Disclaimer: Shingeki no Kyojin pertenece a Hajime Isayama.
Advertencia: SPOILERS del manga
Colaboración
Las luces comenzaban a encenderse en la ciudad capital de Marley, por lo que la mayoría de gente empezaba a dejar las calles para resguardarse en sus casas, algunos seguían afuera buscando diversión o conquistas. Sin embargo, para cuatros jóvenes ese no era el caso, arrastraban los pies y sentían pesados los parpados, la huida sin descanso del bosque hasta la ciudad había sido demoledora.
–Tomemos un descanso –dijo con voz queda el joven de cabellos rizados señalando una banca
–Debemos... seguir –mencionó Kesia con la garganta seca, pero se mostraba orgullosa –aún podrían estar persiguiéndonos
–Solo serán diez minutos –habló el chico supuestamente castaño, quien de inmediato se acercó a la banca para sentarse
–Pero...
Eren Reiss señaló discretamente a Bastian y a Murakumo, quienes eran los que iban en peores condiciones, Kesia supuso que realmente si era algo importante al ver tan cansado a Murakumo.
–Estoy bien –dijo Kirstein al intuir que era él sobre quien hablaban
–No lo estas –refutó Eren –además debemos conseguir algo de comida y un lugar donde pasar la noche
–¿Sera buena idea tomarnos un tiempo? –cuestionó Bastian Steinbach –aún no sabemos si el gobierno de Marley ya sabe lo que pasó en el bosque
–Todo parece estar en calma –respondió Kesia –supongo que el hecho de que el ejercito no se haya movilizado es porque aún no saben sobre el Nocturno
–¿Entonces Paul no esta aliado a ellos? –volvió a cuestionar Steinbach
–Ni idea –exclamó la chica de piel oscura encogiéndose de hombros
–En el peor de los casos, él podría dar información a Marley –mencionó el príncipe
–No lo creo –intervino Murakumo, sus compañeros lo miraron confusos
–Es cierto –dijo Eren al percibir que había un detalle que se les había pasado entre tanto ajetreo –no nos has dicho que te hicieron ¿te lastimaron? –cuestiono el joven con delicadez
Murakumo cerró los ojos cansino y respondió secamente –No, solo me extrajeron sangre y me mantuvieron como el prisionero que era
–¿O sea, no te sacaron información? –preguntó Bastian con algo de temor
–No –mintió el chico, si bien, no le cuestionaron mucho sobre su misión o sobre su grupo, si insistieron en su origen
–¿Entonces ellos no saben sobre nosotros? –cuestionó Kesia
–Si lo saben –contestó el mestizo –hay otro traidor
–¡¿Que?! –exclamaron los otros tres jóvenes
–¡¿A que te refieres?! –exigió con impaciencia Bastian
–El Departamento de Inteligencia tiene en sus manos a uno de los portadores de los nuevos titanes, y por lo visto no es Paul... aunque si era cercano a nosotros
–No puede ser –dijo Steinbach sintiendo desmoronarse, primero Paul quien mató a Gilbert y ahora otro posible compañero
–Entonces tenemos que partir hacia el punto de reunión y salir de aquí antes de que esto se vuelva un caos –pidió la chica de piel oscura
–Estoy de acuerdo –apoyó Eren –pero descansaremos un par de horas y buscaremos comida, ayúdame con esto Kesia –la chica asintió, luego el príncipe se dirigió a los otros dos –ustedes aguarden aquí, enseguida regresamos –Murakumo solo le dedicó una mirada de advertencia a su amigo
...
Kesia Lindner caminó por varias calles en busca de algo comestible, el poco dinero que llevaba lo administró bien para comprar algunas papas, verduras, cereales y pan, buscaba también algunos insumos médicos por si llegaban a herirse, en eso dio la vuelta en una esquina y tropezó con un chico al cual solo se le veía la boca, estaba por gritar, hasta que lo percibió mejor. No era un vagabundo ni un espanto, solo era el rostro sombrío de Hugh Thatch, con sus cabellos cubriéndole sus ojos y su nariz mocosa como si quisiese llorar.
–¿Hugh? –cuestionó Kesia al verlo tan desanimado
–¿Oh? –entonces el chico levanto la mirada y por fin sollozó –Kesia, ¡estas viva! –le abrazó con euforia, cosa que confundió a la chica
–Claro que estoy viva –se quitó de encima a su compañero –¿donde están los demás?
–¿Eh? –se preguntó el rubio, por instinto volteó hacia atrás donde se notaban unas siluetas acercarse lentamente
Kesia notó con tristeza como Gretel y Achim veían en peores condiciones que Bastian y Murakumo, aunque le extraño que Irina no se percibiera. Tuvo un mal presentimiento –¿Chicos? –llamó a los dos jóvenes –¿están bien? ¿que sucedió con Irina?
–Ahhh –suspiró Gretel mecánicamente –sobrevivimos, pero no sabemos a donde se fue Irina
–La buscamos –intervino Achim –pero no la encontramos, tememos que ella haya sido... –cortó sus palabras pero Kesia lo comprendió
"Esto esta muy mal" pensó la chica de piel oscura "en estas condiciones no podemos ir muy lejos, tendremos que postergar la huida, y servirá para obtener alguna pista sobre Irina". –En este caso, vamos con los demás, buscaremos una posada para pasar la noche –mencionó y lentamente condujo a sus compañeros a donde estaban Bastian y Murakumo
–¿Aún no regresa Harry? –cuestionó al ver que solo estaban los dos chicos que habían dejado
–No –respondió Bastian con un animo mejorado al ver a sus compañeros ilesos –pero podemos esperar un poco, después de todo, no creo que algo peor suceda ¿o acaso podemos tener aún más mala suerte?
De repente Murakumo tuvo una extraña sensación y en cuestión de segundos se lanzó a sus compañeros –¡A un lado! –gritó en un extraño acto donde se salvaron de ser aplastados, pues de manera imprevista una mole rodante pasó a su lado
–¿Q-q-que es e-so? –preguntó Hugh temblando de miedo al ver dos puntos brillantes aparecer en esa bola gigante
...
Eren Reiss o Harry König estaba bastante cansado, pero había mantenido la apariencia en vista de que sus demás compañeros estaban aún peor, además sentía algo de culpa de no usar sus poderes en todo este embrollo. Aunque lo que más le afectaba era esa información obtenida del señor Bukowski, el encuentro con el señor S que le había creado más dudas, la desconfianza que tuvo con sus amigos, el destino con Paradis y por supuesto, la traición de Paul. Todo esto se arremolinaba en su cabeza creando un torbellino que hasta se sintió mareado, apoyándose de una pared trató de recomponerse, más volvió a sentir como si todo se moviera. "¿Un temblor?" se cuestionó con asombro, y notó que el cartel de la panadería que estaba sobre su cabeza se comenzaba a agitar más fuerte, además un ruido extraño se escuchaba con mayor intensidad, como si se tratará de una estampida. "¿Pero que es esto?!". De pronto escuchó un fuerte impacto, como si hubiesen derrumbado un edificio, seguido de varios gritos y lamentos junto al polvo y la humadera.
El príncipe detectó el lugar donde el impacto se había dado y se estremeció al notar que era un lugar cercano a donde estaban sus compañeros, la gente también comenzaba a salir curiosa, temían que un ataque enemigo se hubiese dado. Sin embargo, se escuchó otra ola de griterío que alerto a Eren, así que corrió hasta acercarse al epicentro, en su camino vio a la gente huir aterrada, algunos iban heridos y otros cubiertos de polvo, se preguntó que estaba sucediendo. En ese momento en su mente pasaron imágenes parecidas, gente corriendo, casas destruidas y montones de piedras aplastaban un pueblo pintoresco. Cuando por fin notó la razón del desastre, tiró inconsciente la bolsa de compras, derramando las frutas y la carne seca, pues justo se sobrepuso una imagen de una casa destruida por una roca gigante, gigante como aquella mole redonda que se había impactado contra un edificio.
Por un momento se puso a pensar lo riesgoso que sería enfrentarse a esa cosa, le habían ordenado claramente que no podía transformarse, no obstante, sentía un profunda rabia y frustración, teniendo él un gran poder no podía usarlo ¿entonces para que lo tenía?. La mole se compactó en una esfera casi perfecta y se puso en marcha, aplastando todo en su camino.
Sin dudar ya, corrió hacia el gigante mordiéndose la mano derecha e invocando a su titán de quince metros para luchar.
...
La gente corría despavorida, era un caos completo pues no había una salida de evacuación como tal, todos temían ir al lugar a donde se dirigiría esa esfera gigante, así que hubo varios accidentes, empujones y atropellos. El ejercito se presentó de inmediato, incrédulo que lo que estaba pasando.
–¿Que es eso? –cuestionó uno de los primeros soldados en llegar
–Nunca había visto algo así –le respondió su compañero, pues lo que veían era un ser gigante con escamas, mas apropiadamente parecía un pangolín gigante, solo que su hocico no era tan alargado, sus ojos brillantes eran de un color azul y las escamas que le cubrían todo el cuerpo eran doradas como la armadura del Acorazado, además eran flexibles lo que le permitía enrollarse en forma esférica sin dejar un hueco desprotegido
–Una especie de combinación del titán Bestia y el Acorazado –se mofó otro soldado –es una cosa bizarra... –en ese momento el pangolín gigante se estiró un poco y volvió a su forma esférica –y muy peligrosa
En seguida el titán volvió a rodar llevándose todo a su paso, si bien estaba rodando en una calle sin construcciones, si aplastó a algunas personas que por ahí pasaban y algunos animales indefensos.
–¡Maldito! –rugió otro soldado marleyano –¿donde esta la artillería anti-titán?
–Aún la están probando, hace años que no se usaba –avisó un hombre a su superior
–¿Entonces que hacemos? ¿solo nos quedamos a observar la destrucción que causa ese maldito? –tomó de las solapas a su pobre asistente, alzándolo un poco
–S-señor –contestó el subordinado nervioso, su superior siguió desquitándose con él, entonces le señalo a sus espaldas –¡m-mire!
El hombre soltó a su subordinado y con estupefacción notó como otro gigante humanoide se interponía en el camino del pangolín gigante y trataba de detenerlo, aunque en su intento de frenarlo, fue arrastrado algunos metros llevándose también algunas victimas.
–¿Dos titanes? –el hombre parpadeo en repetidas ocasiones –¿acaso este es su campo de batalla? ¡No! ¡En primera ¿que hacen los eldianos aquí?!
–Señor, creo que deberíamos ayudar a la gente a evacuar –sugirió el subordinado
–Tiene razón el muchacho –sonó una tercera voz con autoridad, tanto el superior como el subordinado voltearon para encontrarse con un soldado castaño de alto rango, el Coronel Denis Eldricht –ustedes encárguense de evacuar a la gente
–Pero Coronel –dijo el encargado –la artillería anti-titán aún no esta lista
–Por suerte traje algunos juguetes para probar –el Coronel Eldricht señaló unos lanzacohetes que cargaban al hombro sus soldados, quienes tomaban posiciones –veamos que tan bien funciona "El terror de los tanques"
...
El humo impedía ver con claridad lo que sucedía, pero los cinco jóvenes provenientes de Paradis estaban seguros de que ese nuevo gigante rodante era uno de esos titanes modificados que últimamente se estaban mostrando.
–¿Q-que mierda esta pasando? –se cuestionaba Bastian escondido tras los muros de una casa, apenas y lograron sortear al titán rodante y se resguardaron en aquella vivienda –¿acaso es una plaga de titanes?
–Esto es muy raro –admitió Gretel con miedo, las cosas estaban tomando un rumbo muy extraño
–¡Estamos acabados! –exclamó Hugh con angustia
–No pensé que esos titanes fuesen atacar aquí en Marley –mencionó Achim a la espera del próximo movimiento del titán rodante –¿o será que nos quieren inculpar justo cuando estamos aquí?
–No –habló Murakumo Kirstein, ganándose la atención de sus compañeros –creo que lo que buscaban, es que él apareciera –señalo al titán Calavera que frenaba el avance del Rodante
–¿Buscan su poder? –atinó a decir Bastian –aún tiene seis poderes titanes ¿cierto?
"Y además el portador es el príncipe heredero" se dijo Murakumo internamente "Si logran atraparlo, estaremos en graves problemas" el joven rechinó los dientes de coraje, tanto para el mismo por estar en pésimas condiciones y no poder ayudar a su amigo, así como para el pelirrojo que se había expuesto enormemente. "¡Carajo Eren! ¡Te dijeron que no te transformaras!".
–Debemos ayudarlo –sugirió Kirstein comenzando a ponerse su EM3D
–No creo que podamos hacer mucho –dijo Kesia, viendo el poder de ambos titanes –además nos mostraríamos directamente al enemigo
–Sí –el mestizo pensaba en que otra opción tomar, sin embargo, no se le ocurría nada más, en especial cuando notó a algunos soldados en las azoteas apuntando a los gigantes –esto es aún peor
El primer disparo resonó, impactando justo en medio de los titanes, volándoles las manos y parte del hocico respectivamente. Los jóvenes eldianos presenciaron esto y se atemorizaron.
–¿Que rayos fue eso? –cuestionó Bastian atónito –nunca había visto un arma así
–Es probable que sea algo nuevo –intuyó Achim
Murakumo veía asombrado el resultado del ataque de esa arma. "Si no hacemos algo, con un par de disparos más, Eren será reducido a polvo".
–¡Detengamos a los soldados de los lanzacohetes! –ordenó con tono firme
–¡Estas loco! –exclamó Hugh –¡¿como podríamos detenerlos?!
–Como se nos ocurra –respondió el moreno alterándose
–¡Espera Murakumo! –pidió Bastian –tú eres lo suficiente fuerte para acabar con tus contrincantes, pero ahora mismo no estas en condiciones –el chico de cabello rizado recibió una mirada filosa de su compañero, pero siguió hablando –nosotros no somos muchos ni tenemos la suficiente fuerza para someterlos. Y por último, ni siquiera sabemos la identidad del titán Calavera ¿como estamos seguros que no es un traidor más?
Lo demás se mantuvieron callados, aceptando en silencio que lo último que dijo Bastian era algo que les mantenía inquietos, especialmente desde que presenciaron la traición de Paul.
–¿Son idiotas? –cuestionó el joven de ojos grises –ahí esta su respuesta –señaló la cabeza del gigante calaverico
Los otros chicos miraban atentamente buscando alguna pista, fue hasta que Achim notó que el cabello rojo fuego del titán ahora tenía en un tono más oscuro, casi castaño. –¡No me digas! –exclamó sorprendido y luego miró a su alrededor confirmando su sospecha –¡E-el es...Eren!
–¡¿Que?! –gritaron los demás, impactados por la revelación
–¿Entonces lo van a ayudar o no? –cuestionó Murakumo con impaciencia
–C-claro –respondió Gretel Frank –pero será de otra manera –en ese momento un segundo disparó se escuchó, el titán Calavera logró protegerse con la cristalización, pero eso no impidió que saliera proyectado hacia un edificio
–¿Como lo ayudamos Gretel? –preguntó Kesia nerviosa de enfrentarse ante tal poder
–Lo único que se me ocurre es hacer algo que nunca habíamos hecho
–¿Que es? –cuestionó Murakumo
–Rogarles –declaró la chica de coletas con un nudo en la garganta
...
–Uno de los objetivos esta asegurado, ya no se mueve –dijo un soldado a su superior, el Coronel Eldritch
–Dile a Garreth que su equipo hará el tercer disparo –mencionó el Coronel con su voz barítono, mientras veía al titán Calavera inmóvil sobre los escombros –y probablemente sea el último
–¡A la orden! –exclamó su subordinado, pero enseguida llegó otro con noticias para su jefe
–¡Señor, unos intrusos piden detener el fuego sobre el titán!
Eldritch y su equipo formaron muecas de sorpresa, el castaño fue quien preguntó los detalles –¿Quienes son esos intrusos? ¿Tienen una buena razón para pedir semejante barbaridad?
–¡Son eldianos! –respondió el soldado –¡son jóvenes y dicen que ese titán es su camarada!
–¿Que hacen eldianos aquí? –cuestionó Denis Eldritch con seriedad –¿y peor aún con un titán?
–No lo sé...
–Y-yo pu-ueedo explicarlo –sonó la insegura voz de un muchacho, tanto Eldritch como sus subordinados voltearon a su espalda para encontrase con un joven menudo de rubios cabellos que cubrían sus ojos
–¿Quien eres? –exigió el Coronel, mientras sus soldados apuntaban sus armas al chico
–S-soy H-huuugh Tha-hatch –respondió tartamudeando de miedo –no soy su enemigo
–No lo pareces, ¿cuales son tus razones para traer a un monstruo como ese a aquí?
–P-pues –el rubio estaba bastante nervioso, pero debía de decir algo –estamos aquí, p-porque ese tipo de bestias también nos han atacado –señaló al titán rodante que se regeneraba –y qu-eriamos saber de donde vienen
–Si yo supiera de donde vienen, hace mucho ya los hubiese eliminado –dijo Denis impasible –nosotros no manejamos ese tipo de "cosas" desde la Guerra de Paradis
–P-pero...
–¿Acaso los de Paradis creen que nosotros les enviamos aquellos titanes y lo negamos? –le dirigió una mirada oscura al pobre rubio que temblaba cual gelatina –¿vinieron para asegurarse de eso?
–S-si, bueno ¡no! –Hugh ya no sabía que responder
–No te preocupes –mencionó el Coronel –en este momento nos desharemos de ambos titanes, para estar a mano
Hugh Thatch recordó la petición de Murakumo, de que protegieran al príncipe con todas sus fuerzas. El rubio no quería fallar en esta misión, ya demasiado cobarde se había visto en varias ocasiones anteriores como para seguir con la misma actitud. Harto de su propia inseguridad se interpuso en frente del lanzacohetes, impidiendo algún movimiento de los marleyanos.
–¿Que haces niño? ¡Quitate de ahí! –exclamó el soldado que cargaba el lanzacohetes –¡o tu saldrás disparado por igual!
Hugh solo negó con la cabeza, pero no se movió ni un centímetro, eso impacientó a los soldados. Uno de ellos, trató de quitarlo y para su sorpresa Hugh lo amenazó sacando una de sus espadas para cazar titanes.
–¡¿Que diablos haces mocoso?! –el soldado estaba por darle un golpe, sin embargo, fue detenido por el Coronel –¿Señor?
–Yo me encargo –Denis Eldritch se impuso ante el tímido rubio, pero éste mostró una enorme valentía al no apartarse de ahí –Dame una buena razón para no enviarlos al infierno en este mismo instante
Hugh sudó por el nerviosismo, incluso sintió unas enormes ganas de vomitar, no obstante el recuerdo de sus compañeros, especialmente los caídos, le dio fuerzas. –¡P-porque es obvio! –gritó desesperado –¡Porque a nadie le gusta ser comida de esos gigantes! ¡A nadie le gusta combatir con ellos! ¡Porque nadie quiere perder más camaradas! ¡Porque a nadie le gusta vivir con ese miedo! ¡Porque nadie quiere repetir la historia! –el chico se dio tiempo de tomar aire para seguir hablando, todos a su alrededor estaban mudos de la impresión –nadie debe vivir así, ni nosotros ni ustedes. ¡Por eso estamos buscando la respuesta para eliminarlos y al responsable de esta desgracia! ¡Por eso decidimos correr el riesgo! ¡Por eso estoy aquí frente a ustedes! –las piernas del rubio temblaban y sus ojos se humedecían cada vez más, aunque Denis pudo observar un extraño brillo en ellos que reflejaba algo más que tristeza
–Así que enclenques como tú son soldados por esa razón –supuso el Coronel, Hugh medio asintió –entonces supondré que están aptos para batallas de este tipo –el chico afirmó –si ese es el caso, deberán traerme la cabeza de ese titan rodante, si fallan... todos tus amigos, incluyendo al titán Calavera serán arrestados –sentenció Denis con su profunda voz
Hugh sintió una especie de emoción de lograr algo de tiempo, pero a la vez los puso en un mayor aprieto. Por primera vez en mucho tiempo, se encendió en el rubio una especie de adrenalina que lo motivó a luchar, la misión era difícil pero no imposible. Con un saludo perfecto agradeció al Coronel y se lanzó a contactar a sus compañeros, ahora se había encendido una chispa de esperanza. Sonrió complacido y eufórico.
Un disparo que antes resonaba a la distancia, ahora susurraba en los oídos de los jovenes eldianos, como si un presentimiento les indicará una desgracia. No parecía haber motines ni enfrentamientos con los soldados, así que eso solo empeoró la sensación. Fue el instinto Ackerman de Murakumo quien le hizo darse cuenta que del edificio donde estaba el mando de los soldados marleyanos, caía al vacío un menudo cuerpo, abrió de más sus ojos grises, impactado ante lo que veía.
–¿Hugh? –murmuró atónito
...
–¡¿Que sucede?! –gritaba el hombre envestido en un elegante uniforme blanco, caminaba presuroso al centro de mando –¡Alguien quiere decirme que carajos esta sucediendo?
–S-señor –exclamó una soldado –parece que hay una pelea entre titanes justo en medio de la ciudad
–¿Titanes? –cuestionó el hombre –¿que hacen aquí?
–No tenemos esa información
–Tch–el hombre dio la media vuelta y siguió caminando a paso veloz, no entendía nada, pero tenía una mala sensación
–Presidente Magath por aquí –mencionó otra soldado de cabellos castaños, su casco parecía ocultarle los ojos
–¿A donde vamos? –cuestionó con desconfianza el hombre
–El Coronel von Zigler me envió para llevarlo con él –dijo la mujer –le explicará lo que esta ocurriendo
–No recuerdo haberte visto en sus tropas
–Soy nueva
–Bien –dijo Theo Magath, y siguieron caminando en silencio hasta llegar a un pasillo solitario, donde el hombre de forma veloz sacó un arma para apuntarla en la cabeza de la soldado –No des un paso más, si no quieres perder la cabeza
En un principio, la mujer solo se quedó callada, luego emitió una risita irónica que le hizo sentir escalofríos a Magath –Usted siempre tan directo –comentó la mujer, para después someter al presidente de Marley bajo una llave –No olvide que usted me enseño todo lo que sé
Theo por fin observó con atención el rostro de la mujer y murmuró sorprendido –¿Braun?, tu eres... ¡Gabi!
–Lamento proceder así –confesó la soldado sacándose el casco, mostrándole al hombre cuanto había crecido –pero es una emergencia
Magath no prestó atención a eso, su corazón latía con fuerza, como si hubiese visto a un ser querido después de varios años –¿Que haces aquí? ¿porque estas del lado de los de Paradis? ¿Te lavaron el cerebro?
Gabi frunció el ceño ante la última pregunta, una parte de su ser quería descargar su furia ante la muerte de su familia, pero admitía que tenía cierto cariño por su instructor.
–Solo me quite la venda de los ojos –dijo la castaña –aquella vez que los guetos eldianos ardieron –mencionó con frialdad
–Lo siento –se sincero el hombre –no pude detener eso
–Lo entiendo, sin embargo no crea que es por venganza que ahora sirvo a Paradis
–¿Entonces? –cuestionó Magath
–Porque allá esta lo que puedo llamar familia –Braun recordó con cariño a los Blouse y sus camaradas del Cuerpo de Investigación, así como a Falco
–¿Falco esta contigo? –interrogó el presidente, Gabi asintió
–Luego le contaré los detalles –intervino Gabi apresurada –por ahora ayúdeme a detener a ese titán rodante
–¿Tu lo trajiste aquí?
–Ni siquiera sabía que eso existía –mencionó con sinceridad la castaña –aunque, si puedo hacerme responsable del otro titán
–¿Porque están aquí? ¿Que buscan al traer aquí a sus titanes cambiantes?
–Ya te dije que lo explicaré más tarde –dijo irritada Gabi –ahora ayúdame a detener esa destrucción, ¿o que clase de líder eres?
–¿Porque debería confiar en ustedes?
–Por eso –Gabi señalo al titán Calavera que hacía esfuerzos en ponerse de pie y continuar combatiendo con el titán rodante –porque esa persona esta haciendo lo imposible porque se repita la historia
Magath observó atento a su antigua alumna, le sorprendió que se mostrara madura y segura, sentía parte de orgullo, aunque también algo de rencor al saber que ahora servía al bando contrario.
–¿De que se lamenta presidente Magath? –cuestionó la castaña, removiendo en el hombre las memorias de la Guerra de Paradis y las pérdidas de sus alumnos eldianos –¿Que deberíamos realmente destruir?
Theo Magath pensó fríamente que consecuencias tendría para él una nueva tragedia con titanes, tenía las armas y el ejercito necesario para aplastar a ambos titanes. Sin embargo, no negaba que también quería apoyar a Gabi, darle por única ocasión el beneficio de la duda, aunque eso acabara por sepultar su dignidad como mandatario. Caminó con prisa hacia un balcón, seguido de Gabi, desde ahí tomó la decisión, que no dudó en exponer.
–¡Mensaje para todas las tropas! –gritó el hombre desde lo alto –por única ocasión, la batalla contra ese titán rodante, ¡será una colaboración con los soldados de Paradis!
Los soldados marleyanos se sorprendieron al escuchar esto, incluida la misma Gabi. Theo al notar algunos inconformes, decidió acabar con el problema –¡Es una orden suprema!
Gabi Braun emitió una ligera sonrisa.
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***Notas***
*El pangolín (manis) es un animal extraño y fascinante, lamentablemente esta en peligro de extinción por el valor de sus escamas. Ellos si se enrollan como defensa, pero de que rueden como pelota eso es divague mío.
*El terror de los tanques es el nombre traducido del Panzerschreck, que es la versión alemana del Bazooka, usados en la SGM.
*La voz barítono de Denis Eldritch es tan profunda como la de Andrew Eldritch del grupo The Sisters of Mercy, y de ahí su apellido (amo las referencias musicales).
*¿Que le sucedió a Hugh?.
*Puede que no tenga mucha coherencia, pero curiosamente es un capítulo que me gusto mucho por la forma en que fluyeron las ideas.
*Les deseo unas felices fiestas y que el próximo año este colmado de éxitos.
