Nota del autor: Pensaba subir este capitulo mucho antes, pero necesitaba validar los últimos cambios con su dueño. Lastimosamente todavía no he podido comunicarme con él. No se preocupen, de hacer un cambio a futuro no creo que sea tan grave.

Espero este capitulo sea de vuestro agrado, uwu.


¿Cuánto tiempo habría pasado desde la última vez que vio a su familia? ¿Cuatro años? ¿Seis?

Mientras Lucy se peinaba en frente de su reflejo su mente decidió tomar un paseo rápido por el viejo y mohoso camino de los recuerdos, con suerte, esta vez no se tropezaría durante el viaje.

No que no quisiera, muchas veces se ha quedado vagando por esos caminos, encontrando nuevas ideas para sus historias; momentos y sentimientos, la mayoría de veces exacerbados por la nostalgia.

Estar en un lugar tan sereno y cómodo por tanto tiempo, era solo natural pensar que hasta ese momento de su vida había estado viviendo dentro de un sueño lúcido.

Lo que sea que sucede entre ustedes tiene que ser arreglado.

La voz de su padre la jalaba devuelta al día anterior, pronto la costumbre que la había llevado tan lejos en el mundo de la ficción iba a jugar en su contra.

Lucy bajó la mirada, la notificación en su teléfono avisando que en veinte minutos su hermana llegaría allí. Más que tiempo suficiente para regresar a esa noche.

Una pequeña mentira de Lily había iniciado todo, un anuncio que atrajo la atención de todas. Cuando se unieron a la llamada a quienes encontraron fue a sus padres. Un viernes por la noche, sin previo aviso, sin conocimiento alguno sobre lo que ellos les iban a pedir.

Hijas, me alegra mucho verlas a todas. hay algo importante que quiero decirles. —Lynn padre dijo antes de ser interrumpido por la pequeña.

—Y se que no podrán decir que no. Lisa me hizo el favor de corroborar que no tenían nada que hacer para mañana.

Mientras Lily inflaba el pecho con orgullo, Lisa se mantenía callada, el reflejo de textos y gráficos en sus gafas de laboratorio informando al resto de su indiferencia al caso.

—No me gusta como suena esto… —Lana comentó.

—Estoy segura de que les encantará, —Rita añadió antes de que su esposo continuará: —Lincoln se mudo hace poco a la ciudad, y pensamos que lo mejor sería que vinieran mañana para compartir tiempo juntos y celebrar.

A Lucy no le hizo falta ver a las otras, el silencio inicial fue suficiente; los "no puedo", "estaré ocupada" y los tartamudeos que siguieron, de todas con excepción de Lisa, eran suficiente confirmación para la fría mujer.

No estaban listas para volver a intentarlo.

—Unidades familiares, —Intervino la genio, con los textos y gráficos reflejados sobre el cristal apagándose uno a uno— La verdad es que planeaba hacer un viaje de vuelta a Michigan. Espero con ansias reunirme de nuevo con ustedes, y con Lincoln.

Sus padres se regocijaron, por supuesto que sí, no sabían nada.

—Lo siento pero tengo que pasar — Lynn hija dijo, sus puños conteniendo la rabia presente dentro de ella, un pequeño detalle solo visible para Lucy.

—Mamá, papá —Continuó Lori—, entiendo las buenas intenciones, pero esta clase de cosas se informan con antelación. Somos adultos y tenemos nuestras propias responsabilidades.

—Por favor, —Lyly volvió a inclinarse frente a la cámara, tapando a sus padres —. No lo entienden, ustedes no lo han visto, Lincoln necesita verlas. Al menos denle un día

Lucy suspiró, si ellas pasaron al menos por una fracción de lo que ella pasó, entonces era obvio que ninguna había intentado.

—Lily, no es tan sencillo, danos algo de tiempo. —Lana intentó calmarla.

—Chicas, esto es injusto, ni siquiera nosotros las hemos visto en años. —Lynn padre interrumpió— lo que sea que pase entre ustedes tiene que ser arreglado ahora que aún son jóvenes. Vengan aquí, y hagan un intento al menos.

Las chicas no respondieron. Lucy vio a las otras, y luego a Lisa, quien de no ser por las marcas negras debajo de sus ojos creería que estaba molesta.

—Lo siento papá —Leni comentó, su mano acercándose peligrosamente al teléfono para finalizar la llamada.

—No estoy enterada por lo que habrán pasado ustedes —Lisa interrumpió antes de quitarse sus gafas—, o qué es tan importante como para negarse a esta invitación aun cuando tienen sus agendas desocupadas; Pero al menos yo si quiero dejar de evitar a nuestro hermano.

La declaración había cavado un agujero en lo profundo de Lucy y sus hermanas, lo suficientemente profundo para lastimar a Leni y hacerla gemir del dolor. Incluso uno de los ojos de Lucy no logró escapar ante la realización y terminó mostrándose.

—E-Estaré allá temprano. —Leni cortó la llamada antes de que su fachada se terminara de romper.

Lori apretó los dedos y sacudió la cabeza.

—Mamá, Papá —Su voz ya no tenía ese porte tan seguro, y sus ojos tampoco tenían la confianza necesaria para mantener el contacto con sus padres— les prometo que estaremos allá.

El paseo había terminado, y un mensaje nuevo había llegado, Lisa estaría pronto frente a su casa con el taxi para recogerla.

Lucy salió de su habitación, los residuos del anterior paseo dejándole claro que tendría que estar consciente de que no sería un ambiente agradable. Lori apenas había conseguido convencer a las otras de ir.

Sus pasos perdieron velocidad conforme se acercaba a la salida de su hogar. Y en su mente las ideas para sus siguientes obras cobraban forma. Como antes, el escapismo de sus historias le ofrecía una salida, una posible excusa para evitar confrontarse con la realidad.

Lucy apretó con fuerza la perilla, recordando la angustia y el deseo que la habían sacado a la fuerza de su casa, y cómo la escritura le ofreció un lugar seguro donde podía vivir ese mundo que soñaba tener junto a su hermano.

Fue el tiempo quien le permitió sanar y calmar a lo que ella consideraba demonios. Y fue ese mismo tiempo él que separó su visión lujuriosa de Lincoln de la realidad. Pero aun así la duda persistía.

¿En verdad, estaré lista para esto?

Lucy abrió la puerta, y con dos pasos pesados hacia adelante salió a su patio.

Podría huir, las otras lo enten…

Lucy suspiró, sosteniendo su vestido para luego acomodar las arrugas que amenazaban la vida útil de la tela. Aún con todos los logros y el respeto que consiguió gracias a sus obras, tenía miedo de lo que sería de ella al volver con su familia.

Su arte, que la había llevado tan lejos, seguía enlazada a esa parte oscura de su alma… una que podría fácilmente levantar las cejas de sus padres, y peor aún, las de su hermano. Podía en cualquier momento mentir, argumentar que esos momentos donde sus protagonistas consumidas por el deseo fornicaban fervientemente con sus hermanos fueron pedidos de la editorial para seguir vendiendo.

Pero esa excusa no la salvaría de las posibles reacciones, o de preguntas que puedan arrinconarla. Aunque fuera de todas las posibilidades externas, había una situación que mantenía a sus dedos rasgando el vestido.

Sus hermanas bien podrían sólo tener miedo de aceptar lo que le habían hecho a su hermano en el pasado… Pero ella aun temìa de lo que podría llegar a hacerle ahora.

Tal vez sería mejor buscar otra excusa por si las…

La vibración del teléfono despertó a Lucy de su estupor, al extraerlo y contestar por reflejo se dio cuenta que era muy tarde para evadir su responsabilidad.

—Lucy, estamos cerca, ya estás af- oh ya te vi. Bonito vestido —Comentó Lisa ante el atuendo de su hermana, un vestido gris sin mangas que complementaban con los guantes largos del mismo color y un bolso negro—, poco revelador y de tonos menos oscuros. ¿Es tu nuevo estilo o solo algo para la ocasión?

Un taxi a dos cuadras de donde ella estaba cruzó hacia su dirección.

—Gracias, Lisa. Es para cuidar mi piel, pero no lo malentiendas, sigo amando el color negro.

El auto se acercó a la joven y esta se fue a los asientos de atrás, donde su hermana menor la esperaba. A diferencia de ella, su hermana iba con algo más casual: jeans y un sweater de cuello largo color verde.

—Buenos días —Saludó antes de poder distinguir mejor lo que su hermana llevaba, puesto que la oscuridad dentro del vehículo le dificulto a sus ojos acostumbrarse—, parece que a ti te sigue gustando el verde y…

—Personalmente me parece un color relajante —Comentó esta antes de devolver su atención a su teléfono y escribir—, además, el viaje fue largo, la elección óptima era escoger una… —Lisa entonces notó la mirada perdida de Lucy.

—Tus lentes —anunció Lucy—, lo natural sería preguntar si ahora usas de contacto pero… —Lucy hizo un ademán para que Lisa continuará, y obviamente, el ego de la pequeña no iba a desperdiciar la oportunidad.

—Sí, estás en lo correcto al evitar la conclusión natural. Hace unos meses que regenere las células lastimadas y corregí la posición de mis pupilas.

—¿Solo eso? —Lucy añadió una sonrisa— ¿Nada de visión nocturna o algún efecto secundario?

—Por el momento la única represalia es que necesito seguir un tratamiento estricto y exámenes para evitar problemas. Luego intentaré lo de la visión nocturna. Me servirá para terminar de leer tus últimos libros —Lisa respondió con una sonrisa propia antes de intentar acomodar sus inexistentes gafas. —. Oh, aún tengo esa reacción automática.

Lucy cubrió su risa con la palma de la mano, pero su verdadera expresión de alegría estaba siendo opacada por algo más fuerte, el comentario sobre sus libros.

—Si… mis libros. ¿Ya solo te faltan dos, no?

—Eso es correcto, pienso comenzar el siguiente dentro de cuatro días y diecisiete horas.

—Entonces… ¿Qué opinas? —preguntó mientras sus dedos buscaban romper la tela de sus guantes y vestido.

—Tengo un par de dudas que competen a contenido que va más allá de cada libro, pero no son cosas que deberíamos de hablar dentro de un taxi. Ya el conductor tiene suficiente de lo que preocuparse —el taxista forzó una risa para ocultar su pena—. Pero mi opinión de tus libros no es un problema. Me han encantado, y han sido de gran ayuda para entretenerme durante mis rutinas de descanso.

Lucy fue recompensada con un guiño de parte de su hermana, un pequeño gesto tan gratificante para ella como un sorbo de té tibio luego de varias horas de trabajo.

—Me alegra saber que mis textos corruptos te hayan gustado.

—Era la forma más fácil de poder tener contacto contigo, además de los mensajes, claro. Pero espero terminar con esas limitaciones hoy.

—¿Eh? —Lucy arqueó la cabeza— No te entiendo.

—Cursé varias licenciaturas dentro de la universidad para intentar despejar mi cabeza. Me sirvió por un momento, pero mi naturaleza terminó ganando al final.

Su hermana le devolvió entonces la mirada, una falta de brillo resaltando la expresión de su rostro.

—No puedo enfrentarme a la soledad de un laboratorio. Las necesito a ustedes cerca, y también a Lincoln… Lo que me recuerda… —Lisa buscó entre sus piernas, donde escondían su mochila, y extrajo de esta un pequeño conejo de peluche, idéntico al señor bun bun de su hermano.

—Adopté una costumbre de buscar los detalles que todas ustedes aman. —mencionó antes de regalarle a Lucy el conejo. Lucy recibió el regalo con una gran sonrisa y devolvió el gesto con un abrazo.

Lisa, sonrojada y con un sutil cambio en la curvatura de sus labios, volvió a acomodar sus inexistentes lentes. — Regalarles cosas me ofrece las cantidades recomendadas de serotonina para mis necesidades fisiológicas.

—Hehe, creo que debería aprender de ti. Perdí el contacto con casi todos. Aunque admito que lo hice por miedo…

Lucy se separó del abrazo para darle un segundo vistazo al peluche y guardarlo con cuidado dentro de su bolso. Al devolver su atención hacia su hermanita fue bienvenida por una expresión serena y reconfortante, lo suficiente como para dejar salir su propia dosis de honestidad.

—A decir verdad, aun no estoy del todo segura si ir a casa es una buena idea.

Su hermana puso una mano sobre su hombro y le aseguró:— No estás sola en ese pensar, nuestras otras hermanas también tienen sus dudas, incluso yo que las forcé a esto tengo mis interrogantes. Pero las posibilidades están a nuestro favor y, aún si mis cálculos fallan, puedo confiar en que ahora somos capaces de ayudarnos entre nosotras a afrontar lo que nos depare el futuro.

A los pocos segundos el taxi cruzó una esquina, dejando visible al final de la calle el edificio donde ahora residían sus padres. Lisa levantó su mochila y sacó efectivo de su bolsillo.

—Oh, cierto, se me olvidó decirte esto a ti. Lucy, si nuestros padres empiezan a preguntar sobre los motivos detrás de nuestra separación, diles que yo les explicaré con mejor detalle. Será más fácil si ellos solo tienen una versión de lo sucedido.

—Con gusto te dejaré esa responsabilidad, —Sonrió.

Lisa afirmó el trato y le pasó al taxista los billetes como propina cuando este se detuvo.

Al salir, Lisa le pidió a Lucy ayuda para poder bajar. Lucy si bien extrañada por la petición accedió y la tomó de la mano al salir.

Al salir del vehículo y sentir el peso de su hermana caer sobre su costado fue que se fijó en el problema. Lisa tenía los ojos levemente hinchados, su piel presentaba palidez y su cabello usualmente desordenado se veía ahora maltratado.

—¿Lisa, estás bien? —Lucy preguntó antes de colocar más fuerza en su agarre y ayudar a que su hermana se levantara apropiadamente.

—No te preocupes, son solo efectos secundarios de mi pesimo manejo de horarios de sueño —Lisa respondió a lo que colocó su peso sobre el de Lucy—, ayúdame a llegar a casa y me podré recostar sobre uno de los muebles.

Con eso dicho, Lucy llevó a Lisa directamente dentro del edificio y hacia los apartamentos de sus padres.

Luego de un par de minutos llegaron a la puerta. Lucy mantenía una mano descansando en su retaguardia, mientras que la otra sostenía a Lisa. Su labor era tocar el timbre, pero su posición de brazos buscaba lo contrario y extender unos cuantos microsegundos la posibilidad de no enfrentarse a lo que vendría calmaba su corazon.

Pero ya era demasiado tarde, la confianza que ella necesitaba era la misma sobrante dentro de Lisa. La pequeña se inclinó ligeramente, cuidando de no perder el equilibrio, y tocó la puerta.

—Rita, figura materna —Gritó mientras se volvía a acomodar—, tu prole acaba de llegar.

—Suspiro…

Sin que Lucy lo supiera, ese pequeño y familiar gesto le brindó a Lisa un breve momento de felicidad.

Los sonidos de pasos resonaron poco después, y entonces se abrió la puerta, revelando a su madre del otro lado. Y junto a ella…

Lincoln.

Lucy perdió parte de su percepción de forma inmediata, su boca y cuerpo seguían interactuando en segundo plano, dejándole a su cerebro encargarse del asunto más importante; Algo que tenía que validar antes de poder seguir con esa odisea.

Bien, Lucy, ¿Que estas sintiendo?

La cara prístina de su hermano rodeada por una manta de pelo blanco; su porte y figura bien cuidadas, la sonrisa tonta que parecía empastada en su rostro, como si solo fuera natural que la felicidad surgiera de él.

Paz… Calma… Sigue siendo lindo, pero creo…

Lucy tomó un lento y grato respiro, uno que consigo trajo de vuelta el mundo alrededor de ella.

Creo que estoy bien, este es mi hermano. Lucy inhaló lentamente, permitiendo disfrutar de esa pequeña gloria No es el hermanito de mis libros.

Lori había bajado del segundo piso en ese momento, habiendo terminado la primera parte de su excursión dentro de la casa. Inconsciente de ello, una pequeña sonrisa estaba pintada en su rostro, producto del ambiente nostálgico que la casa emanaba para ella.

Conscientemente, un deseo logró formarse en base a el sentimiento que le rodeaba, ver todas las habitaciones de ese piso siendo habitadas.

Aún le quedaba por ver la habitación de sus padres, cocina y comedor, pero algo más importante había captado su atención al cruzar la esquina en su bajada por las escaleras; una persona que podía verse desde la entrada al pasillo.

La silueta azul rodeando un liso cabello negro como el carbon, la rigidez en ese brazo que se asomaba, el aura paranormal, la piel grisasea cual no muerto. Era ella, Lucy, su hermana perdida había regresado.

Lori apresuró el paso con cautela, quería estar segura y al mismo tiempo no despertar sospechas.

En verdad vino… contuvo por dentro el asombro al validar su sospecha.

Bueno, si ella está aquí, tal vez si tenemos una esperanza después de todo.

Lori tomó un momento para asimilar el suceso, y luego un gran respiro para prepararse para lo que vendría.

Parece que a Lucy no le cayó mal la vida de escritora pensó mientras continuaba bajando las escaleras, la felicidad lentamente cubriendo sus facciones , y Lisa… ¿Acaso se volvió más pequeña?

Se fijó rápidamente en Lily antes de volver a ver a Lisa. Aun con la diferencia de edad, Lisa apenas era unos centímetros más grande que su hermana menor.

Tal vez Lily es demasiado alta Lori arqueó la ceja . Bueno, eso no importa ahora, Lori. Es hora de hacer tu parte.

Lori terminó de bajar, acariciando la cabeza de Leni en el camino entre la sala y la entrada, un gesto que sin darse cuenta incordió a su hermana.

Pero primero…

Al acercarse a Lucy lo primero que hizo fue tomarla de la mejilla con los dedos y pellizcarla, soltando una pequeña risa en el acto.

—Ay, hey. ¿Qué haces?

—Un pequeño castigo por el susto que nos diste aquella vez. Y no creas que ya te perdone, este castigo es solo un tentempié.

La risa de su padre a su espalda distrajo a Lori a mitad del regaño. Al voltear vio a su padre apretando las dos palmas juntas, conteniendo su felicidad.

—Oh, qué alegría volver a ver esto.

Lincoln puso su brazo sobre los hombros de su padre, reciprocando el sentimiento. Sus ojos reflejaban un brillo que Lori apenas podía comparar con la felicidad de sus subordinados luego de darles un ascenso.

—Comparto el sentimiento, pá —Lincoln volteo hacia su padre—, me alegra mucho verlas a todas juntas de nuevo.

Lincoln giró su atención hacia las otras hermanas que habían llegado primero, no hubo respuesta para el sentimiento que él mostraba, y Lori vio en primer plano cómo eso afectó el brillo de su hermanito. Soltó de inmediato a Lucy y miró a Lisa para confirmar, esta asintió y, nuevamente, intentó acomodar sus inexistentes lentes.

—Lincoln, ahora que estamos todas aquí puedo explicarte algo importante. —Al decirle eso su hermano espabilo ligeramente.

—Oh, me agrada como suena eso.

—Ahm, antes de eso — intervino su padre— ¿Porque no almorzamos primero? Lisa ha de estar hambrienta luego de su viaje.

—Si bien quisiera apresurar el asunto de importancia, temo que debo confirmar la asunción, algo de comida y descanso sería lo mejor para mi —Lisa entonces le ofreció su mochila a su madre—, mi cuerpo no está capacitado para viajes largos. Espero que mi unidad fraternal con fijación al deporte pueda ayudarme con eso.

Eso atrajo la atención de Lynn hija, pero tan pronto como esta volvió a ver a Lincoln su mirada se volvió a perder en la pared de la izquierda.

—Pasen adelante entonces, estaba a mitad de servir la comida, su madre las guiará al comedor. —Lynn padre entonces se apresuró a la cocina, con Lily y Lincoln siguiéndole el paso con la intención de ayudarle.

—Bueno, nuestra conversación puede esperar un poco, que dicen… — Lori cortó sus palabras, sus hermanas ya iban camino a el comedor, el cual estaba anexo a la sala y separados solo por una puerta doble.

Bueno, otra puerta doble, las únicas puertas normales eran las de las habitaciones en el piso de arriba.

—Lori, requiero de tu ayuda para llegar en óptimas condiciones al comedor. —Lisa anunció, petición que tomó desprevenida a Lucy, quien estaba más cerca de ella.

Claro, era una propuesta irracional considerando su opción más cercana, pero para Lisa, quien debía llegar en condiciones óptimas era su hermana. Tan pronto como Lori y ella empezaron a caminar hacia el comedor su verdadero plan fue activado.

—Lori, recuerda lo que hablamos, ellas no estaban a favor de esto.

Lisa fue incapaz de notarlo, pero su madre apretó la mochila que llevaba en brazos al escuchar sus palabras.

—Solo hay algo importante que debemos hacer, el resto es decisión de cada una.

—Si, si, lo se… es solo que… —Lori suspiro.

Se siente como si fueran otras personas. El pensamiento intrusivo vino a su mente tan rápido como el pequeño y punzante dolor hueco en su estómago.

—Ha pasado mucho tiempo, creo. O tal vez me deje llevar al ver a Lucy aquí, no lo sé.

—No te culpo —Lucy respondió a secas, más su cara no mostraba la frialdad o el desdén de sus otras hermanas—, al volver a verlos después de tanto tiempo, pensé por un momento que todo volvería a como era antes. Pero a decir verdad ahora que estoy más calmada ya no se que hacer. Supongo que las otras están en mi misma posición…

Al entrar al comedor fueron recibidas por una mesa larga en el centro, color castaño con bordados de lianas cubriendo los bordes. en la pared al otro lado de la habitación se presentaba con decoro un mural con recortes de noticias, revistas, y artículos referentes a ellas y Lincoln.

Debajo del mural y encima de una cómoda que se extendía casi tanto como la mesa, los últimos premios de cada Loud yacían erguidos, con un brillo reluciente.

—Bueno, al menos es bueno saber que algunas cosas nunca cambian.

Ante el comentario, Lola y las otras que estaban sentadas vieron el mural de logros, la disonancia chocando con la felicidad y orgullo que debía inspirar el monumento. Es difícil creerse que existe una imagen perfecta de ti cuando asistes a un evento producto de uno de tus mayores defectos.

Y eso se traduce en el sentimiento de estar alienado. Lucy estaba feliz al hacer lo que hacía, y vivía con sus lujos, pero más allá de eso era una persona normal, no una estrella perfecta hecha para brillar en una pared.

El sentimiento era compartido por las otras, pero la situación en la que estaban no propiciaba una conversación al respecto.

Con solo ver a todas perdidas en sus celulares, cabello, o… en estrujar una pelota, era correcto suponer que conversar era lo que menos querían.

—Ahm… es muy bonito volver a ver a todas mis niñas en el comedor…. —Comentó su madre mientras acomodaba el cabello que a causa del estrés buscaba escapar.

las chicas respondieron con una sonrisa tenue o una confirmación vaga.

—Si…—Lana alzó la mirada— la verdad yo también me alegro de verlas de nuevo.

El comentario de Lana atrajo la atención del resto de hermanas. No fue suficiente para romper la tensión, pero lo suficiente como para darle algo de vida al siguiente respiro de todas.

—Les recuerdo que la incomodidad que sienten ahora es algo normal —Lisa habló con un tono seco—, La petición de nuestros padres fue inesperada, a diferencia de mí, ustedes no tuvieron tiempo para prepararse.

—Parece que tu ego sigue tan alto como siempre. —Lynn comentó en forma de mofa.

—Hmm —Lisa presionó sobre el puente de su nariz—, dejame ser mas honesta, mi condición me forzó a prepararme para esta situación antes que ustedes. En un principio también busqué excusas para evitar a Lincoln, pero cuando terminé con mis deberes en Massachusetts se me hizo imposible no notar lo que le estaba haciendo a Lincoln.

—Lisa, ¿Podrías dejar de usar esa palabra? no es para tanto —Lola rechazó con un ademán—, Lincoln sabe de nosotras y charlamos con él de vez en cuando.

—Estás hablando con… —Lisa se detuvo de lleno y se tragó el ego y rabia con una bocanada de aire —, quiero que sean honestas conmigo y me digan si por lo menos un mensaje entre ustedes y él ha pasado de las veinte palabras.

Hubo un corto silencio luego de esa pregunta, seguido de miradas evasivas y expresiones agrias.

Rita se quedó callada, el poco conocimiento sobre lo que en verdad sucedía no le dejaba entrar en la conversación. Ya sabia bien como podrían terminar las cosas de forzar reconectarse con ellas.

—No las pienso juzgar, solo quiero que entiendan que regresar con ustedes y con Lincoln es muy importante para mi.

En ese momento, mientras las palabras se asentaban y la expresión de sus hermanas se tornaban más relajadas, sintió un dolor familiar concentrarse en su frente.

—Madre, hay una caja azul con pastillas en mi mochila, ¿Puedes traerme eso y un vaso de agua? —solicitó al mismo tiempo que su mano posara sobre la zona afectada.

Su madre apresuró el paso y en menos de un minuto había ido y regresado con todo. —Aquí tienes, amor. ¿Ustedes no quieren algo?

Leni levantó la mano lentamente, y de su boca salió la palabra "baño" en un susurro digno del tono de Lucy.

—Oh, los baños, están…—Lori comenzó, pero al fijarse con atención descubrió lo que pasaba. Leni llevaba batallando desde el momento en que Lisa volvió a mencionar la palabra "evitar". —Están en el piso de arriba, las puertas verdes a mitad del pasillo.

Leni agradeció y salió tan rápido como se lo permitía el porte delicado que mantenía.

Para cuando regresó la comida estaba servida y su padre estaba hablando sobre los eventos de hace unos años cuando inauguró el nuevo restaurante. La sonrisa tonta en el rostro de su padre y la dicha con la que relataba había creado un espacio seguro para sus hermanas, y para ella.

Con el tiempo se dio cuenta que su madre seguía buscando temas para que fuera Lynn padre quien hablara. Tal vez un plan de Lisa, o algún momento incómodo los llevó a eso. Como fuera, le hacía bien no enfocarse en Lincoln en ese momento.

Por el momento, lo que todas necesitaban era acostumbrarse a estar cerca de él, disipar los pensamientos intrusivos que las condenaban de depravadas.

Ahora con la panza llena y los ánimos levantados ligeramente, era momento de que Lori se hiciera responsable de dejar en claro que era lo más importante de aquella reunión.

—Bueno. —Lori, volvió a ver a su alrededor, sus hermanas, si bien calladas, ya no evitaban estar dentro de la conversación. Y Leni parecía haberse recompuesto gracias a la felicidad que su padre mostró durante el almuerzo.

Además… Había algo relajante en toda la escena, algo que le daba un tono más cálido a los tonos marrones de los muebles y frescura al verde de la alfombra en esa sala.

—Lincoln, primero quiero dejarte en claro que lo que pasó entre nosotros no es tu culpa.

El pecho de su hermano se infló con un alivio tan grande que le fue imposible no soltarlo con su siguiente respiro. En ese momento las otras hermanas voltearon hacia él. Aun con todo lo que sufrió, era él quien buscaba la culpa.

—Cuando tengamos la oportunidad podremos decirte porque fuimos tan distantes —Lori continuó—. Por el momento solo te pedimos tiempo.

—Creo que yo también necesito disculparme —Rita añadió con una mano sobre el pecho—. me di cuenta muy tarde de lo que estaba pasando… y no creo que hice suficiente para ayudar.

Lynn padre entró con las bebidas, un coctel ligero con sabor a durazno para Lucy y jugo de zanahoria con naranja para la pequeña genio.

—Yo me disculpo por lo mismo. Sé que son buenas personas, y me siento muy orgulloso de todos ustedes, pero no de cómo dejé que su relación terminara así.

—No te preocupes, papá, lo que pasó es irreversible —Lisa respondió mientras zarandeaba la bebida en su mano por un momento, deteniéndose en seco cuando la insuficiencia de sueño volvió a golpearla—. Pero, ahm…ahora que Lincoln vivirá en la ciudad, creo que tenemos la oportunidad perfecta para restablecer los lazos de nuestras relaciones. Eso es, claro, si Lincoln así nos da la oportunidad.

Con sus otras hermanas aún en duelo, ya había suficiente silencio en la habitación como para poder escuchar el sonido de un alfiler caer. Pero esa abertura que Lisa dejó trajo consigo una presión que amplificó los sentidos de cada una.

Lisa notó esto con un simple vistazo, el brillo en los ojos de Leni, los pulgares de Lucy rascando de su vestido, la respiración de Luan, la rigidez de Lori.

El sentimiento solo creció ante la indecisión de su hermano, una que él podría sostener por más tiempo del que Leni podía soportar.

—¿Lincoln…? —Leni susurró, deseosa por liberarse de la pena que la había alejado de su hermano por años.

—Lo siento, yo —Lincoln inhaló con fuerza y lentitud—, creo que no puedo asimilarlo todo. Debería estar feliz, creo, pero…

Lisa dejó su bebida en la mesa del centro de la sala antes de tomar a Lincoln de ambas manos.

—Te entiendo, Lincoln, Los sentimientos son un tema que me resulta difícil de asimilar a mi también, —Lisa extendió las manos de su hermano a lo ancho, dejándolo expuesto, y entonces se sentó de lado sobre sus piernas— pero he descubierto que experimentar es mucho más fácil que teorizar.

Y con eso dicho, la pequeña abrazó a su hermano y dejó su cara caer sobre el pecho de este. La acción correcta en ese momento para ella habría sido analizar la respuesta de sus hermanas, pero su objetivo actual ya había sido fijado con sus palabras.

Aparte d e eso, el cansancio dentro de su cuerpo y mente necesitaban disfrutar ese momento de calma que ofrecía el regazo de su hermano.

Como recompensa a su honestidad y asertividad, su hermano encontró el coraje para responder al afecto.

—Gracias… —envolvió entonces a su hermana con sus brazos, lentamente aplicando fuerza al abrazo— Dios… yo. Yo no. No sabía cuánto necesitaba esto.

El calor y suave aroma lentamente impregnaban sus sentidos, llevándola a esos recuerdos lejanos, cuando podía contar con su calidez y mimos para revitalizarse luego de un arduo día.

—Yo también, Lincoln, —Suspiró Lisa con gusto, frotando su cara lentamente sobre el pecho de su hermano— Yo también.

Leni no consiguió la fuerza para continuar resistiendo, diez, no, más de diez años. Por más de diez años había esperado la oportunidad de volver a tener a su hermano, y por fin esa oportunidad se había presentado ante ella.

En medio del silencio, el asombro, y la felicidad de sus padres, Leni se abrió camino y se abalanzó hacia sus dos hermanitos en un gran abrazo.

—Lincoln… —Leni suspiró mientras su respiración alimentaba el abrazo— por favor perdónanos… di lo mejor de mí, lo hice todo bien, por favor, quiero. Quiero...

Leni se detuvo, algo estaba mal, aquel abrazo carecía de calor y tacto. Al abrir los ojos notó que no se había movido del sofá, todo fue un breve pensamiento lúcido.

Por años tuvo que contener el amor que sentía por Lincoln, y ahora que al fin era libre… ¿No era capaz ni de moverse?

Y no era solo ella, a su alrededor, ninguna de sus otras hermanas se atrevía a acercarse, y Luan, Luna y Lucy parecían estar estresadas en lugar de felices por ver a su hermano al borde de poder perdonarlas.

—Todo a su tiempo —dijo una voz, aquella llena de mentiras y falsas promesas. La voz de Lori—. Está bien si ustedes tampoco pueden responder ahora.

—Lo que fuera que nos pasó…

Leni levantó la cara. Lincoln había conseguido su voz otra vez.

—También las afectó tanto como a mí. Lo puedo ver; y la verdad, me siento mejor sabiendo que todos estamos en la misma situación. Lo hace todo más fácil.

Lincoln acarició la cabeza de Lisa, sacando un par de copos de caspa en el proceso, antes de devolver su atención a sus hermanas.

—Me pidieron tiempo, y se los daré. De mi parte, solo quiero escuchar de ustedes. Honestamente siento que ya no las conozco, y eso es lo que más duele.

Lisa entonces alzó la mano.

—Propongo ser la primera, pues considero que bajo las condiciones actuales, me quedaré dormida dentro de ochenta y tres minutos.

El resto de hermanas accedió, considerando esa una salida temporal de la situación mientras resolvían sus dudas personales.

—Excelente. Mi bitácora inició hace aproximadamente tres años, poco después de conseguir el dinero suficiente para que nuestros padres se permitieran estos aposentos, los agentes del gobierno encargados de comunicarse conmigo me ofrecieron un trato para obtener otro favor a futuro. Lastimosamente ese favor implicaba ayudarles con temas que hasta la fecha aún me… aburren.

Lisa continuó explicando sus desventuras dentro de la MTI mientras desarrollaba un suero de súper soldado y una procesadora portatil de alimentos, capaz de crear barras alimenticias aún bajo condiciones precarias, de forma fácil y sin margen de error al momento de procesar y filtrar las partes inútiles de cada producto introducido.

—Por el lado bueno, el suero solo funciona como una especie de chute de adrenalina de larga duración y sin efectos secundarios; y la máquina puede ayudar a países menos desarrollados… —Lisa parpadeó con lentitud y acomodó su cuerpo, el cual aun estaba disfrutando de la comodidad que ofrecía su hermano— Así que, fuera del mercado armamentístico, mis inventos le servirán a la humanidad. Ah, cierto. Dentro de unos meses me darán un premio por el segundo, y ocultarán todo lo referente al primero.

—¿Y qué piensas hacer ahora con el nuevo favor que te deben? —Luna preguntó. Durante la charla había ido a buscar su guitarra y llevaba ya varios minutos afinándola mientras escuchaba la historia.

Lisa lo pensó por un momento antes de enfocar su atención en una de las manos de Lincoln. Sin pensarlo mucho tomó de la mano de su hermano y la llevó hacia su cabeza, Lincoln se sorprendió por un breve momento, pero su instinto de hermano ya sabía qué hacer.

—Por mi parte ya tengo todo lo que necesito —dijo con una sonrisa a lo que recibía las caricias de su hermano—. Voy a esperar a que nuestra familia necesite de ese favor.

Luna por su parte aceptó la respuesta y consideró por un momento lo que veía ante ella. La imagen de Lisa, felizmente siendo mimada por Lincoln. La serenidad que mostraba su hermana era algo tan alíen para ella.

¿Era verdad lo que estaba viendo?

¿Podría ella también ser parte de eso?

Se fijó entonces en las otras, todas a excepción de Lori mostraban dudas en su expresión, la misma que ella había visto reflejadas en sus compañeros de banda durante sus primeros conciertos, cuando desconfiaban de poder llegar tan alto como las estrellas que admiraban.

—Hmm, ¿Chicas..? —Se levantó del sofá y se dirigió hacia donde estaban las otras— Necesito hablar con todas ustedes por un momento.

—Yo me quedaré, si no te molesta. —comentó Lori, Luna no tuvo problema alguno con ello y se fue al piso de arriba con las otras hermanas, dejando a Lily, Lori y Lisa en la sala de estar.

Lori aún tenía sus dudas y temores sobre lo que estaba sucediendo, pero tenía que ser la fuerte en esa situación.

—Bueno, me alegra que Lisa sea tan asertiva. —Lynn padre lanzó el comentario mientras rascaba su nuca— siendo honesto, cuando vi la expresión de tus otras hermanas… pensé que solo habíamos empeorado todo, ha…ha.

—Oh, ¿Tú también? —Rita le siguió con una sonrisa— Pensé que era la única. Gracias al cielo que Lisa dio un paso adelante. Estoy segura de que eso era lo que las otras necesitaban ver.

—Bueno… —Lisa alzó con dificultad la cabeza— no puedo tomar toda la gloria. Antes de venir tuve que firmar un montón de documentos, sacar papeles de la universidad, y dar mi última contribución a… ¡Oh neutrinos tengo que contarles sobre la tesis de mi amigo!

La emoción del recuerdo le devolvió parte del brillo a sus ojos, alargando levemente el tiempo estimado de energía que le quedaba. Lori, que no estaba todavía preparada para hacer su contribución, agradeció esos minutos extras que Lisa le otorgó al ponerse a hablar sobre la inteligencia artificial de uno de sus amigos que será capaz de automatizar el proceso de enseñanza.

Apenas entendió el principio, su padre estaba sudando por lo mucho que le costaba procesar todo, su madre posiblemente había apagado sus neuronas hace tiempo y solo sonreía para disimular, y Lily se distrajo tan pronto como la primera notificación llegó a su teléfono.

y Lincoln, Lincoln estaba disfrutando cada segundo de la conversación, lo podía ver claramente en el brillo de sus ojos. Su hermano estaba gozando de la felicidad que irradiaba la pequeña genio al hablar de las cosas que amaba.

¿En serio es tan fácil? Lori se preguntó Sólo está hablando de lo que le gusta, Lisa ni siquiera le está dirigiendo la mirada y aun así pareciera que le hubiera dado el mejor regalo en años

—Y bueno… —Lisa bostezó, contenta de expresar toda la teoría detrás de la tesis de su compañero de estudio— eso es el resumen. Les contaría sobre las pruebas pero necesito ahorrar el poco tiempo que me queda antes de dormir.

—La verdad me sorprende cómo es que sigues despierta luego de todo eso —Lincoln entonces la miro—. ¿Qué hay de ti, Lori? —preguntó a lo que su mano rascaba su mejilla— Llevo años queriendo saber de ti también.

—Pues no much… —Lori espabiló. Tenía que romper esa barrera mental; seguir el ejemplo de Lisa— Disculpa, hable sin pensar.

A su izquierda podía ver la mano de su padre buscando confort en las manos de su madre. Ambos ocultaban su preocupación bajo sonrisas plácidas incapaces de camuflar la consternación en sus ojos.

—Luego… —respiró— No. primero lo primero. Lincoln —apretó los puños con la intención de mantener su valentía contenida—, lo siento por no comunicarme contigo en todos estos años. Literalmente pensé que evitarte sería la única forma de no empeorar las cosas, y… bueno ya ves como eso resultó.

Mientras decía esas palabras la distancia entre ambos se hacía más palpable, apenas dos metros, y sin embargo la sola idea de dar un paso hacia adelante le incomodaba.

Era lo justo, ella de todas sus hermanas fue la primera en irse. Solo ver a Lisa recostada sobre él, como si nada hubiera pasado… era algo irreal para ella, una situación que veía imposible de replicar.

—Yo… no se aun como tomarme esa disculpa, la verdad no quisiera pensar en ello por el momento. Lori, solo quiero volver a tenerlas a mi lado, dejemos el pasado atrás.

Un suspiro alegre escapó de los labios de Lisa al escuchar eso, mas luego vio a su hermana, aún encadenada por sus dudas. No era momento de cantar victoria, tenía que ayudarla.

—Lori, —Lisa se intentó levantarse, cayó, y luego de algo de esfuerzo, y con la ayuda de su hermano, logró estar de nuevo sobre sus pies, sus dedos los últimos en saborear la calidez que Lincoln desprendía— Tengo que revisar como están las otras.

Se acercó a su hermana mayor y la sostuvo de su mano, jalando de esta ligeramente.

—Por ahora intenta solo estar con él, eso será suficiente.

—Yo… —Lori dio un paso al frente— lo intentare.

Lisa, con pasos disparejos en su andar, acompañó entonces a su hermana. Le dio la suficiente fuerza para que lograra sentarse al lado de Lincoln. y su siguiente movida fue ir al piso de arriba, donde las otras estaban reunidas en lo que era antes la habitación de Lola.

—¿Quieres que te ayude, cariño? —su padre le preguntó.

—No te preocupes, no lo parezco pero ya he estado en situaciones peores antes. Subir las escaleras no será problema.

Si bien sus palabras no contenían mentira alguna, el llegar a subir hacia el siguiente piso le tomó varias pausas para descansar. Por el lado bueno, el cansancio sirvió para avivar su sorpresa cuando fue recibida por susurros y risas del otro lado de la puerta. Su instinto le llevó a abrir ligeramente la puerta y no perturbar la escena mientras recogía inteligencia.

—... Y entonces que sale de la turba toda despeinada y nos dice: Creo que alguien me beso el trasero. y vemos sus pantalones y se los juro, sus pantalones quedaron blancos de un lado y rojos del otro. – Comentó Luna entre risas.

Lisa supuso de inmediato que su hermana estaba hablando sobre uno de sus conciertos.

—¿Y su esposa lo tomó bien? —Luan preguntó con ironía y una risa que ocultaba malicia.

—Esa fue la mejor parte, cuando fui a su casa me encuentro con que su chica tiene guardadas sus prendas manchadas, las llama premios de guerra.

Las otras chicas rieron ante la anécdota, con Lucy comentando casi inmediatamente: —Necesito poner algo así en uno de mis libros.

—Si lo vas a hacer házmelo saber para darte sus nombres, estoy segura de que esa mujer amara tener sus premios retratados en un libro.

La conversación se estaba calmando ya para ese punto, era un buen momento para entrar y Lisa había obtenido la información suficiente: sus hermanas tendrán sus temores sobre la situación con Lincoln, pero aun así su naturaleza las llevó a congeniar sin problema.

Todo apuntaba a que Lincoln y ella no eran los únicos que necesitaban volver a estar en contacto con su familia.

Lisa suspiró alegremente y tocó la puerta antes de abrir, —Saludos, mis queridas hermanas.

—Hola, Lisa, —Lana respondió junto con Lucy, Luan y Luna.

—¿Cómo siguen las cosas allá abajo? –Lola preguntó.

—A paso lento pero seguro —Lisa se acercó al grupo y se sentó cerca de la cama para poder recostar la cabeza en el borde; a su lado, Lucy y Leni la recibieron con una sonrisa— . Quería ver como se encontraban, me alegra verlas más relajadas.

—Bueno, aparte de que no nos sentimos cómodas con la idea de volver allá abajo, diría que estamos bastante bien. —Respondió Leni.

—Sin duda alguna Lincoln no despierta en mí ese deseo mundano que tanto augurio me causaba —añadió Lucy—, pero no me siento segura de poder compartir con él tan pronto… Ha pasado demasiado tiempo.

—Tú por otro lado parece que lo tienes todo controlado.

Ante el comentario de Lola, Lisa no pudo evitar soltar una rápida risa.

—Ha, no merezco tanto crédito esta vez. Yo tuve algo de práctica… Le pedí a Lily fotos de nuestro hermano y logré hacer un modelo tridimensional con el cual practicar en un ambiente cerrado e inmersivo. Añadido a eso, no llevo tanto tiempo como ustedes sin verlo… —un bostezo se escapó en medio de la fanfarria, demostrando su carta maestra en el asunto— y llevo dos días sin dormir, lo que ha mermado la capacidad de mi raciocinio y por proxy de procesar mis propios sentimientos.

Lisa se frotó los párpados entonces, el recuerdo de su condición activando la respuesta natural de buscar descanso.

—Bueno, al menos eso me da algo de esperanza —Leni dijo mientras jugueteaba con su cabello—. ¿Crees que me puedas prestar esa cosa tridimensional que dijiste?

—Lo siento, mi querida hermana, pero mi equipo se quedó en los laboratorios de la universidad. Aunque con algo de tiempo puedo replicar el ambiente aquí. Pero eso es algo para temas futuros, por ahora quiero proponerles que vuelvan con nuestro hermano y pasen algo de tiempo con él.

—Lisa, te seré honesta, todas aquí tenemos miedo de que Lincoln pueda preguntarnos sobre lo que pasó antes. —Lana respondió.

—Más específicamente, que nuestro secreto sea descubierto, y en frente de nuestros padres para más inri. Que mira, sé que tenemos sangre de la realeza, pero no creo que esa otra cualidad real les agrade. —Luan añadió.

—Lo entiendo, aunque les traigo buenas noticias al respecto —Lisa entonces intentó acomodar sus inexistentes lentes—, nuestro hermano no tiene intención de saber lo que pasó entre nosotras y él, hace unos momentos le dejó eso en claro a nuestra hermana mayor. Sus solicitudes son pasar el día con nosotras, y en el mejor de los casos, escuchar de ustedes sobre su vida estos últimos años.

—Eso de hablar con él… no. Aun no creo que sea posible —Lynn, quien hasta ese momento estaba jugando a rebotar una pelota contra la pared, argumentó—, Luna ya me confirmó esa sospecha al venir aquí, estamos bajo demasiada tensión como para solo hablar con él como si nada hubiese pasado.

Lisa se levantó un momento para acomodar sus pies. —Entonces sugiero que se apeguen solo a la primera solicitud de Lincoln.

Sus hermanas la miraron con intriga. Lisa estaba por aclarar sus dudas cuando una visitante tocó a la puerta y entró sin permiso.

—Hey chicas —Lily llamó—, A Lori se le ocurrió ver una película, ¿Se nos unen?

Lisa expandió sus párpados ante la coincidencia, —Vaya, no me espere eso… aunque… no, tal vez mi cansancio no me dejó ver que Lori llegaría a la misma conclusión.

—Lisa, si necesitas descansar ya tu cuarto está listo, Mami lo preparó en la mañana. —Lily avisó, pero Lisa negó rápidamente la sugerencia.

—Gracias, pero ahora mismo tengo el deber de estar con nuestro hermano. —Lily sonrió ante la determinación de su hermana y se fue, dejando la puerta abierta, —¿Alguien más me acompaña? No es obligatorio. Puedo decirle a Lincoln que no se sienten listas todavía, pero espero que puedan compensarle más tarde.

Una a una, sus hermanas se levantaron; Lana, Lola, Lucy, Leny, Luan, Luna. El corto tiempo juntas en esa habitación les había quitado un peso de encima, y la esperanza que brindaba Lisa era ese último empujón que necesitaban.

… Excepto para Lynn.

—Chicas, ¿Saben algo importante que aprendí mientras crecía en el mundo del deporte? —Las otras voltearon, con Luna siendo la solicitante de una respuesta— Aprendí cuando debo evitar los combates que sé que voy a perder.

Lynn se levantó entonces, y sacó de su bolsillo una tarjeta que poseía su foto impresa y un código de barras debajo.

—Me gustaría tener algo más importante que darte —Lynn dijo antes de ofrecer la tarjeta a Lisa—, pero esto es lo más importante para mi mundo mientras estoy fuera de la liga, es mi pase de acceso al gimnasio de la ciudad. Quiero que lo tengas hasta que haya pagado mi deuda con Lincoln.

La joven salió entonces de la habitación, sus ojos no mostraban tristeza, ni dolor. Lo único que Lisa logró ver en su hermana mayor fue algo que ni siquiera se alineaba con lo que ella podía asociar con Lynn: Miedo; uno que pronto fue camuflado por un retazo de felicidad verdadera.

—Me siento muy feliz de haberlas visto a todas hoy —sus ojos se enfocaron por un breve momento a su derecha, donde Lucy, Luan y Lana se encontraban—, especialmen… no, está bien así. Nos vemos luego, díganle a Lincoln que lo siento por no quedarme.

Lynn salió por la puerta, el sonido de sus pasos hizo un ligero eco desde afuera. Lisa miró entonces a las otras, quienes habían aceptado sin reproche alguno la decisión de su hermana.

Tal vez, en el interior, ellas también tenían ese deseo de huir. Pero a diferencia de Lynn, ellas bien no sabían cuándo rendirse, o tenían lo que hacía falta para seguir adelante.

—Vaya, y yo pensaba que Lucy era dramática, la gente en verdad cambia con los años.

—Tal vez lo aprendió de mí —Lucy le sonrió a Luan—, yo misma aprendí a usar algo de su espíritu competitivo para vender mis obras.

Las chicas bajaron y, siguiendo la recomendación de Lisa, se limitaron a solo estar allí para Lincoln.

Vieron varias películas, de comedia, acción, drama, y terror. Vieron un viejo musical y compartieron entre cánticos breves momentos donde podían sentir el enlace entre ellos reformarse.

Jugaron juegos de mesa y defendieron sus jugadas deshonestas a capa y espada. Cuando la confianza venció al miedo, Luna invitó bebidas y lograron hablar por un rato bajo la influencia del alcohol, si bien no de cosas personales, de vivencias de cada uno.

Luna con sus anécdotas en sus giras. Lori con las tonterías que ha visto y hecho en las oficinas. Lola con los chismes tras bastidores sobre las actrices con las que ha compartido. Lana con sus antiguas aventuras debajo del volante y los pocos accidentes que ha tenido ahora que está detrás de uno. Y finalmente Leni, contando los accidentes que ha visto durante las prácticas antes de los días de presentación de sus vestidos.

Lucy, Luan y Lisa se mantuvieron más relajadas, con esta última recostada nuevamente sobre el pecho de Lincoln; provocando sin darse cuenta celos dentro de Lily.

Pero Lily sabía que esa no era la intención de su hermana, Lisa extrañaba a Lincoln tanto como ella lo extraña cada fin de mes, si no más. Dejarle este día para ella era lo justo.

Y Lisa, bueno ella apenas podía mantenerse despierta, casi once horas desde su cálculo original, y sin embargo allí estaba.

—Bueno, creo que ya se está haciendo tarde para ustedes, a menos que quieran dormir aquí.

—Tendré que pasar —Luna señaló rápidamente—, me toca práctica mañana temprano.

—Lana y yo ya nos vamos —Lola entonces ayudó a su hermana a levantarse del sofá—, Tengo que cuidar las horas de mi sueño reparador.

Las otras fueron dando sus razones para irse esa noche, dejando solo a Lincoln con la decisión de quedarse o no. Nada lo ataba a quedarse, pero tampoco tenía algo que hacer el domingo.

Fue entonces que la respuesta llegó a él en forma de una pregunta.

—Oye… Lincoln —Lisa, bostezo y lo abrazó con más fuerza—. ¿Puedes dormir conmigo esta noche?

Tal declaración tomó por sorpresa a sus otras hermanas por unos breves segundos; un sentimiento que pronto fue reemplazado por otro más fuerte: Miedo. Esa cercanía y naturaleza empalagosa era algo ajeno para la joven genio.

—Ahm, vaya. —Lucy interrumpió, e intentando disipar la idea de que su hermanita estuviera aun sintiendo algo por Lincoln, dijo: — En verdad que a Lisa le afectaron esos dos días sin dormir. Nunca la había visto así.

Lucy miró a las otras a los ojos, y en un susurro les comentó: — No se preocupen, a Lisa se le pasara. Ella nunca estuvo tan mal como nosotras.

—He… la verdad no me molesta su pedido. —Lincoln respondió, inconsciente del temor de sus hermanas y de los susurros. Rita y Lynn compartían esa naturaleza; los tres solo podían ver el pedido de la joven Lisa como solo un deseo nacido de la ausencia de afecto.

La pequeña Lily sí se dio cuenta de la reacción de sus hermanas mayores. Entendía que en ese momento no era lo apropiado preguntarles, así que guardó sus dudas para otro día. Por el momento solo podía usar lo que conocía para suponer una respuesta.

Sus hermanas le habían pedido hace años que ella fuera la que le ofreciera amor a Lincoln porque ellas no podían.

Pero tan pronto como Lisa demostró que podía hacer lo mismo ellas se mostraron aterradas…

Tal vez no es que no es que no puedan mostrar que lo quieren… si no que algo o alguien les prohíbe hacerlo… teorizó la pequeña.

—Bueno, creo que es hora de despedirnos —Lincoln dijo antes de levantarse con Lisa en brazos—, no creo poder expresar lo feliz que me hace el haber pasado el día con ustedes hoy.

Sus hermanas le sonrieron, la ansiedad y dudas que tenían eran inferiores a las que existían al inicio del día. Tenían mayor seguridad en la idea de volver a estar con su hermano sin temor de que esos sentimientos problemáticos volvieran.

—La verdad, hijitos… —Lynn padre añadió— su mamá y yo estábamos considerando la idea de repetir esto una vez a la semana, o al mes…

—Nos haría muy feliz si fuera cada semana. Pero sabemos que tienen sus responsabilidades y trabajos que cumplir. —Rita añadió con la intención de que aceptaran la opción con menor tiempo de diferencia.

Luego de pensarlo unos breves segundos las Loud comentaron que lo pensarían, con solo Lori y las gemelas aceptando la propuesta semanal. Felices ante la posibilidad de volver a repetir el compartir, sus padres y Lincoln se despidieron de las otras con un abrazo para cada una.

Al poco tiempo las hijas Loud se marcharon a sus respectivos hogares, con Lucy y Luna siendo las últimas en irse pues tuvieron que esperar a que uno de los amigos de Luna les trajera el jeep de esta.

—Bueno —Dijo Lincoln luego de que la puerta se cerrara—, es hora de dormir.

—Tu mamá y yo estaremos en la cocina un rato, ustedes dos pueden irse a descansar.

—Por mi está bien — Lily comentó antes de subir a paso rápido las escaleras—. ¡Lisa no te creas que te dejare sentarte en mi puesto otro día, hoy te deje sólo porque fue una ocasión especial!

Lincoln y sus padres rieron ante el comentario de la pequeña.

—Hahaha, parece que alguien está celosa…Creo que la he malcriado demasiado.

—O ella te malcrió a ti. —Rita bromeó de vuelta, lo que volvió a darle fuerza a la sonrisa de su hijo para acompañarle durante su viaje a la cama.

Todo parecía perfecto. Lincoln llevándola en brazos hasta la cama antes de acurrucarse con ella, acomodando su brazo cual almohada para su disfrute, sin duda un final feliz para ese día…

Pero entonces se dio cuenta del problema, ese gusto ante el olor que él expedia, los latidos de su corazón aumentando su tempo, la neblina artificial en su cabeza, su deseo de tocar cada rincón del cuerpo de su hermano.

La presión en su zona baja, una que buscaba frotarse en contra de las piernas de Lincoln.

Lisa había malinterpretado las señales iniciales de su cuerpo, un grave error producto de su inexperiencia en las ramas de conductas sociales y reacciones fisiológicas.

Miró hacia arriba, Lincoln aún tenía los ojos cerrados pero era improbable que estuviera dormido. Él brazo de este, cálido y suave al tacto, no tenía intención de apartarse de ella.

Era de esperarse, Lincoln le había extrañado por demasiado tiempo, si no fuera por su cansancio es muy probable que la abrazara y consintiera… probablemente besándola y acariciando su cara mientras se toma su tiempo contándole reiteradas veces lo mucho que… le… deseaba…

Un súbito temblor aconteció dentro de la pequeña, con sus pulmones demandando más oxígeno de forma inmediata ante el impulso. Su pecho fue el segundo en exigir sus demandas, solicitando por más tacto.

Lisa quería sentir más de su piel, necesitaba sentirlo, algo imposible con el pijama interviniendo.

No, no. ¡Lisa! Pensó mientras apretaba los músculos de la cara en aras de contener de alguna forma sus impulsos.

—¿Sucede algo, hermanita?

Lisa se detuvo en seco, sus primeros pensamientos rozando brevemente la depravación y forzándola a sacudirse. Necesitaba resistir, buscar una segunda oportunidad.

—¿Tienes frío?

Su raciocinio ya estaba en un mal estado debido a la falta de descanso; Lo que sentía no era más que algo que ya conocía, su fetiche por los hermanos mayores.

—Linc —Lisa llamó al mismo tiempo que una idea se le ocurrió—, disculpa, no es eso. Tengo que ir al baño.

—Oh… tranquila, no hacía falta la disculpa —Su hermano bajó la cabeza y volvió a abrir los ojos, —. Ve, yo te espero.

Levantó su brazo, liberando a su hermana de la calidez que le ofrecía. Como respuesta casi inmediata, Lisa rodó con la esperanza de escapar del deseo inconsciente de permanecer junto a él antes de que el sentimiento la atara de vuelta a la cama.

Lincoln, por su parte, se quedó sentado en la cama y encendió la lámpara de la mesa de noche, sonriendo de vuelta tan pronto como logró divisar de nuevo a Lisa.

Con un gran respiro y parte de su control de vuelta, Lisa se fue al baño de inmediato, usando las paredes como soporte y fallando al pisar más de un par de veces.

Al llegar finalmente se vio al espejo, notando entonces los efectos de esos dos días sin dormir reflejados en su rostro y amplificados por su extenuada psique; las marcas formadas debajo de sus ojos, la piel reseca, el cabello maltratado en las raíces.

Su cuerpo y mente extenuados no estaban preparados para afrontar a Lincoln, era demasiado débil aún, y sus deseos carnales demasiado fuertes en comparación.

Pero eran solo eso, deseos carnales, sin sustancia ni verdadero significado. Una vez que su mente esté en óptimas condiciones lo único que verá en Lincoln será un adorable, tierno, comprensivo, amable…

Lisa sacudió su cabeza y se masajeó la cara en un intento de disuadir sus pensamientos intrusivos. Tenía que forzar su camino hacia el dulce REM, y algo dentro del gabinete de medicinas debía servirle para llegar hasta allí.

Para su suerte, si lo había; analgésicos, oxigenantes, y medicamento para la tensión. Eran el somnífero perfecto en las cantidades adecuadas. Cortó secciones de las pastillas y tragó el combo sin agua, una habilidad que se consiguió en sus noches de trasnocho dentro de la universidad, y esperó unos segundos a que hicieran efecto.

Cuando empezó a notar el retraso en el registro de sus movimientos sabía que tenía que volver con su hermano. Solo tenía que pasar por el pasillo y…

—Oh, ya llegaste. —Lincoln anunció, sorprendiendo brevemente a la pequeña genio. Las drogas habían actuado con más potencia de la que ella esperaba, pero eso no le molestó, el resultado final sería el mismo.

—Wow, espera. — Lincoln decía mientras movía el cuerpo de ella, quien proceso muy tarde la acción efectuada. Lisa se había lanzado sobre él sin pensarlo dos veces.

Por suerte Lincoln mantenía su lucidez y consiguió detenerla antes de que ella se lastimara en la caída. Como acto recíproco al afecto que ella buscaba, Lincoln dejó a Lisa descansar encima de su pecho.

Lisa agradeció su ingenio tan pronto como vio donde estaba acostada, el suave y amplio pecho de su hermano era una cama excelente para ella, pero sin duda su yo de hace unos dos minutos no se podría haber contenido de estar en la misma situación.

—Buenas noches Lisa —Lincoln le susurro mientras acariciaba la cabeza de esta—, no sabes lo feliz que estoy de haber pasado un día contigo y las otras, pensé que terminaría perdiéndolas para siempre… hehe, y mírame ahora, ya hasta se me pegó lo melodramático de Lucy de nuevo.

Lincoln continuó hablando, y con cada palabra el vibrar de su pecho alejaba más a Lisa del mundo consciente. Antes de finalmente preparar sus ojos para el viaje a velocidad crucero, Lisa esbozó una última sonrisa para Lincoln.

Y este como respuesta le ofreció un beso en la frente. Un pequeño gesto que inundó los pensamientos de ambos con alegría por el resto de la noche.