Capítulo 9

Mikasa tenía curiosidad de saber que era lo que el comandante Smith había hablado con Annie, pero su carácter no le permitía hacerlo, además, no estaba segura si la rubia le iba a responder y no quería quedar mal ante la rubia por alguna extraña razón. Annie podía notar la curiosidad en los ojos de Mikasa, pero prefirió no decir nada, no quería herir el orgullo de la pelinegra con decirle que el comandante le había pedido que la cuidara. Ambas se conocían más de lo que querían admitir, pero no lo podían evitar, sus caracteres eran un poco similares y a la vez muy diferentes lo que les permitía llevarse bien cada día.

Decir que Hanji estaba enojada era poco, estaba que no podía ni con su propia presencia, cada vez que Annie y Mikasa intentaban tener un poco de paz, Eren tenía que llegar e interrumpirlas con acusaciones sin sentido. La castaña estaba a punto de mandar al chico titán a lavar los baños de todos los escuadrones y si era posible los de los calabozos.

—Hanji, necesito hablar contigo.—Smith interrumpió los pensamientos de la sub-comandante.

—¿Que pasa? —preguntó la castaña.

—No es seguro hablar aquí, vamos a mi oficina.—dijo el rubio saliendo de la enfermería. —Levi nos está esperando.—

Hanji sabía que cuando Smith la llegaba a buscar y Levi los estaba esperando en la oficina principal quería decir que algo nada bueno estaba por pasar. Hanji entró en la oficina siendo seguida por Smith.

—¿Que es lo qué pasa, Smith? —preguntó Levi con seriedad.

—Hay un motín.—dijo Smith. —Quieren sacar a Annie del cuerpo de exploradores.—

—Creí que ya habíamos dejado claro que Annie estaba bajo nuestro comando.—dijo Hanji. —Además ella no ha dado motivos para que los demás la quieran fuera, al contrario, ella ha ayudado en todo lo que se le ha pedido. Sin contar con que se arriesgó al proteger al escuadrón en la última misión. —

—Muchos dicen que ella no es de fiar.—dijo Smith. —Además la pelea entre Annie y Eren no ayuda mucho que digamos. El rumor de ambos peleando llego a oídos de los altos mandos y ahora tienen miedo de que las cosas vayan escalando hasta el punto de que ambos lleguen a pelear convertidos en titán.—

—¿Ese mocoso sabía algo de todo esto? —preguntó Levi con el entrecejo aún más fruncido.

Hanji y Smith se miraron entre ellos para luego encogerse de hombros, las dudas comenzaban hacerse presente.

—No me sorprendería.—agregó Levi. —No quiere que Annie y Mikasa pasen más tiempo juntas, lo cual sería obvio que el estuviera ayudando con las dudas sobre Annie. Todos saben que ese mocoso detesta a Annie por el simple hecho de que esta ayudando a Mikasa a recuperarse y que esta no le está haciendo caso en nada.—

Hanji y Smith parecieron tomar en cuenta todo lo que Levi les estaba diciendo, sonaba lógico, pero sabían que sin pruebas no podían acusar a nadie.

Smith miro a los dos soldados frente a él y tomo una decisión. —Hagan que todos se alisten para la siguiente expedición, los quiero listo para mañana a primera hora.—

—¿Piensas llevar a Mikasa y Annie? —preguntó Hanji con dudas.

—Si.—respondió Smith.

Hanji no sabía si era una buena idea llevar a Mikasa a una expedición, pero no podía ir encontrar de las decisiones de su comandante, bueno, si podía si ella quería, pero dejar a Mikasa sola en estos momentos no era muy inteligente, ya que, Annie quedaría desprotegida en el campo para algún ataque de Eren. Hanji sabía que Annie y Mikasa estaban aprendiendo a controlarse más y si en esos momentos dejaban a Annie sola podían provocar que la chica terminara por dejarlos si un miembro más en el escuadrón. La castaña salió de la oficina y fue en busca de Mikasa, mientras más rápido hiciera los exámenes más rápido sabría que tipo de riesgos correrían si Mikasa tiene algún problema.

—Annie.—llamó Hanji al ver que la rubia estaba un poco lejos de Mikasa. —Mañana tendremos la expedición, no te voy a pedir que seas la niñera de Mikasa, pero si que cuides es sus espaldas con ella hará contigo.—

Annie asintió al entender la preocupación de la sub-comandante, para la rubia no había pasado desapercibido que Mikasa era algo como una hija para Hanji. Annie sonrió de medio lado al ver que la pelinegra de su compañera tenía a alguien que se preocupaba por ella.

Todos creían que ella era alguien que solo se preocupaba por sí misma, pero hombre, que equivocados estaban. Annie habían empezado a preocuparse por Mikasa, aunque no lo quisiera aceptar. La rubia era alguien que le gustaba observar y había notado que Hanji se preocupaba por ella y por Mikasa, había notado que Ymir las defendía como si ellas fueran sus hermanas, Christa siempre era la que estaba al pendiente de que no se les olvidara comer po motivos.

Quizás antes no tenía personas en quienes confiar, pero ahora Annie notaba que tenía a cuatro personas que se la pasaban a su lado, que no le tenían miedo.

—Asegúrense de regresar con vida y sin rasguños.—dijo Hanji.

—Hare lo que pueda.—dijo Annie.

Annie noto como Hanji dejaba salir un suspiro de exasperación. —Adolescentes tenían que ser.—murmuro la castaña.

Annie no puedo evitar que una media sonrisa apareciera en su rostro. Era la primera vez que alguien la veía como a una adolescente y no como a una máquina de matar, no como a un enemigo, sino, como a una persona.

Annie no se movió mientras Hanji examinaba a Mikasa, era una regla no dicha, no escrita que mientras Hanji estuviera ahí ninguna de las dos dejaría la enfermería. Si Annie tenía algo o Mikasa, la otra necesitaba saberlo para así saber cómo reaccionar mientras estén en el campo de batalla o en los entrenamientos.

—¿Qué paso con Eren? —pregunto Mikasa mientras la castaña revisaba sus reflejos.

—Salió de la enfermería y Levi lo tiene limpiando como castigo.—respondió la sub-comandante encogiéndose de hombros.

—¿Ira con nosotros a la expedición? —pregunto Annie.

—Saben que si.—dijo Hanji. —Pero no estará del mismo lado que ustedes. Creo que será como la expedición pasada, ustedes irán al medio para evitar que gasten sus energías.—

Annie y Mikasa se miraron entendiendo que era lo que podía pasar si se volvían a separar.

—Hanji. —dijo Mikasa. —¿Crees que podemos llevar un equipo 3D extra y algunas cosas medicas? —

Hanji frunció el entrecejo. —¿Por qué? —pregunto la castaña, pero cuando miro a Mikasa y luego a Annie entendió lo que las dos chicas le querían decir. —Veré que es lo que puedo conseguir en estas pocas horas que quedan.—

—¿Entonces no hay problemas conmigo? —pregunto la pelinegra.

—Tus reflejos han mejorado al igual que tu coordinación, pero no te sobre esfuerces eso puede ser peligroso.—

—¿Algún tipo de cuidado que debamos tomar? —pregunto Annie.

Hanji se levantó y empezó a buscar cosas en los estantes de la enfermería. —Cuando ustedes regresaron de la expedición pasada empecé a buscar maneras de que puedan sobrevivir sin tener tantos rasguños.—dijo la castaña. —Sé que ambas son fuertes, pero eso no quiere decir que sean invencibles.—

Mikasa y Annie solo observaban y escuchaban a la castaña hablar. —Hable con Smith y Levi, y encontré unos mapas que les pueden ayudar en caso de se les ocurra ponerse como carnada otra vez.—ante eso Annie se acercó a Hanji al igual que Mikasa, pero en ese momento Ymir y Christa entraron en la enfermería.

—¿Listas? —pregunto Christa con una sonrisa calmada. Mikasa y Annie asintieron y todas le dieron su atención a la mujer castaña.

—Bueno, la ruta que ustedes tomaron.—dijo Hanji mirando a Mikasa y Annie. —Fue la más larga debido a que se dirigieron más al norte. Estuve revisando algunos mapas que logre robarles a los altos mandos.—las cuatro chicas miraron a la castaña con sorpresa. —No le digan a nadie que ni siquiera Smith sabe que los robe, pero como iba diciendo si po motivos deciden volver a ponerse como carnada pueden seguir el viaje por el norte, pueden encontrar una aldea abandonada.—

—Quieres decir, que luego de pasar la casa de mis padres encontraremos ese lugar.—dijo Mikasa a lo que Hanji asintió. —¿Pero no nos estaríamos alejando más? —

Annie miro a Hanji para esperar por una respuesta, Mikasa había hecho una buena pregunta que todas querían saber que podían hacer al respecto.

—Si miran esta parte del mapa se darán cuenta de que si siguen llegaran mas rápido a las murallas.—dijo Hanji señalando en mapa para que las chicas miraran todo con detenimiento.

—Tengo una duda.—dijo Ymir a lo que todas le dieron su atención. —¿Que pasaría si se meten en esta parte del bosque y prosiguen de esa manera? —

—No pasaría nada mientras estén en el bosque porque tendrían lugares altos para descansar en el día.—dijo Hanji. —Pero cuando lleguen a la muralla no tendrán nada para usar de rampa.—

Annie y Mikasa miraron mas detenidamente el mapa y se dieron cuenta de que las estaba llevando hacia Shinganshina.

—¿No será mas peligroso si van a Shinganshina? —pregunto Christa mirando el mapa.

—Si se dan cuenta no se podido bloquear la entrada para los titanes lo que quiere decir que tendrán una entrada mas fácil. Además, Annie puede usar las casa como rampas para subir al muro y llegar al otro lado si tener que pelear. —

Las cuatro chicas entendieron que era lo que la sub-comandante les estaba diciendo, una ruta más fácil y sin muchas peleas.

—¿Iras a la expedición con nosotros? —pregunto Mikasa mirando a Hanji.

La castaña negó con la cabeza, ella tenía que quedarse para investigar sobre lo que los altos mandos le querían hacer a Annie. Hanji no iba a permitir que luego de muchas cosas las autoridades le quitaran a Annie de sus manos, la castaña sabía que la rubia era más que lo que les había mostrado en los años de entrenamiento.

Annie y Mikasa salieron de la enfermería, ambas tenían que alistar sus cosas además de que necesitaban cosas extras por si acaso. Christa noto que Ymir no se movía así que dedujo que necesitaba hablar con la sub-comandante.

—¿Qué pasa Ymir? —pregunto Hanji mientras guardaba sus cosas.

—¿Crees que sea buena idea decirles la verdad? —pregunto la chica menor.

Hanji miro a Ymir y entendió lo que la chica le estaba preguntando.

—Annie puede ser bastante reservada en cuanto a su pasado al igual que Mikasa, pero si les dices el tuyo y todo lo que eres ellas entenderán y buscarán una manera de protegerte, aunque no la necesites.—

—¿Que pasara cuando los altos mandos se enteren? —

—Nosotros te protegeremos.—dijo Hanji. —Nadie me quiere ver toda Mama Oso con ustedes así que harán lo que yo crea que es mejor para ustedes.—

—Entonces, ¿Enfrentaras a las autoridades para que no lleven a Annie? —

—Si.—dijo Hanji. —No será fácil, pero no dejare que la juzguen por algo de lo que ella no quería ser participe.—

—Entiendo.—dijo Ymir dejando salir un suspiro.

—Es mejor que vayas, Christa te está esperando.—

Ymir sonrió ante la mención de la rubia y Hanji no puedo evitar rodar los ojos, esas dos chicas eran demasiado obvias.

Tal y como Hanji había dicho, el comandante las había dejado al centro de la formación, con la única diferencia que ahora Christa e Ymir iban cuidando sus laterales.

Ninguna decía nada, no era necesario. El silencio en su viaje era acogedor a pesar de que sabían que en cualquier momento los titanes atacarían. Levi y Smith miraban de reojo a las cuatro chicas y la tranquilidad con la que viajaban era de admirar.

—¿Qué crees que pase por sus cabezas? —pregunto Levi.

—Si soy sincero, no lo sé.—dijo Smith.—Creo que eso es algo que solo Hanji podría deducir.—

Antes de que Levi pudiera responder, véngalas se hicieron presentes en el cielo anunciando el ataque de titanes. Levi se dirigió hacia el lateral donde estaba Eren, por precaución de que el chico no hiciera nada estúpido como acostumbraba. Smith se dirigió al lateral opuesto dejando a las cuatro chicas solas.

Ninguna dijo y continuaron con su camino, ellas no tenían que detenerse a pelear en ningún momento, su trabajo era llegar hasta donde estaba el cargamento, subirlo a los carruajes y regresar. Ymir no dejaba de mirar a sus lados en busca de peligro, Christa seguía el mismo ejemplo de Ymir. Mikasa y Annie decidieron apresurar el paso, entre más rápido llegaran más rápido podrían poner las cosas en los carruajes y poder ayudar a los demás. Mikasa y Annie ya tenían planeado dejar el carruaje en manos de Sasha, Connie y Jean.

—Ymir.—llamo Annie. —Busca a Sasha, Connie y Jean.—

Ymir no dudo en hacer lo que la rubia le había pedido. Si algo había prendido era que cuando Annie y Mikasa pedían algo era porque ya tenía un plan de contingencia listo para cualquier caso.

—Christa.—llamo Mikasa. —Ponte detrás de nosotras y no te quedes atrás.—

Ymir fue en busca de los tres chicos mientras que Christa se ponía detrás de Annie y Mikasa. Annie y Mikasa solo tenían en mente llegar al lugar y poner todo en orden para luego ayudar a su escuadrón. Annie vio como un titán se iban acercando a ellas, no entendía como había podido pasar las barreras del escuadrón, pero eso no podía decir nada bueno.

Annie se fue quedando atrás, se aseguró de atar su caballo al carruaje de Christa

—Yo me encargo.—dijo Annie y sin más se subió a unos de los arboles cerca para esperar al titán.

Mikasa no dijo nada, solo siguió. Ella confiaba en que Annie se haría cargo y que nada pasaría. —Confías mucho en ella.—dijo Christa.

—Si.—dijo Mikasa.

—No dejes que Eren lo arruine.—dijo la rubia con seriedad.

Mikasa no sabía que era lo que Christa le quería decir, pero no iba a permitir que Eren arruinara lo que tenía con Annie, no había sido fácil hacer que la rubia dejara ver pequeñas cosas de su personalidad que otras personas no verían jamás.

Mikasa y Christa lograron llegar hasta donde estaba el cargamento.

—Vigila.—dijo Mikasa.

Mientras Mikasa se encargaba de subir todo a los carruajes, Christa se encargaba de que ningún titán se acercara a la pelinegra. Mikasa estaba en la espera de Ymir y los chicos, no se preocupaba por Annie porque sabía que la rubia sabia cuidarse perfectamente.

Ymir logro llegar con Sasha, Connie y Jean al lugar donde estaba Mikasa, la pelinegra ya casi tenía todos los carruajes listos, Ymir bajo de su caballo y termino de ayudar. Mikasa entrecerró los ojos al ver la facilidad con la que la morena levanta las cosas.

Annie logro llegar minutos después y noto que todo estaba listo para regresar.

—¿Alguien tiene las véngalas? —pregunto Annie.

Connie levanto la mano.

—Avisa que vamos de camino.—dijo Annie con autoridad, Connie no dudo en hacerlo. El chico había notado como Ymir y Christa siempre hacían caso a lo que Annie o Mikasa decían y eso le dio a entender que la confianza las había llevado a sobrevivir en los entrenamientos.

—Sasha tú te llevaras mi cargamento.—dijo Mikasa. —Jean te llevaras el de Annie. Connie tú los guiaras mientras que nosotras nos encargaremos de que ningún titán se les acerque.—

Todos asintieron ante lo dicho por la pelinegra. Mikasa y Annie notaron la mirada de Ymir.

—Ya lo sabemos.—dijo Annie provocando que Ymir se sorprendiera. —No fue muy difícil, levantas cosas con facilidad, eres más ágil de lo que aparentas y siempre te aseguras de que nadie ponga la atención en ti.—

—Tus poderes nos ayudaran mucho.—dijo Mikasa. —Solo asegúrate de no hacerlo frente a los demás así no dirán que eres una traidora.—

Ymir asintió y dejo salir un suspiro de alivio al ver que todo había sido más fácil de lo que creía.

Cada vez más titanes iban apareciendo haciendo que el trabajo de proteger a Sasha, Connie y Jean se hiciera cada vez más difícil. Mikasa sabía que si Annie se transformaba atraería la atención de los titanes provocando que Ymir y Christa los mataran de manera más fácil.

—Annie.—llamo Mikasa.

La rubia solo asintió saltando de su caballo y mordiendo su mano. Ymir y Christa se alejaron de la chica titán para evitar salir lastimadas. Mikasa empezó a usar el cuerpo de Annie para quitar los titanes que se aferraban a las piernas de esta.

Christa e Ymir matan a cada titán que podían, pero al mismo se aseguraban de no descuidar a los tres chicos frente a ellas. Ymir noto como Eren, Levi y Smith se iban acercando a ellas deshaciendo de los titanes que ellas no podían.

Christa miro como Annie se quedaba parada para hacer que los titanes se fueran hacia ella y así dejarles el campo libre a los demás para que pudieran seguir.

—¿Algún día dejaran de hacer eso? —pregunto Christa.

—Lo dudo.—dijo Ymir. —Vamos tenemos que ayudarlas.—

Christa no dudo en seguir a Ymir. Smith y Levi notaron como las chicas se quedaban atrás.

—Iré ayudarlas.—dijo Eren.

—No.—dijo Smith. —Ellas tienen un plan y el que tu vayas se les hará más difícil ejecutarlo.—

Smith no estaba seguro de que las chicas tuvieran un plan, pero no dudaba que Hanji les hubiera dado algún consejo, además, también confiaba en el criterio de Annie, Mikasa, Ymir y Christa. Sabía que su escuadrón estaba lleno de mujeres con capacidades altas de inteligencia y supervivencia.

Eren iba protestar, pero Levi no lo dejo. —Hazlo lo que te han dicho mocoso, no queremos más problemas como los que has causado últimamente.—

Annie y Mikasa seguían peleando con los titanes, Mikasa miro como Ymir y Christa se les unían. Entre más mas titanes iban llegando y no podían quedarse quietas, eso sería suicidarse sin si quiera dar la pelea.

—Hay que correr.—dijo Mikasa. Annie solo asintió y empezó a moverse.

—Hazlo.—le dijo Christa a Ymir, la morena asintió.

Ymir miro hacia atrás y se dio cuenta de que su escuadrón ya no la podía ver. La morena mordió su mano. Una titán un poco más alta que Annie, cabellos castaños, musculosa.

Mikasa miro hacia donde estaban Ymir y Christa para encontrarse con la morena en su forma de titán. La pelinegra sonrió de medio lado y asintió. Ella y Annie ya no estaban solas en sus locas decisiones.