Demashitaa! Powerpuff girls Z no me pertenece, solo la trama.

¿Nana?

Capítulo 20

Parte I

Unas cuantas horas antes.

Butch no estaba acostumbrado ver este lado de Kaoru. Así que su pelea mental de cuál de las dos prefería, era justificable.

Desde que fue por ella en el carro familiar, a unas cuadras de llegar a la casa de la chica. Sabía que este día se llevaría más de una sorpresa, al ver la primera de ellas. Que fue una Kaoru con ropa, peinado y cara diferente. Él sabía que era una chica atractiva, difícil, malhumorada y mal hablada pero su amiga era atractiva, a su manera te cautivaba y Butch con lo narcisista que era, no se fijaba en chicas que no eran igual de atractivos como lo era él, y aquel cambio de imagen confirmaba todo lo que él veía en Kaoru y por el motivo que deseaba tanto que la chica aceptara su coquetería y pudieran disfrutarse mutuamente.

Así que no lo culpen por estar mirándola más de la cuenta y estar pidiendo constantemente que le confirmaran que la chica bella que tenía a lado era Mastubara Kaoru.

Kaoru que siempre prefiere playeras y pantalones neutras y grandes por que le permiten movilidad para la patineta, estaba usando un short verde mostrando la fuerza de sus piernas y su redondez de sus glúteos, mostrando el abdomen plano y su cintura media, que su pecho estuviera cubierta con un top negro, con una camisa blanca trasparente abierta, que parecía delinear más su figura a pesar de la tela holgada.

Kaoru que siempre tiene su cabello despeinado a causa de su uso en la patineta o de cualquier actividad física que haya hecho en el día y que nunca la ha visto usar maquillaje. Ahora tenía el cabello suelto, con pequeño rulos que hacía más fina su cara ovalada, con maquillaje que apenas era visible pero era obvio para él, le era muy notorio ese delineado de ojos que la hacía lucir más el color verde de sus ojos, y aquel rosado de los labios.

Sabía que Miko tuvo que ver en todo lo que presenciaba, era la marca del cuidado de Miko con el maquillaje… y por qué también se lo dijo hace unas horas.

Acepto la primera sorpresa con mucho gusto, antes de que tuviera que cuestionarse el plan de Kaoru sobre cómo le haría para que Shirogane dejara de molestar a su hermana. Se lo pregunto después de hacerle un halago. Kaoru se encogió de hombros.

-Solo llevaba me a la fiesta, afirma que soy tu cita y si puedes preséntamela. –dijo mientras se rascaba la esquina de su ojo con algo de cuidado. –Yo me hare cargo de lo demás.

Y no agradeció el halago, un detalle que le molesto, pero aun así se calló el reclamo.

Su segunda sorpresa fue después de adentrase a la casa de los Shirogane, una mansión con detalles modernos y algo medievales algo muy estúpido si se lo preguntan siendo el país donde residen (y le seguía siendo algo ridículo el jardín con forma de laberinto en la entrada principal, Miko le gustaba decir que su madre se creía Alicia), pero los Shirogane siempre han alegado poseer descendencia europea, Kaoru se burló de la cantidad de ventanas que posee la casa y como esto decía mucho de la familia, aunque su broma duro poco cuando vio el interior de la mansión, que tenía detalles sacados de un película de Disney cuando se trataba de la princesas. Aunque Himeko hizo sus arreglos para que esto fuera una fiesta.

Butch le fue muy obvio la usencia de los cuadros familiares, sobretodo el más grande de todos que siempre estaba al final de las escaleras de la entrada principal con forma de una "u" invertido. Un cuadro donde la familia Shirogane posaba con elegantes vestidos y trajes, recreando el cuadro cada año, Butch lo recuerda perfectamente ya que era las mismas poses, (pero cambiaba el aspecto mientras Miko crecía). La heredera sentada en una silla de terciopelo de color negro con su vestido lila, sus dos padres a los costados tocándole el hombro mostrando sus extensas sonrisas y superficiales. Himeko dejo de aparecer cuando cumplió los seis años.

Pero a pesar de la evidente incomodidad de Kaoru, la chica le pido que la abrazara de los hombros, y la guiara donde podía estar Himeko alegando con no querer perderse en una estúpido castillo. Hizo lo que le pido, la guio al bar que la familia pose y donde Himeko se mantiene cerca a pesar de tener meseros por todos lados.

Butch se descubrió sentirse muy atento en la sensación de tener bastante cerca el cuerpo fuerte de Kaoru pegada al suyo, era su cita la cual significaba que la distancia debía ser mínima entre ellos y que podía abrazarla sin recibir un puñetazo, (o tal vez la tenga después de la tetra), y por más quisiera pasar un poco el límite, no era un imbécil. Se asegura que sus manos siempre tocara la tela de su ropa y solo se encargaba de mantenerla cerca, pero manteniendo cierta distancia mínima para no incomodarla.

Y cuál fue su sorpresa que era Kaoru quien buscara el contacto físico, varias veces a enredado sus manos en su cuello y recargaba su cabeza en su pecho, que tome su mano y se la guie en sus hombros o cintura solo para que la abrazara, y pudiera hablarle demasiado cerca en su oído. Estaba siendo cariñosa y afecta al contacto físico, sonreía mucho pero como sus sonrisas comunes que siempre estaban cargadas de malicia, burla e ironía, era suaves, risueñas y bastantes coquetas. Butch debía recordarse que no le estaba coqueteando, que Kaoru estaba haciendo una excelente actriz, una actriz muy coqueta y ardiente.

Todo este afortunado contacto, fue gracias a Saito Kuriko y su bendita curiosidad. Butch sabe que su compañera y amiga de su hermano se acercó solo para saber quién era Kaoru, aunque debió ser obvio para algunos que debía ser una de sus conquistas, Kuriko de seguro noto algo diferente, porque era bastante diferente a lo que Butch había acostumbrados a todos. Y es ahí cuando descubre la siguiente sorpresa, la parte que Boomer y Momoko habían comentado de que Kaoru parecía otra cuando estaba en su ambiente preferido como lo eran los antros y la fiestas, donde salía ese lado coqueto y disfrutara de la atención que a veces parece rehuirle.

Y que a Kaoru le gustara Kuriko.

Lo ve, cuando Kaoru toco el tatuaje de la chica (un pedazo de una rama del árbol de Sakura, donde las hojas daban su pleno broto, iniciando en el hombro de Kuriko hasta llegar el inicio de su clavícula) y la viera de esa forma que él tantas veces espera que lo viera para tener más iniciativa, noto la decepción de Kaoru cuando Kuriko mención el nombre de su novio y de gustarle besar su tatuaje. Pero aun así, Kaoru seguía siendo atenta con Kuriko, mientras respondía las preguntas de su compañera y satisfacía en llenar su curioseada, Kuriko era una chismosa.

Lo confiesa, se sintió celos, no, mejor dicho, tenía envidia. Suele ser celoso o envidioso, en muy pocas ocasiones. Por eso rodeo la cintura de Kaoru desde atrás y la atrajo hacia él. Procuro que su rostro se viera relajado y su tono fuera lleno de sarcasmo y broma.

-Kuriko, no te robes a mi cita. –Noto su error, pero aun así cuido su fachada. Esperando que su compañera lo dejara pasar, algo que no sucedió cuando hizo esa expresión rápida sorprendida, y luego ladeara su cabeza aún más curiosa.

Por suerte Kaoru con su risa ligera y no la escandalosa que él prefiere. Fue suficiente distracción para evitar una pregunta que Butch no deseaba responder.

Para luego evitar sobresaltarse cuando Kaoru le dio un beso en su mejilla y recargara su cuerpo en el suyo, como si el abrazarse no fuera algo nuevo para ambos. Y que esto en otras circunstancias, Butch tendría una patada en sus partes íntimas. Kaoru crea una ambiente íntimo entre ambos, que hace que Kuriko deba desviar la mirada y tomar de su bebida, buscando su novio entre el gentío.

El cambio fue brusco, pero Butch lo comprendió ante la pregunta de Kaoru.

-¿Dónde está la mini Shirogane? Dijiste que estaba aquí. –le pregunto, manteniendo esa sonrisa y escondiendo parte de su rostro en el cuello de él. Butch le costó ignorar el escalofrió.

-Tranquila, no debe tardar. Himeko le gusta traer la atención, no debe tardar en hacer algo que tenga interesados a todos.

Su siguiente sorpresa fue esa, y no fue a causa de Kaoru. Himeko apareció después de un largo rato y que Kaoru hablara con todas las personas que reconocieran a Butch. Incluyendo a su grupo de amigos (o como suele decir con el grupo de personas que comparte intereses) y encantara cada uno de ellos, quien diría que Kaoru es muy buena socializando.

En fin, Himeko apareció. De la forma menos escandalosa y estridente que tenía acostumbrados a todo el mundo. Sin su sequito de persona que Miko le confesó que solo están por que Himeko da excelentes regalos, (aunque fueran hijos de ricos, un regalo seguía siendo un regalo y Himeko tenía millones sin límites para gastar), miro extrañado a Himeko el cómo se sentó en un grupo de persona de grados superiores a ella, su forma casi introvertida al hablarles y no hubiera ninguno desagrado y superioridad en su rostro.

-Es Himeko –pregunto Kaoru aunque sonó más a afirmación. Butch asiente.

-Hace un rato me pregunto por tu hermano, Butch –hablo Kuriko pasándole a su novio (que desde hace un rato apareció) más bebida. –Estaba desilusionada cuando le dije que no vendría. Pensé que estaría algo irritable después pero…

-Lo tomo bien. –completa Kitzawa Ken.

Butch se encoge de hombros sabiendo a que se referían los extrañamente amigos de su hermano. Que Himeko no estuviera de malas porque su Bricky de nueva cuenta la ignoraba, era extraño.

Kaoru ladeo la cabeza y el movimiento le llamo la atención ya que seguía recargada en su pecho. La chica estaba indecisa se notaba en su mirada mientras daba pequeño tragos a su bebida. Butch concluyo que busca la forma de acercarse a Himeko. Para suerte de la pelinegra Himeko hace su único escandalo cuando grita participantes para el juego de Carta o Beso, y trajo como abejas a su miel a las personas a su alrededor.

-Me gusta mucho ese juego –menciona Kaoru con un tono extraño y deshacía el abrazo de ambos. –Vamos a jugar, ¿ustedes no se animan?

-No, no me gusta la idea de que mi novio bese a otras chicas.

-O chicos. –menciona Ken, negando con la cabeza.

-Las relaciones formalizadas son a veces aburridas –comenta con sinceridad Kaoru sin sonar grosera, provocando que la pareja solo ría. Kaoru toma su mano, jalándolo para motivarlo a moverse. –Vamos Butch.

Butch sonríe, porque le gustaba mucho esta faceta de Kaoru aunque extrañaba cosas de la otra. Pensó lo agradable que sería tenerla como la amiga que él desea, que pudiera besarla, abrazar y tocar de más sin ser golpeado de por medio, de traerla a mas fiestas y verla congeniar o no, con las demás personas que el congenia, y su fantasía más grande de verla en la cama, hecha un desastre a causa de él.

Sin ningún compromiso entre ellos más que amistad, y no era porque le temiera el noviazgo, solo no creía tener que estar atado en alguien, lo estuvo una vez siendo un desastre y altamente estresante. La única manera de que este atado con alguien, debía ser con alguien que congeniara bastante bien y que sea un acuerdo mutuo de mantener una relación abierta.

Sale de sus fantasías, cuando Kaoru lo guía alejándose de Himeko y lo obligaba sentarse en un extraño del círculo.

-Procura durar en el juego. –le dice susurrándole en el oído. –Elimina a todas las personas posibles para que llegue a la mini Shirogane.

-¿En un juego de besos? ¿Eso cómo te acercara a Himeko? –Kaoru no contesto, solo se encogió de hombros y le dedico una sonrisa maliciosa que estaba acostumbrado. Butch parpadeo al comprender, mirándola asombrado. –Que injusto.

Kaoru rodo los ojos. –Solo no pierdas.

Y eso fue la siguiente sorpresa, Kaoru siendo muy buena en este juego. El juego de Carta o beso, consiste en poner a los participantes en un círculo, usualmente se jugaba de forma mixta intercalando entre hombre y mujer sucesivamente (algo que dejaba de importar cuando el juego continuaba e inevitablemente tenías a alguien de tu mismo género sentado a tu lado), la carta se estaría pasando entre los participantes usando los labios, estaba prohibido las manos para hacerlo, solo se podía usar para colocarlo en los hombros del participante, a quien se le caiga tendrá dos opciones, para salvarse deberá besar a la persona quien estuvo pasando o le paso la carta, o tomaba un trago grande a la botella, pero eso significa salir del juego, también estaba el riesgo de que si decidías besar, la otra persona podía rechazarte tomando un trago y expulsarte del juego. Y eso era lo divertido para todos, como lo dijo antes, todos se conocen por sus familias y por la escuela, el chisme se expandía con facilidad y todos sabrían lo que ocurriera. Quien beso a quien, quien rechazo a quien, que drama podría traer con eso.

Pero eso poco le importo a Butch, teniendo en mente que muy posiblemente Kaoru podrí besarle.

Y no habría nada de malo, ya que es un juego.

Kaoru absorbía muy bien la carta, no había temblores o duda al momento de pasarla, y se deshacía de la competencia con mucha facilidad y discreción colocándole la carta a la siguiente persona mal y termine besando a la siguiente que no logro pasarla correctamente, Butch hacia su parte igual de bueno que ella, sin tener que besar a nadie, miraba constantemente a Kaoru y ella lo hacía también no sabe en qué momento se convirtió una especie de competencia para los dos de quien hacia perder a los demás sin tener que besar.

Y para su desgracia, ella iba ganando. Rechazaba con mucha facilidad a los demás, y provocaba muy bien ambiente con sus expresiones coquetos y comentarios. No sabe en qué momento Kaoru término sentada entre Butch y Himeko, aunque esto fue apropósito por ambos.

Kaoru estaba atrayendo mucho las miradas, y Himeko fue una de ellos. La capturo mirando a la pelinegra mucho más de la cuenta y hacia esa mueca de superioridad y de envida. Aunque también estaba igual de curiosa que los demás. Era obvio que esto ocurriera, Kaoru era la extraña para todos. No estaba en el círculo social alto que Butch le tenía ligeramente harto.

Vio su oportunidad cuando la carta iba hacia ellos, tal vez estaba siendo muy ansioso para tener una oportunidad indirectamente. Bendita sea su tetra para que ella no pudiera rechazarlo.

O eso pensó.

Recibió la carta de su compañero y se dirigió a Kaoru para pasarle la carta, llevo su mano detrás de la espalda de ella y apoyarse en el suelo, Kaoru iba a recibir la carta, pero Butch de forma obvia dejo de aspirar haciendo que la carta caiga antes de que Kaoru pueda tocarla.

-Ops –le murmura, Kaoru rodo los ojos, nada sorprendida.

-Tramposo –le contesta en el mismo tono.

-Todo vale. –Dice divertido mientras los demás demandaban un beso. –Y no puedes golpearme por eso

Butch ladea la cabeza, con toda la intención de acabar con el pequeño espacio entre ellos.

Pero era Kaoru quien hablamos, la que estaba llena de sorpresas esta noche.

Kaoru le desvió el rostro justo en el último momento, Butch beso su mejilla y no sus labios. Y miro con mucha frustración como esa irritable, malvada, cruel, malhablada, malhumorada, hermosa y ardiente chica, lo expulsaba del juego tomando un trago.

Escucho las exclamaciones de sorpresa y los bufidos burlones de otros, Kaoru le dedico un guiño de ojo al alejar su bebida.

-Buen intento –le dijo entre susurros dándole un beso en la mejilla, un roce ni siquiera un contacto como tal.

Butch bufo se levantó de mala gana, el círculo se cerró, y quedo como un espectador más.

Mucho más interesado y fascinado por su irritable amiga.

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Kaoru no tenía suficiente alcoholo en su sistema, pero eso nunca fue un motivador para ser como es.

Y tomarle el pelo a Butch siempre será un pasatiempo satisfactorio para ella, admira la insistencia del chico, sabía que tomaría la oportunidad y que tal vez daba por hecho que al ser su cita se viera obligada besarlo para continuar la tetra.

Pero Kaoru jamás hace nada algo que fuera obligatorio, (a parte de la escuela claro está) y si quiere besar a Butch lo hará, pero este no es el caso. Su objetivo está a su derecha riendo de ver a Butch expulsado como lo están los demás espectadores. Kaoru se dice que no le hará nada de daño que el idiota Him tenga un rechazo aunque fuera su cita a los ojos de los demás, Butch tiene demasiado ego, confiado de que todo el género femenino muere por él por su apellido y aspecto atractivo, que lo ubiquen de que es una persona y no todo gira su alrededor, es una buena dosis de realidad.

Y con suerte dejarle en claro que no habrá nada entre ellos, formal o no. Lo vera solo como un amigo, y nada más.

Se dice mientras sentía aun el cosquilleo de sus labios, y el de su cuerpo. Volviéndose a decir que era por la incomodidad de haber abrazado y besado a Butch en la mejilla, algo que jamás habría hecho.

Todo esto era por Miyako, para que tenga una vida escolar más tranquila.

Kaoru toma la carta, para continuar el juego lo coloca en sus labios, se acerca a Himeko para pasarlo, la chica lo recibe con menos maestría pero la carta no cae, Kaoru mantuvo el contacto a los ojos de ella, notando la herencia Shirogane en ellos, espera que Himeko pase la carta para hacer el halago.

-Tus ojos son hermosos. –dice acercándose a Himeko y hacerse oír. La castaña voltea a verla llevando sus dedos a la esquina de sus ojos.

-¿Qué?

-Tus ojos, parece que tu pupila hace una estrella, es una anomalía hermosa. –dice ladeando su cabeza para mostrar interés, el hecho de que Himeko no se alejo era una señal. Kaoru descubrió a Himeko voltearla a ver durante el juego, varias veces hicieron contacto visual, cuando eso sucedía Kaoru procuraba sonreírle de lado.

Himeko parecía avergonzada, debió recordarse algo para que poco después pusiera esa pose superior y esa sonrisa de insuficiencia. Kaoru se permitió arquear un poco la ceja.

-Es una herencia familiar, los Shirogane debemos ser originales. Yo no lo llamaría anomalía.

-Si es herencia ya no creo que se tan original. –replica sin un tono borde, sino suave manteniendo su buen ánimo. Kaoru observa como la carta estaba llegando hacia ellas. Le sonríe con coquetería murmurando de cerca a la castaña, invadiendo un poco su espacio. –Y si me lo preguntas, lo diferente es más atrayente.

No dejo que Himeko contestara, tomo la carta con su boca, busco a Butch entre los observadores capturando su mirada verde, para luego desviarla y centrarse a Himeko. Intento ser menos obvia que Butch, no dejo que Himeko tocara del todo la carta antes de dejarla caer. Las exclamaciones de los demás fue más escandalosa, Kaoru evita rodar los ojos. Himeko la mira confundida con un tono rosado en sus mejillas que Kaoru veía con claridad por la cercanía. Le sonríe, maliciosa mientras se acercaba.

-Un beso a una chica linda, no se le puede negar. –le murmura acercándose a su labios.

Kaoru no entenderá porque Himeko no se alejó, sabe que le pregunto por su sexualidad a la Shirogane mayor, solo para tener alguna base de su plan. La novia de su hermano contestó que tenía sospechas de que Himeko le gustara también las chicas, pero no era algo que tenía seguro por su poca relación con su hermana. Kaoru la estudio durante la fiesta solo para estar segura de que este movimiento suyo pueda ayudar en su plan y no arruinarlo. Aun así tenía otro plan "B" por las dudas, si Himeko hace ademan de alejarse Kaoru haría el mismo movimiento que hizo con Butch y dejar claro que solo estaba jugando.

Pero Himeko no se alejó a pesar de los segundo que Kaoru le dio para retirarse, la pelinegra se arriesga, tomando la mejilla de la chica, atraerla hacia ella y besar aquellos labio pintados de rosas. Fue cuidadosa, tampoco quiera un gran alboroto, tres simples acaricias en sus labios y dar un roce al final, mientras con sus dedos acariciaba la parte de atrás de la cabeza.

Cuando se aleja, Himeko acerco su rostro por inercia y Kaoru la detuvo usando su mano. La castaña la miraba como si estuviera soñolienta y eso a Kaoru le dio muy buenas señales. Escucho el vitoreó de los demás, y exigían continuar el juego, Kaoru de nuevo coloca la carta a su boca, Himeko aun distraída recibe la carta, mirándola a los ojos y después desviarla cuando debe pasarla.

Kaoru le dio un poco de espacio, para no abrumarla y dirige su mirada esmeralda a Butch. Este alzo las dos cejas, claramente ofendido de que se haya negado a él, pero no ha Himeko. Kaoru se encoge de hombros, moviendo su boca sin emitir sonido para decir la palabra, "llorón".

Observo a Himeko, que negaba a verla, su peinado de una coleta alta con bastante brillantina lila en ella, le permitía a Kaoru notar el extenso sonrojo de la chica en parte de su cuello, oreja y mejillas, su piel blanca la delataba.

Kaoru sonríe para sus adentros.

La fase uno, llamar la atención de la mini Shirogane: Completada.

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Actualidad.

Momoko despide al grupo de camioneros con una sonrisa en conjunto de una risa forzada. Para que poco después deba correr a la barra, recoger la comida recién preparada y llevarla a la mesa diez, donde la habita una pareja que turisteaba por los alrededores y que apenas habla en japonés.

Murmura entre dientes al alejarse, malhumorada y con una espina de preocupación clavada en el pecho. Sabe que Kaoru pidió la noche para realizar su misterioso plan en contra de Shirogane, no le alego su ausencia ya que Miyako y ella sabrían arreglársela para repartirse las mesas y la carga no sería tan pesada.

Así que, se preguntaba en que momento su dulce amiga, la dejo sola, teniendo que correr de un lado a otro para atender a los clientes.

Sus pies la estaban matando, ante el trabajo extra de la tarde y el que realizaba, lleva horas sin dejar de moverse, con la cabeza doliendo al memorizar tantos ordenes, y sus dedos no han dejado de estar congelados por el constante contacto del hielo, (una pareja, un grupo de amigos y una familia con una niña algo berrinchuda, le pidieron un comunal de frappes a pesar del horrible frio de afuera) y estaba muy segura que su aspecto estaba desastroso con muchas manchas en su uniforme.

Pero aun así su malestar era mínimo, (y era más dirigido a Kaoru por costumbre que a Miyako) comparada con la preocupación y su confusión. Hace horas que Miyako debió llegar, debería estar quejándose con su amiga sobre el trabajo, reírse con ella y ayudarla si es que cometía un error. Pero estaba la ausencia de Miyako, le envió incontables mensajes o correos, tanto a ella como a Brick, pero claro, como algo debía agregarle a su mala suerte a su vida, al afectar su celular que se descargó a pesar de haberlo cargado antes de irse, dejándola incomunicada.

Era de esperarse con un celular tan viejo, aun de doble tapa, donde deba teclear más de una vez el mismo botón para hacer las oraciones, sin poder usar esa aplicación de conversación y sean mensajes de texto en su lugar.

Ya se había descargado otras veces, o que la pantalla se congele o se borre algunos de sus contactos.

Tal vez requiere de un celular nuevo. Se dice al poner la pila de su celular por tercera vez y que esta no cediera en prender. Momoko bufa guardan el aparato en su bolsillo escondido de su falda y después vigilar las mesas, los clientes disfrutaban de la comida o algunos solo conversaban, era menos gente a pesar de que aun falte una hora para cerrar.

-¿No has sabido nada? –Momoko observa a Boomer salir de las cocinas, con su típico gorro de red y su delantal cubriendo su vestimenta. Niega como respuesta. -¿Qué habrá ocurrido?

Momoko hace una mueca, con miles de ideas para su pregunta.

Había escenarios en su cabeza que se repetían sin cesar, y la más persistente era un accidente de auto, que su amiga y Brick estén mal heridos, que ese supuesto accidente haya sido provocado por él, que haya sido a causa de involucrar a Brick con sus problemas. Momoko pellizca su hombro disimuladamente, con tal de alejar aquellos pensamientos, si continua, tendría un ataque de ansiedad y es lo que menos quiere que le pase en este momento en su trabajo y con la ausencia misteriosa de los hermanos Him, debe estar centrada. Se obliga a convencerse que los Him son inmunes, que él o Violeta no serían tan estúpidos para atacar a los hijos de alguien tan importante como Him Ken.

-Estarán bien Momoko – menciona Boomer sacándola de su cabeza, colocando una mano sobre ella. –tal vez no contesten porque no tienen su celular cerca, tal vez tienen un… inconveniente en su casa, ya sabes con eso de tener cuidado con el padre Him.

Momoko asiente, no sorprendida que Boomer aun pudiera leerle sus expresiones con facilidad y deducir su estado de ánimo. Aunque era una suerte que no pudiera leer mentes.

-Me prestas tu celular, intentare llamarlos de nuevo. –pide, observando de reojo a la clientela que se mantenían sin cambios. –tenemos un poco de tiempo libre…

-¡Boomer! –se escucha el grito del jefe gruñón. -¡Vuelve aquí! ¡Deja de holgazanear!

Boomer bufa, sacando su celular y dárselo a Momoko. –Inténtalo tú, yo debo volver. –Momo toma el aparato. -¿A quién crees que regañe? ¿A Kaoru o a Miyako?

-… Kaoru pidió permiso.

-Pero al jefe no le gusta regañar a Miyako, ¿no has visto como es de suave con ella?

-… Tienes un punto. –Dice, mientras desbloquea el celular de su amigo. Suelta una expresión de ternura con su voz, mostrando el celular a Boomer, diciendo de forma melosa. – ¡Pero que tierna foto!

Boomer rueda los ojos, adentrándose a la cocina al ser llamado por segunda vez.

Momoko le sonríe a la foto, Miyako rodeaba con sus brazos el cuello de Boomer, mientras recargaba su mejilla a un costado de la cabeza del chico quien sujetaba su cintura y claramente era él quien tomaba la foto. Deben estar sentados en algún banco, concluye Momoko, como única explicación del cambio de estatura, Miyako era alta, pero Boomer le saca una cabeza a su amiga, posiblemente Miyako estaba parada y Boomer sentado. Con tal de hacer esa bonita foto, donde ambos sonreían de una forma que le provoco a Momoko querer chillar de ternura, y estrujar las mejillas de la pareja.

Momoko desliza sus dedos en la pantalla buscando el icono de llamadas, tarda un poco no acostumbrada a esta modalidad de celular, y de buscar el contacto de Miyako (casi se ríe cuando nota el cambio de nombre en el contacto de Miyako). Inicia la llamada, murmurando que no entre la contestadora.

El alivio la invadió cuando entro la llamada.

-¡Miyako!, soy Momoko, ¿Dónde estás? ¿Estás bien?, no llegaste a trabajar y estaba muy preocupada, pensé que algo les había ocu… -se detiene al escuchar la respiración agitada y entrecortada. -¿Miyako?

-… Momoko… -murmura la chica con la voz temblorosa. –Paso algo…

-¿Estas bien?, ¿Te lastimaste? ¿Y Brick? ¿Ambos están bien?

Momoko escucho el quejido lloroso de Miyako, donde sus ideas sobre accidente provocados por él, parecían posibles y la llenaba de angustia.

-… Fue mi culpa, Momoko. Yo hice una estupidez.

Momoko escucho la explicación nerviosa, descuidando a los pocos clientes.

Debió sentir alivio de que sus preocupaciones o más bien alucinaciones de accidentes y de que el Yakuza haya herido físicamente a Brick y a Miyako, fueran solo eso, alucinaciones.

Pero el problema real, que escucho en los sollozos de su amiga, quien era consolada por Yoko (que escucha de fondo). Impidió cualquier alivio.

Reconociendo, que tanto como el Yakuza y el señor estúpido Him. Eran un dolor de trasero.

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Brick llego hace más de treinta minutos, pero apenas encontró a la pareja con la cantidad de personas de esta mansión que en otras circunstancias, evita entrar.

Los vio bailar un rato, teniendo un buen ambiente entre parejas acarameladas, pero fue Kuriko quien noto su presencia y se acercaron a él sorprendidos de verlo, para luego dudar un poco, Brick sabe que su mal genio, que cuando realmente está furioso, tiene una expresión pesada que asusta a la gente y su color de ojos solo potenciaba a que le rehúya.

Pero estos dos lo han tratado con ese genio muchas veces.

-Muy bien requieres de alcoholo entiendo el mensaje dame unos segundos y dejaras de hacer esa cara tan terrorífica. –exclama Kuriko yendo a la barra.

-¿Quieres hablar de eso?–pregunta Kitzawa, Brick le arque la ceja. –Ok, entendí. No asesines a nadie entonces.

-No asesinara a nadie, traje la bebidas necesarias para poner al Brick que tanto me cae bien y prefiero cada hora del día. –Expresa Kuriko trayendo a un mesero que lleva una charola de bebidas preferidas de Brick. –Ken sabes… -Brick gruñe ante el nombre de pila de su amigo, dándole la pista necesaria a la pareja el causante de su mal genio. -… Sabes que no puedes preguntar hasta que este relajado.

-No soy un perro rabioso. –expresa mal humorado tomando cualquier vaso dándole un gran trago, era mejor para todos que se embriague antes de que tenga dolor de cabeza y realmente sea convierta en un perro rabioso. –Y dejen de hablar como si no estuviera. No es nada nuevo, el cabron de Him Ken haciendo su mierda en la casa. Fin de la historia.

-Te lo dije.

Brick no dijo nada tomando las bebidas como si fueran agua, cada una tenia Whisky su bebida favorita, Kuriko se encargó de conocer su gusto de bebidas cuando descubrió lo relajado que era cuando estaba ligeramente ebrio, así que de alguna manera ella se auto domino su "madrina de bebidas".

Mientras bebía con una Kuriko molestando sobre adornos de la casa que le desagradan y la mirada preocupada de Kitzawa que ignoraba apropósito. Su cabeza le recordó todo lo que hablo con Him Ken, gruñe tomando pidiendo la botella de Whisky demostrando así a sus amigos lo furioso que estaba.

Sabía que su vida estará atado al peso de su apellido. Sabía que al ser el mayor su padre tenía planeado ya lo que haría en el futuro, sin preguntarle qué es lo que realmente desea, porque la lógica de su padre era la misma que cada patriarca Him ha tenido por años.

La empresa de Him Ken, debe ser heredada. Alguien debía tomar el mando, sin chistar y recibirlo como un gran honor. Pero el problema aquí es que ningún Him hijo tiene pensado seguir los pasos del actual patriarca Him. Miyako siempre estuvo fuera de la herencia laboral, el motivo solo el señor Him lo sabe en realidad, así que las opciones siempre fueron entre Butch y él.

Pero Brick sabía lo que sus hermanos deseaban realmente con sus futuros, sabía qué carrera deseaban tomar, donde deseaban empezar para lograr sus sueños. Pero sueños cuestan y para infortunio de los tres dependen mucho de la economía de los Him, Brick desde un inicio sabía que para que sus hermanos puedan tener su oportunidad el debería arriesgar su propio sueño.

Y si, él tenía uno, él tenía un deseo. Que mantendrá en secreto.

Desde los doce después de una experiencia única, supo a qué quería dedicarse realmente. En ese mismo día, después de aquella experiencia, su padre lo llevo a su empresa y lo guio lo que sería suyo por ser un Him. Y el sueño, se quebró mostrando su realidad, viendo la pesadilla que le esperaba en el futuro, pudo verse a él como Him Ken, volverse una persona fría, estúpidamente lógica y conservadora, estar ligado a su trabajo y olvidarse de los demás.

Su mayor temor es ser como su padre.

Recuerda haber negado la herencia, haber gritado y ser llevado por su madre después cuando no dejaba de discutir con el patriarca Him. Aún recuerda el consuelo de su madre, de que aún tenía opciones. Pero la realidad es que no la tenía.

Si no era él, seria alguno de sus hermanos.

O eso pensaba cuando en ese tiempo pensaba que Miyako estaba incluida en los planes de Him Ken.

Brick siempre ha sido muy protector con ambos hermanos, aunque pareciera que sobreprotegía más a Miyako, siempre vera por ellos antes que él. Y como él que sabía que quería al ser adulto, Butch ya sabía desarmar sus consolas y volver a reconstruirla, estaba aprendiendo por su propia cuenta y algunas investigaciones, como crear programadores, una vez hackeo su escuela para cambiar sus calificaciones (su padres debieron dar una gran compensación para que esto no se supiera) y apenas tenía los once años. Miyako ya sabía cocer sus peluches y estaba haciendo modificaciones a su peluche favorito, sobre compartimientos secretos y más adornos bonitos, teniendo muchos curitas en sus dedos por los constantes pinchazos.

Le costó un año darse la idea de que él debía tomar el mando para los Him, para asegurarse que su hermano no tenga que soportar esa carga y haga de su vida lo que quiera y que su hermana pueda tener los ingresos económicos necesarios, aunque cumpla la mayoría de edad.

Pero aunque sabe que tomara el mando, que desecho sus sueños desde hace mucho. Intentaba que ese fatídico futuro se retrasara lo más que pudiera, que no haya comenzado sus trámites para las universidades era la muestra de eso. Que deteste que se hable del futuro y carreras, como lo hacía antes la enana de Momoko o como insiste el profesor Utonium. Y que a veces busque la forma de librarse.

Pero al final, lo que no quiere que sucediera ocurrirá.

Algo que le dejo muy en claro el señor Him.

-¡Solo es un maldito trabajo de mesera!, ¡No era motivo de que la golpearas de esa manera!

-No fue un golpe como tal. –exclamo el señor Him, mirando a su hijo con serenidad. –Pero admito, que hubo un pequeño error.

-¿Pequeño error?... Pequeño error es que olvides su talla de ropa en una ocasión, ¡esto fue agresión física!

-No exageres Brick. –el nombrado apretaba la quijada como también sus puños. –Tu hermana avergonzaba como de costumbre el apellido, debía poner el límite ante su evidente histeria…

-Exageraste con el limite –dice con hostilidad–Lo único que pide es que seas su padre, que la trates como persona, que sea vista como su maldito certificado menciona, como hija tuya. Jamás ha avergonzado a la familia, ¿Sabes cuánto se esfuerza para orgullecerte? Su confianza es una mierda gracias a tu estúpido desprecio

Brick noto la ligera mueca en la boca del señor Him ante sus palabras, un movimiento rápido pero que no pasó desapercibido.

-Lo que vi fue rebeldía y una falta de respeto a mi casa y mis decisiones, si tu hermana esta tan segura de seguir con ese ridículo empleo, no creo que necesite más de mi dinero. –Brick miro incrédulo al hombre mayor. –Tú y tus hermanos tiene la vida bastante fácil a comparación de otros, deberían estar agradecidos por eso, su único trabajo es estudiar y ser personas de provecho para esta familia y traer honor. Tu hermana desde que era una niña ha demostrado inutilidad y deshonra, hace mucho me rendí con ella para un mejor cambio. Es momento de que quede fuera de mi herencia y apoyo económico.

-Aun es una menor de edad.

-Si puede desobedecer la orden de dejar ese trabajo nocturno, puede arreglárselas para vivir de su propio dinero.

Sonaba como si estuviera siendo un hombre altamente racional, pero era claro que no lo estaba. Aun usaba ese tono neutro y robótico pero Brick notaba como el señor Him hablaba por hablar, hasta pensaba que buscaba excusas para deshacerse de Miyako de una vez.

-Mamá jamás te dejara que hagas eso.

-Esta decisión será supervisada por mí, me ha quedado claro que Keane no ejerce de manera aceptable su papel como madre.

-Tu tampoco padre –menciona con evidente repudio e ironía. Tampoco dispuesto a soportar que insulten a su madre, algo que no sucede con el señor Him, el hecho de que lo haga demostraba un poco lo molesto que estaba.

-Tienes una casa, comida en tu mesa, una educación y demás artículos para vestirte, entretenerte y viajar. Proveo para los tres, no soportare más groserías de parte de ustedes, deja de desperdiciar mi tiempo intentando enseñarme algo que no te corresponde.

-Por ley no puedes dejar de proveer para Miyako, repito que madre nunca te lo permitiría, el hecho de lo que hiciste a Miyako esta noche ya te pone en un aprieto para tu matrimonio.

-Si piensas que puede chantajearme en ocultarlo no te molestes, de parte mía no secretos con mi esposa.

Brick aprieta la quijada antes de continuar. -¿Por qué deseas tanto desacerté de Miyako?

-No continuare con esta inútil conversación.

-Si dejas de proveer a Miyako te quedas sin heredero. –Esta vez obtuvo la absoluta atención de señor Him. –Si vuelves agredir a Miyako, si evitas que cumpla sus sueño, que continúes en prohibirle a trabajar de mesera, si vuelves hacerla miserable, negare tu herencia, no trabajare para la empresa, negare tu apellido. –Su padre iba a replicar, pero Brick se adelanta –Y ambos sabemos que soy tu única buena opción para continuar con el glorioso legado Him.

Ambas miradas rojas observaba al otro, uno determinado sin ningún tipo de miedo o duda en sus palabras, y otro analizando sus opciones, la veracidad de las palabras de su hijo.

-… No sabía que deseabas ser mi heredero.

-No te hagas el idiota, tú deseas que yo lo sea. –Brick bufa –Hagamos un trato, me convertiré en tu heredero en la empresa, como tanto planeas y esperas, pero le dejaras a Butch y a Miyako la herencia que les corresponde por ser hijos tuyos, los dejaras en paz en escoger sus futuros, y tendrán tus ingresos para que cumplan sus planes. –Brick alza el mentón sintiéndose por un leve lapso superior a su padre, aunque también se sienta miserable por dentro. –Y a cambio seré el perfecto hijo mayor tuyo que seguirá tus pasos.

El mayor Him se quedó callado por un tiempo, sin despegar la mirada.

-Tienes dos meses para escoger la universidad. Y cuando ingreses en tu vida universitaria trabajaras en la empresa mientras estudias. –agrega el señor Him. –Serás el subordinado de tu madre. Harás lo que se te pida sin chistar.

-Hecho. –dice sin vacilar. –Si quieres una firma en un contrato manda a tu asistente que lo envié por correo.

El señor Him ignoro su sarcasmo. –Si eso es todo. Retírate.

Después de eso Brick tenía muy en claro que su libertad ya tenía fecha límite, pero eso no justificaba que fuera un imbécil con su hermana y decirle aquellas palabras hirientes, pero su enojo ya era de por si explosivo y verla defender al imbécil de su progenitor solo aumentaba la mecha de su bomba interna.

Brick suelta un gruñido que sonó más lastimero mientras Kuriko sostenía su cabeza que comenzaba a darle vueltas.

-Sabes Brick, despejar tu enojo con la bebida es un incentivo para convertirte en un futuro un alcohólico anónimo. –expresa Kuriko, mientras servía el whisky en el vaso del pelirrojo. –Creme aun te soportare cuando lo seas, y te acompañare a esos grupos.

-Porque tu serás mi madrina, ya lose cotilla, pero los tres sabemos que terminaras primero en esas reuniones. –expresa Brick en un tono más suave y burlón. –Solo dame mi bebida.

-Ya comienza a bromear –señala Kitzawa, siendo el único de los tres con menos alcohol en su estómago. –Pero al paso que vas Brick, voy a cambiar mi apuesta a que tú serás el primero.

Brick ríe ante la cara ofendida de Kuriko. -¿se supone que eres mi novio? Desde un inicio debiste apostar a Brick, es el único de los tres con un detonador grande para su mal genio.

-Al principio también lo creí, pero desde que llego su prima se veía más relajado, incluso es un record el hecho que no haya peleado con su padre desde antes.

Brick iba replicar hasta que su cerebro que aún puede reaccionar, le llega con la imagen de Momoko, posiblemente preocupada en su trabajo sin saber de ninguno de los dos. Maldice, buscando su teléfono y darse cuenta que no lo llevaba consigo.

-Mierda, la enana estará muy molesta. –dice, no siendo consciente de su tono de voz que era algo suelto por la bebida pero se podía identificar otro tipo de tono. Que sus amigos si notaron y lo miraron confundidos. –Bueno, la traerá el estúpido novio de mi hermana.

-¿Miyako tiene novio? –pregunta Kuriko haciendo una mueca cuando la música se alza de forma inesperada y sus demás compañeros gritaban de emoción. Pero vio la oportunidad de abalanzarse a Brick y capturar su brazo. – ¡Dime!, ¡dime!, ¡dime! ¿Cómo es que la chica más bonita de todo el instituto dio el sí a alguien? Se ha rumoreado desde hace días.

-No estoy lo suficientemente tomado Kuriko para cotillearte sobre mi hermana, ahora suéltame que me estas tirando mi bebida.

-Eso se puede arreglar. –dice Kuriko alzando su mano y llamando la atención del mesero. –Muy bien Brick, tú y yo tendremos la cruda más grande al día siguiente, y me contaras todo lo de tu hermana y de esa chica pelinegra que trajo como cita tu hermano Butch.

Brick sonrió aunque confundido sobre una cita de Butch, mientras Kitzawa murmuraba en contra de ellos.

Y mientras bebía, la imagen de Momoko salía de forma constante en sus pensamientos.

Tal vez merecía que su vida fuera controlada por su padre, que se sintiera atrapado. Era el karma de lo que le hizo a la chica de baja estatura y con vida difícil, las palabras de su padre, taladraron en su cabeza y por primera vez estuvo de acuerdo con él.

"Tú y tus hermanos tiene la vida bastante fácil a comparación de otros"

Brick se ríe sin motivo, sintiéndose patético.

-¿Qué es tan gracioso? –pregunta Kitzawa.

-De lo patético que soy, ¡mírenme! Bebo por que no estoy feliz con lo que seré en mi futuro, y mientras hay otras personas que pelean por tener uno. –dice con gracia sin realmente sentirla, lleva su mano a su cabeza con la intención de quitarse la gorra dándose cuenta que no la llevaba puesta. Vuelve a reír. –Tenemos la vida hecha Kuriko, y somos unos idiotas por quejarnos de ella.

Se refiera más a ella ya que Kitzawa era un becario por que su padre trabajaba como profesor en la escuela, no tiene fortuna, sin un apellido de renombre, es una persona normal y de media clase que debe mantener su promedio para continuar estudiando en la prodigiosa escuela. Kuriko es la hija única del empresario de autos más conocidos en todo Japón, y como a él todo se la ha dado en bandeja de plata.

Kuriko lo mira extrañada por sus palabras, para luego bufar. –Solo bebe y olvídate de tu mierda.

Brick obedece. Mientras la pareja se miraban preocupado.

Un Brick sentimental era otro nivel que aún no sabía mucho como manejar.

Continuara…

No diré más, solo que este capítulo aun continua.

Actualización doble.

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