Demashitaa! Powerpuff girls Z no me pertenece, solo la trama.

¿Nana?

Capítulo 11

-Por el poder que me otorga la ley del país. Akastustumi Momoko queda bajo la tutela de Him Keane. Quien se compromete cumplir las necesidades de su protegida y las condiciones que se estableció dentro de esta corte.

Momoko se sobresalta un poco cuando el juez golpea el martillo, y el sonido se expande por todo el tribunal. Llevaba casi una hora dentro de la sala, para que solo diga esas palabras y firmara un pedazo de papel. Algo que le entrega la señora de la casa Him con una sonrisa sincera.

-Ahora es oficial.

Momoko asiente tomando la hoja de papel de forma temblorosa. Mira con atención cada detalle ignorando el sentimiento de tristeza. Parte de ella no quiere aceptar que su vida haya cambiado en una sola noche.

-¿Tenemos que llamarte hermana? –la pregunta de Butch le saca una sonrisa mientras niega con la cabeza.

-Espero que no –dice con el mismo tono burlón. –Sería demasiado extraño llamarte hermano.

-Deberías sentirte honrada –exclama el pelinegro con aires de superioridad y grandeza –Tenerme como hermano, es pase directo a la popularidad de la escuela.

-Creo que eso, no es cien por ciento cierto hermano –contradice Miyako que se acercaba junto con los demás.

Todos vinieron, incluso el mayor de los Him. Solo porque ella se lo pidió. Últimamente Brick parece ser más cooperativo si Momoko se lo pide, siguen discutiendo aunque el grado de intensidad disminuyo considerablemente, aun no pueden agradarse por completo. Pero ese ambiente pesado que les rodeaba cada vez que se veían desapareció, como si realmente nunca hubiera estado. Pueden incluso bromear sin querer matar al otro.

-Voy a extrañar ya no verte en la escuela –dice Kaoru viendo el papel de forma molesta como si eso tuviera la culpa de todo. – ¿Ahora quien me pasara la tarea o hará todo el trabajo por mí?

-Me alegra saber que me aprecias de alguna forma –murmura Momoko de forma seca. Y luego cambiar a un intento de sonrisa burlona –Me encantara verte partirte la cabeza para hacer los deberes.

Kaoru le enseña su lengua a modo de juego. -¿Me estas retando? – Momoko se encoje de hombros como si le quitara importancia –Lo estás haciendo pelirroja. Te hare tragar tus palabras, veras que en el siguiente semestre sacare mejores notas.

-Debes ganarle a Momoko, alias: la mejor alumna de nuestro país –Momoko rueda los ojos divertida con la broma de Boomer. –El semestre que viene.

-Acepto la apuesta –dice Kaoru, con una mirada determinada.

-Si gana Momoko, deberás hacer lo que ella quiera.

-Y si yo gano. La perfecta de Momoko aceptara que incluso yo puedo ser mejor o igual a ella.

-Acepto –dice Momoko. Miyako por orden de Boomer grabo toda la escena para tener evidencia. Mientras los dos hermanos Him eran espectadores y automáticamente testigos de la reciente apuesta.

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Brick miraba a la enana, ha pasado una semana, desde lo que paso en la cocina de su casa. La culpa aún sigue presente cada vez que la ve. Pero comienza siendo un poco menos notoria, como si estuviera acostumbrándose a ella.

Momoko aun parece estar triste y en ocasiones se pierde en su mundo. Pero comienza siendo menos frecuentes. Cuando sucede Miyako le pide ayuda como si él fuera la única salvación de la chica, cuando en verdad el siente que es lo contrario.

Otro ejemplo seria la forma de peinar de la chica, anteriormente lo tenía siempre recogido con tipos de peinados diferentes. Pero ahora solo se lo deja suelto, y en ocasiones enredado. Es como si ella se hubiera esforzado siempre en verse bien solo para cubrir el papel de perfecta. Algo que no sabía Brick, que era en parte cierto sus pensamientos. Momoko era el sostén de la familia (anteriormente de solo dos personas) era quien se partía la espalda para seguir adelante, y se echaba todo encima, para no dejarle la carga pesada a su difunta tía. Por eso tanta perfección y madurez en su actitud.

-Tengo una duda –comenta su hermano a lado suyo, teniendo su atención – ¿Tendremos otra nana?

Brick niega con la cabeza –Madre no quiere otra nana, dice que con Momoko será suficiente.

-Entonces las bromas se acabaron.

-Al parecer. –dice en un tono más bajo –Realmente ya no tengo ánimos de hacer otra broma.

Butch se queda callado estando de acuerdo.

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Momoko toma la mano de Boomer (cuando se cansa de discutir con Kaoru), teniendo la atención del chico, hace la pregunta que le atormentaba hace una semana, con una sola mirada esperando que el chico la entendiera. Algo que sucede.

-No he sabido nada de él –dice Boomer. Provocando el sentimiento de inquietud en la chica.

La pregunta era: ¿Sabes algo de Randy? No ha sabido nada de él, desde esa noche. La inquietud comenzaba a molestarla, sabiendo que era por causa de la preocupación. Algo que muchas veces, se decía, no debería sentir.

-¿Estará bien?

-Tal vez –dice el chico rubio. Para que poco después revolver el cabello de la chica en forma juguetona. –Él sabe cuidarse, pronto se aparecerá pidiendo su auto, quejándose por las ralladuras imaginarias que tiene.

Momoko asiente, sin sonreír. Últimamente le es difícil seguirles la corriente a sus amigos en ese tipo de bromas. Es como si se cansara, como si el simple hecho de sonreír con naturalidad, fuera demasiado agotador. No estaba bien, ella lo sabía. La señora Keane tiene la intención de mandarla con una especialista, (que también es parte de las condiciones que se estableció en el jurado para obtener la tutela). Algo que no le agradaba la idea. No quería provocarle más problemas.

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Era ya de noche, Brick preparaba la taza de chocolate para Momoko que pronto regresaría del trabajo, era un jueves a las cuatro de la madrugada. Justo la hora que él se levanta todo los días por un vaso de agua, desde niño tenía esa mala costumbre. Se despertaba al sentir su garganta seca, y bajaba hasta la cocina por un vaso de agua. No entendía el por qué, era algo que comenzó desde los ocho años.

La puerta deslizarse y los pasos silencioso advirtieron la presencia de Momoko.

-Buenas noches –saluda la chica dejándose caer en la silla y recargarse en la barra de la cocina. Brick no le contesta y solo le pasa la taza de chocolate.

Después de aquel día en la cocina, Momoko le pidió a Brick en la noche siguiente si podía prepárale chocolate caliente cada vez que llegaba de su trabajo. Lo había pedido avergonzada y casi tartamudeando, algo que no era común en ella. Y el cómo se está haciendo costumbre no se negó. Mostro fastidio, pero accedió al final.

Momoko se toma el chocolate, dando un suspiro cansado. Brick evita rodar los ojos sabiendo que comenzara la plática interminable de la chica.

-Hoy me regañaron tres veces, solo porque no sonrió con naturalidad como quiere el viejo cascarrabias que tengo como jefe. –Comienza Momoko, mostrando fastidio dando otro sorbo a su chocolate –Que es muy falsa tu sonrisa, asusta a los clientes –dice con voz grave haciendo una mala imitación de su jefe. Brick rueda los ojos esta vez.

-Y esto me interesa ¿Por qué?

-Ni siquiera propina me dieron, ¿Cómo quiere que sonría?

Momoko sigue hablando sin parar dando muecas de forma berrinchuda, como una niña. Brick escuchaba, en partes. No estaba acostumbrado en socializar tanto con la gente, era solitario. Su grupo de amigos es contada, persona que solo el convive por comodidad. Pero el preferiría estar en la soledad. Eras más tranquilo. Menos fastidioso. Más de su estilo.

Pero Momoko tomo esa mala costumbre en hablarle y bromear. Era incomodo en ocasiones para él, pero comenzaba ser una rutina para ellos quedarse en la cocina hablando (bueno Momoko hablando) hasta que la chica terminara su chocolate.

Momoko da su ultimo sorbo, quedándose callada pensativa, Brick se alarma un poco esperando que no se pierda en su pensamientos de nuevo.

-Brick…-lo llama de forma dudosa, el chico hace un ligero: Hm. Haciéndole entender que la escuchaba -¿Por qué tienes tantas atenciones conmigo?

-No las tengo –dice desinteresado –Solo soy más amble.

Momoko lo mira sin realmente verlo, pensando con rapidez. Por alguna razón Brick sentía que si Momoko lo seguía viendo de esa forma descubriría su secreto.

-De acuerdo… -dice no convencida. Mirando esta vez su taza, para el alivio del chico. Se quedan callados, solo sus respiraciones siendo el sonido del lugar.

A veces sucedía, Momoko podía estar en una emoción a otra de forma rápida, y terminar metida en sus pensamientos. Es como si estuviera aprendiendo a controlar de nuevo sus emociones.

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-Hay que ir a dormir.

Momoko parpadea ante las palabras de Brick, mira la hora notando que pronto amanecerá. Con esta platicas continuas, comienza dormir un poco menos. Pero esta semana ha dejado de ir a la escuela dándose de baja definitiva, y comenzar su inscripción en la otra escuela. Miyako ha estado tan emocionada, alegando que será divertido ir a la escuela con ella. Aunque la emoción no era completamente mutua. Frunce levemente el ceño, recordando que precisamente hoy en unas horas, estará en el nuevo colegio. Evita un bufido. Para que poco después, tener otro pensamiento en su mente.

Mira de nuevo a Brick que la esperaba en la puerta, dispuesto a irse a dormir.

-¿Qué harás después cuando termines la escuela?

Brick frunce el ceño recargándose en la pared.

-¿Por qué?

-La otra vez que pregunte fuiste grosero como de costumbre –dice pensativa -¿No has planeado nada? ¿Qué vas a estudiar?

-No es asunto tuyo enana.

Momoko hace una mueca, bufando.

-Voy a estar toda la vida viviendo en tu techo. Comenzará a hacer asunto mío.

Brick frunce un poco más su ceño. –Aunque compartiéramos sangre, tampoco sería asunto tuyo.

-No has planeado nada, ¿verdad?

-Ya es tarde enana –dice comenzando a enojarse, mientras deslizaba la puerta, abriéndola –Me iré a dormir.

Cierra la puerta dejando a la chica en la cocina lujosa, Momoko suelta un suspiro. Mirando la taza. ¿Por qué era tan… reservado? Aunque haya cambiado un poco su actitud hacia ella, aún seguía siendo el chico frio que conoció cuando entro por primera vez en esta casa.

Suspira dejando la taza en el fregadero, caminando hacia su habitación, con intención de tirarse a la cama y dormir un largo rato. Pero se detiene al ver tres cajas de cartón cerca de su closet, sin abrir.

Eran pertenencias de su tía, Boomer y Kaoru empacaron todo cuando la policía, limpio la escena del supuesto suicidio. Había recuperado todo sus posters y sus otras pertenecías, como también esas cajas que sus amigos, le dejaron en su habitación, pero ella no tuvo el valor de abrir nada. Por ahora estaba colocadas como adornos esperando algún día ser abiertas.

Acaricia una de las cajas más cercana. Ella no sabía que su tía tenía tantas pertenencias, pero Kaoru le dijo que estaban escondidas en uno de sus cajones, dentro del closet de la mujer. Esas cajas que parecía que llevaban años sin abrir, y demasiado ocultas.

Aleja la mano, suspira de nuevo. Se cambia el uniforme de mesera a su pijama y dejarse caer en la cama. Deseando dormir por siempre.

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Momoko se mira en el espejo y luego a la chica que tenía aun lado, que se notaba su alegría, solo le faltaba un arcoíris y que repartiera flores como una hada del bosque, para expresarlo. Niega con la cabeza alejando ese pensamiento tan fuera de lugar.

-Te queda bien –exclama Miyako.

-Solo es el uniforme. –Contesta Momoko.

Aparentaba ser sencillo, pero el tipo de tela, decía todo lo contrario. Una falda de color azul marino que le llagaba arriba de sus rodillas, dos centímetros para ser exactos. Una blusa de cuello, adornada con la corbata del mismo color de la falda. Chaleco y suéter de algodón con el mismo color. Y también sus calcetas que le llegaban hasta la mitad de sus muslos y zapatos para la combinación.

-Pero te ves bien, te hace ver algo tierna. –dice Miyako acomodando su coleta de caballo, y verificando que su uniforme esté en orden. Sin darse cuenta de la mirada confusa que tenía Momoko.

-¿Tierna? –piensa. No le habían dicho nunca de esa forma. No que ella recuerde.

-Vayamos a desayunar o se nos hará tarde.

Momoko asiente, recordándose que no tenía que tomar trasporte, ni que tenía que despertar a los demás hermanos. Los últimos días, había hecho su antigua rutina, levantarse temprano, levantar a los hermanos. Pero los tres hermanos la habían detenido, recordándole que ya no era la nana de ellos, que no eran necesario hacerlo. Sonríe recordando que Butch le había cerrado la puerta en la cara, después de casi gritarle algo sobre, "arruinar su bello sueño, de ganarle a la odiosa agresiva de su amiga".

Regresa a la realidad cuando el olor de los Hot cake entra por su nariz. Provocando que su estómago reclame comida.

-Buenos días –dice Miyako a sus hermanos que estaban desayunando, Butch le contesta el saludo, y Brick con sus característico "Hm" de siempre.

-Buenos días, Miya – dice Yoko, dejando los platos de ellas en sus respectivos lugares. -¿Emocionada para tu primer día Momoko?

Se encoje de hombros, tan indiferente que parecía algo frio. –La verdad es que no –contesta sentándose, tomando la mermelada.

-¿Por qué están en la cocina? –voltean hacia la nueva intrusa que era la señora de la casa. Los hermanos Him se miran entre sí, extrañados que su madre está en la casa y no en su trabajo. Momoko sabia la razón, así que no le resulto una sorpresa verla. –Por algo sirve el comedor.

-Mamá –la nombra Miyako –Siempre desayunamos en el cocina.

-Acompañamos a Yoko. –dice Butch.

-Oh –exclama Keane. Momoko se preguntaba que tanto desconoce de sus hijos.

-¿Qué haces aquí madre? –pregunta Brick cuando la mujer se sienta a su lado.

-Pues, iré hablar con la directora Bellum. Y terminar de inscribir a Momoko.

-Yo puedo hacerlo –dice Momoko –Mi tía Yuki a veces no podía inscribirme por sus trabajos, así que, desde los doce comencé hacerlo sola.

Todos se tensan ante el nombramiento de la mujer muerta, mirando a Momoko de reojo, viendo su reacción. La chica suspira con fastidio.

-Estoy bien. –Aclara comiendo un pedazo de su Hot cake –No tiene que tomarse la molestia, ya le he provocado muchos.

-Claro que no Momoko. –dice la madre con una sonrisa. –Déjame las cosas a mí, y se una adolescente. Ahora yo soy tu tutora.

La chica asiente, sirviéndose chocolate en su taza. Toma un trago y da una mueca. No le gustaba, algo que le extraña, ya había probado el chocolate de Yoko y era una delicia si no mal recuerda. Sigue comiendo, ignorando el chocolate, algo que solo noto Brick.

El desayuno sigue con normalidad, con Butch con sus constantes bostezos, Miyako animada contándole a Momoko cada detalle de la escuela, está escuchándola con fingida interés, Brick siendo tan silencioso como siempre hablando solo cuando Miyako le pedía su opinión. Keane miraba la escena con un extraño sentimiento, como si ella no tuviera un papel en todo esto.

Poco después suben al auto de la señora Keane, ya que el chofer ira por ellos a la salida y Brick no le gustaba llevar su auto a la escuela. Nadie sabe la razón.

-¿Entonces toda tu familia estudio en esa escuela? –pregunta Momoko. Miyako asiente.

-Solo la familia Him, desde mi bisabuelo. Si no mal recuerdo –mira a su madre atreves del retrovisor -Tú eras de América, ¿no madre?

La nombrada asiente, teniendo la atención de Momoko. –Si era de América, llegue aquí por un intercambio en mis días de universidad, gane una beca por mi promedio.

-Vaya –exclama Momoko con emoción -¿Fue gracias a ello que conoció a su esposo?

Por segunda vez provoco tensión en los hermanos Him, pero la mujer solo sonríe con nostalgia, como si fuera una adolescente enamoradiza.

-Sí, estuvimos en la misma clase y fue el encargado de orientarme en mi estadía.

-¿Cómo es el señor Him? –vuelve a preguntar. Puede ver como su pregunta provoca que Brick apriete la quijada, que Miyako mirara por la ventana claramente incomoda, y Butch murmuraba un "esto es muy dramático" dando un bufido.

-Él es… -dice Keane, dejando ese lado soñador. –Es un buen hombre.

Momoko escucha de nuevo a Butch contar hasta tres, para que poco después, Brick chasquera su boca con la lengua, haciendo que lo mire, el chico miraba a su madre con una expresión fría e incrédula, también noto como la señora Keane parecía un poco a la defensiva.

-Madre…

La mujer suspira –Lo es Brick, aunque no…

-Madre –esta vez fue Miyako – ¿Puedo poner la radio?

Sin esperar que le conteste, Miyako se estira hasta alcanzar el aparato para prender la radio. Evitando una posible discusión entre el hermano mayor de los Him con su progenitora. Momoko por alguna razón se sentía culpable de la inesperada tensión. Ya lo había notado, pero no creía que mencionar al padre de los Him fuera un tema realmente delicado. Se recuerda no preguntar de nuevo, no al menos, delante de los hermanos.

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La inscripción fue demasiado rápido, conoció a la directora que era una mujer hermosa, con cuerpo perfecto. Aunque su rostro era muy difícil verlo ya que, su cabello pelirrojo era una gran melena, muy difícil de controla. Momoko le gusto esa parte de ella, no pudo evitar comparar su cabello con la de la mujer, mientras Bellum la tenía el cabello brillante con esa melena algo alocada, el suyo era un poco más opaco y lacio sin chiste. Pero aun así le gustaba su cabello, era lo único que tenia de parecido con su madre, o eso se decía. Ya que como no conoce las caras de sus padres, era difícil saber a quién se parecía, pero como su tía Yuki tenía el cabello pelirrojo oscuro, y era melliza de su madre. Se aferró a la idea de que el cabello, era herencia de su madre con esa única pista.

Sale de sus pensamientos, cuando la campana toca, dándose cuenta que no había puesto atención en su clase… que no recordaba cual era.

-Vamos a comer Momoko –la chica mira confundida a Miyako. Por suerte, ellas dos se habían quedado en el mismo grupo… aunque pensaba que la señora Him había tenido algo que ver. -¿Momoko?

-Sí, perdona. –dice, obligándose a recomponerse al notar la preocupación de su amiga, de nuevo. –Estoy bien –aclara para quitar esa expresión en el rostro de la rubia. –Podemos comer aquí, no quiero estar con tanta gente en la cafetería.

-Claro –dice Miyako con una sonrisa enorme que mostraba su gran felicidad. Momoko no supo cómo sentirse ante esto.

Las dos chicas sacan su comida (que les preparo Yoko) comenzando con su plática. Con cosas triviales, sacando una risa a la otra en ocasiones. Momoko voltea la mirada hacia el pasillo al escuchar murmuros de dos personas. Era Himeko que para desgracia suya, también estaba en su grupo. Habla con una chica de cabello azul, que tenía entrelazada sus manos con un chico que conocía perfectamente. Era Takaaki. Hace una mueca.

-¿Qué paso con Takaaki, Miyako? –pregunta mirando a la rubia, la chica se encoje de hombros. Aparentando desinterés, pero Momoko pudo notar la mirada triste que apareció por unos momentos. -¿Miyako?

-Pues… somos amigos.

Momoko mira de nuevo a la pareja, Takaaki había abrazado a la chica de cabello azul. Por la espalda, recargando su mentón en el hombro de ella. Vuelve hacer una mueca.

-Te abandono en un antro a tu suerte, con alcohol recorriendo en tus venas, ¿Qué clase de amigo hace eso? –Miyako se encoje en su asiento, cuando las palabras de Momoko era duras, casi como una madre, la regañaba como lo hacía Brick -¿Y no se supone que era una cita?

-Creo… -dice de forma baja. –Solo fue una invitación.

-Voy hablar con él.

-Espera Momoko –Miyako la detiene tomando de su brazo –No tiene caso. Tal vez tuvo sus motivos… -Momoko frunce el ceño –Por favor, ya quedo en el pasado… gracias a él, pude conocer a Boomer.

Momoko suspira fingiendo resignación, prometiéndose a sí misma hablar con él sin la presencia de Miyako.

-¿Quién es la chica de cabello azul? –pregunta, para alejar el repentino silencio incómodo.

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-Es Erika, Katsuki Erika. Es novia de Takaaki y mejor amiga de Himeko –Murmura mientras sacaba su botella de agua –Es amble la chica.

Eso pensaba Miyako, el recuerdo de esa noche, comenzaba ser algo borroso, pero recordaba esa escena de ellos dos besándose, el sentimiento de rechazo, y los ojos azules de Boomer, y como estos reflejaba las luces de colores de los reflectores que tenía el antro. Y también el dolor de cabeza, los mareos, y la reseca del día siguiente.

Miyako no sabía aun, el por qué la había dejado sola, no volvió hablar con Takaaki con normalidad, (Solo cuando el chico le devolvió el celular, y apenas fueron palabras a secas). No porque no quisiera, sino porque Erika estaba todo el tiempo con él, y era un tema que quería hablar en privado, pero su cobardía le impidió acercase a él con su novia a su lado.

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-Ya veo… -dice Momoko, prefiriendo en cambiar el tema – ¿Brick y Butch no come contigo en el descanso?

Miyako niega con la cabeza –Butch tiene su grupo de amigos y Brick normalmente se esconde del profesor Utonium o de Himeko.

Momoko recuerda al profesor, un hombre de cabello negro con ojos del mismo color, con una bata de laboratorio, aparentado tener treinta años de edad. Parecía ser un profesor amable.

-¿Por qué Brick se esconde del profesor de química? –pregunta recordando la materia que acababa de tener.

-Está a cargo de su grupo, más bien, está a cargo de todos los grupos de su generación. Y como son del último año, el ingreso de las universidades está cada vez más cerca. Presiona a Brick en hacer su solicitud o decidir qué universidad quiere ir. Y ambas sabemos cómo es Brick con ese tema.

Momoko bufa divertida. Abriendo la boca para decir algo sarcástico que sabía, que haría reír a Miyako. Pero la presencia de Butch a lado de Miyako la sobresalta preguntándose en qué momento apareció. Para luego reírse cuando Miyako suelta un grito del susto cuando también nota a Butch.

-Tranquila soy yo –Dice el chico tomando una silla y sentarse junto a ellas. –Fue fácil encontrarlas.

-¿Qué sucede Butch? –pregunta Momoko.

-¿Debe suceder algo, para ver a mi hermana y mi prima favorita?

Momoko arquea la ceja. Fue un acuerdo entre los cuatro, al parecer, según la explicación de Miyako y Butch, al ser ellos una familia reconocida y que esta escuela está llena de niños ricos, entrometidos (en palabras de Butch) Momoko sería el tema de conversación, al preguntarse la familiaridad que tenía ella con los Him. Momoko no entendía, el por qué no simplemente lo ignoraban. Pero al parecer, no era una opción.

-Así es la vida cuando tienes un apellido importante y reconocido por todo tu país. Y también cuando eres un adolescente caprichoso y malcriado como la mayoría de esa escuela. –Fue lo que le dijo Brick, para que dejara de preguntar cuando no entendía por qué tanto problema.

Entonces será la prima, de parte de la madre de los Him que vivió en América por un tiempo. Y regreso para estudiar en la prestigiosa escuela junto con sus primos, los Him.

Ridículo, demasiado.

Las miradas en casi toda la escuela se dirigieron a su persona cuando salió del auto de los Him, no se incomodó, ni se intimido, solo ignoro. Solo eran chicos de su edad, con una vida muy diferente a la suya. Lo único que le preocupo fue al ver a Shirogane Himeko en su mismo salón, por un momento pensó que la reconocería, (ya que su primer encuentro no fue agradable, y menos cuando le dio un golpe a la niña rica), pero no dio inicios de reconocerla, solo la había mirado sin interés, y luego ignorarla.

-¿Momoko? –parpadea mirando a Miyako. De nuevo estuvo metida en su mente. -¿Qué opinas?

-¿De qué?

-Ir a Gamvers –responde Butch –Fue idea de Boomer, me mandó un mensaje en ir juntos con la odiosa de tu amiga.

Momoko sonríe levemente, le gusta que Boomer fuera amigo de Butch. El chico desde que llego a Tokio, para mudarse solo y dejar a su madre. Era antes algo inseguro e incluso se atreve a decir, que algo tímido. Sus únicas amistades fueron ella y Kaoru, cuando intento que tuviera más amigos, le presento a Randy. Para luego arrepentirse. Casi arrastro a su amigo, al mundo del que estaba metido Randy.

Ignora el repentino sentimiento de preocupación. Randy está bien, él siempre se sale con la suya.

-No se supone que estas castigado ¿Butch? –comenta Momoko. Butch rueda los ojos.

-Se supone que ya no debes ser la chica amargada –Momoko ríe, sacudiéndole el cabello al pelinegro.

-No, es mi naturaleza. Ya me conoces primo –llamarlo de esa forma fue algo incómodo. –Mejor usamos tus videos juegos y comemos botanas.

-De acuerdo –dice Butch tomando su celular y mandar un rápido mensaje –Al vivir con nosotros, esa mala costumbre de ser una aguafiestas tendrá que desaparecer.

-Si soy amiga de Kaoru por hace años, y no se me va "la malacostumbre". No creo que desaparezca.

Miyako ríe, mostrando su acuerdo con la pelirroja. El sonido del timbre, dando entender que termino el descanso. Butch maldice, hacia una maestra que las dos chicas desconocen.

-Nos vemos después.

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Brick frunce el ceño. Mirando a la enana que tiene como… ¿prima? A veces olvidaba que la chica ya no es la nana enana insoportable. Si no, su prima adoptada enana insoportable. El que AMA la soledad, es interrumpida por esa niña que juega Halo contra Boomer, apretando los botones con desesperación. Si seguía así, los botones del control dejaran de funcionar.

-¡Vamos rubio! –grita Kaoru.

-¡Si no vences al chico, no habrá más dulces para ti! –gritaba Butch.

Son demasiado escandalosos, pensaba Brick evitando gruñir. Miyako estaba a su lado al pendiente de la pantalla, apoyando a sus dos amigos. El grito de Momoko lo sobresalta, la chica había ganado y estaba brincando de la emoción y después abrazar a Butch, y casi tirarlo en el proceso. Brick sonríe burlón por la evidente incomodidad que expresaba Butch en su rostro.

-¡Eres una deshonra, Boomer! ¡¿Cómo quieres impresionar a Miyako, con esa derrota?!

Boomer y Miyako se sonrojan, lanzándole a Kaoru cojines para hacerla callar. Brick en cambio había cambiado su mirada fastidiada, a una penetrante, que sabía, que había mandado escalofríos del miedo a Boomer.

-Tu, turno Brick. –el chico mira a Momoko como si la chica tuviera dos cabezas. Mientras Boomer, podía respirar tranquilo. –Vamos, juega contra mí.

-Paso enana.

-¿Miedo Him? –lo provoca, con confianza por su antigua victoria. Brick arque la ceja, mirando a Butch por un momento. Este se encoje de hombros. Quien le enseño a Butch el mundo de los videojuegos fue Brick. Podía decirse que era mejor que el pelinegro.

-Bien, pero no quiero que luego estés llorando.

Momoko le lanza el control, con su sonrisa confiada.

Diez minutos después, Momoko se mordía el labio con frustración, al ver su derrota marcada en la pantalla. Kaoru festeja alzando su mano esperando estrecharla con la mano de Brick. Este lo hace sin el mismo entusiasmo, para luego dar una mueca por lo fuerte que Kaoru estrecho su mano con la suya. Esa chica tenía la mano pesada.

Miyako y Boomer comienza a jugar, Brick los mira, sintiendo los repentinos celos de hermano mayor. Boomer empujaba a Miyako con su hombro levemente, con la excusa desconcentrarla, y ella reía empujándolo de vuelta. A partir de ahora, tendrá mucho cuidado con él.

-Pensé que no sabías jugar –la voz de Momoko desvía la atención de su hermana y el tipo que coquetea con ella. Y solo poner su atención en la enana -¿Butch te influencio?

-En primera, soy el mayor y fui el primero en tener su consola en navidad. –Contesta sin interés –Yo le enseñe a Butch a jugar, pero él solito se envicio.

Momoko sonríe -¿Y tú no eres vicioso por qué…?

-Puedo jugar por un rato, pero me duele la cabeza y mis ojos comienza a lastimarme. –Contesta –Y por qué solo lo hago cuando solo estoy extremadamente aburrido.

Los gritos de Kaoru y Butch, dejan a Brick sordo, al parecer esos dos estaba empezando a pelear.

-¿Por qué no te tomaste el chocolate de Yoko? –la pregunta de Brick, pone algo tensa a Momoko. Esta se encoje de hombros.

-No me gusto –dice con un tono pensativo –No tenía sabor… eso creo.

Brick frunce levemente sus labios, no podría afirmar o negar lo dicho por Momoko (ya que a él no le gusta el chocolate), pero sabía que Yoko lo preparaba mejor que él, o eso le había dicho Butch cuando eran niños.

Se acuesta en el piso con intención de dormir, ama la soledad, pero este tipo de ambiente no le desagradaba en absoluto. Era ruidosos (sobre todo Butch y Kaoru) y molestos. Pero era un tipo de ambiente soportable. Mira a la chica a su lado, que comía la botana con rapidez sin apartar la mirada de la pantalla. E incluso (para horror de él o por la culpa) le comenzaba agradar la compañía de la enana.

Continuara…

Tres capítulos más, tres capítulos más…

Por cierto sé que la directora Bellum es rubia en el anime, pero preferí tomar la Bellum de Cartoon para hacer esa comparativa de Momoko y sus sospechas sobre sus padres. Creo que es un detalle, que muestra la personalidad de Momoko un poco más.

Última edición: 21/02/21