Disclaimer: Shingeki no Kyojin pertenece a Hajime Isayama.


Antes del capítulo: La Familia Real y la Nobleza

La Familia Real de Paradis actualmente esta integrada por solo dos miembros: la reina Ymir y el príncipe heredero Eren.

Antes de la creación de los muros, la familia Fritz era numerosa, a partir de su cambio de apellido a Reiss, el numero de integrantes se redujo un poco, pero siempre se contaba con al menos dos hijos. Los reyes de los que se tiene conocimiento, tomaron esposas de clase alta y heredaron la corona a sus hijos directos; siendo Uri Reiss el primero en darle el trono a su sobrina Frieda. Después de la muerte de Frieda y sin el poder del Fundador, Rod Reiss se convirtió en rey, aunque fue ahí donde el poder real se comenzó a debilitar; luego le sucedió su hijo Ulklin, quien intentó retomar al titán Fundador de Eren Jaeger, provocando una insurrección contra la monarquía, donde murió toda la familia real, a excepción de Historia Reiss –hija ilegitima de Rod y de una sirvienta de nombre Alma Lenz– quien se coronó como soberana a la edad de 15 años; y ahora se sabe que Florian Reiss también sobrevivió.

En aquella insurrección también se quitaron privilegios a los nobles, incluido su poder político. Sin embargo, no desaparecieron, se transformaron en empresarios o bien, ganaron algunos puestos altos en el gobierno y en el ejercito. Su influencia pasó ahora a la sociedad, donde dictaban la moda, el arte, los lujos, las diversiones y la moral. Su pensamiento más acerrimo era que la realeza se "manchara" con simples plebeyos, tal y como era el caso de Historia, hija de una sirvienta, y que después se emparejo con un granjero, lo cual fue objeto de burlas y señalamientos clasistas.

La reina Historia provocó aún más el enojo de la nobleza, cuando adoptó a un niño huérfano de orígenes desconocidos. Lo peor para los élitistas, sucedió cuando Ymir fue coronada y proclamó a Eren como su sucesor. Esto causó indignación y pronto buscaron la forma para que la sangre real de los Fritz continuara, buscándole un buen partido a la reina, de otra manera, un simple huérfano sería el próximo Rey.


Sangre real, parte 4: Familia

Balyak del Sur, 878

La instalación estaba perfectamente iluminada y había guardias en cada pasillo, no por algo se decía que la Base General de Balyak era la oficina militar mejor custodiada, tanto, que incluso podían rastrear a una mosca. Camino hasta el área donde se asentaba la Agencia Secreta de Información, no tuvo que pasar por el filtro de seguridad ni explicar el porque de su presencia, solo se dirigió hasta la oficina del jefe de la Agencia y entró sin llamar.

–Te ves estresado –mencionó el visitante con tono jocoso, dirigido a la persona que estaba fumando cerca del ventanal

–Lo estoy –contesto cansado el hombre rubio, había dejado las gafas en su escritorio y se había desabrochado los primeros botones de la camisa

–¿Es por lo de Marley? –el visitante, era el comandante del Star Militia, Jeffrey Kane

–Aghhhh –se quejó el rubio, encargado de la Agencia Secreta de Información, Clint Powell –he pronosticado todos los posibles escenarios, y aún no se cual sería el mejor para Balyak –señalo su pizarra llena de recortes, informes y anotaciones

–Piensas mucho, relajate un poco, aún falta para las elecciones –mencionó el hombre bronceado

–Eso mismo podría ser contraproducente –Clint exhaló lentamente el humo del cigarrillo –si ambos candidatos llegan a un acuerdo, sería lo peor

–Dudo que Wels y Eckart se unan

–Si lo que dicen los informes es cierto, podrían aliarse teniendo como enemigo común a Paradis nuevamente

–¿Los de Paradis realmente rompieron los Tratados de Hizuru? –cuestionó Kane con incredulidad

–No lo sé –contestó molesto el rubio, quien apagó su cigarro y tomo otro, llevándolo a su boca –eso no lo hemos comprobado

Jeffrey sonrió, acto que sorprendió a Clint, quien arqueo un ceja. El hombre bronceado se acercó lentamente al rubio y tomó un cigarro de la cajetilla, luego con una increíble seguridad se puso enfrente y le pidió fuego. Clint algo nervioso acercó el encendedor, pero Kane bajo su cigarrillo frente a su cara, indicándole que encendiera ambos cigarros a la vez. Powell lo hizo, aunque se sintió acalorado al notar que Jeffrey lo miraba fijamente, desvió la mirada, mientras el otro hombre reía divertido.

–Deja de jugar –sentenció el rubio sintiéndose tonto

–Vamos, diviértete por un momento –aconsejo el General –después de todo, se viene algo grande ¿cierto?

–Sí

Jeffrey vio que Clint estaba algo tenso, lo conocía bastante bien para saber que el rubio se debatía internamente por alguna decisión. –¿Tienes algo pensado? –cuestionó el moreno

–Podríamos apresurar las cosas –declaró Powell con seguridad –es decir, que Magath desaparezca

–¿Eso no será peor? –cuestionó Kane, asombrado de que planeara eliminar al presidente de Marley

–Lo dudo, actualmente tenemos al mejor ejercito y estamos mejor posicionados –mencionó el rubio –si logramos tomar Zaibur, dominaremos un continente completo de norte a sur

–No lo había pensado así –confesó Jefrrey exhalando el humo –es buena idea

–¿Realmente lo crees? –cuestionó el rubio, en su interior temía que fuese una pésima idea

–Claro –respondió el hombre de piel bronceada –después de todo, yo comando al ejercito, y con tu cerebro, seremos invencibles

Clint tosió incomodo por el halago, aunque pronto se recompuso –Entonces propondré el plan al presidente Klein

–Bien –exclamó Kane –cuentas con mi apoyo

–Esto será divertido –dijo Clint Powell con una sonrisa arrogante


...

Utopía, 878

Los soldados del Cuerpo de Investigación llegaron justo a tiempo para evitar que el príncipe Eren fuese devorado, la reina y Ludwig veían con asombro como Murakumo y otros tres soldados le hacían frente a los titanes de forma rápida y mortal. Por lo que, cuando Ymir vio a Eren sin algún peligro cercano, corrió hacia él, con preocupante angustia.

–¡Eren! –la rubia se acerco velozmente, sin embargo, justo antes de hacer contacto con su hermano, una lengua gigante lo envolvió y lo jaló hacia sí, la lengua provenía de una bestia antropomorfa de hocico un poco alargado, y de nariz grande y curvada –¡Eh! ¡Oye suéltalo! –rugió Ymir agitando la espada –¡Escúpelo!

–¡S-soy aliado, Majestad! –dijo aquel ser que se mantenía parado sobre sus cuatro extremidades, sorprendió a la reina su manera tímida de hablar –¡vengo a sacarla de aquí! Mantendré a Eren a salvo –el titán se puso a ras de piso, y mostró la brida y las correas para montarse

–¿Quien eres? ¿Como podría confiar en ti? –cuestionó la mujer

–Soy parte del Cuerpo de Investigación –se presentó el titán de crines rubios –soy el titán Carguero, Hugh Thacht

–Entonces... –Ymir comprendió que decía la verdad, solo el Cuerpo de Investigación tenía el poder de los nueve titanes cambiantes –¡Bien! –dicho esto, la rubia montó de inmediato junto con Cramer y se marcharon hacia el oeste, de donde el Cuerpo de Investigación había aparecido

–¿Va a escapar? –mencionó Stan a una impasible Florian –¿tienes algún otro plan?

Florian miraba con furia como todos sus planes comenzaban a torcerse, había esperado tanto tiempo, que parecía un mal chiste. "¡Esto no fue para nada! ¿verdad Surt?".

–Esto aún no termina –sentenció la rubia –¡Stan ve por la reina! –ordenó la mujer, mientras veía como los soldados se comenzaban a acercar a su posición

–Pero... tú... –balbuceo Stan, aún adolorido por sus heridas, aunque dispuesto a cumplir sus deberes –¿además como me acercaré a ella?

–¡Voy a crearte una distracción! –gritó Florian Reiss –¡preparate!

Stan asintió intrigado, en tanto Florian Reiss se concentró en un pequeño instante, en donde todo parecía estar a favor del Cuerpo de Investigación. Aclarando su garganta, soltó un potente grito que asombro a sus enemigos.


...

Elisa corrió directo hacia el patio, cuando se hizo presente, todos la ovacionaron con alegría. La teniente no puso atención a eso, sus ojos se clavaron en las botellas de vino probablemente adulterado que estaban repartidas en todas las mesas.

–¡Señorita Elisa! –gritó Raymond Albrecht algo pasado de copas –¡venga a celebrar su acenso!

–¿Quien diría que la futura reina es un soldado? –mencionó la señora Seidel con las mejillas rojas por el alcohol

–¡Hagamos un brindis por la futura reina! –sugirió Clement Schimtt

–¡No! –un grito dejo en silencio a toda la multitud, Dante Blanchett se había pronunciado para sorpresa de sus invitados y de la misma Elisa –¡Ella no será reina!

–¿Pero que dices? –cuestionó Edgar Peters descolocado –ella es hija del rey Ulklin

–No lo es –respondió el hombre con un rostro entre molesto y triste

–¡¿Acaso nos has estado mintiendo?! –interrogó Albrecht con agresividad –¡¿realmente es tu hija?!

Dante observó a la joven pelirroja y se decidió a decir la verdad públicamente –No –una exclamación de asombro inundó la finca Blanchett –Elisa es mi nieta

–Si es tu nieta, es hija de Brigitte –mencionó la señora Seidel, quien tenía ganas de salir corriendo a divulgar tremendo lío familiar –entonces ¿quien es el padre?

Dante sudó frío y apretó los puños, se sintió un estúpido y cada vez se arrepentía más de las acciones que tomó cuando se enteró del embarazo de Brigitte. Elisa por su parte, estaba pasmada, nunca había preguntado quienes eran sus padres, realmente no tenía interés en conocerlos. Pero en ese momento, en el que le confesaban abiertamente quien había sido su progenitora y el lazo que realmente compartía con los Blanchett; nació en ella la curiosidad de comprobar su suposición sobre la verdadera identidad de su padre, "¿Podrá ser...?" se preguntó la pelirroja con una extraña mezcla entre emoción y tristeza, apretó el librito de cuero que siempre llevaba bajo las ropas y esperó el tan anhelado nombre...

De repente, todos los invitados respingaron como si les hubiesen dado un toque eléctrico, incluso, los hizo soltar sus copas o lo que tuviesen a la mano. Extrañados se preguntaban por la increíble coordinación del evento, sin embargo, algo aún mas extraño sucedió, comenzaron a iluminarse.

–¿Que sucede? –se cuestionó Albrecht viéndose las manos

–¿Que es esto? –dijo Peters casi a punto del infarto

–Me siento extraña –mencionó la señora Seidel, estaba segura que no eran los efectos del alcohol

Elisa estaba por gritar que eso se debía al vino, pero de repente, el brillo de las personas fue más intenso. La pelirroja alcanzó a darle una mirada a Dante quien parecía incrédulo, su perspicacia la hizo refugiarse en la casa donde les ordenó a Oskar y Danna que se tiraran al piso. Entonces todo se vino abajo, los soldados quedaron debajo de algunos escombros, aunque por fortuna salieron ilesos, Oskar estaba por levantarse, pero Elisa le detuvo y le indicó que solo se limitará a observar.

De todos los invitados no quedaba ninguno, en su lugar había decenas de gigantes grotescos, aunque a comparación de los nuevos titanes, estos se parecían más a los humanos. Blanchett inmediatamente reconoció los rasgos únicos de Dante en un titán de unos doce metros que parecía aturdido. También distinguió a Raymond, la señora Seidel y Edgar Peters, entonces comprendió el asunto, aunque le descolocó un poco, que todos los gigantes se dirigieran en grupo hacia el sur y no buscaran victimas que devorar.

–¿Que rayos sucede? –preguntó Oskar bastante nervioso, mientras salía de los escombros –¿acaso el vino hizo eso?

–¿El vino los convirtió en titanes? –preguntó Danna asustada

–Es probable –respondió Elisa manteniéndose impasible –aunque hay algo más que el vino –su mirada seguía a los gigantes, entonces le llegó una idea –vamos a seguirlos

–¿Que? –exclamaron los otros dos

–Allá –señalo hacia el sur –debe estar el causante de traer a los titanes de vuelta –Oskar y Danna quedaron perplejos ante ese escenario –¡debemos ir por el! –le silbo a su caballo, quien llegó en poco tiempo

–¿De verdad, ahí esta el causante de todo este lío? –cuestionó Oskar, quien también subía a su yegua

–Es una corazonada –respondió la teniente entrecerrando los ojos –lo que sea que nos espere, ¡debemos afrontarlo!

Sus dos compañeros asintieron determinados, galopando rápidamente para seguir el rumbo de los titanes, y buscar que era lo que los había llamado.


...

Los titanes modificados habían sido eliminados y con la reina a salvo, solo quedaba ir por Stan el Verdugo y su cómplice, para esta tarea, Sara Zimmerman y otros cuatro soldados fueron por ellos, cuando notaron que la mujer había proferido un grito.

–¡Los tenemos! –exclamó un joven sonriente

–Déjenme a Stan a mí –mencionó Sara, inconscientemente necesitaba la revancha

–¡Bien! –asintieron los demás, sin embargo, Sara detuvo su caballo para sorpresa de sus compañeros –¿Subteniente?

"Esto es extraño" se dijo la albina mientras lograba percibir unas ligeras vibraciones, Murakumo también notó algo extraño que venía desde el norte. El titán Carguero de Hugh fue el primero en divisar una nube de polvo que se acercaba cada vez más.

–¿Que es eso? –se cuestionó Ludwig, no parecían ser refuerzos de caballería

Ymir mantuvo su mirada sobre esa nube y notó como unos seres gigantes corrían ansiosos hacia ellos –¿Más titanes? –dijo en voz baja la monarca, aunque fue escuchada por Hugh

"¿Hay más titanes? Tengo que salir de aquí con la reina" se dijo el titán Carguero, se desvió un poco más al sur, cuando un titán anormal se les lanzó desde un árbol, "¿Cómo? ¿Escaló el árbol?¿Tan rápido?", por fortuna logró esquivarlo, aunque eso atrajo a la horda de titanes hambrientos.

–¿Esos son titanes? –preguntó Bastian, se fijó que no eran los titanes con los que habían combatido antes

–¡Son como personas gigantes desnudas! –señaló Natan con obviedad

–¿Y ahora cual es el plan? –mencionó Mei algo nerviosa

–¡Formen grupos de dos personas, uno para asistir y otro para dar el golpe final! –la voz de Jean sonó poderosa –¡Tomen posiciones! ¡Lo único que cambia en esos titanes es que su nuca es su punto vital! –desenvainó sus espadas y se puso al frente –¡No teman! ¡Los eliminaremos!

El Comandante Kirstein esperó hasta que los demás titanes estaban a unos cuantos metros, entonces profirió su grito de guerra –¡Por Eldia! –se lanzó al ataque

–¡Por Eldia! –clamaron los demás siguiendo a su líder. En un principio todo salió relativamente bien, y lograron acabar con algunos titanes, aunque algunos soldados se mostraban nerviosos, al ser la primera vez que batallaban contra esa clase de titanes.

–¿Eh? –dijo Jason, mientras asistía a su compañero, notó que el titán se parecía mucho a su padrino –¿señor Peters?

–¡¿Que haces Jason?! –exclamó Kesia a modo de regaño –¡Distráelo mientras Achim va a cortar su nuca!

–El señor Peters es una buena persona –respondió el joven –¿no podemos salvarlo?

–¡Jason muévete! –exclamó la chica de piel oscura, para desgracia del joven, el titán lo tomó entre sus manos

–¡Jason! –Achim intentó rescatarlo sin éxito, tanto él como Kesia notaron con terror como el titán Peters llevaba a Jason directo a su boca

Un sonido metálico se escuchó repentinamente, que en un parpadeo el titán estaba cayendo, Jason fue sujetado por el Comandante, quien se había encargado de eliminar al titán. "¡Asombroso!" pensó Jason aliviado.

–¡No titubeen! –gritó Jean, dejando a un lado al joven Jason –¡esos titanes también eran personas, al contrario de los titanes modificados, esas personas no están muertas!

–¡¿Que?! –exclamaron los soldados, atónitos ante esa declaración. Se horrorizaron de saber que técnicamente estaban matando personas

–¡Se que es difícil entenderlo! –decía el comandante enérgicamente, buscando motivar a sus soldados –¡Pero no podemos dejarlos que se acerquen a la ciudad –comprendiendo lo pesado que sería para sus subordinados eliminar a los titanes sabiendo que eran civiles, no le quedo más remedio que confesarles la cruda realidad –¡Ellos no tienen salvación! ¡No hay antídoto para esto! ¡Incluso ellos sufren así! –se colocó una lanza relámpago en el brazo, mostrando seguridad y de paso, dando el ejemplo –Si les importan los civiles convertidos en titanes, ¡déjenlos descansar en paz, aquí!

Tan pronto como terminó su discurso, un titán pequeño saltó hacia el frente, se había escabullido detrás del cuerpo del titán abatido, gracias a su tamaño. Sorprendió a todos, incluyendo al mismo Jean que quedó a merced del pequeño titán.

–¡Padre! –exclamó Murakumo asustado, quien de inmediato se lanzó contra el titán. Por suerte el Comandante hizo un rápido movimiento que cercenó las manos del monstruo, aunque sus fauces quedaron libres causándole una herida. El joven Kirstein logró un corte perfecto en la nuca y derribo al titán, no obstante, Jean sangraba del lado derecho de su cabeza.

–¡Comandante! –gritó Inés Bonham, quien rápidamente le dio los primeros auxilios

–No es... grave –mencionó el comandante, quien presionaba su cabeza, evitando mostrar la herida ante su hijo

–¡Lo revisaré de inmediato! –renegó la médico –acaba de perder su oreja –la mujer se dio cuenta de que el pabellón auricular del comandante había sido arrancado

"¡Mierda!" maldijo Murakumo su lenta reacción al escuchar las palabras de Inés, no había logrado salvar por completo a su padre. Así que, irritado como estaba, buscó al único culpable de ese desastre, aquella mujer rubia de porte elegante que se hallaba parada a lo lejos, con ese gesto de indignación marcado. Ella fue su nuevo blanco.

Mientras tanto, Stan se había logrado escabullir entre el alboroto, y persiguió al titán Carguero que llevaba a la reina y al Fundador, cuando le dio alcance, sigiloso, disparó una lanza relámpago. Ludwig lo detectó a unos escasos segundos del impacto, por lo que pudo lanzar a la reina a un lado. La explosión le dio a Hugh, aunque no tocó puntos vitales, si le reventó parte del cuerpo, también abrió sus fauces dejando libre a Eren, quien rodó algunos metros, Cramer quedó inconsciente cerca de ahí, la única con plena consciencia era la reina.


...

Elisa y sus dos compañeros perseguían a los titanes rumbo al sur. La teniente enfocó toda su atención en el titán de cabellos rojizos que iba en medio del tumulto, llevó una de sus manos a la bolsa que llevaba consigo y rememoró las palabras de Danna cuando llegó directo desde Ehrmich: "el subcomandante te encarga esto a ti, dice que eres la más acertada para usarlo, pero recuerda bien que solo es un prototipo"

–Escuchen, voy a probar el prototipo de antídoto en ese titán –señalo a Dante Blanchett titanizado–así que vamos a atraparlo, corten sus tendones

Tanto a Oskar como a Danna les pareció curioso que la teniente quisiera usar tan pronto el prototipo de antídoto, pero al final asintieron. Escabulléndose entre los demás gigantes –que para su suerte no estaban interesados en comer– lograron alcanzar al titán pelirrojo y derribarlo. Elisa preparo la inyección, que constaba de una jeringa con aguja larga y un líquido naranja. Con el sujeto de prueba paralizado, la pelirroja subió a la nuca del gigante y ahí inyecto el líquido que esperaba funcionara como antídoto.

Esperaron un par de minutos, en donde no parecía haber reacción, por lo que con el tiempo encima, Elisa ordenó a sus compañeros que se quedaran con el gigante y tomaran notas sobre su comportamiento o algún detalle en particular.

–¿Y que hará usted? –le preguntó Oskar, creyendo que ella estaría atenta a la reacción del probable antídoto

–Quiero conocer quien es el responsable de esto –mencionó con aparente serenidad, aunque su voz sonó más grave en las últimas tres palabras. Y dicho esto, siguió su camino hacia donde estaban sus demás compañeros, ignorando lo que sucedía ahí.


...

Ymir se estaba incorporando, cuando notó nuevamente a aquel aterrador ser acercarse, comenzó a temblar. Rezó a la divinidad para que el traficante se fuera de ahí. Milagrosamente, Sara Zimmerman apareció para hacerle frente. Con Stan ocupado, la rubia se dirigió a donde estaba su hermano, casi al llegar percibió que las heridas aún estaban regenerándose, su brazo izquierdo seguía amputado y en parte de las piernas aún no se formaba la piel, con algo de disgusto quedó frente a él y sintió su corazón estrujarse, Eren dormía pesadamente, sudaba y respiraba con dificultad, la reina comprendió entonces aquella carga que representaba poseer al titán Fundador.

–Lo siento Eren –derramó una lágrima que cayó justo en la mejilla del príncipe –no sabía la pesada responsabilidad que llevas, aún eres un niño

Las cálidas lágrimas lograron sacar de su mal sueño a Eren, quien aturdido y cansado abrió los ojos. –¿Ymir? ¿e-estas bi-ien? –preguntó con la garganta seca

–¡Tonto! ¡¿como preguntas eso en estas condiciones?! –regañó la reina como medio para desviar su tristeza –estamos en medio de una contienda con titanes –informó con más seriedad

–¿Contienda? –preguntó el joven y enseguida se puso de pie, o eso intentó, porque enseguida cayó de rodillas

–¡Espera! Tus heridas aún no sanan –dijo Ymir alarmada

–¿Eh? –se cuestionó Eren al ver que no se había regenerado por completo –¿porque? ¿que sucede?

–N-no lo sé –opinó la rubia –pero no puedes pelear así

–¿Entonces que hago? –mencionó el príncipe mientras veía el férreo combate entre el Cuerpo de Investigación y los titanes puros de Florian –¡tengo que eliminarla!

–¡El Cuerpo de Investigación lo hará! –pidió Ymir –¡déjaselo a ellos!

–¡No! –gritó Eren Reiss bastante afectado –ella tiene algo más escondido

Como si estuviesen coordinados, Florian dejo su pasividad y se encaminó a su encuentro con la reina. Cuando la vieron venir, los soldados fueron hacia ella, incluso Stan se distrajo en algunos momentos por no saber si ir a protegerla o acabar con su oponente y luego con la reina.

–¡Basta de tanta estupidez! –exclamó la mujer adentrándose al campo de batalla, se quitó un guante y extendió su mano derecha, mostrando un anillo plateado en el dedo anular –¡Es hora de terminar con esta farsa! –del anillo salió una punta filosa, con la que se hizo un corte en el dedo pulgar

El acto fue conmocionante, de repente apareció un titán de unos 16 metros, de piel y músculos blancos, fríos ojos azules y una especie de pelaje negro le rodeaba el cuello, los hombros y se cerraba en pico justo en medio del esternón. A varios de los presentes, los dejó impactados, especialmente porque era el mismo titán que apareció hace 6 años y quien inició la nueva era titán.

Jean veía con escepticismo aquel gigante que había asesinado a la reina Historia, y que causo la muerte directa e indirecta de varias personas, entre ellas, su madre. Murakumo se pasmó, recordando que ese ser había matado a su abuela y había dejado herida a su madre. En tanto, Elisa que estaba llegando al lugar, reconoció al titán y rememoró la triste escena de su compañero Chad llorando amargamente por la muerte de su hermana mayor. Pero entre todos, los que más quedaron impactados, fueron los integrantes de la familia real, ni Ymir ni Eren comprendían como aquel maldito ser que devoró a su madre, estaba justo caminando hacia ellos.

–Ese titán es... –dijo Ymir aturdida –el de aquel día –no pudo contener todos sus sentimientos, y cayó de rodillas junto a Eren

–¡No es posible! –maldijo el príncipe. Una mezcla de furia, tristeza, impotencia, venganza y culpa, se acumularon en su pecho, causándole ardor –¡esa cosa viene por nosotros! –exclamó Eren, sabía que el objetivo de esa mujer, eran ellos dos –¡Ponte a salvo Ymir!

–Ya no tiene caso –el príncipe escuchó la voz abatida de la reina, y giro a verla –ella quiere el trono a toda costa

–¡Y por eso busca matarte! ¡Huye! –le espetó el joven soldado

–¡No voy a dejarte aquí! –exclamó Ymir, que a oídos de Eren sonó más bien como un berrinche –¡No permitiré que te mate!

–¡Deja de decir tonterías! –por primera vez Eren le grito a su hermana –¡Tu eres la que importa! ¡por eso vinimos hasta aquí!

–Lo sé –la reina comenzó a sollozar como niña pequeña –pero no quiero que nadie más muera por mi culpa ¡le daré el trono, a cambio de que nos deje en paz!

–¿Estas loca? –la voz del príncipe sonó ácida, se estaba desesperando –¡esa bruja mató a tu madre! Y ahora le piensas dar el trono, ¡no lo permitiré! –esta vez si pudo ponerse de pie –¡Yo mismo la eliminaré! –en los ojos del noble Eren, se logró percibir un brillo de furia abrasadora

–Esa maldita –gruño Murakumo, sus manos temblaron un poco, sin embargo se sobrepuso y apretó el mango de las espadas, buscó con la mirada la forma más rápida para llegar al titán –¡No permitiré que sigas causando daño! –grito y se lanzó contra el titán de la Tragedia de Mitras, algunos otros soldados lo siguieron

–¡No! ¡esperen! –gritó Jean, recordando el informe que le dio Armin sobre aquel trágico día, ese titán supercongelaba las cosas, de ahí su nombre: el titán Congelante

Florian obviamente vio como iban a atacarla, sin embargo, no le tomó mucha importancia y retomó su camino hacia la reina y el príncipe, sonrió divertida al ver a los soldados maniobrando con su equipo buscando un punto para golpearla. –No comprenden que no pueden dañarme –inspiró y luego exhaló lentamente, el aire estaba muy frío, lo que hizo que los equipos de maniobras comenzaran a fallar.

–¡¿Que diablos?! –se dijo Murakumo mientras esquivaba por debajo la onda gélida, era el único que no había caído

–¡Cuidado! –escuchó el grito de alerta de Anya, y se movió instintivamente hacia un lado, enganchándose a un árbol.

Ese momento, nadie sabría explicarlo con claridad, –después de que Anya notó que el titán estaba por volver a exhalar, gritó para alertar a Murakumo –el gigante sopló con mucha fuerza dejando una estela congelada a su paso, para desgracia de Ralph, no había logrado quitarse a tiempo y ahora todo su cuerpo se había escarchado. Bastian trató de tocarlo, pero apenas lo rozó y el cuerpo paralizado cayó abruptamente. Bruno Auttenberg fue quien se acercó para sentir los signos vitales del muchacho, para su asombro, el cuerpo estaba completamente frío, como si se hubiese quedado a la intemperie invernal con temperaturas debajo del punto de congelamiento del agua.

–¡No es posible! –exclamó Bruno, siendo médico no sabía como explicar dicho fenómeno –lo congelo por completo en cuestión de segundos

Todos lo que escucharon se intimidaron ante ese monstruo que seguía caminando como si nada. Jean rechinó los dientes, admitía que estaban en graves problemas, sin embargo debían de crear un plan para que por lo menos, la reina y Eren escaparan de ahí. Observó que Murakumo se había estrellado violentamente contra el árbol y que por fortuna, Anya lo estaba cuidando, le agradeció internamente. Giro a ver a la soberana y al príncipe, que no se movían de su lugar, a su lado, Hugh y el joven Cramer seguían inconscientes. Por último dio un vistazo a su gente, quienes presas del pánico, se replegaban, algunos distraídos chocaban contra los titanes puros que aún rondaban y se convertían en su aperitivo. Maldijo la situación y acomodándose las vendas de la cabeza, buscó una forma de reorganizar a su tropa. Una idea se le presentó al escuchar a un trío de caballos acercarse cada vez más.

–Justo a tiempo –dijo verdaderamente aliviado cuando vio los rostros de Gabi, Vera y Tabatha

–¿Que sucedió? –cuestionó la capitana, le sorprendió el hecho de ver herido al comandante y a la tropa hecha un caos

–Hemos encontrado al creador de los titanes modificados –sonrió con acidez –quien por desgracia también es el titán Congelante de Mitras

–¡Lo detendremos! –pronunció Vera dispuesta a pelear en su forma titán

–No pueden luchar cuerpo a cuerpo o acabaran completamente congeladas –informó el comandante –además aun hay que deshacernos de los titanes puros

–Esto es una misión suicida –mencionó Gabi con el ceño fruncido –aunque no llegamos hasta aquí para ser meros espectadores

–Gabi, por favor, ve por la reina y el príncipe –pidió Jean, pero Gabi le miró de forma interrogante

–Esta vez no te obedeceré –dijo la castaña con tono firme –estas herido, así que tu ve por la reina y yo reorganizare a la tropa

–Braun...

–No te expongas así, si mueres, ellos bajarán aún más su moral –explicó la mujer –¿acaso no confías en mi para este trabajo?

–Tch, eres muy capaz –admitió el hombre castaño –entonces ve al frente, yo iré por la familia real

–Bien –Braun sonrió confiada –¡síganme! –ordenó a las dos titanes cambiantes –¡Zorbas, tu ayuda a eliminar a los titanes puros! ¡Gisler, ciérrale el paso al Congelante, no te acerques tanto!

–¡A la orden! –aceptaron las mujeres, la primera se transformó en el titán Hembra, que comenzó a repartir golpes a los titanes puros para tranquilizar a sus compañeros. Gisler como Acorazado, se puso en medio del camino entre Florian e Ymir, mientras Gabi daba a los demás soldados, ordenes de reagruparse y prepararse en caso de atacar.

–¡No te dejaré dar un paso más! –sentenció Vera

–¡Que valiente! –dijo Florian a modo de burla –lo pagaras con tu vida entonces –sopló nuevamente y comenzó a congelar la coraza del titán

"¿Podré detenerlo?" se cuestionó Vera, se cruzo de brazos protegiendo la cabeza y esperando aguantar tanto como le fuese posible. En cuestión de segundos comenzó a sentir entumecimiento en sus extremidades, algo extraño teniendo en cuenta que el interior del titán era cálido, "¡esto no es posible!".

–¡Vera! –gritó Gabi, cuando observó que el titán Acorazado se había convertido en una estatua de hielo. Por suerte, Vera Gisler se había desprendido a tiempo del titán, aunque seguía sintiendo un frío inmenso recorriéndole el cuerpo, incluso desprendió un vaho a temperatura templada –¡Comandante, depende de usted! –la castaña informó a su superior que cabalgaba de prisa en dirección a la reina

–¡Majestad! ¡Eren! –gritaba Jean, esperando que le facilitaran el trabajo, pero por alguna razón parecían idos –¡Muévanse!

En efecto, Ymir y Eren no estaban atentos a lo que sucedía a su alrededor desde que vieron a Ralph convertirse en un trozo de hielo, desde que asociaron al titán Congelante con la desesperanza.

–Esta bien Eren –habló la reina –hiciste lo que pudiste

–Ya no tengo más fuerzas –Eren comenzó a sollozar, por alguna extraña razón no podía a volver a usar al martillo de guerra, por más que lo intentara –¡Soy un inútil! ¡Perdóname Ymir! ¡Por mi culpa...

–Esta bien –seguía diciendo Ymir, como si no supiera que más decir –no es tu culpa, este mundo es demasiado cruel...

–¡Debe de pagar! –maldecía el príncipe, su frustración le hacía dar golpes al aire, en busca de que algún poder se presentara –¡No puedo... –la imagen maternal de la reina anterior se le presentó por un segundo –dejarla impune!

–Eren, Eren –llamó la reina a su hermano, quien seguía murmurando sus ganas de hacer justicia –¡Eren!

Por fin el príncipe dejo sus vanos intentos y escuchó lo que su hermana quería decirle –Escucha Eren –Ymir mostró una cara amable, resignada ya a lo que pudiera suceder –yo también siento un coraje inmenso al saber que esa "tía" solo ha causado daño, sin embargo... aunque esta vez pierda, me alegra saber que tuve una gran familia. Porque incluso, sin tener lazos sanguíneos, tú nunca me has lastimado como lo hace ella –señaló al gigante que se acercaba cada vez más, las ineficientes lanzas relámpago quedaban congeladas antes de estallar –al contrario, siempre me has protegido como ahora, exponiendo tu vida. Me has acompañado en mi dolor y has estado a mi lado en los peores momentos, has hecho que este mundo cruel también sea hermoso... –las cristalinas lagrimas comenzaban a deslizarse en las mejillas blancas de la monarca, al recordar que el pelirrojo siempre se preocupo por ella –Ahora comprendo la elección de mamá, eres una gran persona y un príncipe muy valiente, ¡yo confío en ti! ¡confío en que serás un gran Rey! –el corazón de Eren se enterneció y saltó de emoción por un momento –pero sobre todo, pase lo que pase, incluso si con eso me convierto en la enemiga de la humanidad, tú siempre serás...

En aquel instante las esperanzas parecían ya perdidas, el titán Gélido estaba a unos cuantos pasos de los Reiss, los soldados ya no sabían que más hacer, Stan se alegraba, y los jefes del Cuerpo de Investigación maldecían su grave error. En ese momento, Ymir abrazó efusivamente a su hermano adoptivo a modo de despedida, un emotivo adiós que repetiría el acto de su madre hace 6 años, la de salvar a un ser querido sacrificándose así misma.

–... Mi querido hermano menor

Eren ensanchó los ojos por el contacto, una calidez tranquilizadora le inundó y una sensación de satisfacción le embriagó los sentidos, que por un momento se sintió fuera de este mundo. Aunque... acto seguido, sintió un choque eléctrico intenso. No fue el único, Tabatha y Vera también sintieron esa conexión, a Hugh ese espasmo le hizo recobrar el conocimiento, incluso Anansi, que estaba en Ehrmich fue capaz de percibir ese llamado. Los titanes puros que aún rondaban, corrieron inmediatamente a formarse como muro ante los hermanos Reiss, sorprendiendo a todos los espectadores.

–¿Que sucede? –Florian sintió nervios por un segundo –no importa, los aniquilaré –y eso hizo, comenzó a congelar a los gigantes, no obstante, al ser enormes su velocidad de congelamiento fue más lenta

"Podemos aprovechar eso" pensó Gabi, pero Vera no estaba en las mejores condiciones y para Tabatha sería arriesgado ir sola. En ese momento Hugh Thatch se levantaba y saltó sin miedo hacia el gigante de hielo. –¡Así no Hugh! –exclamó alarmada, para su sorpresa el titán Carguero comenzó a realizar una maniobra donde se exponía a ser congelado, aunque lo único que se congelaba era su cuerpo titán, el rubio lograba salir a tiempo antes de convertirse en un trozo de hielo.

–¡Creo que entiendo su idea! –dijo Braun, quien recordó que el titán Carguero poseía una gran resistencia y estaba usando eso a su favor –¡Zorbas, preparate! –llamó a la soldado androgina, mientras ella se colocaba en los brazos, las lanzas relámpago

Mientras Hugh seguía en su juego de desgaste, Tabatha se acercó al Congelante, llevaba la capitana Braun iba en su hombro. –¿Estas lista? –cuestionó la castaña a la titán cambiante, ésta asintió

Florian notó que otro enemigo se acercaba por la derecha, lanzó otro soplo congelante en su dirección, aunque Tabatha lo esquivó; así entre Hugh por la izquierda y Tabatha por la derecha, comenzaron a poner en aprietos a la supuesta reina, quien ya presentaba cansancio y por ende, poderes cada vez más débiles. Gabi sigilosamente se internó en el combate, logrando tomar desprevenido al titán Congelante, acertando las lanzas relámpago en sus ojos. La explosión hizo retroceder al titán de Florian, quien estaba bastante irritada.

"¡No puedo ver!" la rubia comenzó a desesperarse, y no era para menos, pues Gabi estaba a punto de sacarla del titán. Sin embargo, Stan llegó a tiempo, hiriendo a Gabi en el abdomen y sacándola de balance, la lanza dirigida a la nuca de Florian explotó en el aire, y la capitana cayó hacia tierra, aunque Hugh logró evitar que se impactará directo con el suelo.

–¿Stan? –preguntó la rubia confundida

–Es hora de irnos –ordenó el traficante, éste ya presentaba más heridas tras su combate con Sara

–¿Bromeas? –mencionó con acidez Florian

–Acéptalo, te vencieron

–¡Jamás! –exclamó la mujer –¡Aún tengo fuerza!

Stan miró hacia el horizonte, se veía una tenue columna de polvo –Se acercan refuerzos –informó el hombre de cabellos grises –¿así quieres que termine todo? –Florian apretó los dientes con amargura y rencor, su orgullo le negaba terminar huyendo –¿aún tienes otra sorpresa?

–Si –confesó la mujer, resignada a su derrota momentánea –¡sujetate!. Entonces comenzó a inhalar fuertemente como si quisiera aspirar la mayor cantidad de aire posible.

Jean al ver esto, solo pudo gritar una indicación –¡Cuidado!

El titán Congelante sopló fuertemente y con sus manos disipó velozmente el viento congelado, tratando de abarcar a todos los soldados, intentando que ninguno quedará en pie. Varios soldados se tiraron, otros buscaron la protección de algún árbol y otros más, solo se quedaron paralizados. Anya no soltó al inconsciente Murakumo, Jason soltó unas lagrimillas, Bastian tragó saliva amargamente y Achim posó orgulloso, creyendo que al menos debía presentarse bien ante la inminente muerte.

El viento pegó violentamente en sus rostros, era frío y quemaba, sin embargo, no era petrificante. Cuando Anya logró abrir uno de sus ojos, notó asombrada como un muro de cristal con algunas aberturas, se había interpuesto entre ellos y el titán Congelante. Ninguna víctima mortal se percibía cerca. Solo quedaba una especie de neblina espesa alrededor, sin rastro de Florian ni Stan.

El muro de cristal se fue fragmentando y se rompió en varios pedazos, por fortuna logró minimizar el daño a los soldados. El príncipe Eren había logrado alzar esa barrera a tiempo, aunque eso le había costado su última reserva de energía, cayó completamente agotado ante la mirada horrorizada de Ymir.

Los refuerzos llegaron para buscar a los prófugos y para levantar a los heridos y muertos. La reina y el príncipe fueron escoltados a un lugar seguro, mientras el Cuerpo de Investigación regresaba al centro del distrito para dar su testimonio. Aquel intento de desestabilización monárquica cobró al menos una decena de vidas, y debido a que nuevamente apareció el titán Congelante, a este episodio se le llamó la Tragedia de Utopía. Entre toda esa conmoción, una pizca de esperanza surgió, cuando Oskar y Danna mostraron que la persona que llevaban dormida en la carreta, había logrado regresar a su forma humana.


...

Los rayos del sol comenzaban a iluminar el improvisado cuartel que les fue asignado al Cuerpo de Investigación para descansar. En uno de los tristes y antiguos patios, dormitaba apoyada a la pared de piedra, la teniente Blanchett; quien salió de su sopor cuando escuchó que alguien la llamaba.

–¿Que sucede? –cuestionó soñolienta, arreglándose un poco el rojizo cabello

–Tiene que venir enseguida –le indicaba Inés Bonham, quien llevaba unas marcadas ojeras de no dormir. El tono cansado de la médico le decía que no eran buenas noticias

Elisa siguió a Inés hasta la habitación donde estaba aquel hombre en el que habían probado el antídoto. Bonham fue clara al decir que el antídoto había logrado su cometido de transformar a un titán puro en un humano nuevamente, lamentablemente el equipo científico no había tomado en cuenta sus consecuencias, pues algunos órganos internos sufrieron un gran daño, y Dante estaba ya en agonía. En efecto, Elisa comprobó que el hombre estaba postrado en una cama y quejándose débilmente, se acercó hasta el pie de la cama.

–E-elisa, ¿eres tu? –pronunció con dificultad el hombre

–Si

–Acercate más –pidió el hombre mayor, cuando notó que la joven estaba a su lado, derramó unas cuantas lágrimas –quiero disculparme, por todo. Por ocultarte y mentirte tanto tiempo... yo soy un cobarde

–¿Querías protegernos? –habló la teniente, mostrando curiosidad –no creo que te agradara mucho que te señalaran de infiel

–Brigitte nunca dijo quien era tu padre –confesó Dante –por eso tenía miedo de que realmente fueses hija del rey y te quisieran hacer daño

–¿Entonces porque me permitiste ingresar al Cuerpo de Investigación?

–Porque insististe tanto –aceptó Blanchett respirando pesadamente –no iba a sofocarte como lo hice con Brigitte, no quise repetir la misma historia contigo

–Gracias –dijo en tono muy bajo la teniente, Dante lo alcanzó a escuchar y esbozo una leve sonrisa

–Elisa, nunca te dije lo orgulloso que estoy de ti –tosió violentamente y el tono de su voz iba disminuyendo –e-eres una gran mu-ujer, lame-ento no saber q-quien es tu p-padre

–Tengo la corazonada de saber quien es –la teniente le mostró una sonrisa astuta, logrando que el hombre se sintiera satisfecho y orgulloso, los ojos se le iban cerrando

–Te q-uier-ro mu-ucho, E-lis-a –pronunció el hombre, su pecho se había paralizado y sus manos quedaron rígidas sobre el abdomen. Elisa sintió su pulso, era lógico, había fallecido

La teniente Blanchett acercó su mano a los ojos de su pariente y delicadamente los cerró por completo, mostrándose algo sentimental, dijo –Descansa al fin, abuelo. "Lloraré por ti en un sueño, mi querido difunto"


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..

...

***Notas***

*Para que se den una idea Jeff es como un Rambo, jajaja, creo que saqué un poco mi lado fujoshi con ese escena, pero nah, ya lo había advertido.

*¿Quien será el padre de Elisa?, ¿Eren Tatakae o un granjero random?.

*La finca Blanchett no esta tan lejos de la guarida de Florian por eso los titanes llegaron rápido (por si se lo preguntaban).

*Hugh es el nuevo Pieck y Florian es la reina del hielo, o algo así.

*Intenté hacer emotiva la interacción fraterna entre Ymir y Eren, por cierto, la relación de estos será muy importante, pueden checar la pista en el capitulo 3 - Promesa.

*Supongo que, notaran que la historia tiene varias similitudes con los arcos originales del manga, éste en especial si lo escribí muy parecido a la parte del rescate de Eren y la activación de la coordenada, y eso es porque me gusto mucho esa parte.

*El antídoto regresará pronto. ¿Funcionará? aún no lo sé.

*Probablemente sea muy cursi la mini-sub-trama de Elisa y su abuelo, pero quería meterle algo de drama y arrepentimiento.

*La lírica fue la del OST de Before Lights Out.