Aclaración: ¡Actualización doble!

Demashitaa! Powerpuff girls Z no me pertenece, solo la trama.

¿Nana?

Capítulo 20

Parte II

-Te sigue mirando. –la exclamación de Butch impide a Kaoru mirar de reojo a la mini Shirogane. Y centrarse más en meter esa pelotita en el vaso lleno de alcohol y machacar al equipo contrario. –Has llamado mucho su atención.

-Si quieres que ganemos, deja de hablar que necesito tirar. –Kaoru lanza la pelotita, para luego alzar sus manos emocionada cuando hace perder al otro equipo. Choca los cinco con Butch, ya que ambos estaban en el mismo equipo y para sorpresa de ambos eran muy bueno jugadores cuando lo hacían en conjunto. -¿Desde cuándo nos está mirando?

-Te mira ti, lo sé porque hace una mueca cuando me pongo enfrente de ti o me acerco a ti demasiado. –dice Butch haciendo gala de que besaba su mejilla cuando en realidad le estaba susurrando en el oído.

Kaoru después del juego de Carta o beso, se ha mantenido cerca de Himeko mientras jugaba con Butch a los demás juegos que incluía alcohol, Kaoru pensaba que debía dejar que Himeko se acerca a ella para estar segura de que había capturado la atención de la chica, pero eso no ocurría y no comprendía el por qué.

-¿Por qué no se acerca? Ya deberíamos estar sentados junto a ella y hacerme su amiga. -Butch ladea la cabeza, Kaoru al no comprender su expresión suelta un: -¿Qué?

-¿Segura que tu plan solo consiste en ser su amiga?, ese beso no suelen hacerlo las amigas.

Kaoru lo mira con gracia e ironía. -¿Tú dices que los amigos no se besan? Cuando sé que lo haces con la mayoría de tus amigas, he notado como me miran, si no supiera como alejar personas así ya habría recibido arañazos y jalones de cabello y tener que romper algunos huesos por tu causa.

Butch se encoge de hombros guiándola a una esquina de la habitación y alejarse de la mesa donde estaban jugando.

-Para mí defensa siempre fui claro con lo que quería, pero no todas comprenden el mensaje –Kaoru rueda los ojos. –Pero enserio, ¿Solo llegaras a una amistad?

Kaoru se encoge de hombros. –Hay un dicho que las amigas que se besan, son la mejor compañía…

-No, eso no es cierto y deja de evitar el tema.

-Solo quiero tener su atención.

-¿Y besándola fue lo mejor que se te ocurrió?

Kaoru hace una mueca que esconde al ponerse al frente de Butch y así evitar que alguien note que se estaba irritando con él.

-¿Me estas reclamando? Si es así, para con tu drama, la única condición fue no la violencia, así que debo ser muy allegada ella para saber cómo joderla y hacer que deje en paz a Miyako. Y si termino atrayéndola, mucho mejor para mí para que mi plan se cumpla. –Butch entrecierra la mirada y Kaoru intenta ignorar el impulso de desaparecer esa mirada molesta. –A quien beso o no, no es tu problema.

-¿Eres bisexual? –la pregunta de Butch desequilibra a Kaoru.

-Y eso a ti que…

-Me importa para saber si aún tengo oportunidades contigo o no. Si resulta que solo te gustan las mujeres, entonces perdona por las veces que invadía tu espacio personal y esas cosas, pero si también te atraen los hombres entonces significa que aun puedo convencerte…

Kaoru tapa la boca de Butch, sabiendo que ese idiota que tiene como amigo estaba diciendo mucha idiotez junta que solo estaba provocando que la paciencia que tiene se acabara mucho más rápido.

-¿Sabes cuál es tu problema? Que estas tan acostumbrado con la palabra "si", que el hecho de que alguien te diga que "no" te hace más imbécil de lo que eres. Y tu razones para preguntar por mi sexualidad son estúpidas y se pueden malinterpretar por tu escasa sensibilidad, y tacto al hablar. Y mira que yo soy igual de mierda para eso. –Kaoru mira directamente a Butch, pero aun cuidando que esto se viera como un cotilleo entre dos personas en una cita. –Sí, soy bisexual, me gustan tanto hombres y mujeres, pero eso no te da un pase para continuar jodiendome con esos estúpidos conqueteos, eso no pasara Butch.

-¿Y por qué no? –pregunta el muchacho, alejando la mano y rodear a Kaoru con sus brazos en la pared. Kaoru suspira tomando la muñeca de Butch y en un fácil movimiento se libera. Sin dañar a su idiota amigo. –Sé que tampoco crees en la relaciones formales, te he expresado que no me eres indiferente ¿Qué tiene de malo que ambos…?

-Que yo no quiero, y tu si me eres indiferente a mí. –expresa con sinceridad. –Y además… hace mucho que no pienso igual de las relaciones formales… -no mientras tenia a un hermano clavado con una chica diferente a lo que todos esperaban, no cuando ve a Boomer y a Miyako escuchando las campanas de boda como lo muestran las películas extranjeras. –Solo centrémonos con ayudar a tu hermana...

Butch la mira por un largo rato, para luego bufar y abrazarla de lado. Kaoru esta vez iba a golpearlo.

-Parecíamos que estábamos peleando, relájate solo lo hago para la tetra –le murmura pegando sus labios a su cien, Kaoru se relaja. –Finge una risa mientras te sigo hablando. –Kaoru lo hace, poniendo atención a las palabras del chico. –Himeko no se acerca porque estás conmigo, aunque no lo creas tampoco le agrado mucho. –Kaoru asiente, formando una sonrisa suave. –No sé si tu plan funcione o que tu táctica sea suficiente para ser allegada a ella, por lo que se Brick ha sido lo único que la tiene hechizada de forma romántica. –Kaoru se aclara la garganta para que vaya al grano. –Voy a dejarte sola en el bar, pero no me alejare mucho, solo lo suficiente para que Himeko crea que te deje sola y me distraje con alguien más. Te daré solo vente minutos para que Himeko se acerque, si no lo hace te llevare directamente.

-¿Por qué no mejor me llevas con ella de una vez?

-Te repito, no le caigo bien. Sera bastante grosera (más de lo que es normalmente) solo porque estoy yo. –Butch se separa de forma inesperada, le besa la frente, y la guiaba al bar. –Veinte minutos.

Kaoru asiente, dándose la vuelta para pedir una bebida con vodka, mientras Butch se alejaba.

Por alguna razón la pelinegra, se siente algo mal por lo que le dijo a Butch, pensando que tal vez pudo ser más suave. Para luego decirse que jamás fue suave con nadie al rechazar y que además Butch se estaba comportando como un idiota.

Sus pensamientos se detienen ante la presencia de otra persona.

-Veo que te han abandonado. –Kaoru mira a Himeko, cambia su expresión a una indiferente por su comentario. Himeko continúa. –Lo más probable es que Butch busque alguien para remplazarte.

-¿Remplazarme?

-Es todo un mujergriego con las chicas, en este momento buscara a alguien más que no lo rechace en frente de todos.

Kaoru se encoge de hombros. Sabiendo que eso no era cierto, no por ahora.

-Es libre de hacer lo que quiera, no está atado a mí, como yo no lo estoy con él. Creo que ya es lo suficientemente grande como para hacer berrinche por un pequeño rechazo. –dice ladeando la cabeza en dirección a Himeko, mientras pensaba que Butch acaba de hacer el berrinche hace unos cuantos segundos. Y no entendía del todo el ¿Por qué?–Me lleve lo mejor del juego al final. ¿O no lo crees my lady?

Himeko le desvía la mirada y eso pose con el mentón en alto, como un intento de verse superior, se desvanece con ese sonrojo en sus mejillas.

-Así… que… no estas saliendo realmente con el mediano de los Him.

-No para nada, solo alguna que otra filtreo para pasar el tiempo. –Kaoru da un trago de su vaso mientras dirigía su cuerpo a Himeko, con tal de hacer entender que tenía su total atención en ella. – ¿Viniste a hablar sobre Butch? ¿O puedo tener esperanza que viniste por mí?

Himeko parpadea, claramente sorprendida para luego cambiar su expresión a una más confiada cuando claramente no lo estaba. Kaoru leía su lenguaje corporal y podía notar el nerviosismo en sus manos.

-¿Por qué no te unes a nosotros? En un rato vendrán a traernos un poco más de diversión

Kaoru da un trago a su bebida antes de aceptar, sabiendo a lo que se refería Himeko, y recordando que Miko había mencionado una sobredosis.

-¿Puedo saber tu nombre antes?

-Shirogane Himeko. La anfitriona de esta fiesta. –Himeko hace un gesto en un intento de parecer coqueta al mover sus dedos alrededor de un mecho de su cabello. -¿Y el tuyo ladrona de besos?

-Mastubara Kaoru –contesta.

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-Segura que todo está bien

Momoko tarda en contestar, Miyako le pido que no le digiera nada a Boomer, que ella lo haría después cuando estuviera más tranquila. Pero aun así no creía correcto mentirle a su mejor amigo y novio de su amiga.

-No… tal vez no, pero sabes cómo es Miyako, ella quiere decírtelo después. Dale un poco de tiempo. –Boomer suspira, mientras aparcaba el coche en la entra de la mansión Him.

-¿Llamaras a Kaoru?

-No, por ahora no, además recuerda que no es bienvenida a la mansión con el señor Him presente. –exclama mientras reacomodaba su suéter y la bufanda de Brick en su cuello. –Prometo llamarte si paso algo… malo, también prometo cuidarla.

-Sé que lo harás Momoko, también cuídate de ese hombre. –expresa Boomer.

Momoko no le ha contado lo que ha sucedido, por petición de Miyako, sabía que Boomer era alguien muy tranquilo y muy maduro, pero si tentaban con su límite a veces era alguien volátil. Eran amigos de Kaoru, era de esperarse que los tres tengan un lado violento uno siendo menos que el otro.

-Si lo hare. –Sale del auto, corriendo a la entrada mientras escuchaba que el auto daba vuelta y salir de la residencia. Momoko abre la puerta para casi chocar con Brat que tenía la cara aún más arrugada de cómo lo tiene normalmente.

-Buena noche Brat.

-Momoko, ¡qué bueno que llegaste! todo esto se salió mucho de control. –Momoko se hace a un lado dejando que el mayordomo cierre la puerta. –La señora Keane ha llegado hace media hora, creo que cometí un error y posiblemente sea despedido, pero no podía dejar pasar todo lo ocurrido, tenía que contarle a la señora Keane. La pobre Miyako no deja de culparse con todo, requiere de tu completa ayuda Momoko.

-¿La Señora Keane? ¿Qué le contaste Brat?

-Todo Momoko. –Exclama el mayordomo saca el pañuelo del bolsillo de su traje, quitando el sudor de su frente. –El señor Him ha sido muy injusto con la señorita Miyako. –Momoko notaba como Brat parecía ansioso, siendo más comunicativo de lo que ha sido en todo el tiempo que ha estado viviendo con los Him.

Tomando eso de provecho y entender por qué estas cosa sucedían. Llevaban trabajando por los Him por 25 años, Brat debe saber por qué el señor Him era tan frívolo con su hija. Toma al mayordomo del brazo para detener la caminata a la cocina.

-Brat, por favor dime. ¿Por qué el señor Him detesta tanto a su hija?

Brat hace un "Shh" mirando de reojo a la cocina y al pasillo que lleva al estudio.

-No creo que la deteste Momoko –susurra, -Al principio no era así, era afecto su hija cuando era una bebe, y casi de la nada el trato cambio, nadie sabe por qué Miyako es tratada diferente a su hermanos, sus razones solo las conoce la señora Him al parecer. –Momoko iba preguntar pero Brat no la deja hablar. –Pero esto, es ir a otro límite, la señora Keane se veía completamente molesta y desde hace minutos que no sale del estudio de su marido, temo que haya hecho lo incorrecto Momoko.

-No, no lo hiciste. Si no lo hacías tú, lo haría yo al final. –aclara para tranquilizar al hombre. -¿Dónde está Miyako?

-En la cocina, Yoko ha logrado calmarla. –Momoko asiente caminando a la cocina, se detiene de forma brusca y mira al mayordomo apunto de hacer su pregunta, pero Brat se adelanta. –No tire el uniforme, lo guarde en tu habitación. No creo que el señor Him se quede por mucho tiempo como se había previsto.

Momoko parpadea confundida, para luego agradecer y deslizar la puerta de la cocina.

Miyako estaba en uno de los bancos de la barra, pellizcando un pan de melón, mientras Yoko preparaba algo en una taza, el sonido de la puerta deslizarse llamo la atención de ambas mujeres. Momoko se quita la bufanda mientras se acercaba a Miyako.

No debió decir nada, ya que Miyako al tener cerca a su amiga, dejo caer su cabeza en el hombro de Momoko y dejar que la pelirroja la envolviera en sus brazos. Momoko sino las manos de su amiga sujetar su chamarra de forma algo brusca mientras aceptaba el abrazo. No emitía sonido, y no la vio llorar, pero temblaba en sus brazos.

Yoko deja la taza en la barra mostrando que era un té, y de forma sigilosa sale de la cocina, dejándola a ambas en soledad.

-¿Quieres hablar de ello? –pregunta Momoko, mientras acariciaba la cabellera rubia. Miyako niega. –De acuerdo.

Por unos largos minutos se dedicó a abrazar a Miyako, acariciando los mechones rubios y de forma inconsciente se mecía un poco. Miyako dejo de temblar después de unos largos minutos y se apartar de la chamarra rosa opaca de la pelirroja.

-Perdón por todo esto –Momoko retira su mejilla de la sien de su amiga y tratar de verla. –Todo esto es mi culpa, Brick discutió con padre, y ahora también madre. Y todo porque yo…

-Oye –llama con gentileza separando a su amiga de su persona, con todo la delicadeza que pudo. Solo para poder verle la cara, sus ojos rojos ante el llanto, con la piel que os rodeaba rojiza también probablemente al estar tallando sus ojos muy frecuentemente. Aquellos ojos estaban apagados, no tenían su brillo tierno. Verla de esa manera, le oprimía el corazón. Sobre todo aquella marca más rojiza que se expandía en su mejilla derecha, Momoko deseo patear a alguien, y tenía en mente a quien –Tienes prohibido disculparte.

-Pero…

-Miyako escucha lo que diré, y quiero que lo mantengas en esa cabeza terca tuya. –Mantenía su tono suave, pero de forma seria, esa forma que ella admite que tiene al oírlo mucho de Kaoru. Dejo salir su lado maternal. –Tú jamás serás el problema de alguien, tú no eres la culpable de todo lo que sucede. Sé que pasaste años con la idea de que eres lo peor de tu familia, pero eso no es verdad. –Acaricio las mejillas de la rubia, retirando las marcas de lágrimas. –Yo solo llevo meses conociéndote, y puede ver la maravillosa persona que eres, lo abnegada al momento de ayudar, la ternura que contrasta mucho entre Kaoru y yo, lo terca que eres cuando te propones en algo. No sabes, como te metiste a mi corazón y sea inevitable quererte, no sabes lo que haría para protegerte y verte feliz. Das amor y cariño, sin esperar nada a cambio. –Miyako parecía de nuevo llorosa y Momoko sintió sus propias lágrimas pero las retuvo más por costumbre. –Como tú estuviste para mí, déjame estar para ti. Nadie de los que te queremos te negaremos nuestra ayuda. No estás sola.

Miyako hipea para luego abrazar de nuevo a Momoko, la pelirroja la recibe con el mismo cariño, de nuevo quedaron de esta manera por otros minutos, hasta que Miyako termina con el abrazo y comiera un pedazo del pan de melón, Momoko le acerco él te que por el olor pudo identificar que era de ginebra.

-Debemos ir por Brick –exclama Miyako aun con la voz rota, pero su aspecto se veía menos pesado a como la encontró. –Estaba muy molesto cuando salió, no es bueno que este fuera con ese genio.

-¿Sabe de lo que discutió con el señor Him?

Miyako niega –No hubo gritos, al principio lo hubo pero, no pude oírlos. Me saco de la habitación cuando hice algo que le molesta. –Momoko le retira la taza cuando nota que las manos de Miyako seguían temblorosas y estaba tirando el contenido de la taza. –Después salió de la habitación, hablamos... se molestó conmigo y después se fue.

-¿Se molestó contigo?

-Si bueno, cuando Brick se molesta es algo… explosivo y cruel a veces. Lo que dice no es del todo sincero… -Miyako se calla de forma abrupta. Momoko frunce el ceño pero Miyako continua hablando –Brick a veces suele ser… no sé cómo explicarlo, ¿se sabotea?

Momoko comprende lo que decía Miyako. –hace cosas que no le gusta hacer, Shirogane está teniendo una fiesta, lo más probable es que este ahí.

-¿Tú crees?

-Sí, no olvides que es más anciano que yo, detesta la música en volumen alto, no le agrada Shirogane y odia estar en un lugar lleno de mucha gente. –Momoko agarra la bufanda roja de Brick y la coloca en el cuello de Miyako. –Sé que me dirás que vendrás, ve por tu suéter y busquemos a tu hermano.

Vio la vacilación de Miyako, seguramente pensando en su padre y madre. Pero su vacilación no duro mucho mientras agarraba otro pedazo del pan de melón, y diera un sorbo a su te.

-Dame cinco minutos.

Momoko asiente. Vigilo que Miyako subiera las escaleras antes de acercarse con sigilo a la puerta del estudio.

-Comprende que estas siendo muy irracional –alcanza escuchar Momoko, quien hablaba era la señora Keane. –Esto no era como habíamos acordado, me prometiste que le darías libre albedrío sobre la herencia de la empresa. Me prometiste que dejarías que eligieran.

-Fue su propia decisión –Momoko parpadeo ante el tono más suave del señor Him. No era robótica, ni neutra había una ligera emoción en ella. –Él lo propuso, no tuve nada que ver en eso.

-¿Por qué no ves cómo has afectado en tus hijos? … No solo tú. Los dos, hemos hecho daño a nuestros hijos. –Momoko se aleja de la puerta al escuchar la voz rota de la señora Keane. – ¡Levantarle la mano Ken! Vi su mejilla, tu prometiste que no harías lo mismo que te hacia tu padre…

Momoko escucha los pasos de Miyako acercarse, con rapidez se aleja de la puerta y aparentaba a ver estado esperando.

-No está el auto que usa el chofer, pero podemos pedirle que use la de mamá. –Momoko asiente ante el consejo de Miyako.

-Buena idea, hay que irnos de una vez.

Momoko guía a Miyako a la salida, guardando la poca información que acaba de escuchar.

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Miko dijo que la mini Shirogane era alguien insoportable, y ella lo dio por hecho ya que era la agresora de su amiga. Pero, Himeko no ha demostrado ser insoportable como se había alegado, eso o realmente Kaoru se preparó mentalmente para esta ocasión.

Si, podía ver la faceta engreída una que otra vez, pero con un simple cumplido o coqueteo, Himeko se ponía sonrojada y hacia comentarios que se notaba que no los había pensado y la hacía ver algo torpe. Kaoru podía ver como la chica parecía esforzarse mucho con hablarle y Kaoru debía hacer el doble de esfuerzo para continuar con la plática y el filtreo. Porque había algo que Kaoru podría agregar de Himeko, era aburrida de hablar.

No es crueldad lo que pensaba, Himeko tenía el don de acabar con la conversación de una forma fría, borde y seca. Algo que la chica hacia inconscientemente, pero al parecer le gusto lo suficiente como para que aun intente conversar con ella y Kaoru deba hacer fluir la situación.

En un coqueteo de verdad, sin que Kaoru tenga un propósito con todo esto. Hace mucho la hubiera dejado…

La pelinegra podía sentir que estaba logrando su objetivo, solo faltaba intercambiar contactos y hacerle entender que deseaba hablar con ella de nuevo. Por lo tanto, Kaoru se aseguró de ser amigable con el grupo de personas que le hacían compañía a Himeko desde el inicio, a pesar de que una chica teñido de azul la mirar de mala manera y a veces jalaba a Himeko del brazo para llamar su atención.

Lo que no espero para nada, fue la llegada de cierta persona que tampoco esperaba su presencia. Pero ambos fingieron muy bien, no conocerse.

-¡Muy bien chicos! Lo prometido es deuda, al fin llego nuestro paquete. –expresa Himeko.

Kaoru no sigue los vítores de los demás fingiendo estar entretenida en su bebida, mientras observaba como Himeko se levantaba de su lado para tomar la caja del tamaño de un celular de las manos de Randy.

El estúpido y traicionero, ex novio de Momoko.

Vio el intercambio de dinero, como murmuraban entre ellos y que por desgracia no escucho por la música, pero miro con atención algunas cicatrices en el rostro del muchacho que antes no estaba ahí. La más notoria era la de su nariz hasta su barbilla.

Randy también la miro de reojo, por un leve tiempo. Antes de retirarse. Kaoru resistió el impulso de levantarse y perseguirle, solo ayudando a Himeko a agacharse a la mesa de enfrente, y observa como la mini Shirogane comenzaba a preparar diferentes líneas blancas en la mesa.

Él es el distribuidor de drogas de Himeko, pensaba. Concluyendo que el mundo es demasiado pequeño.

-Dijiste que no te drogarías hoy –escucha hablar la chica de pelo azul. –Que sería una fiesta tranquila y que no lo hacías por…

-Solo es un poco Erika, y aparte él no vino. –Kaoru ladea la cabeza curiosa, Himeko voltea a verla. -¿primera vez?

Kaoru niega. –No, pero hoy prometí también no ir a casa en otra dimensión. –no había mentira en sus palabra, ha probado las drogas y los repitió en ocasiones, pero después de conocer a Momoko y su tía, se sintió asqueada y dejo de probarlas. Siendo la bebida lo único que dañaría su cuerpo. –Mi hermano es insoportable con eso…

Himeko la mira con más atención, para luego asentir en acuerdo. Crear empatía con circunstancias similares provocaba acercamiento emocional, Kaoru lo escucho en clase de las pocas veces que pone atención y se lo grabo en la mente. Ahora lo usaba como si fuera un combo para un videojuego.

-Los hermanos mayores son unos insufribles –expresa la castaña después de absorber con su nariz aquel polvo blanco. –Creen que te pueden corregir, solo por tener más años de nacidos. –Kaoru noto la amargura, muy parecida a Miko, pero la expresión de Himeko no estaba a la defensiva o tensa como la Shirogane mayor. –Pero una probada no te hará daño.

Kaoru se encoge de hombros, agarrando un poco del polvo con la punta de su dedo y fingir que lo absorbía en el orificio de su nariz. Y limpiarse el dedo con la manga de su ropa, usando la excusa de tallarse la nariz.

-Estoy cansada de esto –Kaoru nota como Himeko rodaba los ojos, la chica de azul se levantaba de su lugar tomando la caja de droga. –No voy a permitirte que te sigas haciendo esto.

-Vamos Erika, deja de ser una aguafiestas. Cada día está más insufrible.

-Lo seguiré haciendo cuando dejes de hacerte daño –la chica de azul recibe abucheo de los demás cuando se adueña de la caja, la desconocida le dirige una mirada de muerte a Kaoru. –Ya tienes suficiente personas aprovechándote de ti, como para incluirla a esa.

Kaoru frunce el ceño por el evidente tono de asco de la chica de azul, pero no hubo necesidad de hablar ya que Himeko ataca a su supuesta amiga.

-Me hartas cuando te pones así. –Himeko chasquea los dedos, los meseros cercanos a ella asienten de forma muy sincronizada. –Lárgate de mí fiesta antes de que decida que deba remplazarte.

Erika mira de forma herida a Himeko. –Soy tu amiga Himeko…

-Sí, si, como sea. –Los meseros dejan en la mesara varios Bongs(*)para fumar, como también cajitas más pequeñas y metálicas. –Deja de arruinarme la noche.

Kaoru sintió un poco de lastima por la chica, que se alejó con los hombros encogidos y notablemente afectada. Se mordió la lengua, para evitar decir lo que pensaba. Entendía porque Miko decía que Himeko era despreciable ahora, era antipática con casi todos, a no ser que tenga un interés en ti como es el caso de Kaoru. Se preguntó si así era como Himeko trataba a Miyako cuando era supuestamente amigas, si era así de cruel con sus palabras ahora en su instituto, se recordó los moretones del rostro y la marca roja de su muñeca.

Kaoru uso mucho de su autocontrol para no tirarle a la cara algunos de los Bongs a esa mini Shirogane que daba largas caladas. Pero su malgenio, ya había sido oprimido mucho tiempo, le arrebata el Bong a Shirogane y darle una calada y pudiera tranquilizarse. Solo una vez, no haría daño.

No esperaba que esta marihuana haya sido tan diferente a las que ha probado, ya que el sabor dulce y la suavidad de como entro, le provoco mucha curiosidad.

-¿Qué es esto? –pregunta dando otra calda algo extrañada. Himeko ríe.

-Amnesia Haze –murmura cerca de Kaoru. Quien se detiene de dar otra calada. –Me la trajeron de Holanda, esto nos ayudara relajarnos a todos y disfrutar mejo...

Himeko calla ya que algo le había llamado la atención, Kaoru por lo tanto comenzó a sudar frio al saber que estaba ingiriendo en su cuerpo.

-¡Brick! –Kaoru se sobresalta por el llamado de la castaña, observa al hermano mayor Him caminado de forma torpe hasta la barra.

Mierda.

-¡Himeko! ¡Aquí estabas! –Kaoru parpadea, mientras observaba como la chica era invadida en un abrazo cariñoso por el pelirrojo. –Le dije a Kuriko que debía felicitarte por la fiesta. Y que debía ir por más alcohol. –Kaoru debe hacerse a un lado cuando el chico se sienta entre ellas. El pelirrojo estaba rodeando los hombros de Himeko mientras continuaba hablando. –Pero ella insista en tenerme sentado en ese incomodo sillón, pero este es mejor ¡y logre encontrarte!

Kaoru vuelve a parpadear, pensando que si no le robaron la identidad a al usualmente gruñón hermano mayor de los Him. Que posiblemente le robaron la cara y fingían ser él. Por qué definitivamente este no era el Brick que ella conocía.

-¿Te estas drogando? –pregunta Brick viendo los recipientes.

-No, bueno un poco… -confiesa Himeko, repentinamente dulce mientras observaba con tal adoración al chico pelirrojo. Parecía un gato al acurrucarse tanto en él. –Pensé que no vendrías, siempre me dejas plantada.

-Porque no me gusta nada convivir contigo –confiesa Brick, mientras hacia un movimiento en la mano para alejar el humo. Kaoru parpadea al ver a Himeko reírse, y no verse ofendida a un evidente insulto. –Pero esto, salió muy bien. Mejor que la mierda de mi casa.

Brick la mira de reojo, al momento de tomar una bebida alzar del plato de uno de los meseros que pasaba cerca. Kaoru le desvió la mirada.

Que no la reconozca.

Que no la reconozca.

-¿Mastubara?

Mierda.

-¿Se conoces? –pregunta intrigada Himeko.

-Si es la…

-Butch nos presentó una vez. –interrumpe Kaoru, mientras se levantaba. Sintió el repentino mareo. Dándole la señal que debía irse a su casa pronto. –Debo buscar a Butch. –Kaoru pasa enfrente de Himeko, a pesar de su repentino temor, pudo arreglárselas para que su voz sonora normal y continuara con su tetra. –Espero volver a verte, my lady.

Kaoru no espero para una reacción, caminando todo lo que podía para encontrar a Butch.

Sin importar que se estaba sintiendo repentinamente más despierta que nunca y al mismo tiempo miedosa por esa carga de energía.

Mierda.

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Momoko tenía una mueca en su rostro, espero que el chofer aparcara el carro cerca de la entrada de la mansión inmensamente grande de la familia de Shirogane. La música era estruendosa tanto que la ventana del auto vibraban, y las múltiples ventanas mostraban las luces de colores como si fuera un antro. Había personas en el jardín con forma de laberinto haciendo estupideces que Momoko prefiere ignorar.

Este era el ambiente que sabe que Brick detesta, y si Miyako tiene razón que si el chico suele ir a lo que odia cuando está enojado, lo encontrara adentro. Momoko le costó imaginarse a Brick venir por su propia voluntad, el ruido ya era suficiente para ahuyentarlo, el chico parecía ser muy sensible con el ruido fuerte, a ella siempre le prohibía subir de más el volumen de la música del auto.

-Hace mucho que no vengo…

Momoko aun con la mueca, mira a Miyako ante su comentario. Quien tenía una mirada nerviosa a la mansión. Momoko cambia su cara al comprender que Miyako aún estaba algo traumatizada con su primera vez en este tipo de ambiente y de que además sea la casa de su agresora.

-Creo que deberías quedarte. –le recomienda, mientras desabrochaba su cinturón. –Yo iré por Brick.

-Pero…

-Tranquila, entrare, lo jalare de las orejas si es necesario y estaremos los tres fuera de esto. –dice mientras abría la puerta. Antes de salir mira al chofer –Le encargo a la señorita Miyako.

-Por supuesto.

Miyako no insistió, y la dejo salir sin poner más peros. Momoko se acerca a la entrada, donde su puerta estaba abierta sin ninguna protección o seguridad, la chica comienza cuestionarse la libertad de los ricos sobre su seguridad, a veces parecían invitar a cualquiera a entrar a sus lujos. Ignoro a sus compañeros, o el adorno de la casa muy centrada en buscar al muchacho.

Pensando en las palabras que escucho en el estudio del señor Him, que hablaba de herencia aceptada y la señora Keane reclamando un libre albedrío, como también mencionando un hecho del pasado de su jefe. Pensó en Brick, que era muy posible que él tenía que ver con esa herencia. Momoko empieza a insultarlo, por ser un chico idiota y quiera hacer cosas idiotas como venir a esta fiesta de la persona que no aguanta. Pensó en Miyako, que era muy injusto la mierda que tenía que aguantar de su progenitor, y volvió a insultar a Brick de actuar de esa forma y solo preocupar a su pequeña hermana.

Termina insultando a Brick mas de la cuenta, entre murmullos y maldiciones al no encontrarlo y comenzar a perderse en esta mansión ridículamente grande. Y el hecho de que Momoko estaba muy cansada, sus pies estaban doliendo desde hace rato por la actividad de su trabajo y la extra que hacia ahora, que aun tenia frio en su manos y ahora cuello, la cabeza comenzaba a molestarle anunciándole el dolor que tendrá en algunos minutos.

Además llevaba días sin dormir bien, había ansiado la noche para probar la gomitas que le receto Sana. De tener al fin un descanso.

Si por culpa de él no duerme bien esta noche, promete dejar de ayudarlo de esconderse del profesor Utonium y de Shirogane, promete dejar de llevarle los dulces de café (que saben tan agrios) de su trabajo, como también promete darle una patada o quemar su gorra.

-Imbécil Brick –murmura al adentrase a otra sala.

Ve un pequeño bar y más sillones de la cuenta como si fuera alguna clase de VIP, había algunas personas jugando, vitoreando al fondo. Pero lo que llamo su atención fue el humo conocido para ella, y tener muchas ganas de vomitar, recordó su niñez estar rodeada de ese humo, y sentirse mal cada vez que lo olía. Siempre trae malas cosas, se decía.

Así que su humor solo empero cuando al fin encontró a Brick. Sentado al lado de Himeko, sentado en el origen de ese asqueroso humo y tener ese estúpido recipiente enfrente de él. Trata de ignorar el sentimiento incomodo de verlo tan pegado a Himeko, (aunque estaba extrañada) de sentirse decepcionada que el chico llegara tales extremos.

Drogarse, la cosa más estúpida.

-Brick –lo llama de forma seca, la música era menos estruendosa en esta parte de la sala, así que fue fácil hacerse oír.

Momoko estaba preparada para un ceño fruncido, un comentario seco, pidiéndole que se fuera a un modo grosero que hace mucho no hace con ella. O tal vez solo una mirada y que luego la ignorara. Sabía que solo debería usar el nombre de Miyako, y si no funcionaba realmente lo llevaría a casa con un jalón fuerte de orejas.

-¡Enana! –exclama Brick con mucha emoción, levantándose de forma brusca del sillón. Haciendo que Himeko se resbalara de forma cómica.

Momoko apenas pudo procesar que el chico estaba contento de verla, ya que lo que provoco que se quedara en blanco fue el efusivo abrazo a su persona. Brick la abrazaba, había rodeado su cintura con sus brazos, podía sentir la respiración del chico arriba de su oreja. Le estrujaba mucho a su persona desapareciendo cualquier posible espacio, como también debía ponerse de puntitas para mantener el equilibrio. Momoko se sintió incomoda por el olor.

-Apestas –le murmura, sin corresponderle el abrazo. Olía a una bebida en específico y esa asquerosa droga.

Pero su malestar no duro mucho cuando cierto sonido, desconocido y extraño sale de la boca de Brick.

Se estaba riendo, un sonido que era sueva, un poco aguda y mostraba una diversión diferente a la que Momoko había tratado estos meses. Era suelta, tal vez relajada.

-Y tú hueles muy bien. –pronuncia el chico, Momoko siente como Brick acerca su nariz a su cabello y hacia ese sonido al inhalar… ¿Qué mierda? –Sí, siempre hueles así de bien, me comenzaba ahogar con este humo. –Momoko no responde al ser olida de nuevo, Brick se separa poco después de eso. Pero sus manos se mantenían en la cintura de ella. -¿Qué haces aquí? pensé que estabas trabajando.

Momoko mira de reojo a las demás personas que fumaba, despreocupándose un poco de ser escuchados, todos no estaba en sus cinco sentidos, Himeko no parecía del todo sobria, pero los miraba con atención.

-Miyako me conto –decide murmurar. –Está preocupada, está en el auto esperando. Vinimos a llevarte…

Momoko calla cuando Brick coloca su mano derecha a su mejilla. Y comenzaba a reír de nuevo.

-¿Estabas preocupada por mí? –le pregunta en tono juguetón, pellizcando muy levemente su mejilla. Momoko parpadea muy desorientada por el comportamiento del chico.

-… Si, lo estoy. –dice sincera, mirándolo fijamente. Si esto hubiera pasado hace meses atrás, cuando ambos apenas se soportaban Momoko habría estado más preocupada por su trabajo que por el bienestar del chico, aunque su trabajo fuera cuidarlo. Habría contestado de otra forma, con amenazas y manipulaciones terminando con ambos gritándose mutuamente. Eso habría sucedido, si no hubiera convivido tanto con él… Su preocupación era genuina, angustiándola. –Vámonos, Brick.

El chico apaga un poco su sonrisa, viéndola muy fijamente y aquel pellizco se convirtió en una caricia leve en su mejilla.

-¡Akastustumi! –llama Himeko, deshaciendo lo que sea que había rodeado a los dos. Momoko la mira alejándose sin querer de la caricia de Brick. -¡Relájate un poco!, Ven a probar, tal vez así dejes ser tan gruñona.

El comentario de Himeko recibió algunas risas escasas, Momoko mira con desagrado a la chica.

-Gracias pero no.

-¡Oh, Vamos! Íbamos a pasar a la piscina, puedo prestarte un traje de baño –dice la chica acercándose y colocando una mano en el hombro de Brick. El chico no rechazo el contacto de Himeko, pero tampoco alejo a Momoko de sus brazos.

Momoko niega, aprovechando que Brick aun la sostenga con un brazo, cambia la posición al pasar su brazo debajo del antebrazo de Brick y así poder sostenerlo, Brick de forma autónoma rodeo sus hombros. Momoko da un paso, con tal de motivar al chico de caminar… y de paso alejarlo del toque de Himeko.

No eran celos, solo que no veía lo lógico de que Brick acepte el toque de Shirogane cuando constantemente está evitándola.

-Lo siento Himeko – expresa Brick, Momoko fue consciente de la forma tan arrastrada de su hablar. Como si la lengua le pesara. –Prefiero estar con la enana.

Momoko espero algún reclamo de Himeko, que comenzara alguna clase de berrinche o comenzara a insultarla. Pero no hizo nada eso, la chica solo rodo los ojos, diciendo un "ya lose Brick", y que el nombrado solo haga una despedida vaga con su mano. No hubo un Bricky, y ya que lo pensaba, Himeko en ningún momento hablo de esa forma rara suya y aguda. Shirogane regreso a su antiguo asiento con tranquilidad.

No se permitió preguntase por esa extraña reacción, ya que Brick comenzó a balancearse hacia el otro lado y debí equilibrarlo para no caerse ambos.

-No quiero irme a casa–expresa Brick. –No con ese sujeto arruinando todo.

Momoko vuelve a equilíbralo pero esta vez hacia atrás ya que Brick parecía querer besar el suelo. –Sí, lose. Y si te sirve de consuelo, yo quería dormir bien esta noche, pero no todo conseguimos lo que queremos… -dice elevando un poco la voz, la música volvía hacer estruendosa y su dolor de cabeza estaba empeorando.

Hay un cambio brusco, Brick usando su brazo, la atrae hacia él haciendo que su mejilla termine en su pecho. Momoko se queja por la punzada de su cabeza.

-Puedes dormir aquí –dice de forma inocente y torpe el chico. –Es cómodo.

-No, no lo es –contesta Momoko, tratando de separarse, pero Brick de nuevo estaba rodeando su cintura y recargaba la mejilla en el cabello de ella. Le era difícil para Momoko procesar que Brick, el chico que siempre ha demostrado no agradarle el contacto físico, estuviera abrazándola de una forma muy íntima y cariñosa. Esto le estaba provocando una batalla de sentimientos a su persona que la sonrojaba. Era demasiada calidez, a pesar de que el olor opaca un poco. –Pareces un perro. Uno drogado, pero pareces uno –Comenta, Brick hace de nuevo ese sonido extraño de su boca, Momoko se aseguró de guárdalo en su mente. No creía posible escuchar esa risa de nuevo.

Brick la suelta cuando Momoko comienza alejarlo, de nuevo rodeo sus hombros y ambos se dirigieron a la salida.

-No estoy drogado –dice Brick, cuando salen al jardín. –Tomado, posiblemente un poco ebrio. Pero no estoy drogado.

-Estabas sentado con esas personas que fumaban…

-Pero nunca fume de esa cosa –Brick hace una mueca, y luego fingir un escalofrió que casi termina tirando a ambos. –Nunca me he drogado en mi vida.

Momoko lo mira, notando su sinceridad. Decide creerle, y luego asegurarse cuando el chico recupere bien sus cinco sentidos.

-Te ayudo –Momoko iba a negarse, hasta que reconoce a su repentino salvador. –Si iban a venir los tres me hubieran dicho antes.

-¡Mi hermano Butch! ¿Sabes lo mucho que te quiero? –la repentina expresión de Brick impide que Momoko pueda contestar, Butch sostiene a Brick cuando este lo abrazo del cuello. –Solo para que conste, te quiero mucho. Aunque seas un idiota.

Butch nada sorprendido, guía a su hermano dentro del auto. Miyako aún estaba adentro y recibió a su hermano que comenzó a gritarle un "¡Mi Hermosa hermana! Te quiere tanto también" Momoko ve ese intercambio de cariño, permitiéndose suspirar.

-Gracias –le dice a Butch, para luego ladear la cabeza, arrepintiéndose después por el dolor. -¿Dónde está Kaoru?

-En el auto –señala Butch, Momoko mira detrás de él. Kaoru estaba en auto, moviendo sus manos como si fuera una clase de pulpo y las viera como si fuera la cosa más rara del planeta. –Tomo algo que no debía y ahora esta así. La encontré a tiempo antes de que le sucediera algo.

Momoko suspira de nuevo, -¿Y tú? ¿Puedes manejar?

-Sí, solo bebí dos tragos toda la noche. –contesta Butch. Ambos voltean hacia Brick cuando suelta una carcajada. –Cuando mi hermano se pone así, es porque algo sucedió con padre. ¿Me equivoco? –Momoko lo miro de reojo para luego negar. –Sabía que todo estaba yendo muy tranquilo.

-Si… -murmura –Te contare después. Por ahora lleva a mi amiga a salvo a su casa. –indica, mirando como Kaoru parecía tener la mirada perdida. –Sabes que, llévala con Boomer, no quiero que sus padres la vean así… te enviare su dirección en el teléfono de Miyako, y si te sientes muy cansado Boomer te dará asilo también.

-De acuerdo. –Dice Butch – Pero quiero toda la verdad cuando regrese.

Momoko asiente, adentrándose al auto se despide de Butch como también lo hacia Miyako y Brick, de formas diferentes y uno siendo muy cómico. Momoko alza sus pies en el asiento, permitiéndole a Brick estirar mejor sus pies, le pide a Miyako su celular y así poder enviar la dirección de Boomer. Al terminar, el dolor de cabeza aumento tanto que sentía que iba a explotarle, que no pudo pensar en nada más que en sus gomitas. Se limitó a observar como los dos hermanos hablan con naturalidad, Brick aun arrastraba las palabras, pero aún seguía siendo muy entendible, estaba recargado en el hombro de su hermana, quien le ponía toda su atención y se reía de las cosas estúpidas que decía.

Si no fuera por la mejilla roja de Miyako, la forma extraña de actuar de Brick y lo que Brat le conto, pensaría que no había sucedido nada malo en la mansión Him mientras ella trabajaba. El ambiente repentinamente relajado, la desoriento. Pero no divago más, ya que eso solo le estaba cansando mucho más.

Podrá una regla sobre las fiestas, Miyako y Brick las tenían prohibido. Definitivamente.

Guiar a Brick a la entrada de su casa, fue todo un reto, el primer error fue negar la ayuda del chofer. Momoko pensó que sería amas fácil con Miyako apoyando con el otro abrazo, después Brick comenzó a bromear balanceándose de un lado a otro fingiendo caerse y solo haciendo que ellas se tropiecen con él, apenas se sostenían. Miyako era la única quien reía, aunque en voz baja para evitar una presencia desagradable para los tres. Subir las escaleras fue aún más peligroso con este Brick juguetón, pero los regaños de Momoko en voz baja fueron suficiente para terminar de subir las escaleras.

Momoko cometería otro error después, aunque en un futuro, aun se pregunta si fue del todo un error.

-Yo me encargo desde aquí Miyako –le susurra. –Ve a descansar.

-Aun puedo ayudarte.

-Tranquila hermanita –contesta Brick, soltando los hombros de Miyako –La enana tiene bastante fuerza.

-Pero…

-Son solo unos pasos –interfiere Momoko –No te preocupes, lo amarrare a su cama.

Miyako suspira rendida, dándole un beso en la mejilla a Brick, le desea buenas noches a ambos y se dirige a su cuarto. Momoko espero que la puerta se cerrera antes de guiar a Brick al final del pasillo. Tal como dijo, solo eran unos cuantos pasos.

Hasta que Brick deja caer ligeramente su cuerpo, los dos hagan un tropiezo de pies donde Momoko apenas pudo mantenerlos en pie.

-Deja de hacer eso –le susurra.

-Me gusta mucho tu aroma –suelta Brick, Momoko bufa cuando Brick de nuevo olía su cabello. -¿Qué tipo de Shampoo usas?

-La que está en oferta –le responde, alcanzando la manija de la puerta de la habitación del chico, y hacerla girar con algo de dificultad. Brick le ponía las cosas difíciles. –Creo que tiene cerezas, te lo prestare si tanto te gusta.

-No… creo que no es el Shampoo –murmura Brick, de forma ida. Momoko logra adéntralo a la habitación hasta que pierde el equilibrio cuando Brick la hace voltear hacia él, el contacto a su cintura comenzaba a ser costumbre esta noche, como ser olida. –Creo que… es tu olor natural, lo que me gusta. –Momoko ríe bajo cuando Brick pasa su nariz por su oreja, posicionado sus manos en el pecho del chico para sostenerse.

-Después de esto te molestare mucho, ¿lo sabes verdad? –le pregunta más relajada. Mientras demandaba un poco de espacio, pero sin que el chico dejara de sostenerla de su cintura.

-Si… -Brick ladea su cabeza, con esa mirada pensativa. Momoko parpadeo ante el toque en su frente, Brick estaba intentando apartarle su fleco. –Sabes lo peligroso que es, que estés con alguien pasado de copas.

Momoko bufa irónica. –Si lo se… Pero estoy contigo. Así que no corro peligro.

-… Aunque conozcas a la persona Momoko –Dice Brick de forma seria. Momoko siente como Brick delinea su rostro. –Incluso yo puedo herirte.

-¿Me harías daño? –pregunta soltando un bostezo, estaba ligeramente adormilada, su dolor de cabeza no la dejaba ni pensar o sentirse del todo cansada. Solo pensaba que la caricia de Brick en su cara, la hacía sentir bien.

Aunque no fuera algo hicieran entre ellos.

Su pregunta, que dijo para que Brick la mirara de forma diferente, una mirada que Momoko no pudo descifrar y solo aumentaba las cosas extrañas de esta noche. Y las siguientes palabras, fueron a un más confusas y las malinterpreto.

-Es lo que menos quiero volver hacer.

Momoko rueda los ojos. –Tus bromas solo estropearon el único vestido bonito que tenía. –dice con cierto pesar.

-Te comprare otro.

-No Brick, solo quería aclárate que no me hiciste daño con eso, era solo un vestido -Momoko da un paso atrás para separarse –Sera mejor que duermas y dejes de decir…

Brick la calla cuando delinea sus labios, parpadea confundida algo paralizada, mientras Brick se acerca un poco más a su rostro, la mano del muchacho que sujetaba su cintura no aplicaba nada de fuerza, un movimiento fácil y Momoko podría librase. Pero ella no lo hizo.

-¿Qué haces? –le susurra en su lugar, tenía el corazón acelerado, por el cambio de actitud, por el extraño ambiente que lo estaba rodeando y por la mirada fija de Brick a sus labios.

-Quiero saber cómo saben. –Momoko sintió el respiro de Brick a sus labios, aun había alcohol en su olor pero apenas lo noto por el cosquilleo en sus propios labios, y el repentino anhelo que la invadió. Brick la acerco un poco más, Momoko debió alzar más su cabeza para continuar viéndolo a los ojos. -¿Me dejarías? …. Momoko.

Momoko siente el escalofrió en su espalda al ser llamada de esa manera, como un murmuro anhelante, como si fuera un deseo. Estaba abrumada con lo que estaba pasando, y darse cuenta que estaba algo desesperada con la lentitud de Brick de terminar con el espacio entre ellos.

-…Si… -de forma muy baja, la voz le tembló. Y temió no ser escuchada.

Por suerte Brick la oyó muy claramente.

Besándola con mucha suavidad.

Sintió como algo caliente paso por sus labios y la recorría hacia su pecho calentándola y llenándola. Las caricias suaves de los otros labios que estiraban y delineaban con tal cuidado que la hicieron suspirar. Brick la acerca aún más hacia él, posicionando sus dos manos en el rostro de ella, mientras Momoko dirigía sus propias manos el costado de él, y así controlar sus temblores.

No sabe muy bien porque se separaron, solo que odio alejarse, y de nuevo lo acerco a ella y continuar besarlo, para calmar el cosquilleo de sus labios y no dejar de sentir esa calidez.

Cuando se separaron de nuevo, Brick mordió un poco su labio.

-Chocolate –le murmuro. Momoko parpadea, su cerebro comenzaba a funcionar. –Sabes a chocolate.

Momoko lo miro confundida, para que poco a poco, se diera cuenta de lo que estaba pasando.

De forma brusca empuja a Brick a su cama. El chico se golpea su pie en la esquina de la cama, pero Momoko no le permite quejarse cuando pone una almohada en su rostro.

-¿Qué cara…?

-Duérmete –demanda Momoko borde. Saliendo del cuarto y con grandes pasos se dirigía a la suya...

Momoko de nuevo procesa lo que acaba de suceder cuando se acuesta en su cama sin cambiarse.

Y el sonrojo invade cada centímetro de su rostro y cuello.

Pero...

Que…

MIERDA

Continuara…

Bongs(*) = es un dispositivo usado para fumar cannabis, tabaco u otras sustancias mediante filtración por agua, lo que permite enfriar el humo que el usuario va a inhalar.

Seré sincera, este los dos capítulos que acabo de actualizar iba a ser uno solo. Pero cuando termine de escribí me di cuenta las 38 páginas. Y me dije, ¡esto es muy largo! Debo reducirlo. Pero la idea de quitar escenas y describirlas con menos interés se me hacía muy forzado.

Este capítulo vemos muchas cosas de nuestros personajes y algunos datos curiosos.

Kaoru desde un inicio iba hacer bisexual, según yo, desde antes daba indicios sobre eso. Y además, la actitud de Butch iba ser más idiota, ya saben de esos chicos que no piensan antes de hablar, pero no lo vi del todo… Butch xD. O bueno el Butch que estoy creando.

Así que cambie casi todo el dialogo original y lo suavice con la intervención de Kaoru y poniéndolo en su lugar. Una cachetada que a veces te dan tus amigos cuando hace algo tonto. Y dejar claro cómo es que se siente Kaoru con respecto a las proporciones de Butch.

Y la escena de los rojos 3 ¡Era lo que más deseaba escribir! Toda esta historia viene de esa pequeña escena, fue lo que me impulso escribir ¿Nana? Y no saben cuánta alegría me da, al fin redactarla. Pero también, sufrió de muchos cambios, algunas actitudes de Momoko y de Himeko, el cómo se da el beso.

Etc., etc., etc.

Esta fue mi actualización más rápida hasta ahora. Y pero he estado muy entusiasmada que espero seguir este ritmo. Aunque ya sabes, que termino actualizando después de varios meses o un año xD.

Sayo.

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