La caja de regalo que le había regalado Abby seguía en su escritorio cogiendo polvo y suciedad de su cuarto. Sabía que tenía que abrirlo pero de alguna forma tenía miedo de lo que podría ser. Se había convertido en un completo idiota. Es solo una caja, se repetía a sí mismo cada vez que entraba a su habitación y veía como permanecía intacto el regalo sin abrir.

Tenía que admitir que dicho presente le causó mucha conmoción en el momento e hizo todo lo posible para conservar la calma y actuar natural cuando Abby se acercó a él con el regalo envuelto, mientras que al resto se los había dado sin envoltura. ¿Qué significado tendría eso? Ya era viernes por la noche, tenía que hacer algo.

Se levantó de su cama y se aproximó a su escritorio, tomó la caja y se acostó nuevamente. Observó el envoltorio y le dio muchas vueltas al asunto y luego en un arrebato, rasgó el papel y se dejó ver una caja pequeña de azul oscuro. ¿Qué era eso? Por lo general esas cajas se utilizaban para regalar joyas. No era posible.

Tomó una gran bocanada de aire y abrió la caja. Sus ojos no daban crédito a lo que estaba viendo. Un perfecto pin de metal de un aeroplano y a su alrededor una bufanda, como si los aviones pudieran usarlas. Realmente era un diseño único con bordes en dorado y la luz se reflejaba de manera bonita encima de la pieza. Con cuidado, retiró el pin de la caja y se colocó en el cuello de su camiseta y se levantó a verse en el pequeño espejo que tenía detrás de su puerta, le lucía muy bien. No se esperaba que Abby se tomara las molestias de buscarle algo en Hawaii, algo tan específico para él, encajaba demasiado bien en todos sus gustos. Sacó su celular del bolsillo y sin pensarlo marcó su número, por alguna razón, ya se lo sabía de memoria.

―¿Abby?― preguntó Hoagie cuando la chica contestó la llamada pero no emitió palabra alguna.

―No esperaba tu llamada Hoagie

―Lo sé, lo sé. Es solo que… Wao, estoy impresionado― se miraba en el espejo mientras observaba el radiante pin.

―¿No me digas que hasta ahora fue que abriste tu regalo?

―Me atrapaste.

―Ja, ja, no lo puedo creer, ¿En serio?

―Basta Abby― se rascó la cabeza incómodo ―Llame para agradecerte, ¿De donde sacaste algo así? Es bastante… bueno, es bastante único.

―Lo sé nene, pero una buena chica jamás revela sus secretos.

―Tu ganas esta vez― ríe nervioso sin saber muy bien cómo continuar la conversación ―Y… ¿Qué tal tu primera semana de clases?

―Hogarth, me viste con los demás durante toda la semana― hizo mención de su nombre real, era extraño para él que lo llamaran de esa forma pero a veces las únicas que lo hacían era Abby y su madre cuando estaba enfadada con él.

―Lo sé pero…― suspiró pesadamente y se acostó en su cama ―Creo que no hablamos directamente durante toda la semana.

―Te dije que necesitaba algo de tiempo― dijo fríamente la chica.

―Lo siento, no quiero presionarte.

―No te preocupes, en realidad a Abby le agrada que le hayas llamado un viernes por la noche, ¿Qué pasa Romeo?, ¿Nada de citas para hoy en tu agenda?

Hoagie sabia que todavía su amistad se encontraba un poco frágil pero no quería desaprovechar la oportunidad de continuar hablando con ella, por lo que cambió el tema y empezaron a hablar de la escuela, de la prueba de Wally, de la novia de Nigel y luego llegaron al tema del baile escolar.

―¿Algún chico te ha invitado ya?― la pregunta hizo que Abby dejara de contestar la conversación con fluidez y luego él se dio una bofetada mental por ser tan directo con temas delicados para chicas. ―No debí preguntar. De seguro no quieres hablar de ello.

―Pues, nadie lo ha hecho pero yo no me muero por esas cosas así que no te preocupes, todo está cool.

―¿No te molestaste con mi pregunta?

―Relájate, no pasa nada.

Luego de un buen rato, terminaron su conversación y Hoagie durmió con una sonrisa en su rostro esa noche mientras que Abby demoró en quedarse dormida pues se sentía algo confundida.

"Si tan solo hubieras esperado un poco más, estoy segura de que nosotros… bueno ya no importa. Él tiene novia Abby, ya deja de pensar en él como siempre"


―!Abby por aquí!― una eufórica chica le hacía señas desde lejos a Abby mientras entraba al centro comercial.

―Vaya pero qué energía― se cruzó de brazos ―Y eso que aún no te conseguimos una cita.

―¿Crees que Wally vaya a invitarme?― se sonrojó al decir eso ―Bueno, puede ser cualquiera, no específicamente tiene que ser Wally.

―No hay necesidad de eso, se perfectamente que quieres que él te invite― alzó las cejas de forma picara.

―Pero, ¿Y si no lo hace?

―No te preocupes, yo misma lo golpeare si no lo hace― le dio unas palmadas a la espalda de Kuki para brindarle apoyo y luego se encaminaron a una tienda grande vestidos para todas las ocasiones que había en el centro comercial.

Abby no quería probarse ningún vestido pues mantenía claro en su mente la idea de usar algo del closet de su hermana por lo que alentó a Kuki a probarse varios vestidos tratando de buscar el ideal para la noche. Una vez que entró al vestidor, la chica se sentó en un sofá que había dentro de la tienda y alrededor tenía muchos espejos. Realmente los dueños de la tienda pensaron en las mujeres, nada como una buena sala de estar y que luego, salgas del vestidor lista para que él vestido sea juzgado por tus demás amigas. Muy bien pensado.

―¿En serio crees que debería probarme esto?― se acerca una voz al área del vestidor que Abby creyó haber escuchado antes.

―Fanny, aunque no tengas pareja para el baile todavía, creo que debes escoger un buen vestido, quien sabe que podría pasar esa noche― le comenta Rachel quien cargaba consigo al menos unos 6 vestidos de diferentes colores.

―Yo que tú le haría caso― le dice Abby con las piernas cruzadas en el sofá muy relajada. Ese día llevaba su fiel gorra roja y su cabello en una trenza a un lado.

―¿Abigail? Vaya pero que sorpresa, no esperaba verte aquí― le sonríe Rachel y se acerca a saludarla.

―Un gusto verlas a ambas.

―¿Estás aquí tú sola?― le pregunta Fanny antes de dirigirse a un vestidor.

―¿Cómo crees? Estoy esperando que Kuki salga del vestidor y miren, allí viene― las tres vieron como Kuki salía con un vestido que parecía de princesa en color celeste.

―Es lindo pero, ¿No creen que es demasiado?― preguntó Rachel mirando a las demás esperando alguna opinión.

―Hola chicas― saludó a Fanny y a Rachel al verlas junto a Abby ―¿También vinieron por sus vestidos?

―Oye, qué te parece si hacemos turno para probarnos los vestidos, así damos nuestra opinión y escogemos el que mejor nos hace lucir― todas estuvieron de acuerdo con la idea de Rachel.

Kuki escogió un vestido en color rosado que le daba justo debajo de las rodillas, la hacía lucir muy adorable. Rachel escogió un vestido de color aguamarina con brillos y ceñido al cuerpo. Fanny se probo muchos vestidos hasta que decidieron que el mejor para ella era uno de coctel de color verde esmeralda y era un poco más largo en la parte de atrás.

―¿En serio pasaste la última hora viéndonos probar vestidos y tú no te meterás al vestidor ni una sola vez?― le hablo Fanny con las manos en la cadera y el ceño fruncido a Abby ―¿Qué se supone que tengo que hacer para que muevas tu trasero al vestidor?

―No es necesario chicas, en serio no se molesten.

―De ninguna manera― se acercó Rachel con un vestido de color azul ―Mira, no pierdes nada con probártelo.

―Por favor Abby― le suplico Kuki ―Hazlo por mí― le hizo unos ojitos de perrito hasta que finalmente Abby accedió.

―Pero que fastidio― se levantó del sofá y tomó con algo de brusquedad el vestido ―Solamente me probaré este, ¿Entendido?

Las chicas asintieron con la cabeza y se sentaron en el sofá a esperar que Abby terminara de ponerse el vestido. Una empleada de la tienda tuvo que ayudarla con el cierre de su espalda pues no quería que sus amigas vieran el vestido todavía. En el pequeño espejo del probador el vestido no le lucía para nada mal, pero todo recae en cómo se vería en esos espejos gigantes de afuera y en la opinión de las otras chicas. No era común para ella hacer ese tipo de cosas muy femeninas pero tenía que admitir que se había divertido mucho con Kuki, Rachel y Fanny.

Cuando Abby finalmente apareció y se encontró con las demás chicas, todas quedaron boquiabiertas. Apenas podían creer que se tratará de la misma chica que hace unos minutos estaba sentada allí junto a ellas.

―Eso sí es un cambio radical― comentó Fanny con una mano en su mentón asintiendo.

―Sabía que ese te quedaría perfecto― dijo Rachel muy emocionada.

―Estas preciosa Abby, ahora todas nos veremos increíbles esa noche― dijo muy feliz Kuki dando pequeños saltos.

Abby se acercó a los espejos y no estaba segura si los espejos estaban hechizados o si era la iluminación del lugar pero sentía que brillaba, se sentía hermosa, como nunca se había sentido. Sin querer empezó a llorar y esto fue notado por sus amigas que se acercaron con cautela.

―¿Qué sucede Abby?― se aproximó Kuki, puesto que eran mejores amigas, ellas tenían más confianza.

―Yo… Yo… No puedo creer que me vea tan…― dijo entre sollozos pero no pudo terminar de hablar.

―Sé lo que sientes, jamás te habías sentido tan hermosa como hoy, ¿No es así?― pregunta Rachel tomando un poco más de confianza y colocó una mano en su hombro en señal de apoyo.

―¿Eso no es lo único que te aflige cierto?― se atrevió a preguntar Fanny, las demás guardaron silencio al ver como Abby solo asintió con la cabeza y se limpió las lágrimas. ―Pero mírate, ahora estás parada aquí luciendo hermosa con ese vestido, que nada ni nadie te quite esa felicidad.

―Tienes razón― vio la etiqueta del precio del vestido y noto que se excede un poco sus ahorros ―Creo que tendré que llamar a mi papá― se rio contagiando a las demás con su buena energía.

Al final, su papá estaba sorprendido de que su hija menor le pidiera dinero para comprar un vestido y se puso a llorar en el teléfono muy contento, diciendo cosas como que su pequeñita estaba madurando y floreciendo tan rápido. Y sin pensarlo le pasó el dinero completo del vestido para que lo comprará.

N.A. Hola! Sé que tal vez mis actualizaciones se han puesto algo lentas pero hey, sigo aquí. Algo ocupada tal vez pero no abandonaré esta historia. Quería hacer un capítulo para Abby, ella también merece más amor. Un poco corto el capítulo pero creanme, necesitaba que esto llegará hasta aquí. Ahora voy a escribir un capítulo de Secuestro por lo que me tomaré algo de tiempo para hacerlo pero apenas lo tenga terminado volveré a escribir nuevamente aquí. Puede ser algo confuso tener varias historias pero me gusta el ritmo.