Demashitaa! Powerpuff girls Z no me pertenece solo la trama.

¿Nana?

Capítulo 14

Podía sentirse completamente agotada, como en ocasiones sus ojos comenzaba a cerrarse y sentirse demasiada pesada, sus cuatro horas diarias de sueño se había reducido por la mitad, había estado la mitad de la semana intentando descubrir el paradero de la "receta", la pesadez comenzaba ser más evidente para todos de la familia Him y de sus amigos. Por más que quisiera contarles, la amenaza de los "accidentes" eran suficiente para mantenerla callada. No deseaba repetir otra noche de supuesto suicidio, no creía poder soportarlo.

Aunque el tener que esquivar las preguntas por su bienestar, comenzaba agotarse también, en una ocasión estuvo a punto de gritarle a Miyako. Gritarle variedad de palabras algo hirientes que haría que al fin la dejara tranquila. Pero pudo controlarse y ser algo directa con su amiga, usando las palabras adecuadas y no herir los sentimientos frágiles de su amiga. Miyako la entendió e incluso aceptó que era demasiado insistente.

Se había matado la cabeza pensando, buscando en sus recuerdos algún papel, archivo, cuaderno lo que fuera donde se ocultara lo que Él quiere que ella busque. Una receta que sabe perfectamente contendrá los ingredientes de otra posible droga, más fortuna para el idiota que la ha mantenido cautiva desde que era una niña.

Pero nada.

Ninguna maldita pista, ningún maldito recuerdo.

Su tía Yuki fue muy cuidadosa en jamás confesarle esa parte.

Bostezado por tercera vez del día, mientras continuaba en realizar su tarea de literatura en la laptop que le prestó Miyako, mientras la nombrada realizaba la tarea de cálculo, ambas había decidieron adelantar la tarea a pesar de ser un viernes por la tarde, con tal de tener el fin de semana libre (o por si Kaoru tenía una idea alocada). Aún no se sentía del todo cómoda el hecho de que alguien más podría comprarle sus cosas, la señora Keane varias veces le ha pedido buscar ropa nueva, como aparatos electrónicos que puedan facilitar su aprendizaje, como también favorecer su entretenimiento, en la tiendas correspondientes, ya que la señora de la casa le abriría una cuenta en el banco como lo tenían sus demás hijos.

Se negó. Pidió que no lo hiciera.

Pero al final su tutora, haría lo que ella creía mejor para ella. A pesar de su incomodidad. Se prometió buscar lo más barato y evitar gastarse tanto dinero o si era posible jamás tocarlo.

Dos toques en la puerta de la habitación de Miyako, sobresaltan a ambas chicas, Miyako da un ligero "pase" mientras que Momoko alejaba la máquina de sus piernas, sintiendo el cambio de temperatura.

-Perdón las molestias señoritas –era Brat dando una ligera reverencia, también uno de los notorios cambios, es el comportamiento tan formal del mayordomo hacia su persona, nombrándola en ocasiones señorita, a pesar de que le dijo que no lo hiciera. –Señorita Momoko, la señora Him desea hablar con usted en su oficina.

-Gracias Brat –Dice levantándose de la alfombra con forma de flor azul del cuarto de Miyako. –Encontré la información, Miyako.

La nombrada asiente, tomando la máquina del suelo y ponerlo en su escritorio.

Momoko sigue a Brat hacia la oficina, hace algunos días la señora Him ha estado trabajando en casa, con la excusa de que no la requieren por ahora en su oficina, por lo cual en los últimos días la ha visto más tiempo de lo que estaba acostumbrada.

Al entrar noto a la señora Keane concentrada en su máquina, solo desvió la mirada para agradecer a Brat y pedirle su retiro. Momoko toma asiento cerca del escritorio mientras Keane terminará en escribir en una de las dos máquinas. Al terminar la mujer mayor hace tronar sus dedos mientras se re acomodaba su cabello corto.

-¿Muy ocupada? –pregunta para romper el hielo, mientras la señora Keane se levantaba.

-Lo acostumbrado, pero no tanto como lo está haya en la empresa. –dice con una ligera sonrisa. – ¿Qué tal las clases Momoko?

-Bien, aunque están más avanzados que mi otra escuela. –se encoge de hombros. – ¿Para qué me llamó señora Keane?

La mujer da un ligero suspiro, mientras se tomaba su vaso de agua. –Solo para pedirte un favor. Mi marido regresará mañana por la tarde, estará con nosotros por unas tres semanas.

Momoko no pudo evitar sentirse tensa, nunca había visto al señor Him ni siquiera en fotos, Miyako nunca habla de él como tampoco sus hermanos, por alguna razón cuando era nombrado el ambiente se volvía tenso y algo hostil, si está presente Brick. Era como un tabú en la casa.

-La relación de mis hijos con mi esposo es algo delicada, dudo mucho de que te hayan comentado sus motivos. Pero Miyako es más sensible con ese tema. –Momoko asiente, aunque le integraba el por qué. –Te pido que en su bienvenida no dejes que Miyako este tanto tiempo en casa. Es lo mejor para ella.

-De acuerdo –contesta – ¿Aun podrá ir a trabajar?

-Sí, mi marido no sale de la oficina cuando está aquí, no se dará cuenta de las salidas nocturnas de mis hijos. –dice tranquila, para luego morderse el labio. Y continuar. –Momoko hay otra cosa que te voy advertir, Brick suele discutir mucho con su padre, habrá posible uno que otra discusión así que también te voy a pedir que lo intentes calmar. He notado que suele escucharte un poco más a ti. –Momoko por alguna razón esa observación provocó un ligero sonrojo en sus mejillas, como también un sobresalto en su corazón para nada normal en su persona –Y también, el señor Him no sabe de tu adopción –Momoko no se sentía del todo sorprendida con la afirmación. –Puede que la noticia no sea del todo, el agrado de mi marido, es muy…. directo con sus palabras, no te sientas mal si llega a ser bastante imprudente.

-No se preocupe por mi señora Keane. –dice con una sonrisa ligera, logrando que no se viera del todo a una mueca. – ¿Butch no tiene problema con su padre?

-No del todo, ya sabes como es. Sabe ignorar o mantener su humor. –sonríe la mujer, mientras se reacomodaba en su silla. –Te pido que aún no le cuentes nada a mis hijos. Quiero mantener la tranquilidad por unas horas más.

-De acuerdo.

-Gracias Momoko.

La pelirroja sale de la oficina, acariciando levemente su cicatriz de su codo mientras dejaba salir un suspiro. No era del todo su problema, pero sería parte de ella. Tendrá que mantener un poco alejado su búsqueda, por un tiempo. El pensamiento de que regresaba a ser la nana de los Him, le provoca una ligera risa.

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-¿Su padre? -murmura Kaoru mientras Momoko asentía con un poco de seriedad. – ¿Desde cuándo la llegada de algún padre parece malas noticias?

-Desde que llegué a esa casa –le contesta su amiga amargada mientras vigilaba que Miyako aún estuviera ocupada –Es como si fuera algún tabú entre los hermanos. Las veces que era nombrado, Miyako parecía apagarse.

-Algo también he notado –contesta Boomer, ellos eran los únicos en el restaurante, el viejo cascarrabias confiaba lo suficiente en ellos como para dejarle las llaves a Boomer y tener turnos para cerrar. Miyako y Momoko suelen ser las primeras en irse, pero al ser su turno decidieron quedarse en ayudar y darle unos minutos más de sueño a Brick –Desvía mucho el tema.

-¿Qué tal si solo dramatizan ustedes dos? Miyako suele apagarse por cualquier cosa, saben que es algo insegura.

-No es lo mismo Kaoru. –afirma Momoko, bajando un poco la voz. –Incluso Brick y en ocasiones Butch suelen ponerse tensos. La señora Keane no suele hacer drama por nada.

-Tienes un punto. –contesta Kaoru, mientras tomaba su chamarra. Últimamente el aire se hacía cada vez más fría por la noche. –Entonces ¿Qué propones? ¿Cómo la distraemos?

-Es demasiado tarde para ir a Gamvers, podemos ir a ver una película o dar un paseo por el parque –opina Boomer.

-Y si, le preguntamos si desea salir alguna parte.

-Sabrá después que intentan animarla, y saben los dos que ella no suele estar acostumbrada de que la mimen. A pesar de que esos dos idiotas de hermanos sean protectores con ella. –Kaoru termina en subir una de las sillas a la mesa. –Y si vamos a tu departamento Boomer, a ser una pequeña reunión entre nosotros. Y así evitamos el drama a los hermanos Him.

-¿Butch y Brick?

-Brick ira cuando sepa que es tu casa, y con tal de alejar a su dulce hermanita de ti rubio pervertido, no tendrá otra forma que aceptar la invitación de Momoko.

-¿Por qué lo tendría que invitar? –pregunta Momoko confundida.

-Porque él acepta cualquier cosa que tenga que ver Miyako y tú –dice como si fuera lo más obvio, notando el ligero sonrojo de su amiga, últimamente esas reacciones se hacen más presentes en Momoko. –Butch ira por que se mete en lo que no le llaman, y está tan necesitado en salir, después de que lo pusiste a estudiar a tu forma maníaca y que al fin su madre le levantara el castigo. Que no durará en colarse con nosotros.

-No crees que aun así sospechara que es para animarla –vuelve a contradecir Momoko intentando ignorar su sonrojo.

-Además, ¿Por qué mi casa? –pregunta Boomer con el ceño fruncido.

-¿Enserio haces esa pregunta? Eres el único que vive solo, la casa de Miyako es el centro del problema y mi casa estará mis hermanos odiosos y la intrusa.

-Cuñada –corrige Momoko –Es novia de tu hermano, no una intrusa.

-¿Quién es una intrusa?

Los tres amigos se sobresaltan ante la pregunta de Miyako. La chica tenía la playera empapada en su intento de quitar la mancha de café, sus últimos clientes había sido una familia con un niño malcriado, el niño no dejaba de hacer berrinche por todo, ni siquiera la dulzura de Miyako lo había tranquilizado, este al ser reprendido por el padre cuando el niño no dejaba de gritar su malestar, aventó el café de su madre hacia Miyako manchando su uniforme. Al final la familia pidió la comida para llevar y se fueron del establecimiento. Miyako ganó una gran cantidad de propina como una forma de disculpa de los padres.

-Tal vez Yoko sepa como quitarlo –dice Momoko notando que la chica aún seguía tallando su playera con un papel del baño.

-Me sorprende que aun sigas tranquila, ese niño estaba provocando dolores de cabeza. –Se queja Kaoru pasándole la chamarra azul de su amiga.

-Solo requería atención. Su muñeco se había perdido en su vuelo, tiene motivos por el estar tan triste. –defiende Miyako acomodando de nuevo su cabello. – ¿De qué hablaban antes?

Kaoru nota como sus amigos se tensan levemente provocando que ruede los ojos, no podían ser más obvios.

-Planeábamos que hacer los cuatro el fin de semana. –Contesta Kaoru –Pero estos dos solo encuentra un pero para todo.

-Oh –murmura Miyako, pero ese pequeño gesto llamó la atención de los tres. La pequeña de los Him miraba ligeramente al suelo, con un pequeño sonrojo en sus mejillas, mientras apretaba la orilla de las mangas de su chamarra con sus dedos. -Yo recibí una notificación de que el álbum de mi cantante favorito salía a la venta mañana, normalmente espero a que salga mucho después para poder pedirlo en línea y no gastar en cosas tontas el dinero de mi padre, pero ahora con el dinero de mis propinas y mi sueldo puedo pagar el álbum ya que lo a completo con mis ahorros. Y pensaba pedirles si mañana podemos ir a comprar el álbum, sale a la venta un poco en la tarde, ya le dije a Brick de mi plan y él está dispuesto a acompañarnos. Solo falta de que ustedes quieran ir conmigo….

Miyako respira después de decir todo eso tan rápido que le faltó el aire por momentos. Y para sorpresa de Kaoru le había entendido todo lo dicho.

-Un problema resulto –piensa Kaoru dedicándole una sonrisa burlona. –Lo tenías completamente planeado.

Miyako asiente. –Sí, perdonen si tienen otras cosas que hacer… entenderé si…

-Ya hemos hablado de esto rubia –expresa Kaoru –No puedes seguir disculpándote por todo.

-Lo siento.

Momoko se ríe, mientras Kaoru soltaba un pequeño gruñido. Boomer rodea los hombros de Miyako con su brazo, provocando un pequeño sobresalto a la chica, Kaoru noto que era más de la sorpresa que por nervios, frunce el ceño levemente –Iremos, solo avísanos a Kaoru y a mí, a qué hora nos vemos en tu casa.

Miyako asiente, mientras dejaba salir un pequeño suspiro. –Posiblemente vayamos en el carro de Brick podemos pasar por ustedes… -Miyako saca su teléfono de su chamarra, Kaoru imagino que le mandaron un mensaje. –Brick ya está en la entrada.

Momoko asiente mientras tomaba su propia chamarra. –Les mandaremos un mensaje de la hora.

Kaoru asiente, mientras notaba como Boomer le daba un beso en la mejilla a Miyako como forma de despedida, la chica le sonríe tranquila mientras le pedía que descansara, se despide de ella también para después alejarse junto con Momoko. Contó hasta diez y después, le dio un fuerte golpe en la cabeza al estúpido de Boomer.

-¡¿Pero qué diablos Kaoru?!

-Lo que pasa es que Miyako se acostumbra a tu trato. –expresa algo fastidiada –Y te lo dice tu amiga que no suele fijarse en esas cosas.

-¿Que? –Otro golpe – ¡Deja de hacer eso!

-Es para que la neuronas te funcionen –se cruza de brazos –Tu forma lenta provocará que Miyako deje de estar interesada en ti. Sabes que con ella uno debe ser directo, te puedo apostar que ella cree que tus coqueteos son una forma de tu parte de ser amistoso con ella ¿Y sabes lo que eso provocara? que seas el mejor amigo por siempre.

-Exageras.

-Si no intentas algo, te puedo asegurar que alguien más lo hará. –apaga la luz después de asegurarse de que cada máquina estuviera completamente apagado. –Miyako es muy bonita, Momoko me ha contado que en ocasiones recibe cartas y confesiones de los chicos de su escuela. Butch también me ha dicho que suele alejar a los que intenta ser más atrevidos. –Salen del establecimiento y notando que su amigo permanecía en sus pensamientos Kaoru se encarga de cerrar el lugar tal como el viejo cascarrabias le enseñó. –Miyako comienza a disfrutar su vida a fuera, nos tiene a nosotros y tiene nuevas experiencias, sus hermanos son más unidos con ella de lo que era antes, y sé que suele ser más confiada consigo misma. Si tú sigues creyendo que tu ex relación pueda repetirse con Miyako, lamento decirte que no la estás comenzando a conocer como creí. –Boomer la mira con una ligera mueca, era clara muestra de su creciente molestia. Kaoru ni se inmuto. –Miyako a diferencia de tu ex, te hubiera dejado irte, te marcaria los días que quedaron e intentaría visitarte, te daría tu espacio y con su creciente seguridad te pediría el suyo. Y si tú decidieras terminarla ella lo aceptaría.

-Kaoru…

-Te digo la verdad porque es cierta. No intentes comparar a Miyako, las cosas no suceden de la misma manera.

Boomer se mantiene en silencio, Kaoru deja que divague en sus pensamientos. Pero cuando el frío se hacía cada vez más insoportable decide empujar levemente al rubio.

-Consúltalo con la almohada, ahora llévame a casa que me estoy congelando. –expresa mientras jalaba al chico de la manga de su sudadera.

Boomer se mantuvo en silencio durante todo el trayecto, y para sorpresa de Kaoru, por primera vez, no le molesto el silencio.

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Momoko parpadea una vez más mientras notaba a todos los empleados ir de un lado a otro por toda la mansión, lo gracioso es que cada vez que alguno veía los hermanos Him aparentaba normalidad e incluso parecía que sus movimientos se volvían un poco más lento. Incluso Yoko había limpiado la cocina y murmuraba sobre "hacer una comida excelente, espero que lo coma esta vez" casi todo el tiempo. Brick que estaba desayunando a su lado, también miraba a Yoko intrigado como también a la señora Keane que se mantiene en una conversación con su hija menor. Momoko creía que el chico comenzaba a sospechar el motivo de la actitud tan apresurada de todos, noto sus hombros tensos como también fruncir aún más el ceño en ocasiones, no exageraba cuando decía que el padre de los Him era un tema tabú, un tema que le tenía bastante curiosa, una parte suya deseaba ya conocerlo y saber, el por qué, la actitud tan reservada y alarmante de todos.

Mira de nuevo al chico pelirrojo de reojo, pensando si no era mejor prevenir que tomarlo de sorpresa, pero conociendo al chico haría un drama antes de que el señor Him llegara, su deber era mantenerlo lo más tranquilo que se pudiera, como también tener distraída a Miyako. Si la señora Keane estaba preocupada por sus reacciones, era por algo serio realmente.

Bebé de su leche mientras de nuevo el recuerdo de su pendiente la atormenta, su cabeza no ha dejado de pensar, ideando planes para conseguir esa dichosa receta. Deseaba solucionar esa parte de la deuda con tal de no provocar ningún accidente a nadie de los que quiere, tuvo la idea de ir al departamento donde vivía, pero el problema era que al estar en constante vigilancia ya sea por los Him o por sus amigos se le dificulta el poder ir a algún lugar sin tener que estar acompañada… Como también estaba el hecho de que no podía ir a su antiguo hogar sola, por el temor de tener que revivir la noche que encontró a su tía muerta. Temía tener un ataque, o algo parecido.

Estuvo en vela tratando de idear formas de poder ir, ya que las pesadillas comenzaron a robarle el sueño, el estar pensando reflexiono sus acciones y se dio cuenta que a pesar que todo esto era su asunto, jamás realizaba alguna idea sin tener el apoyo de alguien, primero era el de su tía, después llego Randy, Kaoru y Boomer llegaron justo después y al final obtuvo el apoyo de Miyako y de su madre. Jamás estuvo sola, jamás tenía que hacerlo sola, era una de las cosas que aceptó dentro de sus sesiones con Sana, y el hecho de estarlo ahora la hacía sentir aún más vulnerable. No podía arriesgar a ninguno, pero no podía hacerlo sola.

Así que su solución era arriesgarse con alguno, su primer pensamiento fue con la señora Keane, pero su sentimiento de culpa, de deberle aún más a Keane fue lo suficiente para desaparecer la idea, Boomer y Kaoru no contaban la protección de una apellido importante y de renombre siendo aún más vulnerables que ella así que fueron descartados al instante, con Randy no sabía de su paradero como tampoco deseaba meterlo aún más en problemas. Sus únicas opciones eran los hermanos Him, por obvias razones descarto a Butch, como también a Miyako, no la metería a ese mundo de mierda, no era algo para ella. Así es como llegó con el único que ella cree que podría confiar.

Brick. Estaba protegido no solo por su apellido, también por ser el hijo mayor de dicho apellido, Violeta sabe quién es ya que debió topárselo ese día de su encuentro, pero si la mujer admitía que los Him tenían más peso que un Yakuza era por algo. Brick sabe cuidarse y aunque no le guste admitirlo sabe cuidar de ella, debe admitir que es al único quien ella escucha cuando siente que se va perder en su cabeza, cuando los recuerdos intentan agobiarla. Si lo mantiene solo como apoyo emocional y chofer, no será motivo para ser atacado si era precavida y no le contaba todo.

Decidió confiar en él. Le ha dado motivos para hacerlo, puede que aún discutan, pero no suele ser nada tenso como las primera veces que se conocieron, puede que aún desespere su actitud y él la considera un fastidio, pero han convivido tanto que sería extraño no estar en la misma sala teniendo una plática amigable (aunque sea la única que hable) comenzaban a conocerse, si es que no lo hacían ya.

-Deja de mirarme. –expresa Brick.

Momoko parpadea saliendo de su cabeza, mientras un pequeño sonrojo salía de sus mejillas, desviando la mirada. También era una de las cosas que había notado en sí misma, se sonrojaba más de la cuenta y como el hecho, de que su corazón pareció sobresaltarse.

-Lo siento –dice tratando de controlar su sonrojo. –Estaba pensando.

-¿En la inmortalidad del cangrejo? o ¿Lo que te tiene bastante preocupada como para tener ojeras? –su sarcasmo era evidente, pero Momoko lo mira de nuevo notando la seriedad del muchacho. –No te creo nada de que sea por la escuela, o por cualquier otra excusa que le hayas dicho a Miyako. Algo te sucede, lo suficientemente grave para quitarte el sueño.

Momoko desvía la mirada de nuevo, confirmando así la suposición de Brick.

-¿Me lo dirás? –pregunta el chico casi entre susurros mientras Miyako y la señora Keane seguían en su plática de alguna revista o serie que la muchacha últimamente ve por recomendación de Boomer, y Butch siendo entretenido por su celular, alejado de ellos.

-Aquí no –le confirma mientras relajaba sus músculos –Ni tampoco hoy. Pero te lo diré.

Brick asiente, y como es costumbre en él, no insistió. Momoko termina su desayuno teniendo de fondo la voz de Miyako que ahora le contaba a su madre sobre lo que sería el tema del álbum de su cantante favorito, y el tiempo que estuvo esperando. Era gracioso como la más tranquila de todos podía hablar como si no hubiera un mañana. Todo está en total armonía, como se hacía costumbre en cada fin de semana. Pero claro las cosas siempre tienen inconvenientes, aunque uno no las quiera.

-Señora Him -interrumpe Brat, para nadie pasó percibido que su tono de voz fue más serio de que normalmente era, e incluso su postura era demasiado rígida. -Ha llamado el señor Usumi, el asistente del señor Him.

Sintió la tensión de Brick a su lado, e incluso el pequeño jadeo de Miyako.

-¿Qué sucede? -pregunta la señora Keane de forma suave, sin quitar su sonrisa tranquila.

-El señor Him llegará en unos diez minutos.

Momoko da un ligero movimiento de hombros al sentirlo tensos producto del ambiente, guiada por su curiosidad se dedicó a observar a cada uno de los habitantes, Butch dejó su celular mirando a Brat como si tuviera dos cabezas en vez de una. Miyako había bajado la mirada teniendo las manos apretadas entre ellas, la señora Keane había fruncido levemente el ceño, para luego regresar a su sonrisa, mientras Brick tenía el ceño, los hombros e incluso la quijada, tensas.

-Había dicho en la tarde –murmura la señora Keane, para luego encogerse de hombros –Bien, gracias Brat.

El mayordomo se retira, siendo seguido por su esposa que ahora murmuraba que debía prepararse.

-Bien, deben ir arreglarse para darle la bienvenida.

-Sabías que iba regresar –expresa Brick sin disminuir su tensión – ¿Por qué no lo dijiste?

-Enterado o no Brick, hubieras reaccionado igual –cometa su madre. –Solo debes darle la bienvenida, hace 6 meses que no lo ves, muestra un poco de… -Keane se queda callada, haciendo una ligera mueca, para luego suspirar dándose por rendida. Momoko tuvo la idea que la señora Keane repetía lo mismo en cada llegada del señor Him –Solo, salúdalo y no tienes por qué pelearte con él.

Miyako se levanta de su silla haciendo bastante ruido ante el chirrido del objeto, provocando que tenga la atención de todos, la rubia se sonroja riendo de forma nerviosa. Para luego retirarse de la cocina.

-Será mejor que sigan el ejemplo de Miyako, no tardará en llegar. Saben lo puntual que es.

Los dos hermanos restantes obedecen a su madre, Butch no pudo evitar murmurar "que todo era un total fastidio", Momoko algo fuera de escena se mira su ropa pensando si era lo indicado para recibir al señor de la casa. Pensó en ponerse su antiguo uniforme de nana, era mucho más elegante que la mayoría de su ropa.

-No te preocupes Momoko –dice Keane adivinando los pensamientos de la chica. –Está bien como estas, ellos no van realmente a arreglarse, solo van a prepararse de que va, a venir.

Momoko asiente dudosa, pero decidió salir de la cocina y peinar su cabello aunque fuera en una coleta baja. Y cambiarse la blusa con una que no tenga la imagen de Naruto(*) o de cualquier otro anime o superhéroe como estampado. Cuando considero que estaba lo suficientemente presentable, fue en busca de Miyako para hacerle compañía, la chica estaba sentada en su cama estando vestida a cómo la encontró cuando desayunaban, con su vestido azul y su ligero peinado de dos coletas caídas. Tenía la mirada perdida en su teléfono que no se había dado cuenta de su llegada.

-¿Todo bien Miyako? –le pregunta sobresaltándola ligeramente, la rubia parpadea para luego sonreírle de forma leve.

-Solo mandaba mensaje a Boomer que si adelantamos la hora de nuestra salida. Ya sabes, para poder conseguir el álbum antes de que se agotara, de seguro habrá mucha gente deseando comprarlo hoy. –dice para luego teclear algo rápido y después dejarlo en su cama. –Vayamos a bajo, no tardará en llegar mi padre.

Momoko deja que la rubia la jale ligeramente de su mano mientras la guiaba a la sala principal, al bajar las escaleras notaron a Butch y a la señora Keane hablando entre ellos al notarlas, terminan su conversación.

-¿Y Brick? –menciona Keane. Momoko mira detrás suyo, al escuchar pasos, el nombrado da su aparición sin su gorra teniendo su característico ceño fruncido, siendo evidente el mal humor. Todos esperan en la sal, cada uno con sus pensamientos y sentimientos. Momoko se sentía emocionada, curiosa y un poco preocupada.

Y Justo a los diez minutos, se escuchó el sonido de un carro estacionado a la entrada, Brat con su postura más rígida abre la puerta para luego hacer una reverencia. Momoko sin saber que hacer deja que Miyako la guíe y la posicione a su lado izquierdo mientras los hermanos mayores se posicionaron al lado derecho de Miyako y la señora Keane espera aún lado de la entrada (un poco alejada de Brat), a su marido, Momoko noto como las manos de la mujer se aprietan ligeramente e incluso su sonrisa crecía un poco más.

-Bienvenido a casa cariño. –dice Keane, y para sorpresa de Momoko con una alegría que no era fingida.

El hombre en la entrada era bastante alto y de espalda ancha, con un elegante traje que Momoko al pasar tanto tiempo con Miyako podía garantizar que era un traje de Dormeuil(**) sin ningún tipo de arrugas y parecía que apenas había sido comprado, tenía su anillo de bodas en el índice de su mano derecha. Se atrevió a levantar un poco más la cabeza con tal de observar su cara, era una imagen exacta pero en versión adulta de Brick, mismo tono de cabello, con una que otra cana en los costados, arrugas pronunciadas en la frente que, al igual a su hijo mayor estaba fruncido, y sus ojos eran rojos. Pero por la distancia no podía afirmar si era del mismo tono rojo del muchacho.

El hombre no pronuncia nada mirando a su esposa de forma ligera asiente con la cabeza mientras se acercaba un poco más a la señora Him.

-Un regalo de nuestro amigo Zháo, su esposa te manda saludos y que desea tu compañía en mi siguiente viaje a China –su voz era gruesa y neutral, Momoko no se imagina al hombre diciendo apodos amorosos a sus hijos. La señora Keane acepta el paquete, pero no lo abre.

-Gracias. –el hombre vuelve a sentir, mientras entregaba su maleta a Brat quien había cerrado la puerta después de que el señor Him lo cruzara por completo. – ¿Gustas desayunar, cariño?

-Desayune durante el viaje. –Dice cortante acercándose a sus hijos, Brick tenía la mirada puesta en su padre, con los hombros tensos –He recibido noticias de tu desempeño escolar Brick, tus calificaciones siguen siendo más que excelentes como se espera de ti. –El muchacho no responde por un momento hasta que hace un ligero movimiento de cabeza. El señor Him se acerca hacia Butch donde al igual que el mayor tenía la mirada en alto con la diferencia de que tenía una ligera sonrisa pícara. –Butch…

-Lose, horribles notas, muchas quejas de mi parte sobre mi actitud rebelde, pero sigo siendo el mejor del equipo de lucha. –dice Butch de forma desinteresada, Momoko rueda los ojos agradeciendo que al menos, uno de los hermanos aligerara el ambiente.

El señor Him frunce aún más el ceño clara muestra de su molestia, niega con la cabeza. –Keane…

-Está tomando clases aparte y su desempeño en las últimas semanas ha mejorado mucho, ya no recibo llamadas tan seguido de su indisciplina. Su entrenador lo nombró recientemente el capitán del equipo.

Momoko ante la noticia, no pudo evitar hacer su sonrisa, se reprimió a tiempo de saltar hacia el moreno y lo felicitara con un abrazo. Butch era difícil que te contará su día, o alguna noticia o logro que hubiera hecho, no le sorprendería que llevará semanas como capitán y ella no lo hubiera sabido.

El hombre vuelve asentir mientras continuaba con su andar, Momoko miró de reojo a Miyako que tenía la cabeza agachada con las manos apretadas entre sí por detrás de su espalda, Momoko estaba ansiosa de saber qué le diría, su amiga era la primera de su clase, sabía que Miyako ganó un reconocimiento por su esfuerzo académico un mes antes de que llegara a la casa Him, era un gran motivo para recibir un reconocimiento por parte de su padre. Pero para su sorpresa, el hombre siguió caminando sin dirigirle la palabra a su hija, ni siquiera dedicándole una mirada, noto como Miyako se hundía más en sí misma.

-¿Usted quién es?

Se sobresalta cuando escucho la voz más cerca a su persona, el señor Him la miraba con un porte que haría a cualquier persona orinarse en sus pantalones, si daba miedo, esos ojos rojos más oscuros que su hijo mayor, te hacen sentir pequeña y muy insegura, daban pavor. Pero Momoko apenas se inmuto, acomoda su postura sin desviar la mirada de los ojos rojos alzando el mentón con esa aura suya de completa seguridad.

-Akatsutsumi Momoko, un gusto conocerlo al fin señor Him –se permite hacer una ligera reverencia, y después regresar a su postura confiada, con una sonrisa.

-Keane…

-Momoko vive con nosotros desde hace tres meses, hace dos que me convertí en su tutora legal, está bajo el cuidado y la protección de nuestro apellido. El trámite está del todo hecho, Momoko es mi protegida.

El hombre decide mantener una expresión neutra, observado a Momoko, como si estuviera analizando, aunque la chica se sentía más juzgada, pero se mantuvo con su sonrisa, sin desviar la mirada ni por un segundo, e incluso su postura era relajada, como normalmente se comporta cuando se siente amenazada.

-¿Puedo saber el motivo de por qué de tu decisión?

-Mi respuesta de que tengo un corazón noble ¿no te bastaría?

-No –esta vez el hombre decide mirara a su esposa sin darle la espalda a Momoko –Deseo saber el motivo.

-Lo hablaremos después, has tenido un largo viaje, te recomiendo que descanses y después hablaremos con más tranquilidad.

Hubo un largo silencio, entre los dos adultos. Hasta que al final el señor Him sin mirar a nadie, comienza a caminar hacia el pasillo donde se encuentra la oficina de la señora Keane. La señora de la casa lo sigue de cerca, dedicándole un guiño a Momoko, donde el mensaje era claro, ella se encargaría. Cuando se escucha la puerta deslizarse Momoko decide mirar a los hermanos, Miyako había ya alzado la mirada, pero se mostraba en su rostro una ligera expresión de tristeza, Butch hacía una mueca murmurando cosas incomprensibles. Brick en cambio la miraba a ella, le arqueó la ceja preguntando algo sin palabras. Momoko no supo si era bueno o no, saber lo que decía con ese gesto.

Le preguntaba si estaba bien.

-Oye, te recuerdo que me enfrente a un Yakuza. Tu padre no se compara mucho. –Brick bufa mientras se acercaba a su hermana, Miyako deja que su hermano rodeé sus hombros y recargándose en el pecho de este.

-Me pregunto el porqué de su llegada. –susurra Miyako dudosa. –Solo fueron seis meses, normalmente se toma más tiempo.

-¿Que? –piensa Momoko notando como Brick se encogía de hombros. – ¿Seis meses es poquito tiempo?

-Y se quedará por mucho tiempo –comenta Butch –Se quedará por tres semanas.

-¿Lo sabías? –pregunta Brick, malhumorado.

-Estaba cuando le llegó el correo a mama. Me pidió que no dijera nada.

El timbre de un teléfono termina el silencio incomodo que surgió entre los cuatro, Miyako se separa de su hermano sacando su celular de su bolsillo escondido de su vestido. Su sonrisa vuelve a parecer.

-Boomer y Kaoru dicen que podemos ir al centro comercial mientras esperamos la hora de la venta de mi álbum. –menciona emocionada. – ¿Quieres ir Butch?

Butch mira de reojo por el pasillo donde sus padres desaparecieron. –Si por que no.

Momoko notando las reacciones de los tres y lo que vio recientemente, aún no comprendía del todo, el por qué irse a otro lado era mejor que estar en su casa ante la llegada de su padre, no entendía el por qué era mejor no verlo por seis meses que tenerlo en casa por tres semanas. Mira a Miyako que le relataba Butch sobre el artista y el por qué decidió comprar el álbum esta vez en la tienda, curiosidad y preocupación crecían un poco más, con el cero contacto del señor de la casa con la menor de sus hijos.

Era como si Miyako, no estuviera presente.

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Miyako acepta el helado de vainilla que Boomer le ofrecía mientras disfrutaba sus minutos de descanso de su trabajo, ambos estaba afuera del establecimiento con un incómodo silencio. Algo que Miyako le inquietaba.

Todo el día había recorrido las tiendas del centro comercial con los demás, al principio, para hacer tiempo para la venta de su disco, había transcurrió como era normal entre los seis, con Kaoru y Butch peleando por cualquier cosa con sus típicos insultos, e incluso usando a Momoko como referí donde la mayoría de la veces la pelirroja se inclinaba más a favor de su hermano. Brick se mantuvo callado solo contestando cuando Momoko le hablaba y haciendo muecas cuando los gritos de Kaoru y Momoko eran demasiado. Boomer estuvo a su lado riendo por la escena que protagonizaba las dos chicas con su hermano, e incluso le hacía comentarios a ella sacando una que otra sonrisa.

Pero aun así, ese nudo en el estómago, no la había dejado tranquila, la llegada de su padre fue como si le lanzara un balde de agua fría, se había sentido avergonzada cuando deseó no estar en la casa cuando él llegara, y su repentina acción de adelantar los planes con tal de no estar junto a su padre más tiempo. Normalmente no era así, cuando llegaba la noticia de su regreso siempre se preparaba para su llegada, arreglándose y poniendo la mejor sonrisa que podía, esperando que todos sus esfuerzos en la escuela haya llegado a su padre, que la felicitara en alguno de esos logros, siempre era elogiada por sus maestros por su dedicación y compromiso, su madre siempre le mostraba lo orgullosa que estaba de ella.

Pero su padre no.

Ni siquiera la saludaba o intentaba mostrar ese gesto de la cabeza tan seca de él. Era ella quien debía dedicarle un saludo y aun así nunca era devuelto, se mantenía optimista aun así, si se lo llegaba a topar en la casa de las pocas veces que salía de su oficina no dudaba ofrecerle algo o ser ella quien le diera las noticias de sus logros, para ser ignorada poco después. Siempre se consolaba de que debía mejorar para poder tener un acercamiento, pero el hecho de que Butch tuviera la atención que ella siempre anhelaba a base de reprimendas o llamadas de atención por su comportamiento poco adecuado, hacía que su teoría de que debía ser la mejor en todo para ser notada por su progenitor, pasó a ser solo eso, solo una teoría.

Ante cada llegada su esperanza de tener algún gesto por parte de su padre comenzaba a disminuir, sabía que su padre la consideraba una inútil, lo mencionaba a su madre en sus pocas discusiones, de esas veces de querer saber si podía cambiar algo de sí misma, si tenía algún avance, escuchaba la discusión en secreto. Para luego irse a su cuarto con lágrimas en sus mejillas porque esa palabra fuera lo único que la definiera.

Pero esta vez, no quiso aguantar esa frialdad, no intentó saludarlo manteniéndose callada deseando estar en otra parte que no fuera esa sala, salir de su casa nunca fue como un alivio en su persona como lo es el día de hoy. Y eso no estaba bien, no está bien tener eso pensamientos de su propio hogar. De su propio padre.

Pero claro cualquier bonita salida debía acabar, debía regresar a su casa para prepararse e irse a su trabajo, tenía el álbum que quería (después de tener que esquivar mucha gente siendo ayudada por Boomer y esperar en una fila que parecía interminable) estaba contenta de su salida a pesar de su malestar, pero no creyó que fuera notable. Hasta esa repentina platica de Boomer durante la fila.

-Miyako –murmura Boomer quien tomando de su mano haciendo que se la acercara ligeramente más a él. Miyako intenta no sonrojarse por ese sentimiento nervioso y placentero que solo Boomer puede provocar. – ¿Te encuentras bien?

-Si –contesta con rapidez mirándolo a los ojos. –Solo estoy ansiosa por escuchar el disco.

Sabía fingir, tenía que hacerlo, Brick era sobreprotector con ella cuando solía expresar su malestar y tristeza por el trato que tenía, él no dudaba en ir a reclamar y abogar por ella, por eso era la causa de que las discusiones entre padre e hijo se hicieran tan seguido, Miyako se sentía culpable que la relación de su hermano con su padre fuera tan explosiva. Debía fingir para todos para evitar problemas.

-Creo que no es del todo cierto –comenta Boomer sin apartar su mano con la de ella, Miyako hace una mueca confundida. Con tal de que dejara el tema. –Tu cara es muy expresiva, algo te sucede. –Miyako niega con la cabeza, iba seguir insistiendo que no tenía nada malo. Pero Boomer no la deja continuar. –Momoko nos comentó que llego tu padre. –Miyako baja la mirada, para luego regañarse por hacerlo.

-Ha… Si, llego hace unos minutos antes de que nos fuéramos, al parecer tuvo algún compromiso en el país, se quedará unas semanas. Es extraño, ya que no lo vemos mucho, pero me alegra tenerlo en casa. –intentó que su voz no se notara su tristeza, soltando la mano del chico con la excusa de acomodar un mechón suelto de su cabello. –Todo ha sido normal.

Boomer deja de insistir, e incluso cuando se reunieron con los demás Miyako con tal de escapar a su interrogatorio se acerca a Brick comenzando una plática con su hermano. Evito un poco a Boomer con tal de mejorar su actitud de caída y evitar en provocar más problemas para los demás, Boomer no tiene por qué preocuparse por sus problemas que son bastantes infantiles. Estuvo todo lo que quedó de la salida en pláticas entre Brick y Momoko, cuando fue momento de regresar a su hogar y prepararse para su trabajo se sintió tan nerviosa que solo planeaba correr a su cuarto arreglarse y refugiarse con Momoko. Como, al mismo tiempo que volvía a regañarse por su actitud poco adecuada en ella.

Era poco probable ver a su padre en otro lugar que no fuera su propia oficina, pero claro las cosas se vuelven probables, al llegar Brat los interceptó a ella y Momoko donde les avisaba que su padre, deseaba hablar con ellas. Sintió como Momoko tomaba su mano al mismo tiempo que detenía a Brick cuando intento seguirlas.

-Quédate –dijo –Espéranos aquí. –Brick iba replicar pero Momoko aprieta ligeramente el antebrazo del chico con su mano libre, comenzando a susurrar –Confía en mí, no pasará nada malo.

Miyako noto el intercambio de palabras no dichas entre ambos pelirrojos, Momoko había dedicado una ligera sonrisa mientras el muchacho se mantenía en su sitio, acciones que de alguna forma Miyako noto la diferencia, no había nada hostil o reto como las primeras veces que Momoko hacia algo que no le gustaba a Brick, era… diferente. Su amiga la guía a la oficina sintiendo sus piernas temblar.

Su padre, estaba en su escritorio concentrado en algunos papeles en sus manos, mientras que su madre estaba a su lado, explicándole el contenido de dichos papeles, algo que se alarga un poco más a pesar de que ambas estaban presentes. Cuando su madre termina, les dedica una sonrisa relajada mientras Him Ken dejaba los papeles en el escritorio.

-Momoko estuvimos hablando sobre tu tutela, mi marido desea conocerte un poco más. –Comenta la mujer – ¿Tienen tiempo?

-Por supuesto señora Keane –contesta Momoko, Miyako no entendía el por qué estaba en esta reunión, iba dar su retirada. Hasta que su padre habla.

-Señorita Akatsutsumi…

-Puede decirme Momoko –interrumpe la pelirroja, Miyako observa a su padre que había arqueado la ceja. No le gustaba mucho que lo interrumpa.

-... Tengo entendido que el motivo del tutelado es porque su único familiar fue encontrada muerta… - Miyako deja sus preocupaciones centrándose en Momoko, quien se había tensado ligeramente. – Suicidio, ¿no es así?

-Sí, señor.

-¿No hay otro familiar que se hubiera hecho cargo de usted?

-No, señor. Mis padres murieron cuando era bebé, los trabajadores sociales ya hicieron una investigación y solo mi tía es…. era… mi único familiar existente.

-Usted trabajaba de nana. –esta vez el hombre le dedica una mirada a su madre, Miyako sabía que era raro las ocasiones que suelen discutir, pero pasaban. Hecho que tal vez tuvieron recientemente. –Algo que no me fue informado en su momento Keane.

-Tal vez lo olvide –comenta la mujer, con una sonrisa pícara –Como te comente, cariño, Momoko presentó más habilidades y capacidades al trato de nuestros hijos que las anteriores nanas que a tu criterio eran eficientes.

-Miyako –dice su nombre, se sobresalta de forma exagerada provocando que el ceño de su padre se frunciera aún más. –Tengo entendido de que ambas establecieron una amistad cuando Momoko comenzará con el trabajo de nana. -Miyako asiente. –Esa no es una contestación adecuada.

Miyako aclara la garganta. –Lo siento, lo que dice padre es correcto.

-Puedes redactar sobre las actividades diarias de Momoko como tus observaciones…

-Y-yo… -No evitó el tartamudo y que sus manos le temblaran, y su corazón pareciera un auto de carreras. Se vuelve aclarar la garganta, poniéndose más recta y dedicarle una mirada a su padre. –Momoko se levantaba diario en las mañanas con tal de despertarnos, nos repetía que actividades debemos realizar durante la semana, en las tardes me ayudaba a realizar las tareas que se me dificulta, como también mantener que nuestra hora de comida fuera cumplida, procuraba nuestra salud como también el estar al pendiente de cualquier salida de los tres. Cumplía cada actividad que le era asignada. –Buscar más palabras que comentar, pero le era difícil con esos ojos rojos al pendiente de ella. –De-Demostró educación, disciplina como también inteligencia, es la primera nana que logro que mis hermanos se mantuvieran en el límite y siguieran las reglas. Logró que el desempeño de Butch fuera eficiente y que Brick…

-Suficiente –la calla. –Te pediré que seas más objetiva en tus observaciones, no sirve de nada si solo te fijas en vagos detalles.

-Sí, padre. –murmura Miyako volviendo a respirar.

-Señorita Akatsutsumi, ante la decisión ya tomada por mi esposa me es difícil hacer un posible cambio. –mencionó el hombre con esa voz cortante, fría, que Miyako recuerda toda la vida. –Debe saber que no estoy contento por tal acción, pero mi esposa fue bastante clara que era algo necesario. Por lo cual yo la tomaré como una empleada más y no como la protegida de mi esposa, para mi seguirá trabajando de nana y a cambio dejaré que mi dinero caiga en su educación y necesidades. Debe saber que no tendrá los mismos beneficios que mis hijos, no es una Him, sino una empleada que tuvo suerte de que mi mujer tuviera un corazón noble.

En ese momento Miyako se atrevió mirar a su padre sin temor, solo sorprendida, incluso sintió como sus temblores la dejaban tranquila por ese momento. Porque lo que dijo su padre le había provocado que su nudo en el estómago creciera, pero de forma diferente, Momoko no tenía suerte, si la suerte conllevaba perder alguien que tanto amabas y estar rota después de eso, la fortuna sería una desgracia. Era cruel lo que decía, como si el supuesto suicidio de Sanada Yuki fuera algo de poca importancia, Miyako estaba segura que su madre no compartió la información del Yakuza y que realmente era un asesinato lo que le sucedió a la tía de Momoko, ya que era algo que todos sabían que no podría saberlo más gente.

Su padre tomaba la muerte de una persona inocente como una molestia innecesaria.

-Por lo cual el dinero que caerá en usted será la de su sueldo –Miyako voltea a ver su madre, quien le dedica una mirada de disculpa. –Mi esposa solo pagara su educación. Espero que lo tenga claro señorita Akatsutsumi.

En ese momento Miyako se dejó guiar por sus emociones, sintió la molestia tan creciente en ella que no le importó que la bajara aún más su padre de una inútil, Momoko ha sufrido toda su vida, nunca ha teniendo un suspiro, cuando parecía estar en paz, su padre quería romper todo aquello, si estuviera Brick, el chico habría comenzado una discusión que la tendría perdida. Ella decidió arriesgarse, de otra forma.

-Padre –lo llama, no le sorprendió que el hombre no la mirara, decidida, alza aún más la voz. –Padre, he tomado la decisión de compartir mi cuenta con Momoko. –esta vez la mira, de forma neutra. Momoko iba a comenzar a negarse, pero tomo su mano con tal de impedir que hablara.

-Motivo.

No tenía, no una que a él le gustara. –Es mi amiga y ahora ante los ojos de nuestra sociedad mi prima, no tiene nuestro apellido pero tiene mi respeto y admiración. Ella merece los beneficios que yo tengo… -algo dudosa, continua lo demás –Que yo tengo por ser tu hija.

-Miyako y Momoko se han vuelto muy unidas –menciona Keane, tocando el hombro de su marido haciendo una leve caricia. –La amistad es beneficiosa, lo sabes. Momoko puede demostrar grandes capacidades. Tu carrera escogida es ser doctora ¿No es así Momoko?

-Sí, señora.

-Comentaste que nuestra sociedad la ve como tu prima –comenta el hombre, aun dirigiéndose a Miyako –En cubrieron el origen de la señorita Akatsutsumi.

-Fue para protegerla. –la valentía de hace un rato parecía doblegarse, sentía que en cualquier momento su voz la traicionara. –Mis hermanos creyeron que era lo mejor.

El hombre desvió la mirada a Momoko esta vez, para luego asentir. –Aceptaré que compartas tu cuenta personal con la nana. Ten en cuenta que afectara tus ingresos para tus estudios universitarios.

Miyako hace una leve reverencia dando las gracias.

Después de eso, se retiraron, Brick intento interrogarles todo el camino a su trabajo, pero ninguna decidió darle toda la información, solo lo necesario para no alterarlo, el asunto de dinero era algo que Momoko tomaba de forma precavida, sabía que la chica tal vez estuviera molesta con ella por tomar una decisión de forma tan drástica. Sabía que luego hablarían y Momoko trataría de persuadirla de que no era necesario compartir su cuenta, pero no iba cambiar de idea.

La mitad de su turno de trabajo estuvo concentrada con sus clientes, pero en ocasiones no podía dejar de pensar en ese momento, sintiendo las náuseas atacarle teniendo que ir al baño cuando sentía ganas de llorar, se regañaba constantemente por su forma de actuar, así jamás tendrá la aceptación de su padre, hablándole de esa manera, faltándole al respeto su autoridad. Pero no se arrepentía de su decisión, estaba decidida ayudar a Momoko para todo, y el dinero era suficiente para ambas. Trató de consolarse de que por lo menos tuvieron un poco más de comunicación que toda su vida, algo que no sirvió de mucho ya que sabía que de nueva cuenta, pasaría a ser un adorno en la casa.

Estaba tan afectada que decidió tomarse una pequeño descanso, saliendo del establecimiento después de avisarle al señor Lumpkins, (quien ante gruñidos accedió) Boomer la sigo poco después trayendo en sus manos un helado de vainilla que ahora se devoraba. El chico estuvo pensativo todo el rato que estuvo comiendo su helado, ella algo preocupada, decide romper el hielo.

-Boo...

-Hay algo que estuve pensando todo el día, una decisión que no estaba del todo seguro de tomar. –dice el muchacho cortándola sin mirarla, Miyako se mantiene callada curiosa. –Tome mi decisión. –Siente cómo sus manos se tocan y el chico termina entrelazándolas con ella, su cabeza estaba hecha un lio por todo lo que sucedió el día de hoy. Por eso el hecho de que su mente se concentrar en ese toque y su cuerpo reaccionara como lo hace con él, fue como un descanso de todo el remolino de pensamientos. Ojala el chico supiera, ojalá él pudiera ser consciente de lo que le hace sentir, ojala pueda ser siempre así. –Y necesito de tu parte para que sea posible.

Miyako por un momento creyó que de alguna forma supo de lo que pensaba. Por eso su sonrojo y pequeño sobresalto, no entendía a lo que Boomer se refería, pero su mirada seria daba entender la importancia del tema.

-Puedes contar conmigo Boomer. –contesta –Pero no sé a qué te refieres, ¿necesitas alguna ayuda con al…?

Boomer toma una de sus coletas acariciándola, haciendo que se distraiga. La acción parecía tan íntima que le provocó que su sonrojo se expandiera por todo su rostro. Olvido el cómo era hablar.

-He tomado la decisión de que quiero saber todo de ti Miyako. –le murmura acercándose un poco más a ella, que tuvo que levantar la mirada, Boomer le sacaba una cabeza, no era tan alto como Brick, pero si tenía que levantar la mirada para poder verlo a los ojos, podía decirse que su frente chocaba con el mentón del rubio, y eso que era alta. Vuelve a concentrarse cuando Boomer continúa. –Quiero saber cada cosa de ti, y creo que no tendré suficiente aun así. –su mano libre aleja un mechón de su frente y después acaricia su mejilla, ella podía notar cada peca de su rostro y deseo tocarlas. –Me gustas Miyako, y no hablo como una amiga. –Miyako se siento algo mareada. Mientras Boomer continuaba en delinear su mejilla con sus dedos y después pasar a su nariz. –Creo que ser tu amigo es lo último que quiero.

No supo qué decir, las revistas y novelas le habían descrito cada escena de confesiones que ella creyó estar lista para alguna, constantemente se le declaraba de distintas formas, pero ninguna era especial como para tomarlas realmente en cuenta. Pero esta, la tenía emocionada como también confundida, era extraño pero perfecto a la vez. ¿Le estaba pidiendo ser su novia? o ¿Solo confesaba que le gustaba, pero no era nada formal? Butch suele hacer ese tipo de técnicas, solo aclarar a la chica que le gustaba, pero que no sería nada serio como lo es el noviazgo, eran "chicas del momento" como él suele emplear y que ella siempre le incomodaba y entristecía. Brick tampoco tuvo nada del todo formal, pero sí tuvo una que otra chica que se refería como novia, pero que él siempre le corregía que no estaba enamorado.

Me gusta, pero no hay amor. Sólo es compañía más íntima, deja de leer tanto romance.

¿Sería algo así? ¿Solo gusto? No creía que Boomer fuera como sus hermanos, su príncipe no haría eso. Pero la duda estaba aun así.

-¿Para qué quieres saber de mí? –murmuró bajando la mirada y terminando el toque de Boomer en su cara. Pero sin alejarse de él – ¿Te gusto porque solo soy bonita? ¿Por qué tengo dinero? o ¿Crees que soy demasiado inexperta que solo…?

-¿Enserio preguntas eso? –pregunta Boomer, Miyako alzó el rostro cuando escucha el bufido del chico. –Si eres bonita, eres hermosa, pero no me refiero por tu carita de ángel. Eres hermosa por lo que eres, una excelente amiga que sabe cómo cuidar a los que ama, que no duda en ofrecer una mano cuando alguien lo requiera, quien se emociona por ir a un centro de videojuegos y pasear a cualquier parte con sus amigos, una chica que no es capaz de identificar el alcohol y decirle a un desconocido que se parece a un príncipe en su estado de embriaguez. –Miyako se muerde el labio, avergonzada, había pensado que el chico no recordaba esa parte. –Eres inexperta en muchas cosas, pero yo no. Y estoy seguro de que mis sentimientos llegaran más a un simple gustar, pero quiero estar seguro. Quiero conocer cada parte de ti primero, quiero conocer cada faceta tuya, quiero ir lento contigo, pero debo aclararlo y saber que tú deseas lo mismo. En cada relación debe ser mutuo.

-¿Relación?

Boomer ríe, dejando caer su frente con la de ella. –Si Miyako, relación. Quiero una relación contigo… Claro si tú también lo quieres… -Ante la cercanía pudo notar el fuerte sonrojo que atormentaba las mejillas del muchacho. Una parte suya sintió calidez cuando pensó que el chico está igual de nervioso. Se sintió tan bien, que deseo ver ese sonrojo más veces, producidos por ella. –Pero quiero que funcione, que lo intentemos y después…

-Ta-también quiero eso. –logra pronunciar. Con su ligero tartamudeo. Si ella también quería conocer cada faceta de su príncipe, quiera conocerlo aún más de lo que sabe ahora. Conocer su pasado, su presente y los sueños a futuro. Lo quería. –Quiero que funcione, quiero más que amistad.

Boomer suspiró, aliviado. ¿Porque los libros no le contaron del todo de los sentimientos de los hombres?, es decir, se sentía tan bien ver a Boomer de esa forma, tan íntima. Y saber que ella lo producía, Miyako deseaba estar en su cabeza. Intentó acercarse un poco más, con tal de provocar más esas reacciones, ¿Cómo se pondría si lo besaba?

-Lamento interrumpir –la tercera voz provoca que ambos se separen. Momoko tenía una mirada avergonzada pidiendo disculpas no dichas. –Pero el jefe está impaciente por tu ausencia Boomer y que Miyako no esté atendiendo sus mesas. Deben regresar.

Ambos rubios asienten con un sonrojo que compiten con el cabello de la pelirroja. Los tres entran y vuelven a su respectivos trabajos, Miyako pudo sentir su corazón molestarle todo lo que le quedaba de su turno, sonrojándose en ocasiones y equivocándose demasiadas veces.

Pero estaba feliz, más que feliz.

Y producto de esa felicidad, en su hora de regresar a su casa se volvió a permitir ser de nueva cuenta valiente. Dándole un pequeño beso en los labios a Boomer, como despedida. Solo una pequeño roce y después se retiró casi corriendo.

Pero provocar esa expresión de sorpresa en el rostro de su príncipe, lo valía.

.

.

.

-Eso no es justo –expresa la enana en frente suyo, cruzada de brazos con las mejillas levemente inflamadas. –Es un chantaje.

-Tu chocolate a cambio de que me digas lo que hablaron con el marido de mi madre y que es lo que te tiene tan asustada. –dice mientras alejaba aún más la taza de chocolate. Momoko entrecierra los ojos en clara molestia. –Es un cambio justo, enana.

-No lo es, el único beneficio lo tienes tú.

-Tendrás tu chocolate, y sé perfectamente que requieres de azúcar para dormir. –aclara mientras hacía movimientos lentos en la taza, con tal de molestar aún más a la pelirroja. –Es un cambio justo.

-De todos modos te iba decir tu última petición.

-Solo lo necesario –No era idiota, la chica sabía mentir, pero comenzaba a reconocer cuando lo hacía. –Quiero toda la verdad, nada de excusas.

Momoko bufa, mientras lo miraba como forma de reto, el chico le devuelve la mirada decido a no perder. Se quedan varios segundos de esta forma, hasta que Momoko suspira rendida, desviando la mirada.

-Quiero mi chocolate y que no le cuentes a nadie de lo que te vaya a decir. –dice sería, Brick asiente, la chica hace ademán de tomar su chocolate, hasta que él se lo aleja.

-Primero cuéntame lo que pasó en la oficina de mi madre.

Momoko frunce la boca molesta. –Mandón –reclama –Tu padre nos mandó a llamar, según en palabras de tu madre, quería conocerme, hizo algunas preguntas a ambas sobre mi desempeño de nana y algunas otras cosas, después aclaró algunos puntos. –se mantiene callado, incitándola en continuar. –Tu padre aclaró que desea mucho deshacer el tutelado de tu madre, como también que pueda que sea la protegida de la señora Keane, al no ser una Him se me niega el derecho de sus "beneficios", aclaro que me tratara como una empleada más, como la nana de ustedes por lo cual mis ingresos económicos será mi sueldo anterior, el único apoyo extra seria para pagar mis estudios. –Momoko usaba un tono irónico, como si el tema no fuera tan importante, algo que le molesto, las acciones de Him Ken nunca eran de su agrado y gran parte de su molestia, ignorar a su única hija era un ejemplo. Pero decidió no comentar con nada, prefiere ir directamente con el problema.

-Hablar con tu padre no servirá de nada –aclara Momoko antes de que pudiera levantarse –Además Miyako ya se interpuso.

-¿Como?

-Le pidió a tu padre que ambas compartiéramos su cuenta personal. –dice, y por su tono de voz, estaba molesta. –Él aceptó.

Brick nota la tensión de los hombros de la chica, trato de imaginar a Miyako y a Him Ken hablando como padre e hija, era algo… poco común.

-Estas molesta –aclara.

-Lo estoy, no me dejo siquiera en negarme. –La enana deshace su coleta baja, de forma algo brusca. –No me parecía nada mal el trato, es decir, de eso antes dependía, del sueldo de nana y mi trabajo de mesera, no requiero más dinero.

-Te recuerdo que tenías deudas atrasadas, un Yakuza en los principales y tu escuela anterior estuvieron a punto de echarte. –La chica gruñe, rodando los ojos –Mi madre decidió cuidarte, Miyako hace lo mismo. –Le acerca la taza –Vives con nosotros y ahora eres nuestra prima-adoptada, deja que te cuiden. El dinero nos sobra, podía…

-No –lo retiene sin tocar el chocolate. –No dejare que ninguno de ustedes me dé más dinero, Miyako es un caso perdido, es tan terca como tu cuando tiene una idea en la cabeza. Ya hicieron suficiente…

Brick sintió el tirón en su estómago, la culpa regresaba, al ver la mirada triste de Momoko, desvía la mirada cuando siente sus manos picarle, por alguna razón había pensado consolarla como solo lo hace con Miyako. Decide alejarse un poco y no hacer nada estúpido.

-¿Porque su padre es así? –La pregunta de Momoko rompe el silencio entre ambos –Es decir, esa forma de recibirlo, parecen desconocidos entre ustedes, y con Miyako… Es como si para él... su hija no estuviera. Como si… No lo entiendo, no entiendo como ustedes desean que este lejos, como si su llegada fuera la cosa más horrible. No entiendo por qué Yoko y Brat parecen temerle, y que la única que se alegra de su visita fuera la señora Keane… -Brick podía apostar que la chica había estado esperando todo el día en hacer los comentarios de ahora – ¿Por qué su padre… no parece un padre?

Se encoge de hombros –No lo sé –contesta, normalmente no hubiera comentado nada, no era problema de ella. Pero no creía que continuará con su parte del trato si él no terminaba con sus dudas. –Nunca está en casa, siempre tiene trabajo, la única noticia que escucha de nosotros es sobre nuestro desempeño escolar, no importa lo demás. No sé porque mi trato es más especial y mi hermana es constantemente ignorada, él jamás da explicaciones, porque siempre hace lo correcto y lo lógico. –Momoko no le aparta la mirada, con esos ojos rosas que desde que la conoce tiene esa forma maternal de mírate, como ahora. –Lo queremos lejos, porque así nos acostumbró. Cada llegada es soportar esa actitud fría. Es ver a mi hermana en un manojo de nervios y de lágrimas, es ver a mi hermano ser más idiota de lo que es, solo para provocarlo, es discutir con él por solo pedirle de que cumpla su papel de padre. Tú ya lo viste, no es nada agradable tenerlo cerca.

-Pero tu madre…

-Mi madre lo ama, y no ve que su marido es un terrible padre, por más respeto que se tenga al uno al otro, no es suficiente para que él la escuche. –sentía su malhumor crecer, tuvo que controlarse con tal de no desquitarse con la chica enfrente suyo. Así que continuó hablando, a pesar de su incomodidad. –No ve que Miyako sufre, y tenga problemas de confianza por el constante rechazo. No ve que es una jodida mierda, todo relacionado con él.

Siente la pequeña mano de Momoko encima del suyo, normalmente su contacto le incomoda y se hubiera alejado, pero esta vez no lo hizo, solo cambia la posición, donde su palma sea tocado por las puntas de los dedos de ella, sin entrelazarse solo estando quietos. Vuelven a ser rodeados por el silencio. Cuando decide que la chica ya tuvo suficiente en pensar en sus problemas familiares, cambia el tema. Sin quitar el ligero contacto.

-Te falta la otra mitad del trato –Momoko parpadea saliendo de su cabeza, pero no le dirige la mirada. –Momoko…

La chica se sobresalta, se muerde el labio, y vuelve a suspirar.

-No puedes contarle a nadie. –Pronuncia –No creo que sea buena idea contártelo, como dije les he dado muchos problemas.

-Solo ve al grano enana.

Momoko algo dudosa confiesa, lo que le tiene tan inquieta. Algo que no esperaba. Debe ser una jodida mierda. La chica contaba con detalle el encuentro que tuvo con la mujer de esa vez en su cita a la psicóloga, la amenaza y del nuevo encargo del Yakuza, encontrar una receta que Sanada Yuki escondió como forma de inmunidad para las dos. Expresando le su sospecha de que tal vez la receta estuviera escondida en su antiguo departamento, a pesar de no saber la apariencia de dicha receta. Cuando pregunto sobre la amenaza, Momoko había desviado la mirada explicándole el cómo consistía.

-¡Pero qué carajo Momoko!

-Miyako no será lastimada, ella está fuera de peligro, no le hará daño por ser una Him. Los únicos que corren peligro son Boomer y Kaoru. –Expresa tomando su mano con un poco de fuerza –La condición es que nadie debe saberlo, pero no puedo hacerlo sola, ya que todo el mundo está siempre al pendiente de mi bienestar. –la voz le temblaba ligeramente. –Solo te pido que me lleves a mi departamento, si voy contigo nadie hará preguntas. Solo debo encontrar esa receta.

-Que nunca has visto. –le señala, procurando en no alzar la voz – ¿Y qué te garantiza que tú tampoco estás en peligro?, es un Yakuza Momoko, que tal si es una trampa para deshacerte de ti.

-A él le gusta jugar, sus amenazas son como lo dictan sus lacayos. No me hará nada a mí, ni a tus hermanos. Debo buscarlo para proteger a Boomer y Kaoru. No puedes contarle a nadie, y no te metas más de la cuenta, solo me harás ese único favor y nada más.

-Pudiste mentirme, no decirme nada y hacer que te llevará.

-Tu dijiste que sabias cuando mentía, y ambos sabemos que no me hubieras llevado si lo hacía. No puedo perder más tiempo.

Ambos se quedan callados. Aun con sus manos juntas, Brick noto el cansancio de la chica, se veía aún más pequeña de lo que era.

-Te llevaré, pero no entraras sola.

-Brick…

-No te estoy preguntando. –Intenta aligerar el tono de su voz –Déjame ayudarte.

Porque era lo único que podía hacer por ella, era lo único que le permitía dormir en las noches y no sentirse como una basura andante, él no disparó el arma que dio muerte a Sanada Yuki, pero provocó que fuera disparada. Provocó que los problemas de esa chica crecieran aún más, si la tía de Momoko estuviera viva la receta ya habría sido entregada, no tendría que lidiar con el dinero de su padre, no tendría que preocuparse en salvar a sus amigos.

Era para intentar disminuir su culpa, nada más. Brick jamás imaginaria que los pensamientos de la chica era diferentes, ya que ella no sabía la otra versión de la historia.

No merecía esa sonrisa de gratitud.

Continuará….

Naruto (*) = es una serie de manga escrita e ilustrada por Masashi Kishimoto. La obra narra la historia de un ninja adolescente llamado Naruto Uzumaki, quien aspira a convertirse en Hokage, líder de su aldea, con el propósito de ser reconocido como alguien importante dentro de la aldea y entre sus compañeros.

Dormeuil (**) = Es una marca de trajes muy famosa y una de las más caras en el mundo con un costo aproximado de 71.341 euros. Y en mi país México eso equivale más de un millón.

Como dije la otra vez, un dato curioso de este capítulo es que fue uno de los primeros que escribí, donde sabía que una de las primeras parejas en formarse eran los azules. Como también la escena del padre de los Him era algo que había visualizado desde el principio.

La apuesta aún está presente, ¿Cuál es la siguiente pareja en formarse? Por ahora va ganando la pareja roja, pero yo no estaría tan segura… O quien sabe, la verdad ni se. xD

Última edición: 21/02/21.