Dentro de la recamara todo estaba en oscuridad, solamente una pequeña antorcha estaba encendida a los pies de la mesa cuyo cadáver del Lord Comandante de la guardia de la noche ya hacia desnudo, exponiendo siete cicatrices que terminaron con su vida, Melissandre con suavidad comenzó a lavar su cuerpo, recortar sus largos risos oscuros así como su barba, arrojando los mechones a las llamas de la antorcha, recitando un pequeño cantico en una lengua extraña, cada palabra cargada de determinación y devoción. Los hombres que miraban esto solo podían esperar con expectación y esperanza. Alejado de todos en una oscura esquina, un hombre de cabellos largos plateado y ojos cual reptil, se recostaba con los brazos cruzados con una mirada seria, mirando a la sacerdotisa repetir con fuerza una palabra, así como un pequeño susurro que solo el logro escuchar.
"Por favor, no sé qué más hacer…" una mirada abatida adorno sus facciones, levanto su mirada hacia Aemon, Edd y Tormund, con resignación cerro sus ojos negando delicadamente.
Los tres suspiraron con decepción y una triste mirada, Tormun junto a Edd se acercaron al cuerpo mirándolo antes de salir para preparar su pira. Aemon a paso lento se acercó, con el cariño y amor de un abuelo acaricio su cabello con delicadeza mientras algunas lágrimas escurrían libremente de sus ojos, separándose le dedico una mirada al hombre antes de salir a paso lento de la habitación. El lobo solo estaba echado en el suelo a los pies de su amo, sollozando tristemente, Melissandre se limpió una pequeña lagrima que logró escapar de ella, miro al hombre que se acercó al cuerpo mirándolo con tranquilidad
"Parece que tenías razón, no debemos de interferir en el orden natural de la vida y la muerte" bajo su mirada con resignación, pero un resoplido la hizo levantarla para ver la sonrisa cínica del hombre
"Si así fuera el Grial nunca existiría y tanto Sirvientes como Maestros no deberíamos de existir" toco con la yema de sus dedos el tatuaje en su mano "fuerzas más poderosas que nosotros mueven los hilos del destino a su antojo, nosotros no somos más que unas simples piezas en el gran tablero de su retorcido juego" frunció su ceño, ambos se quedaron en silencio un momento
Ambos comenzaron a salir de la habitación dejando el cuerpo junto a al lobo, antes de salir el hombre le dijo unas palabras que llamaron la atención de la sacerdotisa
"Su voluntad es fuerte, su orgullo es duro, no morirá tan fácil" miro detrás suyo con una sonrisa egocéntrica "además él tiene aún muchas cosas por hacer, no puede morir y descansar tan pronto" fuertes jadeos llamaron la atención de esta, apartando al hombre entro rápidamente a la habitación. Con una mano llamo a los tres hombres de antes para que se acercaran, curiosos se acercaron, haciéndose a un lado abrió la puerta ampliamente
Dentro de la habitación miraron, junto a Melissandre, al joven que estaba en el suelo desnudo acariciando a su lobo aun jadeando pesadamente, moviéndose rápido Edd tomo una capa cubriendo su cuerpo tratando de calentarlo
"Santos dioses, estas vivo" lo miraba con asombro "tus ojos…no son azules…" soltó un suspiro de alivio junto a una pequeña carcajada
"No…aun no quemes mi cuerpo…" su intento de broma solo gano un fuerte abrazo de su amigo
"Maldita sea cuervo que susto nos diste pedazo de cabron" le pelirrojo golpeo con ánimo su espalda, con más fuerza de la necesaria casi arrojándolo al suelo nuevamente, en lugar de molestia solo provoco una pequeña sonrisa en este
"Jaehaerys" una ronca voz lo hizo alzar su mirada de acero hacia Aemon que lloraba con una sonrisa de alegría
"Tio" se acercó rápidamente a darle un delicado abrazo, Aemon a pesar de su edad trataba de abrazarlo con todas sus fuerzas
"Estoy tan agradecido que estés de vuelta con nosotros mi muchacho" separándose trato de limpiar sus lágrimas, nunca dejó de sonreír, Jaehaerys tampoco dejo de hacerlo "la sacerdotisa Melissandre fue la que te trajo de vuelta" la miro esta no salía de su asombro, se acercó despacio a esta
"Mi señora…gracias tengo una deuda contigo que nunca podre saldar" no sabía que más decir, la sacerdotisa solo asintió
"Cuando estabas….que viste" su expresión se tornó seria y el ambiente se volvió incomodo
"Nada" negó con la cabeza "no había nada, solo vi oscuridad, estaba solo con mis propios pensamientos, pero no vi nada más" su mirada era seria
"Pe…pero…"Aemon la detuvo antes de que continuara
"Es suficiente de esto, primero debemos de llevarte a cambiar y ya después hablaremos de cosas….con mayor relevancia" miro al hombre en la puerta, Jaehaerys dirigió su mirada a donde Aemon veía, sorpresa era clara en su rostro al ver al hombre
"Pa…padre…" cuestiono con asombro, el hombre suspiro para después negar
"No, no lo soy Maestro" el asombro se volvió duda "tu tío tiene razón primero debes de estar presentable para que podamos hablar correctamente" sonrió de manera burlesca mirándolo de arriba abajo, Jaehaerys al ser consciente de su desnudes se cubrió con la capa suspirando de frustración, el hombre solo reía con cinismo
Rápidamente Edd salió de la recama cara para conseguir ropa, Tormund se despidió para ir junto a las personas que trajo, quedándose solamente Aemon, la sacerdotisa y el hombre con él. Edd regreso con su ropa entregándola, asintió al hombre en la puerta para después salir. Entrando en la habitación cerró la puerta detrás suyo recargándose sobre la misma a modo de seguro para evitar que entrara cualquier intruso. Jaehaerys comenzó a vestirse frente a todos sin vergüenza, Aemon había tomado asiento mientras que la sacerdotisa parecía intercambiar miradas entre el príncipe y el hombre de ojos naranja.
"No sé por qué ocurrió esto" hablo con duda, se abotonaba su camisa "creí haber hecho lo correcto, como es que no pueden ver eso, si no hubiera permitido el paso del pueblo libre todos serian en este momento miembros del ejército del rey de la noche" suspiro con frustración
"La mente de los hombres es algo compleja, puedes dar mil razones y ello encontraran mil más para contradecirte" la voz de la sacerdotisa hizo que la mirara con cierta frustración
"Parece que mi vida siempre ha tratado de hacer algo y que a todos les parezca erróneo" una risa burlesca se escuchó, miro al sujeto que lo miraba con indiferencia, su ceño se frunció ante esto
"El camino de la vida es difícil sobrino, debemos siempre luchar ante las inclemencias del tiempo, pero al final siempre podremos encontrar la luz del sol que nos recibe en abrazo" suspiro, tomo asiento en una de las cillas cercanas a las llamas de la chimenea ahora encendida "de eso trata ser humanos, equivocarnos, volver a intervalo y volver a equivocarnos para ser mejores cada día" extendió su mano a las llamas, no se quemó, las llamas bailaban en su palma
"Cálido" susurro, el hombre miro esto con seriedad "que ocurrió con mis asesinos" alejo su mano de las llamas mirando a su tío
"Nuestro invitado aquí se encargó de ellos" miro al hombre que se recargaba en la puerta sonriendo con los ojos cerrados "el mismo termino con la vida de cada uno de ellos" abrió los ojos, su rostro se contrajo en un ceño
"Por qué hiciste eso" demando con seriedad en su voz "era labor del Lord Comandante tratar con los traidores según las reglas de la guardia de la noche" se levantó de su asiento, el hombre abrió sus ojos encendidos, esto lo sorprendió pues nunca había visto ojos de ese color con la pupila de semejante forma
"Estaba cumpliendo mi labor con mi Maestro" sonrió de lado "además de que los cobardes nunca debes de permitirles quedar vivos mucho tiempo o su estupidez puede contagiarse al resto" se acero al príncipe, mirándolo desde arriba pues era más alto que el por más de medio torso
"Maestro" susurro con duda, alzo la mirada "me has vuelto a llamar de esa forma, porque no lo sé, así que quisiera saber a qué te refieres" demando
Aemon y Melissandre lo miraron, suspiro sabiendo lo que tendría que hacer
"Te recomiendo tomar asiento Maestro, esta será una historia larga" con duda miro a la mujer y su tío, ellos asintieron, tomo asiento esperando
Camino hasta estar frente de las llamas de la chimenea, hizo el ademan de tocarlas con su mano solo para alejarla rápidamente, su mano estaba enrojecida por la quemadura, Jaehaerys estaba por levantarse cuando con asombro miro como este le mostraba su palma que se estaba sanando rápidamente hasta regresar a su tono natural sin ninguna marca de fuego en ella, las palabras murieron en su boca
"Todo comenzó cuando las tres grandes familias de Valyria, las tres familias fundadoras, crearon un ritual como un medio para llegar al Akasha" miro las llamas
"Conocida como la raíz" en silencio miro a su tío "es la fuerza y fuente de todos los eventos y fenómenos que ocurren en el universo, también conocida…como la Raiz" abrió sus ojos en sorpresa, el hombre asintió
"Este ritual era llamado Heaven's Feel pero ahora es conocida como la Guerra del Santo Grial" Melissandre tomo una silla sentándose para escuchar con asombro esto pues mucho de ello le era desconocido pese a su instrucción en el templo del dios de la luz "es un ritual donde cada cierta cantidad de años siete personas son elegidas por el mismo grial para invocar a siete Espíritus heroicos, con el fin de luchar entre ellos hasta la muerte para conseguir el Santo Grial" pequeñas brazas bailaban de la madera quemada
"Espíritus heroicos, Santo Grial" mostraba autentico interés ante esto
"Un objeto todo poderoso y omnipresente, capaz de cumplir cualquier deseo no importa la existencia de la realidad" abrió sus ojos ante esto "los espíritus heroicos son el alma de personas que por sus hazañas en vida fueron enaltecidos al grado de héroes o leyendas, cuya historia sigue perpetuando en el tiempo, se manifiestan en cuerpos físicos modificados con la capacidad de soportar su alma para luchar" no sabía que decir, miro a su tío el cual parecía perdido en sus pensamientos
"Eso…eso es algo totalmente absurdo" se levantó mirándolo acusatoriamente "no puede existir un objeto así y mucho menos que pueda traer hero…personas, su alma solo para luchar" cruzo sus brazos en su pecho esperando a que terminara de hablar su maestro
"Es curiosos, después de todo el rey de la noche contra el cual combatiste en Hardhome para rescatar a los salvajes con solo alzar sus manos revivió a todos los cadáveres" sonrió con sarna "y tú eres otro ejemplo hace no menos de unas horas ya hacías en esa mesa muerto" señalo con su dedo el lugar
Una mirada de compresión y asombro adorno sus facciones, al no poder contra decirlo solo suspiro y volvió a tomar asiento, el hombre volvió a hablar
"Ahora una nueva guerra está por dar inicio" señalo su mano donde estaba el tatuaje, no le había puesto atención hasta ese momento "tú fuiste escogido como uno de los siete maestros, los sellos de comando en tu mano confirman tu estus como participante y Maestro y yo que fui invocado por ti, soy tu Sirviente" sentencio volviendo a mirar las llamas
"Pero yo no te invoque, no hice nada" veía detalladamente el tatuaje
"El método de invocación varia de muchas formas, así como el catalizador que se puede utilizar para invocar a un espíritu heroico en cuestión" tomo unos troncos arrojándolos a la chimenea
"Cuantas guerras ha habido" la voz curiosa de Melissandre la hizo mirarla
"Contando esta, ha habido doce a lo largo de la historia" asintió con asombro
"Mencionaste que fueron las familias fundadoras de Valyria las que iniciaron esto" Aemon parecía pensativo "la sacerdotisa menciono que, en su instrucción, parecía que los sacerdotes sabían de esto y que algunos héroes de otros sitios habían participado" lo miro, pequeños tintes de purpura parpadean con curiosidad
"En un inicio, la primera y segunda guerra solo se llevaron a cabo en Valyria y con estas familias, pero después el grial comenzó a elegir a maestros y sirvientes de todos lados extendiendo esta por los diversos continentes" asintió satisfecho
"Cuando fue la última" la pregunta vino de su maestro
"Los años entre una y otra varían mucho, pero la anterior guerra fue aproximadamente hace más de tres siglos y de echo hay algo curioso de esta última" los tres lo miraban con antelación "el mundo conoció el resultado de esta guerra con el nombre de la perdición de Valyria" los tres abrieron sus ojos acompañados de fuertes jadeos
"Que como es.." no podía formar palabras
"Fue de echo uno de tus ancestros que como maestro gano esa guerra" tanto Aemon como Jaehaerys se levantaron de sus asientos con miradas de terror "creo que el nombre de esta maestra era Daenys Targaryen, la apodaron la soñadora…"
En la recamara solo se escuchaba el sonido de la madera crepitar ante el fuego y la sombra de un hombre alzado frente a esta con su mirada anaranjada y pupila rasgada, la mirada de un depredador
Continuara….
