Disclaimer: Shingeki no Kyojin pertenece a Hajime Isayama. Los personajes de Lost Girls son creaciones de Hiroshi Seko.

Advertencia: SPOILERS del manga


Persecución, parte 2: Aliados

Región Rose, 878

La región de Rose tenía grandes bosques, razón por la cual era una zona ideal para pasar desapercibido. Un grupo de tres personas, se dirigían al lado oeste de la región, evitando los pueblos y puestos de vigilancia.

–¿Donde estamos? –preguntó el hombre del ushanka, algo temeroso, al ver que se internaban a un pueblo abandonado

–Descansaremos aquí por ahora –dijo la soldado albina –no creo que ataquen por ahora

–Estas muy segura de eso –indicó Vitus Ivanovich con cierta duda

–No saben que estas con nosotros –dijo Olivia Macke –ellos piensan que ahora estamos más ocupados por los arrestos

–¡Oh vaya! ¿que sucederá cuando se enteren que estoy con ustedes? –pensó el hombre de bigotes

–Vendrán con todo –respondió Sara Zimmerman estoica –si no es que antes alguien ya nos encontró...

–¡Alto ahí! –escucharon una orden a sus espaldas, Sara de repente se puso a la defensiva, dispuesta a rajar gargantas –¡Muestren su identificación!

–Claro –dijo Zimmerman estudiando el punto vital del pobre soldado

–¡Max! –Vitus gritó al reconocer al soldado fronterizo –¡Soy yo! ¡No dispares!

–¿Vitus? –el soldado castaño hizo una ligera mueca de sorpresa y cambio su pose a una más aliviada –¿Que haces aquí?

–¡Oh querido Max! –Ivanovich estaba temblando, por una parte estaba ante su compañero de regimiento y por otra parte, estaban las mujeres del Cuerpo de Investigación –Solo estaba de paseo

–¿De paseo? –Carstedt no se creyó la excusa –tengo entendido que dejaste tu puesto, eso puede considerarse algo muy serio. ¿Si entiendes lo grave de la situación, Vitus?

–¡Claro que lo entiendo! –dijo el hombre del gorro, determinado –¡Cualquier opción es mala para mi! ¡Lo único que me espera es la muerte segura!

–¡¿Que?!

–¡Lo que escuchas! –dijo Vitus desesperado –¡Un tal "Stan el Verdugo" anda tras mi cabeza!

–¡¿De que hablas?! –preguntó Max cada vez más intrigado

–Ese Stan fue enviado como parte de la misión de reconocimiento de esta isla hace años. Pero por alguna razón, no fue atrapado ni condenado como yo –explicó el hombre de bigotes –ahora busca deshacerse de su pasado, incluyéndome

–¿Porque haría eso? –Max estaba cada vez más escéptico

–Porque quiere quedar como alguien limpio que nunca cometió crímenes –respondió Sara

–Pero eso sería imposible –dijo Carstedt –alguien con ese historial sería imposible de borrar

–¿Estas seguro? –cuestionó la albina

–¿Y para que haría aquello? –volvió a preguntar Carstedt

–Para quitarnos de la jugada y sea el líder del nuevo regimiento –explicó Olivia

–¿Nuevo regimiento? –Max Carstedt se sintió todavía más confundido

–¿En serio no lo sabes? –cuestionó Macke con asombro –sobre los rumores de reemplazar al Cuerpo de Investigación

–Tengo entendido que el Cuerpo de Investigación esta siendo investigado por esconder información importante, incluso podrían considerarse traidores a la nación

–Y si eso sucede, ¿sobre quien quedarán nuestros deberes? –interrogó Sara

–Ahhh –Max solo pudo emitir aquello, ahora que lo pensaba bien todo sonaba muy extraño

–¿Que persona tiene la experiencia y la inteligencia de comandar un nuevo regimiento de trabajos especiales? –preguntó Olivia –y que tenga el beneplácito de los altos mandos

–¡N-no puede ser! –Carstedt bajó su arma al dar con una conclusión obvia –¡los altos mandos no dejarían la seguridad de Paradis en manos de un traficante!

–¿En serio? –cuestionó Zimmerman con desafío

–¡¿Ah?!

–¡Ayúdame Max! –Vitus aprovechó para rogarle a su compañero colgándose de sus pies

–¡Hey! –gruño Max tratándose de quitar al encimoso de su compañero –¡Quitate!

–¡Por favor!

–Esta bien –dijo Max ante la brillante mirada ilusionada de Vitus

–¡¿Es en serio?! –cuestionó el hombre de bigotes

–Te ayudaré solo porque a mi también me parece una situación extraña –dijo Max fastidiado –y además no meteré las manos al fuego por ti. Si la situación es muy riesgosa, te las arreglaras solo –dijo Max como una especie de regaño

–Entonces en marcha –pronunció Zimmerman consciente de la situación del joven soldado fronterizo

–Antes, contéstame algo –Carstedt se dirigió a la albina con seriedad –¿El príncipe y los demás están bien?

–Por supuesto –contestó con extrema seguridad Sara –el príncipe es bastante resistente

Carstedt al escuchar esto sonrió nostalgicamente, le tenía bastante aprecio al trío de amigos y esperaba que ellos se encontraran bien.

–Entonces síganme –indicó el soldado castaño quien comenzó a tomar su camino –si van de este lado los descubrirán fácilmente

–De hecho, había pensado confrontarlos de una vez –dijo la soldado albina

–¡¿Que?! –gritó Vitus anonadado –¡¿Solo tú?!

–Obvio no –respondió Sara fastidiada –tendríamos que reunirnos con los demás para forjar un plan y además –dirigió su mirada al hombre de bigotes –te esconderíamos para que estuvieses a salvo

–¡Oh gracias señorita Sara! –chilló el hombre de Gelus

–Creo que podrías ayudarnos con eso –indicó la soldado de élite a Max –después de todo también es tu compañero

–Claro, pero tienes que pasar desapercibido –dijo Carstedt a su compañero –así que tal vez te haga pasar como un criminal de poca mota

–De acuerdo –dijo Vitus aunque por dentro temblaba

–Ahora vamos a Sina –dijo Sara sorprendiendo a sus acompañantes –¿puedes hacernos pasar hasta ahí? –cuestionó al soldado fronterizo

–S-sí –tartamudeo Max –¿pero para que quieren ir allá? ¡es el lugar más inseguro para ustedes en estos momentos!

–Nunca dije que iba a asomarme a la Capital –mencionó Zimmerman –realmente quiero ir a lo más profundo de sus entrañas


...

Trost, 878

Mona Reeves se encontraba nerviosa, y eso lo demostraba dando vueltas por toda la habitación, había convencido de reunirse con ella a algunos comerciantes confiables, esta era su primera reunión de negocios sin la tutela de su padre, así que esperaba salir victoriosa.

–Señorita, han llegado –informó su ayudante, sacándola de sus pensamientos

–Bien, vamos –inhalo una gran cantidad de aire y se puso en marcha

Al entrar vio que en efecto sus ocho invitados estaban sentados esperándola, trago saliva y comenzó a hablar:

–Señores, bienvenidos –sonrío exageradamente –siéntanse como en su casa

–Gracias señorita Reeves –dijo un hombre de complexión ancha –¿su padre vendrá?

–No, esto es algo que yo planee

–Entonces díganos para que nos necesita –habló un sujeto de largas patillas rubias, el señor Schuler –¿no será que esta tramando algo a escondidas de su padre?

–No exactamente, es más una plática entre futuros socios

–Así que ya estás madurando –dijo una mujer de cabellos castaños y ojos azules –bien por ti, señorita Reeves

–La escuchamos Mona –dijo el hombre de barbas blancas que tenia una sonrisa paternal

–Bueno –carraspeó un poco y trató de sonar lo más segura posible –me llegaron ciertas noticias que involucran al gobierno, y como futura presidenta de la Compañía Reeves temo por la empresa...

–¿Es por lo del Cuerpo de Investigación? –cuestionó un tipo flacucho de barbas negras –su padre tuvo algunos negocios con ellos ¿cierto?

–Así es –confirmó la joven pecosa –pero por lo que realmente temo es por nuestra seguridad

–Explíquese mejor -opinó una mujer regordeta

–Ah, pues... creo que es momento para hablar de lo que tanto han callado –el valor llenó de pronto a la joven Reeves

–No se refiere a... –el hombre de actitudes delicadas se quedó callado al notar la seguridad de Mona

–Si, hablo de esos traficantes que nos amenazan –soltó la joven con determinación, sus invitados se quedaron callados ante tal declaración

–Mona, eso es algo... pues complicado –habló el anciano con suavidad

–Lo sé señor Roth, pero si realmente lo que dicen es cierto, estamos ante un escenario peor

–Esos rumores son falsos, no hagas caso a esas bazofias –aseguró con molestia el tipo de cabellos rubios

–Pues no estaría tan segura de eso, más si yo misma lo escuché de la boca de su líder –Mona reveló lo que había escuchado de Stan el Verdugo

–Nos puede contar que escuchó y de quien –pidió el hombre robusto incrédulo

–Eh, sí –Reeves se aclaró la garganta –escuché que piensan quitar el Cuerpo de Investigación y sustituirlo por un grupo encabezado por Stan el Verdugo. Lo escuché cuando hablaba con mi padre

–¡¿Que?! –la mujer regordeta abrió desmesuradamente los ojos, los demás estaban asombrados –¡¿Lo dice es serio?!

–¡Por supuesto! ¡¿Porque otra cosa los reuniría aquí?!

–Eso es una declaración muy importante y hasta difamatoria –dijo el hombre de barba azabache –¿Como podemos asegurar que no miente?

–Tal vez porque todo coincide con lo que pasa actualmente, el arresto de la opositora Wanda Baumeister y del comandante del Cuerpo de Investigación –contestó la mujer de cabellos castaños, Chloé Vinsonneau

–¿El gobierno sería tan nefasto como para ponernos de protección nacional a esos traficantes? –se cuestionó el hombre de maneras delicadas

Todos se quedaron pensativos en silencio, y es que todos ellos como comerciantes habían sufrido algún incidente con los traficantes, como robos, extorsiones o hasta atentados.

–Y en caso de que fuese cierto ¿que haríamos? –el hombre delgado rompió el silencio

–Sería inconcebible que aquellos que nos han hecho daño, ahora sean asignados como soldados –opinó la mujer regordeta temblando –no podríamos ni defendernos, estaríamos a su merced

–¿Y si nos oponemos a su plan? –preguntó Mona Reeves –es mejor evitar que se lleve a cabo a querer remediarlo

–Eso sería descabellado –opinó el hombre de oscuras barbas –nos llevaría a la cárcel o a la muerte

–Pues no nos queda de otra que resignarnos –dijo cansino el anciano señor Roth –luchar es imposible para nosotros, tal vez y tengan algo de compasión porque nosotros suministramos los productos y damos trabajo a la gente

–Esperemos que así suceda –deseo la mujer obesa

–Entonces ¿no van a luchar por su seguridad ni por la de sus trabajadores? –cuestionó Mona con molestia –¡¿vamos a dejarnos pisotearnos así?! ¡¿sin resistencia?!

–¿P-pero que hacemos? –dijo el comerciante delicado –no somos guerreros ni tenemos tanto poder de convocatoria

–Tiene razón el señor Bailey –mencionó el hombre robusto –no ganamos nada luchando con ellos, tampoco estamos en un posición favorable desde que Marley impuso el cerco comercial

–Cierto, al contrario, perderíamos socios y ganancias –dijo el comerciante rubio –agradecemos la confianza para contarnos sobre esto, pero nosotros no vamos a intervenir en las decisiones del gobierno

Con esta declaración, los invitados comenzaron a salir, sin mirar directamente a Mona dejaron la habitación, el señor Roth le reconfortó con unas palmaditas en el hombro. Reeves se sintió devastada, perdedora.

–Mona –escuchó que la última invitada no había salido aún –te falta mucho para convertirte en una buena negociante, sin embargo, tienes agallas, y eso me agrada

–Gracias señora Vinsonneau

–Llámame Madame –dijo la mujer de ojos azules –después de todo vamos a trabajar juntas

Mona parpadeó sorprendida, no entendía por completo la frase de la comerciante.

–¿Que quiso decir?

Chloé emitió una risita burlona –Vamos a ver que podemos hacer para que Stan no sea el líder del nuevo regimiento ¿te parece?

Mona entonces entendió que incluso si el Cuerpo de Investigación desaparecía, el verdadero problema para los comerciantes era que el líder del nuevo regimiento fuese Stan el Verdugo o alguno de sus hombres, y eso hacía un poco más fácil el problema, más si exponían esa noticia al pueblo.

–¡Bien! –los ánimos de Reeves se elevaron tras esto –pero esta segura de esto Madame, quiero decir es algo peligroso

–Yo también tengo mis razones para hacerlo –confesó la bella mujer –solo te prometo que si salimos de ésta, pensaré en el precio de nuestras almas


...

Región Rose, 878

En medio del bosque dos personas con el uniforme del unicornio coronado iban sigilosas con fusiles en mano, los habían enviado a hacer un recorrido de inspección, algo no andaba bien con la milicia.

–¿Que rayos esta sucediendo? –preguntó con fastidio una chica de cortos cabellos castaños –¿porque tenemos que hacer estas rutinas más largas de lo normal?

–Es obvio que no nos lo dirán tan fácil –respondió el joven de cabellos rubios ondulados

La chica apretó los labios en una mueca de molestia –Solo sabemos que el Cuerpo de Investigación esta involucrado

–Pues al menos el comandante ya fue arrestado –respondió el joven –pero no sabemos que sucedió con los demás soldados

–¿Crees que los demás chicos estén involucrados? –la chica castaña preguntó con un deje de tristeza

–Espero que no, no me gustaría enfrentarme a ellos incluso si son traidores

–Pero es nuestro trabajo

–¿Tu podrías luchar contra ellos? –preguntó el rubio

–Ahmm –la chica se puso a pensar seriamente –la verdad no podría, ¿entonces que hacemos si nos encontramos con ellos? ¿Andrea? –preguntó al ver a su amigo detenerse y mantener su mirada en unos arbustos

–Shhh –indicó Andrea Olsenberg, después apuntó su fusil hacia los arbustos que había estado observando –hay algo que se mueve por allá

–¿Que? –Charlotte se sorprendió y también apuntó con su arma

–Puede que solo se trate de un animal –dijo el rubio en voz queda –pero no esta de más tener precaución

–Bien –afirmó Charlotte con nerviosismo

–¡Ahhhh! –escucharon detrás de ellos, mientras eran cubiertos de la cabeza con un saco. Ambos jóvenes intentaron luchar pero fueron sometidos en el suelo y esposados

–Tengo las armas –se escuchó una joven voz varonil

–¿Que hacemos con ellos? –preguntó otro hombre, cosa que puso los pelos de punta a los gendarmes

–Creo que podemos sacarles algo de información –esta vez habló una mujer

Tanto Charlotte como Andrea en medio de su desesperación lograron escuchar los tonos de voces y las encontraron conocidas.

–!S-si¡ –clamó Andrea desde su posición –¡podemos ayudarlos, pero no nos hagan daño!

–¿Como estamos seguros que no nos delataran? –cuestionó con dureza uno de los varones

–¿Crees que en estas condiciones podemos hacer algo más? –cuestionó Andrea tomando valor

–Podemos intentarlo –sugirió la mujer

–Bien –respondió otro joven –pero si hacen algo sospechoso, ¡no dudaremos en acabar con ustedes! –la voz no sonó tan segura, es más, sonó forzada y de eso se dieron cuenta los gendarmes

Enseguida los sentaron y procedieron a quitarles los sacos de la cabeza, los gendarmes tomaron un gran bocado de aire, más luego de respirar normalmente, tanto los capturados como los captores se veían sorprendidos.

–¿Charlotte? ¿Andrea? –preguntó un joven de castaños cabellos

–¿Jason? ¿Natan? ¿Shirley? –preguntó a la vez el chico rubio –¿ustedes que hacen aquí?

–¡Ah! –exclamó Jason asustado viendo a sus compañeros de regimiento tanto como a sus excompañeros de generación –¡Esto es malo!

–¡¿Que sucede?! ¡¿Porque nos atacan?! –interrogó Charlotte

–Pues... nosotros estamos... –Jason intentó inventar una excusa

–Estamos escondiéndonos –completo Shirley con seguridad

–¿De quien? –preguntó Andrea intuyendo lo obvio

–De la Gendarmería, –señaló Shirley el escudo en sus chaquetas –de ustedes

–¿Ustedes de verdad han traicionado a Paradis? –cuestionó Charlotte anonadada y a la vez molesta

–¡Ustedes son los que nos han traicionado! –gritó Natan enojado –¡han dado un golpe muy bajo!

–¡Eso no es cierto! –respondió la castaña –¿porque se esconderían si fuesen inocentes?

–Porque están tras nosotros –intervino oportunamente Shirley antes de que Charlotte y Natan se pusieran a discutir –no solo ustedes, también esta un escuadrón de mercenarios que quiere eliminarnos

–¿Mercenarios? –cuestionó Andrea con curiosidad –¿no serán los traficantes?

–Así es

Andrea comprendió lo que sus excompañeros estaban pasando –¿Podemos hablar sobre este asunto? Prometo que no los denunciaré

–Pero Andrea, ellos son... –recriminó Charlotte

–No estoy de acuerdo –opinó Natan con mala cara, mientras Jason se mantenía indeciso

–Esta bien –dijo Shirley quien llevaba el liderazgo del trío de soldados de investigación –¿que quieres saber? –la chica tomó asiento frente a su excompañero a quien le quitó las esposas

–¿Que son los titanes? –dijo Andrea con seguridad, su pregunta asombró a los demás presentes –¿que fue lo que encontraron en Monzen con la Fraternidad Fritz?

–Los titanes... –comenzó a explicar la chica rubia –eran humanos... –Shirley se mostró desanimada de contar esa experiencia –la Fraternidad Fritz tomó sus cadáveres para experimentar con ellos, abriéndolos cual pavo, les incrustaron en su cabeza un dispositivo llamado "núcleo" que los controlaba. Pero por desgracia, aún no sabemos como esos cadáveres se transformaban sin una orden de la sangre real y mucho menos sabemos quien inventó ese núcleo

–En resumen, aún no tienen respuestas sobre quien trajo de regreso a los titanes –mencionó el rubio

–Correcto

–Ahora que lo pienso –dijo Andrea acariciándose la barbilla –quien transforma a los titanes debe ser alguien que vive en Paradis

–Pero los únicos que tendrían ese poder es la familia real –exclamó Jason horrorizado –y la única con vida es la reina Ymir

–¿Y si no es así? –cuestionó el gendarme

Esa pregunta hizo espabilar a los demás, si bien los cadetes del Cuerpo de Investigación se habían hecho muchas teorías, ninguna había propuesto que hubiese alguien más con sangre real. La gran incógnita sería quien era esa persona si la familia Reiss había muerto en la insurrección del año 850 y la reina Historia había tenido una sola hija.

–Tiene sentido –aceptó Shirley reflexionando y conectando las pistas –sería más probable que si esa persona es un Reiss, tenga conexiones con los altos mandos y por eso mismo busquen el fin del Cuerpo de Investigación, para que no lleguemos al fondo del asunto

–¿Y que sentido tendría hacer esto desde las sombras? –cuestionó Charlotte todavía sorprendida –¿porque no presentarse directamente?

–Tal vez solo por diversión –mencionó Natan con rabia –tal y como lo hizo Derek

–¿Que hizo Derek? –preguntó Andrea curioso

–Nos traicionó –respondió Natan

–Comprendo –dijo Andrea con pesadumbre mientras Charlotte se cubría la boca con las manos en señal de incredulidad –entonces déjenos ayudarlos – se irguió rectamente

–¿Porque lo harías? –interrogo Natan con desconfianza

–Porque ese es nuestro trabajo –mencionó el rubio –puede que estemos en medio de una traición militar o peor aún, a comienzos de un golpe de estado –eso asustó a sus compañeros –pero al menos yo protegeré la isla Paradis de todo aquello que anteponga su propia avaricia antes que a su nación

Shirley sonrió ante este breve discurso, los demás quedaron asombrados ante la determinación del chico con orígenes de Viteau.

–Entonces ¿apoyaras a unos rebeldes como nosotros? –cuestionó Shirley

–Lo que yo tengo frente a mí, son compañeros que buscan una respuesta que salvará a Paradis, y los voy a ayudar –dijo Andrea con una sonrisa –¿que hay de ti Charlotte?

La castaña lanzó un suspiró y se resignó –Iré con ustedes

–Muy bien, entonces hay que movernos de aquí –opinó Natan dirigiéndose a los dos gendarmes –es bueno saber que así como hay traidores, también contamos con aliados

Andrea alzó la mirada al cielo despejado y contesto: –Tenemos que aprender a volver, pero ¿valen la pena nuestras almas para esta misión?


...

Stohess, 878

La noche caía en el distrito este de la región Sina, por lo que fue fácil escabullirse en medio de la gente. Ataviadas con ropas comunes y oscuras, dos mujeres se dirigieron a un bar bastante llamativo, al llegar a la entrada, la mayor le susurró a la menor:

–No te separes de mí –la mujer mayor dijo con determinación –tampoco hagas nada que llame la atención. Y a los imbéciles... –dirigió su mirada al grupo de hombres que las miraban atentos –solo ignóralos

La otra mujer solo asintió, se sentía bastante rara al usar maquillaje y un peinado elegante para que aparentara mayor edad. Se acercaron a la barra, y ahí la mayor le dijo unas palabras al barman, cortas pero importantes, éste solo asintió y se fue. No pasó mucho tiempo hasta que se hizo presente una bonita mujer de cabellos cobre ondulados y ojos avellana.

–¡Vaya sorpresa! –mencionó la dama quien vestía acorde al ambiente –¡Hace tanto tiempo que no te veo!

–No ha pasado tanto –dijo la mujer mayor, quien suspiraba cansada

–¡Me alegra verte Hitch! –la mujer sonrió amable –¡o mejor dicho, respetable inspectora Dreyse!

–¡Shhhhh! –indicó la castaña con una seña –¡podrías ser menos ruidosa Carly!

La mencionada iba a replicar, pero notó a la tímida muchacha que acompañaba a la inspectora, por lo que se acercó a ella amigablemente.

–Carly Stratmann, dueña de este bar –se presentó la mujer de cabellos cobrizos –un gusto en conocerte

–¡¿Ahh?! ¡Es un gusto conocerla! –dijo Anya algo sorprendida ante las palabras de Carly –soy Anya Arlert

–¿Así que esta linda chica es tu hija? –cuestionó la mujer divertida, mientras examinaba a la chica –ya veo, es mucho más astuta

–¡Oye! –clamó Hitch ofendida –¡déjala en paz!

–Bien ¿y que hacen por aquí? –preguntó Carly –¿no me digan que estoy en problemas con la coderoína? ...de nuevo

–No –Hitch carraspeo, sintiéndose incomoda de tocar esos temas enfrente de su hija –esta vez, el problema es nuestro

–¡Oh! –Carly arqueó las cejas sorprendida –¡Eso si es inesperado!

–Necesitamos tu ayuda –pidió la inspectora

Stratmann mantuvo su mirada en la castaña y luego suspiró –Supongo que se están escondiendo. No teman aquí nadie las buscará –la mujer entró a la barra y luego les indició a sus invitadas que tomarán asiento. A Hitch le invitó una copa y a Anya le ofreció un jugo y algunas rosquillas –Son de parte de la casa –la mujer le guiñó un ojo a la joven

–Gracias –respondió Anya tímidamente

–Pero... –Carly entonces se acercó a ambas mujeres, esta vez su rostro era serio –que tú vengas con tu propia hija por aquí, también significa algo muy peligroso –le dijo a Dreyse

–Justo ahora somos traidoras a la nación –suspiró la inspectora –los altos mandos quieren desaparecer como de lugar al Cuerpo de Investigación y todo lo que este conectado a ellos

–¡Vaya! –la mujer se llevó las manos a la boca en señal de asombro –¿eso no es contraproducente? ¿quien nos cuidará ahora de los titanes?

–Ellos creen que el Cuerpo de Investigación los maneja –dijo Hitch

–Suena ridículo

–Así es –mencionó Dreyse –sin embargo, si hay grandes intereses de por medio, eso no importará

–¿Y tu marido? –pregunto Carly –él debería tener un plan

–Él esta fuera –respondió Hitch –y es mejor que no se acerque

–Así que estas sola en esto

–No –intervino Anya –tenemos a casi todo el Cuerpo de Investigación de nuestro lado

–Por desgracia, ya levantaron la orden de arresto y disolución –explicó Hitch –y a los que se rebelen, es probable que los exterminen

–Debe de haber una falla en su plan –mencionó Anya apretando fuertemente el vaso

–Por ahora, solo nos queda hacerles frente –respondió la inspectora

–¿Y como haremos eso?

–Creo que es obvio niña –intervino Carly seria –deshaciéndose de ellos

–¿N-no estará diciendo? –Anya se levantó de su lugar asustada mirando a su madre nerviosa

–Tranquila cariño –serenó Carly –pero es la única opción posible si tú quieres salir con vida

–No tenemos... –Anya quiso negarse, más luego, recordó que tenían los equipos de maniobras y que las armas podían conseguirse fácilmente

–Pues entonces solo necesitan un plan –dijo Carly –yo puedo ayudarles con algo de información de los traficantes. Ese maldito de Stan, me ha hecho la vida imposible

–¿Lo conoce? –preguntó Arlert

–Muchos lo conocen y también lo odian –respondió Stratmann –podrían tomar ventaja de eso

–Pero sus hombres son unos tipos despiadados y están bien entrenados –recordó Anya lo que decían sobre los traficantes

–No querida –dijo Carly sonriendo –él simplemente usa a quien mejor le convine. No dudo que contra ustedes use a sus mejores hombres, pero si saben aprovechan el EM3D y sus armas, lo tienen ganado

–¿De verdad? –se preguntó Arlert todavía insegura –¿tendremos que ir a sangre fría por ellos? ¡Nos volveremos asesinos y eso nos dará más motivos para que nos acorralen!

–Había pensado en eso también –respondió Hitch –sin embargo, hay un lugar perfecto para que esto pase desapercibido

–¿Un lugar? –cuestionó Anya –¡¿de verdad existe un lugar donde podemos eliminar al enemigo sin que se considere un crimen?! –Hitch asintió gravemente

–El único lugar sin ley de toda la isla Paradis –mencionó Carly con una sonrisa traviesa –la Ciudad Subterránea


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***Notas***

*Coderoína es una droga exclusiva del spin-off Lost Girls, al igual que Carly Stratmann.

*Ahora si se viene el caos y la destrucción.

*También viene el desmadre en Ciudad Subterránea en el próximo capitulo.

*Por cierto, no se si sea mi imaginación, pero recientemente he visto que ya no hay tanta actividad de fanfics de SnK y es triste, porque antes había mas variedad en las historias y muchos autores eran buenos, ahora solo encuentro pocos fics y son de ships y ya.