Capítulo 10
Por primera vez Ymir se sentía muy segura de lo que era, antes había tenido dudas. Hanji le había ayudado en muchas ocasiones a razonar sobré sus poderes de titanes, quizás, eso no era lo que ella había pedido, pero era algo que podía ayudar para que la humanidad sobreviviera. Algo que le podía ayudar a proteger a Christa de todo lo que estuviera a su alcance. Ymir ahora tenía a Hanji, Christa, Annie y Mikasa de su lado para ayudarle a no caer en las manos de las autoridades. Quizás más adelante se atrevería a decir que esas mujeres son su familia.
Ahora estaba segura de que nada podría hacer cambiar de opinión a las mujeres más fuertes de la unidad. La morena miro de reojo como Christa se balance alrededor de su cuerpo para quitar a los pequeños titanes que le hacía más difícil moverse. También observo cómo Mikasa ayudaba a Annie, al mismo tiempo se dio cuenta de que Annie deposita toda la confianza en que Mikasa no le permitiría caer ni ahora ni nunca.
La confianza entre esas dos mujeres había ido creciendo poco a poco al igual que la suya con Christa. Hanji había tenido razón, no había que juzgar un libro por su portada. Ymir al inicio había juzgado mal a Mikasa y a Annie, pero con el tiempo se fue dando cuenta de que esas dos chicas eran como ella, siempre ocultando cosas de la vista de los curiosos, siempre protegiéndose de todo y de todos.
—Solo sigue a Annie.—le dijo Christa mientras se paraba en su hombro. —Nos llevará hasta la pequeña aldea de la que hablo Hanji para poder descansar y chequear los equipos 3D.—
Ymir solo asintió, ahora era su turno de confiar en todas esas mujeres. Después de todo le habían demostrado que entre ellas la camaradería era inquebrantable. Ymir no supo cuántas horas estuvieron corriendo mientras que Christa y Mikasa les quitaban del camino todos los titanes que podían. Luego puedo observar la pequeña aldea.
Vio como el cuerpo del titán de Annie iba desapareciendo no sin antes dejar a Mikasa en un lugar seguro. La morena dejó a Christa en uno de los árboles más altos que encontró e hizo que su cuerpo fuera desapareciendo.
Las cuatro chicas entraron en unas de las casas que por suerte aún estaba intacta.
—Haremos lo que Hanji dijo.—dijo Mikasa. —Pero necesitaré hacer unos cambios en mi equipo 3D.—agregó
—Hanji me dio las cosas médicas que podríamos necesitar.—dijo Christa sacando la mochila que estaba escondida detrás de su capa. —Creo que todo esto nos podrá ayudar mucho en el camino pero hay que ser más cuidadosas.—agrego la rubia al darse cuenta de que Mikasa se había excedido un poco.
Annie no hizo ningún comentario, solo se levantó y miro por una de las pequeñas ventanas de la casa. Se le había hecho raro que Hanji tuviera mapas que dieran coordinadas exactas sobre esas aldeas, también no lograba entender porque la sub-comandante no había ido en una misión importante como esa. Que era lo que la castaña tenía que hacer dentro de las murallas que no podía esperar.
—Lo notaste.—aseguró Ymir al ver la cara pensativa de Annie.
Mikasa y Christa pusieron atención ante lo que las dos chicas iban a decir.
—Hanji es una parte importante en el momento de las expediciones pero que hoy no haya venido es muy raro.—dijo Annie.
Las demás asintieron ante eso, todas estaban confundidas.
…..
—¿Qué excusa tienes para que Annie no sea removida del cuerpo de exploradores? —preguntó uno de los jueces.
Hanji cruzó las piernas, puso sus manos sobre la mesa. Los jueces miraron la mirada seria de la castaña y eso no quería decir nada bueno, nadie quería ser el que recibiera la ira de la sub-comandante Zoe Hanji.
—¿Qué excusa tienen ustedes para querer remover a Leonhardt del escuadrón? —contraatacó Hanji.
—Hemos escuchado de los problemas que está causando.—dijo otro juez.
La castaña solo rodo lo ojos. —¿Y qué problemas son esos? Claro si son tan amables de decírmelo. —dijo Hanji con seriedad.
Ningún de los jueces hablo, Hanji entendió todo. Todo eran rumores y los jueces no tenían pruebas de nada.
—Primero.—dijo Hanji. —Annie lo único que ha hecho es ayudar al cuerpo de exploración. La expedición pasada arriesgo su vida junto con Mikasa Ackerman para que todo el escuadrón lograra escapar de un ataque masivo de titanes. Gracias a ellas dos, todos y el cargamento lograron llegar.—
Hanji tenía una mirada acusadora, una mirada dura que hacía que esos nueve jueces en movieran en sus asientos debido a lo incómodos que se sentía.
—Ahora.—continuó Hanji. —Ymir es una titán al igual que Annie.—los jueces iban a hablar pero Hanji levantó la mano para que se callaran. —Esa chica me ha estado ayudando a encontrar información sobre como extinguir a los titanes, no dudo que si logramos hacer que Annie recuerde algo nos dé más información.—los jueces parecían intrigados con los que la sub-comandante les estaba diciendo. —Si ustedes deciden que Annie deje el escuadrón de exploradores en ese mismo día tendrán mi carta de renuncia.—
Las caras de los jueces eran de horror, Hanji era una de las personas más importantes para los escuadrones, gracias a ella tenían toda la información que, aunque fuera poca les ayuda a seguir con vida.
—No solo eso.—prosiguió Hanji. —Mikasa, Ymir, Christa estarían dispuesta a dejar el escuadrón junto conmigo. Ahora, díganme que harán cuando cinco de las mujeres más fuertes dejen el escuadrón de exploradores. Es más que obvio que perderán una gran defensa y no solo eso perderán las posibilidades de más información, sin contar con los miembros qué irán perdiendo en cada expedición al no tener una buena defensa. Es cierto, tienen a Levi, Smith y a Eren. Pero, Smith y Levi son hombres con mucha experiencia, Eren por otro lado sigue siendo un niño con el sueño de destruir a los titanes cuando no es capaz ni de derrotar a Mikasa. El chico titán vs la soldado que equivale a cien soldados y ustedes ya saben quién ganó.—
Los jueces le estaban dando miradas asesinas a Hanji, pero esta no podía evitar sonreír con malicia al darse cuenta de que estaba ganando, lo cual quería decir que Annie e Ymir estarían bajo su protección. Todo estaba yendo en la dirección que ella quería.
—Ahora caballeros, díganme, ¿Cuál es su decisión? —
Hanji veía las caras de cada juez, ella sabía que ninguno se atrevería a poner en todo lo que están logrando en peligro. Ella había ganado y ahora la seguridad de Annie e Ymir estaban bajo su mando, ella cuidaría de esas chicas como si fueran sus hijas.
—Eso es lo que pensé.—dijo Hanji al ver nadie decía nada. —No quiero que mis soldados se vean agredidas por los ciudadanos u otros miembros de los escuadrones.—
—Eso no está bajo nuestro mando.—dijo uno de los jueces.
Hanji se levantó de golpe, golpeó la mesa con ambas manos. —No me importa bajo quién está el mando de hacerle saber a todo el mundo dentro de las murallas que Annie Leonhardt e Ymir Fritz se quedarán bajo mi cuidado y nadie, absolutamente nadie tiene que agredirlas por un pasado del que ellas no pidieron ser parte.—dijo la sub-comandante. —He sido clara.—
Todos los jueces asintieron. Hanji relajo su cuerpo. —Fue un placer haber hablado con ustedes.—dijo la castaña. —Tengan un Buen Día.—
Todos los presentes en esa sala habían notado el sarcasmo en la voz de la sub-comandante, pero nadie se atrevía a decir o hacer algo al respecto.
Hanji llegó a las instalaciones del equipo de exploradores con una enorme sonrisa que se borró al no ver a Annie, Mikasa, Ymir y Christa con los demás miembros.
—¿Dónde están? —preguntó Hanji y Smith ya sabía que era lo que le estaba preguntando.
—Tuvimos un ataque, un poco más grande que el anterior. Annie y las demás se quedaron para hacernos una vía libre.—
Hanji se tocó el puente de la nariz y dejo salir un suspiro al saber que esas chicas nunca dejarían de ponerse en peligro y agradecía de que ella les pudo ayudar con los mapas aunque ya sabía que cuando ellas regresaran tendría muchas preguntas por resolver.
Una semana después.
Decir que Hanji estaba preocupada por las chicas era poco, todos se habían dado cuenta del cambio en la sub-comandante, pero nadie se atrevía a decir nada.
Gritos y fuertes sonidos se escucharon a las afueras de castillo. Todos supieron inmediatamente que eran las chicas que habían regresado. Todos salieron a esperarlas, Hanji ya tenía todo listo para curarlas y luego darles un buen sermón para ser seguido por la decisión de los jueces.
Jadeos se escucharon al ver al titán mas grande al lado de Annie y con Christa en su hombro pero también notaron que una niña cerca de los siete años estaba siendo sujetada por Christa mientras que Ymir las aseguraba con una mano.
—¿Que trae Mikasa en los brazos? —fue la pregunta de todos escucharon de parte de Eren.
Todos voltearon a ver a la pelinegra y en cierta forma traía algo en los brazos, a diferencia de Christa la pelinegra estaba sentada en el hombro, los arneses del equipo 3D estaba incrustados en la piel de Annie mientras está se auguraba de que la pelinegra no se cayera.
Ambas titanes se aseguraron de poner a sus compañeras y compañía en tierra firme. Eren trató de acercarse a Mikasa pero Annie e Ymir se lo impidieron, lo cual provocó que todos fruncieran el ceño.
Hanji noto lo que estaba pasando y decidió intervenir antes de que los chicos empezaran con algo que haría todo más difícil para las cuatro chicas y para todos en el escuadrón.
—A la enfermería.—ordenó Hanji con seriedad.
Nadie dijo nada, las cuatro chicas junto a la pequeña entraron en las instalaciones, nadie supo que era lo que a Mikasa tenía entre sus brazos. Hanji no dijo nada en el camino hacia la enfermería, quería que las cuatro chicas y la pequeña se sintieran en un lugar seguro para poder hablar y no sentirse presión andas con las presencias de los demás.
—¡Smith no quiero a nadie en la enfermería! —grito la castaña.
Hanji noto como la pequeña soltó la mano de Christa para tomar la de Annie. La castaña por un momento pensó que Annie no tomaría la mano de la pequeña pero luego vio como la rubia tomó la mano de la pequeña y le dio un pequeño apretón, la rubia estaba tratando de calmar a la niña.
—¿Quien es ella? —preguntó la sub-comandante mientras abría la puerta de la enfermería.
—Alma.—dijo Annie. —La encontramos cerca de Shinganshina, ella y su hermana.—agregó la rubia mientras señalaba los brazos de Mikasa.
—¿Cuantos años? —preguntó Hanji mientras hacía que todas se sentaran en una cama, Annie subió a Alma en la cama junto a ella.
—Alma siete y Akane ocho meses.—respondió Ymir.
Hanji revisó las heridas de Ymir, luego Christa, Annie era la siguiente y cuando terminó con esta la castaña quiso revisar a Alma pero está de escondió detrás de Annie buscando protección. Hanji miro a Annie en busca de una respuesta.
—Hace mucho que no se relacionan con otras personas.—dijo la rubia haciendo que Alma saliera de su escondite para que Hanji la pudiera revisar. —Ella te curara.—le dijo Annie a la pequeña que solo miro a Annie y luego asintió.
Alma solo mira a Annie para que esta le asegurar que todo iba a estar bien y que Hanji no le haría nada malo. Hanji noto la actitud de la pequeña y luego miro a Mikasa quien había estado callada todo el camino.
La castaña abrió los ojos como platos y miro a Ymir, Christa y Annie quienes solo asintieron. Esas dos pequeñas habían pasado por algo similar a lo de Mikasa. La castaña entendió que ahora Mikasa estaría un poco más distante de todos al tener que recordar su pasado y el saber que esas pequeñas habían vivido algo similar. Hanji sabía que Akane nunca recodaría que había pasado pero Alma era otro caso.
Hanji le pidió a Christa que tomara a Akane en sus brazos para revisar a Mikasa pero está s negó.
—¿Por que? —preguntó Hanji.
—Solo Annie o Mikasa la pueden cargar, si alguien más lo hace empieza a llorar.—respondió Ymir en contiendo se de hombros.
