Capítulo 7
Todos se encontraban en el comedor, desde hacia una semana que no sabían nada de Mikasa y de Annie, desde que Hanji había dicho que la pelinegra necesitaba terapias, las dos chicas no habían puesto un pie en el comedor.
—¿Quién les estaría llevando la comida? —pregunto Sasha moviendo la cabeza de lado a lado.
Ymir vio las ganas de Christa de responder y decir que ellas dos habían sido las que se habían encargado de Annie y Mikasa no se saltaran las comidas. Ymir tomo la mano de Christa por debajo de la mesa y le dio un apretón para hacerle saber que no dijera nada, que no era necesario. Si decían que ellas habían sido probablemente provocarían que Eren les dijera que con derecho hacían eso, que porque a ellas si las dejaban ir y a él no.
Todos en el comedor se quedaron callados la ver como Annie abría la puerta del comedor para dejar pasar a Mikasa quien caminaba con ayuda de las muletas. Mikasa no parecía inmutarse ante las miradas que estaba recibiendo, sabía que tarde o temprano eso pasaría. Además, había hablado con Annie la noche anterior, ambas chicas se habían dado cuenta de que a pesar de ser una de las más fuertes de ese escuadrón, ellas eran humanas, ellas sentían y no necesitaban ocultar eso ante nadie, no necesitaban una máscara que dijera que ellas no podían debilitarse por presionar demasiado su cuerpo.
Ymir miro a Annie a los ojos y ambas chicas se entendieron con solo una mirada. Annie se acercó a Mikasa y todos vieron como los labios de la rubia se movían rápido, vieron a Mikasa asentir y dirigirse hacia la mesa donde estaban Ymir, Christa, Sasha, Connie y Jean. Eren y Armin estaban en la mesa de al lado así que podían escuchar todo.
—Mika.—saludo Sasha. —¿Cómo van las cosas? —
—Mucho mejor.—respondió la pelinegra sentándose al lado de Ymir para dejar el espacio para que Annie se sentara a su lado. —¿Qué ha pasado en nuestra ausencia? —
Sasha no respondió al instante porque en ese momento Annie llego con la comida para ella y Mikasa. Los chicos solo vieron como Annie y Mikasa se veían a los ojos y asentían, quizás eso quería decir un "gracias" y un "de nada." Nadie era tonto y notaban ese lenguaje entre ellas sin la necesidad de palabras.
—No ha pasado nada interesante.—dijo Jean sonriendo. —Sabemos que cuando ustedes regresen al escuadrón saldremos a una misión para recoger un nuevo cargamento.—
—¿Por que no han ido ya? —pregunto Annie sin mirar a los chicos, ella estaba muy concentrada en su comida.
—El comandante Smith dijo que ustedes dos eran necesarias para completar la misión sin tener bajas.—respondió Connie encogiéndose de hombros. —También que aún quedan reservas del cargamento anterior. —
Mikasa y Annie solo asintieron, no entendían mucho, ya que, el escuadrón tenia a Eren, Ymir que a pesar de ser un poco floja era fuerte sin duda alguna, tenían al cabo Levi, para que las necesitaban a ellas.
—¿Qué tal la rehabilitación? —pregunto Christa.
—La sub-comandante Hanji nos dijo que me estoy recuperando muy rápido y por eso me dio esas muletas.—dijo Mikasa. —Dice que en menos de dos semanas estaré caminando sin ayuda de nada.—
—Eso quiere decir que Annie está ayudando mucho.—dijo Ymir con expresión aburrida. Mikasa dirigió su mirada hacia Annie, la rubia al sentir la mirada de la pelinegra levanto la mirada.
—Annie sabe lo que está haciendo.—dijo Mikasa. —Ella ha estado ayudándome mucho.—
Ymir de reojo vio como Eren fruncía el entrecejo ante lo que la pelinegra había dicho con respecto a la chica titán. Eren tenía prohibido acercarse al cuarto de terapias mientras las dos chicas estuvieran dentro, Levi y Hanji no querían que hubiera más problemas y querían que Mikasa se recuperar pronto. Las misiones y sin ella y la rubia no eran lo mismo. Además, sabían que Eren necesitaba aprender unas cuantas lecciones sobre pensar antes de hablar.
—Mikasa.—llamo Eren.
—¿Qué quieres? —pregunto la pelinegra al saber que no podía evitar al chico toda la vida, estaban en el mismo escuadrón, ella lo seguía queriendo como a un hermano, pero eso no quería decir que las palabras de él no siguieran en su mente.
—¿Puedo hablar contigo? —pregunto el oji-jade.
Solo Mikasa e Ymir habían notado como el cuerpo de Annie se tensaba por un segundo, ambas chicas sabían porque esa reacción de la rubia. Eren había enfrentado a Annie cuando esta daba una vuelta por las instalaciones mientras que Mikasa descansaba.
—Te escucho.—dijo la pelinegra.
Mikasa sabía que Eren quería hablar con ella a solas, pero sabía que no era el momento para eso, tanto Eren como ella tenían que aclarar cosas en sus mentes antes de tener una buena charla.
—¿Seguirás ignorándome? —pregunto Eren.
Annie bufo por lo bajo, Ymir casi se ponía a reír ante la reacción de la rubia. Todos sabían que Mikasa estaba ignorando a todos en el escuadrón para poder concentrarse en recuperarse. Las únicas personas que no pasaban de la pelinegra eran Annie, Ymir, Christa y Hanji.
—No entiendo.—dijo la pelinegra.
—No permites que te ayudemos.—
—No necesito tu ayuda.—dijo Mikasa con seriedad.
—Pero si la de Annie.—
—Ella es diferente.—
—¿Diferente como? —
—No me presiona.—dijo Mikasa. —Me deja a hacer las cosas a mi manera, no tratar de hacerme hacer lo que ella cree que es mejor para mi.—
—Solo por eso.—dijo Eren con enojo.
—¿Tienes algún problema por cómo trato a Mikasa? —pregunto Annie mirando a Eren con el rostro seria, sus ojos demostraban frialdad pura. —No la estoy manipulando, no estoy haciendo de ella una mala persona, ni siquiera estoy tratando de influenciar un poco en ella.—
—Que nos hace estar seguros de eso.—contraataco Eren.
—¿Por que tanto enojo contra ellas? —dijo Ymir. —¿Es porque Mikasa ya se está dando su lugar? ¿Es porque ahora sabes que Annie se ha ganado un espacio en la vida de nuestra chica pelinegra? —Eren solo miro a Ymir con enojo. —O, ¿Es porque te gusta Annie y sabes que jamás estarás tan cerca de ella como lo está Mikasa y estas celoso de ella? —
Todos sabían que pocas eran las veces en las que Ymir se equivocaba en lo que decía, pocas eran las veces en las que ella no acertaba.
—Espera…—dijo Ymir mirando al chico a los ojos. —¿Es porque Mikasa ya no te hace caso como antes? ¿Es porque ahora ella toma sus propias decisiones sin pedirte consentimiento? —Annie y Mikasa solo miraban a Ymir con una ceja alzada al ver como las defendía. —Y no vayas a salir con eso de que la salvaste cuando eran niños, eso ya paso de moda. La salvaste es cierto, pero luego que hiciste…la trataste mal hasta que por fin ella decidió dejar de ser tan ciega.—
…
La lluvia había empezado momentos después en los que ellas entraron en su habitación. Mikasa odiaba los días como ese, odiaba cuando se ponían tan oscuro, el cielo parecía abrir sus puertas y dejar caer las enormes cantidades de agua, los truenos y relámpagos en el cielo. Odiaba los días o mejor dicho las noches como esas porque le recordaban la noche donde perdió a sus padres.
La pelinegra se había quedado dormida, tratando de evitar pensar en sus padres y en todo lo que había pasado. Annie salió del baño y se quedó mirando a su compañera de habitación dormir. La rubia no podía negar que estaba sorprendida con todo lo que había cambiado su relación con Mikasa, ya no había aquella tensión en los lugares donde estaban ellas dos, ya no había esa desconfianza extrema.
Se le había hecho extraño que la perdonaran demasiado rápido en el escuadrón, pero no era estúpida, había visto las miradas de odio dirigidas en su dirección, había escuchado susurros sobre ella. Todo ese perdón era para que ella se confiara muy rápido pero no había salido de esa manera, ella sabía que el bajar la guardia podría salirle muy caro
Annie salió de su ensimismamiento al escuchar los quejidos de su compañera. Puso más atención y se dio cuenta de que Mikasa estaba teniendo pesadillas. La rubia sabía que si la levanta de la nada la primera reacción de la pelinegra seria golpearla, así que, decidió hacer algo de lo que no estaba acostumbrada, tenía que ser amable y despertar a la pelinegra con suavidad.
Annie se acercó a la cama de la pelinegra. "¿Cómo se hace esto?" pensó la rubia. "Nunca he sido de las que da seguridad o tratar de darle soporte a alguien"
La rubia puso una mano en el hombro de Mikasa y le movió gentilmente. —Mikasa.—dijo tratando de hacer reaccionar a la pelinegra, movió con más fuerza el hombro de Mikasa. —Ackerman despierta.—
La movió unas cuantas veces, dijo el nombre y apellido de la pelinegra hasta que logro hacer que Mikasa saliera de la pesadilla de la que estaba siendo presa. Mikasa no estaba segura de que hacer, así que, solo pudo abrazar a Annie, la rubia se tensó ante eso, no quería ser ruda ni nada. El contacto físico no era lo suyo, pero entendió que en ese momento la pelinegra necesitaba sentir un apoyo de una forma u otra.
—Lo que pase en esta habitación se queda en esta habitación.—dijo Annie mientras pasaba sus brazos alrededor del cuerpo de la pelinegra.
