Disclaimer: Shingeki no Kyojin pertenece a Hajime Isayama.
Calma agridulce
Mitras, 878
La luz mañanera se empezaba a colar por la finas cortinas blancas. Arrugó el ceño, molesto por recibir tanta claridad, aún quería dormir un poco más, así que se levantó a correr las pesadas cortinas vino que impedían el paso de la luz, seguido se metió a la cama; la sentía tan cómoda que se acurrucó con las sábanas cubriéndole hasta el cuello. No había estado en su habitación desde hace tres años, y con su agotamiento, aprovecho para dormir por un largo rato...
~ Habían pasado cerca de dos años desde la Guerra de Paradis y la isla seguía sumida en la misera y en el odio del mundo, si bien, Hizuru comenzaba a mediar por la isla, las demás naciones no parecían perdonarles que hubiesen mostrado una parte del poderoso Retumbar. A ella se le hacía vomitivo, aunque lo peor fue ver a su hermana tratando de negociar pacíficamente con quienes tanto los odiaban.
Florian estaba sentada en una silla incómoda mientras leía el periódico, aburrida de todas esas noticias donde Marley se victimizaba, giró los ojos a su acompañante, quien seguía inmiscuido en su pruebas, era de las pocas veces en que Surt mostraba un pequeño atisbo de emoción.
–¿De verdad con esto lograremos quitar a Historia del trono? –la rubia rompió el silencio –¿también podemos aplastar a Marley por completo?
Surt emitió una sonrisa corta.
–Espero que así sea –mencionó la mujer, quien contemplaba a su alrededor, esa especie de laboratorio estaba bien equipado, lo que le causó curiosidad –por cierto, ¿de donde sacas dinero para tus investigaciones?
–Es el porcentaje que gano en la venta de droga
–¿Droga? –cuestionó la mujer asombrada
–¿Quien crees que le surte a ese traficante conocido como el Verdugo?
–Increíble –halagó la mujer, reconociendo el talento del científico –¿Lo conoces?
–No, pero Inocencio sí –aclaró el hombre, que por ningún momento se distrajo de su trabajo
–¿Confías en Inocencio? –le preguntó la mujer
–No –respondió el castaño –pero es puntual en sus pagos
–¿Y que hay del otro? ¿Floch?
–Él solo hace su trabajo
–A mí me parece que esta demente –confesó la rubia, el pelirrojo era quien había conseguido los cadáveres para experimentar
–Todos en cierta manera estamos dementes –fueron las cortantes palabras de Surt
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Las costas del distrito Dirk se caracterizaban por tener playas y acantilados intercalados en toda su extensión. Ella estaba junto a Surt, en la parte más alta del acantilado y también la más remota. Escuchó el golpeteo de las llantas del carro y notó como el hombre pelirrojo acompañado de otros tres, descendían de los caballos, también percibió un ligero olor nauseabundo proveniente de la parte cubierta de la galera.
–¿Los trajiste? –cuestionó Surt, aunque era más que obvio
–Claro –respondió el pelirrojo, Floch Forster –aquí tienes tus conejillos de indias –dio indicaciones a los otros hombres para que comenzaran a descender el pedido
Entonces dos hombres bajaron al primer sujeto de pruebas, realmente era un cadáver embalsamado y envuelto con telas, como una momia; luego lo columpiaron con fuerza y lo soltaron directo al mar. Así siguieron, repitiendo el mismo procedimiento para los otros once desafortunados.
–Esta listo ¿ahora que? –cuestionó Forster
–Vamos a ver si funciona –dijo Surt con calma, le dirigió una mirada a la rubia
–Bien –mencionó Florian, aclaró su garganta y soltó un grito. Los presentes estaban a la expectativa, aunque nada sucedió por diez minutos –probaré con el silbato –sopló con fuerza, sin embargo, solo se notó un burbujeo en el agua y nada más
–¿No funcionó? –cuestionó un hombre de cabellos negros
–¿Que es esta mierda? –preguntó el pelirrojo molesto –¿estamos haciendo todo esto por nada?
–Aún le faltan algunas modificaciones –respondió impasible el castaño –debemos hacer más pruebas
–¡Al diablo las pruebas! ¡Dijiste que los titanes volverían y acabarían con los enemigos! –reprochó Floch
–No es tan sencillo, tú solo sigue haciendo tu trabajo –ordenó Surt
Esas palabras le calaron al pelirrojo, quien gruñó por debajo –Por si no lo sabes, hay mucha gente que quiere un nuevo imperio eldiano, y esta recurriendo a mí. Si no eres capaz de probar tus "juguetes"... –Floch espetó con furia –¡yo mismo me haré cargo!
–Bien –dijo Surt sin la más mínima demostración de asombro y comenzó a alejarse sin despedirse
–¡Aghhh! –maldijo el pelirrojo –¡vámonos! –ordeno a sus hombres, entre ellos, estaba quien sería el líder de la Fraternidad Fritz, Holger Lummer
Florian se quedó ahí mirando al mar, preguntándose que necesitaba hacer para poder controlar a esos nuevos titanes, después de todo ya habían pasado cinco años desde la Guerra de Paradis, y ahora, las cosas comenzaban a cambiar.
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Las negociaciones parecían cerrarse y la esperanza resurgía en la isla, Historia y sus asesores estaban preparando todo para que por fin se diera un Tratado de Paz con el mundo, si eso ocurría, Historia sería la reina más reconocida y querida del pueblo. Para colmo, Surt se había esfumado sin dejar rastro. Desesperada, contacto a la única persona que podía hacer algo para evitar ese Tratado de Paz, llegó apresurada a Trost para hablar con él.
–Eso ¿realmente funcionará? –cuestionó la mujer, asombrada de que los jaegeristas ya tuvieran todo un plan
–El señor Forster a logrado convencer a varios miembros del ejercito y del gobierno, lo cual facilitará el golpe –explicaba entusiasmado el hombre de negros cabellos
–Por cierto, ¿donde esta él?
–Esta ocupado –el hombre se tensó un poco –en cuanto este libre...
–¿Me buscabas? –se escuchó la voz del líder de los radicales, acercándose
–Hasta que das la cara –mencionó Florian molesta, Floch hizo señas para que Lummer los dejara solos
–¿Que se te ofrece? –el pelirrojo nunca le había tratado amigablemente
–¿Sabes donde esta Surt?
Floch arqueó una ceja incrédulo –No, pensé que tu sabías de su paradero
–Ese miserable –refunfuño la rubia –¿cuando fue la última vez que lo viste?
–Fue hace cinco meses –confesó Floch –él enseñó a mis hombres a crear esos "titanes modificados", aunque no sirven para nada –desdeño el pelirrojo
–¿Solo eso?
–Ahora que lo mencionas –Forster sonrió confiado –dejo unas muestras de un líquido que supuestamente puede transferir los poderes titán sin necesidad de transformarse en un gigante, una especie de superpoder en frasco
–¿Y que harás con esas muestras?
–Obvio –el pelirrojo se mostraba confiado –las probaré en una persona indicada
–¿De que hablas? –cuestionó la rubia –¿no pensarás probar esas muestras en ti?
Floch negó con la cabeza –Por fin tengo a la persona indicada para eso, y también es quien completará lo que el Demonio de Paradis no terminó
En ese momento Forster caminó hacia una habitación que fungía como laboratorio, al abrir la puerta se vislumbró a un hombre y una mujer vestidos como médicos, la mujer sostenía un bulto entre sus brazos.
–Esta en buenas condiciones, señor –informó el hombre de bata blanca, guantes y mascarilla –¿comenzamos con la prueba?
Florian Reiss captó quien era la persona que tanto mencionaba Floch –¿Ese niño es el indicado? –señaló al pequeño bebé en los brazos de la mujer, por el tamaño supuso que era un recién nacido
–Así es –mencionó el pelirrojo orgulloso –ahora si me disculpas –se internó a la habitación tomando el pomo de la puerta para cerrarla
La rubia comprendió que a ese niño lo usarían para inyectarle los sueros de prueba dejados por Surt. Muy en el fondo, se sintió mal por usar así a una criatura que apenas había llegado al mundo.
–¿De donde lo sacaste? –cuestionó Florian, antes de que cerraran la puerta –¿se lo arrebataste a una pobre mujer?
Floch rió sardónico –Claro que no, después de todo, me pertenece –mencionó arrogante, haciendo un ademán de silencio
Florian no contestó, sin embargo, sintió un ligero escalofrío cuando notó como resaltaba de entre las sábanas infantiles, unos delgados mechones de color rojizo. Luego, la puerta se cerró.
Era 31 de octubre del año 862, días antes de la Rebelión de los Muros. ~
–¡Ahhhhhhhhh! –un grito de terror sonó en la habitación
Eren Reiss despertaba empapado en sudor y lágrimas, se sentó con rapidez y aspiró mucho aire buscando tranquilizarse, esperando que todo fuese una pesadilla. Por desgracia, esas imágenes eran muy claras, ademas el contexto era demasiado detallado como para tratarse de un simple sueño, sumado a lo confesado por Florian en Utopía, supuso que las memorias de la Reiss olvidada se activaron cuando Ymir lo abrazó, aunque él no lo recordaba hasta ahora, debido a lo agotado que estaba. Se abrazó a si mismo, como método para contenerse, aunque las lágrimas seguían cayendo; estuvo un rato así, asimilando todo, hasta que unos toques en su puerta lo hicieron sobresaltarse y limpiarse la cara con las mangas de su pijama.
–Alteza ¿puedo pasar? –llamó una delicada voz femenina
–S-sí –el pelirrojo vio entrar a la doncella que se encargaba de su habitación desde niño
–Alteza, ya es tarde. Su Majestad esta preocupada –dijo la mujer mientras corría las cortinas de la habitación –debe de comer algo –aconsejo afable
Eren asintió monotonamente –Enseguida voy al comedor –se levantó para ir a ducharse y cambiarse
–Alteza –mencionó la doncella, Eren giró a verla expectante –es un gusto tenerlo de nuevo aquí –sonrió la mujer que se había encariñado con el príncipe
–También me alegra verte de nuevo, Megan –respondió el pelirrojo y se dirigió al baño. No tardo mucho en su aseo, bajo rápidamente y se dio cuenta que había dormido bastante, puesto que ya era hora de la comida. Ymir lo esperaba con gran alegría en el comedor.
–¡Por fin despiertas!, ¿como te sientes? ¿te duele algo? –comenzó a cuestionar la reina mientras le inspeccionaba atentamente
–Buenas tardes –saludó el pelirrojo –estoy bien, solo estaba muy cansado
–¿Entonces que esperas para sentarte? –Ymir empujó a su hermano directo a la mesa
–¿Tu estas bien? –se atrevió a preguntar Eren, notando que Ymir vestía con una sencilla blusa blanca y una falda tableada rosa; parecía bastante serena
–Por supuesto –declaró la reina que tomó asiento con delicadeza –estamos sanos y salvos, eso es lo importante
–Pero ese tipo... –Eren recordó al bastardo de Stan
–Lo están buscando, no lo dejaré impune –dijo la monarca mientras comenzaba a degustar los alimentos –por cierto, como recompensa por salvarme, he organizado una cena para el Cuerpo de Investigación –cambió de tema prontamente
–¿Una cena? –cuestionó el príncipe –¿cuando?
–Hoy mismo –respondió Ymir –también tomaran un descanso, así que será una cena especial para que después vayan a pasar un tiempo con sus familias
–¿Estas segura? –cuestionó Eren, intrigado por aquella orden –¿podrían necesitarnos?
–Para eso esta la Gendarmería, además los necesito recuperados y eso implica darles unas vacaciones
–Vaya –dijo el príncipe sorprendido –¡gracias!
–Así que ve a despedirte de tus amigos, porque no los veras por algunos días –recomendó la rubia
–¿Quieres que vaya? ¿No lo consideras peligroso después de lo que ocurrió? –Eren por un momento pensó que a Ymir se le había zafado un tornillo
Ymir le miro atenta, suspiró y comenzó a explicarle –Debo admitir que cuando decidiste irte a la Academia no tenía la confianza de que fueses a graduarte, y cuando me enteré de que poseías el poder de los titanes, me asusté demasiado. Sin embargo, me has demostrado que eres bastante fuerte –la reina recordó la vibra de aquel gigante conocido como el titán Calavera –y además cuentas con el apoyo de un gran equipo –halagó a sus compañeros de regimiento. –Así que ve y divierte un poco, te lo mereces –mencionó la rubia con una sonrisa sincera
–Yo... –Eren se avergonzó por tales elogios y casi se atraganta con la comida –jajaja, ¡gracias Ymir! ¡eres increíble! –mencionó después de recomponerse –¡iré a cambiarme! –salto de la mesa, sacándole otra sonrisa a la monarca
–Ve con cuidado –la rubia despidió a su hermano. Después de comer, se dirigió a su habitación donde ordenó a sus doncellas dejarla sola, viéndose sola, llenó la tina con agua y sacándose rápidamente la ropa se metió a la bañera sin importarle que el agua estuviera fría. Talló con fuerza su piel, queriendo arrancar los malos recuerdos de su secuestro: esa asquerosa sensación de ser tocada a la fuerza. Soltó una lágrima amarga mientras le decía a la nada –Lo siento Eren, no quiero preocuparte por esto y tampoco quiero... –Ymir recordó claramente la brutalidad que mostró Eren mientras batallaba en su forma titán –que pierdas tu nobleza
...
Marley, 878
La competencia electoral se encontraba en su cúspide más sucia: descalificaciones, señalamientos, escándalos privados, montajes y un montón de propaganda a su favor; era lo que decían y repetían en sus mítines, cada uno de los candidatos a la presidencia.
La sociedad marleyana estaba completamente confundida, si bien por fortuna, el gobierno de Magath era neutral; los grupos civiles y militares si se decantaban por alguna opción. La clase alta, empresarios, artistas, intelectuales, comerciantes y parte del ejercito liberal estaban con Wels y sus ideas de abrirse al mundo, de mejorar la economía mediante nuevas fábricas (aunque con salarios bajos), y por mucho que doliera, dejar libres algunos dominios, pues conservar grandes territorios significaba un mayor gasto. La clase obrera, los campesinos, los religiosos, algunos radicales y la parte conservadora del ejercito, se iban por Eckart, quien proponía un nacionalismo supremacista, una igualdad en condiciones para todos los ciudadanos y un orden estrictamente controlado por el ejercito. La balanza se inclinaba más a favor de Wels, por esta razón y sobretodo porque anhelaba la cúspide del poder, Emil von Ziegler había preparado un plan que podría cambiar el resultado de las elecciones.
–¿Entonces cual es tu elaborado plan? –cuestionó Rudolf Eckart antes de salir al escenario para dar su discurso
–No te preocupes, hoy mismo lo revelaré –dijo con calma el moreno
–¿No me estarás traicionando?
–¿Crees que soy ese tipo de persona? –interrogo el Coronel General
–Tengo entendido que eras amigo del Mayor Rooney –respondió el candidato mientras se ajustaba la corbata
–Nunca lo traicione, él se apartó debido a sus bobos ideales
–Pero, estuviste de su lado en los recientes hechos que involucraban a Paradis –remarcó el castaño cobrizo
–Así es –sonrió el encargado del Departamento de Inteligencia –pero todo esto fue para nuestro provecho. Adelante –le ofreció pasar a Eckart al escenario –prepara a la audiencia para el gran acontecimiento
–Bien –dijo el candidato mientras se dirigía al estrado a convencer a la multitud, ese día la cantidad de gente era bastante, por eso Emil quería dar a conocer su informe ahí
Rudolf Eckart habló por una hora, dejando a la gente animada, vitoreando su lema "Marley ante todo" y agitando banderitas con el símbolo del Valknut. Luego cedió el micrófono a Emil, dejando a la audiencia algo desconcertada, pues los apoyos militares nunca pasaban a declamar, sin embargo von Ziegler pasó al frente sin miedo, logrando que aquellos que lo escuchaban por medio de la radio quedaran perplejos, entre ellos Arthur Rooney, Denis Eldricht y el mismo Mariscal Herschel, quienes subieron el volumen.
–Gente de Marley –Emil comenzó su oratoria, esa que había aprendido de Eckart –hoy he decidido hablar ante ustedes, siendo yo un mando militar, estoy arriesgándome a un castigo, pero esta situación es tan urgente que no puedo callar ante semejante aberración –la gente quedó muda, algunos comenzaron a cuestionarse que era eso tan grave para hacer que un Coronel pasara a hablar en un mitin –Como encargado del Departamento de Inteligencia he visto traiciones, complots y espionaje, no obstante, ninguno de estos actos se compara con el que voy a presentar
–¡El jefe esta violando el secreto marcial! –chilló Philip, nervioso se cuestionó si su superior estaba en sus cinco sentidos
–Ordenó que no hiciéramos nada extraño –dijo Brendan Erickson, quien también estaba presente en el mitin
–Lo que quiero informarles es que hemos descubierto un horrible lugar que fungía como una especie de escuela militarizada, digo fungía porque realmente era una granja de monstruos, un criadero de asesinos, un campo de concentración donde varios niños eran sometidos a viles pruebas y masacres, todo con el fin de obtener un preciado puesto en la sociedad –la gente oía atenta, varios no daban crédito a ese relato –¿Porque esos niños llegaban a matar para ser aceptados en la sociedad?, la respuesta es, que esos niños formaban parte de los "indeseados": hijos de prostitutas, rebeldes, discapacitados, indigentes y razas despreciadas. A ellos se les imponía la ideología de que solo pasando sobre sus compañeros, podían integrarse plenamente a la sociedad. Y todo esto se debe –Emil agravó su voz –a que como marleyanos aceptamos esas diferencias, nosotros mismos vemos con malos ojos a los "indeseados" incluso aunque sean compatriotas, nosotros forjamos esa ruptura que el día de hoy nos esta pasando factura –la gente se miraba atónita, Emil estaba diciendo una cruel verdad
–¿Que estas haciendo Emil? –mencionó Arthur, asombrado de que aquel hombre que era de lo más racista y supremacista, ahora estuviera abogando por la igualdad o ¿realmente estaba cambiando?
–¿No sería mejor que todos nos uniéramos bajo la misma bandera?, ¿no sería grandioso que convivieran en armonía los ricos y los pobres, los obreros y los empresarios, los agricultores y comerciantes, los intelectuales y los jóvenes estudiantes, el ejercito y la sociedad? –extendió sus manos al frente y sonrió amablemente, perfectamente ensayado para verse como un santo –¿No podemos simplemente unificar Marley?
La multitud quedó muda, estaba procesando aquel discurso extraño, en ninguna reunión se había hablado de unificación. Varios de los asistentes comenzaron a debatir si esa sería buena idea, mientras los opositores dudaban ya, de la mala fama de Emil.
–Si Rudolf Eckart gana, no habrá enemigos, no habrá desigualdad, no habrá división, tampoco represión ni exilio. Solo habrá prosperidad, igualdad y unidad, porque, para que Marley vuelva a ser la única potencia mundial, requiere de la voluntad de todos –alzó el puño en alto y comenzó a animar a la audiencia –¡Unifiquemos Marley! ¡hagamos posible este acontecimiento histórico! ¡Marley sobre todo!
–¡Marley sobre todo! –estalló la multitud, los aplausos y vítores fueron mas fuertes que cuando Eckart terminó de hablar, éste mismo estaba sorprendido, al igual que Philip y Brendan
–¿Que diablos? –Rooney sintió escalofríos al escuchar a toda esa gente entusiasmada, ¿sería posible que con eso Eckart ganará?
–C-co-coronel –se escuchó una voz luchando contra todo el alboroto –von Ziegler pidió silencio para que hablará una mujer –¡Tengo una pregunta!
–Adelante –dijo Emil con cortesía
–¿Porque mencionó esas pseudo-escuelas militarizadas? Quiero decir ¿que sucederá con ese caso? ¿se realizarán las investigaciones correspondientes? ¿se buscará a los culpables?
–La investigación ya esta hecha, y sobre los culpables... –Emil sonó seguro, luego hizo una seña –es mejor que lo escuchen de una de las propias victimas
Enseguida apareció al frente un muchacho de unos 16 años, de cabello negro y rostro pecoso, su ojo derecho estaba cubierto por un parche negro, se le veía cabizbajo y con andar pesado.
–¿Quien es él? –cuestionó la dama con curiosidad
–Él es Otto Westerholt, él fue reclutado en esas escuelas de asesinos, por la única razón de que su padre era opositor al gobierno y fue fusilado –el Coronel habló con seriedad –gracias a este valiente sobreviviente, es que tenemos un testimonio confiable de lo que sucedía en esas escuelas
–¿Y quien es la vil mente que ideo eso? –cuestionó nuevamente la mujer
–Esa es la razón del porque lo estoy haciendo público –mencionó von Ziegler con dureza –porque si hizo esto, es capaz de hacer algo peor, como campos de concentración civil –la gente exclamó asustada e incrédula, ¿quien podría ser semejante monstruo? –diles Otto, ¿quien fue el responsable de hacerte pasar un infierno? –el Coronel le sugirió al inmóvil chico
Westerholt levantó la mirada vacía y con tono claro aunque desanimado dijo –... el Mariscal Herschel y su fracción
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Mitras, 878
Eren Reiss llegó al cuartel militar del Cuerpo de Investigación en la capital, aunque era pequeño comparado con el de Ehrmich, estaba en excelentes condiciones y bien organizado. El clima era cálido incluso ya entrada la noche, por lo que la mayoría de las ventanas se hallaban abiertas, gracias a eso, pudo percibir de que habitación provenían las risas y el parloteo.
–¡Eren! –gritó Bastian Steinbach al verlo entrar –¡viniste! –exclamó alegre
–¡Príncipe Eren! ¡ven, siéntate y come algo del delicioso banquete! –exclamó Rania mientras pasaba con algunas bandejas de comida
Eren se sentó junto a sus inseparables amigos, quienes estaban sorprendidos de verlo tan abierto, pues no rechazó la invitación.
–¡Oí Eren! ¡Que genial es tu hermana! –señaló Natan aunque pronto cayó en cuenta de su error –digo... su Majestad es generosa por darnos esta cena ¡le estamos muy agradecidos!
–No es necesaria tanta formalidad –aclaró el pelirrojo –estamos para olvidar un poco las penas y divertirnos después de tantos problemas –Eren sonrió afable, y a los demás les pareció tierno
–¡Que grande eres! –chilló Jason con el rostro sonrojado, le tomó de las manos mientras seguía hablando –¡tu titán es genial! ¡Y esa forma de luchar contra el Nocturno! ¡es un honor estar en la misma generación del príncipe!
–¿Eh?... claro –fue lo único que dijo Reiss al sentirse confundido
–¡Rayos Jason! ¡ya comenzaste a hablar de más! –gruñó Tabatha –¡te dije que no bebieras si no te controlas!
–¿Beber? –se preguntó el príncipe
–Cerveza –respondió Zorbas con normalidad, mostrándole su tarro lleno –¿gustas?
–¿No somos menores para beber? –se preguntó el pelirrojo, causando la burla de los demás
–Así es –dijo Gretel, algo inconforme con el asunto –pero los líderes de escuadrón lo han permitido
–Siempre y cuando no tengamos un mal comportamiento –explicó Mei sonriente
–Entonces ¿ustedes? –Eren miró a sus dos amigos que tenían un tarro en sus manos, aunque Anya y Murakumo se hicieron los desentendidos y evitaron su mirada. Los demás también se habían servido, algunos tomaban más a prisa, otros, apenas y le habían dado un trago a su tarro –¿Que esperan para servirme?
–¡Bien Erencio! –dijo en broma Bastian y le sirvió su tarro; a Arlet y a Kirstein les sorprendió ese repentino cambio de decisión. Lo que ellos no sabían es que Eren aceptó rápidamente no por presión, sino porque en el fondo quería olvidar su pasado, esas memorias que le mostraban la dolorosa realidad de ser creado como una herramienta
–¡Esto es por nosotros y por cada uno de nuestros camaradas caídos! ¡Por Selma, Gilbert, Desta, Orson, Wendy, Ralph, Lydia, Moe, Brian, Shirley, Alan, Norman, Rose y otros con quienes no convivimos mucho! –exclamó el príncipe –¡Esta cena es por nuestro porvenir¡ ¡Porque juntos seguiremos avanzando hasta el final! ¡Por Eldia y por nuestras familias! –alzó su tarro, los demás copiaron su movimiento –¡Brindemos!
–¡Salud! –exclamaron emocionados los cadetes de la generación 123
Después de algunos tarros de cerveza, algunos chicos ya estaban agotados, habían aprovechado bien el tiempo concedido para divertirse: jugando naipes, bailando, comiendo y riendo; la mayoría ya se había retirado, pues era más de medianoche, solo quedaban cinco muchachos, aunque solo dos conversaban o eso intentaban, porque los efectos del alcohol les hacían decir incoherencias.
–Sho... s-siento mucho haberte tra-atado mal el prrr-imer día –dijo Bastian en medio del hipo
–Yo... te perrrdono –respondió Eren en iguales condiciones –eres buena ooonda Cabeza de resooortes –comenzó a reírse
–Tuuuu eres un cabeza de flam-a –Bastian siguió hablando –ya me imag-ino, seras el re-yy fla-ama
–C-allate –amenazó Eren, dando un golpe al aire
–Idiota –exclamó Bastian, aunque el también dio un puñetazo que quedo a centímetros del rostro del príncipe y luego cayó dormido
–Es hora de irnos –dijo Achim quien aún seguía en la mesa, tomó del brazo a Bastian y se lo llevó rumbo a las habitaciones –tendrá una gran resaca por la mañana –mencionó el chico oscuro, despidiéndose de los demás
–También es hora de irnos –dijo Murakumo jalando al príncipe que se tambaleaba al caminar –menos mal, la reina no te verá en estas condiciones
–Es extraño que Eren haya bebido tanto –señaló Anya, quien también estaba algo mareada, aunque ella si podía mantenerse en pie
–Es un idiota –dijo Kirstein mientras veía como Eren estaba entrecerrando los ojos, víctima del sueño –le dijimos que no tomara más de un tarro
–Al menos se divirtió –Anya había querido hablar con sus amigos desde que llegaron a Paradis, pero con los imprevistos anteriores, no pudieron ni siquiera contarle por lo que pasaron en Marley. "Será en otra ocasión" pensó la castaña, cuando de pronto escuchó unas voces que provenían del área de lavaderos, por un momento las ignoró, pensando en que se trataría de alguna "pareja muy efusiva", aunque se detuvo al escuchar golpes.
–¿Anya? –preguntó Murakumo al verla quieta
–¿Escuchas? –cuestionó la chica, acercándose al área de lavado
–Espera –mencionó el moreno, arrastrando con él a Reiss
Cuando Anya percibió lo que estaba pasando se quedó muda, también atrajo la atención de los responsables de los ruidos: al menos siete soldados estaban rodeando a una persona, turnándose para golpearla.
–¿Que hacen? –fue lo único que pudo preguntar la castaña
–¡Largo de aquí! –siseó uno de ellos
–Ella puede caminar por donde quiera –intervino Murakumo –además ¿no es algo injusto 7 contra 1?
–¡Este infeliz mató al líder Haase! –exclamó un joven del grupo, Anya lo identifico rápidamente como miembro del escuadrón veterinario
–¿Y? –preguntó el mestizo con seriedad –si ustedes lo matan, ¿traerán de vuelta al líder Haase?
–Obvio no –respondió con acidez otro de los soldados –¡nos frustra que sus padres lo hayan dejado impune! –señaló irritado.
Anya por fin notó que la persona apaleada era Derek Merian –quien se había abstenido de ir a la cena– se encontraba arrodillado y con la cabeza inclinada casi tocando el suelo. Sintió escalofríos, si bien, ella había sufrido un ataque de parte de Derek y hasta amenazó su vida, ella no podía descargar su furia de esa manera, ni podía regocijarse por esa paliza. Es más, ni siquiera le había contado a sus amigos lo que sucedió en la Ciudad Subterránea, temiendo por las represalias contra el joven de cabellos grises; y es que su instinto le decía que el joven Merian, pese a su frialdad y apatía, escondía algo más profundo y doloroso. ¿Era correcto castigar a alguien sin conocer su pasado? ¿condenarlo sin saber sus razones? ¿odiarlo de por vida? y si realmente era necesario un castigo ¿debía ser así de cruel y humillante?.
–¡Si no paran, le diré al Capitán Braun! –exclamó con su tono mandón, sin saber exactamente porque lo hacía
–¡Lo dices porque no has pasado por lo mismo! –le espetó un enojado hombre de cabellos rubios, a Anya se le vino a la mente la muerte de Shirley entre sus brazos, y su frustración por no atrapar a su asesino
–Tal vez –la castaña bajo su tono voz –no creo que a ella le hubiese gustado que me volcará en venganza –los presentes no comprendieron a quien se refería –aún así, ¿creen que esto le hubiese gustado al líder de escuadrón? –ahora Arlert se mostraba firme –¿no sería más fácil seguir lo que el hubiese querido? ¿continuar con el legado que tanto le costo? ¿o es mejor perder el tiempo de esta manera? –los miembros del escuadrón veterinario se sintieron algo incómodos –y sobre él –señalo a Merian, aún arrodillado –creo que solo tiene un deber... vivir lo que Haase no vivió y proteger a sus compañeros
–Bien –dijo el hombre que anteriormente los había corrido –lo dejaremos en paz –algunos de sus compañeros protestaron inconformes –no queremos meternos en problemas, eso si, ¡si nos vuelves a traicionar no nos contendremos! ¡te eliminaremos! –le sentenció a Derek y después se marchó junto a su grupo, dejando solos al trío real y al acusado
–Oí –Eren se había zafado de Murakumo y se inclinó para extenderle una mano como apoyo a Derek –¿e-estas bien?
El mellizo rechazó de un manotazo el apoyo del príncipe, dejando al trío de amigos asombrados, se levantó torpemente y se limpió el rastro de sangre de su boca con su mano, su voz grave no mostraba gratitud –no intervengan, no necesito su ayuda
–Pero... –Anya se preguntó si fue buena idea el haberle ayudado –estas en malas condiciones... –Murakumo le detuvo con un toque en el hombro
El moreno negó con la cabeza, no conocía mucho a Derek, sin embargo, si comprendía lo orgulloso que podría llegar a ser el mellizo.
–¡Q-que amargado! –farfulló Eren, mientras veían como Merian caminaba con lentitud, probablemente debido a los golpes
–Como sea, es hora de dormir –sugirió Kirstein
Reiss emitió un quejido como niño pequeño –¡P-pero aún no hemos platicado c-como en los viejos tiempos! –al parecer su borrachera comenzaba a bajar
–Tiene razón –secundó Anya
–Ya es tarde, y mañana debemos partir ¿no querrán hablar toda la madrugada? –dijo Murakumo, quien al ver a sus amigos estos mostraron sus ojos grandes, llorosos y suplicantes, como cachorros adorables, cosa que ablandaba al mestizo
–Tsk, esta bien –aceptó Kirstein
–Vamos allá –Arlert señaló la azotea de una torre de vigilancia –¡titan anormal el último! –dicho esto, se lanzó corriendo hacia allá, Eren le siguió errático y carcajeándose
–Ufff –bufó Murakumo, acomodándose los mechones negros que le caían sobre el rostro –será una larga noche –sonrió y alcanzó a sus amigos.
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***Notas***
*¡Surprise madafaka! ¡Eren 3.0 es hijo de Floch!
*Jaja, ya en serio ¿alguien se lo esperaba?. Debo admitir que si tuve miedo de hacerlo así, especialmente por el odio que recibe Floch, pero a mi gusto es un buen personaje –castroso y radical– pero buen personaje. Así que en este fic, seguirá siendo un HDP y sus acciones traerán consecuencias, aún después de muerto.
*La pobre de Ymir aún sigue traumada por lo que casi le hace Stan.
*¿A que coño esta jugando Emil?.
*Ya había dicho que Derek tenía un castigo, pero siendo realistas, alguien que asesinó a un compañero ya no es de confianza, y pues Derek tendrá que aguantar las consecuencias de sus actos. Algo parecido le sucedió a Gabi cuando entró a la Legión.
*Por cierto, no he dado el punto de vista de Derek, porque eso lo pondré más adelante.
*Quise hacer un capítulo dalay, pero pues salió igual de dramático que los demás XD.
