Demashitaa! Powerpuff girls Z no me pertenece, solo la trama.

¿Nana?

Capítulo 4

Momoko miraba a su amigo por el retrovisor con la intención de matarlo, descuartizarlo, ejecutarlo, todos las formas posibles. El rubio trataba de no mirarla.

-Fuiste con Randy –murmura con enojo –Y para el colmo estamos en su auto.

Kaoru ríe levemente diciéndole a Boomer que prepara su funeral.

-No tuve opción.

-¿Acaso te apunto con una pistola para que fueras? –Boomer niega con la cabeza –Entonces tenías opción.

-Y Miyako estaría atrapada en aquel antro.

Momoko arque la ceja cruzándose de brazos, sabiendo que tenía razón voltea hacia Miyako (para alivio de Boomer), donde dormía recargando su cabeza en la ventana, notando lo mal que esta la chica, su vestido tenia ligeras manchas de la reciente actividad desagradable, su frente estaba ligeramente sudada, haciendo que su cabello se pegara en ella. Suspira y vuelve a ver a su amigo preocupada.

-Tranquila Momoko, ella estará bien –dice el rubio, mirándola por el retrovisor.

-No debí dejarla –admite ella –Él tenía razón –piensa molestándose sintiendo su orgullo lastimado. Jamás lo admitiría en voz alta.

-¡Vamos Momoko! La chica tiene que divertirse –expresa Kaoru –No puedes dejar que sea una aburrida todo su adolescencia y juventud.

-¿Qué significa eso?

-¡Que tiene que salir más! –Momoko arque la ceja –La niña requiere otros aires, convivir con gente más agradable que esos compañeros suyos. Me sorprende que aunque sea rica no pague cosas más fabulosas, ese lugar es una mierda desde hace mucho, o no Boomer.

-Llegamos –interrumpe Boomer a las chicas en un intento de alejar de nuevo el tema de Randy, supuso Momoko. Noto a la pelinegra abrir la boca de asombro al ver semejante mansión, Momoko se preguntó si había puesto la misma cara en su primer día.

-Miyako –murmura Momoko moviendo suavemente a la chica –Ya llegamos Miyako.

La rubia abre sus ojos con pesadez, tallando sus ojos con sus manos mientras bostezaba levemente, una acción bastante adorable, pensó Momoko, a veces parecía una niña.

-¿Ya llegamos? –Miyako voltea la mirada, donde se le ilumina la cara al ver su casa, pero tal como apareció, desaparece de forma rápida, Momoko mira hacia la casa-mansión, el único ventanal que sabía que estaba en la sala principal estaba encendida. No tenía que pensar mucho para saber quién estaba en la sala. –Momoko… Mi hermano…

-No te preocupes todo saldrá bien –dice buscando una manera de entrar a la casa sin que Brick se dé cuenta del estado de su hermana pequeña. Suspira al no encontrar ningún plan –Vamos.

Las dos chicas salen del auto despidiéndose del rubio y la pelinegra. Miyako le agradece por tercera vez a Boomer por cuidarla y este sonrojado contestaba un "No hay de que" rascando su nuca alborotado más su rubio cabello. Arranca el auto después de un grito de Kaoru que era: "¡No tomes tan seguido que serás alcohólica!" Haciendo que Miyako se sonroje negando la cabeza y que Momoko suspirara con fastidio.

-No le hagas caso, suele decir idioteces todo el tiempo.

-Me agrada –camina hacia la entrada –Es muy divertida.

-Espero que sigas diciendo eso, después de conocerla –noto la mirada de Miyako confundida.

Llegan a la puerta deteniéndose, donde diferentes sentimientos la invadía las dos. A Miyako sentía miedo de ser regañada y le prohíban (si su hermano le prohibía las cosas) en no salir más… aunque no es algo que anhele ahora. Mientras que Momoko sentía por una extraña razón, enojo, no quería aguantar los reclamos de Brick, ni sus amenazas o que le restriegue la cara el hecho de no a verse informado bien sobre lo que haría Miyako, se había confiado lo admitía, pero nunca estuvo al cuidado de adolescentes de forma completa. Suspiran las dos al mismo tiempo haciendo que se voltean a ver y reír.

-Vamos Miyako entre más pronto sea, mejor –Miyako asiente acomodando su cabello y su vestido. Abren la puerta y entran.

-….

-….

-….

-Vaya creo que tenemos suerte –susurra Momoko, Miyako asiente, ambas mirando a su hermano.

Brick estaba dormido sentado en el sofá para dos personas, recargando su cabeza en su mano donde su codo se apoyaba en el posa-brazos del sofá, dando entender que había esperado toda la noche a su hermana. Momoko observa a Miyako quien tenía una mirada tan desanimada que podía ver la palabra "culpabilidad" marcada en su frente. Era claro que Brick ha estado preocupado por ella, mientras Miyako había terminado con un desconocido y ebria. Era un escenario alarmante y realmente agradecía que fuera Boomer quien la encontrara, si el escenario habría sido diferente… Niega con la cabeza alejando aquellos pensamientos negativos.

-Miyako –la llama con tal de tratar de tranquilizarla con su sonrisa maternal –Estas cansada ¿No es así? –Ella asiente –Vete acostar.

-Pero mi hermano…

-No se preocupe, yo lo despertare y lo llevare a su cuarto, para eso soy su nana ¿No es así?

-De acuerdo –dice la chica al final, caminando hacia las escaleras, dirigiéndose a su cuarto.

Momoko suspira luego de que Miyako desaparezca, se acerca al joven pelirrojo quien seguía durmiendo tranquilamente.

-A pesar de ser un idiota, tienes corazón –susurra Momoko arrodillándose frente a él –Esa caradura es una máscara ¿Verdad?

Sonríe, al parecer el mayor no era totalmente malo, enserio que se preocupa por su hermana, parecía más a un padre, que un hermano, ríe ante ese pensamiento. Lo mira un rato más, su cara tranquila sin ese ceño fruncido o esa mirada fría que siempre le dedica a ella.

-Tal vez –piensa Momoko –Si tuviera es cara y fuera más simpático, nos llevaríamos bien.

Niega la cabeza alejando esos pensamientos, mira la hora 4:30 a.m. agradece que mañana sea sábado y solo tiene que preocuparse por el restaurante. Toma el brazo que sujetaba la cabeza del chico.

-Señorito Him despierte –lo mueve haciendo que la cabeza resbale y golpe su frente con el suyo. Despertando a Brick, mientras ella sentía el dolor.

-¿Pero qué…?

-¡Auch! ¡Tenga cuidado!

Gritan los dos al mismo tiempo sobando sus frentes, Brick gruñe mirando molesto a la chica.

-¿Se puede saber que son esos modos de despertar?

-No fue mi intención –dice la chica sintiendo como le palpitaba la parte afectada.

¡Cielos, sí que tenía la cabeza dura!

.

.

Brick se levanta tronando los músculos dormidos, su cuello le dolía y su brazo se le había entumido por la mala postura que durmió ¿Por qué estaba dormido en un sofá? Se preguntaba.

Miyako

Brick voltea hacia la chica pelirroja quien seguía sobando su frente –Oye enana, ¿Miyako ya está...?

-Si –gruñe Momoko interrumpiéndolo –Fui a ver a su habitación ya estaba dormida –Brick evita mostrar cualquier rastro de alivio en su rostro –No se preocupe Señorito Him, está sana y a salva. –Brick asiente, tratando de controlar de ir corriendo hacia la habitación de su hermana y asegurarse por sí mismo –Creo que me dejo un chichón –dice la enana levantándose.

-Yo no tengo la culpa.

-¡Pero si usted tiene la cabeza dura! –Chilla mirándolo mal volviendo a decir –Eso me gano por ser tan buena.

-¿Buena? –Dice incrédulo –Si nadie le pidió que me despertara.

-¡Mi trabajo es cuidarlo!

-Entonces no veo el motivo de su queja.

-Es un… -lo murmuro bajo, pero pudo alcanzar a oír, era la primera vez que la veía actuar menos formal con él – ¡Olvídelo! Me voy a dormir –comienza a caminar hacia las escaleras, para luego dar media vuelta y dirigirse a la cocina. Brick rueda los ojos, fastidiado con la actitud de la enana.

Decide seguirla, para tener la imagen de la chica intentando alcanzar el botiquín de emergencias que estaba en la última repisa de los cajones superiores. Ahí fue consciente que su nana era aún más pequeña de lo que parecía en un principio. Evita sonreír al verla brincar en su intento de alcanzar aquel botiquín.

-¡Deje de solo observar! –le dice molesta había cruzado sus brazos e inflando sus mejillas indignada –Y ayúdeme.

-No, es mucho más entretenido viéndola hacer el ridículo.

Brick juraba que la chica tenia deseo de lanzarle algo a la cabeza, noto como apretaba los puños en un intento de calmarse, se voltea, toma un banco que estaba al lado de él y poco después lo pone en frente del cajón, subiéndose en ella. Y a pesar de eso, aún era bastante alto para la enana, quien debió ponerse de puntillas estirando su mano.

-Te caerás enana.

-Oh callase –se estira más hasta tomar el botequín, jala el paquete con fuerza. Vio como el cuerpo pequeño pierda el equilibrio, haciendo que diera una acción inconsciente, en acercarse y tomarla de la cintura.

-Te lo dije –murmura con algo de fastidio.

-Me hubieran ayudado entonces –balbucea la chica bajando del banco, la suelta cuando parecía sostenerse con sus propios pies -¿Qué no le enseñaron caballerosidad hacia una dama?

-Sí, pero no veo a ninguna –Momoko comienza a tensarse ante el enojo contenido –Solo una empleada.

Brick sonríe internamente al escuchar susurrar a la chica maldiciones contra él. Momoko saca la pomada y retira su flequillo para ponerlo en su frente en la parte afectada, Brick le quita la pomada cuando lo deja de utilizar, lo guarda en el botiquín y dejarlo en el cajón de arriba.

-Gracias –dice Momoko acomodando su fleco –Debería irse a dormir señorito Him, ya es muy tarde.

-¿Acostumbra llegar a estas horas? –pregunta él notando que son las cinco de la mañana, amanecerá pronto.

-Solo los viernes y los sábados, los demás días suelo llegar más temprano.

-¿No duerme? –dice curioso, ya que el sabia mejor que nadie, que la falta de sueño afectaba a las personas de forma muy negativa.

-Lo suficiente –dice encogiéndose de hombros.

-Hm… -con esto último da entender que se acabó la conversación, va hacia a la puerta con intención de irse a dormir.

-Buenas noches –alcanza escucharla antes de cerrar la puerta tras de sí, sube las escaleras llegando a la habitación de Miyako, abriéndola despacio.

Estaba dormida, su cabello mojado esparcido por la almohada, respirando lentamente. Sonríe levemente, aliviado sintiendo la pesadez invadir sus parpados. Cierra la puerta despacio, al mismo tiempo que Butch salía de la suya.

-Está dormida –susurra Brick, el pelinegro asiente donde sus hombros dejaron de estar tensos, cierra la puerta con la intención de dormirse de nuevo. Brick sabía perfectamente que Butch también se preocupaba por Miyako, no le sorprendió tanto que se haya despertado a esta hora (cabe saber que el hermano mediano no se despertaría a estas horas de la madrugada, si no fuera por una fiesta o por su hermana). Llega a su habitación y se deja caer en su cama conciliando el sueño rápidamente.

.

.

.

Momoko solo sintió que había dormido solo una hora, pero su reloj indicaba que había dormido las cuatro horas que ella acostumbraba dormir, estaba demasiado cansada, con pesadez retira su colcha tallando sus ojos adormilados. Era sábado no había escuela, pero aun así tenía trabajo, va hacia el baño alejando el sueño con un poco de agua fría, se prepara para comenzar el día, con el presentimiento que sería uno agotador. Treinta minutos tarda en arreglarse, lo primero que hace es ir a la habitación de Miyako, Momoko estaba segura de que seguiría dormida.

Pero no, estaba despierta sentada en su cama tomando su cabeza con las dos manos. Sonríe era obvio que tenía dolor de cabeza, a causa de la horrible resaca.

-Buenos días señorita Miyako –dice algo bajito, Miyako se sobresalta.

-Momoko, buenos días –dice, su ceño estaba levemente fruncido y su cara expresaba molestia –Creo que me enferme me duele la cabeza, me siento muy cansada –hace una mueca –aun me siento mareada.

-Es lo normal señorita.

-¿Enserio? No me llames señorita –reclama, mientras volvía acostarse –Miyako, solo Miyako.

-Bueno "solo Miyako" –ríe ante el bufido de la rubia –Traeré una pastilla y agua. Debe sentir la garganta seca.

-No entiendo a los alcohólicos –Murmura Miyako –Sabe horrible y te hace actuar tonto y te sientes horrible durante y después.

-Espero que no vuelvas a tomar de esa forma –no pudo evitarlo, tenía que reprenderla –Como tampoco yo te volveré a dejar salir a una "fiesta" si no me das bien los detalles.

Miyako asiente, culpable –Descuida, no se repetirá. –sonríe aunque pareciera algo forzada.

Momoko cierra la puerta despacio y se va hacia la cocina. Una mujer de 60 años de aspecto amable y simpático, preparaba unos hot cakes, era algo gordita, de cabello gris con negro, pecas en sus mejillas llena de arrugas. Momoko concluyo que era la cocinera… aunque no la había visto en sus dos días que ha estado viviendo en la mansión Him.

-Disculpe señora.

-Dime señorita –le sonríe alejando cualquier incomodidad a Momoko –Debes ser la nueva nana ¿No es así?

-Sí, Akastustumi Momoko un gusto –hace una reverencia mostrando su respeto.

-Asaika Chiyoko –dice la mujer sonriéndole –Solo dime Yoko, todos en esta casa me dicen así.

-De acuerdo, entonces dígame Momoko.

-Y bien que te traer por aquí –dice volteando los hot cakes en un fácil movimiento.

-La señorita Miyako –duda un momento, pero al final decide que no tenía por qué ocultarlo. Pero tampoco decir toda la verdad –Fue a una fiesta ayer en la noche, fue algo descuidada y bebió de más. Ahora tiene una horrible resaca.

La mujer ríe -¿Miyako? No puedo creerlo, puedo apostar que esa pequeña no identifico cual era el alcohol –Momoko sonríe –Esos niños, sus hermanos son un desastre cuando van a fiestas, el joven Butch siempre entra por mi cocina cuando está completamente perdido. –Momoko guarda el dato, no era de más saberlo –Ahora le toca a Miyako –vuelve a reír, mientras usaba el agua que estaba hirviendo y preparaba un té. También la vio sacar pastillas de un frasco de galletas. – Ten te servirá este té, suelo dárselo al mayor cuando tiene sus dolores de cabeza, estas pastillas le ayudaran a Miya a sentirse mejor.

-Gracias –dice Momoko impresionada de lo cercana que parecía de los hermanos Him –Este, le pediré...

-¿Que no diga a su madre, ni a sus hermanos? Descuida hija, mis labios están sellados –le guiña el ojo en un modo cómplice Momoko le sonríe, le agradaba esta mujer.

-Yoko estás…oh Momoko –dice Brat quien había entrado –Ya está despierta.

-Buenos días Brat.

-Cielo tu desayuno está listo, siéntate –dice Yoko sonriéndole al hombre cariñosamente ¿Cielo?

-¿Ustedes son…?

-Un matrimonio si –dice la mujer –Cuarenta años felizmente casados.

Brat toma su mano besándola, dándose una muestra de cariño, Momoko sonríe ante esta acción, ella también anhela algún día ser feliz a lado de esa persona que la ame. Tener una familia. Comienza a sentirse incomoda.

-Bien llevare esto a la señorita, gracias Yoko y fue un placer conocerla.

-Igualmente Momoko y espero que Miya se recupere.

Asiente sujetando la taza con precaución y poner las pastillas en su bolsillo escondido de su uniforme de nana, al darse la vuelta después de deslizar la puerta, se sobresalta, casi tirando el té, Butch había aparecido de la nada asustándola.

-Señorito Butch, me asusto –el pelinegro arque la ceja –Buenos días.

-Am –dice incomodo –Buenos días.

Momoko sonríe concertando más al chico, sigue con su camino hacia el cuarto de la chica quien había vuelto a sentarse en su cama. La vio limpiarse sus labios, al parecer había vuelto a vomitar.

-Todo bien. –Pregunta, Miyako asiente de forma ligera –Aquí tienes –le pasa el té y las pasitillas Miyako lo toma sin dudar –En poco tiempo se sentirá algo mejor.

-No volveré a tomar.

Momoko sonríe negando con la cabeza, recuerda las pocas veces que le ha tocado ver a Kaoru con una resaca, ella siempre decía lo mismo. Algo que no recordaba cuando tenía la bebida en la mano. Se vuelve a recordar, que no debe dejar que Miyako vaya a tomar con Kaoru.

.

.

.

-Estoy aburrida –se queja Kaoru aventándose a la cama de su rubio amigo, mientras este trabajaba en su laptop.

-Pues des abúrrete.

-Idiota –Boomer esquiva su cojín que la había aventado –Vine aquí a que me des aburres.

Boomer deja de teclear viéndola con una ligera mueca –Kaoru sabes que solo te veo como una amiga –recibe el cojín en el rostro con demasiada fuerza.

-¡Idiota! ¡No me refería a eso! –Grita apretando la quijada haciendo una mueca –Seria desagradable estar contigo rubio pervertido.

-Lo mismo digo. Y deja de decirme pervertido.

Kaoru vuelve a costarse mirando el techo, siendo el único ruido los dedos de Boomer apretando las teclas de la laptop. Se estaba aburriendo, sus padres estaban trabajando y su hermano se fue con la odiosa de su novia, se le hizo fácil ir al departamento del rubio, pero no cambio nada y solo había aumentado su aburrimiento. Adora ir a fiestas y beber o por lo menos divertirse, hacer cosas locas, lo que siempre hacia, lo que más le gustaba. Pero tenía que trabajar y para eso debe estar consiente, suspira (aunque parecía un gruñido) y vuelve aventarle el cojín a Boomer.

-Kaoru deja de hacer eso –dice sin apartar la mirada de la máquina.

-Vamos hacer algo Boomer, hay que ir a "Gamvers" –le jala del brazo –Y vamos por Momoko.

-Esta trabajado y yo también.

-Es sábado por el amor de los dioses –exclama desesperada.

-Kaoru…

-Vamos rubio, o te borro ese trabajo que tanto te esmeras.

-No eres capaz –dice esta vez volteándola a ver, Kaoru sonreía con malicia, y sintió orgullo ver como Boomer tragaba saliva, asustado.

-¿Me estas retando?

Si había aprendido en esta vida corta, que a Kaoru Matsubara retarla es como pedir un suicidio.

.

.

.

Momoko sale del comedor bastante molesta llena de cátsup tanto su cara, como su ropa ¿Por qué siempre tienen que mancharla con algo? Primero fue una cosa asquerosa viscosa y apestosa, luego fue la harina y ahora esto. ¿Qué sigue? ¿Pañal de bebe? Se estremece, la próxima vez será más cuidadosa con ellos, sobre todo con el mediano. Llega a la cocina encontrándose con Yoko leyendo un libro sentada delante de barra apoyando sus codos en él.

-Los hermanos Him, ¿Verdad? –pregunta notando su presencia.

-Solo el mediano –dice Momoko acercándose al lavaplatos limpiándose la cara –El mayor está en su habitación y Miyako trato de ayudarme.

-Me sorprende que sigas aquí Momo, ya has durado tres días, creo que varias nanas solo duraba unas cuantas horas o algunos dos días.

-Necesito el trabajo –se limita a contestar -¿Usted conoce a los hermanos muy bien?

-Los conozco desde que eran bebes, la señora de la casa fue muy amable al recibirnos a mí y a mi esposo, dentro de tres meses cumpliremos 25 años trabajando aquí. Le debemos a la señora. Tiene un gran corazón.

-¿Y el señor Him? ¿Cómo es?

Por un segundo Momoko noto que la sonrisa de Yoko desaparecía y se ponía tensa, solo por un segundo… Tal vez fue su imaginación.

-Es…Un hombre estricto…No lo vemos mucho, siempre está de viaje.

Momoko se extraña ¿De viaje? ¿Acaso nunca está en casa? No lo creía posible. Un padre no abandona a sus hijos tanto tiempo ¿o sí?

-Momoko –las dos mujeres voltean hacia la puerta, donde Brat, el mayordomo mira a la pelirroja con el ceño fruncido –Tienes visitas.

-¿Visitas? -¿Quién la visitaría? ¿Su tía? No, obvio que no, ella no sabía dónde era su trabajo.

-Dos jóvenes, dicen que son sus amigos.

¿Sus amigos?

Abre los ojos diciendo un rápido "Gracias" va hacia la sala principal donde un rubio de cara de ángel y una pelinegra de mirada pesada, la esperaban.

-Boomer, Kaoru ¿Qué hacen aquí?

-Hola a ti también –dice su amiga –Esta casa es más enorme de lo que se ve afuera. Debes vivir cómoda.

-¿Qué hacen aquí? –vuelve a preguntar igual de alarmada.

-Ella me obligo –dice Boomer señalando a Kaoru.

-Venimos por ti –se encoje de hombros, mirando mal al chico –Iremos a jugar a "Gamvers". Vete a cambiar de ropa que esta asquerosa... ¿Qué te paso? ¿Eso es cátsup o sangre? Trataste de cocinar, ¿Verdad? Momoko creo que ya te habíamos dicho que eres un desastre en la cocina.

-Soy buena cocinando –dice indignada –Y no puedo salir, estoy trabajando. Les comente mis horarios.

-¡Pero si es sábado! ¡Y como amiga mía debes ayudarme! ¡Es importante!

-¿Y qué es tan importante?

-Que tu amiga muere de aburrimiento y este idiota a lado mío es aburrido y requiero a los dos para que sea pasable el día.

-Oye –reclama Boomer.

-No puedo Kaoru, estoy trabajando tengo que cuidarlos –vuelve a insistir esperando que ninguno de los mayores saliera de sus habitaciones.

-Pero si son de nuestra edad, y hasta uno es más grande que nosotros. Creo que puede cuidarse por sí mismos.

-Es trabajo Kaoru –opina Boomer, compartiendo una mirada con Momoko. La chica le pedía ayuda de hacer razonar a Kaoru. No era momento de que demandara un capricho.

-Tú deberías apoyarme.

-Otro día y te juro que…

-¿Qué está sucediendo aquí? –Momoko maldice internamente ¿Por qué tenía que ser él? ¿Por qué tiene que salir justo ahora de su cueva? -¿Quién son ellos?

-Señorito Him –dice mirando al hermano mayor, ignora por un momento las miradas incomodas que se compartieron Boomer y Kaoru ante la formalidad de su hablar. Sabía que era ridículo, pero debía emplearla. –Ellos son unos amigos míos, venían de visita.

-En las horas de trabajo no se permiten las visitas, pensé que Brat le informo de las reglas.

-Si lo sé –trata de mantener su sonrisa –Ya se iban.

.

.

Kaoru nota la mirada rojiza en su persona, no pudo verlo directamente ya que aquellos ojos eran bastantes pesados. Era guapo, demasiado atractivo aquel chico, debía admitirlo, pero tenía una extraña aura tensa que le hacía estremecerse, mira a Momoko notando su molestia ante la presencia del pelirrojo. Sonríe.

-Soy Kaoru –comienza a decir, ignorando la mirada asustada de su amiga –Solo venimos a llevarnos a nuestra amiga.

-¿A dónde?

-A "Gamvers" –ignora los gesto de Momoko pidiendo que se calle –Vamos pelirroja vete a cambiar, parece que no sabes comer.

-Los empleados no tienen permiso de salir en horas de trabajo –El niño Him comienza hablar bastante serio –A no ser que quiera perder su trabajo. –Ante ese hecho Kaoru hace una ligera mueca.

-Kaoru otro día –dice Momoko.

-Pero…

-Ya Matsubara –interrumpe Boomer, poniendo su mano en su cabeza. Con esa forma extraña que tiene él para calmarla o detenerla. –Deja de darle problemas a Momoko, además se nota que no somos bienvenidos aquí –Kaoru mira al Him (no directamente a los ojos) con disgusto. El chico ni parecía inmutarse.

-Los ricos son unos aguafiestas, soberbios. Que no se te vaya pegar más lo amargada viviendo aquí.

-Kaoru basta –sisea Momoko empujándola levemente a la salida seguida del rubio. El chico rico los vigila por detrás.

Kaoru bufa, claramente molesta. Pasar el día solo con Boomer no sonaba divertido como otros días que suele estar con el rubio. Requería de la compañía de la pelirroja también, requería discutir en los videojuegos con ella. Extraño, pero bastante lógico para ella. Lo bueno de Kaoru es que suele tener bastante suerte, algo que Boomer y Momoko solían preguntarse cómo era posible.

-¿Kaoru? ¿Boomer? –Miyako aparece, saliendo de una de las puertas que se deslizan de enfrente. La chica estaba ligeramente ojerosa y un poco pálida. Kaoru sonríe al verla.

-¡Hey! Pero si es la rubia –dice la pelinegra zafándose de Momoko y camina hacia ella – ¿Cómo te sientes? ¿Ya no tienes mareos y vómitos?

Momoko se le va el alma a los pies y Miyako aumenta su nerviosismo mirando de reojo a su hermano quien la miraba pidiendo una explicación, Kaoru ignorante de todo aquello se cruza de brazos esperando la respuesta de la chica que tenía enfrente.

-Ya me siento mejor.

-Debió ser algo horrible para ti, la primera vez que uno be…-es callada por Momoko quien le tapa la boca.

-Cállate Kaoru –susurra cerca de su oído, sonriendo nerviosamente –Su hermano no sabe nada… ¡Ay! ¡No me muerdas!

-Ni tú me calles de esa manera –mira al hermano mayor y después a la pequeña y al final a su amiga. Se le ocurre una idea, una excelente idea –Miyako ¿Quieres venir? Iremos a "Gamvers"

-¿Qué es eso?

-Un local de videojuegos –dice Boomer, Kaoru nota el sonrojo de Miyako –El lugar favorito de Kaoru.

-Vamos Miyako, será divertido –Kaoru se sentía realmente desesperada y mataba varios pájaros de un tiro, si iba Miyako, Momoko iría para cuidarla dejando de trabajar por unas cuantas horas y ella dejara de estar de aburrida ¡Era perfecto! Además algo le decía que tendría un bono extra con Miyako de compañía –Te prometo que no te la pasaras mal, si quieres nos llevamos a tu nana, para que te cuide.

.

.

Momoko podía ver la cantidad de pensamientos que pasaban por la cabeza de Miyako, lo entendía después de una mala experiencia tal vez el volver a salir, no sea tan grato para ella. Momoko sabía las dobles intenciones de Kaoru, sabía que cuando su amiga se aburría, no había nadie que le cambiara sus ideas locas o algo imprudentes para des aburrirse. Como lo estaba siendo ahora en aprovecharse de su trabajo usando a quien debía cuidar para su propio beneficio.

-De acuerdo –contesta Miyako al final –Solo si va Momoko.

-¡Ya está! Vete a cambiar pelirroja.

-No vas a ninguna parte Miyako –Momoko pensaba que ya se estaba tardando en que diga algo así –Ya tuviste suficiente con lo de ayer.

-Señorita Miyako, por favor espérenme en la entrada, en un momento los alcanzo –Miyako asiente ignorando completamente a su hermano, Kaoru toma de ella de los hombros y la lleva a la salida, Boomer las sigue, dedicándole una mirada preocupada. Momoko le sonríe tranquilizándole y diciéndole de forma no dicha que lo tendría manejado.

-Señorito Him, Miyako y yo iremos a "Gamvers", regresamos antes de que oscurezca.

-¿Creo que no le queda claro quién manda en esta casa?

-Si lose, y es su madre, le llamare para que no se preocupe y le pediré a Yoko que cuide de usted y del señorito Butch, en mi ausencia. Creo que estará de acuerdo conmigo de que es mejor que la cuide de cerca.

-Algo no requerido, si se mantiene en casa.

Lo mira a los ojos retando a esos ojos rojos que tanto miedo puede provocar, le sonríe haciendo que Brick se comience a perder la paciencia –Iré con Miyako y cuidare de ella, debe estar tranquilo, no le pasara nada.

Se voltea caminando hacia su habitación, Brick la sigue.

-Yo no confió en usted.

-Soy su nana debería hacerlo ¿Además que gano en lastimar a Miyako?

-Tengo varias ideas en la cabeza.

-Que son ideas ridículas –le cierra la puerta impidiéndole la entrada –No gano nada en lastimarla, ya le había dicho que necesito este trabajo.

-Solo lleva tres días en esta casa y cree que puede hacer lo que quiera –le contesta el chico detrás de la puerta –Se lo advierto, puedo hacer su vida en un infierno.

-No necesito de su amenazas, ya tengo bastantes –abre la puerta había cambiado su vestido elegante manchado de cátsup por uno pantalón negro que combinaba con su playera rosa y unos tenis negros que estaban algo gastados –Ya llevo dos días siendo su nana, creo que es bastante claro que no me echará de esta casa.

-¿Me estas retando enana?

-Tómelo como quiera –se aleja de él y baja las escaleras –Y si me disculpa, me están esperando.

.

.

Brick escucha la puerta de la salida cerrase, maldice dando una patada a la puerta de Butch. Esa enana le sacaba de quicio, era la única persona que lo retaba con lo mirada, con esas malditas sonrisas maternales y en ocasiones igual de retadores como sus ojos rosas. Era irritante.

Muy irritante

-Debo deshacerme de ella lo antes posible –piensa ignorando a su hermano que le estaba reclamando por el golpe en la puerta –Muy bien enana, si quieres guerra, guerra tendrás.

Continuara…

Bien ya llevo un poco más, esto se hace tardado.

Última edición:7/12/20.