no, pero si es claro que son víctimas del sistema de adoctrinamiento. Eckart es el ejemplo perfecto de adoctrinamiento político y social
–He escuchado que ese hombre esta adquiriendo confianza entre los altos mandos militares –comentó Harry
–Así es –contestó Vikander –por eso tememos una dictadura
–¿Y que tienen pensado hacer para detenerlo?
–Tratamos de despertar a la gente de esa ilusión, publicamos un periódico demostrando sus actitudes represoras
–¿Eso no te crea problemas?
–No realmente... –la rubia se avergonzó un poco –somos un grupo pequeño que no se nos considera peligroso
El joven castaño suspiró –Pero los eldianos si somos considerados peligrosos –miró a la rubia que se había quedado en silencio –Evey me doy cuenta que eres una chica muy inteligente y comprensiva, dime algo ¿que harías tu para detener el odio hacia Eldia?
–¿Yo? –la chica se mostró confundida –no creo que importe mi opinión
–A mi sí me importa
–Pues... –la rubia pensó su respuesta con detenimiento –tal vez demostrar que no pueden convertirse en titanes nunca más
–Eso fue lo que se había demostrado para firmar los Tratados de Hizuru, pero los titanes volvieron
–¡Bueno! Debe de haber un antídoto –dijo Evey con nerviosismo –todo en este mundo tiene una cura, ¡a menos que los titanes provengan de Marte!
–Eso sería una locura –Harry dijo con desgano
Evey notó la cara triste del muchacho, quiso decir algo para levantarle el ánimo, pero luego recordó el libro que había salvado de la hoguera y que aún mantenía en su bolso.
–Me tengo que ir, pero antes... –la rubia sacó de su bolso un libro grueso de pasta dura –quiero que tengas esto como agradecimiento por haberme ayudado
–Un libro sobre la historia de Eldia –el chico castaño contempló el libro con letras doradas en su portada
–Creo que te ayudará a comprender un poco sobre el pueblo eldiano y su historia en el mundo –mencionó Evey
–Pero ya se sobre Eldia, al menos desde el punto de vista de Marley
–¡Exacto! –exclamó Vikander –pero este libro fue escrito por un autor con un punto de vista neutral, más enfocado a recopilar información que a juzgar
–¿No esos libros están prohibidos? –cuestionó el muchacho
–¿Porque crees que lo salve de ser convertido en cenizas? –dijo la rubia orgullosa –esto fue la razón por la que esos primates me seguían
–¿Tan malo es este libro para Marley? –preguntó el chico quien recibió en sus manos el ejemplar
–Mejor descúbrelo por ti mismo –la chica se levantó y se dirigió a la puerta –gracias por el té, pero es hora de saber como están mis compañeros
–¿Estas segura? –el castaño se preocupó
–Ya pasó algo de tiempo, la oscuridad me ayudará a escabullirme –la rubia sonrío y con precaución abrió la puerta, antes de salir totalmente, se dirigió nuevamente a Harry –espero volver a verte, es interesante hablar con un chico tan maduro
–Espero lo mismo –dijo con una sonrisa el castaño quien al ver partir a su invitada examinó más a detalle aquel libro
...
Una vez que Harry se quedó a solas, analizó aquel objeto, un libro grueso y de buena calidad por lo bien conservado que se encontraba, aunque por lo visto no era tan viejo. Su curiosidad hizo que abriera el libro y ojeara las primeras hojas, a comparación de otros libros que ya había visto, éste no solo recopilaba la historia de Eldia, sino también una serie de relatos que habían pasado de generación en generación, también hablaba un poco de los clanes importantes en el imperio, de sus tradiciones y costumbres, así como de los choques con otras culturas y hasta las anécdotas de otros pueblos sobre Eldia. Harry se sorprendió al encontrar semejante ejemplar tan completo, ahora entendía el deseo de Evey de resguardarlo.
Sin perder más tiempo tomó una hoja de papel y lápiz para hacer anotaciones, se preparó un café cargado para estar en vela toda la noche, ese libro debía ser analizado minuciosamente. En principio era como todo libro normal con su respectivo índice e introducción, lo único nuevo y que llamó la atención del castaño fue una dedicatoria bastante ambigua:
"Este libro esta dedicado a todos aquellos que no buscan la versión del vencedor ni la del perdedor, sino el punto de vista de un espectador promedio. Pues entre aquellos que asesinan esperanzas y aquellos que fueron asesinados hay un muro que podría hacerlos pelear fácilmente, y este no es el fin de este libro, sino la reflexión y la comprensión."
Pasando la página, se contaba el comienzo del pueblo eldiano como una tribu de cazadores y recolectores que posteriormente con el apogeo de las ciudades y el comercio comenzaron a saquear, hasta convertirse en un gran pueblo de guerreros que sometían a otros pueblos, generalmente pequeños pueblos sin formación guerrera, a cuyos habitantes comenzaron a esclavizar con métodos tan crueles como cortarles la lengua. Fue hasta la extraña llegada de Ymir Fritz y sus poderes titanes que Eldia se fortaleció tanto que le hizo frente al más poderoso pueblo de ese entonces Marley, y ahí comenzó el imperio gobernado por los Fritz y por los titanes.
"Ymir Fritz" pensó Harry König en aquella mujer de la cual no se sabía a ciencia cierta su origen ni la razón de su poder. Para Eldia fue su salvadora, aquella diosa bondadosa que trajo prosperidad cultivando tierras y construyendo caminos y puentes. Para Marley y demás naciones sometidas fue una bruja que pactó con el demonio su alma a cambio de ese abominable poder. Y para los más escépticos era solo una invención para justificar la rara condición de los eldianos. Aunque lo único seguro era toda la historia cruel que se venía forjando desde Ymir, de ahí que los eldianos fueran llamados despectivamente como "pueblo de Ymir".
Siguió leyendo pero decidió saltarse hasta la sección de las anécdotas y relatos de los sometidos, tomó un sorbo grande de café para prestar atención. Cuando más leía, más se avergonzaba de sus antepasados, sabía que esos actos no podrían ser perdonados fácilmente y comprendía el porque del odio hacia su raza, pero eso solo generaría más sangre derramada. Seguir el mismo patrón por siglos no cambiaría nada, ni les daría la paz que tanto rogaban. ¿Entonces cual era la solución?.
Ya casi amanecía cuando el castaño acabó de leer esa cruda sección, Harry no tardó en anotar unas líneas importantes, quería conocer más sobre el pasado, pero sabía que iba a ser difícil encontrar algo tan neutral o mejor dicho cercano a la verdad, pues la historia era fácilmente manipulada por el punto de vista del escritor. Dobló el papel y selló el sobre para enviar lo antes posible aquella carta, una que tendría que recorrer un camino bastante largo, rogó que esa carta llegara a tiempo y a su destino correcto.
"Debemos encontrar una solución o de otra manera seguiremos repitiendo la misma tragedia una y otra vez."
...
Atardecía en aquella ciudad pequeña, aún se podía notar a varias personas caminado por las calles, aunque cierto sector –uno de casas mas sombrías y antiguas– se veía abandonado. Un joven caminaba con mucha atención, ojeaba su mapa y luego regresaba su vista a las calles, el lugar a donde se había adentrado era aquella zona sólida donde solo los faroles iluminaban su sendero.
–¿Por donde se habrá metido? –se cuestionó el joven comprendiendo que ese lugar no era muy seguro
No había alcanzado a dar la media vuelta cuando escuchó como un grupo de personas se iban acercando, no huyó, pues eso solo atraería más a los cazadores, se mantendría sereno.
–¡Miren a quien tenemos por aquí! –mencionó un joven de cabellos castaños que exhalaba el humo del cigarrillo de forma vulgar –pareces perdido chico ¿Quieres una mano?
Ante la pregunta sarcástica, los acompañantes del muchacho comenzaron a carcajear y otros más a burlarse, sin embargo el joven perdido habló de forma segura y educada –Podrían decirme si han visto a un amigo, es alguien de mi edad de cabellos castaños y grandes ojos verdes
El grupo se miró entre sí sorprendido por el nulo temor que mostró el joven, por lo que el líder se acercó para jugar un poco con él.
–Oye, ¿eres provinciano verdad? –dijo el tipo del cigarrillo –de otra manera sabrías que este es nuestro territorio, y por lo tanto no entrarías aquí –el joven le sonrío socarronamente –... a menos que quieras jugar con nosotros
–Solo estoy buscando a alguien y me voy –expresó el joven perdido sin miedo, cosa que molestó al bravucón. Éste analizó a su presa, tendría unos dieciséis años, de cabello oscuro como la noche y ojos grises como el acero. Su ropa no parecía costosa, solo se trataba de una camisa blanca y unos pantalones cafés a juego con un saco y una boina, llevaba también una bandana morada en el cuello, además de una mochila enorme, por lo que podía asegurar que era un migrante.
–¡Oh vamos! –el bravucón le abrazó a la altura del cuello para evitar su escape aunque sintió algo de envidia al percibir la fuerte complexión del muchacho –¡Quedate un rato! Descansa un poco de tan pesado equipaje
Los ojos grises del chico brillaron ante esa alerta, por lo que sin ser tan descortés se quitó de encima el brazo del bravucón –Lo siento, detesto el olor a cigarrillo
El grupo se asombró por tal insultó y el líder crujió los dientes, aventando el cigarrillo, enseguida apretó sus puños en clara muestra de enfado –Ustedes no se metan –ordenó el furioso líder a su pandilla, para luego escupir a los pies de su contrincante –¡Y tú! ¡Dame tu nombre, para encargar una lápida! –sentenció rabioso
–Marco Stein –dijo el chico extraviado, quien tomó posición ante lo inevitable, chasqueó la lengua al saber que tendría que pelear con su estorbosa mochila, más si la dejaba en el piso, se la llevarían en un parpadeo
Mientras vacilaba en como pelear, a Marco le llegó el primer ataque que logró esquivar con increíble agilidad, una serie mas de puñetazos y patadas le fueron lanzados pero él pudo evadirlos. Se desconcentró un momento cuando un golpe dio en la mochila y se escuchó un sonido metálico, por lo que el bravucón logró acertar un golpe en la mandíbula, ante esto, Marco sintió su sangre hervir y aprovechando la abertura del otro, conectó un golpe en el estomago de su contrincante que le sacó el aire y lo hizo arrodillarse.
–¡Jefe! –murmuraron los otros chicos asombrados, no decidiéndose si ayudar a su líder o irse contra el muchacho
–¡Marco! –un grito potente sacó de sus pensamientos a todos los presentes, se trataba de un chico rubio de corte de hongo que cubría sus ojos –¡Tu jugando aquí! ¡El jefe esta furioso! –exclamó con molestia el chico
El chico de ojos grises se quedó callado por un momento, hasta que se encogió de hombros y se excusó –Me encontré con esta gente amigable, tuve que ponerla en su lugar
–¡Entonces vámonos!
–De acuerdo
–¡Esperen! ¡¿a donde van?! –preguntó molesto otro chico de la pandilla –¡Deben pagar por esto! –refiriéndose a la humillación de su líder
–¿Disculpa? –el chico rubio dio la media vuelta dejando ver su brazalete con el tricep blanco invertido –¿Me estas ordenando? –dijo con un tono altivo
El grupo notó que esos chicos eran pertenecientes al grupo de Eckart, así que dejaron pasar las cosas, temían una represión futura –¡S-solo jugábamos!
–¡Entonces esfumen sus traseros de aquí! –indicó el rubio y de inmediato el grupo de bravucones tomó a su líder y huyó de ahí
Ya sin merodeadores cercanos, el chico rubio dejo escapar el aire de sus pulmones –Eso estuvo cerca –sintió sus rodillas temblar
–Gracias por la ayuda Hugh –dijo el chico de la boina –fue una buena actuación, incluso lograste hacer una copia creíble de ese brazalete
–No fue nada Mura...digo Marco –dijo el chico de corte de hongo apenado por los halagos de su compañero
–Hugh recuerda no llamar la atención –mencionó el moreno en voz baja –estamos en territorio enemigo
–Lo siento –el rubio se sintió culpable de su estupidez
–Ya no importa –Murakumo alias "Marco" suspiró y volvió a sacar su mapa –ahora lo principal es encontrar al idiota de Flamita
–Cierto, no puede estar muy lejos
–Ahora ayúdame con esto –le entregó el mapa –es algo difícil de comprender –gruñó el joven Kirstein
Hugh Thatch lo analizó e inmediatamente se ubicó en aquel mapa –Estamos aquí, así que deberíamos movernos hacia esa calle
–En marcha –dijo seguro el chico moreno
–¿Eh? Marco –intervino el joven rubio –es en la dirección opuesta –señaló la calle correcta
Murakumo rodó los ojos y se puso en marcha para diversión de su compañero, quien emitió una ligera risa.
–¡Muévete! –regañó Kirstein para evitar abochornarse ante su compañero por la pésima orientación que tenía
–¡Ya voy! –respondió Hugh cargando su gran mochila y tratando de alcanzarle el paso
...
La noche caía en la ciudad, había pasado desapercibido en el tren y en la estación, donde se hizo pasar por un invidente para no levantar sospechas, más lo que él recordaba de Marley no se comparaba con lo que sus ojos veían. El bando más radical de Marley estaba ganando poder gracias a varios factores: economía critica, potencias amenazantes y rebeliones independentistas en algunos lugares, lo que hacía que mucha gente buscara a algún grupo que impusiera orden para obtener un "supuesto" bienestar, además de aprovechar el rencor remanente de los marleyanos contra otras naciones, especialmente Eldia y sus nuevos titanes.
Él, había sido enviado a Paradis junto con otros chicos apenas se conoció la Tragedia de Mitras, esto con el fin de averiguar el porque de la nueva amenaza titán, pero la misión cayó estrepitosamente al ser asesinados sus compañeros, a pocos días de haber desembarcado. Él, aún con miedo logró infiltrarse en la sociedad eldiana y sobrevivió hasta cumplir trece años, donde ingresó a la Academia Militar de la isla. De los tres regimientos del ejercito, se decantó por la Gendarmería Real para estar cerca de la familia real, pero no logró obtener alguna pista importante. Sin embargo, lo que si lo desubicó por completo fue el hecho de que los titanes cambiantes se mostrarán, no solo los antiguos nueve poderes, sino también los titanes que poseían sus compañeros.
El titán Nocturno de Albert fue el primero en mostrarse y después el titán Copiador de Hilda, por un momento se preguntó si sus compañeros seguían vivos, más no tendrían razones para fingirse muertos y luego reaparecer. Todo indicaba que sus asesinos sabían de los poderes que ellos tenían y los usaron para su propio beneficio, rechinó los dientes de coraje al saber la bajeza que hicieron con sus camaradas; probablemente se trataban de espías o agentes de otras naciones, pues parecía que estaban en Paradis por la misma razón que él. Pensó en quienes podrían ser los usuarios de los titanes, más ningún compañero le convencía por completo, solo estaba seguro de algo, el titán Nocturno se había infiltrado en el Cuerpo de Investigación. Y justo cuando estaba por descubrir quien era el titán Calavera, un descuido –muy estúpido– de su parte en Monzen, fue descubierto y tuvo que esconderse, pero ya era tarde para continuar la misión; así que no tuvo más remedio que regresar a Marley, donde tendría que presentar una muy buena excusa por no haber enviado información desde hace seis años.
Así Otto Westerholt sin grandes esperanzas y con la duda de porque su ojo no se regeneraba, caminaba perdido en sus pensamientos, que no notó que alguien venía en dirección contraria y por tanto no lo esquivó.
–¡Disculpe! –dijo el chico quien iba con la cabeza gacha
–¿Así es como regresas? –Otto se sobresaltó al escuchar esto, con temor levantó la cabeza, pues el tono amenazante del hombre con quien había chocado le dio un pésimo presentimiento
–Me confunde... –el pecoso intentó zafarse, más las palabras se quedaron estancadas en su garganta cuando distinguió el rostro del hombre, era con quien menos quería toparse en estos momentos, los ojos grises los examinaban atentamente –...Coronel von Ziegler –mencionó con asombro y sobre todo miedo
El coronel esta vez llevaba un traje oscuro en vez de su uniforme marcial, pero lo que más llamó la atención de Otto, fue el brazalete que portaba en el brazo derecho, el que mostraba un tricep invertido en color blanco –¿Va a algún lugar soldadito? –cuestionó fríamente el hombre como dando una sentencia de muerte
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***Notas***
*Rinean es el equivalente de Irlanda.
*Evey es una chica "revoltosa" que se opone a los ideales supremacistas de Marley. De hecho su nombre lo tomé de Evey Hammond del cómic V for Vendetta de Alan Moore.
*Aquí nos adentramos a un tramo de mucha información, si bien alguna ya se nos dio en el manga, le pondré algunas cosas que no se vieron y a mi me dejaron con la duda.
*¿De que le servirá la Biblia Eldiana a Harry?
*Murakumo es el Zoro/Ryoga de esta historia ;)
*A Otto ya se lo cargó el payaso.
*Apenas revise las gráficas de visitas a esta historia y me alegró mucho que hayan más lectores. Realmente aprecio sus visitas, comentarios, follows y favoritos, especialmente a alkirius, Auror DragonSlayer, Summer. RL y 1ComentarioMas por sus comentarios (que no puedo responder de inmediato pero les contesto con mucha atención) y también a BrightSemiramis, Katsura-Sunoichi, Luna-Ignis, hari92 y yorukakusaku. ¡Mil gracias!
