N.A. APARECÍ. Este capitulo lo tenia guardado agarrando polvo y me faltaba terminarlo pero hoy me dije, tengo que subirlo, tengo que hacerlo. He estado enferma y por eso me ha costado tanto escribir nuevamente pero me estoy recuperando y por estoy aquí. ¿ya vieron mis dibujos nuevos? ya saben mis redes thashipdump para ver mas arte bonito y merch de knd :D así es hay nueva merch.

Kuki cerró la llamada que mantuvo con Abby por al menos unos 15 minutos y luego se quedó mirando a la pantalla hasta que se apagó. Todo parecía irreal. ¿Cómo era posible que Wally fuera a casa de Abby a pedirle que fuera al baile con él?, ¿Acaso le gustaba?

"Ya sabes como actúa Wally sin pensar"

"Probablemente te lo hubiera pedido el mismo día, ya sabes como es él de tímido con esas cosas"

"Mira el lado positivo, hay muchas chicas en la escuela que se derriten por él aunque no te des cuenta, ahora que iré con él, lo mantendré vigilado"

"No quiero ilusionarte pero, creo que podríamos intercambiar parejas un rato y bailarías con Wally"

"No importa que chisme escuches en los baños o en el salón o donde sea, Wally y yo solo somos amigos, no creas absolutamente nada de lo que escuches."

Abby, su mejor amiga, nunca haría nada para lastimarla, pero aun así, se sentía un tanto preocupada por cómo se dieron las cosas. Ace era un buen chico y la hacía reír, pero tenía que dejarle claro que solo quería ser su amiga y no algo más.

Continuaba viendo la pantalla de su celular que se mantenía apagada y de pronto, se encendió con el nombre de Wally. ¿La estaba llamando? Eso sí que era nuevo. Dejó que sonara un par de veces su tono de simios arcoíris y luego, contestó.

―¿Hola?― atendió la llamada lo más calmada que pudo, no quería sonar muy emocionada porque Wally la estaba llamando.

―Hola Kuki― le respondió. Luego de eso no supo qué otra cosa agregar. A decir verdad, no lo pensó mucho y estaba casi seguro que ella no le contestaría.

―Entonces… ¿Querías decirme algo?― pregunta la chica al notar que Wally no decía absolutamente nada.

―Yo pues… Creo que no debí llamar, lo siento yo…

―No espera, no cuelgues― le rogó la chica interrumpiendolo ―Me alegro que hayas llamado― dijo aferrándose al celular.

―¿En serio? Creí que me odiabas.

―No te odio Wally es solo que… bueno ya sabes… siempre discutimos pero…

―¿Yo arruino todo, no es así?

Kuki se quedó pensativa con lo que dijo Wally. Si las cosas entre ambos no fueran tan complicadas, su relación podría ser tan diferente, pero entonces, no serían ellos mismos. De alguna forma, se complementaban y tenían cosas en común, a pesar de pelear en numerosas ocasiones.

―¿Sigues allí?

―Oh, lo siento. Si, si sigo aquí― se disculpó por no decir nada anteriormente ―¿Puedo preguntar el porqué me llamaste?

―¿Te molesta?― preguntó Wally en un tono triste.

―No, para nada es solo que… no lo haces seguido.

―Pues, estaba en tu habitación. Mi mamá dejó la puerta abierta y entré y vi tu simio aquí y pensé que debería llamarte y decir algo…―

―Espera, ¿Acabas de decir mi habitación?― Kuki no pudo evitar sonrojarse y cuando Wally se dió cuenta de lo que había dicho se dio con la palma de la mano en su frente. Qué vergüenza.

―Si bueno eso… ¿Importa? Da igual, estuviste aquí tanto tiempo que ya lo veo como tuyo. De acuerdo escucha,― dio un pesado suspiró y luego continuó ―Eres mi amiga Kuki, no quisiera que algún chico te moleste o te haga pasar un mal rato. ¿Realmente conoces a ese chico que te invitó?

―Lo que he logrado conocer de Ace, me hace creer que es una persona agradable.

―Está bien― dijo con algo de fastidio ―Con eso me basta pero, si llega a molestar o hacer algo que no quieres yo mismo le romperé la cara personalmente.

―Espero que eso no sea necesario Wally― rió la chica. Se sentía un poco mejor ahora que Wally la había llamado, ojala el se comportará de esa manera todos los días.

Wally no quería que la conversación terminará pero ambos tenían que dormir. Ella se despidió y colgó. Esa noche, Wally durmió en esa habitación qué fue de Kuki, especialmente porque su perfume aún seguía impregnado en las almohadas y de alguna forma él se sintió en un lugar seguro.

Al día siguiente, Abby se encontraba en los baños como siempre, escuchando los chismes escolares. Había tres cosas que le llamaron la atención.

Lo primero, se estaba enterando sin esfuerzo de quienes ya tenían pareja y quienes no. Cuando se acercaron a ella para preguntarle acerca de su estado y su pareja del baile, la chica solo dijo que ya se enteraran aunque, muchas ya sospechaban de quien se trataba.

Lo segundo, las chicas estaban con mal de corazón roto porque ya era muy probable que los chicos más guapos tuvieran pareja. A más de una casi les da un infarto cuando Fanny Fulbright dijo sin mucha importancia que iría con Patton Drilovsky, y es que a él también le tenían puesto el ojo. Lo cierto era que, Fanny estaba algo celosa y amenazó a varias con sus puños de mantenerse alejadas de él.

Lo tercero, Chad Dickson ya tenía pareja para el baile, una chica de segundo año llamada Lidia Brown, la actual líder de las porristas. Todos encontraban eso demasiado obvio, pues se les había visto bastante juntos en la última semana.

Saliendo del baño caminando por los ,pudo ver a Hoagie y a Alice tomados de la mano mientras se dirigían a su respectivo salón de clases. Aunque siempre aparentaba que no le importaba absolutamente nada acerca de la pareja, lo cierto es que se moría por dentro. Nunca logró entender qué fue lo que pasó, que ellos se separaron y de alguna forma Alice se acercó a Hoagie y lo conquistó.

―Si dejas de mirarlos de esa manera será más fácil― comentó Wally, haciendo que la chica se sobresaltara del susto.

―¿Quieres matar a Abby de un infarto?― preguntó la morena poniendo una mano en su pecho para calmar su pulso. Vaya que Wally le había dado un buen susto.

―Es lo que hago cuando veo que Kuki habla con Ace, el perfecto― rodó los ojos al mencionarlo. Sinceramente ya no lo soportaba, pero tenía que hacer un esfuerzo para que Kuki estuviera contenta y siguiera siendo su amiga.

―Parece que tienes competencia― se cruzó de brazos mirando a Wally y él solo desvió la mirada.

―Si bueno, te estaba buscando para decirte que pasaré por ti mañana a…― no puedo continuar con lo que decía porque Abby le tapó la boca con sus manos.

―¡Shhhh! ¿Estás loco?― dijo mirando a todos lados y llevándoselo a un lugar más apartado ―No puedes decir eso como si nada en los pasillos Wally. Todo acerca del baile lo discutimos en privado o por mensaje.

―¿Pero qué…?

―Nada de peros. Hazme caso por una vez en tu vida Wallabee.

―Agh, pero que molesta eres― dijo al fin cuando se liberó de la chica. Sabía que Abby no lo llamaba por su nombre completo si la situación no fuera de vida o muerte.

Y así, llegó la noche más esperada de los adolescentes de la secundaria. El momento del baile de bienvenida. Los que ya tenían un auto, se estacionaban alrededor de la secundaria, muy cerca del gimnasio donde se llevaría a cabo el baile. Algunos padres, dejaban a sus hijos en la entrada donde los esperaba un fotógrafo que se encargaría de retratar a cada pareja con su cámara.

Nigel ayudaba a Rachel a bajarse del auto de su padre mientras ella se acomodaba su vestido y su cabello. Hacía algo de viento esa noche y no quería que se le arruinara su melena recién planchada. El vestido de color aguamarina había dejado perplejo a su novio, pues al ser ceñido al cuerpo, no se había dado cuenta de las curvas de Rachel y lo mucho que ella había crecido. Mientras que Nigel, llevaba una camisa manga larga de color rojo, con una corbata plateada, pantalón negro y, para complementar su look, llevaba una boina de color negro. Rachel pensó que tal vez se había arreglado demasiado pero su toque inglés no se lo quitaba nadie.

Hoagie llegó acompañado de su novia Alice, quien llevaba un vestido largo en corte de sirena, de color morado. Saludaron a Nigel en cuanto lo vieron y luego sin más, entraron al gimnasio ambas parejas.

Unos minutos después, saliendo de una camioneta, apareció Ace vistiendo un traje elegante en color chocolate con su acompañante, Kuki. La chica había optado en atar su cabello en una coleta alta decorado por un moño rosa y lucía un vestido corto también de color rosa, sin mangas.

―Se que te lo dije al pasar a recogerte a tu casa pero luces como toda una estrella esta noche― le dijo Ace a Kuki, depositando un beso en la palma de su mano haciendo que la chica se sonrojara por el acto tan caballeroso.

―Oh ya basta Ace, estoy segura que muchas chicas se ven más increíbles que yo esta noche.

―Puede que sea cierto pero, ninguna me interesa más que tú.

Y justo en el auto que venía detrás, Wally y Abby aparecieron, causando cierta conmoción entre los presentes, principalmente al ver a Abby, pues para muchos, es la primera vez que veían que la chica lucía un vestido.

Wally tenía puesto una camisa manga larga en color naranja con una corbata en azul y pantalón gris. Había hecho un intento de peinarse y dejar ver un poco su frente y sus ojos verdes pero el viento realmente no lo ayudada. Pero Abby, se ganó la mirada y los celos de muchas chicas luciendo ese vestido azul ceñido al cuerpo con tirantes y mucho brillo, que un lado se abría haciendo resaltar sus atléticas piernas, le daba un toque sexy. Su particular trenza se la había peinado hacia adelante, haciendo que cayera encima de su pecho. El australiano casi se ahoga con el vaso de agua que le ofreció la mamá de Abby mientras la esperaba en la cocina para que bajara y cuando hizo su aparición, su madre estalló en llanto y la abrazó con fuerza. Cuando Wally se repuso de la impresión de ver que su amiga se veía bastante linda esa noche, la madre de Abby procedió entonces con las fotos para el álbum familiar.

Y de nuevo pareció que le faltaba el aire, cuando vió a Kuki tomando del brazo a Ace. Su peinado nuevo y ese vestido, prácticamente se quedó congelado. Abby tuvo que jalarlo varias veces para que el rubio reaccionará y pudieran entrar ya al gimnasio.

Wally tuvo que mirar con cierta incomodidad como Kuki posaba junto al "sujeto que se la quería arrebatar" para la foto. Se mordió la lengua para no decir ningún comentario al respecto y no arruinarle la noche a nadie.

Dentro del recinto, todo estaba perfectamente decorado. Quien quiera que haya organizado el baile, realizó un excelente trabajo. Del techo, colgaban globos en color blanco y celeste con guirnaldas, reflejándose en ellos la bola de disco giratoria en todo el centro. A los costados, grandes adornos de flores blancas con lazos y grandes mesas de comida y bocadillos. Incluso habían contratado un DJ que hacía buenas mezclas y animaba la fiesta con mucha carisma.

―Si así no luce el baile de graduación, entonces no quiero nada― comentó Abby al entrar y admirar todo el lugar.

―¿No crees que es demasiado para un simple baile escolar?― preguntó algo irritado Wally al sentir que todo era demasiado exagerado. ¿Quién había costeado todo eso?

La música resonaba y las parejas se apoderaban de la pista de baile. Nigel no se despegaba de Rachel ni por un segundo. Hoagie y Alice platicaban a gusto sentados en una de las mesas que habían colocado para que pudieran comer o descansar. Kuki y Ace empezaron a llamar la atención de todos, pues sus pasos de baile se hacían notar en la pista, cosa que molestó a Wally y solo los miraba con el ceño fruncido.

―Bailemos― le pidió Wally a Abby quien devoraba unos bocadillos.

―No creí que quisieras bailar nene― lo miro extrañada pero la cara seria de Wally le decía que no podía rechazarlo o decir cualquier otra cosa para zafarse de ello.

―Si te empieza a doler tu pie dime y tomaremos un descanso― le ofreció su mano a la chica y ella dejó su plato de comida a un lado y luego tomó su mano.

No pasó mucho tiempo para que también los pasos de Wally y Abby se empezaran a notar. En algún momento, ambas parejas quedaron bailando solas en la pista de baile mientras todos los veían alrededor.

―No sabía que pudieras bailar de esta forma― comentó Abby mientras se dejaba llevar por el ritmo de su acompañante ―Te lo tenías bien guardado.

―No me gusta presumir esas cosas― gruñó.

Kuki miraba de reojo como Wally y Abby bailaban a un lado, poco a poco bajó el ritmo de su baile con Ace y esté, pareció notar que algo no estaba bien.

―¿Sucede algo Kuki?― le pregunta su acompañante al notar que la chica lucía algo apagada.

―Lo siento yo… no es nada. ¿Te parece si vamos por un poco de ponche?

―Por supuesto, yo también quiero algo de tomar― le ofreció su brazo a la chica y esta lo tomó con prisa y se alejaron de la pista de baile. Abby pudo notar con el rabillo del ojo que la pareja se había retirado.

―No quiero sonar aguafiestas Wally pero creo que estamos llamando demasiado la atención.

―¿De nuevo con eso?― preguntó fastidiado ―¿Por qué no podemos simplemente divertirnos y pasar la noche? Créeme que estoy haciendo un esfuerzo para no irle a romperle la cara a ese tipo.

―Estoy segura que ese sería un espectáculo que yo no me perdería ja ja ja.

―Desde aquí veo a Nigel con Rachel, ¿No quieres ir a saludarlos?― preguntó Wally cambiando el tema.

―Claro nene.

Ambos se aproximaron a la pareja que tomaba bocadillos de una de las mesas.

―Ya me preguntaba cuándo vendrían a saludar a nosotros los mortales― dijo Nigel hablando con la boca llena y Rachel solo lo miraba con el ceño fruncido.

―¿De qué hablas?― preguntó Wally extrañado.

―Todos están hablando de ustedes y ahora que se acercaron a nosotros a lo mejor piensen que también somos populares― comentó emocionada Rachel.

―Créeme Rachel, lo que menos quiero esta noche es ganarme a la mitad de la población femenina de la escuela como mis posibles enemigas.

―Quien sabe― se encogió de hombros la chica ―Por cierto Abigail, ¿Te sientes mejor?

―Nada que un poco de analgésicos que me recetó mi papá pueda arreglar. Ya luego cuando me moleste el tobillo me sentaré a comer una tercera ronda de comida.

―En serio Abby, ¿Adonde te cabe tanta comida?― preguntó Wally mirándola. Su amiga era muy esbelta, a veces se preguntaba a qué parte de su cuerpo iba tanta comida.

Luego de que Nigel le dijera un par de cumplidos a Abby por su aspecto y que Rachel se emocionará por ello, pues ella influyó en la decisión de comprar ese hermoso vestido, ambas parejas regresaron a la pista de baile.

―¡Buenas noches!― se escuchó una voz de repente en todo el lugar ―Les habla su DJ Chubby Z, pero que noche tan espectacular, hagamos algo divertido para ponerle algo de sazón a este baile.

Todos miraron atentos al DJ que se encontraba encima de una tarima que habían montado al fondo del gimnasio. De repente, las luces bajaron y una música suave empezó a sonar.

―¡Oh sí! Ya se que piensan, la velada romántica va a iniciar pero vamos a hacerlo diferente. ¡Rápido, intercambien parejas con sus compañeros de al lado!

―¿Acaso este tipo está loco?― preguntó Wally a Abby pero la chica no le prestaba atención pues miraba a ambos lados y luego sonrió. La chica lo jaló del brazo y pasaron al lado de unas parejas hasta que Kuki y Ace aparecieron en su campo de visión.

―Pero qué sorpresa Kuki, ¿Quién diría que estabas justo a mi lado?― preguntó Abby fingiendo inocencia mientras que tanto Ace como Wally no sabían qué decir.

―Hola Abby― saludó Kuki a su amiga y pronto supo que Abby estaba tramando algo.

―¿Qué tal si intercambiamos pareja?

―Oh, bueno es cierto que…

―¿Ya intercambiaron parejas chicos? Vamos no sean tímidos― habló nuevamente el Dj y aprovechando la distracción, Abby tomó del brazo a Kuki y la acercó a ella, haciendo que quedará junto a Wally.

―Vamos aunque sea por un par de canciones― Abby se despidió con la mano y se acercó a Ace ―¿No hay problema, cierto nene?

―Eh… si claro, bailemos― dijo Ace sin tener otra opción.

Mucha de las parejas ya estaban bailando la canción suave cuando Wally y Kuki se juntaron. Con algo de torpeza, Wally la tomó de la cintura y trató de encontrar el ritmo de la canción para guiar el baile.

―No sabía que bailaras Wally.

―Hago lo que puedo― comentó sin mirarla.

―Wally…

El chico con algo de vergüenza, la miró a los ojos y pudo notar lo radiante y hermosa que se veía esa noche. Ese vestido y su peinado nuevo le estaban alterando las hormonas.

―Y… ¿Qué tal tu cita?― preguntó Wally haciendo que la chica se entristeciera un poco.

―No es una cita― aclaró la chica ―Ace ha sido… un buen acompañante creo.

―Aún así viniste con él― habló en voz baja Wally pero la chica pudo escucharlo. ―Yo… yo quería invitarte.

―¿Qué? ¡Wally! ¿Por qué no lo dijiste antes?― se emocionó la chica.

―Ya no importa Kuki. Ahora solo… b-bailemos.

Estuvieron bailando así por al menos unas tres canciones. Ese DJ sabía poner a la gente en ambiente. Ya muchos habían vuelto con sus parejas correspondientes pero Kuki y Wally parecían que no escuchaban más nada que solo ellos y la música. Era un momento mágico, especialmente para ella.

La razón por la que seguían bailando es que cuando Ace le pidió a Abby que quería regresar con Kuki, la morena se empezó a quejar del dolor en su tobillo y le pidió al chico que la ayudara a sentarse y buscarle algo de hielo.

―Ese Wally me debe una― habló para sí misma cuando vio a Ace alejarse para ir al área del ponche a tratar de conseguir algo de hielo.

―Cambiaste tu peinado― comentó Wally hablando con Kuki mientras bailaban.

―Oh, gracias por notarlo― se sonrojó la chica.

―Mira Kuki, hay algo que…

―¡Kuki!― Ace se acercaba a toda prisa hacia la pareja arruinando su momento ―Perdón Kuki en serio, prometí llevarte a casa pero mi mamá resbaló de las escaleras y parece que se ha fracturado la mano y debo irme de inmediato.

―Oh no― la chica se llevó ambas manos a la boca en señal de sorpresa ―Lamento mucho escuchar eso Ace. ¿Hay algo que pueda hacer por ti?

―Me preocupa el hecho de que no te pueda llevar a casa.

―Yo puedo llevarla― los interrumpió Wally ―Puedo llamar a mi papá, ella vive cerca y…

―Gracias, en serio. ¿Cual era tu nombre?

―Wally…― esa pregunta hizo que se enojará un poco pero no podía culparlo, era la primera vez que hablaban de frente.

―Sí claro, gracias por llevar a mi doncella a su casa. Te hablo después Kuki, debo correr― y antes de que alguno pudiera contestar algo, salió corriendo y se perdió entre las parejas que bailaban en la pista.

―¿Doncella?

―No te preocupes por eso Wally. Él suele halagarme mucho.

¿Qué no se preocupe? Wally no pudo sacar esa palabra de su cabeza el resto de la noche. Pero a pesar de eso, ambos bailaron hasta que el baile terminó. Abby se quedó conversando con algunas chicas mientras comía y luego se unieron Nigel, Rachel, Fanny y Patton a su mesa. De lejos, podía ver que la pareja seguía bailando y ella se alegraba que al fin podían estar juntos.