Disclaimer: Shingeki no Kyojin pertenece a Hajime Isayama.
Advertencia: SPOILERS del manga
Extra 2: Connie Springer
Ragako, 847
El pueblo era pequeño pero bastante tranquilo y hasta cierto punto aburrido, su familia también era normalmente ordinaria. Él quería sentirse especial, no es que quisiera encontrarse con titanes, sin embargo ese algo que le faltaba supuso que sería estatus ante el pueblo y enorgullecer a su familia.
–¿Así que el pequeño Connie quiere ser soldado? –cuestionó una mujer madura mientras despachaba su pedido al aludido
–N-no, bueno sí –contestó Springer enarcando una ceja –¿como lo sabe? –interrogó haciendo una mueca de desaprobación
–El pequeño Martin –la mujer sonrío –se nota que te admira
–Siempre habla de más –Connie entrego las monedas a la tendera
–Pero es un buen trabajo, ganaras bien y además seras reconocido en este pueblo
–Por supuesto, cuando eso suceda traeré mucha plata y Ragako será reconocido como la tierra del "Increíble Connie Springer"
–Por supuesto chico –la señora alentaba al joven ante la mirada molesta de su marido
Connie se despidió llevándose su encargo, la mujer volteó a ver al hombre que la miraba con reproche –¿Que?
–¿Porque le mientes? –interrogo el hombre con gesto serio
–Pero le cobré exacto –se defendió la mujer
–No me refiero a eso –el hombre suspiró y acomodo la mercancía –porque le dijiste que ser soldado es una buena idea
–Lo es
–Lo es –repitió el hombre –si primero pasa el entrenamiento exhaustivo, luego si quiere ir a la Policía Militar debe quedar entre los diez primeros lugares, y si no lo hace, vivirá poco
–¿Porque dices eso? –la mujer se mostró preocupada
–Porque con la caída del muro María, ir a las Tropas de Guarnición o a la Legión de Reconocimiento es cometer suicidio
–Connie esta motivado, seguro entrará a la Policía Militar
–Eso espero por su bien y por el de los Springer –dijo sinceramente el hombre –no me gustaría que regresara en pedazos o peor aún, que solo trajeran su capa verde
–¡No digas eso! –regañó la señora ante tal escenario
–Espero de todo corazón lo contrario –mencionó el hombre mientras su mirada perdía de vista al muchacho
...
–Es el día –dijo Connie con una mezcla entre emoción y melancolía
–Cuidate mucho hijo –la señora Springer lo envolvió en un fuerte abrazo, mientras sus ojos se humedecían
–Enorgullécenos hijo –el señor Springer le pasó el morral en que llevaba sus pertenencias
–¡Lo haré padre! –Connie afirmó entusiasmado
–¡Connie será el mejor soldado! –exclamó orgulloso Martin, su hermano menor
–Por supuesto –el futuro soldado le revolvió el cabello a su hermano, y luego hizo lo mismo con su hermana –¿que me dices tú, Sunny?
–Buena suerte –dijo con timidez la más pequeña de la familia, quien se abrazó a su madre
–Bien familia, es hora de irme –mencionó Connie quien se dirigió al carro para subir sus cosas, su familia le siguió, por lo que el chico sintió una punzada en su corazón –¡Los extrañaré! –admitió y subió al carro en un vano intento de no llorar
–¡Nosotros también! –gritó Martin agitando su mano izquierda, mientras su madre le despedía con la mano derecha y con lagrimas en los ojos, su padre lo veía orgulloso, y su hermana parecía tranquila
–¡Hasta luego! –agitó sus brazos emocionado cuando el carro avanzó unos metros, esperando que más temprano que tarde pudiese volver a verlos.
...
Así Connie Springer llegó a las Tropas de Reclutamiento generación 104, donde comenzó su travesía como soldado, desde aprender a realizar correctamente el saludo militar, pasando por el entrenamiento con el equipo de maniobras tridimensionales y competir por los primeros puestos con reclutas más hábiles; pero también paso coraje al ver a Trost siendo atacada por titanes un día antes de la graduación, conoció el dolor de perder a varios compañeros que habían compartido el entrenamiento por tres años y sintió miedo cuando tuvo que decidir su futuro en aquella noche en la que finalmente ofreció su corazón a la humanidad.
Entre todos los reclutas, conoció a compañeros con los que había una fuerte conexión, desde un principio sintió agradable la compañía de Sasha, Jean y Marco. Tuvo confianza en el trío proveniente de Shiganshina, especialmente en aquel chico rubio que tenía un potencial enorme. Admiró a Reiner Braun, un joven fuerte y con carácter. Con Ymir se molestaba continuamente, pero admitía tenerle aprecio, y a los demás los fue conociendo poco a poco.
En la Legión de Reconocimiento fue madurando progresivamente, como cuando aprendió la primera lección tras haber salido de los muros: muerte, frustración, miedo y confusión en la fatídica misión 57. Misterio, trabajo en equipo, sacrificio, decisiones, ingenio y traición, las vivió todas en el poco tiempo que se internaron a la zona de la muralla Rose para averiguar el porque los titanes deambulaban por ahí sin existir un boquete en el muro. Fue en ese lapso que conoció la doble cara de algunas personas, la de la Ymir normal y la de la Ymir titanica, la de la dulce Krista y la rebelde Historia. Conoció a esa Annie Leonhart apatíca, fría y socorrista, y a la Annie cruel, cínica y cobarde; al Bertholdt Hoover tímido, nervioso y gracioso, y al Bertholdt egoísta, destructor y confundido; y sobre todo al soldado Reiner Braun amigable, perseverante y protector, y al guerrero Reiner mentiroso, decidido y enemigo. Traición, se convirtió en una palabra tan pesada y amarga para él.
Y esa traición supo aún más amarga cuando regresó a su pueblo acompañado de la subcomandante Hans para comprobar si la hipótesis de que los pobladores de Ragako habían sido convertidos en titanes tenía bases. Para desgracia de él, el titan tumbado en su casa tenía el rostro muy parecido al de su madre.
Después de retomar con bastante esfuerzo la muralla María y descubrir lo que había en el sótano de los Jaeger, lo siguiente fue ver con sus propios ojos los límites de la isla, conocer el azul, inmenso y pacífico mar. Ese día fue uno de los más reconfortantes, el miedo desapareció en ese instante, donde probaban el sabor salado del agua, donde sentían la rara sensación de caminar en la arena y admiraban la fauna desconocida extendida sobre la orilla. Solo ese día pudo ver una pequeña recompensa por todos los sacrificios de sus camaradas, por ellos habían llegado hasta allí.
Pero ese instante tuvo su final, cuando regresaron a las murallas, cuando descubrieron que había más humanidad al otro lado del mar, cuando vieron los barcos de Marley acercándose a la costa, y cuando los voluntarios les revelaron la causa del porque enviaban "titanes". Comprendió que ese odio irracional le había arrebatado a su familia, y esa vez, se sintió traicionado por el mundo.
...
Ragako, 854
Antes de ir a Marley a una misión de negociación que había sugerido Armin, él fue a ver a su madre, quería ver que estuviera en "buenas" condiciones.
–Oye mamá, iré a Marley por unos días –Connie sonrió melancólicamente –seré de los primeros en salir de la isla –el titán tenía toda su atención –espero que estés orgullosa –suavizó la voz
–Por supuesto que esta orgullosa –una voz femenina lo sorprendió por la espalda –¡Esta sonriendo!
–¡Sasha! –recriminó Jean a su compañera –¡No te metas en conversaciones ajenas!
–¿Chicos? ¿Que hacen aquí? –cuestionó Springer girándose de inmediato
–El comandante nos dio un descanso –dijo Sasha con naturalidad
–¡Eso ya lo se, boba! –se indignó Connie
–Queríamos ver como estaba tu madre –Jean intervino antes de que comenzaran a pelear –y darte algo de apoyo
Connie se sintió enternecido por ese acto, pero demostró que no era sentimental –Estoy bien –mencionó tragándose las ganas de llorar –y tengo confianza que pronto mamá volverá a la normalidad
–La subcomandante Hans esta trabajando arduamente en un antídoto con ayuda de Armin –habló Blouse
–¿Armin? –cuestionó el de Ragako, Kirstein le dio un codazo a Sasha por bocona
–Él... bueno todos nos preocupamos por ti –aceptó Jean rascándose la cabeza –y hacemos lo que podemos para ayudarte
–¿Estas llorando? –Sasha advirtió como Connie arrugaba el entrecejo como si le picaran los ojos
–Solo es una basura –Springer dijo esa excusa boba que de inmediato sus compañeros comprendieron. El joven dio medio vuelta y se acercó cuidadosamente al titán, posando su mano en su cabello –¿Lo ves mamá? Pronto seras humana de nuevo
Sasha y Jean sonrieron ante esa imagen, así estuvieron un rato más contándole de sus misiones al titán, hasta que el sol comenzaba a bajar. Connie se despidió de su madre y junto a sus compañeros comenzó a cabalgar. A unos metros de distancia, volteo nuevamente su mirada a Ragako que se hacía cada vez más pequeño, y rogó que la próxima vez que regresara, fuera con antídoto en mano.
...
Shiganshina, 854
Después de las fallidas negociaciones con los Tybur, la Legión de Reconocimiento regresó para preparar un plan de ataque para presionar a Tybur a crear un acuerdo benéfico, pero todo falló y Marley estaba enviando un numeroso ejercito para invadir la isla. Justo en esos momentos, se encontraban ahí porque los altos mandos habían dado la orden de evacuar Shiganshina e intentar frenar la invasión marleyana que se acercaba desde las costas.
Estaba al lado de Jean, recordando a sus camaradas caídos, a los que se les había unido Sasha recientemente, sonrió burlón al recordar que en el momento en que se enlisto en la Legión temía morir a manos de los titanes, sin embargo, todo parecía indicar que moriría por manos humanas. Apretó el fusil en sus manos y acomodó las lanzas relámpago en su espalda.
–¿Estas listo? –cuestionó Jean con una mezcla de tristeza y determinación
–Si llegas a sobrevivir –comentó Connie con una sonrisa forzada –recuerdame como un héroe
–Lo mismo va para ti –dijo Kirstein
De pronto se escuchó un ruido estremecedor que sorprendió a todos los soldados, después la tierra se cimbró y nubes de polvo se levantaron.
–¡No puede ser! –clamó un soldado aterrorizado señalando la muralla
Ahí fue cuando divisaron como la muralla se caía a pedazos dejando ver a sus huéspedes que por fin despertaban. Los colosales de la muralla María lentamente comenzaron a caminar hacia el sur, la escena era tetricamente devastadora, si bien los colosales no pasaron por el distrito Shiganshina, si provocaron daños severos a las personas cercanas a la muralla. Connie logró ver el rastro que dejaban los colosales: ni un solo signo de vida humana, animal o vegetal, si eso seguía así, el mundo sería aniquilado por completo.
–¡Demonios! ¡¿Quien hizo esto?! –se cuestionó Jean con coraje, aunque respiraba entre cortadamente y sentía sus piernas temblar –el único que posee al Fundador es...
–¡No! –gritó Connie impulsivo –¡Él no sería capaz de eso!
Jean solo hizo una mueca de disgusto –Como sea, reunámonos con los demás, debemos formar un plan para detener el Retumbar
–Bien –Connie se levantó después de haber estado de rodillas al ver la liberación apocalíptica de los colosales
...
Esa cabaña en malas condiciones que se ubicaba en los bosques de la región de Rose, era testigo de la formación de la "Alianza Eldiana" que juntó a soldados de Paradis y soldados eldianos de Marley para detener el Retumbar iniciado por Eren Jaeger.
–¡No puede ser cierto! –Springer clamó lagrimeando un poco
–Así es –Levi tenía una cara más agria de lo normal y su voz sonaba más fría –ese idiota traicionó a Erwin por la espalda, y junto a su estúpido hermano causaron el Retumbar –apretaba los puños para contenerse
–¿Y ahora? ¿Cual es el plan? –cuestionó Dot Pixis quien era el más centrado en esos momentos
–Todos estamos aquí para detener a Eren ¿cierto? –aportó Pieck Finger –la pregunta sería ¿como?
Todos guardaron silencio, la idea era la misma, pero nadie tenía certeza de como ejecutar el plan.
–Lo más obvio sería buscar a Eren o Zeke –habló Porco Galliard –y matarlos –se ganó una mirada amenazante de Mikasa
–Lo más probable es que busque activar a los colosales de las murallas restantes –dijo Armin –pero no sabemos si Zeke esta con vida
–Podríamos dividirnos y abarcar más espacio de búsqueda –sugirió Jean
–También podríamos avisar a Marley o intentar detener el avance de los colosales –aportó Keith Shadis sorprendiendo a los presentes
–¿Eso es posible? –interrogó Falco Grice
–Debemos intentarlo –dijo Annie con gesto muy serio, quien acababa de salir de su prisión de cristal
–¡Eso es! –exclamó Hans Zoë, quien en ese momento pasaba a ser la líder de la Legión de Reconocimiento –formaremos grupos para cada tarea: Annie, Armin y Hitch, busquen a Eren y Zeke por el lado oeste. Mikasa, Levi y Porco, ustedes vayan por el este. Falco, Colt y Zofia, ustedes busquen por el sur, también busquen a Gabi –los mencionados asintieron
–¿Y que hay de nosotros? –cuestionó Nile Dok
–Nile, tu iras conmigo y con Reiner, a donde esta la reina –dijo con seguridad la nueva comandante –tengo un presentimiento con ella
–¿No la iras a exponer? –el comandante de la Policía Militar parecía desconfiar
–Al contrario, vamos a protegerla –Zoë giro a ver a Pieck –tu llevaras al comandante Pixis y a Udo con tus jefes, necesitamos negociar con ellos
–No creo que sea tiempo de negociar –dijo Pieck con algo de molestia –además desconozco la ubicación del Comandante Magath
–Entonces lleva al comandante Pixis y a Udo con los demás, apuesto que al ver a los colosales, se embarcaran de nuevo a Marley –aportó Colt
–Comandante Pixis ¿podrá negociar o llegar a un acuerdo? –cuestionó Zoë al veterano
–No aseguro nada, pero haré todo lo humanamente posible –respondió Pixis con su porte serio –después de todo, Zackley esta enfrentándose a los Jaegeristas, nosotros no podemos quedarnos de brazos cruzados
–Hans ¿y nosotros que haremos? –cuestionó Jean
–Bueno... –dirigió la mirada al voluntario –Onyankopon ¿puedes pilotear el bote volador?
–Si puedo, la cuestión es ¿a donde quieres que me dirija?
–A Marley obviamente –Hans le miró determinada –quiero que vayas con Jean, Connie y Shadis a evacuar a las personas de Marley
–Pero eso sería rápido –intervino Connie –los colosales ya están avanzando
–Por eso tienen que partir de inmediato, ¿el bote esta en buenas condiciones para viajar? –cuestionó al hombre de piel oscura
–Solo le falta combustible
–Bien –Hans suspiró pesadamente, sabía que algunos de los presentes, incluido ella misma podían no regresar, recordando los discursos de Erwin, se preparo para dar unas últimas palabras antes de ir por la misión más importante de sus vidas –somos los únicos capaces de una hazaña de este tamaño, ¡así que denlo todo!, ¡háganlo por su familia, por sus amigos, por sus compatriotas o por quien ustedes más aprecien en este mundo!. Podemos sobrevivir o morir, pero nada nos quitara la satisfacción de vencer ¡Derrotaremos a Eren Jaeger y detendremos el Retumbar! –gritó a viva voz como si estuviera frente a todo un regimiento, los demás se contagiaron y orgullosos alzaron la cabeza
–¡Así sera! –dijeron todos los demás, tomando posiciones para llevar a cabo su tarea
Connie y su grupo reabastecieron el bote volador y prepararon sus EM3D, lanzas relámpago y algunos explosivos. Antes de subir, los jóvenes echaron una última mirada al interior de las murallas restantes.
–Es hora –se dijo Springer, era la ocasión de poner su nombre en alto
–Antes de que subamos al bote –la voz grave de Shadis impresionó al joven –quiero saber una cosa
–Sí señor –Connie respondió cuadrándose de inmediato
–Realice el saludo –demandó el instructor
Connie sonrió y obedeció, realizando el saludo correctamente.
–Es un honor combatir al lado de los mejores soldados que instruí –Keith suavizó su voz y se dirigió al bote donde ya los esperaban Jean y Onyankopon, Connie le siguió orgulloso
...
La travesía había sido larga e incomoda, nunca había viajado en algo que pudiese volar, y aunque fuese una experiencia nueva, la preocupación por el avance de los colosales no los dejo enfocarse en otra cosa. Llegaron a Marley al amanecer, antes que los colosales, pero para su desgracia, los marleyanos no creían en sus palabras.
–¡Por un demonio, creeanos! –exclamaba Springer al borde de la desesperación
–¡Calla sucio eldiano! ¡Solo buscas crear caos! –el soldado marleyano le dio una patada en el estomago –¡Como si fuesen confiables! ¡Además llegaron en un bote aliado! ¡Debimos haberlo derribado!
–Eres... –Connie intento contratacar sus palabras, pero Jean le detuvo y le ayudo a levantarse –¿porque no nos creen?
Kirstein suspiró, aunque no decía nada, probablemente se encontraba en las mismas condiciones anímicas.
–No podemos regresar así –dijo Onyankopon quien tampoco había tenido éxito en convencer a sus ex-aliados
–Los colosales se acercan –pronunció Shadis mientras miraba el mar –si esto sigue, al mediodía...
–¿Que hacemos? –cuestionó Connie
–Detenerlos –sentenció Keith con firmeza
–¡¿Q-que?! –cuestionó Springer confundido –¡¿Como haremos eso?!
–Supongo que atacando su nuca morirán, al igual que los titanes puros –mencionó el excomandante
–El problema es su altura y su liberación de calor –recalcó Jean –¿de donde podríamos engancharnos?
–Podríamos usar un dirigible como en Liberio, pero sería algo demasiado arriesgado hacer detonaciones cerca –sugirió Onyankopon –ademas ¿les alcanza el gas de sus equipos?
–Tendríamos que derribarlos de un solo golpe –meditó Shadis –para ahorrar el gas y las armas
–De acuerdo –dijo Connie –¿y de donde sacamos el dirigible?
–De ahí –Onyankopon señalo un dirigible del ejercito marleyano que se encontraba cerca –solo tenemos que esperar a que ellos acepten nuestra ayuda... aunque sea de mala gana
En ese momento se escucharon las detonaciones en el mar, los marleyanos observaban atentos como los colosales pasaban derribando los acorazados que tenían la tarea de frenarlos. Después, los titanes surgieron del mar dejando atrás una cortina inmensa de humo, entonces los cañones que estaban en la orilla como defensa, comenzaron a rugir.
–¡Ahora! –exclamó Onyankopon quien subió al dirigible para elevarlo, nadie le detuvo porque los soldados estaban enfrascados en detener el avance titán
Shadis, Springer y Kirstein revisaron sus equipos de maniobras y engancharon las lanzas relámpago. Cada vez se fueron acercando más, notando el terror que sembraban los gigantes que estaban por llegar a la costa, los marleyanos corrían desesperados.
–¡Recuerden un solo ataque a cada titán! –recomendó el instructor –desplazaremos todo el cable de nuestros equipos para evitar que las detonaciones se acerquen al dirigible
–Sí señor
Así, los tres soldados que habían pertenecido a las Alas de la Libertad se lanzaron a derribar el mayor número de colosales que pudieran. No fue nada fácil acercarse debido al vapor que emanaban, así como el movimiento rápido y preciso que debían lograr para no quemarse y a la vez no caer al vacío.
–¡Demonios! –exhalaba Connie con pesadez, al cabo de unos minutos –esto es muy difícil
–No tenemos de otra –respondió Shadis quien lanzaba su gabardina que tenía partes consumidas por el fuego –aún tenemos gas y lanzas
–Pero necesitamos también condición para efectuar el ataque, y la estamos perdiendo –dijo Jean secándose el sudor –no fui capaz de asestarle correctamente el golpe a ese –señalo al colosal que encabezaba la hecatombe
–¡Esta por pisar tierra! –señaló Connie –¡No puede ser!
–¡Mierda! –exclamó Jean al notar que aún habían personas en la costa –¡Lo detendré! –dijo dispuesto a hacer un movimiento muy arriesgado, pues se encontraba algo distante del dirigible
–¡Iré yo! –Connie le impidió el salto a Jean –¡Recuerda que tú debes llegar a comandante! –tomó discretamente unos explosivos atándolos a una lanza relámpago
–¡No bromees! –exclamó el muchacho castaño presintiendo algo malo
–No lo desperdicies –dijo el chico de Ragako quien se lanzó contra el titán en un movimiento rápido
–¡Connie espera! –gritó Jean quien estuvo a punto de saltar, sino fuese por la intervención de Shadis quien le retuvo
Springer se impulsó a máxima potencia, aún así el titán estaba lejano, en un acto valeroso se desengancho del dirigible para engancharse al titán y así acercarse.
–¡Noooo! –Jean exclamó cuando noto que Connie ya no tendrían un apoyo para regresar
Connie sintió su cuerpo arder al adentrarse al vapor, más logró incrustar la lanza relámpago y los explosivos en el punto débil; entonces, recordando a sus seres más queridos, los momentos más agradables de su vida y aquellos que lo fortalecieron, soltó el gancho que lo sujetaba al titán y jalo el detonador. El titán cayó estruendosamente al igual que el joven Springer, que aún en su caída logró observar como los colosales restantes empezaban a detenerse y poco a poco iban endureciéndose como una piedra. Una vez que estaban completamente petrificados, se hundían en el mar.
El chico sonrió débilmente, satisfecho de haber cooperado con la salvación de la humanidad –Lo lograron... –Connie habló en voz baja, no creyendo el resultado y cerrando los ojos, se precipitó al vacío
...
No recordaba más que a los colosales de piedra hundiéndose en el mar, probablemente perdió la consciencia al caer. Pero ¿a donde estaba ahora?, no parecía que ese lugar oscuro y desgastado fuese el paraíso, además sentía dolor en su cuerpo, eso no debería pasarle a un muerto. Respiró profundamente.
–Al fin despiertas –escuchó una voz cercana, por instinto volteó al lugar de donde provenía
–¿Quien eres? –no alcazaba a ver mucho debido a la oscuridad, la persona se acercó a él para que la reconociera –¿Y-yelena?
–Nos encontramos de nuevo, Springer –saludó la mujer alta, quien tenía su brazo izquierdo inmovilizado
–¿Donde estoy? –preguntó Connie intentando incorporarse, pero el dolor lo detuvo
–No hagas movimientos bruscos, sufriste quemaduras de segundo grado –explicó Yelena –y como ves –señalo su brazo lastimado –no pude darte el mejor trato médico
Connie entonces se revisó y notó que estaba vendado de la cabeza al torso, por lo visto el vapor de los colosales si le causo daños, pero ¿como había sobrevivido?.
–¿Como me encontraste? –Springer sabía que Yelena no haría eso por caridad, algo más ambicionaba la rubia –¿Porque me salvaste?
Yelena por primera vez dejo su aspecto sombrío y sonrió levemente –Estabas cerca de las costas, casi te ahogas. Y tal vez te salve porque sentí algo de culpa
–Tú apoyaste a Zeke ¿cierto? –Connie estaba bastante molesto con el Jaeger mayor al enterarse que él convirtió a su pueblo en titanes –y casi causas la destrucción de la humanidad ¡la culpa te pesará toda tu vida!
–Tienes razón –admitió Yelena cabizbaja –me deje llevar por esa imagen idealizada de Zeke
–Como sea –Connie intentaba sacar información –¿Donde estamos?
–En Marley
–¿Marley? –se preguntó el joven –¿Que haces tú aquí? ¿porque no estamos en Paradis?
–Escape de Paradis a tiempo y cuando me acercaba a aquí te encontré, y si no estas en Paradis supongo que es porque te dejaron, tal vez creyeron que estabas muerto
–¡Ellos no harían eso! –reclamó Springer al recordar que sus compañeros no hubiesen regresado sin su cuerpo
–Pues no me explico otra razón –dijo Yelena con simpleza –además dudo que regresen aquí después de todo este alboroto
–Lo harán –sentenció Connie con firmeza
Yelena le dio una mirada de hastío, después le ofreció un pedazo de pan y agua –Toma esto, recuperate pronto o te dejare aquí, tal y como lo hicieron tus amigos
–¡Ya te dije que ellos no son capaces de esto!
–Lo que digas
Así con pocos recursos lograron sobrevivir, Yelena que conocía el territorio marleyano le mostró a Connie donde dormir, buscar comida y encontrar material de curación, al joven eldiano no le gustaba para nada ese estilo vagabundo que llevaban, pero por lo visto Marley y los demás países le tenían coraje a Paradis por lo recién acontecido y no había una forma de regresar a la isla. En más de una vez que consiguió papel y lápiz intentó enviar una carta, sin éxito alguno, por lo que solo quedaba esperar.
Mientras tanto, un día Yelena lo llevó a un lugar que ella frecuentaba mucho, si bien parecía un bar de mala muerte, la fachada nauseabunda era perfecta para que ahí se llevaran a cabo reuniones clandestinas contra el gobierno de Marley. A Connie no le extraño que la ex soldado tuviera esas inclinaciones, lo que si le sorprendió fue la cantidad de personas que estaban en desacuerdo con su patria.
–¿Magath será el nuevo presidente? –se cuestionó un hombre de rostro moreno –ese imbécil que no pudo detener el Retumbar
–En los periódicos lo retratan como un "Héroe de guerra" –se bufó otro sujeto –de seguro se mio cuando vio a los colosales
–Creo que el hecho de que Marley perdiera una cantidad considerable de su ejercito –sugirió una mujer castaña de mirada iracunda –es el momento adecuado para quitar al gobierno
–¿Y como hacemos eso? –preguntó un joven rubio
–Si demostramos ante el mundo que el gobierno de Marley es peligroso y sobretodo débil –dijo Yelena con una sonrisa socarrona –los demás países pueden apoyarnos para crear una insurrección
–¿Y como harías eso? –interrogó Springer intrigado
–Fácil querido Connie –respondió la rubia mostrando el periódico –demostrando que es un traidor con sus aliados
Springer y los demás presentes no entendieron a que se refería, más, la mente retorcida de Yelena ya trabajaba en un plan.
...
Marley, 857
Habían pasado tres años desde la guerra y Connie seguía en ese continente, no podía regresar a su hogar y poco a poco se acostumbraba a ese lugar. En principió sufría por su piel ampollada y cicatrices, sin embargo sus vecinos y compañeros no fueron crueles con él por su apariencia, hasta le agradaban.
Un día Yelena solicitó una reunión urgente, por lo visto estaban por pasar a la acción.
–El día para demostrar al mundo que el gobierno de Marley es una mierda se acerca –explicó la alta mujer –los embajadores de Paradis vendrán a negociar un acuerdo, usaremos esa oportunidad para atacar
–¡Espera! –Connie de inmediato saltó contra esa idea –¡quieres atacar a los de Paradis! –él nunca le había dicho a los demás su condición de eldiano
–No, los usaremos de cebo para atacar a Magath –respondió Yelena intuyendo la impaciencia del joven
–¡Los pondrás en riesgo!
–No –Yelena le sonrió y con voz suave indicó –tú los ayudarías a escapar
Springer se quedó pasmado, tal vez había juzgado mal a la mujer, pues justo le estaba dando la oportunidad de escapar con ellos. Por fin regresaría a su hogar, con sus amigos y con su madre.
–Lo haré –aceptó el eldiano sin titubear
...
El día de la reunión entre ambas naciones se acercaba, para esto habían llegado a Marley la mismísima reina Historia, el canciller Wolfgang Merian, la mediadora Azumabito Kiyomi y algunos soldados. Magath les dio la bienvenida y los alojó en un edificio bien vigilado, aunque éste tuviese ciertas aberturas para un grupo que había recolectado información y examinado bien ese edificio, el grupo de radicales hizo su movimiento.
Primero se detonó una bomba en la entrada del edificio, con la movilización de la seguridad Connie se internó sigilosamente, corrió hacia la habitación donde debían estar sus compañeros de generación. Abrió la puerta de una patada y no encontró nada.
–¿Chicos? –se preguntó al ver vacía la habitación, corrió hacia otras habitaciones pero también estaban vacías "¡¿que carajo?!", subió hasta la azotea donde quedó asombrado de encontrarse con Yelena, quien tranquila apreciaba el panorama –¿Que diablos haces aquí?
–Disfruto del paisaje –respondió la mujer serenamente–observa
Springer notó que habían más detonaciones por toda la ciudad, los soldados iban de aquí para allá cazando a los radicales, la sangre salpicaba por las calles y las balas zumbaban en el aire.
–¡Esto es una masacre! –exclamó Springer irritado –¡dijiste que los únicos afectados serían los altos mandos!
–Y que mejor que darles un golpe en su reputación –mencionó Yelena –además, así la gente abrirá los ojos y notará la clase de gobierno inepto que tenemos
–¡Tu dijiste que los dejaríamos mal ante el mundo, no ante el propio Marley! –gritó el joven molesto
–Ahora comprendo –la rubia se acercó al borde de la azotea, el aire le despeinaba el corto cabello –no necesitas de un gran poder como Ymir o Zeke, a veces solo tienes que empujar una ficha de domino para que caigan las demás
–Yelena estas demente –sentenció el eldiano
–Así es –la mujer le mostró una sonrisa retorcida y dándole la espalda a la ciudad, extendió sus brazos teniendo de fondo humo y explosiones –¡Que Marley arda!
Seguido de esas palabras una ráfaga de balas atravesó a la rubia, quien no borró su sonrisa solo se dejó caer suavemente al vacío, antes le dedicó unas palabras a Connie –Te dejo el resto...
Así fue el fin de Yelena, Springer estaba tan anonadado cuando sintió como alguien llegó de repente, volteó rápidamente y se quedó paralizado, no pudiendo mover un solo músculo, solo logró emitir un ligero balbuceo –Jean...
El otro hombre lo atacó de lleno cortándole el torso y aventándolo hacia abajo, Connie no comprendió lo que pasó en ese momento, solo recordaba que por fin veía a uno de sus amigos y éste abalanzaba en su contra sin reconocerlo, en su mente las palabras de Yelena cobraban vida "Ellos nunca vendrán por ti", "Ni siquiera te buscaron, te dieron por muerto", "¿Aún crees que te extrañan?", "No te reconocerán", "Te engañaron, te usaron, te traicionaron".
...
Despertó bañado en sudor, ¿sería una pesadilla?, pronto se encontró con algunos de sus compañeros radicales.
–Por fortuna caíste a un contenedor, eso amortiguo el golpe –explicó un hombre que le pasaba un vaso de agua –Yelena fue abatida, a ti te sacamos a tiempo de ahí
–¿Entonces todo fue real? –se cuestionó el joven eldiano mirando que tenía vendada la parte del torso que Jean le había cortado
"¿Como fue que...?" Connie se llevó las manos a la cabeza no creyendo que de verdad sus amigos no lo reconocieran, lo atacaran y lo dejaran ahí "¿Porque?". Con cada cuestionamiento que se hacía, se desesperaba más y más, no pudiendo encontrar lógica comenzó a gimotear y a llorar desconsoladamente.
–Connie –otro chico se acercó a confortarlo, pero el afligido joven le soltó un manotazo
El otro hombre rápidamente se dirigió a preparar un té calmante, y lo dejo al lado del convaleciente.
–Aquí tienes un té para poder dormir –dejo la taza cerca de Connie –trata de descansar
Una vez hecho, los dos hombre salieron de la habitación, aunque el joven miró indignado a su compañero quien en voz baja le dijo –Eso no es un té, es opio
–Pero él no lo sabe –admitió cínicamente el hombre –al menos le ayudará con sus problemas
Connie Springer bebió aquella infusión que le calmó un poco y durmió profundamente, cuando despertó se halló igual de confundido, aunque esta vez tomó una decisión irreversible.
–Desde ahora soy el señor S –dijo con determinación mirando sus manos quemadas que nunca se recuperarían –y mi misión desde ahora es hacerle la vida imposible a Marley... –extendió su mano derecha al frente y cerró el puño con fuerza –y después me vengaré... de mis propios "amigos" por traicionarme
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...
***Notas***
*La alianza en este fic esta formada por: Hange, Levi, Mikasa, Armin, Jean, Connie, Hitch, el poderosisimo Pixis, Nile, Shadis, Reiner, Annie, Pieck, Porco, Colt, Udo, Zofia, Falco, Gabi y Olladepresión.
*Sobre la Guerra de Paradis (Retumbar) lo iré sacando a pedazos, dejando que cada personaje cuente su punto de vista. Además de que para contarlo todo junto me haría falta unos tres capítulos y que hueva.
*Yelena y sus transtornos afectaron a Connie.
*Pobre Connie lo hice sufrir mucho y lo que falta, y eso que es un personaje que me cae bien, imagínense como tratare a los que me cagan.
